ni LOS TRES PRIMEROS HISTORIADORES DE LA ISLA DE CUBA. Dr. RAFAEL COWLEY Y D. ANDKES PEGO, EDITORES. LOS TRES PRIMEROS HISTORIADORES DE LA ISLA DE CUBA. REPRODUCCIÓN DE LAS Historias de D. José Martin ^élix de Arrate Y D. Antonio José Valdés y publicación de la inédita DEL Dr. D. Ignacio Urrutia y Montoya, adicionadas con MULTITUD DE NOTAS Y AUMENTADAS CON DESCRIPCIONES HISTÓRICAS DE LA MAYOR PARTE DE LAS CIUDADES, TILLAS Y PUEBLOS DE ESTA ISLA QUE EN ELLAS SE MENCIONAN. TOMO I. Llave del Nuevo Mundo antemural de las Indias OccidentaIe«. La Habana desciipta: noticias de su fundación, aumentos y estados compuesto por D. José Martin Félix de Arrate natural y Res^idor perpetuo de dicha ciudad. HABANA. Imprenta y Librería de ANDRÉS PEGO, Obispo 34. 1876. ES PROPIEDAD. ADVERTENCIA. Precedidas las Historias que recopilamos de opor- tunas Introducciones, escritas bien por sus autores ó por sus Editores, no las aiimeutareinos con una más; pero sí deseamos dejar consignadas algunas aclara- ciones. Jll reproducir las obras queJioy ofrecemos forman- do una en tres volfimenes. hemos respetado la ortogra- fía de todos los originales^ salvando línicamente los er- rores que supusimos de imprenta ó pluma, y en lugar de coleccionar las notas eji un apéndice final como lo hizo la Comisión que redacto la de Jirrate, las hemos colocado al pié de la pági7ia ó al terminar el capítulo á que se refieren. INTRODUCCIÓN. (1) La isla (le Cuba hace ya iin papel iimy distinguido en el mundo por su comercio, población y ri([neza, para que su historia sea desconocida ó sola- mente se encuentren relaciones diminutas acerca de sus progresos, escritas las unas por autores apasionados (pie han apelado á la fábula para embelle- cer sus tareas, y las otras por enemigos envidiosos de su prosperidad y grandeza, que la han desacreditado; exigía pues el honor nacional abrir al público los archivos, y dar un testimonio del acierto con que ha sido gober- nada, de las ventajas con (^ue brinda su posición y suelo, de la aplicación de sus moradores y de los recursos con que ha contado y cuenta, de la fer- tilidad de sus terrenos, de la abundancia y comodidad de sus puertos, de sus ciudades y pueblos; en suma fonnar su historia política, militar, civil y económica para desvanecer cuanto por esceso ó por mengua se ha difundido con notable ofensa suya. Bien convencido de esta necesidad el Escmo. Sr. D. Francisco Dioni- sio Vh'es emprendió la formación de su Estadística, escogiendo un número competente de oficiales distinguidos por sus conocimientos y laboriosidad, para que reconociéndola en todas sus direcciones, y estudiándola bajo de to- dos conceptos, acopiasen datos de suma importancia; cuyo trabajo seguido con empeño, produjo al cabo de poco tiempo una relación estadística suma- mente interesante, que sirviendo de base para la historia, hace })or sí sola el elogio del ilustre jefe que la concibió y llevó á su término. Esta obra era ya muy necesaria, pues hace pocos años que el célel)re Barón de Humbold, nuestro amigo, publicó su Ensayo político sobre la Isla lleno de noticias muy aiu'eciables y curiosas, que llaman la atención y la hacen conocer al mundo civilizado; pero la inexactitud de algunos cálculos, las ideas erróneas que necesariamente debe desenvolver cualquiera que por mxiclios años no sea habitante de un país, que no lo conozca perfectamente y que no escriba en él, cuando intenta presentar un cuadro positivo de sus recursos y opulencia, eclipsaron los brillantes destellos que por otra parte aparecen y cuyas consecuencias desfavorables para nosotros, tienen mas riesgos de los que á primera vista se asoman. Porque los eiTores de un escritor en cualquiera ciencia pueden ser disi- mulables aunque logre un número crecido de prosélitos, pues la razón los combate y hace triunfar la verdad; pero en esta clase de materias producen (1) La obra del Sr. Arrale, publicada por una ('omisión Je la Real Sociedud Patrió- tica, va precedida de esta intr(jduccion. Tomo I. 2 11 trascendentales perjuicios, y como para desmentirlos es forzoso no oponer discursos solamente, sino datos contra datos, la impugnación es penosa y al- o-unas veces es iin})osil>le. Asi pues, para desvanecer las inexactitudes del Ensayo 2>olt tico, que aunque dictadas por la mejor intención eran temibles sin embarg-o, y la inmensa muchedumbre de sarcasmos, falsas suposiciones y ])atrañas con que otros viajeros menos amigos de la Isla, (^ue el célebre Barón han sembrado sus escritos, sin mas examen ni noticias que la corta peniianencia de algunos dias en esta ciudad, ó relaciones apócrifas y defi- cientes, obligaron al Gobierno á tomar sobre sí nn trabajo tan dilatado, tan penoso y de tamaños costos. No nos toca juzgar el resultado de esas tareas, pues miembros de esta comunidad se creería que la pasión hablaba solamente, y que era nuestro intento callar sus defectos. Nosotros confesamos con candor que después del examen escrupuloso que hemos hecho, no enconti"amos sino faltas muy ligeras, que proceden de lo complicado de la obra, de los obstáculos inven- cibles con que ha sido preciso luchar, y hasta de las preocupaciones y rece- los del vulgo, cuando el gobierno hace indagaciones acerca de los objetos que forman su propiedad: faltas á que está sujeta toda empresa de esta cla- se; y que no desfiguran sin embargo las mas perfectas que se conocen de su género, las cuales van desapareciendo á fuerza de nuevas rectificaciones y acercándose cada vez mas á su perfección; puesto que llegar á su término es im imposible como lo sienten los mas sabios economistas. Mas al observar ese precioso cuaderno, se persuadirá cualquiera del tino con que ha sido dirigido, y del ilustrado empeño con que se ha formado. No os una árida Estadística, hacinada de datos y cálculos minuciosos y cansa- dos; es un cuadro interesante del estado religioso, político, militar, civil y económico de esta opulenta porción de los dominios españoles, su posición geográfica, figura y fecundidad del terreno, la descripción exacta de sus producciones, las diversas calidades de estas, su historia natural y minera- h'tgica, })rescindiendo de cuanto tiene relación con sus anales y con la parte gubernativa, hacen de esta obra para lo sucesivo el libro manual que con- sulte incesantemente todo habitante de este país, y todo extrangero que de- see conocernos. Pero quedaría imperfecta á la verdad, si al paso que se demuestra lo que somos, no se investigara lo que hemos sido; si en tanto que se descri- ben los recursos de nuestro prospeiidad presente, no subimos á su origen demostrando los medios (jue se adoptaron para seguir esta caiTera, y como en las diferentes épocas de su existencia política, las providencias benéficas de su gobierno y su constante contenq^lacion y esmero, la han dado un im- pulso tan prodigioso, colocándola en el rango de los países de primer orden que figuran en el mundo comercial. Para esto una corporación respetable creada por la sabiduría de nues- tros Monarcas, en una de sus épocas mas risueñas, cuando apoyaban el tro- no las dos columnas mas fuertes de la monarquía en el siglo XVIII, el Conde de Campomanes y el de Florida Blanca, cuando la Habana gozaba del gobierno del humano y sabio General D. Luis de las Casas, se la encar- ga de formar su historia. Al instante su Director nombra una Comisión de su seno para que se ocupe de la enqjresa; los archivos públicos se abren á sus investigaciones, y los particulares franquean copias de cuantos documen- tos importantes poseen; individuos amantes de este suelo residentes en la i; III metrópoli, se blindan á reííistnu' los de Sevilla, Madrid y ¡Simancas y cuíin- tos otros puedan guardar papeles relativos ala Isla, y la Comisión bajo de tan bellos auspicios })rincipia sus tareas. En sus sesiones se distriV)üyen los diversos ramos que es necesario coji- templar, se examinan los docinnentos que posee; pero á los primeros pasos se encuentra embarazada con infinidad de obstáculos. Deseando seguir como testo, alguno de los manuscritos que le dejaran el celo 3' laboriosidad de distinguidos hijos suyos, que en otro tiempo liabian acometido esta em- . j^^^y presa, los analiza todos; llámale principalmente la atención el de 1). Martin ' ^^ Félix de Arrate, lo juzga á la luz de las ideas que ha adquirido; y aunque elegante en su lenguage, e.xacto en sus noticias, preciso en sus descripcio- nes y desapasionado cuando trata de averiguar cualquier hecho importante, lo limitado de su plan, pues solo abi^aza la ciudad de la Habana, lo hace' deficiente para el objeto propuesto. En vano ocurn; á Urrutia y Valdés para (pie la ilumine, otro plan diverso se observa en ellos, difusas diserta- ciones acerca de puntos insignificantes y obscuridad en lo mas sustancial, y si es verdad que en algunos lugares sus noticias son del mayor precio, es- tán mezcladas de tal suerte que dejan perplejo y confunden al (pie las- analice. En tan penosa situación ¿qué otro temperamento podria adaptarse sino comenzar de nuevo la obra? Tal fué el resultado de las primeras sesiones que hubiera arredrado á cualquiera (jue no le animase el celo de la Comisión. Así pues, leido el infonne de los encargados de examinar afpiellos manus- critos, atendida su nulidad como historia de la Isla, s(jlo se entretuvo yá en los medios de llevar al cal)o la empresa; y en estas circunstancias ¿podia abandonarse á ella? ¡Cuan grata hubiera sido semejante idea! Pero los documentos que poseia no llenaban sus deseos; obras voluminosas de los escritores y cronistas del nuevo mundo le brindaban ciertamente materia- les; los primeros pasos del descubridor, el estado político de la metr(')poli en aquella época tan notable, estaban muy marcados; y la última colección publicada por el Sr. Navarrete, las obras de Washington-Innng, y otras muchas antiguas y modernas no dejaban que desear; pero por desgracia la Isla de Cuba no fué la posesión mas interesante de la Monarquía á los principios, y ocupados los historiadores esclusivamente de la Española, solo hablan muy de ligero acerca de lo que nos interesa. ¿En donde hallar pues, d(x;uinentos (pie dieran una idea exacta de su primitiva población, de su religión, de sus cultivos, del estado de su civili- zación, en donde los relativos á la colonización, á la conducta del gobier- no los primeros años, á las nociones (]^ue se tuvieron al principio acerca de su opulencia y recursos? Esto á la verdad exigía tiempo: jiocos materia- les eran los que se poseían, y nada se lograba escribiendo por congeturas, y sobre datos inciertos. Porque no es tan insignificante como algunos ([uieren suponer este pe- ríodo de la historia, ni es tampoco de mera curiosidad; la España como la nación mas opulenta del globo, ha sido la mas exj)uesta al juguete de los censores extranjeros, y al paso qut; sus annas hacían temblar á los ambicio- sos pueblos que trataban de usurparle sus propiedades (') manchar su honor nacional; al paso que un cañonazo disparado en Cádiz desconcertaba los re- cónditos proyectos de la diplomacia extrangera; las prensas abortaban acu- saciones sin fundamento, censuras atrevidas, que creciendo con las irruido- IV nes del íanatismo político, han llegado á formar nn volumen en nuestros tiempos ípie ofende la dignidad de la Monarípu'a Estos detractores desatendiéndose del admirable régimen prescrito en los liumanos Cé)digos de Indias, (pie delñeron haher examinado con el detenimien- to que merecen, ya que se anuncian preconizadores de la filantropía han abul- tado los hechos de particulares aventureros y de mandarines estraviados de su del)er, y descansando en estos abusos tan difíciles de precaver bajo nin- gún sistema, han aci'iminado la conducta de la nación, no sé)lo para fomen- tar las insurrecciones, sino también para oponer inia barrera eterna entre los países disidentes y lametiópoli, porque tal es v\ lenguaje (pie conviene á su siniestra política. La Comisión no está en el caso de entrar en una discu- sión tan dilatada, á pesar que se considera con suficientes ventajas para sa- lir con lucimiento, ni la nación necesita de tan débiles apologistas; pero al describir la historia de esta Isla cree de su deber hacer patentes los irrefra- gables documentos, que sin comentarios ni observaciones, hacen por sí solos el elogio de la Madre patria con respecto á esta su hija predilecta. Tales consideraciones que son del mayor peso, pusieron á la Comisión en el caso, antes de principiar su empresa, de contemplarla detenidamente, de buscar el resorte principal sobre cual debiera girar toda ella, pues como no se tratara de la formación de la historia de una nación abundantes en sucesos políticos y que haya figurado en la gran familia del universo, era indispensables estudiar sus recursos económicos y las providencias que su go- bierno habia adoptado para descubrirlos y ponerlos en movimiento; pero ¡cuántas nubes era necesario disipar! Por desgracia esta Isla, como se ha dicho, no llamó la atención desde sus principios, y confiado su gobierno á un lugar-teniente del gefe de la Española, vino á ser una provincia subal- terna. Pocos documentos se han podido haber relativos á su estadística, á la fonnacion de sus pueblos, á su agricultura y á su comercio, pues á las circunstancias referidas, se deben añadir las muy particulares de los incen- dios sufridos en algunas de sus principales poblaciones, y del clima destruc- tor de los papeles y documentos. Semejante falta aflije sobremanera á la Comisión pues Fray Bartolomé de las Casas, dejándose arrastrar de su entusiasrao y de su imaginación ha desfigurado los hechos mas importantes, sembrando noticias (pie aunque por sí solas están refutadas, en manos de nuestros enemigos, como emitidas por un escritor contemporáneo, han servido para combatirnos y estraviar la opinión universal, ¿cómo pues podrá la Comisión subir hasta esta época, tra- tar del sistema de encomiendas estendido generalmente en América; separar lo falso de lo verdadero, presentar el cuadro positivo de nuestra Isla, cuando tremolando el pabellón de Castilla en sus costas, añadía al universo civiliza- do una parte tan preciosa? Desde el primer reconocimiento de sus playas por el Alnfirante hasta la llegada á ella de Diego Velázquez, desde entonces hasta la fundación del pueblo de San Cristóbal á la parte meridional, desde su traslación al puer- to de Carenas en la setentrional, y por iiltimo desde esta ocurrencia hasta el establecimiento del gobierno en la Habana, hay vacíos inmensos, }' las noti- cias que hasta ahora se han adquirido son por ja"mayor parte ó incompletas ó sospechosas. Un hecho muy notable y que el'genio del mal parece que ha querido sepultar para que no sirva de mayor comprobante contra los in- dividuos de una nación que mas nos han vilipendiado, ha sido la causa prin- cipa] de esta falta; el año de 1538 los piratas, franceses la mayor parte, hor- ror y espanto de la América, conocidos despnes con el nombre de Filihustie- res, entraron en la Habana á fueíro y sanare, y con bárbaro arrojo robaron, incendiaron y talaron su población liasta dejarla reducida á cenizas, obligan- do á sus habitantes á tomar refugio en los bosques cojnarcanos: este golpe atroz nos lia privado de las noticias mas interesantes que se guardaban en sus archivos. Sin embargo la Comisión se consuela con hallar duplicados de los principales en los de la nación y al efecto ha dado instrucciones pre- cisas á sus comisionados en la Península, contentándose entre tanto con las de An-ate y Unnitia en sus apreciables manuscritos. (1) Para marchar con mas acierto ha considerado la historia dividida en cuatro grandes épocas siguiendo los ])asos de su engrandecimiento colonial. La primera la ha fijado desde la llegada del Almirante D. Cristóbal Colon al puerto de Xipe, hasta el asiento del Gobierno en la Habana: es decir, desde el año de 1492 hasta el de ló5(3; pues aun(pie esta novedad no fuera san- cionada por la Corte hasta el año de ló89 como consta del Real nombra- miento de su primer Capitán General el Maestre de Campo Juan de Tejeda los Gobernadores de la Isla residieron desde aquella época constantemente en esta plaza. La Comisión se ])ropone acojiiar })ara este espacio de tiempo cuantos documentos tengan relación con las ideas an de acuerdo para elevarla al rango mas distinguido, termina en el año de 1808: pues auncpie la Comisión desearía lleg-ar hasta el g-ol)ierno del Escmo. Sr. D. Francisco Dionisio Vives, y ad- ministración del Escmo. Sr. Conde de Villanueva, por lo florido del campo que tuviera que correr, juzga con sentimiento que debe renunciar á esta pla- centera idea, porque siendo una obra que ha de examinar la posteridad, te- me le acuse de parcial, como que escribe bajo el gobierno de SS. EE., y viven aun muchas personas que han figurado anteriormente y disfrutan de su poder é influencia. La Comisión lega con placer á la generación futura esta interesante tarea, y la lega con la dulce satisfacción de que los que se dedicaren á ella, tendrán á mano una abundantísima colección de datos, de documentos, de hechos grandes y luminosos (pie les faciliten consumar una obra, que la Comisión no lleva al cabo, no por falta de firmeza en anunciar defectos, si los hul)iera; sino por delicadeza y por no dar ocasión de emplear su acrimonia á los que sólo se ocupan en censurar hasta las mas sanas in- tenciones. Pero en ese período desde el comercio libre hasta el año de 1808 ¡cuan- tos documentos hay que examinar! En ellos lilira la Comisión su confianza y con S(51o darlos á luz sin necesidad de comentarios ni observaciones, pro- bará victoriosamente el tino y sabiduría de nuestro Gobierno Supremo, que con un solo golpe de su .autoridad benéfica, hizo renacer de entre las male- zas que cubrían la dilatada y desierta estension de Cuba, la opulenta abun- dancia de la soberbia Tiro. Semejantes noticias comprobadas con las sucesi- vas providencias, que por ser contemporáneas están al alcance de cualquiera, harán enmudecer ante el tribunal de la razón á nuestros enemigos, que no cesan de ofendernos con acusaciones destituidas de fundamento y de verdad. Este (írden pues, se ha juzgado el mas á propósito para la fonnacion de la obra porque considerándola de esta manera, presenta un campo vastísimo por donde con-er y puede producir conclusiones útiles para mejorar su eco- nomía, aumentar su población, y comparando los proyectos que se promue- van con la esperiencia de los tiempos pasados, elegir con tino lo mas prove- choso y beníífico, porque la historia es el libro manual á donde el juriscon- sulto, el economista, el militar, el político, el simple agricultor, debe ocurrir continuamente para encaminar sus pasos y operaciones. Así es que desde que el furor metafísico se ha entibiado felizmente, y las ideales relaciones que tienen entre sí los objetos no ocupan la solicitud de los sabios, las cien- cias han dado pasos agigantados partiendo de datos positivos á investiga- ciones prol>ables, y la histoxia reducida entonces á servir de adorno á la elo- cuencia como la mitología al poema, ha venido á ser ahora la piedra angu- lar de todo estudio. Por esto los pueblos han cuidado con esmero perfec- cionar la suya, y aunque el orgullo y ambición de fama ha tenido una parte muy activa, la filosofía apoderándose de todos sus ramos y pesando en su balanza los hechos importantes, ha perfeccionado la legislación, el arte mi- litar, la economía, la industria y la agricultura; porque sin su auxilio el saber elemental, es vano por fecunda que sea la imaginación, que arrastra- da por si sola inventa sistemas bellos y seductores, que en la práctica vie- nen á reducirse á polvo, ó que semejantes á las resplandecientes nubes que algunas veces adornan el cielo de las Antillas, se disuelven en espantosos huracanes que amenazan la existencia de los países que cobijan. VII Contemplando la liistoria pues, bajo de un punto de vista tan estenso, y examinando los documentos que liabia para formarla, la Comisión es persua- dió fácilmente de la absoluta imposibilidad en (pie se hallaba de emprender ese trabajo con la espedicion que Imbiera querido, y renunciando por ahora á la gloria con que se le brinda, se ciñó por consecuencia á coordinar los do- cumentos para ilustrar las épocas en que ha dividido su plan; pero la esca- sez de los unos, lo sospechoso de los otros, la obligaron también á desechar esta idea.^ Comprometida en tan delicada posición á vista de lo que posee, detenninó dar á luz con el orden posible los materiales que ha juntado para su fonnacion; pues de esta manera y á imitación de lo que por orden de S. M. ha hecho el Sr. D. Martin González de Navarrete, se logran conser- var esos preciosos documentos de las injurias del tiempo, y el público goza de ellos entre tanto: pero desconfiada aun de su criterio al juzgarlos, espera por otra parte que los inteligentes la ayuden con sus observaciones para aclarar la multitud de dudas con que á cada instante se encuentra embara- zada. Los cuadernos que se den á luz deben mirarse como un archivo público en donde están consignados todos los materiales relativos á la historia, y la Comisión quisiera adaptar el orden mas escnipuloso en sus fechas; pero esto es absolutamente imposible, puesto que el primer vacío que se nota, es des- de el descubrimiento de la Isla hasta la traslación de su Gobierno á la Ha- bana, vacío tan interesante en su concepto como la base principal de la obra en cuestión. El cuadro de su estado primitivo abultado por el celo de al- gunos escritores, para acriminar la conquista y persuadir al universo de que por ella desapareció iin juieblo numeroso y hasta cierto punto civilizado, para sustituirle otro inmoral y fanático, compromete á la Corporación encar- gada, á disipai- estos eiTores con los documentos irrefragables que se procu- ran con empeño en los archivos nacionales. Como lo mismos obstáculos se tocan á cada paso, si se adoptara ese orden, ó tendría que dilatar por mu- cho tiempo su publicación, con riesgo deque se estraviasen, ó que presentar una complicación deficiente, que poco ó nada ilustraria la materia; por lo que deseosa de seguir en lo posible algún orden en la publicación, ha resuel- to comenzar por los manuscritos formales que algunos celosos habitantes del país han dejado sobre su historia. El primero que tiene el honor de publicar es la historia de la Habana escrita por D. Martin Félix de Arrate Eegidor de este Ayuntamiento como la colección mas preciosa de noticias que se ha podido conseguir. Seguirán inmediatamente las otras que posee y los juicios críticos que ha fonnado de ellas: los estractos de los historiadores y cronistas en la parte que hablan de esta Isla; y por último los documentos (pie se van encontrando, prefi- ñéndose los que ilustran la primera época, y las observaciones y críticas corresi)()ndientes á las que tengan relación con las sucesivas. Este trabajo seguido con constancia producfrá al cabo una colección, que estudiada y y concertada facilitará la formación completa de la historia con la exactitud que se requiere, porque de otra manera seria hacer una novela, que siendo desempeñada con elegancia, divertiría á los curiosos; pero dejaría en las niismas tinieblas al que l>uscára en ella los datos interesantes para su estu- dio. Puede ser que algunos i)or un celo escesivo ó por una presunción es- tremada, de que hay desgraciadamente repetidos ejemplos, censuren esta parsimonia de la Comisión atribuyéndola quizas á poco amor al trabajo, ó VIII desconfianza de sus luces. Lo primero está desmentido con la esposicion que lleva hecha; y en cuanto á lo segundo no tiene embarazo de confesarlo. Apreciaría sohre manera que cualquiera de los muchos talentos que afortu- nadamente liahitan en este suelo, la complaciesen con presentarla una obra completa de esta naturaleza, en cuyo caso se esmeraría en tributar á su autor los mayores elogios; pero mientras no alcanza esa fortuna, sus varios comi- sionados continuarán haciendo indagaciones y publicando el resultado de éstas bajo el urden espresado, que se lisonjea aprobará la gran mayoría de sus compatriotas. Autores que se han consultado para formar esta introducción. Cuadro estadístico de la siempre fiel Isla de Cuba, correspondiente al año de 1827, formando por una Comisión de Gefes y Oficiales, de orden y bajo la dirección del Escnio. Sr. Gobernador y Capitán General D. Fran- cisco Dionisio Vives. La Habana descrita: noticias de su fundación, aumentos y estado, por D. Martin Félix de Arrate.— Tlf. S. Teatro histórico, jurídico y político-)uilitar de la isla Fernandina de Cu- ba: por el Dr. D. Ignacio José de Ún-utia y Montoya. — M. S. Colección de viages de los españoles, por el Sr. D. Martin González de NavaiTete. Decadas de Herrera. Piratas de la América. Life and voy ages o/ ChristopJier Columbus: hy Washington Irving. i' Espagne sous les Bois de la Maison de Bourhon: traduits enfrancais, avec des notes et des additions, par D. Andrés Muriel. — Y varios documen- tos y manuscritos existentes en nuestros archivos, y en los de algunos par- ticulares. Individuos que componen la sección de historia de la real socie- dad patriótica de amigos del país. Señores, Intendente de provincia D. Tomas A. Cervantes, Director ^^resi- dente.— D. Nicolás de Cárdenas y Manzano, vicc-presidente. — Coronel D. Manuel Pastor. — Coronel D. Antonio María de la Torre y Cárdenas. — Pres- bítero D. José María Berdier. — D. Antonio Duarte y Zenea. — D. José Eo- driguez Castro. — D. Manuel Antonio de Medina. — Administrador D. Bue- naventura Fen-er. — Capitán D. Pedro P. de Sirgado. — Licenciado D. José Joaquín NavaiTo. — D. Joaquin Santos Suarez. — Licenciado D. Domingo Delmonte. — Doctor D. José Antonio Valdes. — Doctor D. Manuel Gonzá- lez del Valle. — Licenciado D. Blas Oses. — R. P. P. Fr. Remigio Cemadas. — Intendente de })rovincia D. Juan Agustia de FeíTcty, Secretario. Comisión especial de redacción. Señores, Intendente de provincia D. Tomas Agustín Cervantes. — Li- cenciado D. Domingo Delmonte. — Doctor D. Manuel González del Valle. — R. P. M. Fr. Remigio Cernadas. — Capitán D. Pedro P. de Sirgado. — Licenciado D. Blas Oses. — Intendente de provincia D. Juan Agustín de Ferrety, Secretario. LLAVE DEL NUEVO MUNDO Miinniui iiE m iiuiuiimiieirtit);. LA UUU DESCRIPTA: NOTICIAS DE SU FUNDACIÓN, AUMENTOS Y ESTADO. COMPUESTA POR D. JOSÉ MARTIN FÉLIX DE ARRATE, iinliimf y Jlcyiílor pcqiéiiiü ilc (lidia ciiidiiil (¿ÜIKN LA CONSAGRA AL mUY ILUSTRE SEÑOR GARILRO JUSTICIA Y KEGIMTEN^ro DK ELLA. Tomo I. 3 Ilustre Señor Cabildo, Justicia y Regimiento de la muy noble y muy leal Ciudad de San Cristóbal de la Habana. En un rudo embrión, ó mal formado bosquejo ofrezco á la grandeza de V. S. una breve descripción de esta nobilísima ciudad, incultamente adornada de las pocas noticias que he podido adquirir de su pri- mitivo establecimiento, y de las honrosas causas y circunstancias, que contribuyeron desde sus princi- pios para que aventajando en sus progresos á las de- mas de la Isla, llegase á ser hoy tan célebre entre las mas famosas de este nuevo mundo. Creo que en las groserías de mi pluma, y en el desaliño de mi estilo perderá la mayor })arte de su esplendor eu el asunto; pero en el sentimiento de verlo tan olvidado de aquellos ingenios de quienes era tan pro[)ia, esta empresa y tan digna esta memo- ria ha inspirado alientos á la cortedad de mi espíritu, para formar esta pequeña obra la que me dejará con la noi)le vanidad de hal)erla intentado aunque no con- seguido á proporción de su mérito, ni de mi deseo. El único objeto, que se le ha propuesto á mi gra- titud para este empeño en que me ha servido de estí- mulo, así el culpable silencio de los pati'icios, como I-LAVE DEL NUEVO MUNDO. la plausible curiosidad de los estranos (á quienes ha debido en sus escritos tan ilustres recuerdos) ha sido solamente aquella generosa emulación, de que no le falte á mi patria, lo que gozan otras ciudades de me- nor bulto y noml)re. Conozco que V. S. con su nol)le/a, política, lealtad y circunspección, la representa mucho mejor, que yo puedo bosquejarla; pero no sé si entre sus lucimien- tos se dejará examinar mas bien, que entre mis bor- rones, ya porque lo que es permitido vean todos en los originales, se comunica fácilmente en las copias, ó ya porque hay ojos tan achacosos, que ofuscándose con las claridades, suelen percibir mas entre las sombras. La que yo solicito y n)e proiueto en el amparo de V. S. no puede dejarme de ser tan benigna, como se- gura; pues siendo la obra y el autor cosas tan de V. S. se halla })recisado igualmente á [)rotegerles. Perdo- nándome el que cuando he procedido tan osado en la ejecución de un proyecto superior á las fuerzas de mi habilidad, me porte tan modesto en los elogios de \^ S. porque no quiero eslabonar yerro á yerro, dan- do que sufrir mas á su prudencia, y que disimular á mi ignorancia y atrevimiento. Dios miestro Señor guarde á V. S. con los aumen- tos y felicidades que le suplico. Habaiui y Noviem- l)re treinta, de mil setecientos sesenta y uno. J' Muy Ilustre señor. B. L. M. de V. S. AL QUE LEYERE Lii inclinación (¡no (les(l(^ mis tiernos íiños tuve ;l los libros, sirviéndome desde aíjuella edad su lección de mayor deleite, fue creciendo con el curso del tiempo, y mas perfecto uso de la razón. I^onjue encontrando cada diii en su hennosa y dulce variedad las mas cumplidas satisfacciones el gusto» y el mas sazonado pasto el entendimiento, se liizo en mi insaciable el aj)e- tito de leer, y como repasando á veces las noticias liist(')ricas, eruditas y mi- tológicas, era preciso sacase algún jugo sustancial y jn'ovechoso; al modo (jue la oficiosa abeja chupando el rocío de las flores, fal>rica ])anales de suavísima miel; advirtiendo entre las máximas discretas y agudas del doctí" simo padre Garau, cuando escita los ánimos generosos, á (pie en vez de ocu- Maxim, tit. 2. ¡tarso en materias de poco peso, eleven el espíritu á revolver los anales de l*''''^' la ])atria y descubrir los hechos de los que La ennoblecieron, pensé desde entonces; dedic^anne (como con en efecto me dedi(pié) á investigar en las his- torias de Indias, así generales, como particulares, el origen y fundación de esta ciudad, los nomlires y circunstancias de sus primeros ])obladores, y re- ducir esta materia á un especial tratado, exornándolo con las individualida- des de su situación, aumentos que ha tenido y estado en que se hallaba. Con este conato repasé unas y otras, encontrando en ellas tan j)oca luz para lo principal, que en vez de servirme de norte y aliento para seguir la idea, me llenaron de desmayo y ofuscación para abandonarla. Sin (]U(i me pmliese lisonjear la vana esperanza del recurso ordinario á los archivos, jtor constar ])lenamente de las mismas crónicas halter consumídose en el incen- dio que padeció esta ciudad invadida del francés año de mil quinientos treinta y ocho. Ni pude persuadirme á que en aquellos tiempos pudiese haber re])arado la curiosidad, lo que devoró la desgracia, reproduciéndose por medio de al- gunos instrumentos comprobativos, las recientes noticias de su establecí- LLAVE DRL NUEVO MUNDO. miento v población, jior considerar muy ageno de la constitución de aíinella edad tan esqnisita diligencia. Porque el rumor de nuevas conquistas, y el })oderoso incentivo de la adquisición de grandes riquezas llamaha las aten- ciones de los pobladores mas á ohrar que á escribir. Concepto, que verifi- (]ué bien fundado, luego que con mi ingreso á uno de los regimientos de es- ta ciudad se me facilitó la ocasión de ver sus libros capitulares, en los que no hallé monumento alguno de los que necesitaba para el propuesto fin; pero ni aun otros muchos, que pude esperar hubiese en los años sucesivos á la enunciada invasión. Comenzando los que existen desde el año de mil (piinientos y cincuenta, catorce después de la fatalidad acaecida: falta, en que tuve tanto mas que sentir, cuanto hay menos razón para poderse hones- tar; pasando mas allá de lo temido mi dolor á vista de este descuido, que me quit(> los pocos alientos, con que aspiraba á plantificar la obi-a. Habiendo calmado con este último desengaño mi deseo, libre yá de la zozobra en que hace fluctuar el ansia de no conseguirse lo que se apetece, continué con serenidad mi antigua aplicación algún tiempo, hasta que al soplo de una insinuación respetable, volvieron á la primera inquietud mis anhelos, figurándoseme dispensables los fundamentos que estimal)a antes por tan necesarios, para cimentar la premeditada construcción de la obra, resolviéndome á ejercitar lo posible, yá que lo demás no era practicable á costa del mayor desvelo y trabajo. Esta reflexión me hizo conformar con la necesidad de ejecutar lo que pudiese, yá que no lo que debia, y deseaba; pues quien carece de arbitrios y facultades para obsequiar con mucho, hace un grato sacrificio de lo poco, <]ue aunque no sea el mas lucido, es el mas costoso. Porque el rul>or de ofrecer una cortedad dá mas mérito á la oblación. Empeñándome á esto la doctrina y erudición del conde Thesauro, que califica de breve la vida de cuahpúer ciudadano, que muere sin rendir algún obsequio á la patria. No queriendo terminase la mia sin tributarle una leve señal del amor que le tengo, y que por tantos títulos merece. Y mas cuando el ejemplo de los estraños, sirve de estímulo y aun de sonrojo á los patricios, tomando aque- llos como asunto de sus plumas la materia que á estos no les ha del)ido ni un solo rasgo, con que pudieran haber ministrado mas alas á la fama, y nombre de esta ciudad. No pretendo comprender absolutamente en este cargo al regidor Don Ambrosio de Zayas Basan, porque sé muy bien compuso una relación histó- rica del establecimiento, situación y calidades de esta ciudad, adornada de algunas noticias particulares de la Isla, y que se remitió á la Cortes por disposición del brigadier D. Grregorio Guaso, siendo gobernador de esta JOSÉ M. F. DE ATIRATE. 7 plaza; pero como esta obra no ha salido á luz, ni quedado cójiia de ella en- tre sus papeles, creo le resulta por el descuido parte de acpiella nota, y á mí el dolor de no Laljer log-rado un ejemplar ó diseño de tan l»uena pluma, ])ara lial^er errado menos en el trasunto. Espresaré aquí los que lian honrado á la Hal»ana en sus escritos; i)ues aunque resalte á vista de su memoria el defecto de la nuestra, no es justo padezcan olvido en mi gratitud los que tanto la han exaltado y engrande- cido. El maestro Gil González en su teatro eclesiástico, y Juan Diaz de la Calle en su memorial de noticias sacras y reales de Indias recogieron y sa- caron á luz varias de las circunstancias y requisitos, que así en lo formal como en lo material ilustraban y ennoblecieron esta ciudad. Don Pedro Cubero en el lilíro de sus peregrinaciones hizo en una sucin- ta, pero espresiva relación, curiosos apuntes de la bondad de su puerto, es- celeucia de sus fortalezas, aseos de sus templos y hermosura de su pobla- ción. El limo. Padre Francisco de Florencia, varón de nnicha doctrina y vir- tud, en la Crónica de su provincia de Nueva España, aun desviándose (co- mo lo conociíj y esiniso) de su principal asunto, se amplificó en describir v demostrar su benigno temple, generosa índole de sus naturales, comodida- el primer cafetal en el Wajay. — Dr. R. Coivley. (5) Véase la nota B al final de este capítulo. Tomo I. 6 18 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. modernamente se ha visto y toca lo contrario, lle- vando mncha y buena porción: y por lo que mira al Poiit. indian. sGgundo, SG dlsfrutan anualmente dos copiosas cose- fni n*^'^'' ^' chas, una que llaman de agua y otra de frió, con ad- miración del orbe como lo celebra el grande Solórza- 110 por crédito de la fertilidad de estas regiones. Ni son menos aptas sus montañas, bosques y sa- banas ])ara las crianzas de ganado mayor y menor, especialmenl e del último, siendo los puercos de esta , Isla muy ventajosos á los de otras partes. Así lo sin- imu. en Méji tíó ü. Fraucisco González del Álamo, (1) médico natu- (0 pág. 12. pal de esta ciudad, en la respuesta que dio á la consulta de su Ayuntamiento en 1706, la cual corre impresa, y en ella prueba con razones y autoridades, que por ser su nutrimento y común pasto \?í palmiche^ que da la palma real, naraiijas^ guayabas agrias y joiws, (2) es su carne mas sana y sabrosa que la de aquellos que se sustentan con ?jiaiz y bellota, cuya fruta no falta en algunos criaderos de la Isla y distrito de esta ciudad. Antes de poblar en aquella los españoles no liabia mas animales cuadrúpedos, que \íí?> hutías (3) y cierta casta ó raza de perros mudos, la cual parece que se ha estinguido, porque de cuantas conocemos ahora nin- guiui carece de articulación para latir, si no es que de los inti'oducidos de varias partes han tomado ó apren- ,„ .,„ T, dido á ladrar, como se es|)erimentó en los de las Islas 2. cap. i.pág. de Juan Fernandez según añrma D. Antonio de y^i- Ulloa en su relación histórica. Suplíase la falta de cai'ues con la de las tortugas, que era la frecuente l)esca y sustento ordinario de los isleños de ella. (1) Fué el ])riiner() (pie dio a(pií Cursos de Medicina, antes de erigirse la Universidad (172G). (2) Palma, Ofcdoxa regia. — Naranja, Citriis auranümim. — GuavaVx) ag-rio, Pskl'mm ffuayava. — Jobo, Spondias lútea. (3) Hntia caral)alí, Cáprnitiif; Poe//i. — Hntia conga, C. Fonrnieri. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 19 En la riqueza de minerales de metal, aunque no dcc. 2 lih. 4 fué tan opulenta como la Española, es cierto que á los ^^J'- ^- P'V? principios de su población se saco mucho oro en dis- "'' tintos })arages de ella, singularmente en los términos de Jagua y cercanías en que se fund(5 la villa, ya hoy ciudad, de la Santísima Trinidad: á lo que parece aludió la noticia que dieron á Colon los indios, dicien- do que en Cubanacan (que es lo mismo en su idioma, que en mitad de la Isla) se daba mucho oro. Y á la verdad hubo año que rindió al Rey sers mil pesos de quinto; pero como se aniquilaron los naturales y se entregaron los [)obladores á otras ocupaciones y gran- cap*í 12 mió- gerías, en que se particularizaron los de esta Isla, fal- s. tó quien se ejercitase en este servicio. Y aunque Gomara, Moreri y Medrano escriben que el oro que se cogia en esta Isla era de })oca ley, Herrera atírma lo contrario espresando escedia en dulzura y quilates al de Cibao de la Isla de Sto. Do- mingo, lo que conñrma aun hoy la esperiencia; pues en los de Ilolguin y del Escambray se saca en granos muy acendrado, por las personas que hoy se aplican á este trabajo, lo que hace creer subsisten minas de este metal cu aquellas inmediaciones, de donde arras- trad ímpetu de las lluvias los muchos granos (pie en ambos rios se cogen. Por lo que mira á cobre no sólo hay los célebres minerales del pueblo de Santiago del Prado, cer- cano á la ciudad de Cuba, que 11 mas del que die- ron para las fundiciones de artillería que antiguamen- te se hicieron en aípuilla, y en esta, se embarcaban y conducian dos mil quintales todos los años pai'a Cas- tilla, como parece de uiui real cédula fecha en Matliid á siete de marzo del de 1630; pero los hay tand)¡en en el distrito de la Habana de que se han remitido á Esi)ana muchas porciones por cuenta de la real Ha- 20 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. cienda eii tiempo que tuvo esta comisión y encargo el contador D. Juan Francisco de Zequeira. Poco tiempo lia que se encontró en términos de la jurisdicción de esta ciudad una mina de fierro, que labrado para remitir muestra a la corte, se ha reco- nocido por inteligentes ser de tan buena calidad como el de Vizcaya, y de gran ahorro al real erario si se beneficiase para el preciso consumo de los bajeles que se construyen en este arsenal. Entre los vegetales de la Isla hay muchedumbre de plantas medicinales, y aunque de las virtudes de algunas, como son el tabaco y la cebadilla^ trató cier- to médico sevillano en un opúsculo que dio á Uiz, y Dr.Monar.de cl vcncrablc Grcgorio López, en la obra que escribió, COS. que se ámbos dijérou poco, por ser tantas las que hay, y se ?p" pát. 19* reconocen y esperimentan cada dia, que pudiera la 26, 70, 73. ' curiosidad de los herbolarios y químicos enriquecer la farmacéutica con las noticias de sus salutíferas pro- piedades. Pero dejando el hablar de todas, ó las mas específicas para la curación de algunas dolencias á los pi-ofesores y facultativos, i)asaré á loque juzgo no ser muy impropio, ni separado de mi asunto, antes sí muy concerniente á él, dando alguna luz y noticia de los célebres baños de agua caliente de que goza la Isla y esta ciudad en su distrito, siendo bien repetidas y fa- m«)sas las curaciones de los tocados del humor gálico ó mal francés, esperi mentándose su eficacia con sólo bañarse en ellos, y beber su agua, observando en la comida razonable dieta. Con lo que se vé todos los dias en los aquejados de este achaque perfecta sani- dad, recobrando muchos tullidos y baldados, el uso y espedicion de los miembros y partes impedidas aun al cabo de muchos años, y después de diversas cura- ciones, de que hay innumerables ejemplares, por lo que son continuadas sus aguas annualmente de mu- JOSÉ M. F. DE ARRATb:. i 21 chas gentes en el tiempo de seca, que es el mas pro- ficuo para tomar estos baños. De ellos tenemos unos á cuarenta leguas de esta ciudad á la parte de sotavento, que son los del rio de S. Diego; a cuya orilla brota un ojo de agua que es el mas cálido y sulfúreo, y dentro del mismo rio brotan otros varios que son los mas templados. Los otros están á la banda de l)arlovento algo próximos á la costa del sur distantes como diez y seis leguas de la Habana, en el parage que llaman el Ciiahal, y ambos son frecuentados sin embargo de lo prolijo de los trán- sitos, por el beneficio é interés de la salud, tan justa- mente preferida a otra cualquiera comodidad, porque ninguna se goza con gusto faltando aquella. Nota a.— Pág. 9. Este desengaño de que trata nuestro autor es evidentemente falso, pues Colon inuri(5 en la creencia de que la Isla de Cuba fuera la estremidad del Asia, como persuaden los documentos impresos por el Sr. NavaiTCte, y el acta fonnal estendida ante el escribano de la annadilla del Almirante al tenuinar el reconocimiento do sus costas, cuya letra es como sigue: — P. P. de S. NuM. LXXVI. Información y testimonio de como el Almirante fué á reconocer la isla de Cuba quedando persuadido de que era, tierra firme. (Original en el Ar- chivo de Indias en Sevilla, Legajo 5" de Patronato EcalJ. 1494. — 12 de Junio. — En la carabela Niña, que ha por nombre Sta. Clara, jueves doce días del mes de Junio, año del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo de mil é cuatrocientos é noventa é cuatro años, el muy magnífico Sr. D. Cristóbal Colon, almirante mayor del mar Océano, viso- 22 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. vey é g()l»eni!i de la islíi (le S. Salvador, é de todas las otras islas é tierra firme de las Indias descu]»iertas é por deseubrir j)or el líey é ])or la Revna nuestros señores, é sn capitán g-enei-al de la mar, reqniri(') á mí Fernand Pérez de Luna, escribano púlüico del número di^lacibdad Isa- l)ela por ])arte de sus altezas, (¡ue por cuanto él liabia partido de la diclia cibdad Isabela con tres carabelas i)or venir ú descubrir la tierrra firme de las Indias, puesto a al sur suduest é al suduest é oest, é ([ue ciertamente non tenia dubda alguna que fuese la tieiTa firme, antes lo afirmaba é defendería (|ue es la tierra firme é non la is- la, é que antes de muchas leguas navegando por la dicha costa se fallaría tieiTa á donde tratan gente política de sabei", é (|ue sal>e el mundo (fcc. ítem: Todos los maríneros é grumetes, é otras personas que en la diclia carabela Niña estaban, (jue algo se les entendía de la mar, dijeron á una voz todos })úblicamente é cada uno por sí, que para el juramento ([ue ha- bían hecho, que a(|uella era la tien-a firme, porque nunca habían visto isla de trescientas é treinta é cinco leguas en una costa, é aun non acabada de an- dar; é que ciertamente non tenian dubda dello ser aquella la tierra firme é antes lo afirmaban ser así; los cuales dichos marineros c grumetes son los 24 LLAVE DRL NUEVO MUNDO. siguientes, é noiiil)radoH en la manera que se sigue: Jolian del Barco, veci- no de los Palos, marinero: Morón, vecino de Moguer: Francisco de Lepe, vecino de Moguer: Diego Beltran, vecino de Moguer: Domingo Ginoves: Estefano Veneciano, Juan de España, vizcaíno: Gómez Calafar, vecino de l*alos: Ramiro Pérez, vecino de Lepe: Mateo de Morales, vecino de S. Juan del Puerto: Gonzalo Vizcaíno, grumete: Alonso de Iluelva, vecino dende, grumete: Francisco Ginoves, vecino de Córdoba: Rodrigo Molinero, vecino de Moguer: Rodrigo Calafar, vecino de Cartaya: Alonso Niño, vecino de Moguer: Juan Vizcaíno, ítem: Bartolomé Pérez, vecino de Rota, piloto de la caral>ela de S. Juan, dijo que para el juramento que liabia hecho, que nunca oyó ni vido isla que pudiese tener trescientas é treinta é cinco leguas en una costa de po- niente á levante, é aun non acabada de andar, é que vela agora que la tier- ra firme tornaba al sur suduest é al suest é est, é que ciertamente non tenia dubda alguna que fuese la tierra firme, antes lo afirmaba é lo defenderla que es la tieiTa finne é non isla, é que antes de muchas leguas navegando por la dicha costa, se fallarla tien-a á donde tratan gente política de saber é (jue saben el mundo &c. ítem: Alonso Pérez Roldan, vecino de Málaga, maestre de la dicha ca- rabela de S. Juan, dijo que para el juramento que habla hecho, que nunca oyó ni vido isla que pudiese tener trescientas ó treinta é cinco leguas en nna costa de poniente á levante, é aun non acabada de andar; é que veia agora que la tierra finne tornaba al sur suduest é suest é est, é que ciertamente no tenia dubda alguna que fuese la tierra firme, antes lo afirmaba é lo de- fendería que es la tierra firme é non isla, 6 (|ue antes de muchas leguas, na- vegando por la dicha costa, se fallarla tierra á donde tratan gente política de saber é que saben el mundo &c. ídem: Alonso Rodríguez, vecino de Cartaya, contramaestre de la dicha carabela S. Juan, dijo que para el juramento que habia hecho, que nunca oyó ni vido isla que pudiese tener trescientas é treinta é cinco leguas en una costa de poniente á levante, é aun non acabada de andar; é que veia agora que la tierra fimie tornaba al sur suduest é al suest é est, é que ciertamen- te non tenia dubda alguna que fuese la tierra firme, antes lo afirmaba é de- fenderla que es la tierra firme é non la isla, c que antes de muchas leguas na- vegando por la dicha costa se fallarla tierra á donde tratan gente política de saber, é que saben el mundo &c. ítem: Todos los marineros é grumetes, é otras personas que en la dicha carabela de S. Juan estaban, que algo se les entendía de la mar, dijeron á una voz todos públicamente, é cada uno de por sí, para el juramento que hablan hecho, que aquella era la tierra firme, porque nunca hablan visto isla de trescientas é treinta é cinco leguas en una costa é aun non acabada de an- dar; 6 que ciertamente non tenían dubda dello ser aquella ti eiTa firme, antes lo afirmaban ser así: los cuales dichos marineros é grumetes son los siguien- tes, é nombrados en la manera que sigue: Johan Rodríguez, vecino de Ciu- dad Rodrigo, marinero: Sebastian de Ayamonte, vecino dende, marinero: Diego del Monte, vecino de Moguer, marinero: Francisco Calvo, vecino de Moguer, marinero: Juan Domínguez, vecino de Palos, marinero: Juan Al- barracin, vecino del Puerto de Sta. María, marinero: Nicolás Estefano, ma- llorquín, tonelero: Cristóbal Vivas, vecino de Moguer, grumete: Rodrigo de JOSÉ M. F. DE ARRATE. 25 Santíiiuler, vecino dende, grumete: Jolian Garces, vecino de Beas, gruiuete: Pedro de Salas, portugués, vecino de Lisboa, grumete: Hernand López, ve- cino de Huelva, grumete. ítem: Cristóbal Pérez Niño, vecino de Palos, maestre de la carabela Cardera, dijo que para el juramento (pie liabia lieclio, que nunca oyó ni vi- do isla que pudiese tener trescientas é treinta é cinco leguas en una costa de poniente á levante, é aun non acabada de andar; é que veia agora que la tierra firme tornaba al sur suduest ó al suest é al est, é que ciertamente non tenía dnbda alguna que fuese la tierra firme, antes lo afirmaba é lo defen- dería que es la tien-a finne é non isla, y que antes de nuichas leguas, navegan- do por la dicha costa, se fallaría tierra á donde tratan gente política de sa- ber, ó ([ue saben el mundo &c. ítem: Feneriu Ginoves, contramaestre de la dicha carabela Cardara, di- jo que para el juramento que habia hecho, que nunca oyó ni vido isla que pudiese tener trescientas é treinta é cinco leguas en una costa de poniente á levante, é aun non acabada de andar; é que veia agora que la tierra fimie tornaba al sur suduest é suest é al est, é que ciertamente non tenia dubda alguna que fuese la tierra firme, untes lo afirmaba é lo defendería que es la la tierra firme é non isla; é que antes de muchas leguas, navegando por la dicha costa, se fixllaria tierra á donde tratan gente política de saber, é que saben el mundo &c. ítem: Gonzalo Alonso Galeote, vecino de Huelva, marinero de la di- cha carabela Cardera, dijo que para el juramento que habia hecho, que nunca oyó ni vido isla que pudiese tener trescientas é treinta é cinco leguas en una costa de poniente á levante, é aun non acabada de andar; é que veia agora que la tierra firme tornaba al sur suduest é al suest é est, é que cier- tamente non tenia dubda alguna ipie fuese la tierra firme, antes lo afinnaba 6 defendería que es la tierra firme é non isla, é que antes de muchas leguas navegando por la dicha costa, se fallaría tierra á donde tratan gente política de saber, é que saben el mundo &c. ítem: Todos los maríneros é grumetes, é otras ])ersonas que en la di- cha carabela Cardera estaban, que algo se les entendía de la mar, dijeron á una voz todos })i'il)li('amente, é cada, uno por sí, que para el juramento que habian hecho (pie aquella era la tierra firaie, porque nunca habían visto isla de trescientas é treinta é cinco leguas en una costa, c aun non acabada de an- dar; é que ciertamente non tenían dubda dello ser aquella la tierra finue, antes lo afirmaban ser así, los cuales dichos marineros é grumetes son los siguientes, é nombrados en la manera que sigue: Juan de Jerez, vecino de Moguer, marinero: Francisco Carral, vecino de Palos, marinero: Goijou, vecino de Palos, marinero: Johan Griego, vecino de Genova, marinero: Alonso Pérez, veciiio de Huelva, marinero: Juan Vizcaíno, vecino de Cartaya, marinero: Cristóbal Lorenzo, vecino de Palos, grumete: Francisco de Medina, vecino de Moguer, grumete: Diego Leal, vecino de Moguer, grumete: Francisco Niíío, vecino de Palos, grumete: Tristan, vecino de Valduerna, grumete. Testigos que fueron presentes á ver jurar á todos ó á cada uno por sí de los susodichos, según y en la manera que de suso se contiene, Pedro de Ter- reros, maestre de sala del dicho Sr. Almirante; é Iñigo López de Ziiñiga, Tomo I. 6 26 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. tiincliante, criados del dicho Sr. Almirante; é Diea^o Tristan, vecino de Se- \'illa; é Francisc'o de Morales, vecino de Sevilla, &c. En la ci1)dad Isal)ela, miércoles catorce dias del mes de enero, año del nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo de mil cuatrocientos noventa é cinco años, el dicho Sr. Almirante mandó á mi Diego de Peñalosa, escriba- no de cámara del Rey é de la Reyna, nuestros señores, é su notario jDiiblico en la su corte é en todos los sus reynos é señoríos, que catase los registros é pi'otocolos de Fernand Pérez de Luna, escribano púl)lico del niimero de la dicha cil)dad, defunto que Dios haya, (jue en mi poder habian quedado por virtud de un mandamiento por el dicho Sr. Almirante á mí el dicho Diego de Peñalosa, dado, finnado de su nombre, para que yo iludiese sacar de los dichos registros é protocolos del dicho Fernand Pérez de Luna, en los cuales fallaría el diclio requerímiento que aquí en esta dicha escriptura va declarado, é que lo diese firmado é signado con mi signo en pi'iblica forma en manera que faga fe, por cuanto se entiende aprovechar del en algim tiempo que le convenga, é yo Diego de Peñalosa, escribano susodicho, por virtud del dicho mandamiento que del dicho Sr. Almirante tengo para sacar (pialesquier escripturas en linqíio, autorizadamente, que hayan pasado ante el susodicho Fernán Pérez de Luna, escribano defunto que Dios haya, que en mi poder están, lo fice escribir é saqué en limpio é conforme, é signé de mi sie'no á tal. — En testimonio de verdad. — Dieo-o de Peñalosa. — Navarrete. Nota B.— Pág. 17. Si subimos al origen de nuestra agricultura é investigamos las causas, que han influido ])ara su atraso hasta muy entrado el siglo XVIII hallare- mos, prescindiendo de la falta de brazos la ma^^or de todas, que á los prin- ciiños el tabaco fué mirado con desden por los conquistadores y como un goce bárbaro y pecaminoso: que la caña traida de Canarias á Santo Do- mingo y cultivada con empeño allí, donde residía el gobierno general de todas las Indias ent(5nces conocidas, donde habia trabajadores y riquezas en abundancia, no pudo ser objeto re de coiitrationipos pudo aplicarse de nuevo á su íoinento v riijueza. Lánguidos fueron sin duda sus primeros esfuerzos: después de esta épo- ca, el tat»aco, la ganadería, el cohre y la poca azúcar y miel de los misera- Ides trapiches que estaban situados en las inmediaciones de la Haliana v pueblos de alguna consideración, eran los ramos (pie proveian al manteni- miento de la Isla y los pequeños sobrantes se trasportaban de tarde en tar- de á la Península por comisionistas que imponían la ley á los hacendados. Como el tabaco y la caña fueron los })rincipales, ó mejor diclio, los úni- cos cultivos á que se dedicaron esclusivamente los capitalistas, solian plan- tarse en una misma suerte de tierra, y atenderse á la vez á su fomento. El uso del tabaco propagado yá en toda la Península lo hacia mirar como fru- to d(^ primera necesidad, y la superior calidad del nuestro preferír á cuantos se cosechaban en otras colonias: sufríó sus alteraciones (*) hasta el año de 1727 que estableció S. M. en la Habana una factoría general pai"a su envío y remesa á España, y jiosteriormente una compañía esclusiva para que lo protegiese; pero el monopolio que ejerció ésta, las circunstancias de necesi- tarse nn terreno propio para conseguirlo de las mejores calidades, y por úl- timo su total estancación retrajo á los agricultores de emplear sus fondos en este ramo, que llegó á caer en el mayor abatimiento, pennaneciendo así durante algún tiempo hasta que S. M. se dignó remover los estorbos (pie le detenían, con lo cual ha empezado de nuevo á jtrosperar. La caña atrajo al contrario la atención de los especuladores por la abun- dancia de azúcar que produce y su superior calidad, (|ue la hace preferír á las demás que entran en concurrencia con ella; y aunque á los principios se ])enefició con poca inteligencia, pues las máquinas de ipie se sei'vian eran de madera muy rudas y demandaban nn número escesivo de brazos para olttener mezquinos resultados, lleg mi páiTutVt ec. i lib. o poblador, determinó enviar con suficiente acompa- ^''^^'' *^ ' ñamiento á Pánñlo de Narvaez, y al Licenciado Bar- tolomé de las Casas, que fué después el decantado Obispo de Chiapa, á reconocer y pacificar los lugares y gentes de la Isla; siendo el efecto algo contrario á los tínes de su intención y de la jornada, jiorque el ardor natural é imprudencia del primero dio varios motivos de desazón e inquietud á los isleños. Pero serenados los ánimos de estos, parte por la docilidad y mansedumbre de sus genios y parte por la l)oiidad del padre Casas, pasaron desde las provincias del Ba- yamo y Camagüey, que es donde se asentaron des- ])ues las villas de S. Salvador, y Sta. María del Puerto del Príncipe, hasta lo mas occidental de la Isla, en que estaba situada la provincia de la Habana. Detuviéronse en esta algún tiempo con el desig- nio de recobrar ciertos españoles, que hablan librado de un naufragio, y residian en ella, los cuales les m^tU- dó entregar el Cacique; pero luego que tuvieron aviso de que Diego Velazquez venia á encontrarse con ellos 38 LLAVE DEL NUEVO MUNDO, en el puerto de Jagua, partiér onpara allí lo citados Narvaez y Casas con la demás gente, que liabian traído, y se juntaron con Velazquez en el prevenido lugar. Tomáronse en él las providencias de fundar la villa de la Trinidad, en la costa del Sur, y la de Sancti-Spíritu en lo interior de la Isla, á distancia de veinte leguas de aquella, habiéndose plantificado eu este mismo año, que fué el de 1514, las otras tres villas de Santiago de Cuba, S. Salvador del Bayamo y Sta. María del Puerto del Príncipe, y al año siguiente la de S. Cristóbal de la Habana. La escasa y confusa noticia que los historiadores de las Indias lian dejado en sus obras, cerca de las re- feridas poblaciones, y particularmente de la última que es la de mi intento, se ha hecho mas sensible y aun irreparable, por no tener el recurso de los Archi- vos y monumentos antiguos de esta Isla, que se han perdido por varios accidentes, esperimentándose la misma desgracia en los de esta ciudad; porque habién- dola sorprendido un corsario ft-ances el año de 1538 á los veinte y tres de su fundación, perecieron, como he referido en el prólogo, en el incendio que padeció en- tonces, y ha sido el úíiico que hasta ahora le ha oca- sionado la envidia de los enemigos. Por cuya razón no tocaré este asunto con la claridad y certeza, que es necesaria, sino con la que ministran algunas infe- rencias de las citadas historias, y tradición de los an- tiguos. Dio principio Diego Velazquez con la asistencia de los ya nombrados Xarvaez y Casas á la fundación y establecimiento de la Habana el referido año de Theatro ecie- 1515, llamándola villa de S. Cristóbal por haberla co- páÍ27r^' ^ iTf^enzado a poblar su propio dia, que es el veinte y cinco de Julio, aunque acá se celebra por especial in- dulto de la Silla Apostólica á diez y seis de Noviembre, JOSÉ M. F. DE A.RRA.TE. 39 porque no se enbaraze la festividad con la de Santiago patrón de España y de la Isla. Pero á mas del espre- sado motivo puede discurrirse concurriría también el de obsequiar con la memoria y título de este Santo mártir al Almirante de las Indias, por haber tenido su glorioso padre este mismo nombre. El de Habana, que obtiene y escribe cierta pluma Garda orig.de ser voz fenicia derivada de los hebreos, ó de la ciu- \^^ca^*^^^°7 M dad de Aba, de donde afirma no está lejos el rio Aba- 235. na de Damasco, que refiere la Sagrada escritura, lo to- mó ó se lo dieron en mi sentir por la provincia en cu- yos términos fué asentada la nueva villa; así como las demás primitivas poblaciones de esta Isla, pues á escepcion de la Trinidad y Sancti-Spíritu, que conser- van únicamente las denominaciones sagradas que les dio el poblador, todas mantienen el nombre de las provincias, en que fueron establecidas, y aun la villa del Puerto del Príncipe es conocida y llamada hasta ahora, aunque no generalmente C a ftiagüey Aítuloqne tenia entre los naturales aquel territorio ó provincia en que fué situada, como se percibe del cronista Her- rera; infiriéndose también del mismo lo que he dicho del renombre de Habana, pues antes de tratar de la fimdacion de la villa de San Cristóbal, hace muchas veces mención de la provincia titulada la Habana en que fué asentada después. Lo que desvanece ente- ramente la congetura de un moderno, que pensó que este nombre se le pudo haber impuesto por el lugar de Habanilla, encomienda en España del orden de Calatrava, poi' i-elacion que uno de los principales pobladores de esta villa, tenia con los Señores del ci- tado lugar como se tocará en otra de esta obra. El primer sitio ó parage que eligió y tomo para poblar la Habana, no se sabe con certeza, porque aun- que algunos ancianos afirman que su primitivo asien- 40 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. to fué junto á la boca del rio de la Chorrera, nombra- do de los indios Casiguágiías, distante como una legua Dec. 2 lib. 2 de donde ahora está situada esta ciudad, esto se opo- 80^ dei5if ^^ ^ ^^ ^1^^ dicen y aseguran muy graves cronistas de estos rey nos, cuyos escritos hacen constante que de la banda ó costa del Sur, en donde estuvo fundada, Ensayo Clono- ge trasladó á la del Norte á la orilla del puerto de Ca- p£*^334^^^^ renas, en que hoy existe, y como la espresada boca de la Chorrera se halla y está en un mismo paralelo y costa, que el prevenido puerto, se convence no haber sido allí su primesa fundación. Gom. cino. do Ni liacc fucrza CU contrario la circunstancia, en fói. 8.^ ^ que se particulariza Gomara entre los demás historia- dores de Indias, pues aunque tratando del primer asiento, que tuvo la villa, la espresa situada á la boca del rio Onicajinal, no puede inferirse sea este el de la Chorrera, porque teniendo la boca al Norte, como se ha dicho, se implicaria notoriamente en aíirmar que estuvo fundada en la pai'te del Sur. A que se añade, que así como se conserva la memoria del apelativo de Casiguaguas, que le dai)an los naturales, era muy re- gular el que permaneciese también el título de Onica- jinal que le dá Gomara, el que hoy no se encuentra, ni aun por consonancia, en ninguno de los que tene- mos noticia derraman en una y otra costa, ni se ve, ni registra en algunos mas antiguos de la Isla, y sólo puedo asentir á que si su primero establecimiento estaba, como se dice y yo supongo, en la costa del Sur, es muy posible fuese el que ahora llaman de la Bija, que desemboca en ella en parage mas oriental, que el Bataband, y en donde estoy informado se divi- san algunas señales de que hubo antiguamente em- barcadero. A mas del fundamento pi'opuesto arriba, que mi- nistra la historia para no convenir en que esta villa JOSÉ M. F. DE ARRATE. 41 estuviese poblada en las proximidades de la boea de la Chorrera, en que cae al Norte, sino en otro parage de la banda del Sur, lo persuade también otra razón apoyada en la autoridad del cronista Herrera, quien escribe que como hasta entonces los mas descubri- Dec. 2 lii). i mientes, que se hacian y empresas que se intentaban, ^^''^^' ^^' eran hacia el Sur en la tierra firme, se discurría por Velazquez ser conveniente para el comercio asentar sus poblaciones en aquella banda de mediodía, y para que mejor pudiese comunicarse con las demás de la Isla, pues esceptuada la de Baracoa, todas tenian sus puertos ó surgideros al mismo Sur. En esta duda ó contrariedad, que resulta de lo que afianza la historia, y persuade la tradición, con- formándome mas con la autoridad y razones que fa- vorecen aquelUí, que con la sencilla noticia que co- munica ésta, he llegado á creer como indubitable, que nuestra villa de San Cristóbal estuvo al principio plan- tificada en las cercanías del Bata bañó, en otro surgi- dero íinnediato de aquella costa ó banda meridional: asunto sobre que espondré en el capítulo siguiente al- gunos fundíimentos, que corroboren el argumento, dejando al juicio de los mas prudentes lectores la de- cisión de este problema, en que por encontrar ó des- cubrir lo mas cierto, propongo lo que me parece mas verosímil. No siéndolo para mí en ningún modo el que si hubiese sido situada esta villa en la Chorrera, como se dice, estando este parage tan próximo á la parte donde ahora está, se dejasen de ver en aquel terreno algunos vestigios de la población antigua, 6 á lo menos se conservase la memoria, llamando á aquel parage Pueblo viejo, como sucede con otros lugares, que se han mudado en diversos paises. Ni considei*o posible, que estando tan poco distantes ámiíos sitios, se escogiese aquel que solamente tiene una coita en- ToMo I. 8 42 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. senada abierta, y no éste que gozaba de una bahía tan herniosa y resguardada, aunque sufragase por el primero el estar muy contiguo al rio, pues esta con- veniencia en que escedia al segundo, no era compara- ble con la del puerto, que tenia éste, siendo muy fácil de conseguirse, como después se consiguió, el condu- cir de un sitio á otro las aguas para la provisión de la nueva villa. CAPITULO IV. Kn que se proponen otras razones, que persuaden haber sido poblada en la costa del sur la > illa DE LA Habana, y sido sus primeros vecinos los QUE se espresan. Entre las razones de congruencia, que reservé to- car en este capítulo, á fin de establecer mejor contra una vulgar tradición la autoridad de una noticia his- tórica, que nos persuade á creer que esta villa estuvo antes fundada en las cercanías del Batabano ó en otro surgidero inmediato, espondré primeramente la de haber venido Diego Velazquez, como refiere Herrera, desde Baracoa al puerto de Jagua por la costa del Sur, y ser regular que por esta misma banda pasara desde Jagua á fundar la Habana, y que llegando al Bataba- no ú otro surgidero, que tendría esta provincia por aquella parte, lo escogiese para plan tai- la nueva vi- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 43 Ha; concepto en que me hace afianzar un pasage de la historia de Nueva-España escrita poi- 1). Antonio Solis, que á uii juicio y el de otros sugetos mas refle- xivos, ha parecido muy bien fundado. Histor. deN. Retirieiulo este elegante historiador el viage de ^;^|'* .!^'^ ,^- Cortés, y su armada desde la Trinidad á hi Habana, ¿i. ^ '^'' dice: «Partió con la armada al puerto, de la Habana úl- wtimo parage de aquella Isla por donde empieza lo mas ))Occidental de ella á dejarse ver del septentrión.» De cuyas cláusulas, omitiendo otras semejantes del mismo autor y de Hen-era, se deducen á mi ver dos cosas con bastante claridad. La una que esta villa estuvo antes fundada en aquella costa del Sur, pues si estuviera en esta del Norte, en que está la boca del rio de la Chor- rera, que tiene á la frente el Septentrión, no espresa- ra que desde la Habana comenzaba á dejarse ver de este lo mas occidental de la Isla. Y la otra que sien- do aquella i)arte cercana al Batabanó, según demues- tra la delincación de la Isla, el parage por donde pa- rece comienza á inclinarse algo hacia al Norte apar- tándose un poco del Sur, lo mas occidental de ella' es consiguiente, que en aquel surgidero ó en oti'o inme- diato estuviese plantada entonces la antigua ó prime- ra villa. tli'^t. venladc- Pero contra todo lo espuesto puede decirse ó i-e- ¡fe^i^Esp.'cal'. pilcarse con lo que se infiere del contesto de otras i. m. i. palabras, que en su historia de Nueva-España trae Bernal Diaz del Castillo, ser muy probable lo contra- rio. Son así á la letra: «Fuimos á un puerto, que se »dice en lengua de Cul)a, Ajaruco, y es en la banda del «Norte, y estaba ocho leguas de una villa, que entón- ))ces teman poblada, que se decia de San Christóval, «que desde dos años la pasaron á donde agora es- ))tá.« Las cuales esfuerzan ó corroboran mas otras del mismo escritor al capítulo siguiente, en donde 44 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. reñere que: «En en oclio dias del mes de Febrfcro del «año de 1517 salimos de la Habana, y nos hicimos á ))la vela en el puerto de Jaruco.» Y de una y de otras cláusulas se deduce, que estando esta villa solamente ocho leguas del mencionado puerto, no era su situación en la costa del Sur. cuando es inconcuso, que la menor latitud que tiene la Isla de costa á costa es de catoi'ce leguas, y esto de Batabanó á la Habana, que es lo mas angosto; pero no de Jaruco á Batabanó que median sin duda mas. De donde se hace mas creíble estuviese fundada en la Chorrera, que dista de Jaruco nueve ó diez leguas en que es menos notable la diferencia del número que se asigna. JSTo puedo negar que esta réplica á la primera vis- ta hace fuerza, y parece destruye los fundamentos de mi sistema, y mas siendo producida por un autor, que con sus propios ojos y no guiado de ágenos informes, como Herrera y Solis, escribe y da noticia de lo que vio y pudo ver en tres ó cuatro ocasiones, que consta por su historia haber estado en la Habana. Pero to- do esto se desvanece y allana fácilmente si se reflexiona lo primero: que en aquella edad es muy regular no estuviesen puntualmente medidas las distancias, que habia de lugar á lugar, y así aunque se reputasen por ocho leguas las que mediaban desde Jaruco á la Ha- Esp. Sag.tom. baña antigua, podian ser, y con efecto seria mas en la 86^nún? 127 ''calidad, porque ni aun hoy hay en esto la mayor exactitud, viniendo á este propósito lo que sintió un grave y moderno autor sobre la diferencia de leguas, que se dan en España, diciendo que estas distribucio- nes de distancias no vSe hicieron siempre con el cordel en la mano sino por juicio, ó como dicen á ojo. Y lo segundo que espresando ser la situación del puerto de Jaruco al Norte, nada dice sobre que la Habana estuviese poblada en la misma costa, siendo tan fácil JOSÉ IVI. F. DE ARRATE. 45 y consiguiente esta espresion; argiiyéndose muy bien (le este silencio y de otras cláusulas, que trasladaré del capítulo 23 de la misma obra, que la espresada villa estaba fundada en la contraria. Uice pues en el luo-ar citado, hablando sobre la de- „. , , mora que tuvo Hernán Cortes en su navegación, des- cap. 23 fói. ] 5 di" el puerto de la Trinidad al de la Habana, lo si- vuelta. guíente: «Teniamossospec ha no se hubiese perdido en ))los Jardines que es cerca de las islas de Pinos, donde ))hay muchos baxos, que son diez d doce leguas de la Habana.» Luego, siendo indisi)utable que los referidos bajos nominados los Jardines están en la costa del Sur, y que distaban según sus cláusulas diez ó doce le- guas de la primitiva villa, se hace evidente que esta- ba situada en aquella banda, y no en la del Norte. Pruébase esto con mas claridad, lo primero ponqué era regular referir la distancia, que habia desde dichos bajos á la tierra, tomándola desde ellos á la costa del Sur á donde caen, ({ue no desde esos mismos á la del Norte, de que están tan apartados. Lo segundo, por ser innegable que los citados Jardines están distantes del Batabanó, d de aípiella costa del Sur, trece ó ca- torce leguas, conforme al mas ajustado ó corriente cómi)Uto; y de aquí es que supuesta la latitud, (¡ue por donde menos tiene la Isla, distarían dichos ba- jos veinte y ocho leguas de esta banda del Norte: de cuya diferencia debe tenerse por mas verosímil, el que errase en una o dos leguas, que no en tantas. Y por consiguiente ser muy conforme á la distancia, que se- ñala desde aquellos bajos á la Habana, el (pie la si- tuación de ésta, fuese en la otra costa y no en esta. Y si lo supuesto no fuere admisible, considerándose equivocación del autor, también inferiré Lo mismo, y con mayor fundamento de la distancia, que espresa habia desde Jaruco á la antigua villa de San Cristóbal. 46 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Mas aunque faltase todo lo que se ha dicho y ale- gado arriba sobi'e el asunto, bastarla en mi entender para afianzar la noticia histórica, y persuadir que el establecimiento primero de la Añila fué en aquella cos- ta del Sur y cercanías del Batabanó, un monumento antiguo y auténtico, que he encontrado en los libros de este Cabildo, que por la dificultosa inteligencia de la letra redonda, no habia sido descubierto hasta ahora. Consta, pues, de él que en 18 de Marzo de 1569 hizo pedimento Diego Hernández, indio, suplicando se le concediese para corral de puercos un sitio que es- taba en el Pueblo viejo, dos leguas de Yamaráguas, y doce de esta villa. De cuyo contesto se deducen va- rias reflexiones, que califiquen el argumento propues- to, y corroboren la opinión que sigo como mas proba- ble.* Que el Pueblo viejo de que hace mención el nomi- nado indio en su pedimento fuese la villa antigua de la Habana, lo persuade verosímilmente el que aquella espresion indeterminada del Pueblo viejo, parece re- lativa á la nueva población ó villa existente con quien hablaba. Lo otro porque no constando de las histo- rias ni de la tradición que en estas inmediaciones haya habido situado otro lugar, ni sido trasladada otra población, que la villa de S. Cristóbal, es muy presumible que fuese ésta y no otra distinta de que no hay noticia. A mas de que afirmando uniforme- mente Herrera, Gomara y otros que la villa vieja de San Cristóbal estuvo en sus principios fundada en aquella costa, de donde se mudó á la del Norte, con- viniendo en el parage de su situación con el Pueblo viejo que se refiere en el pedimento, parece sin duda que fué éste y no otro el primitivo asiento de la an- tigua villa de la Habana, lo que á mi ver se prueba con claridad. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 47 El sitio Yainaráguas, señalado como confinante del Pueblo viejo, es hasta hoy conocido por el nombre en esta ciudad, de donde está catorce leguas al Sur, en parage mas occidental que el Batabanó, de quien dista leste oeste como seis leguas: bajo de cuyo con- cepto es muy regular discurrir y aun creer que por allí fué establecida la primera villa ó Pueblo viejo, así por convenir según se ha dicho con la autorizada no- ticia de los cronistas citados, que la dan fundada en la banda del Sur, como porque estando dicho sitio de Yamaráguas dos leguas y media á corta difei-encia de la playa y costa de mediodía, y casi á la misma dis- tancia de la boca del rio de la Bija, que baña su con- torno, es muy conforme á razón y práctica se eligiese para la población aquel lugar, que tenia un rio tan fértil para su abasto, y un surgidero tan inmediato para su comercio marítimo: sin que se ofrezca reparo, ni dificultad, ya se considere situado el Pueblo viejo dos leguas mas allá de Yamaráguas hacia el Sur, ó dos leguas mas hacia el Norte, porque á mas ó menos dis- tancia siempre subsistía la conveniencia de poder co- municarse por el rio con el mar, como sucede en el Bayamo. Baste lo referido para que se forme juicio de la in- certidumbre que hay en esta materia, en que solo se encuentran algunas cortas luces entre muchas som- bras, quedando únicamente asentado, como irrefraga- ble, el que hubo tal traslación y que ésta parece se ejecutó por el tiempo y motivos, que espresaré en el capítulo siguiente. Nótase igual descuido y silencio en los cronistas Dec. 2 lii). de estos Reynos, en orden á los nombres, número y p%- ^5. calidades de los vecinos y primeros pobladores de la Habana, aunque me persuado que entre otros, lo fue- ron Francisco de Montejo, (después Adelantado de Yu- 48 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. catan) Diego de Soto, Garci Cai'o, Sebastian Rodríguez, Juan de Nájera, Ángulo, Pacheco, Eojas, los dus her- manos Martínez, y un Santa Clara, los mismos que salieron de esta villa con Cortés el año de 1518, y es muy presumible estuviesen todos avecindados en ella desde su fundación, por constar plenamente el que Montejo tenia posesiones en el Mariel del distrito de la Habana, cuando siguió al espresado caudillo en su jornada, y que deseosos los demás de mejor fortuna dejarían á su ejemplo las que gozaban, pues por lo que toca á Diego de Soto y Alonso de Roxas (distinto del que se conocía por el rico, que era Juan) no se ofre- ce duda ninguna, porque finalizada la empresa y ocu- paciones que en ella alcanzaron, volvieron á la Haba- na como á lugar propio de su domicilio y vecindad, y dejaron en ella legítima descendencia, que se conser- va hasta hoy y tiene justificado serlo de aquellos pri- mitivos pobladores. No dificulto Incluir, ni nominar entre los espresa- dos al capitán Antón Eecio, porque sienq^re he oído ser reputado por tal, y hace mucha prueba á su favor el que en el asiento y sepulcro, que tiene en la parro- quial mayor de esta ciudad, manifiesta la Inscripción que sirve de orla á la piedra de su huesa, y se labró el año de 1572, que fué uno de los principales pobladores de la Isla, y por consiguiente de la Habana, en donde fundó casa y mayorazgo, y sirvió el oficio de Regidor y depositarlo general, muy desde sus principios, como diré después. Fundado en otra razonable conjetura, discurro también que el primero Teniente de gobernador que tuvo esta villa fué Pedro de Barba, que lo era al tiem- po que transito por ella con su armada Hernando Cortés, porque desde el establecimiento de la Habana, el año de 1515, hasta el de 1518 que arribó á ella, só- JUSÉ M. F. DE ARRATE. 49 lo mediaron tres años, término en que ei'a regular permaneciese en dicho encargo desde que se ausentó Velázquez, dejando efectuada la población, y así ten- drá en la serie de las [)ersonas, que consta la han go- bernado hasta ahora el primero lugar, reservando paia el qr^e compela esta líomcnclaiura. CAPITULO V. En que se da ItAZON DEL TIEMPO EN QUE PARECE SE TIIASEADÓ ESrA VILLA AL PUEIÍTO DE CaiíENAS, MO- TIVOS CON QUE SE INFIERE LA EJECUTÓ EL ADELAN- TADO Velázquez, v caracier de este. Aunque los esci'itores citados en el ca|)ítulo que antecede, testiftcafi constantemente en varios })asages de sus obras la mudanza de la villa de San Cristóbal de un sitio á otro, sólo Bernal Diaz del Castillo nos da luz y fundamento para inferir se efectuó la preve- nida translación el año de 1519, porque en las pala- bras que dejo belmente copiadas en otro lugar, dice hablando de su arribo á Jaruco, que estaba ocho le- guas de la noniinada villa, la (jue de allí á dos años pasaron al parage donde ahora se halla: y como por otras cláusulas del capítulo siguiente se entiende que su llegada al enunciado puerto fué á fines del año de 1516 6 á princi])ios del de 1517, es muy regular asentir á que se hi(ñcse la mutación el año señalado, ó cuando mas al siguiente. Tomo I. ' 9 5o LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Dec. 2 lib. 3 Lo íiseruado es muy conforme á lo que se percibe cap. 12 pág-. (leí cronista Herrera, quien tratando del viaje de Cor- tés á la Nueva-España el año de 1518 esi)resa que lle- go á la |)revenida villa, que á la sazón estaba en la costa del Sur, y después se pasó á la Habana, lo que es razonable creer se verificase al citado tiempo, por- que no denota aquel después llano, mucha intermisión ó curso de años entre lo uno y lo otro. Acerca de los motivos que ocurrieron para tomar la resolución referida, no dicen nada nuestras liistoiias; pero es tradición vulgar que por ser poco sano aquel sitio y conocidamente nocivo á los recién nacidos, se tuvo por conveniente mudar la población á otro de distinta esj)ec¡e, á que no resisto dar algún ascenso, pues estoy persuadido que influyéi'on otros mas eficaz- mente i)ara facilitai- esta idea tan feliz como acertada. Dec. 3 lii». 5 L'^'^ ventajas y conveniencias, que yá descubierto cap. 5 pág. y comenzado a conquistar el vastísimo reino de Mé- i^s- jico, se irían percibiendo 6 congeturando de trasladar la Habana al puerto llamado de Carenas, poi* ser mas al [)roi)6sito para el comercio y escala precisa de las navegaciones que habian yá principiado á hacerse poi- el canal de Baliama llamado nuevo, inspiraría eficaces motivos y razones al Adelantado Diego Velázquez, que yá en aquel tiempo gozaba este título, para promover y practicar la diligencia de pasar la villa de San Cris- tóbal del sitio primitivo a la parte occidental de esta bahía, concurriendo la ciicunstancia de que yá en él £TE?!ana ^^^^'^'*^* ^^^"" se percibe de Gomara, alguna población, cap. sfóhT^ P"es siendo dicho Adelantado hombre muy sabio, co- mo lo titula Heriera y lo hace manifiesto su aprobada conducta, y el gefe que entonces gobernaba la Isla, dei)o considerarlo el principal autor ó móvil de esta utdísinuí providencia y loable determinación, j)orque la imagino muy propia de la atención y desvelo con JOSÉ i\i. F. DK arratj:. 5! que procuró los aumentos de ella y de todas sus po- blaciones, por cuyo mérito y otro de igual resjjecto dignos de especial estimación, daié en este lugai* una breve noticia de la bondad del caiáctei* de su persona, servicios que hizo á la Monarquía y l)ene- ticios, que le debió Cuba, de cuya honrosa memoria es muy acreedor, y seria en mí culpable no tributarle este obsequio. Fué el refei-ido, Gobernador y Adelantado, natural de Cuéllar, vecino de la isla Española, de donde lo sa- có el Almirante D. üiego Colon para la conquista y población de esta Fernandina. la que consiguiíj con tanta prosperidad, que en poco mas de tres años la j)acitlcó, y fundó siete poblaciones, no ocho como su ^ j)one Herrera, porque S. Juan del Cayo se estableció después, con títulos de villas, todas ilustradas de gen- te noble y personas [)rincipales, ponjue el buen ti'ata- ^^ miento y acogida que hallaban en él los castellanos, ea]K ii páo~ les atraía de todas partes la mejor porción de los suge- i*/- tos de calidad, que i)asaban k Indias como escribe Her- ^^fe^N^^^E^- rera, y Bernal Diaz, asegurando que los que residían paña cap. i° en esta Isla á su sombra se hallaban ricos y acomoda- dos, siendo este el poderoso y suave nmgnetismo, con que atraía á los unos y conservaba a los otros en abundancia y tranquilidad. No era menos la que esperimental)an los natura- Dec. .3 lib. 7. les en el tiempo de su gobierno, pues hasta que tei-- ^"^p- 11 v^'¿- minó con su muerte el año de 1524 (1) no se notaron en ellos, como se infiere délas historias, losalzamien- inca. Hist. d(^ tos y fugas, que en el de Manuel de Roxas, su i n media- ^^ Florida. to sucesor, ni los desesperados homicidios que en sí propios ejecutaban en el de Gonzalo Nuñez de Guz- man, y que continuaron después. (1) Véase la nota A al final de este capítulo. 52 LLAVE DLL NUEVO MUNDO Nü se funda esto solamente en las inferencias de los citados escritos, sino que se liace constar es|)re- saniente de ellos esta verdad en honor del Adelanta- do, pues habiendo querido ausentarse de Cuba paia una de las empresas, que dispuso contra Coités. le requirió la Real Audiencia poi- medio del Licenciado Ayllon, como quien tenia tantas espcriencias de lo que induia su buena dirección en la (luietud de los veci- nos y naturales de la Isla, se se|)arase de tal designio, porque su i)resencia haria notable falta en ella, para mantener el sosiego de los indios y españoles que lo amaban tanto. GonzaiezFer- Ni cl Rey foriuaba menos favorable concepto de la nandez (hie- acreditada conducta del Adelantado. i)ues ordenó se (lo Mist. de ,. , , . 1 1 ' I T • • 1 indiascap. 20 suspcudiescn las comisiones dadas a los Licenciados lói. 47. Lebrón y Zuazo, para que no perturbase el estré[)ito judicial y odioso de las pesquisas, el buen estado en que tenia las cosas de su gobernación, no impidién- dole las atenciones que empleaba esmerándose en ella, estenderlas y aplicarlas á otras providencias del Real servicio, solicitando con dispendios consi- derables de su caudal, como afirma el cronista Ovie- do y con fatigas de su persona, varios descubri- mientos y gloriosas conquistas, que habiendo sido muy felices y opulentas para la corona y para otros individuos, fueron infaustas para él y para su hacien- da, que consumió en los precisos gastos de ellas, sin que sacase ni aun el honor de que las reconozcan to- dos poi' efectos suyos: razón que sin duda movió á Herrera para decir, que en este fiímoso varón no fué igual la dicha á la sabiduría y buenas intenciones que le adornaban, jíorque cogieron otros el fruto de sus bien encaminados proyectos y grandes erogaciones, no alcanzando de la piedad del Rey en vida mas que la merced del Adelantamiento de la Lsla, por el tiem- JOSÉ M.K. DE AKHATE. 53 ])ü de ella, y en iiuierte la liüiiorítica espresioii de sen- timiento que hizo Su Magestad con quecaliticólo bien servido que se hallaba de este vasallo, y digno á la verdad de mayor ])remio. y de que yo haya hecho es- ta sucinta memoria en leconocimiento de liaber sido e! fundador de esta ciudad, y que durante su vida con- sei'vó esta Isla en la tranquilidad (lue he referido, sien- do su muerte, si no el uliimo período de la felicidad de sus naturales, un anticipado anuncio de la próxi- ma desgracia, de su inquietud y aniquilación, materia que discurro tocar en el ca|)ítulo inmediato con la ex- tensión, que me parece pide, paiaque se comi)rendan los medios y ()rovidencias que se aplicaron para ata- jar el daño, y no tuvieron la eficacia que se deseaba, ó no produjeron el efecto que se pretendía. Nota a. — Pág. 51. Las noticias ([iie tenemos acerca de Diego Veliiz([iU'Z, de las cuales la mayor yjarte tuvo á la vista nuestro historiador, difieren entre sí especial- mente al fijar el año de su ñiUeciniiento; pues Herrera asegura (pie fué el de 1524: Fernando Pizarro de Orellana en sus Varones ilustres del nuevo mundo, el de 1Ó23, y lo mismo el Ca})itan Gonzalo Hernández de Oviedo; pero nosotros poseemos un documento auténtico, que nos ha comunicado generosamente el Teniente coronel D. José María Callejas junto con otros manuscritos preciosos, de los cuales nos hemos aprovechado para las puV)li- caciones subsiguientes. En vista pues de este documento no queda duda al- guna en que sucedió la muerte de Velázquez el año de 1522; tal es la lápi- da de su sepulcro hallada al hacerse las escavaciones para los cimientos de la nueva iglesia metropolitana de Cuba el de 1810, (pie estampamos á continuación, á menos (pie los números de la fecha por la mala ortogra- fía del (pie cincele') la inscripción se hubieran continuado al renglón siguien- te, lo cual no parece probable. Como Diego Veláz(piez es uno de los personages mas interesantes de nuestra historia, no nos parece fuera de propósito insertar su elogio inédito compuesto por D, Manuel Mariano de Acosta qiie nos lo ha proporcionado. ^P. P. S, 54 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. A. AM>SW MANC> DEBELA VACIFl VJT mC>'IA Cm>N()BILUSIMVS > AC >MAGMEÍCENTISS1MVS > I)OMINVS> I)IDACYS>YELA SWE6>INSVLARVM>WC ATANI>FRESES>'^VI>EAS SVMO > OPEKE^JtWELMIT^ ^^^V[S>PROFII&^ SVMF- r^^^^M:BEL AVIT >IN>EON- OREM E^^RIAM>DEI> OMNI POT^^^^^^^C ÍE ANNO >M. imxR a o oo o Diseño de una lápida encontrada al liaeer las escavaciones ¡lara los cimientos de la nueva Iglesia Catedral de Cuba, el 26 de noviembre de 1810, á la profundidad de siete pies y medio del suelo; su ancho tres cuartas y tres pulgadas, y su largo hasta la letra E tres cuartas solamente. Se le han añadido los otros pedazos que se hallaron en la escavacion para figurarla; pero la cortadura que pasa por la letra E ha destruido una ó mas letras, que pueden suplirse fácilmente per el contesto de la leyenda; asi como lasque se echan de me nos en la parte superior A. B. demarcada con puntitos. El rudo latin de la inscripción dice: Etiatn sumplivus hanc iiisnlnm dehelavit uc pacificavit. Hic yacet nohilissimus ac mrtij- nificentissimus Dotninus Didacns Velasqnez insulartini Yncatani Presea, qui eas summo o^íere revelavit ac suis ¡Jfopüs sumplivus dehelavit in honorem et rjloriam Det omni potentis ac sni regís: migravit in anuo á Domino DXXII. El escudo estaba en blanco y entre los pedazos correspondientes, sin duda de esta mis- ma lápida, habia algunos con blasones regularmente cincelados, según los disefíos y reía, ciones que hemos tenido á la vista, particulmeute las facilitadas por el Sr. D. José María Calleja y por nuestro laborioso cooperador D. José Joaquín Navarro, á quienes hemos da- do las gracias por estas curiosas noticias — .Véase al final de la obra algunas observaciones. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 55 ELOGIO DEL ADELANTADO PACIFICADOR DE ESTA ISLA, DIEGO VELAZQUEZ. Si la antigüedad consagró altares á aquellos héroes, de quienes recibió grandes beneficios, justo es que nuestra gratitud pronuncie á lo menos el merecido elogio del noble gefe, á quien debemos en esta isla de Cuba el origen de nuestra constante felicidad. El Adelantado Diego Velázquez, natural de Cuéllar, es el personage que ocupará nuestra atención, y el mismo que suministró incontestables pruebas de que una bondad predominante, unida á un carácter despreocupado, acti- vo y pnidente," no sólo es capaz de realizar las mas noljles y difíciles em- presas, sino que el furor mismo y los enconos de los bandos opuestos respe- taran á un individuo de esta clase, siendo igualmente estimado de todas las parcialidades. En efecto, este hidalgo vino á la América el año de 1 493 en la segunda armada, que trajo Colon para poblar la isla de Santo Domingo; y se halló por consiguiente unido á la gloria y á los trabajos de este héroe.' Se conje- tura que la importancia de sus servicios le distinguieron de manera que el célebre y esforzado D. Bartolomé Colon le asoció después muy particular- mente á su persona, en los difíciles y borrascosos tiempos en que tuvo el gobierno general de la Española; y es de notarse que en aquella destem- plada efervescencia contra los Colones, sus íntimas relaciones de amistad con ellos no le hubiesen dañado en lo mas mínimo, pues se advierte que no se atrevió á ofenderle en nada el injusto Gobernador Bobadilla; y que sién- doles poco después muy. contrario el Comendador Ovando, su sucesor inme- diato, puso á su cargo la guerra y pacificación de las provincias de Guaja- ba, Aniguayagua y las ásperas montañas del Baonico, donde el Cacique Guarocuya se retiró armado con los suyos después del tirano é infame su- plicio, con que hizo morir á su tia la princesa Anacciona el referido Ovando. Este acto de confianza por parte de un gefe tan desafecto á los Colones, es un testimonio irrecusalde del concepto de honradez en (pe se tenia á Ve- lázquez; y la habilidad y prontitud con que éste sometió aquellas comarcas, sorprendiendo á los Caciques y desannando con muy poca efusión de sano-re á sus vasallos, indican altamente la aptitud, el juicio y las exactas combi- naciones de este preclaro subalterno, que en calidad de tal (sea dicho de paso) no era responsable de la injusticia de esta guerra. Es preciso conve- nir por otra parte, en que su natural clemencia disminuyó de manera sus ca- lamidades, que aquellos pueblos indios se subyugaron mas bien por las per- suaciones de la generosidad con (pie eran tratados de este benigno gefe, que ])or la fuerza temible de sus victoriosas armas. Inmediatamente después pobló las cinco villas de Verapaz, de Salva- tien-a de la Sabana, de Jacomélo, con su fortaleza encima del puerto, de San Juan de la Maguana y de Azua; advirtiendo la historia en términos es- presos ''que tuvo tanta gracia con Nicolás de Ovando, que le hizo su tenien-' "te en todas estas cinco villas.'' Y es incuestionable que el gobierno muñí- 56 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. cipal y el impulso en la dirección doméstica de estas poblaciones, que ema- naban de las nobles y peculiares ideas de su fundador, fueron escelentes, pues vivió en ellas con la cpiietud que no liabia habido antes, se dedicaron á objetos de común y privada utilidad y prosperaron todas. En esta situación y siendo el hombre mas querido y mas respetado de aquella brillante colonia, consiguió en nuestra Corte el seo-undo Almirante v Virey de estas Indias D. Diego Colon, que se le repusiese en el mando de la Española; y estando yá en ella, trató el año de 1511 de (pie se pacificara y poblara esta Isla de Cuba, á cuyo efecto eligió como el mas digno y mas apropósito para esta empresa, al benemérito y virtuoso Velázquez. El ar- mamento se hizo en Salvatierra de la Sabana, y en pocos dias se congrega- ron sobre trescientos voluntarios para la espedicion, á (pie eran atraidos por la segm'idad de hacer fortuna que inspiraba el mérito y la buena dicha del Comandante, cu^o comercio familiar lleno de dulzura y de franqueza era la delicia de cuantos llegaban á c(mocerl(?: así como su magestuoso y apacible semblante, su personal disposición y su belleza varonil que la historia recuer- da, le daban el secreto ascendiente que hizo á Pompeyo el ídolo de los an- tiguos romanos, desde su juventud hasta su trágica muerte. No sólo no salieron esta vez fallidas las esperanzas de los referidos aventureros, sino que el método pacífico seguido siempre por Veláz(|uez, y coadyuvado entonces apostólicamente por su íntimo amigo el Padre Bartolo- mé de las Casas, hizo cosas que pueden parecer milagros En efecto, en 1514 (cuati'o años después de intentada la C(mquista) estaba yá visitada, pacífica y repartida la Isla, bautizados los niños indios, establecidas todas las crianzas de ganados, en buen pié la agricultura necesaria para el consu- mo de los pueblos, la esplotacion de las minas rindiendo grandes provechos, adelantado el tráfico mercantil costeño y con Santo Domingo, Jamayca y Costafirme, y finalmente hechas las siete villas de Baracoa, Santiago de Cu- ba, Bayamo, Puerto del Príncipe, Sancti-Spíritus, Trinidad, y en la costa del Sud (probablemente en Batabanó) la Habana. Podrá acaso parecer que la conquista no pi'esentó dificultades en razón de ser cobardes los indios de esta Isla, y que las poblaciones eran las mis- mas barracas ó cuarteles de los soldados, y cuando mas, edificios de paja alineados en calles. Pero es evidente que se hizo con rapidez la memorada con(][UÍsta sin sangre, y que no por eso ha dejado de ser la mas duradera; debiéndose en todas ocasiones á las órdenes positivas, y á la rectitud y be- nignidad de Velázquez, el (pie no se hubiesen cometido a(|uí las violencias que en otras partes; las que hubieran exasperado á los indios, y aun cuan- do sólo hubiesen huido, habrían con todo hecho ilusoria la pacificación, olí- jeto primario que se consiguió del modo mas firme, porque medió el plan mas justo, mas ritil y mas sensato, que se realizó en aquella época. Se conviene en que la reducción insular careció del brillo funesto (pie dan las victorias; pero siempre será mas apreciable una lluvia mansa (pie fertilize los campos, que no un horrible huracán que los destroze; y tal vez en una máquina suele ser la pieza de menor apariencia, la (^ue constituye el alma y la fuerza de su mecanismo. Así es que la mansedumbre ol>ró un fenómeno tan sigular, y que en su ejecución llevaba anexo un heroísmo punto menos que divino, porque en efecto amortecer en a(piellos españoles la guerrera inquietud de sus ánimos fogosos, hacerles olvidar las anteriores JOSÉ M. F. DE ARRATE. 67 turlnilencias, y Li lilirc y licenciosa vida del tiempo de Roldan y Bobadilla: Ibnnar y ejecutar con ellos un sistema tan opuesto al antiguo, como virtuoso y difícil en su práctica: generalizar esas útiles semillas de paz, de laborio- sidad y de industria en todas pai'tes: contener los mas perniciosos y recien- tes desórdenes y malos ejemplos, y darle por viltimo, á la moral pública un curso invarialile liácia el l>ien y una estabilidad tan inesperada, son cosas tan grandes y tan arduas que presuponen siempre un genio de primer orden en aquel que las establece. Crear con elementos tan contradictorios doce pueblos apreciables y venturosos, es el esfuerzo mas alto á que puede llegar la habilidad y la virtud de un hombre que no era un Soberano. Se puede decir que sus benéfícas y sublimes miras han venido de gene- ración en generación hasta nosotros: y como este suelo afortunado y único no se regó con la sangre de sus indígenas, parece que es también por lo mismo el único que se ve libre de los estragos, ruinas y desolaciones que aniquilan el resto de la Aménca española. Este especial favor de la Provi- dencia ¿no será dimanado á lo menos en gran parte de aquella pacífica y humana conducta? Pueden decir ciertos filósofos los disparates y sofismas (pie quieran; pero seria una implicancia asombrosa que el Criador Omnipo- tente y justo no obrara confonne á la justicia. Soy crédulo y pienso que nuestra actual prosperidad, y el bienestar perenne de esta Isla trae su raiz de las instituciones primitivas, que se debieron al paternal inliujo y al gran- de y benéfico genio del inmortal Velázquez. El á la verdad no hizo pobla- ciones con suntuosos palacios; pero nos dejó en herencia la humanidad, el juicio y el amor al traliajo. Que este plan ¡¡rimordial fué obra de su claro disceraimiento y de su ilustrada filantropía, está probado con la circunstancia de que él sólo lo si- gni(') en aquella era y que en Sto. Domingo y en esta Isla obtuvo su man- do idénticos resultados. Lo comprueba igualmente en la histoiia sus ter- minantes órdenes, cuyas citas se pondrán al fin, y la misma elección que hizo de catequista en el muy l)enigno Padre las Casas, cuyo celo exaltado á veces á favor de los indios, le hizo caer en eiTores y exageraciones; j)ero (pie tuvo sin embargo un origen tan piadoso como respetable. Los homltres en general somos Jiaturalmente supei^ficiales, v mientras que todos convenimos en ([ue es un trabajo muy grande y muy útil edifi- car, y una tarea infame y al)ominable destruir, nos aturdimos de ares, y con esta espedicion se alz.f Cortés, habiendo gasta- do en ella Velázquez veinte mil ducados; y por último el año inmediato de 1520 remitió con el fatal Narváez una poderosa armada de once navios y siete bergantines, con novecientos hombres y ochenta v cinco caballos, de todos los cuales se apoderó también el felicísimo, el mañoso y el impertur- bable Cortés mereciendo este sucinto y fiel relato - servaciones sobre él. ' - » Puede asombrarse nuestra imaginación contenqjlando el poder y el in- flujo que tuvo este gefe estraordinario: el carácter de grandeza que llevaban sus designios, su infatigable constancia para llevar al cabo sus empresas, y no nos cansaremos de decirlo, en atpiel tiempo calamitoso, en que sólo se respiraba el heroísmo bélico y en que vencedores v vencidos sólo presenta- ban desolantes cuadros, que ni la Religión, ni la íilantropía podían aprobar, Velázquez hizo un plan lleno de sabiduría, de cordura y de humanidad. Lo ejecutó^dos veces con feliz éxito, pobh) esta Isla y la hizo fonnidable, á los opho anos, y sus dos armadas y sus dos ejércitos constituyeron la fuei^a efectiva, con que se subyugó á Méjico. Conviene tener presente que en la espedicion de Cortés gastó veinte mil ducados, cuando sólo puso en ella el citado Cortés cuatro mil pesos; y debe darse por asentado que en la últi- ma armada invertiría lo menos treinta mil; y cuando ambas sumas sólo hu- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 59 hieseii llegado á cincuenta mil pesos, se ve en Herrera tomo 1° pág. 205 que entonces un peso valia mas (pie diez ahora (hablando del año de 1600 en que escribia) y bajo este presupuesto erogó el equivalente en metálico de mas de medio millón de duros. Por lo dicho aparece innegable que Ve- lázquez en sus gloriosas operaciones pudo parecer im héroe casi divino, y (jue cuando en su desgracia di<) indicios de ser un hombre, en su misma rui- na produjo todavia la singular dicha de Cortés y la o])ulencia d.e España. Hemos llegado al origen de los inlbi"tunios, que acabaron á nuestro digno patrono, y juzgo necesario dar una luz sobre este ruidoso suceso y sus moti- vos, porque él ha influido hasta cierto punto en deslustrar la merecida glo- ria de este caudillo sin tacha. Los hombres estremamente bondadosos y de una índole muy noble es- tán sujetos al grave inconveniente de creer incapaces á todos sus amigos de obrar con reprobas intenciones; y en este concepto oyen á veces con candor sus sujestiones malignas, que les hacen cometer fatales yerros. Tal fué en esta ocasión el ([ue hizo Diego Velázquez desconfiando intempestivamente del astuto y animoso Hernán Cortés, que le importó para el resto de sus dias la tranquilidad, toda su hacienda y por fin la vida. La acertada elección en Cortés para gefe de la empresa estaba hecha, y 1 labia sido ocuiTencia del mismo Velázípiez; jiero los amigos y parientes de éste, que aspiraban en secreto á obtener aquel mando, se conspiraron todos á hacerle presente, que como hacia tal confianza de un homljre que liabia sido su enemigo, que lo tuvo á él preso, que era un estremeño altivo y tra- taría de vengarse, y hasta parece que se valieron de un truhán, que solia con agudas ]>rontitudes divertir á Velázquez, pues se cuenta en la Historia (jue yendo á la marina á ver la annada el Gobernador y sus princii)alert amigos, le dijo el tal gracioso: ''Señor, mira lo qtie haces, no hayamos lue- "go de ir á montear á Cortés." Velázquez se rió entonces del despropósito; mas al cabo hicieron impresión en su ánimo las razones antedichas, que se fundaitan en acontecimientos verdaderos, y esto unida furtivamente con la armada que no era suya sin que tratara después (como pudo hacerlo en Veracniz) de continuar la coitcs- pondencia y desengañar á su gefe, protector y amigo, de quien él tenia to- ortento igual de osa- día: recuerdo que halhj el secreto de hacerse adorar de sus soldados, no ol- vido la perspicacia de su§ ideas y maniobras, su inalterable constancia y 60 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. estremado valor en los conflictos, sn sumisión ú nuestro Monarca y lt)s ma- nantiales (le riíjueza con que desluniltró á nuestro Gol)ierno, y convenció por último en (jue era cruel el desaire (¡ue se le hacia, y en c^ue casi no era po- sible lastimar á un hombre tan gnande, tan atrevido y tan feliz. VA se bur- h) de Velázquez, él subyugó so))re su mismo trono á Mottezuina y él hizo l)revaricar á nuestra Corte, porcjue sus increibles proezas, sostenidas de i-aros V asombrosos merecimientos, le unieron íntimamente al interés común de la nación, y bajo este aspecto debió sucumbiría justicia privada de Veláz(juez. Este gran pleito se decidi(') por esos ])rinci|)ios en nuestro Consejo; pero pocas veces se ha hecho injusticia tan notoria, aunijue necesaria. En una ca])itulacion lecha en Barcelona á 13 de novieiniu'e de 1518 le con<'edii'( nuestra Corte el título de Adelantado por toda su vida en Jo que Jiabift des- cabicrfo. Sábese que en ac^nel tiempo un Adelantado era un ÍTolx'rnador militar y civil del territorio para donde se le despachaba su nombramiento, y si por sus servicios anteriores se le confirió ese empleo, no ])arece justo que lo perdiera por haber hecho la costosa armada, con (|ue se alzó Cortés el mismo año á los 18 de noviembre, cinco dias después de haber obtenido Velázquez aipiel diploma. La Corte estaba en el caso de sostenerle en la ])osesion de su mando, que estaba vigente, cuando en 15 de octubre de 1522 sentenciando esta ruidosa causa en Valladolid, se declan'» Cobcírnadory Ca- l)itan General de Nueva-España á Cortés, guardando un profundo silencio sobre el des{iojo que se hacia á Velázquez, á (piien se le notificií esta sen- tencia con públicos pregones en Cuba en mayo de 1523, mandándole cpu' se abstuvieran de armar contra Cortés y dejándole á salvo sus derechos pa- ra que reclamara sus intereses j)ecuniarios. Velázquez manifestó hasta en este lance la elevación de su alma, y en el silencio de indignación y del dolor murió el año siguiente, sin haber re- clamado jamas ni él, ni sus herederos las inmensas sumas efectivas de ([ue s(} aprovechó Cortés. Así lo testifica Francisco López de Gomara en su Ci'ónica de Nueva-España al finalizar el capítulo CLXV, apesar de que po- cos escritores mercenaiios pueden haber empleado su pluma con tanta pa- sión y puerilidad como él lo hizo á favor de su amo Cortés, mezclando sienq)re á una lógica y á una crítica despreciables, necias mentiras y pican- tes calumnias. Es imposible ([ue deje de causar la suerte de este grande hombre una sorpresa dolorosa. Su virtud y sus inmensos trabajos y servicios sólo le sirvieron para morir de pesadumbre y lleno de pobreza y desengaños. . . . ¡El que habia sido riquísimo. . . .! ¡El que habia hecho la fortuna de tan- tos, sin arruinará nadie....! ¡El modelo de la honradez y de la pie- dad....! ¡El héroe singular de la justicia y del mas acendrado patrio- tismo. . . .! Es preciso confesar que el tácito desprecio y el desden sublime con que abandonó á Cortés el goce de un caudal enorme, que fué la base de sus glo- rias, escita en nosotros un movimiento profundo de compasiva admiración, dándonos al mismo tiempo una idea magnífica del alto temple de sn espíritu. Cuando Bruto vio en Filípes (pie su constante virtud le habia hecho desgra- ciado, la maldijo y se (pütó la vida; mas nuestro respetable patriarca, la víc- tima ilustre sacrificada al interés nacional, esperó con dignidad y fortaleza el término último de sus afanes, apareciendo entonces con una magestad que J08É M. F. DE AKRATE. 61 abruma nuestra alma y enternece nuestros sentidos. Su desventura debie- ra escandalizamos, si no estuviésemos ciertos de que apenas hay en este mundo con que })aí?ar deurlas de tanto tamaño, 3' de que existen en el otro premios y castigos proporcionales y dispensados por el que jamas seeipiivo- ca. ¡Y es posible que Dicíjo Velázípiez no tenga en esta Isla ni tan siquie- ra una estatua! — Manuel Mariano de Acosta. A 1* É N D I C E . Como no (piiero ([ue se' esté á mi simple dicho en mis aserciones, me lie tomado el trabajo de citar al cronista Herrera en sus Décadas, por su inipar- cial veracidad y porque escriluendo de orden de nuestros Reyes tuvo á la vista los papeles de la Cámara real y Reales Archivos. — La primera ocasión en (pie habla de los servicios de Veláz«|uez en Sto. Domingo, es en su Dec. 1" t'iilio 127. — Su venida á Cn])a |)ara poblarla, 194. — Los indios se albo- rotan en Bayamo, 204 y siguientes. — Pacificación de la Isla, 218, 19 y 20. — Hinnanas órdenes de Vehiz(iuez, 2.'J3. — Puebla siete villas, 234. — Esta- do ])r(')spero de la Isla, 242. — Buena opinión que el Rey tiene de Velázquez, Dec. 2" pág. 263. — Tráfico luercantil, 276. — Descubriniiento de Hernández de Córdova, desde la pag. 288 hasta 292. — Continúa Cxrijalva el anterior descubrimiento, vt'-anse las j)ágs. 298 hasta 302 y las 312 hasta 315. — Ca- pitulación con el Rey, 316. — Al/ase Cortés con la armada, 317 y 18. — Grande armamento con Xarváez, 4ó6. — Sentencia de la Corte tomo 2" Dec. 3" pág. 97, 98 y 99. — Muerte de Diego Velázciuez, pág. 166. OAPITÜLO VI. ReFIKUESE LA8 CAUSAS, QUE FAKECE CONC IIÍItlEKON I'AIÍA LA ANIQUILACIÓN DE EOS NATURALES DE LA ISLA, MEDIOS QUE SE TOMVIÍON J'VIIA ATAJARLA \ SUIMJR SU FALTA. Siempre será lamental)le á los buenos patricios aquella fatal y lastimosa época, en que empezando á hacerse visible y casi inevitable la acelerada disminu- ción de los naturales de la Isla, pronosticó como en 62 LLAVK DEL NUEVO MUNDO. las demás de barlovento el total esterminio del con- siderable número de indios, que la habitaban al ingre- so de Diego Velázquez en ella: (1) pues consta de la (1) Varias son las cansas á qne se atribuye la disminncion de la raza indígena. Hen-era indica como la principal la desesperación de los indios desde el pnnto en qne se vieron sujetos al dominio de España y obligados á trabajar y salir de la inercia en que yacian en su primitivo estado. Oviedo es del mismo sentir: el entusiasta las Casas se detiene esplicando las veja- ciones que suññan por los encomenderos y los escesivos trabajos á que se les aplicaba. Otros tratan de una epidemia de viruelas que cundió por toda la Isla á principios del siglo XVII: muchos historiadores y aun las tradicio- nes vidgares de su emigración á Florida para sustraerse de los efectos de la conquista ó para vivir en la licencia del salvage, y por liltimo los moder- nos ademas de todas estas causas juzgan muy influyente la mezcla con eu- ropeos y africanos, que ha ido haciendo desaparecer las señales distintivas de la originaria, de lo que es prueba evidente la población que existe aun en la parte oriental de la Isla en cuyas figuras se notan débiles rasgos de la antigua. Si se presta oidos al exagerado numero de naturales que el Obispo de Chiapa cuenta de esta Isla, asombra que sólo hallemos ahora los pequeños restos que existen en el Cobre y las noticias que nos dan de ella nuestros historiadores, hasta principios del siglo pasado; pero si desprendiéndonos de preocupaciones ridiculas, analizamos los hechos con crítica filosófica, fácil es persuadirnos de sus exageraciones, concluyendo que era muy corta la po- blación de esta Isla en tiempo de su conquista. Colon cuando hizo su pri- mer reconocimiento el lugar mas poblado que halló constaba de 50 casas, que aunque contenia una familia cada casa, no podria pasar á lo mas de mil almas, y para esto es preciso asignar veinte á cada una, número exor- bitante si se contempla la capacidad de tales chozas, descritas por todos los antiguos cronistas sin esceptuar á Fr. Bartolomé de las Casas. Por otra parte el estado de civilización de estas gentes era mas atrasado que el de la Isla Española y del Continente, eran propiamente hordas, su agricultiua muy miserable, dependiendo para subvenir' de la caza y pesca en lo cual convienen todos los escritores, que se han ocupado de ella, de modo que si examinamos la cuestión á la luz de los principios económicos, sacaremos por resultado que debia ser muy corta su población. Malthus que entre todos los economistas se ha ocupado con empeño en averiguar los obstáculos, que retardan la multiplicación de nuestra especie en los diversos estados de la civilización, establece el principio que aquella crece ó disminuye al paso que se aumentan ó minoran los medios de subsis- tencia, y aunque en los países en que florecen las artes puede este princi- pio tener sus escepciones, como otros economistas se esfuerzan á probar en aquellos que no las conocen, cuyo comercio es nulo y cuyo mantenimiento depende de la siembra, pesca y caza, la ma3^or ó menor abundancia es el barómetro de su población; de modo que si se examina el estado de la Isla cuando Velázquez eon 300 hombres a,cometió su conquista y las relacionesi JOSÉ R[. F. DE ARRATE. 63 Historia general de Herrera, que afianzados los veci- nos de Santo Domingo de la certidumbre de esta no- ticia y sentidos de la falta esperi mentada de los isle- ños de la Española, pretendieron que el Rey mandase proveer la inopia, que hal)ia en la una con la abun- dacia de la otra. Instancia, a que no quiso acceder S. M. sin dictamen del citado Velázquez, el que debió de ser contrario, porque no tuvo efecto la preten- cion. En esta prospera constitución parece que subsistió la Isla sin conocida decadencia poco espacio de tiem- po, porque el año de 1523 6 152^1: yá muerto el Ade- lantado dio el Rey permiso para introducir en ella trescientos negros: (1) providencia á que sin duda da- ría motivo la evidente disminución de los naturales, que aunque atribuida por unos á la epidemia de vi- ruelas, y por (3tros á la prohibición de la poligamia y mudanzas de costumbres, tengo fundamentos mas sólidos en la Historia para persuadirme, que aunque que tenemos de su estado entonces, fácilmente se concluirá que el ni'miero de 300.000 almas es el mayor que puede asignarse á toda la Isla haciendo un cálculo muy alto. La Comisión siente sobremanera no poder dar noticias mas positivas acerca de un punto tan curioso de la historia, y aunque para estender esta nota ha ocurrido á los Archivos y á los Cronistas, nada ha podido adelantar; por una parte encuentra en éstos exageraciones increíbles, por otra el mayor empeño en disminuir su número, y como nuestros Archivos guardan el ma- yor silencio, pues las fechas de sus papeles no alcanzan á los primeros años del descubrimiento, no se disipa la oscuridad y tiene que ocurrir á conge- turas y cálculos probables. Sin embargo se consuela con la esperanza de hallar en los Archivos de la Península algunos datos cuando sus Comisiona- dos les remitan las copias pedidas, y entre tanto cree llenar el objeto con estas observaciones; pero faltaria á la gratitud que le distingue por todo in- dividuo que la honra con sus noticias, si no hiciese una mención honorífica de la memoria (pie le ha remitido el Sr. D. Manuel Mariano de Acosta so- bre este particular de la historia, hi que no publica á continuación como lo hace con su elogio de Dieg'o Velá/ípiez, porque confiesa de buena fe que no se halla en estado de juzgar esas tareas hasta tanto que no tenga á la vista cuantos documentos puedan iluminarla en esta materia. — P. P. de S. (1) Véase la nota A al final de este capítulo. 64 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. concurrieron las referidas causas, ninguna contribu- yó tanto á su aniquilación como su misma rabiosa saña. Así se infiere claramente de lo que por autoridad ^del Inca dejo apuntado en el capítulo segundo, y lo que también se deduce de la Historia de Herrera, que afirma, que los indios por no conocer nuevos enco- menderos, se alzaban y huían á las montañas, donde es constante se quitaban la vida, por no esperimentar el castigo, 6 volver á la sujeción, que aunque fuese muy moderada y suave, la estimaría su preocupación ó libertinage como penosa y tiránica. A mas que sien- do en los hombres tan diversos los genios como los rostros, no dudo tuviesen muchas razones para temer la severidad y rigor de algunos encomenderos, y que eligieran ciegamente la muerte, aun mas bien que la servidumbre á que se veian reducidos, ahorcándose de los árboles, como espresa el citado Inca. Esceso que solicitó atajar la piedad de nuestro Soberano en- tonces reinante, tomando entre otros espedientes fa- vorables, propios de su real y cristiano corazón, el de mandar los pusiesen en perfecta libertad, y los de- jasen cultivar por sí mismos la tierra; pero ni aun es- te remedio tuvo el efecto de mejorarlos, porque debia de ser yá incurable la enfermedad, 6 porque no se aplicó como debía el medicamento. Ello es cierto que mucho tiempo después de espe- dida la Real orden que cita Herrera, continuaba con horrible demasía el desafuero de los isleños, pues ha- l)iendo sido despachado aquel año de 1531, todavía se esperimentaba la desgracia después del de 1538, en que arribó á Cuba Hernando de Soto, Adelantado de la Florida, como testifica Garci Laso, cuyas pala- bras aunque parece enuncian, que entonces tuvo prin- cipio aquel desorden, lo que debe entenderse de ellas JOSÉ M. F. DE ARUATE. 05 cis, que poi' aquel tiempo tomó mas íueiza el mal, y se dieron en aliorcaí-, como él dice, todos. De suerte (jue á la sazón que él escribía apenas se encontral)an algunos. ' De la aserción de un autor tan verídico como el citado, se convence bien (¡ue la princi[)al causa (|ue influyó para la aniquilación de estos naturales, fué co- mo dejo asentado arriba, su mismo desatinado fui'or, el cual despobló la Isla de innumerables vivientes, y llenó el abismo de casi infinitos habitantes. No pue- do señalar el tiempo lijo en que terminó esta lastimo- sa tragedia; i)ero el contesto de una Real cédula li- brada el año de 1567 á pedimento de Bartolomé Bar- caso, vecino de esta ciudad, entonces villa, discurro (lue ya por aquellos años existían muy i)ocos, y éstos fugitivos por los montes, res[jecto á que su re[)resen- tacion se dirigía únicamente á que se le permitiese reducir a una sola población los naturales que anda- ban derramados en ellos, y que se le diesen en enco- mienda. De que arguyo no habia ya tanta copia de indios, pues no se estendió su proposición á mas, siendo tan ordinario el que los pretendientes no pi- dan, ni se contenten con lo menos. Fundado en lo antecedente no |)uedo asentir á la noticia, que pioduce cierto escritor en la Cronología de su orden, dando por asentado que cuando transitó por este puerto para Castilla S. Luis Beltran predijo la devastación lastimosa de gentes, que padecería la Isla á tiempo que tenía doscientos mil indios babitan- tes. Porque siendo inconcuso que este apostólico va- ron volvió de Cartagena á España el año de 1569. se hace difícil de creer según lo espuesto, el (pie su- sistiesen en ella tanto número de indios; á mas de (]ue en la vida de este glorioso Santo escrita por el maestio Vidal, ni se bace relación de su airibo o es- TOMÜ 1. 11 66 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. cala en este puerto, ni de su profecía acerca de nues- tros isleños. Hace mas sólido mi reparo, y mas vehemente mi duda sobre la citada noticia, el que comenzando los Libros capitulares de esta ciudad el año de 1550, no se encuentra, ni registra en ellos documentos que persuada hubiese en esta comarca, ni jui-isdiccían, que no sería la menos habitada, pueblos de naturales, á escepcion del de Guanabacoa, yá hoy villa de españo- les, distante como una legua de esta ciudad, el cual se fundó por acuerdo suyo en el nominado sitio y el de Tarraco el año de 1554, para reducir en él á doctrina y policía los que andaban vagabundos por los cam- pos, como consta del Cabildo de 12 de junio del pre- venido año; pues aunque parece que en el de 1575 pidió Diego Diaz, protector de los naturales, se les señalase en los conñnes de esta población tierra para sus conucos ó labranzas, y con efecto se dio comisión para ello á Gerónimo de Roxas y Avellaneda Alcalde oi'dinario, y á Manuel Diaz Procurador del común, se infiere de la misma i)retension y providencia dada para su establecimiento en el contorno de esta ciudad, serian tan poco^ que no podrían formar un pueblo. A mas que conforme á una recibida tradición no eran estos indios oi'iginarios de la Isla, sino traídos de la provincia de Campeche, los que dejaron perpetuado este nombre al l)arrio destinado para sus casas y siem- bras, y este se hace muy verosímil, porque á no ser distintos de nuestros isleños, era regular haberlos |)uesto en Guanabacoa, como se practicaba con los pocos que vagaban por las haciendas del distrito. Todo lo que me obliga á creer que muchos años antes del de 1569 se liabian reducido á cortísimo número y á dos lugai'cs solos todos sus pueblos. Esta desgraciada situación, cuyas perjudiciales re- JOSÉ M. F. DE AKHATE. 67 sultas quizá no se coinprendiéi'on en acjuella edíul. como se sienten ahora, abrió mas ancha puerta á hi introducción de los negros, que yá desde el año de l¡ñcando sus lubricas á pro[)or- cion de sus fafnilias, especialmente el Mariscal de Campo D. Fi-ancisco Cagigal, que la ha ilustrado con una pieza que ha construido sobre el caballero que cae a el mar, para sala de recibo, adornada interior- mente de medallas y escudos primorosos de yeso; y ])or lo esterior con un balcón hermoso que la circun- da 6 rodea. El nominado Brigadier hizo y formó el rastiillo que hoy tiene esta foi'taleza, y los cuarteles altos y bajos que á su continuación corren al lado del Sur, para el alojamiento de la troi)a de infanteiiay caba- llerías de la montada. Juan Diaz de La Alcaidía ó Comandancia de esta fortaleza andu- la Calle me- ^q aucxa alguu ticmpo al empleo de Gobernador y cap. 38. Capitán General de la Isla, según se manifiesta de de una Real cédula fecha en el Pardo á 21 de noviem- bre de 1590, de que haré mención en otro capítulo; pero tengo evidencia de que á mas del Capitán Acey tu- no, obtuvieron este encargo antes que se encomenda- se á los Gobernadores, el Capitán Juan de Lovera, Diego Fernandez de Quiñones y el Sargento Mayor Diego de Arguello, y que después lo ejercieron Fran- cisco Diaz Pimienta, D. Antonio Manuel de Águila y Roxas, y su hijo el Capitán D. Juan, caballero del orden de Santiago, natural de esta ciudad que fué el último Alcaide de esta fortaleza. Esta fué sin duda el exordio ó principio de la for- JOSÉ M. F. DE ARRATE. . 85 tificacioii de la Habana, que espeninentó desde luego los favorables efectos que le resultaban de est a defen- sa, pues en los años de 1543 ó 1544 gobernéindo esta villa el Ldo. Juan de Avila, arribaron sobre este |)uer- Piedraiüta to cuati'o navios de guerra y un patache francés de Rrf|.a^f^^"f|J que era Comandante Roberto Baal, echando gente en i. páir. isV. tierra i)or la parte en que ahora esta el castillo de la Punta, fué rechazado v puesto en fuíia. con considera- .r i, ble perdida de los enemigos por el luego de la artille- üv,. lo. cap. ría de la Fuerza, y ardoicon que á su abrigo le acorné- ^^ P- -'^^■ tióel vecindario, pagando en esta desgraciada empresa y no esperada resistencia, algún tanto de lo que ha- bia ol)rado en Santa Marta y Cartagena, pues si de allí salieron victoriosos, de aquí se retiraron corridos y escarmentados. La esperiencia de lo que habia contribuido para atajar el antedicho insulto la espresada fortaleza, ó lo que es mas de creer, el pleno y perfecto conocimiento de la esencialidad de este puerto para el mayor seguro del comercio y navegación de los dos Reynos, hizo que años después el Rey nuestro Sr. I). Felipe If, por Hen-. dec. de antonomasia el prudente, anteviendo con su gran po- i"'^- P- H- lítica é incomi)arable penetración que lo que enton- ces era interés de unos corsarios |)articulares, llegaiia á ser en lo sucesivo objeto y empeño délas testas co- jy Lorenzo roñadas, mandó se construyese una insigne fortaleza Vander. Suc" digna de su Real ánimo y propia para el designio de í'g|" ^' ^^^^' hacer inespugnable este puerto, destinando para ello al famoso ingeniero Juan Bautista Antonelli, que con la dirección del yá enunciado Maestre de Campo Te- jeda Gobernador y Capitán General de la Isla, empe- zó á fabricarla el año de 1589. á cuyos principios fué el arribo de ambos á esta ciudad, no dándole lugar al segundo todo el tiempo que permaneció en este Go- bierno para que la dejase perfectamente acabada, por- 86 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 4 que consta de una representación de su sucesor D. Juan Maldonado Barnuevo, que aun el de 1589 no es- taba cabalmente concluida la obra, y que necesitó de los auxilios del vecindario, para proseguirla y finali- zarla. Ademas de uu testimonio tan autorizado, persua- de la misma grandeza de este castillo, la robustez y ostensión de sus muros, y la profundidad de su foso, que aunque hubiesen sido muy numerosas y efectivas las espensas, y multij)licaclos los operarios destinados para su construcción, no pudo finalizarse en tan corto tiempo, como manifiesta la inscripción ó letrero que existe grabado en una piedra, á la entrada del rastri- llo de la prevenida fortaleza: porque siendo indispu- table que así el espresado Gobernador Tejeda, como el ingenierio Antonelli llegaron á esta ciudad corrien- do yá el año de 1589, en que se supone yá hecha, no es verosímil que una máquina tan corpulenta como la que admiramos, se hubiese concluido en lo restante del mismo año; cuya reñexion me hace ser de sen- tir, se puso inadvertidamente el año en que se le dio principio, por el de su consumación; como se per- cibe del siguiente rótulo que se conserva en el lugar yá referido, aunque lastimados algunos caracteres por la injuria del tiempo que todo lo destruye. Gobernando la magestad del señor don Fhelipe Segundo hicieron este castillo del Morro el Maes- tre de Campo Tejeda y el ingeniero Antonelli, SIENDO Alcaide Alonso Sánchez de Toro. Año de 1589. Para individuar con la claridad correspondiente las circunstancias de este gran castillo, se necesita de ^ JOSÉ M. F. DE ARRATE. 87 mas campo que el que me deja este capítulo, y así re- servo sil descripción para el subsecuente, á que solici- taré ceñirla, y dar lug;ar tandiien al de la Punta. CAPITULO X. Refiérese la situación y grandeza del castillo DEL Morro, los Alcaides que ha tenido y se da NOTICIA del de la PuNTA. Sobre un alto peñasco que combate embravecido el mar, por su elevación dominando el puerto, la ciu- dad y las playas circunvecinas de barlovento y sota- vento, está situada la gran fortaleza de los tres Reyes, célebre en ambos orbes, en una punta que de la parte del oriente sale á la misma boca ó entrada de la bahía cronoiog-. de V cae al Nornorueste, levantándose 35 ó 40 varas de '^- J"an de la superñcie del mar, que á veces furioso suele asaltar 431 "^^*" " ' tauta altura. Su fortificación es irregular, por no per- mitir otra el terreno 6 estension del risco, y se com- pone de un medio baluarte formando en lo mas angos- to de la punta, el cual tiene en el ángulo saliente un sublime torreón de doce varas de alto, que llaman el Morrillo (1) y sirve de atalaya para vigiar las embar- caciones que se avistan y hacer seña con la campana del número de velas que se descubren, las que se ma- nifiestan por unas banderitas que se fijan sobre la cor- (l) Véase la nota A al ñiial de este capítulo. 88 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. tina que cae encima de la puerU del castillo, y mira á la población, distinguiéndose por el lado en que las colocan, el rumbo 6 llanda por donde aparecen como yá espresé en el capítulo antecedente. A este medio baluarte se siguen hacia el mar cua- tro pedazos ó cortinas que forman algunos ángulos, según da lugar la figura del peñasco, y en ellos hay i'epartidos cañones gruesos que todos miran al mar: rematándose los espresados lienzos en un baluarte cuadrado que tiene cuatro piezas de bronce con la mism.a mira, y del medio sale una escala plana hacia otro baluarte, que compite en la altui'a al torreón del Morrillo, mirando una de sus caras al mar, y la otra á tierra, guarnecidas ambas y sus flancos, de cule- brinas de bronce de buen calibre. Desde este baluarte continíia una cortina que re- mata en otro casi igual y mira á la campaña de bar- lovento, á la bahía y ciudad. En él hay un grande aljibe ó alberca: ciñe todo este lienzo de muralla in- termedio, y los dos baluartes colaterales un foso pro- fundísimo abierto en la misma peña, con entrada en- cubierta y estacada á la campaña, que es asperísima por ser toda de arrecifes muy agrios. Corre desde este baluarte hacia el poniente un lienzo de muralla de 40 á 45 varas de largo, que cae á la bahía y lemata en una escala plana que baja has- ta el Morrillo, y al lado izquierdo tiene otro baluarte cuadrado con cuatro cañones que apuntan dos a la boca del puerto y dos á su fondo: hay en él otro alji- be nada inferior al que he referido, y ambos se repu- tan con provisión bastante de agua para mantener la guarnición en el mas prolijo sitio que pueda ofre- cerse. Del pié del torreón del Morrillo sale y desciende una escala plana hasta la plaza de armas en donde JOSÉ iVI. F. DE ARRATE. 89 está situada hacia el Norte, la iglesia, casa del Coman- dante, otra para el Capellán y oficiales, y tres cuarte- les altos y l)ajos para el alojamiento de la tro[)a, divi- didos unos de otros con sus regulai'es calles: hay otras oficinas, (calabozos y bóvedas en lo inlerioi* de su ámbito, siendo la mas principal la del cuerpo de guar- dia que es á prueba de bomba. Tiene éste á su en- trada un puente levadizo, por donde se pasa á la puer- ta del rasti'illo desde la cual se baja al llano por una larga esplanada, con su parapeto que la res^ guarda. Habiéndose premeditado seria conveniente demo- ler de la obra antigua que tenia esta fortaleza, un ba- luarte pequeño, formado casi al pié del MoitíUo, titulado los doce Apóstoles, poi' el número de los ca- ñones que lo guarnecian y eran dedicados á estos santos, se construyó bajo del castillo á la parte del Sur una batería en figura de media luna, á donde se trasladaron las citadas piezas, la cual tiene cuarteles y oficinas para la gente ([ue se destacare á su defensa, y todos los fuegos miran á la boca del puerto: lal)róla en su tiein})o 1). Juan Francisco de Giiemcs. A distancia de 500 varas del castillo, se formó después otra con igual número de cañones, nombrada la Pastora que por estar mas baja y oculta, es mas resguardada, y por consecuencia muy ofensiva á los l)ajeles que intentaren forzar la entrada: perfeccionó esta última I). Francisco Cagigal de la Vega. El primer Alcaide de este castillo, como (pieda dicho, filé Alonso Sánchez de Toro, como consta de la inscripción (|ue dejo trasuntada, á quien sucedieron en este empleo, según he podido ¡nvestigai', las pei"- sonas siguientes. Año de 1600, Antonio de Guzman antes ('astella- no de la Punta. Tomo 1. 14 90 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. u M^'^caí ^^^^^ ^'® 1607, Juan de Yillaverde, que fué pritiíe- drai de Cuba.ro Gobernador de Cuba. Año de 1615, Gerónimo de Quero que fué antes Sargento Mayor de esta plaza, y mandó las armas con título de Gobernador y Capitán General en virtud de Real provisión de la Audiencia del distrito, espedida el año de 1619, ascendió al Gobierno y Capitanía Ge- neral de la provincia de Santa Marta. Año de 1624, Capitán Juan de Esquivel Saavedra: gobernó las armas, y después obtuvo el empleo de Castellano de S. Juan de ülüa y Gobernador de Vera- cruz. Año de 1625, Capitán Cristóbal de Aranda, man- dó lo militar. Año de 1630, D. Mateo Varaona interino en vir- tud de Real orden. Año de 1633, Sargento Mayor Damián de Vega. Año de 1638, Juan de Arizmendi, Gobernadoi* de las armas. Año de 1644, Sargento Mayor 1). Lúeas de Car- vajal. Año de 1654, Capitán Pedro García Montañés, gobernó la guerra. Año de 165o, D. José de Aguirrc, gobernó 1« mi- litar por muerte de ü. Juan Montano. Año de 1660, Gaspar Martinez de Andino, Caste- llano antes de la Punta; i)asó después con el grado de Maestre de Campo al Gobierno y Capitanía General de la isla de Puerto-Rico. Año de 1663, Capitán Pedro García Montañés, por deposición del antedicho. Año de 1664, Gaspar Martinez, restituido. Año de 1683, Capitán de caballos D. Andrés de Munive, caballero del orden de Santiago: gobernó la ííuerra. JOSÉ !\r. F. DE ARRATE. 91 Año de 1701, Capitán de caballos D. Luis Chacón natural de esta cindad, gobernó tres veces las armas, la última como Gobernador y Capitán General cu vir- tud de Real orden: tuvo el grado de Teniente Coro- nel. Año de 1734, Coronel D. Manuel José de Jústiz, natural asimismo de esta ciudad; fué antes Sai"gento Mayor de esla plaza, y después Gobernadoiy Capitán General de las piovincias de Florida. Año de 1750, Teniente Coronel U. José Fernande/ Borbua, antes Sargento Mayor de esta plaza. Año de 1751, Teniente Coronel D. Fulgencio Gai'- cía de Solis, Sargento Mayor de la plaza de Cul)a y de la Habana: pasó en Ínterin de Gobernador y Capi- tán General de la Florida, y después en pro[)iedad de Comayagua en el Reyno de Guatemala. Año de 1754, Capitán D. Mateo de Sarabia ac- tual. Fué este empleo en la antigüedad de la mayoi* coidianza por tener y gozar cfitre otras preeminencias, que corren recopiladas entre las Leyes de Indias, la de suceder en el Gobierno militar de toda la Isla ])or muerte del Capitán General de ella, en cuya posesión permanecieron desde el año de 1615, que á pedimen- to de Gerónimo de Quero se les conñrió este honor, hasta el de 1715 que se creó paia esta plaza Tenien- te de Rey 6 Cabo subalterno, á ejenqdo de los que Ri- céfinia íc- habia yá en estas partes en las ciudades de Cartagena !íina^^ Jg "s¡!; y Santo Domingo, siendo el primero ])ro visto el Coro- tiemine lei.). nel reformado D. Pedro de Olivier y Fullana á quien antes de pasar á tomar posesión de este empleo, se le R^'ttio\?T'l dio ascenso al gobierno de la Florida donde falleció, de díc. ni.o. Con poca diferencia de tiempo, porque fué en el del gobierno del mismo Maestre de Campo Tejeda, se empezó á labrar otra fortaleza al poniente casi fronte- 92 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. la a la del Morro, que está á la otra banda, y aunque iideiior en todo á la de los Reyes, es muy á propósito ])or estar situada en terreno bajo para batir mas á la, superñeie la eampaña de este lado, y para coger entre dos fuegos á los l)ajeles enemigos, que emprendiesen tomar el puerto, que aunque se hace tan difícil |)or la estrechez de su canal, (pliso jxjnerlo con esta defensa mas arduo el arte: aunque algunos inteligentes en el de la fortificación, no la han considerado tan conve- niente como la supongo, lo que entendido en la Corte ha motivado varias providencias para su demolición; pero siempre han (juedado suspensas, lo que obliga á cieer que con mejores informes, se ha caliiicado por necesaria o á lo menos por titil. La figura ó forma de esta fortaleza nombrada San Salvador de la Punta, es cuadrilátera con sus baluar- tes en cada ángulo, y sus flancos regulares: los lienzos 6 cortinas intermedias tendrán como 40 varas de lar- go, de donde se puede deducir según reglas el ámbito y tamaño de los espi'esados baluartes de los cuales dos miran al mar y los otros á tierra, y están guarne- cidos de buena artillería: tiene fábricas interiores para la habitación de su Comandante, y alojamiento para la gente que la guarda. Su entrada la resguarda un ])arapeto de cantería con su estacada: desde ella has- ta la puerta del recinto de la muralla que cae á aque- lla parte, se ha formado camino cubierto, que estaca- si á la orilla de la bahía, j hoy se le han aumentado otras obras de importancia hacia la campaña. Consta por una piedra que permanece embebida en una de sus cortinas, que á la fábrica que en ella hi- zo el Gobernador Tejeda, aumente) alguna en su tiem- po D. Lorenzo de Cabrera su sucesor. Los Alcaides que ha tenido desde su principio, parece que han sido los que espresaré á continuación, aunque puede fal- JOSÉ M. F. DE AKRATE. 93 tíir uno ú otro de que no se lia podido hallar no- ticia. Año de 1596, Capitán 1). Antonio de Guznian. Año de 16*00, ü. Mateo de Varaona. Año de 1624, Ca))itan .luán de Alemán. Año de 1630, Caj/itati N. Portieri'a. Año de 1637, D. Pedro Enriquez de Novoa. Año de 1650, Cai)itan Gaspar Martinez de Andino. Año de 1660, Ca})itan de caballos j). Andrés de Munive. Año de 1683, (;ai)itan de infantería Gaspar Mateo de Acosta, mi abuelo que paso con gi'ado de Maestre de Canq)o á los Gobiernos y capitanías generales de Cumaná y Mai-acaybo. Año de 1683, Teniente de cal)allos D. Francisco íiaytan de Vaigas. Año de 1687, 1). Pedio de Aranda y Avellaneda, antes Sargento Mayor del Presidio de la Floi'ida. Año de 1694, U. Pedro Rodríguez Cul)ero, que ])a- so al Gobierno del Nuevo Méjico. Año de 1700, Ca|)itan de caballos 1). Luis Znñudo y Anaya, que pasó al de Cuba. Año de 1710, Sargento Mayor J). .losé de Santa Cruz natural de esta ciudad. Año de 1729, Capitán de infantería 1). Juan de Florencia natural de ella. Año de 1737, 1). Juan de Figueroa idem. Año de 1758, D. Fernando Arias, actual. 94 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Nota A.— Pág. 87. Fai el suplemento al Diario del Gobierno de la Habana, del jueves 5 de octubre de 1820, liemos encontrado el informe, pormenor de los trabajos y mejoras que se hicieron })ara lograr el brillante alumbrado del fanal gira- torio levantado en el Morro })ara guía de los buques, durante la noche. Y lo transcribimos como un documento irrecusable. ( )ficio del señor Brigadier de la Armada D. Honorato Bouyok, sobre la reparación del fanal giratorio del morro, que de (jRDEN Superior se imprime para conocimiento del público y GOBIERNO DE LOS NAVEGANTES. ~ Concluida la reparación del fanal giratorio establecido con Real apro- bación en el torreón de la fortaleza del Morro de este puerto, cuyo examen tuvo V. S. á bien confiarme bajo la autorización del Excmo. Sr. Coman- dante general de marina de este Apostadero, lo pongo en la debida noticia de V. S., y (jue desde la noche del dia 24 del corriente principiará á alum- brar con doce reflectores parabólicos de once y cuarta pulgadas de diáme- tro, que he tenido (pie hacer construir aquí, de plata l)atida, por no haber sido posible encontrar artífice que los ejecutara de colare con una hoja de plata sobrepuesta en su parte C(5ncava, cuales son los que generalmente se usan para este propio objeto al fin de su menor costo. Los mencionados doce reflectores son guarnecidos de sus correspondien- tes cajas de hoja de lata para el dep()SÍto del aceite destinado á alimentar sus luces, de las mechas circulares de algodón con sus tornillos y roscas pa- ra subir y bajar aquellas, hasta apagarlas si se quiere, sin necesidad de to- carlas, y de sus chimeneas de cristal que atraviesan los reflectores á fin de que el humo no em])añe sus surperficies cóncavas, pulidas á manera de es- pejo, y se hallan adaptadas de seis en seis á cada uno de los dos lados de una plancha de hieiTo batido de figura ovalada, cuyo diámetro mayor cons- ta de 54 pulgadas y el menor de 36, la que siendo colocada verticalmente sobre un fuerte eje giratorio, (jue describe por medio de un relox el círculo entero en el espacio de dos minutos, se mueve á la par de él presentando al- ternativamente á todos los espectadores, en cada minuto la plenitud de las luces de uno de sus dos lados, las que empiezan por una total ocultación de lo brillante de ellas, siguen gradualmente hasta dar la mayor que son capaces de producir, y tenninan por perderla gradualmente hasta volver á ocultar su brillantez del mismo modo que se empezó, continuando así sin cesar todo el tiempo que el fanal ha de quedar encendido para llenar los fi- nes de utilidad á que se ha colocado. Debo observar á V. S. que las obras ejecutadas anterionnente en el es- presado fanalj habiendo sido con la mira de alumbrar con gas, cuyo pro- yecto no ha sm-tido el efecto que se esperaba, rara es la que ha podido apro- vecharse ó aplicar al alumbrado con aceite que he adoptado, como el mas seguro y el mas económico; motivos porque las naciones marineras le han preferido en los fanales que se ven constraidos en sus puertos. Nada he omitido de cuanto me han sugerido la teórica y la práctica á JOSÉ M. F. DE ARRATE. 95 ñn de poder logi'ar en el mecanismo de las lámparas, el mejor modo de ali- mentarlas con el aceite para que produzcan y conserven la mayor cantidad de luz posible y á asegurar su duración todo el tiempo que hayan de durar encendidas, cualquiera que sean el viento y el agua que sobrevengan, por ser estas las ocasiones en que mas las necesitan los navegantes cuando se hallan á la proximidad de una costa ó de un puerto. Para conseguir esta principal ventaja, he hecho colocar en las cuatro grandes aberturas que tiene el torreón y hasta en su puerta de entrada, fuertes ventanas con sus correspondientes l)astidores de cristal, de que care- cian, y por donde era tanto el viento que se introducia en el fanal, que no podia menos de apagar sus luces al momento. El mismo y aun mayor inconveniente se tocaba con la mucha agua que en tiempos lluviosos entraba en el íanal, tanto por sesenta cristales que le faltaban, como por una clara de seis pulgadas de alto que habia por todo el rededor de él en su estremo superior; pero todavia en mas abundancia con la que se introducia por un agujero practicado en el vértice de la cú- pula, por donde pasa la barra de hierro que sostiene la bola y la veleta, pues era en tan grande cantidad que considero como imposible se mantuvie- sen las luces encendidas un solo instante, y que el relox pudiera conservar- se límpido y corriente cual debe estar una máquina de esta clase para pro- ducir su efecto, y dejase de inutilizarse enteramente su mecanismo por el ro- bin de las piezas que le componen, como efectivamente así ha sucedido. Todo se ha reparado y puesto en el orden debido, á fin de proporcionar á la navegación, si no el completo de la utilidad que merece un puerto tan concuiTÍdo cual es este de la Habana, á lo menos toda la de que es suscep- tible el torreón de la fortaleza del Morro, no construido ciertamente desde su principio, como es bien sabido, con el objeto de recibir en lo alto de él un fanal de las dimensiones que pide aquel grande objeto, con su corres- pondiente galería y un corredor al intermedio que ha de ser suficiente á dar el necesario desahogo, no sólo á los sirvientes, sino también á los ope- rarios destinados á armar y desarmar, en casos necesarios las innumerables ])iezas de que se compone una ol)ra de esta clase, tanto mas difícil v arries- gada de ejecutar á aquella grande altura, cuanto mas estrecho sea el sitio donde se haya de trabajar, debiendo asimismo observar á V. S. que esta reparación que me ha hecho el honor de confianne, y de que únicamente me he encargado en obsequio de la pública utilidad, no debe considerarse sino como interina: 1" porque el torreón del Morro á causa de su poco diáme- tro no pennite sino un fanal de })e(pieña magnitud, cual es el actual, y 2" l)orque la base de él en lugar de sentar á nivel de la altura ó antepecho del balconage, á fin de que los navegantes pudieran disfrutar de la vista entera libre por cada uno de los 6 meses, (jue le he empleado en esta comi- si(m, la cantidad de /30 pesos (|ue con otros 50 (pie disfruta en este Arsenal, como Afaestro mayor (pu' es de él, compone el dolde sueldo ó jornal que he Tomo I.' ' i ó 98 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. señalado á los operarios empleados allá bajo de su dirección,^ y^ si por el trabajo material y extraordinario de este individuo le halla V. S. acreedor á alguna gratificación, lo recomiendo á V. S. para lo (pie juzgue convenien- te señalarle. Aunque este sistema de alumbrado provisional sea muy sencillo, es ne- cesario cpie los dos individuos destinados á su servicio, tanto de dia como de noche, no carezcan del celo é inteligencia que requiere su encargo, y es de los mas prolijos, especialmente por el diario y constante aseo de las lám- paras, sus candilejas, mechas &c. y por su preparación de antemano para poderlas encender en el momento mismo que lo exige la_ utilidad ])ública, sin que entonces toquen inconveniente alguno que se lo impida, por el celo continuo (pie han de tener para que no se apaguen, sea por el viento ú otra causa imprevista, y remediar inmediatamente á cualquier falta (pie no- ten en ellas, y por su incesante cuidado en la conservación (le cuantos ob- jetos encierra el torreón, como si fuesen verdaderamente propiedades suyas, según deben considerarlas, pues que inventariados y hechos cargo de ellos bajo de un recibo, son responsables á las faltas que se encuentren. Asimis- mo seria necesario (pie tuviesen alguna noción, aunque leve, de cerragería V farolería para los casos (pie ocurran de tener que hacer una reparación momentánea, principalmente durante la noche, Ínterin dan el aviso inme- diatamente para proveer á ella en los ténninos debidos, si es de entidad, á cuyo efecto he colocado en el piso alto del torreón l>ajo del que sostiene el farol, una mesa con un tornillo de banco y un pe(pieno surtido de _ lierra- mientas que pueden necesitar, y por último para que estos dos individuos no aleguen pretestos en el caso de que se vea que no llenan los deberes de su encargo, reducido á (pie haya constantemente durante la noche una bue- na luz gn-atoria dentro del fanal, y para evitar la confusión que i)udiera ocasionar cuanto hav anexo á este alumbrado, si no estuviera colocado y guardado con método, y siempre á la vista para usar de ú\ al instante que se necesite, he colocado en el mismo piso dos cajas con sus cerraduras y llaves; la una con 48 divisiones para recibir otras tantas chimeneas de cris- tal sin riesgo de (pie se rompan por los frágiles (jue son, con un sm'tido com- petente de mechas; y la otra para depositar en ella las lámparas, numera- das para no e(piivocar los sitios á que corresponden, con todas sus piezas anexas, doce para el uso diario y las otras doce i)ara su reemplazo en caso necesario, lienzo usado para la limpieza de ellas, una badana para la de los reflectores, avíos de encender, medidas de hoja de lata para llenar las lám- paras &c. con una instrucción breve de lo (pie han de practicar de mas esen- cial, pareciéndome que se les puede abonar un sueldo mensual de 30 pesos á cada uno, haci(:'ndoles saber, que así ct)mo se les dá la esperanza de algún aumento de sueldo si se hacen acreedores á él por su celo é inteligencia, se les despedirá en caso contrario, reemplazándolos con otros, y para que ja- mas se entibien en el constante cuidado (lue se les exige, y del cual pende el exacto servicio del fanal; á fin de que no se interrumpa su luz giratoria, especialmente en las noches obscuras y tempestuosas, que son las en que su esmero es mas necesario. Aunque el público sea, digámoslo así, el celador natm-al de semejante institución, no siendo esto bastante, convendria que se estableciera una e^- j.ecie de ronda de vigilancia, 6 por ine^or decir inspección, una vez en cada JOSÉ M. F. OK ARRATE. 99 semaiiíi ])()r lo menos sin designar el ilia: el inspector acompañado de un operario inteligente y de su satisfacción iria á cerciorarse ])or sí mismo del estado en que se lialle todo lo anexo al fanal, como de lo (jue pueda liacer falta para remediarlo allí mismo con los útiles y efectos que hay de repues- to, en caso de ser de poca entidad, y de lo contrario providenciar su envío á la ciudad para su correspondiente reparación. Concluida la inspección del fanal y de cuanto le es anexo, estimularía <) reprendería á los sirvientes de él, según que lo merezcan; pues si á éstos á mas del celo y de la inteligencia que se les exige, les acompaña un poco de amor propio, bastará aquel estímulo para ])rocurar de todos modos hacer- se acreedores á los elogios del púldico con el bueno, exacto y ecoiunnico servicio del fanal, reducido á (pie las luces de él se conserven siem])re her- mosas, brillantes y giratorias, á ñn de que en ningún caso se confundan con las de tierra ó de alguna estrella que salga sobre el horizonte. Todo lo (pie me ha jiarecido deber esponer á Y. 8. con algún detall l)ara su noticia, quedando en pasar á sus manos, luego (|ue esté concluida, la exacta relación de los gastos cansados. Dios guarde á Y. S. muchos años. — Arsenal de la Habana 22 de Se- tiembre de 1S20. — Honorato Bouyon. — Sr. Intendente general de ejército y hacienda de la isla de C'ul^a. — Es copia. — Jiia)t Xepomitceno de Arocha. El año de 1845 el Excrao. 8r. D. Leopoldo O'Donell, como Presidente de la Junta de Fomento, reformó el torreón y colocó un nuevo fanal de primer orden de Fresnell cuyo costo ascendió á $57,584. CAPITULO XI. De los aumentos que fue teniendo la fortificación de esta plaza. Finalizada la fortaleza de la Punta, pausaron por algún tiempo los proyectos de aumentar otras nuevas, no porque se considerasen bastantes para liacei* res- ])etado este importantísimo puerto de la audacia y poder de los enemigos, émulos de la gloria y riqueza de España, ni porque la atención de nuestros Monar- cas, y vigilancia de sus Ministros no mirase desde 100 LLAVE DEL NUEVO RIUNDO. muy cerca las conveniencias que producirian de pci- feccionar su tbrtiticacion; pero las urgencias de la Co- rona ü otros motivos graves que no alcanzo, intcr- lumpiéron la prosecucioii de ella, hasta que con la ocasión (|ue espresaré inmediatamente, se volvió á suscitar la materia. El año de 1633 habiendo encomendado S. M. a! Marques de Cadereyta Capitán General de la Real ar- mada de la guardia de las Indias, y á su Almirante 1). Carlos de Ibarra, del Consejo de guerra, el conocimien- to é inspección de ciertos reparos, que habia informa- do el Gobernador de esta ])laza, necesitaban sus tres tbi'talezns algo deterioradas con el curso del tiempo y endjates del mar, se premeditó por dichos Cabos y oti'os oficiales de graduación de la escuadra, que asis- tieron con los Ministros de Real hacienda é ingenie- ro de esta ciudad á la prevenida diligencia, conven- dria resguardar con dos torreones las bocas de la Chorrera y Cogímar, la una á Sotavento y la otra á Barlovento, regulando todo su costo en 20.000 duca- dos, lo que no tuvo efecto hasta el año de 1646, en el cual debiendo de inquietar la tranquilidad de los ve- cinos y moradores de esta ciudad, los recelos de al- gún oculto desembarque por ellas, como tan inmedia- tas, y por donde aunqne no se intentase sorprender la plaza, se podían insultar las haciendas comarcanas y aprisionar sus dueños y habitadores, se determinó fabricar los dos fortines proyectados, como se ])racti- có á costa de los mismos vecinos, que interesándose ,,,,,,, en la quietud V seguridad, se constituyeron gustosos á Keal cédula (le i 4. '^ • i i '• i 'c-, ht V t- i 3iacind;'ii"de ''^ coutribucion dc los gastos, de que S. M. les dio las marzodei6i9 gracias, ofrccicndo en tiempo mas oportuno la recom- pensa de este servicio. M á'^si^dt Después gobernando Frey D. Francisco Gelder, enero de 1656. pi'opuso á la Cortc rompcr un canal ó abrir un foso, JOSÉ M. F. DE ARRATE. 101 (jue cortando la lengua de tierra por donde se divide el mar y la l)aliía. pudiesen eoniuniearse las aguas, quedando islada la población, y así mas defendida y segura. Idea ([ue no mereció la regia aprobación, teniéndose por mas aceptalde la de su sucesor D. Juan Montano Bláscpiez que se reducia á cercarla por tierra de muros, corriendo una cortina con diez baluartes y dos medios, según la planta remitida; para cuya obra había ofrecido el vecindario concurrir con 9.000 peo- nes, (1) y arbitrado el Cai)ildo el impuesto de medio real de sisa sobre cada cuartillo de vino (pie se ven- diese, lo ([ue se admitió, ordenando el Rey se asistie- se de las Cajas reales de Méjico con 20.000 pesos para la íal)rica; pero se suspendió por nuevo despacho á que debieron de obligar los accidentes de la guerra de aquellos tienqios. Instaba mascada vez la ejecución de este último proyecto por el fatal suceso de la toma de Jamayca el año de 1655 y amenazas de que al siguiente em- pi'cndiesen victoriosos los ingleses alguna operación sobre esta plaza, que era la mas envidiada y apeteci- da de los enemigos en estas partes. Considerábala el Rey y sus Ministros, la llave importantisima de la Nueva-Es|)aria. y el antemural de todas las Indias, cu- ya dominación peligraba en caso de apoderarse los estrangeros de la Habana. Conocía bien la gran po- lítica, y militar espedicion del que la mandaba enton- ces, que era el memorable D. Francisco Dávila Ore- Kscei.deiAr- • . i_ 1 ]• , !• te militar cap. jon, lo mucho qne se perdía en esta presea, mas dig- 43 ¿^ ^^9 V na de atención (pie Bruselas yAmbéres, ponqué aque- siguientes. Has aseguraban solamente la conservación de algunas (1) Creemos este número nmy exagerado; pero eomo lo hallamos re- petido otra vez en este mismo capítulo, no nos lia parecido oportuno susti- tuirle otro: nuestros lectores juzgarán por el estado de la ciudad en aquella época cual podia ser el tamaño del servicio. 102 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. provincias, mas esta toda la subsistencia del vasto imperio de las Indias, tan opulento por sus riquezas como ditícil para el recobro por sus dilatadas distan- cias, y hallando que sus fuerzas no podian igualarse con sus deseos, y que la muralla lirme que se había comenzado el año de 1633 corría con lentitud, sin embargo de haberla acalorado la aplicación de su an- tecesor y la actividad de los Comisarios nombrados por la ciudad, que eran el Alférez mayor D. Nicolás Castellón y el Regidor D. Hilario de Estrada, propu- so continuarla de faginas, lo que se emprendió y ade- lantó con el ñn de estorbar alguna .invasión por tier- ra, como la que esperimentó Santiago de Cuba el dia 16 de octubi'e del año antecedente de 1662, siendo su Gobernador el Sargento mayor D. Pedro de Morales, sin que pudiese impedirla el castillo de la Roca porque lo que era suficiente á defender el puerto, no bastaba á asegurar la población ni vecindad. Sucedió al Gobernador Orejón, D. Francisco Ro- dríguez de Ledesma, y se volvió á continuar con em- peño, la muralla firme cumpliendo el vecindario en- teramente con su oferta de los 9,000 peones, de que se dio por entendida la Real gratitud con estimables espresiones que estimularon á la prosecución del ser- vicio en esta obra, ayudando mucho á los gastos el ar- bitrio de sisa que monto algunos años mas de dos mil trecientos pesos, y se aplicaron con las otras asisten- cias del Rey á su destino. (1) Adelantóla cuanto fué posible dicho Gobernador Ledesma, y prosiguiendo con igual conato y tesón sus sucesores hasta D. Diego de Córdoba, Laso de la Ve- ga, quedó en el tiempo de éste rematado el recinto, no sólo desde la puerta de la Punta hasta la Tenaza, (1) En un manuscrito se lee 23.000 ps. — En otro 10.300. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 103 que es cuanto mira á tierra, sino desde la misma Te- naza hasta el hospital de San Francisco de Paula, que que es cuanto de la handa del Sur sirve la bahía de foso á la pohlacion. (1) La muralla del espresado recinto, aunque no es muy gruesa, es de buena cantería, y tiene toda com- petente terraplén y regular foso: en los baluartes hay garitones para el abrigo de las centinelas, y hay ca- balgada correspondiente de artillería. En otro tiem- po no tenia mas que dos puertas, una al Norte que es la de la Punta que sale á la caleta, y otra al Oeste lla- mada antes vulgarmente puerta de la Muralla y aho- ra conocida propiamente por puerta de Tierra: conti- gua á esta se ha labrado últimamente otra para que se salga por la primera y se entre por la segunda. La antigua tiene su puente levadizo, y ambas su rastrillo interior y esterior, guardando mucha proporción y semejanza en la altura y disposición de sus frontispi- cios y alojamientos para los oficiales y tropa que las guarnece. También se ha abierto otra puerta que sale al Ar- senal para facilitar por ella la introducción de todo lo necesario á la construcción y carenas de los bajeles, la que está custodiada de tropa como las demás aun- que no en tanto número. Teniendo el estado que referimos arriba la fortiñ- (1) En Agosto de 1863 el Excmo. Sr. Teniente General D. Domino-o Dulce, en virtud de Real orden al efecto, dispuso la demolición de las murallas de esta ciudad, suceso (jue se celebró con gran solemnidad y con- tento del vecindario. Se levantó un tablado, con ima gran escalinata lujo- samente decorada, en el espacio comprendido entre las dos puertas de Mon- serrate, (hoy plazuela de su nombre) las que comunicaban con las calles del Obispo y de O'Reilly; y el mismo Capitán General con una gran comitiva arrojó una de sus piedras ya de antemano aislada. — Por la noche hubo en el mismo sitio fuegos de artificio costeados por el Excmo. Ayuntamiento y música militar. Al sigviiente dia se comenz(') á «lerribar el lienzo de mu- ralla (^ue cerraba la calle de Acosta. 104 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. cacion de esta plaza, no satisfecha la Corte, ni el ofi- cioso celo de sus Gobernadores porque eran mucho menos de lo que se debia á su importancia, y mas á vista de lo acaecido á Cartagena, que estaba muy dis- tintamente fortiücada cuando lo espugnó el francés, no olvidaron nunca el sistema de reforzarla. El Mar- ques de Casa Torres siendo Gobernador construyó el baluarte de San Telmo en la orilla del mar, mediando la distancia que hay desde el castillo de la Punta al de la Fuerza vieja, que entonces se juzgo muy buena de- fensa y después se demolió por inútil, para seguir el recinto de la muralla que desde la puerta de la Punta empezó a fabricar sobre la bahía, quitándole mucha parte de su margen antiguo el Brigadier D. Dionisio Martinez de la Vega; obra que prosiguió su inmediato sucesor D. Juan Francisco de Güemes, quien habien- do desbaratado las coi'tinas que desde la Tenaza cor- rían hasta Paula, haciéndolas de mejor calidad, llevó tan á los fines el i'ecinto que mira á la bahía, que á no haber sobrevenido la guerra contra ingleses el año de 1740, la que pidió otras mas precisas atenciones hacia la paite de tierra que reforzó con otras obras es- teriores, hubiera dejado muy poco que adelantar en esto á los venideros. Y aunque se creyó quedase en- teramente concluido en el oobierno de 1). Francisco Cagigal, aun resta todavía que hacer para finalizarlo. Todo este nuevo muro que cerca la población ha- cia el puerto, es muy anchuroso y de buen material; compónese su cortina de algunos baluartes con sus lienzos intermedios, y tiene hasta ahora tres puertas, la del muelle de la Luz, la de la Machina y otra don- de estaba el antiguo embarcadero de Carpinete, cerca de la Real Contaduría, y según su delincación se de- berán hacer en esta dos para la carga y descarga de los navios, desembarque é introducción de las merca- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 105 derias, que se conducen en ellos, y de los frutos del país que se acarrean de la otra banda, como yá toqué en otro lugar. A representación, según considero, de D. Francis- co Cagigal, se ha dispuesto últimamente pur el Rey, se construya una cindadela sobre la serranía de la Caballa, para la que se están preparando los materia- les y operarios precisos, que requiere semejante obra, de (jue no puedo dar noticia. (1) CAPITULO XII. De 1.a tropa que antiguamente presidió estapeaza, aumento v nuevas disposiciones que ha tenido. Por el mismo tiempo que el cuidado y persiñcacia de nuestros Soberanos, atendi(5 con particular esmero á que se amj)l¡ticasen las fortificaciones de esta plaza con los castillos y defensas que se han referido, iba también dotándola de Cabos militares y de competen- te guarnición de gente arreglada, que la guardase y defendiese en las invasiones á que estai)a espuesta, porque sin esta providencia tan necesaria seiian sus fortificaciones unos cuerpos sin alma 6 unos esquele- tos sin vida. Sóbrelos Oficiales y tropa que á los principios tu- vo y se reduelan según noticias al Alcaide ó Caj^iían (1) Véase Valdes, tomo III <\v esta ohi-a. Tomo I. lt> 106 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Mem. de Ind. c. 38. de la Fuerza vieja, empleo anexo á los Gobernadores, el Sargento Mayor, un Capitán y cien infantes que presidiaban, se sirvió el Rey acrecentar el año de 1590 hasta el numero de trecientos soldados; y a mas de los prevenidos Unciales, los dos Alcaides del Mor- ro y Punta proveídos poco antes, á quienes asignó los sueldos siguientes, según consta de una Eeal Cé- dula que existe en los libros de este Gobierno y tras- unta Juan Diaz de la Calle en la obra y lugar que cito al margen. DUCADOS Al Alcaide de la fortaleza, Gobernador y Ca- pitán General 2.400 Al del castillo del Morro 600 Al de la Punta 400 Un Capitán • 720 Un Alférez 288 Un Sargento 168 Diez Cabos de escuadra á diez ducados 1.200 Un Capellán con lo mismo.. 120 Cuatro tambores y dos pítanos idem 840 El armero con ocho ducados 96 El barbero idem , 96 Un condestable de artillería con doce 144 Doce artilleros idem 1.728 Doscientos setenta v cinco infantes con ocho ducados .' 26.400 B 35.200 Que con lo señalado para ventajas, pólvora, plomo, medicinas y reparos de las fortificaciones, venían á montar cada año treinta y seis mil novecientos y do- ce ducados, con cuya cantidad se mandó asistiesen las Cajas de Méjico anualmente á esta plaza. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 107 Por los años de 1630 ó siguiente parece se acre- centó la guarnición de este Presidio hasta el número de 450 plazas con sus Oficiales de primera plana y ar- tilleros, creándose ó estableciéndose efitre otros em- pleos el de Alcaide de la Fuerza vieja, que antes ha- bia corrido anexo al de Gobernador, de suerte que lle- gó á sumar la anual situación 71.346 pesos. En el referido pié parece no subsistió mucbo tiem- po la guarnición establecida, porque debieron de pedir oti'as amplitudes los motivos ocurrentes en aquella ocasión, mandándose el año de 1634 que en el Mor- ro hubiese doscientas plazas de planta fija; y por este mismo ó poco después se resolvió tuviese el de la Punta y el de la Fuerza cien soldados cada uno, y mas adelante se aumentaron tres compañías sueltas por- que se hizo indispensable cubrirlas puertas de la mu- ralla y dar guarnición á los fuertes de la Chorrera y Cogímar, para los cuales se eligieron y nombraron Cabos, Gobernadores perpetuos, y aun en esta cons- titución no permaneció sin novedad dilatado tiempo. El año de 1719 en que gobernaba esta plaza D. Gregorio Guazo, se estableció en ella nuevo reglamen- to para su Presidio, estinguiéndose en todo lo mas la forma antigua que tenia su guarnición, la que se redu- jo al cuerpo de un batallón de infantería compuesto de siete compañías de á 100 hombres, inclusa una de granaderos que antes no habia y dos separadas, una de artilleros y la otra de caballería ligera, todas cofj Capitán, Teniente, Subteniente, Alférez y dos Sargen- tos, á escepcion de la última que carecía de Subte- niente, la que pocos años después se formó de drago- nes montados, y á ésta se agregaron otras dos que el Rey mandó levantar el año de 1736 con 70 hombres cada una. Desde el año de 1727 existían también como pre- 108 LLAVE DKL NUEVO MUNDO. sidiarias cinco compañías llamadas de blanquillos, ({ue viniéi'on de refuerzo, las cuales eran de á cincuen- ta homI)res con tres Oficiales cada una, y de este total d(í gente, á escepcion de la de dragones establecida pai-a otros fines, se proveían las fortalezas y puestos mas avanzados de dentro y de fuera de la ciudad, unos j)or guardias ordinarias y otros por destacamen- tos, yá de 15 dias ó yá de un mes que escuso indivi- duar por no ser prolijo. En la espresada gente de guerra y otros muchos empleos á que da sueldo el Rey, consumia anualmen- te su Real erario doscientos noventa y cuatro mil no- vecientos veinte y nueve pesos, que se conducian de las Cajas del Reino de Nueva-España. El año de 1754 se dio nueva disposición sobre la tropa (pie ha de presidiar esta plaza, y sueldos que han de gozar los oficiales y gente de su guarnición, (1) cuyo reglamento ha hecho en virtud de Real comisión el Conde de Revillagigedo, Virey que era actualmen- te de Méjico, de que daré una breve noticia. De toda la gente de esta plaza y la de los Presi- diarios de Cuba y Florida, se formo un regimiento compuesto de cuatro batallones, y cada uno de estos de seis compañías, las cinco de fusileros de 94 hom- bres, y las otras de granaderos de á 50, todas con cuatro Oficiales y dos Sargentos. A mas de esta tropa de infantería se formó una conq^añía de artilleros con Capitán, dos Tenientes, dos Subtenientes, dos xilféreces y cinco Sargentos, que con Cabos de bombarderos, herreros, armeros y mina- dores, debe tener 172 hombres. Quedaron asimismo existentes cuatro compañías de caballos de á 60 hombres con Capitán, Teniente, Alférez y Sargento: de toda esta suma de tropa se ha (1) Véase al final de este capítulo. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 1 Ó9 de proveer por destacamentos á Cuba y la Florida, á la una con cuatrocientos cuarenta hombres compren- diendo los sargentos, artilleros y tambores, con los res- pectivos Capitanes y Oficiales subalternos, ya la otra con 310 en la misma forma, pero con el aumento de una compañía entera de caballos y sus correspondien- tes Oficiales, en cuyo pié se deberá conducir anual- mente para la tropa y estado n)ayor de esta y las pre- venidas plazas la cantidad de 489.879 pesos conforme al resumen general del mencionado reglamento, del que corren impresos muchos ejemplares en que se po- drá ver lo que yo omito por no estenderme mas. (!()iiu) complemento cnriosoj copiamos el siguiente documento inserto en el tomo 16 (le las Memorias de la Real Sociedad Económica. Año de 1843. Formación del Reximiento de Infantería de San Cristóval de LA IIavana, que con oficiales, sargentos, tambores, cavos y SOLDADOS DE LAS GUARNICIONES DE LA HaVANA, OuBAT FlORIDA, Á HECHO EL Mariscal de Campo D. Franzisco Antonio Caxigal DE LA Vega, cavallero del orden de Santiago, Governador Y Capitán General de la Isla de Cuba, como Inspector y Di- rector GENERAL DE LA TrOPA QUE LA GUARNEZE. En EL DÍA 30 DE Abril de 1754. 1" Vatallon. Capitanes. — De granaderos D. Matheo Saravia Coronel D. Pedro Alonso Theniente coronel D. Juan Manuel Caxigal D. Fernando González D. Diego Fernandez Calvo D. Vicente de Justis Thenientes D. Joseph Montero de Espinosa D. Juan Jpli. Martínez D. Isidro Limonta lio LLAVE DEL NUEVO MUNDO. D. Bartliolomé de la Torre D. Joseplí Ruiz D. Joseph de Rives Snhthenicntes ü. Ignacio de la Vega D. Pedro Araiigo D. Juan Tío de Velasco D. Joséplí Martínez D. Femando Muñoz D. Matlieo de Jado Alférezes D. Juan de Figueroa D. Rafael de Limonta D. Rafael de Arango D. Joseplí Pérez de Miera D. Guillenno Costilla D. Plielipe de la Vega Sargentos 12 Tambores 11 Soldados presentes 180 Destinados en Cuba 61 Destinados en Florida 31 Total de sargentos, tambores y soldados . . 295 2° Vatallon. Capitanes. — De granaderos D. Ignacio Moreno Comandante D. Antonio Barva D. Juan del Castillo D. Alvaro López de Toledo D. Thomas de Cottilla D. Manuel Ramírez Thenientes D. Bruno Cavallero D. Pablo Jurado D. Manuel Villalon D. Ipólito Basquez D. Andi'es Brito Vetancourt D. Juan Alvarez Stibthenientes D. Francisco Escanes D. Joseph. de Roxas D. Franzisco Carvajal D. Juan Cottilla D. Gines Pomares D. Juan Bocachampa Alférezes D. Juan Antonio Matamoros D. Rafael de Cottilla D. Manuel de Aldana D, Antonio Remirez D. Pedro Ramos D. Nicolás de Zenea JOSÉ M. F. DE ARRATE. IH Sargentos 12 Tambores H Soldados presentes 187 Destinados en Cuba 60 Destinados en Florida 30 Total de sargentos, tambores y soldados. . 300 3° Vatallon. Capitanes. — De granaderos D. Juan de Landa Camanclante D. Vicente Manuel de Zéspedes D. Josepb Lleonart D. Miguel de Olasagasti D. Juan de Arozena D. Balthasar Pizarro Thenientes D. Franzisco Alcaraz D. Franzisco Veranes D. Antonio Reynoso D. Martin de la Toitc D. Miguel Pérez D. Josepb. Pomares Subthenientes D. Antonio de la Torre D. Juan de Peralta D. Antonio Larralde D. Juan Escanes D. Franzisco Estenoz D.' Antonio Arango Alférezes D. Manuel de Quintana D. Josepb Cottilla D. Josepb Quiroga D. Manuel Cavello D. Pedro Valiente D. Diego *de León Sargentos 12 Tambores 11 Soldados presentes 180 Destinados en Cuba 59 Destinados en Florida 29 Total de sargentos, tambores y soldados... 291 4? Vatallon. Capitanes. — De granaderos D. Diego Mousalve Comandante D. Luis de Unzaga D. Cristóval Gallegos D. Cristóval de Hoyos D. Beniura Diaz D. Josepb Oñoro y Soto 112 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Thenienfes D. Francisco Casáis D. Antonio Esqueira D. Raimundo de An-ivas D. Mariano Gelabert D. Clemente Lag-raña D. Benito Rumay Subtehenienfes D. Bernabé Subiietta D. Ildefonso del Toro D. Isidro Estenoz D. Antonio Gallegos D. Juan de Lleonart D. Félix Carrillo Alféreces D. Diego Balmaseda D. Andrés Queralta D. Antonio Queralta D. Antonio Toledo D. Miguel Diaz D. Bernardo Carrillo de Albornoz D. Manuel Sanuiento Sargentos 12 Tambores 11 Soldados presentes 164 Destinados en Cuba 60 Destinados en Florida 44 Total de sargentos, tambores y soldados... 291 PLANAS MAYORES. Plana mayor del 1" Vafallon. Coronel D. Pedro Alonso Theniente Coronel D. Juan Manuel Caxigal Sargento mayor D. Domingo Cavello Ayudante muyor D. Ignacio Curbille Capellán D. Lope Andrade Zirujano D. Phelipe de Acosta Tambor mayor Franzisco Sequero Plana mayor del 2" Comandante D. Antonio Barva Ayudante 2" D. Antonio Royo Plana mayor del 3° Comandante D. Vicente Manuel de Zéspedes Ayudante 2° D.Pedro Valverde JOSÉ M. F. DE ARRATE. Il3 Plana inai/or del 4" Comandante D. Luis de Unzaga Ayudante 2? D. Pedro f Jathalan FORMACIÓN DE LA COMPAÑÍA DE AR^riLLEROS. Oficiales (le esta cowjxiTiia. Capitán D. Manuel de .Soto y Amate lilemente D. Joséplí Martínez Otro D. Franzisco de Paula y Soto Subthenientc D. Franzisco Cordero Otro D. Matliias Méndez Otro D. Franzisco Calderin Alférez D. Nicolás de León Otro D. Ángel Diaz. Otro D. Lázaro Alverja. Sargentos , 5 Tambores 2 Cavos de bombarderos 2 Bombarderos 7 Armeros 2 HeiTeros 2 Carpinteros 1 Cavos de Artillería G Presentes en la Habana 64 Destacados en Cuba 21 Destacados en Florida 34 Total de sargentos, cabos y soldados de Artillería 146 FORMACIÓN DE LAS 4 COMPAÑÍAS DE DRAGONES. Capitanes. — T. Cnel. y Comandante. D. Antonio Pereira D. Luís Vasabe D. Martin de Arósteguí D. Joseph Lorenzo de León Thenientes D. Joachin de Arteaga D. Franzisco Becerra D. Joaclun de Sola D. Franzisco Diez Alférezes D. Ildefonso Sánchez 1). Juan de Aranda D. Andrés Llórente D. Manuel de Iv¡n( u Tomo 1. 17 1 14 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Sargentos 4 Tambores 4 Dragones montados presentes 117 Destacados en Florida montados 47 Desmontados presentes 80 Total de sargentos, cabos y soldados . . . . 252 Capitanes reformados D. Gregorio Aldana D. Antonio López D. Vicente Ramos D. Félix Valenz", sargento mayor in- terino de Cuba D, Joseph Avellanas, con licencia del Rey para ir á Es])aña Thenientes D. Joseplí Ármente D. Juan Quadrado D. Manuel de Limonta D, Sebastian Caro D. Joseph García D. Melchor Gonzales Súbthenientes D. Domingo de la Plaza D. Fernando Castilla D. Carlos Maiorga D. Joseph Brioso D. Domingo Rodrigo Alféreces graduados acreedores á in- válidos D. Joseph de Pueyo D. Bartholomé Jeierto D. Franzisco Rodríguez D. Antonio Nietto Cabos y sargentos reformados. Sargentos En la Habana 6 En Cuba 3 En Florida 4 Caros de esquadra. . . En la Habana G Soldados excluidos por inritiles del servicio. 30 A rtiUeros reformados. Capitán D. Manuel de Barros Theniente D. Franzisco Navarro Sargentos 1 Cavo de esquadva 1 Artilleros 7 JOSÉ M. F. DE ARRATE. 1 15 RESUMEN GENERAL. Capitanes, Theuieutes, Subtheniente y Alférezes (k-l 1" Vatalloii . . 24 Su Plana mayor de Coronel, Theniente Coronel, Sargento mayor. Ayudante mayor &c 7 Capitanes, Thenientes, Subthenientes y Alférezes del 2" Vatallon... 24 Su Plana mayor 2 Capitanes, Thenientes, Subthenientes y Alférezes del 3" Vatallon... 24 Su Plana mayor 2 Capitanes, Thenientes, Subthenientes y Alférezcíí del 4" Vatallon... 24 Su Plana mayor 2 Sargentos, tambores y soldados 29-5 ídem del 2" \ 295 ídem del 3° 291 ídem del 4" 291 1172 Capitanes reformados 3 Thenientes Ídem 6 Alférezes acreedores á inválidos ó Sargentos reformados 13 Cavos Ídem (i Destacamento de Chiba. Capitanes 2. Thenientes G. Subthe- nientes 1. Alférezes 5 14 Sargentos 10. Tamb. 4. Cavos 38. 52 Soldados 240 292 Destacamento de Florida. Capitanes 3. Thenientes 1. Subthe- nientes 2. Alférezes 2 8 Sargentos 5. Tamb. 6. Cavos 12. 23 Soldados 134 157 Artilleros. Capitanes 1. Thenientes 2. Subthe- nientes 3. Alférezes 9 Sargentos 5. Tambores 2. Arti- lleros en la Havana 101 En Cuba desttacados 21 En Florida idem 34 15G 116 LLAVE DKL N UEVü IM l.'NDO. I)ri((f(»ics. ( ■apitiuics 4. 'l'li('UÍ(Mit('sl. AHV'rc/cs I. 12 Sarn'ciitos, taiiihoics y solilados montados en la llavana 12;") Desmontados 80 Destacados en Florida montados. 47 Número de fnijia. SaTii'entos, tand»ores y soldados del IJeximiento 1172 ídem de Artilleros 1¿»G ídem de Dragones 252 Total 1580 CAPITULO XIII. De las SINíillhAlíKS. ÍIONOIÍll ICAS RECOMENDACIONES QUE CALIFICAN LA IMPORTANCIA DE ESTA PLAZA. Aunque lo contenido en el capítulo precedente niaiiiliesta muy bien la especial atención, que ha nie- recido á nuestros Monarcas la importancia de esta pla- za, porque las variedades y ampliaciones que ha ha- bido en la tropa de su Presidio dimanan del desvelo con que se han escogitado nuevos medios y modos de resguardarla y defenderla, añadiré en ésta para mayor inteligencia y mas clara prueba de esta verdad, las singulares recomendaciones y encargos con que hi Real consideración la ha particularizado entre las de- mas de estos dominios. JOSÉ I\I. F. DE ARRA.TE. 117 No ignoro que así como próvida la naturaleza re- parte á todos los miembros del cuerpo los espíritus vi- tales de que necesitan paia ejercer cada uno las fun- ciones que le pertenecen, así lo debe practicar la hiendo. Princ. atención y poder de ^os Soberanos respecto de sus Es- cum. lop. 47. tados, proveyéndolos de los auxilios correspondientes á cada parte, cuya obligación han desempeñado exac- tamente nuestros Reyes en la ])roteccion universal de su vasto imperio, sin que haya olvidado su vigilantí- sima perspicacia aun los pueblos mas remotos y luga- res de menos nombre: pero como es del mismo modo asentado que á las partes principales ó nms nobles del cuerpo, se le comunican y franquean mas generosas asistencias, proporcionadas á mas altas operaciones, de aquí es la especialísima distinción con que sin agra- vio de las otras plazas del Xuevo Mundo se ha mira- do y proveído continuamente esta de la Habana, que como mas codiciada ha debido ser mas atendida, y como mas espuesta a los designios de los enemigos, ha pedido muy de justicia los socorros nacionales, pues asegurada ésta, se afianzan las demás, como espresa- mente lo declaró S. M. en un Real despacho de la fe- cha que cito. dirio;ido al Mariscal de Campo D. Vicen- Ri. cédula de te de Raja, de que trasladaré algunas cláusulas, por- ^^^^^¿^/nij que ellas solas, cuando no hubiesen otras muchas, l)as- tarian á persuadir el argumento. Deseando, dice el Rey. i)or cuantos medios sean posibles atender á la mas asegurada defensa de esa plaza y Presidio como tan importante al resguardo y conservación de mis dilatados dominios en la vasta jurisdiccion'de la América y principalísiujo antemui'al de ella, de cuya manutención pende la de todas las Indias, siendo asimismo ese puerto la preciosa gargan- ta de los Reinos del Perti y Nueva-España, y donde hacen su principal escala las flotas y galeones, y de- 118 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. mas navios de aquellas provincias que conducen mis Reales tesoros para repararse de las invencibles espe- ri mentadas fatigas de la navegación, siendo por estos motivos el puerto mas apetecible de los estrangeros y el principal objeto de los designios de los enemigos de mi Corona: y considerando lo mucho que conviene aplicar aquellas providencias que puedan facilitar el mas asegurado resguardo de plaza de tan suma im- portancia, he resuelto &c. Hasta aquí es cuanto con- duce al asunto, pues de lo espuesto se comprenden las graves razones de que tenga y haya tenido tanto lugar en la regia estimación la seguridad de este cir- cunstanciado puerto. Las referidas no tienen necesidad de encarecerse, ni tan sublimes espresiones pueden cabalmente pon- derarse; pero la circunstancia del tiempo en que fué espedido el citado Real despacho obligan á hacer una reflexión muy debida y conducente al asunto, y es que si en aquella estación en que la próxima paz celebra- da en Utrech, tenia todo el sistema de la Monarquía en entera quietud, se miraba con tanto esmero y cui- dado cuanto pudiese contribuir á la mayor y mejoi' defensa de esta plaza, ¡qué desvelos! ¡Qué observacio- nes! ¡Qué providencias no se habrán aplicado en tiem- pos mas turbulentos y ocasiones mas arriesgadas! Es- to pedia campo mas dilatado que el de un capítulo: porque habiendo sido tan enmlada la dominación de este puerto, no sólo de las potencias contrarias sino aun de los piratas estrangeros, se ha hecho forzoso re- petir con empeño las prevenciones, frecuentar los avi- sos y disponer refuerzos estraordinarios, que será muy cansado esplanar; pero tocaremos algunos por donde se infíera cuan desde atrás se ha tenido por los motivos espuestos, una singular consideración de es- ta plaza y su conocida importancia. JOSÉ M. F. DE ARRATE. J 19 Por los años de 1632 y 1633 los rebeldes de Ho'- landa y Zelandia fomentados del Conde Mauricio ar- maron algunos bajeles de giien-a con intención de sorprender el castillo del Morro o lograr otra opera- ción intempestiva sobre este puerto, y habiéndose en- tendido secretamente por nuestra Corte este designio, no solo apront(5 los avisos, pero aun los mas principa- les que eran los socorros de gente, artillería y muni- ciones, con que pudiese defenderse y escarmentar á los enemigos. Y porque al mismo tiempo se tuvo no- ticia que D. Juan Vitrian de Viamonte que la gober- naba, no poseia la salud y robustez de que necesitaba para atender á una defensa .tan recomendada, se le proveyó de sucesor, y para quitar la estrañeza que podia ocasionar á su honor, lealtad y mérito esta no- vedad, se le previno en un Real despacho por estas palabras. «En mi Consejo y Junta de guerra de las Feciia en Ma- Indias se ha entendido os halláis falto de salud, por mavo^io 16.34^ cuya causa no podéis acudir á gobernar esa plaza con el cuidado y asistencia personal que se requiere, sien- do la llave de todas las Indias y la mas infestada y codiciada de enemigos, &c.)> Siendo lo mas reparable en esta resolución el que fuese casi inmediatamente provisto el nominado Gobernador para la presidencia de la isla Española, como que no fuesen tan necesa- rias para el gobierno y seguridad de ella las fuerzas, atención y desvelo que deseaba S. M. para la conser- vación de esta plaza tan singular en su aprecio. Por una Real cédula dada en Corrella á 6 de julio de 1711 se dio aviso á este Gobierno de las justas sos- pechas y noticias secretas, con que se hallaba S. M. de que los enemigos tiraban á invadir esta plaza, y con este motivo se le encarga la vigilancia con razones tan poderosas y eficaces, que califican la importancia de la materia. Y por otra de 20 de junio fecha en 120 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Aranjuez el de 1715 se le previene en razón de las asistencias, que dispensa para este Presidio, encarga- ba estrechamente á los Yireyes de Nueva-España pre- fieran su socorro á cualquiera urgencia de la Corona, que es un incontrastable apoyo de su estimación sin- gular. Ri. cédula de Para vigorizar el ánimo y estimular también el iunk) de 1^678^ houor dc la gente que servia en este Presidio á su ma- yor defensa y seguridad, se dignó S. M. declararlo por de guerra viva, ordenando se reputasen los ejecutados en esta plaza como si fuesen hechos en Chile 6 en otras partes igualmente espuestas á las frecuentes hostilidades y fatigas de la campaña: arbitrio muy propio de su Real grandeza obligar con el incentivo del honor y merecimiento á un fin de tanta importan- cia V estimación. CAPITULO XIV. Del numero, circunstancias y servicios ue las mili- cias DE blancos, pardos Y NEGROS DE ESTA CIUDAD. El nervio de fuerzas con que se debe considerar esta plaza para resistir y oponerse á cualquiera em- presa que puedan intentar sobre ella los enemigos, no consiste únicamente en la tropa arreglada que paga el Rey para su preciso resguardo, i)ues también se compone de los numerosos cuerpos de las Milicias de blancos, pardos y morenos libres tan aptos, prontos y JOSÉ M. F. DE ARRATE. 121 aparejados para este ün como para otros diferentes del Real Servicio, como lo han ejecutado en cuantas ocasiones se han ofrecido, y no me puedo escusar de referir habiendo de tratar de ellas, porque cediendo en su honor debe ser de particular cuidado y obliga- ción mia espresar su mérito, ealiñcando nmcho éste la honoiíñca relación ó informe que hizo á S. M. D. Diego de Córdova, gobernando esta plaza, pues afian- zo la segui'idad que tenía, y le daba esta tropa urbana para oponerse á los designios de los enemigos por la buena disposición que manifestaba, y puntualidad con que acudia á hi defensa de esta plaza en cualquiera rebato, íi otra señal de guerra. Redúcese el Cuerpo 6 batallón de las Milicias de l)lancos, de que es actual Comandante I). Matías Po- veda, á ocho compañías sin las tres sueltas de mar, aitilleros y gente de la rivera, y la Plana mayor de la de forasteros, las cuales según el estado general que se formó el año de 1737 en virtud de Real orden, com- ])renden todas, á escepcion de la ])revenida de foras- teros, 3.200 hombres. Las seis escuadras de á caballo de los partidos del campo mas inmediatos, con esclusion de las Milicias de la villa de (iuanabacoa, a, esta ciudad, componen conforme al citado estracto 1.564 hond)res. Nuevamente s(; ha formado de la gente de los tres barrios estramuros un Batallón de cinco compañías, que tienen alistados mas de 400 hombres. El Batallón de pai'dos de que es Comandante An- tonio de Flores, tiene siete compañías y una. suel- ta, en que. según el mismo estado. hal)ia S8'2 hom- bres. Kl de negros lil)res, de (pie es Comandante Ma- nuel Correa, se compone de otras siete compañías y una separada de artilleros, cuyo total era de 412 pla- ToMO I. 18 122 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. zas, número que hoy se considera muy acrecentado por el conocido aumento que en todas clases de gente ha tenido el vecindario de dentro y fuera de esta ciu- dad, á cuya defensiva no sólo ha cooperado siempre que con gruesos armamentos le han amenazado las potencias estrangeras, sino que tambieii han acudido una veces voluntarias y otras mandadas á cuantos so- corros se han dado á los Presidios de estas partes, y campañas que se han intentado para asegurar sus costas y recuperar algunas poblaciones invadidas por los enemigos, lo que juzgo especificar por crédito suyo y honor de la patria. En el ])rolijo sitio ó bloqueo que puso al i)uerto Francisco Drake el año de 1588, cuando volviendo victorioso de Santo Domingo y Cartagena, creyó lo- grar la misma suerte sobre esta plaza, no bien fortale- cida ni presidiada entonces, es inconcuso que la mar- chitó la esperanza concebida de una ventajosa opera- ción igual á las antedichas, el desvelo y animosidad de Vander. Subs. uucstra gente, tanto como la buena disposición y es- de Piiii. 2 p. foivvddo ánimo del Gobei'nador Gabriel de Lujan, y Castellano de la Fuerza Diego Fernandez de Quiño- nez. Cabos de valor y esperiencia militar. No corrió con mejor fortuna en el de 1638 el que le formo la escuadra holandesa, que se presentó á vis- ta de este |)uerto, con ai)ariencias de invadirlo, aunque en la realidad fuese la intención esperar en sus costas los galeones de tieri'a firme ó flota de la Nueva- Espa- ña, porque bajo de cnalquiera pretesto siempre era regular la [)recaucion de ponerse en defensa y aguar- dar por instantes el lance, y mas con las premisas de hal)erse maquinado algunos años antes una espedicion directa contia esta plaza, como yá se ha tocado. A los fines del siglo pasado, presumido 6 vanaglo- i'ioso de la toma de Cartagena Mr. de Pisenti, tentó JOSÉ ai. F. DE ARRATE. ... 123 con desaire de su arrogancia, si podía espugnar esta plaza; pero hallándola bien prevenida y su gente re- suelta para cualquier trance, ai)andon(5 la empresa y la dejó con esta gloria, añadiendo niuclios (|uilates a la de nuestras Milicias, la prontitud y constancia con que sirvieron en esta ocasión, y la de haber en olías diversas salido á reforzai" y socorrer b)s dominios de la Corona, y á desalojar los enemigos de los qne han intentado ocupar en estas partes. Habiendo sitiado por mar á Puerto-Kico los holan- deses el año de 1624 y pedido auxilio á la Habana Ri- cécMafe- su Gobernador Juan de Aro, se lo franrnieó puntual- ^^''^en^^i'cei- . ' Til- . en 25 de abril ujente el de esta ciudad, entregando el dmero y muní- de 1626. clones al Contador Francisco Jajagi'ana que vino des- tinado á buscar el socorro, y aunque llegó después de haberse retirado el armamento, sirvió como espresa el historiador que cito, de mucho esfuerzo á aquel Pre- Césped: hís- sidio por haber sido el de mas suma que tuvo en este J.?j* 24^^'^^'^^' lance. La gente de que se componía el refuerzo fué alguna de la pagada, y dos Compañías de milicianos mandada la una por el Capitán Ignacio de Losa na- tural de esta ciudad, en donde hasta hoy se conserva memoria de esta salida. En el de 1632, en que sorprendieron cá Santiago de Cuba (como ya apunté) los ingleses, se ocurrió (i socorrerla destacando a la villa del Bayamo la gente presidiarla y miliciana que se tuvo por conveniente ó pareció necesaria. En el de 1702, estando bloqueada por el mar la Florida de algunos manuales ingleses; se despacharon de este puerto cinco embarcaciones tripuladas de in- fantería pagada y milicianos, mandando esta espedi- cion el Capitán D. Esteban de Berroa, vecino de esta ciudad, que hizo retirar al enemigo y socorrió el no- minado Presidio con mucho honor de nuestras armas, 24 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. como lo siü;nilic(5 S. M. en Cédiihi dirigida á este Go- bierno el año de 1703. En el de 1719 aprovechando el Brigadier D. Grego- rio Guazo las sólidas esperanzas que le daba el brio y marcial espíritu con (}ue la gente de este país liabia escai'nientado á los [)ii"atas, que insultaban las costas de esta Isla y trancantes del seno Mejicano, discurrid de acuerdo con el Gol)ernador de la Florida D. Anto- nio de Benavides, como se relaciona en el Ensayo Cro- Kiisav.í roño- nológico, emprender alguna íaccion sobre el |)uerto ó lógico á la colonia de S. George. y echando voz de que intentaba inorida! De*^ dcsalojai' los corsarios de la isla de la, Providencia, cad. 21 año dis[)Uso uu arinauícnto de catorce embarcaciones lige- 1719 i)ag-.3oo j.^^^ diez balandras y dos bergantines, armándolas y tripulándolas con 1000 hombres voluntarios, cien sol- dados veteranos y algunos vecinos principales á quie- nes dio el mando de algunas de ellas, nombrando por Cabo de esta espedicion a I). Alfonso Carrascosa su ])anente, y por segundo á 1). Esteban Severino de Berroa natural de esta ciudad y Capitán mas antiguo (le las Milicias de blancos de ella, Habiendo salido el espresado armamento naval para su verdadero destino el dia 4 de julio del citado afío, tomaron accidentalmente á la vista de este puer- to dos fragatas francesas que hablan rendido el casti- llo de Panzacola y conduelan prisionero á su Gober- nador, unciales de guerra y Eeligiosos Curas; cuyo acontecimiento lo hizo arribar á la Habana, y entendi- da por 1). Gregorio Guazo la novedad de la pérdida de Sta. María de Gal ve, determinó ocurrir á la recupera- ción de aquel Presidio con la mayor brevedad, con- siguiéndose felizmente la rendición de la fortaleza, vencida la corta resistencia que hizo á nuestras em- barcaciones. Este suceso que tuvo tan prósperos principios, JOSÉ M. F. DE ARRATE. 125 pero nuiclio niéiios favoiable éxito, se malogró con la próxima llegada del Gefe, Conde de Chamelin, que mandaba una escuadra de seis navios de línea y de guerra, con los cuales sin embargo de la superioridad de las fuerzas, coml)atieron los Españoles gloriosamen- te, distinguiéndose tanto los de este país que coinpo- nian el mayor grueso de las tripulaciones, que como aseguraron los mismos contrarios, según el citado autor, fué lastima que hombi-es tan valientes y dignos de eterna fama muriesen sin poder quitarles la victo- ria, que fué sin duda debida mas que al esfuerzo íX la desigualdad de los bajeles, número de la gente y ca- lidad de la artillería. A ñnes del mismo afuj ó juincipios del siguiente j)asáron tres Compañías de Milicias de blancos, pardos y negros al puerto de la Veracruz [)ara reforzar el ar- mamento que estaba preparándose para nueva espe- dicion al propio Presidio de Panzacola, y se habia encargado el Gefe de escuadra D. Francisco Cornejo; y no tuvo otro efecto que la desgi'acia de dos navios del Rey nombrados 'S'. Juan, y «S". Luis, ([ue naufraga- ron viniendo para este puerto, pereciendo en el prime- ro con la nuiyor parte de la gente de su compañía el Capitán D. Ubaldo de Coca y el Teniente D. José su hermano, naturales todos de esta ciudad, de donde salieron con motivo de la prevenida espedicion. Con la misma puntualidad y fineza abandonando sus casas y comodidades, salieron de los pi'opios Cuer- pos milicianos cerca de 2000 hombres el año de 1742 á esterminar las plantaciones de la Nueva Georgia con los Oficiales correspondientes de los tres Batallones, siendo de los mas distinguidos el Teniente Coronel D. Juan Nuñez del Castillo, y Capitanes 1). Santiago Pita, ü. Luis Pacheco, D. Laureano Chacón y I). Dio- niosio de Berroa, sin otros muchos subalternos, perso- 126 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. ñas de calidad en cuya operación se malograron por falta de práctica ó de conducta los buenos sucesos que íifianzaban las exactas y premeditadas disposiciones de la empresa y la sobra de valor de los soldados, no siendo ésta, aunque tan moderna, la última ocasión en que han sacritícado sus personas en servicio del Iley y honor de la nación, pues en el año de 1747 reíbr/ó otra tanta |)orcion de gente paisana la escua- dra del Teniente General D. Andrés lleggio, peleando esforzadamente en el combate naval que tuvo sobre esta costa con la del Almirante Nenies el dia 12 de Octubre, particularizándose tanto en estas campañas, y otras menos considerables que paso en silencio, así en los ejercicios de fatigas, como en los acontecimien- tos de fuego, que en vez de salir con la reputación de bisónos, han adquirido crédito de muy espertos y ve- teranos, manifestando valor y disciplina. CAPITULO XV. Del sitio a que fue trasladada la villa de la Ha- bana, GRADOS EN QUE ESTA, Y OTRAS NOTICIAS DE ELLA. Volviendo a continuar la narración, que interrum- pí para evacuar primero cuanto pertenecía á la bon- dad de nuestro puerto, calidad de sus fortalezas y guarnición de su Presidio, asuntos que teniendo entre sí tanta conexión, no era justo tocarlos separados; co- JOSÉ M. F. DE ARRA.TE. J 27 menzaré á referir cuanto mira al sitio ó territorio que se escogió para establecer la villa de San Cristóbal, yá hoy ciudad de la Habana. Fué esta á la parte occidental de la bahía ó puerto de Carenas por ser la opuesta de algunas montañas ó tierras dobladas, y el espresado de un espacioso cómodo llano, como se vé, registrándose casi igual toda su planicie con un regu- lar declivio á la marina á donde bajan las aguas en tiempo de lluvias, no muy precipitadas. (1) El primitivo terreno que empezó á ocupar la po- blación, fué según entiendo el mas cercano al en que se edificó, y ahora está la Real Fuerza, la Aduana y la Iglesia matriz, que se ha mantenido sin novedad en aquel parage y es muy creíble fuese el centro de la villa para que gozara la vecindad su inmediación, la de la bahía y boca del puerto para reconer los bageles que entrasen y que se hiciese mas fácilmente el de- sembarque de sus mercaderías á la orilla del mar y de la población. Está fundada la Habana en veinte y tres grados y Esceienc^ del diez minutos de altura, aunque Herrera pone uno mé- art. mil. cap. nos: su temple es cálido y seco, como el de toda la ^^- p- ^^^• Isla: su cielo claro y alegre porque los vientos que ge- 11^^.^.^^.^^ ^gg. neralmente reinan en su costa, desembarazan de cñpt. de las nubes gruesas los horizontes y despejan de celages la in(^cap.6. p. esfera, haciendo mas moderados los calores y menos lentas las tempestades de rayos que se esperimentan regularmente desde Junio á Agosto, que es el tiempo en que con las lluvias, suelen sei* repetidos los temo- res de las centellas, pero no frecuentes los estragos, única pensión con que se gozan los demás beneficios del clima, porque no le asaltan los temblores que á Lima, las inundaciones que á Méjico y Jamayca, los (1) Véase la nota A al íiiial de este capítulo. 128 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. volcanes que á Quito y Guatemala, (1) ni lasvívoras, ni otros insectos ponzoñosos que al Nuevo Reino; pero ello es que no hay región tan benévola, ni puede ha- berla tan feliz que no deje de desear al gusto de sus habitadores, ni en que no tenga que tolerar el ánimo de sus oriundos. La esperiencia de la benignidad de su tempera- mento saludable aun para los foi'asteros, hizo desde luego apetecible su habitación á los europeos, que transitaban por esta ciudad en flotas y galeones, de que era su puerto precisa escala, y así fueron esta- bleciendo su vecindad y aumentando su población personas de ilustre y distinguido nacimiento, de modo que en muy corto tiempo se adelantó á las de toda la Isla en el número y calidad de los vecinos, adqui- riéndole las conocidas ventajas de su comercio, y mas crecida suma de empleados en el Real Servicio, mayor copia de individuos nobles á su vecindario, materia que ])ienso tocar en determinado capítulo, no sólo por honoi- de esta ciudad y de toda la Isla, pero aun de todas las poblaciones de Indias, para desvanecer ó combatir un error que trasciende de vulgares ii algu- nos políticos pocos versados en las historias de ellas. Ln planta de esta ciudad no es de aquella hermo- sa y perfecta delincación, que según las reglas del ar- te y estilo moderno contribuye tanto al mejor aspec- to y orden de los lugares y desahogo de sus habitan- tes, porque las calles no son muy anchas, ni bien ni- veladas, principalmente las que corren de Norte á Sur, que es por donde tiene su longitud la población; pero como casi todas gozan de un mismo ancho, pues ninguna baja de ocho varas, y hay muy pocas cerra- das, ni enteramente oblicuas ó recodadas, cuando no pueda competir en belleza y regularidad á las moder- (1) Véase la nota B al final de este capítulo. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 129 ñas, hace conocido esceso á las antiguas en estas cir cunstancias. Algunas de sus calles no tienen nombres, ¡)ero en- tre todas la mas nombrada es la de Mercaderes, que sale de una de las esquinas de la Plaza Nueva para la parte de Norte y termina en la de la parroquial ma- yor, siendo su estension de cuatro cuadras, y por una y otra acera están repartidas las tiendas de mercade- rías en que se halla lo mas precioso de los tegidos de lana, lino, seda, plata y oro y otras bujerías y cosas preciosas del conmn uso, las que atraen mucho con- curso á este pai-age en que siendo lo que se veiíde por número, peso y medida, es lo que se gasta de pesos sin número ni medida, porque no hay cuenta ni regla en la delicadeza y esplendor del vestuario. Las cuadras aunque no tienen un propio tamaño, porque hay algunas mas largas que otras, guardan con las fronterizas su debida proporción, y la diferencia de longitud y latitud que entre ellas hay, se hace me- nos notable, porque no es muy escesiva. Las mayo- res serán como de ciento y veinte varas y las meno- res de noventa á ciento: contiene hasta ahora 341 cuadras en que se numeran hasta tres mil casas, todas las mas de teja y cantería aunque en el estremo de la población al Poniente no faltan todavía muchas de paja ó guano, como acá decimos; lunares que si no afean la belleza de la ciudad, asustan tal vez como mas espuestas al fuego la tranquilidad de los mora- dores. (1) No carece de nobles edificios de comí)eten- (1) Las miiclias casas de paja ó guano, que en tiempo del autor se en- contraban todavía en el estremo de la población liácia el I\»niente, y que en efecto no podian menos de afearla y deslucirla, han desaparecido yá en- teramente, habiéndose construido en su lugar edificios mas sólidos, bellos v cómodos, y })or decontado mucho menos espiiestos á incendiarse. Sólo en la parte antigua de los bamos de estramuros hay aún algunas; pero «''stas desaparecerán también dentro de pocos años, por que el Gobierno tiene pro- ToMO I. 19 130 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. le altura, estendida capacidad y hermosa disposición, adornados de espaciosos corredores y ventanas labra- das y torneadas de ácana que apuesta duraciones con el bronce. El ámbito 6 espacio, que ocupaba esta población por dentro del recinto antes que se ampliase algo mas éste con la nueva muralla, que se le tormo por la par- te del Sur y del Leste, tenia de circunferencia 5541 varas medidas exactamente por D. Pedro Menendez natural de esta ciudad, insigne matemático, las cuales componen una legua completa y como una novena parte de otra de las usuales en este país, que son con- formes á las pequeñas de Castilla: porque si cada una estas, según el maestro Flores y otros varios, tiene 3 T^ C1 1 millas de á 1000 pasos geométricos, (lue suman le5. 000 geogra. Tom. pics castcIlanos, quc regulando cada uno por una ter- 1 cap. 3 pág-. cia de nuestra vara, es indubitable vienen á comi)0- Saiaz!' antií. '^^'' ^'^^ 5000 varas una legua de las dichas, de donde Gadit. Tom. 1 rcsulta claramente tener hoy de circuito la población cap. 2 pág. 9. 3 millas y un tercio de otra, incluyendo la estension (j[ue después de esta medida se le ha dado por la refe- rida causa. Hay en esta ciudad tres plazas mayores: la de Ar- mas, en que está la Real Fuerza, é Iglesia matriz que es la mas antigua y tiene la referida denominación porque en ella se han hecho siempre las revistas y ejercicios de la tropa: hasta el año de 1753 se conser- vaba en ella robusta y frondosa la ceiba en que según tradición, al tiempo de poblarse la Habana, se celebró bajo de su sombra la primera misa y Cabildo, noticia que pretendió perpetuar á la posteridad el Mariscal de Campo D. Fiancisco Cagigal de la Vega Goberna- liibido cpie se emplee el g'iiano en las que de nuevo se construyan ó reediñ- ([uen, y las que hoy existen, por su propia antigüedad y poca consistencia, no pueden tardar en derril>arse. — B. O. — Ya no hay ninguna. — B. C. JOSÉ M. F. DE ARRATE. \'¿\ dor de esta plaza, que dispuso levantar en el mismo sitio un padrón de piedra que conserve esta meínu- ria. (1) (1) El ])adiüii erigido en el afio de 17¿;J para perpetuar la uieinona del sitio, en ([ue según tradición se celebró la primera misa y Cabildo, es un pilar de tres caras, de nueve varas de altura sobre una base de cuatro pies de elevación y cinco de ancho; y en ella se leen dos inscripciones, una en latin y otra en castellano, ambas relativas al digno objeto de este monumen- to religioso, y á los sucesos que con él se quisieron recordar á la posteridad. Pero como en los últimos años se ha aumentado de un modo tan asombroso la población de esta ciudad, y como el lugar donde se halla el padrón es })recisamente el mas apetecido para tabernas y tiendas de comestiltlcs })or su proximidad al muelle, se habia rodeado de miserables casillas de madera, en términos / p((cifica, erigió este sencillo monumento decorando el sitio donde el año de 1519 se celebró la primera misa y Cabildo: el Obispo D. Juan José Diaz de Espado solemnizó el mismo augusto sacrificio el dia 19 de marzo de 1828. 132 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Por orden del Rey, siendo Gobernador el Teniente General D. Francisco Cagigal de la Vega, sembró el Capitán D. Andrés de Acosta las tres ceibasqne se ha- llan en la circunferencia de la pirámide, que ocupa el lugar de la ceiba antigua, las que condujo de María Ayala, legua y media de esta ciudad. La segunda plaza es la de S. Francisco a quien sirven de adorno dos fuentes de agua y de igual cau- dal, pero de distinta fábrica porque la una como mas nueva es de mas pulido artificio, recibiendo el agua la taza por cinco bocas que derraman cuatro leones y un águila (1). En esta i)laza, que es casi el mejor sitio de la ciudad, tiene el Ayuntamiento sus Casas capitulares contigua á la Cárcel [)ública, y ocupan ambos edificios casi toda la frente de una de las cuadras ó isletas que la ciñen por el Poniente, quedando las fachadas de uno y otro descubiertas al Leste, de modo que gozan con desembarazo la vista de la bahía y campaña de la otra banda. Compráronse para labrar dichas ca- sas las que fueron de Juan Bautista de Roxas el año de 1588, siendo Gobernador Gabriel de Lujan, y cos- taron 40.638 reales como se evidencia de una Real En el frente de este templete y en sus dos lados interiores se han colo- cado hermosos cuadros pintados por el diestro profesor D. Juan B. Vermay. También seni conveniente observar que cuando en el año de 1796 fue- ron trasladadas á esta ciudad las cenizas del ilustre Almirante D. Cristóbal Colon, se 00100^ el ataúd que las contenia en un panteón que se habia pre- parado junto al antiguo padrón ú obelisco, donde se hizo un formal y solem- ne reconocimiento, habiéndose llevado después con toda la pompa digna de aquel acto á la Sta. Iglesia Catedral y depositádose allí en una de las pa- redes del altar mayor al lado del evangelio. — B. O. (1) No hay vestigios hoy que manifiesten el punto fijo de la fuente juencionada por el Sr. Arrate con mas aprecio que la otra existente todavía. Sólo contamos con testigos de vista que aseguran estaba en frente de la puerta que tiene en su costado la iglesia de S. Francisco, y como á distan- cia de veinte varas. Por lo demás los fragmentos de la taza y de los leo- nes se encuentran detras de la citada iglesia, donde está rompida la mura- lla, (][ue sirve de término al muelle estendido recientemente. — M. G. del V. JOSÉ I\I. F. DE ARRATE. 133 Cédula en que S. A[. aprobó la compra; pero no se acaháron de fabricar hasta el de 1633, que era Gober- nador D. Juan Bitrian de Vianionte, como consta de una ifiscripcion que permanece en su puerta interior, y desde aquel tiempo hasta el de 1718 sirvieron de habitación á sus sucesores, reservando siempre la sala principal para celebrar los cabildos ordinarios y estra- ordinarios, como se practica también ahora, porque asisten en ella los Tenientes de Rey en virtud de Real orden con que se confírmó la gracia hecha por acuerdo de este Cal)ildo al Coronel D. Gaspar Porcel. Su fábrica es de dos altos y aunque no de la ca- pacidad y buena ai'quitectura que corresponde auna ciudad tan ilustre y populosa, es cierto que habiéndo- las reparado el año de 1745 por la ruina que padecie- ron en el fatal estrago del navio de S. M. nombrado el Invencible^ acaecido el dia 30 de junio de 1741 por el accidente de una centella que cayó en él y calando el incendio hasta la Santa Bárbara, hizo volar sus aparejos, arboladura y obras muertas, estremeciendo al reventar el casco toda esta población, ha quedado lucido y vistoso su frontispicio con los dos órdenes de arcos de piedra que se le formaron á todo su portal, y sirven de adorno y seguridad á las casas. Las que se compraron para Cárcel el año de 1661 eran del convento de Predicadores, que hi/o venta de ellas á los Comisarios déla ciudad Alférez Mayor D. Nicolás Castellón, y Tesorero de la Santa Cruzada D. Antonio de Alarcon y Céspedes, Regidor. La tercera plaza es la que llaman Nueva, porque se formó y dispuso el año de loo9 después que las ya referidas. Tiene en su centro otra fuente que fué la primera que se labro en esta ciudad, siendo Goberna- dor el Marqués de Casa Torres: es su ñgura cuadri- longa porque tiene de largo ciento diez y ocho varas, 134 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. y noventa y una de ancho, está cercada toda la mas de portales que sirven al abrigo y comodidad de las vendedoras que hacen en ella el mercado, hallándose desde el romper del dia carne de cerdos, aves, legum- bres, hortalizas, frutas, pan, casabe y otros muchos géneros de mantenimientos en este parage de donde se provee copiosamente el vecindario, sin que de Ene- ro á Enero se reconozca en él alguna escasez, ])orque siempre está abastecida de comestibles, y sólo puede envidiar á otros mercados el orden ó quizás la varie- dad; pero no la abundancia. Tiene á mas de las tres plazas prevenidas once menores, que foi*man como atrios á diversos templos, y algunas de bastante capacidad, como son las de Be- lén y el Santo Cristo del Buen Viage: en aquella hay una mediana fuente que abastece de agua á toda su ve- cindad, que como compuesta la mas de gente pobre, no gozan en sus casas la providencia de aljibes, que es tan común en las de este país. A la citada plaza le da un primoroso oriiato y alegre aspecto, la frente del Hospital de convalecencia, que está situado en aquel parage hacia el Poniente. Nota A.— PAg. 127. En el tomo III de las Memorias de la Real Sociedad Patriótica, año de 1837, página 221, se inserta el siguiente estudio, el que liemos creido útil reproducir. JOSÉ M. F. DE ARRA.TE. 135 HABANA. Situación topográfica y circunstancias geológicas del terreno UE LA CIUDAD DE LA HaBANA T SUBURBIOS. Cuando el Excmo. Ayuntamicuto de esta ciudad en 1824 instruyó un espediente para el empedrado de las calles por el sistema propuesto por D. Arsenio Lacarriere Latour, proyecto que desaprobó S. M. se emprendieron estos trabajos preparatorios por el mismo Latour; y aunque no se estienden como era de desear en semejantes noticias topográficas, creemos sin embar- go que esta nota inédita será de alguna utilidad, ó que á lo menos puede servir á los (pie (¡uieran estenderse mas en un ramo tan descuidado entre nosotros. Por nuestra parte, sin ceñirnos á una traducción literal, ampliare- mos con algunas ideas esta siicinta descripción. INTRAMUROS. La llanura estensa donde está construida la ciudad fué lo (¡ue liizo pre- ferir este teiTcno á los primeros ])obladores; pues del otro lado de la baliía no hay un espacio que deje de presentar lomas de alguna elevación. El ter- reno en tpie está construida la Habana, que es de 324,290 varas cuadradas según D. Antonio Trevejos y Zaldivar, y de 312197 según el mismo Sr. Latour, tiene una inclinación desde la Puerta de Tierra basta la baliía mas ó menos sensible. Esta inclinación, que se manifiesta en forma de abanico, ú mas propiamente hablando como diversos radios aunque de un modo im- perfecto y nuiy desigual, es nuiy regular y casi uniforme, si se esceptúan algunas ligeras fragosidades en el suelo primitivo que fonnau círculos casi paralelos y concéntricos: esta inclinación podría hacerse fácilmente de una regularidad aun mas perfecta, rebajando en unas partes y rellenando en otras, según las circunstancias, cuando se enqnx'udiese de nuevo el empe- drado ú otra construcción en las calles. Las escabrosidades han sido modificadas visiblemente por las casas que se han reedificado. Casi en la mitad de la ciudad, })rincipalmente en la par- te del Norte no quedan ya vestigios de estas escabrosidades del suelo natu- ral, á virtud de la activa composición de nuestras calles; esceptuando sin embargo algunas de las transversales, ó en dirección de E. á O., como en la de Chacón, Peña-Pobre, plazuela de S. Juan de Dios &c. Sin embargo hay algunas muy visibles indicando que antes de la construcción de la ciu- dad, ecsistían muchas corrientes naturales (pie reuniendo las lluvias eran conducidas á la l)ahía. La primera de estas comentes parte de la colina en donde está situada la iglesia del Sto. Ángel, y tiene dos {¡endientes bien demarcadas: una vie- ne á parar á la bahía por la calle de Peña-Pobre y entra por el conducto (¡ue atraviesa la murralla ó cortina (pie une el baluarte de la Punta con el cuartel de San Telmo, y ([ue se conoce con el nombre de la muralla de la CeiV>a: la otra sigue las calles de Chacón y del Tejadillo, y derrama hacia el ángulo Este del Colegio Seminario de S. Carlos, por un conducto que asiraisniít atraviesa la muralla por el frente del mismo cuai*tel. 136 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. La segunda comente reúne los derrames parciales que van por la calle del Empedrado, y confundiéndose con la que especificaremos á continuación en la plaza de la Iglesia Catedral, llega al gran desagüe del Bo(piete. La tercera que es la mas considerable, conduce todas las aguas desde la plaza del Sto. Cristo siguiendo la calle de la Amargura, hasta San Agus- tín, dirigiéndose liácia el Norte á la calle de Cuba hasta el Brazo-ftierte; descendiendo después por la de S. Ignacio y la plazuela de la Catedi'al al mismo Boquete. Hay aquí también varias corrientes parciales que viniendo por las calles transversales del Obispo, O'Reilly, Obrapía y Lamparilla van á reunirse al mismo punto para entrar en la bahía por el mismo conducto, engrosándose el torrente á proporción que llega á la de S. Ignacio y Brazo- fuerte. Es tan grande la confluencia de las aguas en el punto donde se reúnen ambas calles que se ha considerado como indispensable construir una cloa- ca que vaya asimisma á desaguar al Boquete, cuya obra al presente vemos muy adelantada, á pesar del obstáculo considerable que se ofrece para estos trabajos; pues á una vara de escavacion poco mas ó menos, se prensenta el agua en abundancia. Este accidente ei-a de esperarse asi por haberse espe- rimentado lo mismo en la que se construyó en la última cuadra de la calle de Mercaderes, desde la puerta de la casa del Sr. Marqués de Arcos, don- de hoy está la estafeta de Correos, como por la circunstancia de ser tra- dición antigua que el agua del mar llegaba en otro tiempo hasta el lugar donde está situada la antigua casa de D. Juan Antonio Navarrete; agregán- dose que en la especie de rincón que forma dicha casa habia un conducto de agua dulce (por lo que aim se conoce con el nombre del Chorro) hasta don- de llegaban las lanchas j los botes para hacer aguada Hemos visto en este mismo rincón la lápida que comprueba este hecho y en la que está es- culpida la inscripción siguiente. Esta agua trajo el maestre de campo Jtian de Texeda, año de 1592. Todavía hay mas; hemos oido decir á personas fi- dedignas que saben también por tradición verídica, que en el lugar donde está construido el convento de San Juan de Dios estaba el atracadero de la lancha de auxilio. Asentamos todo esto con la debida reserva. La cuarta comente sale también de la plaza del Santo Cristo, descien- de en línea recta por la del Teniente-Rey hasta la Plaza Vieja, en donde reuniéndose con la de la calle de la Muralla, sus aguas coiTen á la de San Salvador de Orta y van á la bahía por el conducto que se presenta en la portería de S. Francisco atravesando todo el convento. Tal era en efecto el curso de esta comente antes de la composición de las calles, que se ha verificado por la actividad del actual Escmo. Sr. Capitán General, siguien- do el mismo método introducido por el Excmo. Sr. D. Rafael Quesada en la calzada del Monte, desde la Habana á Marianao, cuando fué Director de caminos por la Junta Consular; cuyo sistema imitaba en parte al pro- puesto por Mac Adams, y á quien solo falta para que rinda los mejores re- sultados una empresa de barrido y riego diario y que prosiga la construc- ción de cloacas donde no es buena la corriente. En el dia, pues, las aguas coiTen desde la plaza del Sto. Cristo por una cloaca que tiene un conducto de inmersión en cada boca calle; lo que ha disminuido este torrente que ar- rastraba consigo los materiales mas sólidos, asi llegan las aguas hasta la Plaza Vieja, esquina á la calle de S. Ignacio, atraviesan la plaza por fren- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 137 te de la antigua casa del Sr. Larrinaga, siguiendo la misma cloaca, y des- agua en el mar. Como regulannente no toda el agua coiTe por estos con- ductos, una gran parte de la que viene por el pa\-imento, continúa por la ca- lle de S. Ignacio, en donde, confundida con otras avenidas parciales, se pre- cipita alguna en la antigua cloaca, lioy reconstruida, en la esquina de la Ohrapía, y la demás continúa con las que van al Boquete. La ó** tiene su curso hien demarcado por toda la calle de Luz basta el muelle del mismo nojubre, entrando por un conducto abierto en la mism^i muralla. La 6^^ por la calle de Acosta recibe las vertientes de las calles longitu- dinales, sitas entre las de Luz y la Merced. Son tan regulares las corrien- tes de estas calles transversales desde la de Luz basta la de S. Isidro, y tan lento su curso que á poca costa, y con muy poco material por la dureza del suelo pnmitivo, quedarán perfectamente arregladas^ por el método actual. La 7* no tiene una dirección bien demarcada; es mas ])ien un declive, un plan de doble inclinación en forma de triángulo, cuya punta está en el desagüe que se encuentra al fin de la calle de Cuba ó Carita de 8. José, y la base en una línea imaginaria tirada entre la calle de la Merced y la de Paula que le es paralela. Esta línea forma la división entre los números 6 y 7. En el sentir del Sr. Latour bay pocas ciudades en el mundo, cuyo suelo ])ueda bacerse tan propio, tan saludable y tan cómodo como el de la ciudad de la Habana. Pero á pesar del testimonio de este ilustrado ingeniero, be- iiios oido siempre ponderar las dificultades insuperables que ofrece el mismo suelo para dar corriente espedita á las aguas, y <[ue sin el auxilio de cloacas nada pcxlrá conseguirse sobre este punto. El suelo primitivo de la Habana es un l)anco calcáreo grueso, como si fuese formado de ostras, de una dureza generalmente muy considerable. Su consistencia sin eml)argo disminuye en algunos parages basta llegar á ser desmoronal)le. Este asiento en el interior indica una inclinación de 15 á 20 grados al boiizonte; y tanto por sus cortaduras frecuentes, cuanto por las súbitas variaciones de nivel se reconocerían las señales de un gran movi- miento subterráneo (pie en otros tiempos removiera con tanta violencia y confusión la parte del globo ([ue fomia boy la isla de Cuba. Las elevaciones y dejiresiones naturales ó artificiales del suelo de la Ha- bana provienen casi enteramente de arenas que son los restos del asiento primitivo, ó de los materiales que se ban cebado en las calles ó 1)ien de sus- tancias que le son análogas. La superposición es perfecta, sin intersticios, ni vacíos, á tal ])unt(i que en mucbos parages, ya estos restos calcáreos ban comenzado la foruiacion de una nueva piedra <[ne algiui dia podrá esplotarse en grandes masas. ¿No podríamos atribuir á estas circunstanctias esas enomies piedras encontradas casi en la superficie del suelo en la Plaza Vieja al tiempo de construir la cloaca V «[ue fueron esplotadas para fornuir la bóveda del mismo conducto? Sea lo ipie fuere de esta conjetura, 3Ir. Latour afinua que la dureza del banco que se forma delante de la muralla de S. Francisco no deja duda al- guna sobre este punto. Tomo 1. 20 138 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Barrios de Guadalupe, Jesús María y S. Lázaro. "Saliendo de la ciudad por la puerta de Tierra en dirección al O. si- guiendo la calzada hasta un poco mas allá de la plaza de toros, (esta plaza no ecsiste ya, y el lugar que ocupaba fonna parte del Campo Militar que con tanta elegancia se está construyendo en todo el espacio conocido anti- guamente por el campo de Marte,) y volviendo en seguida un poco hacia el N. para cruzar en dirección oblicua la de S. Luis Gonzaga, se llega á la calle de la Salud hasta la iglesia; girando de nuevo al S. se vuelve á dicha calzada y á la ermita, llegando por una pendiente inclinada á la quinta de Ovando, de donde desciende el camino rápidamente á la represa que se en- cuentra al pié del castillo del Príncipe. "Esta línea imaginaria designa la división de dos pendientes ó derrames naturales, la una al S. hacia la bahía, y la otra al N. al Océano. Este terre- no reunido fonna los tres barrios al E. y al S. el de Jesús María al centro, siguiendo la línea divisoria al N. el de Guadalupe, y al NO. el de San Lá- zaro. "Cerca de la mitad de la superficie del terreno de Jesús María es de aluvión ó de rehinchos artificiales estraidos de la bahía. De todos los barrios estrarauros, este es el mas insalubre, y la razón es muy sencilla: el piso es formado de los restos de plantas marinas y pantanosas, y de las ba- suras que han conducido por mucho tiempo los carros de la ciudad y subur- bios y que se han empleado en cegar los terrenos ([ue las mareas cubrian otras veces." Recordamos sobre este punto haber leido en una Memoria presentada á la Sociedad Económica de la Habana "que el parage en donde se hizo poco menos de un siglo ha, el navio Borgoña (á) Tallapiedra, se ha fabricado una casita de manipostería para los guardas; y por la canal del puente de Chavez en que navegaban embarcaciones de muchos palmos de agua, pue- den ahora transitar carretas cargadas." Los vapores que se exhalan de semejantes terrenos no pueden menos que ser deletéreos y terriblemente dañosos á la salud de los habitantes. Las epidemias se desenvuelven allí con mas rapidez, sus estragos son terribles y una vez de tomar su asiento es muy difícil, si no imposible alejarlas. La del cólera-morbo, en que perecie- ron multitud de individuos en los parages que reimian estas circunstancias, seria una prueba concluyente de este aserto, si otras y principalmente el desaseo y la miseria no llevasen siempre consigo un germen de destrucción j muerte. El terreno de la vertiente del N. en donde está situado el barrio de San Lázaro, goza todas las ventajas de salubridad. Consiste en un banco cal- cáreo dui'o, de donde se han estraido buenas piedras de canto. En una grande estension, este banco se halla cubierto de una capa de arena y el resto de una tierra algo bermeja en que entra el alúmina y el óxido de hier- ro. La facilidad de conducir allí el agua de la zanja por todas partes, su posi- ción hacia el mar y su situación á la brisa lo constituyen mi;y sano. Es preciso, sin embargo, esceptuar la parte (pie comienza en la fuente de los Genios. Forma una elipse pantanosa y una de sus puntas va á terminar al medio de la calzada de San Lázaro, en donde un canal que la atraviesa en forma de acueducto, conduce las lluvias al mar. Aquí también como en JOSÉ M. F. DE ARRATK. 139 Jesús María, un gran niunero de solares se han rellenado con toda especie de inmundicias y de escombros: habita una población hacinada é infeliz. Sin embargo, esta parte del barrio de San Lázaro, será mas prontamente convertida en morada saludable; porque es mas fácil y menos dispendioso conseguir buenos materiales. Hoy aparece muy incompleta la nota del Sr. Latour; y así era de suce- der, pues cuando formó estas apuntaciones no teniamos la |)oblacion inmen- sa que aparece en toda la estension de la llamada estancia de Hano-Vega; ni se habia construido ese caserío en los terrenos de la Sra. Manpiesa de Arcos en la parte del N. y desgraciadamente situado junto á la enorme pro- fundidad de la cantera (pie hace frente á la calle de san Miguel; y sobre todo, creemos (¡ue sus observaciones sobre los barrios estramuros las estam- ])('> por mera curiosidad ó apéndice, pues su traV>ajo era contraído al casco de la ciudad, de cuyas calles proyectaba el arreglo y comi)osicion. Carraguao. Las inmediaciones del puente de Chavez, los dos mataderos y la [)arte inferior del barrio de Carraguao, están situados también sobre un terreno bajo <') pantanoso. De pocos años á esta parte, á causa de la proximidad de la calzada que forma la única y general avenida de todos los puntos ter- restres de la Isla, las casas se han multiplicado de una manera admirable. Como la única entrada y salida del comercio interior, los pasageros trafican en gran número, el incentivo de la ganancia ha tomado el lugar y dominio de la prudencia; y para conseguir dinero no se ha fijado la atención en el peligro de perder la salud. Allí pueden llegar epidemias sin número y la población que será arrebatada pi'ontamente por la muerte se reem})lazará por otra (pie tampoco reflexionará en los daños por entregarse á las ganan- cias. A pesar de todo, el resto del barrio que está situado sobre un terreno variado y con inclinación, es muy sano. Jesús del Monte y Cerro. "Mas allá de la pila del Horcón, bien se siga al Cerro, ó bien (pie to- mando la esquina de Tejas, se camine á Jesús del Monte, el terreno es emi- nentemente propio á recibir una numerosa población. Solo se puede escep- tuar la parte baja situada entre el puente de Agua-dulce y el (|ue nueva- mente se ha construido mas adelante. Todo lo demás tiene pendientes variadas, y es regado por diversos brazos de la zanja que abastecen de agua en abundancia. Este suburbio ofrecía siempre á sus habitantes un aire puro v saludable." Nota B. — Pág. 12S. Según los diversos escritos publicados por el Sr. D. Marcos de J. Me- lero en los Anales de la Academia de Ciencias médicas, físicas y naturales de la Habana en Noviembre de 1870, en el Diario de la Marina de Octu- 140 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. bre á Noviembre de 1873 y Setiembre de 1875, y en El Genio cicntíjico de Enero de 1874, acerea de huracanes acaecidos en la isla de Cuba, resviltan observados, desde el año de 1494 hasta el de 1875, cincueuta y nueve hu- racanes en las siguientes lechas: Años de lüi liitnicdit. 1494, 149S, 1527, 1551, 1557, 1588, 1624, J(i75, 1(379, 1(392, 1712, 1714, 1730, 1733, 1744, 1755, 1756, 1766, 1768, 1778, 1780, 1784, 1791, 1792, 1794, 1799, 1807, 1812, 1819, 1821, 1825, 1826, 1831, 1832, 1833, 1835, 1841, 1842, 1844, 1846, 1850, 1856, 1859, 1865, 1875. Afios de dos huracanes. 1796, ISOO, 1837, 1870, 1873. Año de cuatro huracanes. 1810. D. Antonio de ülioa, autor de la olira titiduda: Coiiversaeiunes de Ulloa con sns tres hijos en servicio de la Marina, impresa en Madrid en 1795, dice, en su décimacuarta conversación, describiendo la fuerza de los huraca- nes y refiriéndose al del año de 1778 en la Habana: ''Aun siendo yn'eciso (¡ue la fuerza sea tan grande para causar estos efectos, se comprenderá mas completamente por lo que se vio en la Habana en el año de 1778 con un liuracan: arruinó muchos edificios, sacando algunos de sus lugares; rompió las amarras de los navios, llevándolos á encallar en las costas de la bahía; hizo en los campos muchos destrozos, arrancando árboles y arrasando plan- tíos; pero esto es nada en comparación de lo (pu3 sucedió en el castillo del Morro, porque en él sacó la artillería de grueso calibre, que estaba monta- da sobre las cureñas, y como si fuesen ]tlumas, por encima de los parapetos, la llevó á precipitarla á la mar grande; la lluvia que ocasion(> cayó con tal violencia y en tanta cantidad, que arruinó las bóvedas que á prueba de bomba se haljian construido un año antes. Que un viento agitado levante de raiz los árboles corpulentos es cosa muy particular, pero no tiene compa- ración con suspender la artillería pesada de una nuiralla; aquel tiene rama- zones extendidas donde hacer presa, pero los cañones son unos cuei-pos pe- sados de poco volumen, que no presentan supei-ficie competente para ello, ni para sostenerse en un fluido como el aire. A vista de estos efectos tan raros, no debe extrañarse los que hace en la tierra con el polvo, ni en los mares con el agua, no siendo posible determinar hasta que grado puede lle- var su fuei'za." Pueden consultarse los trabajos de D. D. Herrera, y para los de estos últunos años las interesantes observaciones del R. P. Viñes, Director del Observatorio Meteorológico del Colegio de Belén de la Habana. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 141 CAPITULO XVI. Del rio de la Chorrera, (1) abundancia de agua QUE comunica Á esta CIUDAD, Y DE OTROS ABASTOS PÚBLICOS. El caudal de aguas de ([ue se surten las cuatro í'uentes que ya espresé, y puede enriquecer a otras que están proyectadas, no es debido á la prodiga ge- (1) Bajo la (lenoiniíuicion (le la CVíonv'/Vf, iUiügniummte Casir/uaguas, (■(•iiiprende Arrale todas las aguas ([iie coiTen desde el origen de este rio hasta su desagüe en el mar del Norte. Mas deLe saberse que se denomina Paso-seco en el camino real de Doña, Maríd jior su escasez de aguas en la seca: que seguidamente toma el nombre de CaaiJiiial, en cuyo })unto se au- menta con varios manantiales, uscar en botes, remontando una gran parte de su curso para que ésta fuese más pura, en razón de (pie la cercana á su desemboca- dura, en la parte Sur del fondo de nuestra bahía, era sucia y salol)re. Los antiguos ediíicios de esta ciudad, dotados la mayor })arte de aljibes ó pozos, hacen sn}»oner que las aguas del Zim/finó eran insuficientes ó ma- las,— razones tenemos para inclinarnos más á la segunda suposición, com- ]irobada hasta cierto punto por el texto de la Real Cédula de 16 de Mayo de 1548, — ''que autoriz(') el que se abriera una zanja para traer a(/un pota- ble^ estableciéndose el mismo año el derecho de sisa de la Zanja." Real Cédula que vino á responder á las representaciones hechas por los Gober- nadores Juan de Avila y Ldo. Antonio Chavez (1), ''que viendo que la ciu- dad estaba falta de aguas, y (pxe las había con abundancia á la distanciado dos leguas, en el rio que los j)rimitivos indígenas llamaban Casiguaguas y los españoles Chorrera, i)ropuso al Rey conducirla de aquel paraje." Para algunos, el sólo aumento de la pol)lacion exigiría esta medida; pero la Habana de 1547, es decir, á los 28 años de su erección, era demasiado escasa ^\^^ habitantes, y un rio que permitía la navegacien en l>otes jior una gran ])arte de su curso revela cierta cantidad de agua, más (pie suficiente para el exiguo numero de ])obladores de la época á que nos referimos (de 2 á 3,000 almas); razón por([ue desechamos desde el ])rincipio la idea de in- suficiente, cre^'endo sé)lo ipie sus malas condiciones fuesen las (pie oldiga- rían á solicitar una mejor que la reemplazase. A pesar de haberse establecido desde 1547 el arbitrio de sisa de la Zan- ja, hasta el (lobierno de Mazariegos (1554), es decir, siete años después (2), no se tomaron providencias efectivas ])ara la construcción del cauce por donde debían venir las aguas del rio de la Chorrera para proveer al vecin- dario, las flotas y galeones." La poca pro(Íuccion del arbitrio j)arece que no fué suficiente para llevar á ejecución la obra indicada, por lo que el Cabildo Municipal, celebi'ado el 28 de Diciembre de 1562, acord(5 convocar á los vecinos pudientes para costear el cauce conductor de las aguas; providencia que surtió buenos efec- tos y que añadida al derecho de sisa sobre las carnes y el jabón, produjo lo (1) Memorias (ie la Sociedad Patriótica, t. 5, pág. 295. (2) Memorias de la Sociedad Patriótica, t. 5, pág. 296. 150 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. bastante para empezar la obra en 1562, es decir, catorce años después de concedida. El Regidor Hernán Manrique de Rojas, el protector de los indios de Guanabacoa, tuvo por contrata la ejecución de los trabajos, los que, según algunos, concluyó el ingeniero Antonelli; pero en este punto tenemos nues- tras dudas, en razón de que la mayor parte de los liistoríadores los dan por terminados en 15S9 y otros en 1591, siendo el año de 1589 el en que llegó por primera vez á la isla de Cuba el ingeniero Antonelli; pero séase quien fuese el autor de la obra, el lieclio es que revela mía gran inteligencia y que se celebra por todos los ingenieros hidrólogos que la han examinado, ''en razón del esmerado estudio de los puntos de nivelación de su trazado, que sin hacer obras de fábrica, por una simple zanja abierta en el teiTcno, se consiguió traer las aguas á las faldas del castillo del Príncipe, punto el más elevado de la población." La presa del Husillo, de donde arranca la Zanja fué modificada en 1774 durante el mando del Marqués de la Torre, recibiendo en 1814 otras repa- raciones, como fueron las de su nuevo embaldosado, aumento y mejora del depósito, llevados á efecto por el Capitán General Apodaca, más tardo Conde del Venadito. La Zanja, (1) recorre cerca de dos leguas provinciales con una veloci- dad de 0,m. 18 á 0,20 por segundo, siendo por consiguiente el volumen máximo de agua que recoge, de 0,80 metros ciibicos por segundo, ó sean 70,000 metros cúbicos diarios," y su costo total de construcción ascendió á $35,000. ATaandonada la Zanja después que en 1835 el Excnio. Sr. Conde de Vi- llanueva tenninó el Acueducto de Fernando VII, cuya dirección estuvo á cargo de D. Nicolás Campos y D. Manuel Pastor, y cuyo costo ascendió á $781,672, sólo se continuó usaiido como potable en algunos barrios, en los que hay muchas casas que pagan aún al Excmo. Ayuntamiento el derecho de su consumo, aprovechándose por otros, bien para regadío ó como fuerza motora de algunas industrias particulares y del Estado. El Acueducto de Fernando VII satisfizo únicamente las exigencias déla Habana de 1835 á 1850, y resintiéndose tanto de la escasez de aguas, como de lo turbias que llegaban por las malas condiciones y naturaleza de sus filtros, se pensó en proporcionar las de los manantiales de Vento, cuyos trabajos por su solidez y problemas hábilmente resueltos son dignos de ad- mirarse y honran muy mucho el talento de nuestro distinguido consocio el Sr. Coronel Alvear; pero el retardo de la llegada de éstas hizo pensar á nuestro Excmo. Ayuntamiento en la utilidad y posibilidad de aprovechar las que por más de dos siglos y medio hablan usado nuestros mayores, sin que jamas se las acusara de malas, decidiéndose más á esta determinación por ser las mismas del rio Almendares, que tan elogiadas han sido por todos los que las han bebido y analizado. La moción de su aprovechamiento fué presentada en el Cabildo de 19 de Julio de 1862 por el Sr. Concejal Zulueta, fardándose en redondear el expediente nueve años, demora que también se hizo sentir en la obra enco- mendada al Arquitecto municipal Sr. D. Pedro Tomé, (]^uíen la comenzó erx (1) Pezuela T. 3.° pág. 124. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 151 23 de Octubre de 1871, y se inauguró el 25 de Setiembre de 1873, debiendo advertirse que estas tardanzas lo fueron por causas ajenas al Sr. Tomé y al celo de la Coiporacion municipal. Para mejor aprovecharlas se las lia Le- cho pasar por unos filtros colocados en las faldas del castillo del Príncipe. "Debido al poco espacio disponible para establecer los filtros, el depósi- to tenía que ser reducido, si bien para surtir de agua á la cañería de 60 centímetros de diámetro se hacían necesaiios 135 litros por segundo, ó sean 11.400,000 litros cada veinte y cuatro horas; por lo que habiéndose consul- tado á la casa de Fortín, Hemiann de París, pudo resolverse este problema convenientemente con sólo hacer un depósito ó recipiente de cinco metros cuadrados y cuatro de profundidad, puesto en comunicación con la Zanja, de manera que las aguas conservan su nivel natural y la presión que éstas traen desde la toma del rio Almendares; dentro de cuyo depósito están su- mergidos cuatro filtros tubulares de un metro de diámetro exterior y de 60 centímetros interior, quedando un espacio de 20 centímetros en toda su cir- cunferencia entre los dos tubos concéntricos horadados, entre los cuales está colocada lana preparada con una disolución feíTuginosa." Como complemento de este sistema, teniéndose que hacer uso de los fil- tros constantemente, para que su limpieza no internimpa el cm'so de sus aguas se ha adoptado el sistema de llaves, que las pone en comunicación por medio de una trompa con la cañería general, pudiendo funcionar los cuatro filtros á la vez ó cada uno particiüaraiente, según sea conveniente. Dr. I{. Coivley. Nota B.— Pág. 146. Acusada esta agua de impotable por su excesiva cantidad de materia or- gánica la Comisión de Medicina legal é Higiene pública de la Real Acade- mia procedió á su análisis cuyos estudios dieron el siguiente resultado: Reunidos los Dres. Miranda, Cowley (D. Luis y D. Rafael,) Donoso, Machuca, Finlay y Melero, pasaron primeramente á la estancia Santa Rita del Sr. D. José Montoro, situada como á medio kilómetro antes del poblado del CeiTo; y de la Zanja que atraviesa se recogieron cuatro botellas de un agua trasparente, sin olor ni sabor, fresca al paladar, con una temperatura en el cauce de 24,20 siendo la del aml>iente 25,40; las que tapadas con las precauciones que el análisis exige, se rotularon y marcaron con el iiúmero primero y el nombre de Puente de Sta. Rita. De ahí se dirijieron á la calle del Clavel, y en la Zanja amurallada que está antes de la entrada de la estancia el Factor del Sr. Conde de Pe- ñalver, antigua (piinta del Obispo Espada, tomaron otras 4 T>otella3 de un agua ligeramente opalescente y con pequeños coi-piisculos en suspensión, que daba una temperatura de 24, teniendo el ambiente la de' 25,40. Tomadas éstas, volvieron á recoger en los otros puntos en que ya lo habian hecho el 15 de Octubre, y que son los que se indican en el cuadro siguiente, eligiéndose la Pila de la India, en lugar del surtidor del campo de Marte, tanto por ser más fácil el llenarse allí las botellas, cuanto porque comcndo ya el agua, es el punto más distante después que ha sufiido la filtración. 152 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Análisis de las aguas de la Zanja, practicadas el dia 23 de Noviemhre por la Comisión nombrada p)or la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana, para apreciar sus cualidades de potahilidad. Lugares en que lian sido tomadas las aguas Cantidades de per- manganato de po- tasa en miligramos descompuesto por un litro de agua. « ¿ o '" .5 <« cu (s-a «■5Í3 í 1 'o S o ■c o" Temperatura de la atmósfera. ■a . '- iS ai'3 P.C8 Materia orgánica por evaporación y calcinación de un litro de agua. 1 c s o C4 o ¿o ■t: a. l"o III En el aljibe del conven- to de Ntra. Sra. de las Mercedes 0,0010 0,005 5,2 Nada En el puente de la es- tancia Santa Rita, del Sr. Montoro — . 0,0012 0,006 20,5 25 23,60 En el Cerro, calle del Tulipán, esquina á la del Clavel 0,0010 0,005 21,0 24,9 23,3 En el puente junto á la casa de salud la In- tegridad 0,0012 0,0012 0,000 0,006 2,10 2,00 24,9 24,80 23,95 24,00 En el tanque de los fil- tros En la pila frente á la Quinta del E. Sr. D. Rafael Toca 0,0015 00075 2,04 24,70 22,20 En la pila de la India. 0,0020 00100 22,0 1 24,90 23 0,011 0,234 Se lian suprimido en este cuadro las dos casillas correspondientes á la Solución de óxido de plomo en la p>otasa y al Papel de acetato de plomo sus- pendido al cuello de las vasijas dtirante 24 Jwras, porque no arrojan nimjun resultado. El agua de las lluvias recogidas con bastante esmero en el aljibe del Convento de la Merced, se analizó á fin de que las investigaciones tuviesen un tipo comparativo. l'ocante al cálculo empleado para estimar la cantidad de materia orgá- nica contenida en las aguas por la mayor ó menor cantidad de permangana- to reducido, la Comisión lia creido conveniente, como en el otro traliajo de igual índole que verificó la Academia, destinar en el cuadro demostrativo dos columnas, una donde se consigna la cantidad de permanganato en mili- gramos reducidos por un litro de agua, y otra, donde siguiendo las indica- ciones de Mr. Motard, se multiplican por 5 los miligramos de permangana- to reducido. Como el en citado trabajo de la Academia, dejamos la responsabilidad de la multiplicación por 5 á Mr. Motard, no hallando razón que justifique esa operación aritmética, puesto que los estudios de idéntica naturaleza hechos JOSÉ M. F. DE ARRATE. 153 por Mr. Frankland en sus ensayos mensuales de las aguas de Londres han probado por numerosos y repetidos experimentos, que no todas las sustan- cias orgánicas obran de una misma manera sobre el pennanganato, es decir, que no todos los cuerpos son destruidos completamente, como hasta aquí se ha creido, por la acción oxidante del pennanganato. La Comisión terminó su informe con las siguientes frases: — Si pone- mos á contri])ucion nuestros ensayos químicos y físicos, no podemos menos que reconocer (pie todos ellos comprueban y declarau la bondad del agua examinada; por lo que la Comisión concluye, teniendo en cuenta el iiTecu- sable dato de la formación y los resultados de sus estudios y observaciones: 1? Que las aguas de la Zanja recientemente encañonadas y las que hemos examinado (pie corren al aire libre, acusadas por el 8r. Obeso de impotables por su cantidad de materia orgánica, son, por el contrario, PO- TABLES. 2" Que los grados liidrotimétricos, así como el residuo mineral y ma- teria orgánica obtenidos por evaporación y calcinación, colocan las aguas de la Zanja en el número de las potables. 3" Que respecto al fosfato de amoniaco-magnesiano, cuya presencia señalan los que han hecho el análisis microscópico, por su poca solubilidad, por no ser una sal tóxica, ni siquiera de acción fisiológica enérgica, no lo considera el resto de la Comisión como capaz de producir accidentes nocivos en el organismo, ni de hacer colocar estas aguas en la clase de las impota- bles.— Dr. B. CowJeii. — (Informe leido en una de las sesiones de la Real Academia de Ciencias M(''dicas el año de 1873.) CAPITULO XVII. De la bondad y escelencia de eos campos de esta CIUDAD Y salidas DE QUE GOZA PARA IíA DIVERSIÓN Y PASEO. Siendf) tan conducente á la celebridad de una ciu- dad insigne la hermosura, fertilidad y población de sus campos, que entre las circunstancias mas lamosas se les da lugar en sus descripciones, sirviendo para ejemplo de esta verdad en los Reinos de España, las de Valencia, Granada y Murcia, á quienes hacen Tomo I. * 22 154 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. tan aplaudidas sus amenas huertas y deleitosa vega, bien debo creer no se me culpe que sobre lo que en común tengo dicho de la belle/a y fecundidad de los de esta Isla, reñera y pondere en particular entre las no vulgares escelencias de este país, una que es tan singularmente alabada de cuantas personas de buen juicio y gusto transitan por él, y mas cuando algu- nos autores graves y desinteresados describen y cele- bran como del especial ornato y grandeza suya lo vistoso de las arboledas, la amenidad de los sitios, la feracidad de los frutos, y otras buenas calidades de los territorios que la rodean, pudiendo deducirse de la autoridad de tales plumas, que si en aquellos tiem- pos en que era muy poco oficioso el cultivo ó mucho menos curiosa la aplicación á las labranzas y plantíos, gozaban tan agradable aspecto sus campiñas, hoy lo tendrán incomparablemente mejoradas, por el mayor esmero y disposición con que se han dedicado los la- bradores y hacendados á su cultura. Persíiadome que en esta materia pasarán por fic- ciones poéticas algunas de las noticias mas verídicas, porque hay genios tan incrédulos que negando el as- censo á todo lo que no ven, solamente dan crédito á sus ojos; pero aunque arriesgue con ellos el de mi verdad, no puedo escusarme ni aun á tal costo, de espresar algo de la belleza y fecundidad de nuestros campos. Regístranse estos por lo general, repartidos ó variados en unas llanuras alegres y unos collados her- mosos, no muy eminentes pero de amenidad tan per- petua, y verdor tan constante, que en ellos no se dife- rencia el verano del estío, ni el otoño del invierno, porque los bochornos del uno no los marchita, ni las heladas del otro los esteriliza; antes por el contrario el invierno en vez de escarcha los cuaja de nevadas JOSÉ M. F. DE ARRATE. 155 flores, y el estío los enriquece de mieses y frutas; sien- do tanta la abundancia de éstas aun en los árboles silvestres y montañas mas incultas, que como escribió sin encarecimiento el Padre Florencia, los perdidos p^^^^'*" ^i"- 6 errantes en sus bosques, no pueden perecer porfal- ^J]^^!¡^ v^lu^ar ta de sustento; y pudo añadir con la misma verdad, citado. que ni por carencia de bebida, pues hay en ellos co- pia de aquellas parras (1) que refiere Herreía, las cuales no sólo dan agua para templar, sino aun para saciar la sed. Raras veces i)adecen ó esperimentan ésta nuestros territorios porque aunque á escepcion del rio de la Chorrera, como yá dije, no tienen otro alguno cauda- loso en las inmediaciones que los riegue y fertilice, suple la falta de ellos, la abundancia y frecuencia de las lluvias (2) con que el cielo los beneficia: comu- nicándoles la frescura y fecundidad de que gozan; conservándose regularmente aun en tiempo de seca en los arroyos y cañadas, que se forman en las quie- bras délos terrenos, muchas aguadas que le ministran jugo y humedad. Sobre la natural gala, hermosura y pompa de que se visten, los adorna y agracia mucho tantas casas de campo así de fábrica rústica, como de arquitectu- (1) Vitis labrusca y Vitis indica. (2) A propósito de este asunto, y paia que se tenga mejor conocimiento de las lluvias torrenciales que caen en la Habana, juzgamos útil consignar aquí, — según las obser\'aciones pluviométrícas en que funda el Dr. D. Am- brosio G. del Valle sus estudios ''sobre el agua que dan las lluvias, su aprove- chamiento y distribución." Edición 1870. — Imprenta y Libreria Religiosa — "que la ciudad recibe anualmente el promedio de 1,390 milímetros de agua de lluvia en 109 dias, demostrando en el quinquenio de 1865 á 18G9, que de las Estaciones, la del otoño es la mas pluviosa porque alcanzó el prome- dio de 463 milímetros la altura pluviométrica, haciendo notar que el dia 14 de Noviembre de 1869 se recogieron 210 milímetros de agua." — La intere- sante memoria del Dr. G. del Valle y la discusión que promovió en la Aca- demia de Ciencias médicas, la hallaron nuestros lectores en el Tomo VI VII de loe Anales de dicha Corporación. 156 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. ra civil, que á propurcionadas distancias sé descubren situadas, ya en los llanos, y ya en ios ribazos con una apariencia tan agradable, que hace á los pasajeros muy delicioso y divertido el camino. Todos los del contorno, así de la banda del Leste como de la parte del Oeste y Sur, son hoy tan trafica- bles que hasta en volantes y calesas se transita por ellos, cómoda y fácilmente, ])ara ir a las haciendas de la comarca, no encontrándose en cinco ó seis leguas por cada rumbo, casi una ceja de monte, ó bosque es- peso, numerándose en los partidos mas vecinos mas de dos mil estancias de labor, y cerca de ochenta inge- nios de azúcar, que rendirán anualmente mas de 50,000 quintales de este género, de mucho mejor ca- lidad que el que labran y puriñcan los estrangeros, á costa de varios refinos. Hay otros muchos destina- dos á mieles de que es considerable el gasto en esta ciudad, y no faltan algunos artificios de moler taba- cos, tejares, caleras y hornos de carbón. En lo de- mas montuoso de la jurisdicción, hay distintas tenerías para curtir corambre, de que se beneficia gran por- ción. Hay 216 hatos de ganado mayor, que crian al- gunos mas de 2,000 cabezas: y 245 corrales del menor, que hacen abundante de carne esta población, por ser muy fecufida de crias, y á no haber quebrantado estas tíltimas posesiones la epidemia de la lombriz que ha sido tan general y nociva, hiera incomparable el au- mento de semejantes fundos; pero aunque ha hecho padecer alguna escasez, no ha llegado, gracias á la bondad de Dios, á ser penuria. En los tiempos inmediatos á la fundación de la villa padecieron los campos de su jurisdicción la da- ñosa plaga de las hormigas, (1) que talaban los árbo- (1) Véase al final de este capítulo, la nota A. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 157 les y destruían las labranzas, aniquilando de suerte los frutos y niieses, que ocasionaba á sus habitadores grande inopia de mantenimientos; pei'o habiéndose valido su Cabihlo de algunos cristianos y religiosos medios á ñn de que cesase tan molesta, como peiju- dicial plaga, no tuvieron favorable efecto hasta que el año de 1586 eliofió con uniforme acuerdo en Cabildo de 31 de Enero por especial patrono y protector, al glorioso Obispo S. Marcial, haciendo voto de celebrar todos los años su fiesta y guardar su dia, cuya provi- dencia autorizó tiempo después el Ilustrísimo D. Fi*. Juan de las Cabezas, perseverando hasta hoy sin no- vedad la fiesta, y la esperiencia del beneficio debido á la intercesión del Santo, lográndose por su pa- trocinio lo propio que en la isla Española mediante el de S. Saturnino en ocasión de padecer el mismo Dec. lib. 3 lastimoso accidente, porque en ambas partes se busco nt^¿o. ^^^^' un sagrado asilo contia la multitud y ferocidad de es- tos animalitos, que bastaron á esterminar en la Etio- Sousa Eva y pía una provincia entera, y acá insuKáron tantas po- ^oí^^g^n» 8.^ blaciones. Lo que comprueba mas cuanto he dicho acerca de la feracidad de nuestros campos y cultivo que hoy tie- nen en el crecido producto que rinden á la Renta de- cimal los frutos de esquilmos de las haciendas de este distrito, el que según los remates hechos por los ar- rendatarios el antecedente cuatrienio, suma anualmen- te 63.698 ps. 2 rs. cuya gruesa cantidad se distribuye y aplica por partes ó porciones señaladas á diversos destinos, de que daré noticia, porque no será desa- gradable á los que desean tenerla de todo. (1) (1) Cuando Arrate escribía, la diócesis de Cuba y la Habana estaban unidas, y la renta decimal perteneciente á ambas ascendía á 63.698 ps. 2 rs., suma que creía exorbitante según se espresa en este capítulo. Dividida la Isla en dos partes y teniendo que atender al mantenimiento de dos Cate- drales, hubiera sido muy escasa la ren,ta decimal si el aumento de la rique- 158 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. A S. M. le tocan libres 7.077 ps. 4 rs. f : al Obispo 15.924 ps. 4i rs.: á la Mesa capitular otra tanta can- tidad: á la Fábrica de la iglesia 5.308 ps. IJ rs.: al Hospital de S. Juan de Dios lo mismo que ala Fábri- ca: á los Curas 14.155 ps. 1 rl. y | que compone el referido total de 63.698 ps. y 2 rs. omitiendo espresar lo que produce cada partido por no ser mas prolijo en la materia. Para dar fin á la de este capítulo, referiré ceñida- mente las salidas que tiene esta ciudad, proporciona- das para el recreo, y que sirven á sus moradores para espaciar el ánimo y divertir los cuidados, porque aunque no goza de los célebres paseos de otras regio- nes y ciudades mas opulentas y dedicadas al ornato y fomento de estos lugares públicos, en que se forman calles de árboles frondosos, hermoseados con fuentes y otros primores del arte, es cierto que en aquellos hace la concurrencia del gentio y circunstancias espre- sadas todo el motivo para la diversión; pero acá la misma amenidad de los sitios ministra la parte mas principal para el recreo, siendo innegable que aun sin incluir el paseo de la bahía, que no está en uso, y fuera de estremado placer si se practicase porque en la ribera opuesta á la población, brinda la apacibili- dad de algunos parages bastante incentivo para un za pública no fuera hoy tan considerable y el producto de este ramo tan pingüe y cuantioso. Para persuadir esta verdad nos parece oportuno im- primir á continuación el estado de los correspondientes á la Habana en el decenio de 1811 á 1820, pues se deduce de él el aumento progresivo que ha tenido, á saber: en los años de 1811 y 1812 rindió 762.318 ps. 5 rs. En los de 1813 hasta 1816, — 1,558,040 ps, 7¿ rs. y en el último cuatrenio de 1817 á 1820, — 1.579,696 y f. Es decir, que si suponemos que el primer cuatrenio rindió 1,524.637 ps. 2 rs. ó loque es lo mismo, que el bienio ante- rior de 1809 y 1810 fuera igual al de 1811 y 1812, en el subsecuente cua- trienio de 1813 á 1816, hubo un aumento de 33.403 ps. 5¿ rs. y el último desde 1817 á 1820 comparado con el anterior produjo á favor de la renta decimal el esceso de 21.655 ps. 1^ rs. — P. P. de S. — Véase el estado citada al final de este tomo. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 159 honesto pasatiempo, como yá dejo referido en otro lu- gar; tenemos sin numerar éste, otros por la parte de tierra que son los acostumbrados yá, tomando por la puerta de la Punta el camino de la caleta que es una alameda natural en que se disfruta con el fresco som- brío de los uveros y limpia llanura de la senda mas deleitable, la vista del mar por una banda, y por la otra la de las huertas que están asentadas por aquel parage: yá saliendo por la puerta de Tierra á la cal- zada, en que hoy se van plantando árboles copados que le den sombrío, por donde encaminar el paseo á los Cocales, y á los dos barrios inmediatos de nuestra Señora de Guadalupe y Santísimo Cristo de la Salud, ó yá últimamente eligiendo para el recreo el Arsenal en donde sus máquinas y tráfago pueden divertir y ocu- par el tiempo y la atención con gusto mucho rato no sólo los inclinados á la náutica, pero los que no lo son. Creyéndome que así para la curiosidad de los unos, como para la de los otros, no sea molesta ni despre- ciable dar alguna noticia del principio ü origen que tuvieron en este puerto las fabricas de navios para S. M. y mucho menos las conducentes al estable- cimiento y situación de este Astillero, y del número y porte de los bajeles que se han construido en él, lo ejecutaré en capítulo separado, pero sucesivo á éste como corresponde. Nota A.— Pág. 156. Dice el historiador que por los tiempos de la fundación de esta ciu- dad, entonces villa, padecieron los campos de su jurisdicción la dañosa pla- ga de las hormigas, destructoras de las labranzas, y (¡ue hahiéndose valido 160 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. el Cabildo de algunos medios cristianos y religiosos para que cesasen sus dañosos efectos, se consiguieron favorables resultados por los años de 1586 en que eligió por especial patrono al obispo San Marcial, cuya fiesta se so- lemnizó anualmente. Parece en efecto que por los tiempos á que alude Arrate, la plaga de lionnigas, se estendió prodigiosamente, y aunque admitamos los favorables resultados que se experimentaron, no podemos ocultar que después se lian reproducido y aun aumentado sus especies basta niiestros dias; pues que ademas de las vivijaguas, bravas, soplillo, de ala, cabezonas, muerdehuye, (ó huyuya) y el comején, que según parece pueden llamarse índigenas, no habiendo podido averiguar su origen en el país, existen la loca introducida de Francia con destino á destruir la vivijagua, la de ponzoña traida de la isla de Santo Domingo, la leona venida de Puerto-Rico, y la boticaria que es conocida en todas partes. La vivijagua es perniciosísima en los campos, pues destruye mas que otra alguna las labranzas; los jardines y arbolados, particularmente aque- llos mas aromáticos. Es tan industriosa que causa admiración ver la regu- laridad de sus habitaciones dentro de la tierra, donde anidan y forman sus panales, y depositan el alimento para cuando las lluvias niuy abundantes ó el frío escesivo las obliga á guardar sus casas, y es muy común ver auoche- cer un árbol perfectamente vestido de hojas y amanecer el dia después ente- ramente desnudo; siendo lo más digno de notarse en la industria de este in- secto que un número de ellas sube al árbol y se ocupa en dividir las hojas, que deja caer en pequeños pedazos para que otras que quedan al pié las conduzcan á las cuevas, repitiendo sus viages con la mas asidua inteligen- cia hasta no dejar ni aun vestigios de las hojas. Las bravas hacen también daño á las plantas, pero sin desnudarlos y como las anteñores pican á la gente. Forman las llamadas soplillo unos panales imperceptibles en los troncos de los árboles; pero no los destru3'en, ni pican á la gente, y lo mismo acon- tece con las de ala que son muy parecidas á las anteriores aunque mas gran- des; y las cabezonas que tampoco hacen daño alguno. Muerde-huye (ó huyuya) es una hormiga que no peijudica las siembras, pero que pica á la gente y huye en cuanto dá la picada, la cual es bastante sensible, pero no venenosa, como no lo es la de ninguna otra de las diferen- tes clases. El comején es también índigena, se cria y crece en los maderos verdes y secos, en los árboles y en las vigas de las casas. Es pernicioso este insec- to por cuanto destruye de tal manera las citadas vigas que espone los edifi- cios, y hay desde muy antiguo en esta ciudad personas que se ocupen en matarlos mediante un estipendio. La honniga loca fué introducida de Francia destinada según noticias, á destruir la vivijagua; pero si es cierto, como dicen algunos, que se logró es- te efecto cerca de Managua, donde se propagó, es asimismo indudable que su plaga es tan dañosa como la otra, pues no sólo destruye los árboles y la- branzas, sino que pica al hombre con más furia que ninguna otra, habiendo llegado el caso de encontrarse muerto á uno, que embriagado la víspera, se habia echado en un lugar del campo donde nadie pudo verlo hasta que se vio comido por este infernal insecto. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 161 La llamada de ponzoña es una hormiga con que liemos visto hacer á los muchachos maldades, que causándonos pena, ha escitado también la risa. Cortada y tirada la caheza de este insecto, queda al cuerpo por dos ó tres dias bastante vitalidad; y los muchachos se sirven de estos cuerpos así ani- mados para regarlos por dentro de la camisa á la persona á quien se dirigen la cual esperimenta fortísimas picadas. Por último tenemos á la hormiga leona, que como hemos dicho vino de Puerto-Rico. Esta no hace daño alguno: vive por lo común en cuevas muy superficiales y se nutre de los pequeños insectos, que acaso aparecen á la entrada de sus hormigueros, y que siendo mas débiles no pueden defen- derse. Hemos recorrido rápidamente la historia de nuestras hormigas y agrega- mos que la Real Sociedad Económica de esta ciudad pro})uso entre sus pre- mios para este año uno al que con mas facilidad pudiese destruir la vivija- gua. A su impulso se debe que dos ])ersouas D. José Ensebio Valladares y D. José Quezada han trabajado sobre tan importante objeto, y ({ue hecho yá el esperimento del específico presentado por el segundo, se hayan snsto sus favorables resultados. Creemos que el mismo específico es venenoso para las demás especies de homiigas y esperamos que se generalizará hasta el punto de destruirlas todas, 6 al menos de disminuirlas sensiblemente. — J. A. de F. CAPITULO XVIII. Del origen que tuvo en este puerto la fábrica de NAVIOS, noticias DE LA SITUACIÓN DEL ARSENAL V de los bajeles que se han construido para el Rey. No es dudable que muy desde luego que cuii)ezd á introducirse y frecuentarse el tranco y comercio de este puerto, debieron de comprenderse las grandes conveniencias y ventajas que ofrecian sus ril)eras no solo ]jara las carenas y habilitación de los luivíos, .sí también para las fábricas de ellos, así [)or lo esqnisito Tomo I. 23 162 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. y abundante de las maderas como por otras causas muy favorables: pero parece que el Rey ni los parti- culares, no quisieron ó pudieron aprovecbarse de las utilidades que bubiera producido esta aplicación tan- to al aumento de las Reales escuadras y galeones mer- cantiles, como al fomento de esta nueva población, basta que por los años de 1626 d poco antes, según se percibe de una Real Cédula de 16 de Abril de 1627, mandó el Rey Ntro. Sr. D. Felipe III fabricar algunos bajeles para la armada de barlovento que por enton- ces, y no por el de 1640, como apuesta un moderno Aivarezdeía autor, parccc sc cstablccló para guardar las costas de PonüUom.^s! estas islas; lo que también persuade d corrobora otro 138. despacho de 10 de Marzo de 1630, por el que consta estaba yá dada drden á la Real Audiencia de la Españo- la, para que formase un repartimiento que sirviese á la subsistencia de dicha armadilla; pero efectuada la prevenida construcción en aquel tiempo, no se conti- nuó después para restablecerla, ni aumentarla. No he podido alcanzar los motivos que ocurrieron para la suspensión de una idea tan benéfica, y única- mente he entendido por alguna noticia y monumen- tos antiguos, que el Capitán Juan Pérez de O porto., vecino de esta ciudad y otros comerciantes fabricaron en lo sucesivo diversos galeones y pataches para se- guir con ellos la carrera de Indias, con conocidas uti- lidades, de donde parece provino la prohibición de S. M. para que no se cortasen maderas en las monta- ñas vecinas, sino fuesen las necesarias para la edifica- ción y reparo de las casas de los hal)itad()res de esta ciudad. Entrado este siglo á principios del año de 1713 pasó á la Corte D. Agustin de Arrióla, asimismo veci- no de esta ciudad, con el intento de representar y promover lo que importaría al mayor servicio del JOSÉ M. F. DE AKRATtí. 163 Rey y beneíicio de este país el establecimiento de se- mejantes fabricas, de donde me creo dimanó el pro- yecto que el propio año se foi'mó por 1). Bernardo Ti- nagero, Secretario del Consejo de las Indias, cuyas re- glas y disposiciones fueron como esci'ibe I). Ger(3nimo Teór. y piVu ITstaiTZ, reconocidas y aprobadas por D. Antonio de tic. descomer Castañeda sugeto de la intelia:eiic¡a v práctica, que Ü"í ^lo^^^2]l'¡ es tan notoi'ia y calificada en toda FAiropa. Pi-opúsose en él á S. M. lo conveniente ({ue sería construir en este puerto diez navios de 60 piezas pa- ra que se empleasen en escoltar las flotas y galeones y para componer el cuerpo de la pequeña escuadra ó armada destinada al resguardo de las islas de l)ai'lo- vento: espusiéronse varias razones que hacian ver cla- ramente la utilidad de esta idea en beneficio de la Co- rona por ser considerable la ventaja, que hacian los vasos construidos en esta parte á los que se fabrica- ban en las de Europa, no solo en la mayor duiacion que tenian los unos respecto de los otros, conuj tam- bién porque en los combates de guerra, por la diferen- cia de las maderas de que eran labrados, se esperi- mentaba en los de estas regiones ser mucho menos el daño de los astillazos, que matan é inutilizan en ellos la gente de la tripulación. A estas razones añadió entre otras de mucho [)eso, eficacia y congruencia, la de que princi[)almente los que hubiesen de ocuparse en la carrera de este nuevo mundo, debian ser fabricados en estos dominios, sin- gularmente en la Habana (hal)lo con las voces del cita- do Ustariz) que ofrecia el Astillero mas seguro, cómo- iVu. y piác- do y á mano para el intento: porque sus maderas ^'y^ ^|*^^J"";'" como producidas en estos climas, resisten mejor los cá^.^á i.! 'Jii' escesivos calores de su temperamento, como se refie- re con mas estension y energía por el mismo autor en el lugar que alego. 164 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Pero 8Ín embargo de lo que intiuian tan buenas consideraciones para facilitar el deseado y convenien- te efecto, no tuvo logro hasta el año de 1724 6 1725 (|ue se dio principio en consecuencia de Real orden á la fábrica de ti'es fragatas de gueri'a la una para co- mandante de la armada de barlovento, y las i'estantes para el aumento de la del Océano. Fenecidas éstas se fueron plantificando otras (gui- llas de mayor porte, que consumó con acierto y cré- dito el Capitán de maestranza D. Juan de Acosta, ve- cino de esta ciudad, aunque en distinto y muy distante parage del en que hoy está el presente Arsenal, lla- mado vulgarmente Astillero; el que fué indispensable mudar i)orque aunque el antiguo sitio que estaba en- tre la Real Fuer/a y Contaduría, tenia por la proximi- dad al cantil, mas cómoda disposición para caer los bajeles de la grada al mai*; no gozaba ni podia gozar de la separación y estendido teri'eno que necesitaba para las faenas, oficinas y almacenes correspondientes á unas operaciones tan maí^uinosas y para materiales de tanto bulto, de que hecho cargo los Ministros en- comendados de esta Intendencia, proyectaron la tras- lación al lugar en que hoy se halla, y de cuya situación hablaré aquí. Cae ésta al poniente en el estremo de la ciudad que mira al Sur, corriendo desde la cortina de la tnuralla su recinto, que tendrá de alto poco menos de dos es- tados de hombre, con sus almenas y estribos esterio- res que lo hermosean y fortifican: su circuito será según discurro como de un cuarto de legua para la precisa y cómoda distribución de las bodegas de per- trechos, oficina de herrería, fábrica de bombas, moto- nes y cuadernales, arrumazón de palos y maderas, y otros distintos obradores y habitaciones de que se necesita para la construcción de tan grandes buques JOSÉ M. F. ÜE ARRA.TE. J65 como lian salido de este Arsenal, y para la habilita- ción de sus carenas que pide tanta u» altitud de ins- trumentos y materiales, como niimeio de operarios y proveedores, cuyos ejercicios y ocupaciones pueden entretener la vista y la imag;inacion mucho tiempo, principalmente después que se han plantilicado los dos ariiticios, el uno de agua para el aserrío de las maderas y el otro para soplar y encender las fraguas de la herrei'ín, que ambos sirven de mucha diversión, y el j)rimcro ha sido de conocida y considerable utili- dad á la Real Hacienda por el ahorro de los mayores gastos que se hacían en la antigua disposición, y la distinta prontitud con que ahora se proveen de tablas y otras piezas necesarias, cuya acertada invenci(ni ha añadido áeste Astillero nn i'equisito de grande estima- ción por lo mismo que es tan particular. Habiendo dado yá noticia de este parage, juzgo conveniente comunicarla á los curiosos y aplicados, del número y porte de los bajeles de línea y de guer- ra que se han construido para el Rey en este puerto desde el año de 1724 ó siguiente como dejo dicho, y en cumpbmiento de lo propuesto doy la relación ofre- cida. San Juan 54. El Incendio 54. El Retiro 54. El Constante 64. El Fuerte 60. El Conquistador.... 60. ElNuevo Constante 64. Otro Conquistador.. 64. Nueva África 70. El Vencedor 70. El Tigre 70. La Flora 24. El Fénix 80. El Ravo 80. Europa 64. El Infante 70. Glorioso 80. Princesa 70. La Reina 70. Galicia 70. Nuevo Invencible.. 70. La Castilla 64. El Dragón 64. La Habana 64. 166 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. El Asia 64. El Marte 16. América 64. ElJúpiter 16. África 64. El Cazador 18. La Bizarra 54. El Volante 22. La Esperanza 50. El Tetis 22. Guarda Costa 30. El Astuto 60. Chata 22. Otra América 60. Invencilile 80. San Antonio 60. LaAstréa 30. San Carlos 80(1) El Triunfo 24. Todas estas embarcaciones y otras menores, que no cuento, se han fabricado en esta ciudad desde el tiempo señalado para el servicio del Rey, y refuerzo de su Real armada, sin otras de particulares y de la Compañía de esta Isla para el fomento de su comercio y tráfico; mereciendo las mas [)or su perfecta y pri- morosa construcción, mucho crédito á los artífices que las han hecho, y dado tanto nombre á este Arsenal aun entre las naciones, que lo aplauden con estimación, aunque lo miran con seci'eta envidia porque perjudi- ca á sus intereses, y máximas de estado; pero por ninguna de tantas circunstancias, como he referido, lo considero mas justamente acreedor á un nombre y fama inmortal, que por haberse dignado Nuestro Cató- lico Rey y Sr. 1). Carlos III, elegir para el transporte de su Real persona y la de su augustísima esposa, un navio construido en este Astillero entre los otros mu- chos bajeles que j)asáron á conducirles, quedando con este tan singular honor, conocido por el Fénix de la Real armada. (1) Para complemento de esta curiosa relación, remitimos á los lectores á nuestro Tomo tercero, "Historia de la Isla de Cuba por D. José Antonio Valdés," la que impresa el año de 1813, alcanza á consignar mayor niimero de construcciones. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 167 CAPITULO XIX. Del aseo y porte de eos vecinos, buena disposición y habilidad de los naturales del país y noble- za propagada en el y en la isla. Entro á principiar este capítulo con una materia, que entre las varias que componen esta obra, me per- suado será singularmente apetecida de la curiosidad de los lectores, porque para el genio de los mas y no de los de menos categoría, son muy agradables las no- ticias del trage, adorno y lucimiento que gastan los moradores de las regiones que no han visto, y asi pa- ra satisfacer su deseo y no omitir circunstancia alguna de cuantas los escritores de mejor nota juzgan con- cernientes á estos, asuntos, daré la que corresponda al que he propuesto tocar aquí. El trage usual de los hombres y de las mugeres en esta ciudad, es el mismo sin diferencia que el que se estila y usa en los mas celebrados de España, de donde se le introducen y comunican inmediatamente las nuevas modas con el frecuente tráfico de los cas- tellanos en este puerto. De modo que apenases vis- to el nuevo ropage, cuando yá es imitado en la espe- cialidad del corte, en el buen gusto del color y en la nobleza del género, iío escaseándose para el vestuario los lienzos y encages mas finos, las guarniciones y galones mas ricos, los tisúes y telas de mas precio, ni los tejidos de seda de obi-a mas jjrimorosa y de tintes 168 ; LLAVE DEL NUEVO MUNDO. mas delicados. Y no solo se toca este costoso esme- ro en el ornato esterior de las personas, sí también en la compostura interior de las casas, en donde propor- cionalmente son las alhajas y muebles muy esquisitos pudiendo decirse sin ponderación, que en cuanto al porte y esplendor de los vecinos, no iguala á la Haba- na, Méjico ni Lima, sin embargo de la riqueza y pro- fusión de ambas Cortes, pues en ellas con el embozo permitido se ahorra ó se oscurece en parte la ostenta- ción, pompa y gala; pero acá siempre es igual y per- manente, aun en los individuos de menor clase y con- veniencia, porque el aseo y atavío del caballero ó rico, escita 6 mueve al plebeyo y pobre oñcial á la imitación y tal vez á la competencia. Esta poca moderación en los primeros, y esceso notable en los segundos, es causa de atrasarse aque- llos en sus caudales y de que no se adelanten estos en sus conveniencias, pues por lo general todo lo que sobra de los gastos precisos para la mantención ó sus- tento corporal, se consume en el fausto y delicadeza del vestuario, y en lo brillante y primoroso de las ca- lesas, de que es crecido el número y continuo el uso, y en otros destinos de ostentación y gusto, de suerte que no conformándose muchas veces el recibo con la data, ó la entrada con la salida, resulta el que queden al cabo del año empeñados; lo que se hace constante j)or el poco ó ningún dinero, que á escepcion de muy señaladas casas, se suele encontrar en las de los veci- nos mas acomodados, al mismo tiempo que se hacen notorias sus deudas ó créditos. Supongo como tan cierto en este punto, que aun- que no concurriese la espresada razón, es asentado que no permiten las circunstancias del país la adqui- sición y conservación de mucha riqueza, porque sien- do tan escesivamente mayor la porción de los géneros JOSÉ M. F. DE ARRATE. 169 que se necesitan comprar, que el producto de los frutos que se logran vender, es consiguiente el que siempre les quede muy poca d ninguna sustancia, por- que no sufragan cumplidamente lo que dejan los ta- bacos, azúcares y corambre, que es lo principal de su comercio, al consumo de las ropas, harinas, caldos, esclavos, cobres y otros efectos precisos para la sub- sistencia de las personas y de las haciendas; pei*o no es dudable el que contribuye mucho para el atraso de éstas el desói'den notado así en el fausto y pompa del vestuario, como en el i:)rimoroso adorno de las casas, de la delicadeza y abundancia de los manjares, licores y dulces en los convites, visitas y funciones públicas, en que se solicita con emulación lo mas esquisito y costoso. (1) Al lucimiento y primor del vestuario corresponde el aseo y limpieza de las personas, siendo en el sexo mugeril casi estremoso este cuidado; pero todo con- tribuye así en los varones como en las hembras para hacerlos mas decentes y bien parecidos, pues por lo general son los unos, y las otras en rostros y cuerpos de buena pro[)orcion, gentileza y arte, prendas de que se suelen pagar algo, pero de que también saben apro- vecharse airosamente en los actos y ocasiones, que se les ofrecen sin demasiada afectación, manifestándo- las con gracia y compostura en los bailes, y con de- cencia y honestidad en los conciertos y representa- ciones. No solamente gozan los nacidos en este país de P. Flor. Hist. los espresados dotes, sí también de ánimos generosos ^j^ 5? í!j;^\'"^'- y de agudos ingenios, que los han hecho célebres así í¡b."i, í^l^t. en los teatros de Belona, como en las palestras de Mi- nerva: verdad que testifican algunos autores, y con es- (i) Véase al Hiuil de este capítulo, la nota A. Tomo I. 24 170 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. D. Martin de j)ecialidad el Marqués de Altamira de quien copiaré Sa Chadon ^^ sucinta prosa, omitiendo los elegantes versos. fnndam. del 1 «Los crioUos, dice liablaudo de los naturales de Rezin. esta ciudad, logran gentileza en los cuerpos, belleza en las caras, afable trato, discreción y mucha urbani- Habmm "^Vf ^^^^' ^^^ dauías sou sei'ias, honestas, pulidas y agra- ciadas; y aquellos han sabido entre los aseos de Ado- nis, esgrimir el arnés de Marte:» Pero la prueba me- jor de esta verdad será el epítome de varones ilustres, que en todas líneas ha producido en solo dos siglos esta ciudad, y tendrá su lugar en esta obra, porque el crédito y alabanza que hangrangeadocon su virtud y aplicación á la patria, será entre las que merece la Petrarc. de 'i^as sublímc como dijo Un discreto. Siimma laus prosp. íort. Patrise sola vírtus est civiiiin. Patit^^ioíi'os!^ Lo espuesto arriba no se limita a solo los origina- rios de esta ciudad, hijos descendientes legítimos de españoles, en quienes la diferencia del origen y edu- cación puede influir ó perfeccionar tan nobles cuali- dades^ sino que se estiende con regular proporción á los pardos y negros nacidos en ella, pues á mas de ser bien dispuestos en lo corporal, son muy aptos y suticientes para los oficios mecánicos á que comun- mente se aplican y en que salen ventajosos maestros, no digo de los mas ínfimos como son los de zapate- jos, sastres, albañiles y carpinteros; pero aun de aque- llos que necesitan y piden mas habilidad, pulimento y genio, como son el de la platería, escultura, pintu- ra y talla, según lo manifiestan sus primorosas obras. No siendo para mí dudable que si en los primeros obra tan hidalgos efectos la nobleza de sangre deriva- da de los ilustres españoles de quienes los mas des- cienden, influya el ejemplo en los segundos tan esti- mables calidades: porque la eficacia de aquel en los principales mueve mucho á los inferiores, y así se ve JOSÉ M. F. DE ARRATE. 171 como escribe elegante un autor eii las heroicas i'i- mas de su célebre poema de San Rafael, que porque iVuin canto en los caballeros cordobeses, y aun en todos los an- ^" daUíces es casi natural propensión y hoiuado ejerci- cio hacer mal á los caballos, picar y dar i'ejon á los toros, y esgrimir la espada, engendra este ejemplo en la gente vulgar iguales inclinaciones. Discurro que sólo me persuado tendrá contra sí el disenso de ios dictámenes de aquellos que niegan á estas partes un carácter tan apreciable como el de la nobleza; asunto en que muy de intento debo amplificarme |)or honra de la patria, y amor á una verdad, que teniendo tan firmes y evidentes apoyos en la historia, y en otros monumentos de grave autoridad, la pretenden ofus- car y confundir la ignorancia ó la malicia, queriendo, conspiradas contra aquella, hacer pasen como inven- ciones fabulosas las noticias irrefragables de la no- bleza establecida y propagada en Indias, cuyas con- quistas y conveniencias no fueron solo incentivo de espíritus vulgares, sino de ánimos nobles y corazones generosos. El cronista Heri'era, hablando del apresto que hi- Dec. n lihm zo en Castilla Pedrarias Dávila para la jornada del i^- p- ^'^■'■ Darien, dice: que la nobleza española prevenida para pasará Italia con el Gran Capitán Gonzalo Hernández de Córdoba, luego que penetró haber variado el Rey Católico la idea de que no marchase este caudillo, buscando un nuevo rumbo á los aumentos de honor y utilidad, se ofreció toda á seguir eJ ejército destina- do para estas partes bajo la conducta del citado Pe- drarias, (l)y que llegado á Sevilla halló 2,000 Mance- (1) Herrera en sus Décadas escribe Pedrarias & nieto de Diegarias &, en razón de que era costumbre en ciertas personas y clases unir sus nom- bres á sus apellidos: pero él se llamaba Pedro Arias de Avila como lo escri- ben los coiTectores de Bernal Diaz, Edición de 1837. París, Lib.Rosa. — B. C. 172 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Iws nobles, lucidos y bien aderezados; pero que no siéndole posible traer tantos porque el niunero ñjo eran 1200 hombres, se vio obligado por ruegos y empeños it estenderse liasta el de 1500 que embarcó consigo. Toda esta bien nacida juventud pasó entonces á estas regiones, y es creible que yá dispuesta la res- tante para pasar á ella, se encaminase en otra distinta empresa que en aquella edad eran tan repetidas, lle- nando estos nuevos dominios de la Corona, de habita- dores de los mas conocidos solares de los Reinos de Es- paña, los cuales no estancándose en una sola provin- cia, se derramaban [)or otras, y según consta de la Dec. 2 \\\). 1 historia de Hen-era y Bernal Diaz, muchos hidaloi-os cau 17 ü 47 • «/ 5 o ^' ' del ejército de Pedrarias se trasladaron con su licen- Histor. de N ^j^ ^ ^^^^ -gj^ ^^^ Cuba, llamados de la noticia que á la Jiispana cap. 1 . ' , i i • . ^ fói. 1. sazón corría de su conquista y población, siendo muy verosímil que tomasen algunos asiento y vecindad en ella. (1) Emporio del Hacicudo referencia un moderno y docto escritor ¡!ap"V%.^3iv ^^ ^^^ ^^^^»^^ ^^^^^'^' ^^^^ ilustraron á la ciudad de 37, íói. 390.' Cádiz, después de su restauración de la morisma, afir- ma que el tráfico general de este nuevo mundo, la desheredó de la mayor parte de sus primeras familias, devastación que regularmente creemos esperimenta- rian las demás poblaciones de España, con decoroso aumento de estos Reinos, si bien un autor tan grave y un Ministro tan instruido como D. Gerónimo Ustariz Teór. y prác- no quicrc sc atribuya la despoblación, que hoy pade- tica de comer- ^^^ aquellos domiuios al comercio y población de es- cío y Marina ^ . i i i cap. 12, f. 23. tos, pucs autcs convicnc en que el pasage de los espa- ñoles á estas partes ha contribuido mucho al fomento de sus casas y parentelas, y á vincular en estas pro- (1) Herrera indica que llegaron á esta Isla hafta cien Hombres, la maior parte Nobles. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 173 vincias la fé católica y la lealtad y sangre castellana; pero séase lo uno ó lo oti'o, de cualquier modo se l)ruebay convence tienen aquel distinguido origen los que han nacido en estas ])artes. Y si como persuade el mismo Padre Fr. Ger(5ni- ,^ . , , mo de la Concepción, el pretesto de pasar a este nue- mundo, cap. 6, vo mundo ha enriquecido al j)ropio Cádiz con la ve- n- 1, fói. 289. ciudad de otros individuos de ilustre alcurnia, es consiguiente que por la misma causa y con mayor razón gocen las Indias en otros semejantes, el esplen- dor y honra de linages muy esclarecidos: lo que sí lespecto de muchas partes de ellas es inconcuso, tam- bién lo es respecto de nuestra Isla y ciudad de la Ha- bana, como se colegirá de lo que diré en abreviatura para que los discretos infieran lo que omito, pues el león se conoce por la uña y el gigante se computa ])or el dedo. El citado Castillo en la misma Historia de Nueva- H¡gtor deN. Kspaña, dando noticia del arribo de Cortés al puerto España, c. 21, de la Trinidad de esta Isla, refiere que en dicha villa ^^^- ^^• estaban poblados muy buenos hidalgos, y relaciona no- minadamente (1) los que de ella salieron para la jor- nada, y que de la de Sancti-Spíritu, en que habia per- sonas de mucha calidad, atrajo entre otros á Alonso Hernández Puertocarrero, i)rimo del Conde de Mede- (1) Capitán Pedro de Alvaiado y Gonzalo Al varado, y Jorge Alvara- do el viejo que era Ijastardo. — Alonso de Avila Capitán que fué cuando lo de Grijaiva, y salió Juan de Escalante y Pedro Sánchez Farjan natiu-al de Sevilla: y Gonzalo Mcxia que fué Tesorero en lo de ^léxico y un Vaena y Juanes de Fuenterrovia y Cliristóhal de Olí y Ortiz el Músico y un Gaspar Sancliez sobrino del Tesorero de Cuba, y un Diego de Peneda ó Pinedo, y un Alonso Rodríguez que tenia unas minas ricas de oro y un Bartolomé García y otros hidalgos que no me acuerdo sus nombres y todas personas de valia Alonso Hernández Puei'tocarrero primo del Conde de Medellin, y Gonzalo Sandoval, Alguacil mayor é Gobernador que fué 8 meses; y á Juan Velázquez de León i)ariente del Gobeniador Velázquez, y Rodi-igo Rangel y Gonzalo López de Ximena y su henuano Juan López y Juan Sedeño (Bernal IHaz, cap. XXI). 174 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Ilin, y añade también que de nuestra Habana le siguié- ibi. cap. 23, ron pei'sonas de calidad fuera de otros soldados decu- fói. 15, vta. yQ^ nombres no hacia memoiia. dejándola solamente de los que se distinguían por su nobleza, y caliñcan la que muy desde los principios tuvieron estas poblacio- nes y en donde dejarían muchos de ellos conocida descendencia. Inc. histor.de Escribc Garcüaso, que Vasco Porcallo de Figueroa la Flor. cap. y^cino de la villa de la Trinidad, era pariente cercano de la casa de Feria, y siendo constante por un Real despacho espedido en favor del Capitán Esteban de Miranda en lo de Abril de 1635 el que dejó legítima sucesión en la del Puerto del Príncipe, ¿cómo se le podrá negar tan claro origen á los que merecieron tan ilustre progenitor, ni á los que han tenido otros seme- jantes? Del mismo Cronista se percibe y entiende que vi- nieron á esta Isla con el Adelantado de Florida Her- nando de Soto, dos hermanos Osorios de la casa de Astorga, y habiendo casado el uno y tenido descen- dencia conocida en esta ciudad, dejó en las venas de su prole el ñnísimo esmalte de su sangre, que late hoy en las mas esclarecidas de Castilla. Nob. genes.- El gcncalogista Alouso López de Aro en el nobi- sTó * ^^' ^^^ ^^^'^^ ^1^^^ ^^^^^ '^ ^^^ y corre con la reserva y limitación que no ignoro, ni obsta á mi propósito, tratando déla casa y descendencia de los señores de la villa de Re- quena y entronque con los de Habanilla. numera en- Autos acord tre otros hijos de D. Tristan de Avellaneda y D^ Bea- 231 f. 49. triz Manrique de Roxas á Gerónimo de Roxas y Ave- llaneda Regidor de Toledo, y sin revolver mucho los archivos 6 desentrañar los protocolos de esta ciudad, se hallará que este mismo ó un hijo suyo del propio nombre, fué sobrino y heredero de D. Juan Roxas, ve- cino poblador de la Habana y c|ue ocupó en ella el JOSÉ M. F. DE ARRATE. 175 espresado Gerónimo el empleo de Alcalde ordinario el año de 1572 y que avecindado, dejó sucesión legíti- ma en ella aunque estinguida yá la varonía. Sobre todo lo dicho pondré un testimonio muy au- torizada y no menos concerniente al asunto, el cual produce el Duque de Veraguas en una representación ,, , -^ hecha á la Serenísima Señora Eeina madre y á su ^ue de Vera- Consejo con el motivo de la fatal pérdida de su isla g^as, pág. w. de Jamaica, en que reñere que la villa principal nom- brada Santiago de la Vega, tenia 600 vecinos y entre ellos familias muy principales y nobles, descendientes de sus conquistadores y que los empleos civiles los ocupaban siempre personas calificadas que reconocian el mismo origen: de donde se deducen dos cosas fa- vorables á nuestro intento, la una que respectivamen- te tuvieron las poblaciones de Cuba, vecinos de igual honor, de quienes se conserva legítima descendencia; y la otra que habiendo sido la Habana y Cuba el asilo de muchas ó de las mas familias jamaicanas después de la esperimentada desgracia, se hallan con este au- mento de vecinos distinguidos. Al mismo propósito pudiera añadir otros testimo- nios, autoridades ejemplares que llenasen un grande volumen; pero no queriendo que esta demasiada pro- ligidad haga enfadosa la de este capítulo, me conten- taré con producir por último un documento suficiente á desvanecer la preocupación de algunos individuos, que hacen en este asunto gala de la obstinación, oque á lo menos quedan siempre escrupulosos de la verdad, hallándose bien comprobada la que he propuesto en una Real Cédula fecha en Madrid á 23 de Noviembre de 1652 en la cual para allanar S. M. la resistencia, que algunos vecinos ilustres de esta ciudad hacían para no alistarse en la Compañía de caballeros que había formado el Gobernador D. Diego de Villalva y 176 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Toledo, juzgando poco correspondiente á su nobleza servir en ella, se dignó para vencer el reparo, decla- rar su Real voluntad y concederles las preeminencias y privilegios, que parecen de su contesto y convencen con evidencia cuan justificada y notoria seria la cali- dad de los espresados vecinos, pues en una materia tan del servicio del Rey y satisfacción del Gobernador, resistieron y disputái'on lo que concebían no era con- forme á ella. Baste decir para mayoi* confirmación de nuestro asunto, que si en aquellos primeros tiem- pos se estal)leciéron en estas nuevas poblaciones, per- sonas hidalgas y distinguidas que trajo á estas partes el motivo de sus conquistas, ahora por otras razones y circunstancias se radican muchas de iguales nacimien- tos, de quien lesulta el lustre y esplendor de diversas familias, poseyendo algunas mayorazgos, vínculos y rentas de casas muy antiguas y calificadas de España, como no se ignora en aquellos Reinos y es público en esta ciudad, de donde si acaso han salido por desgra- cia algunos centauros biformes, perdónese la impro- piedad de la frase, pero no la malicia del concepto, como escribe la inconsideración del Marqués de S. Andrés en un romance que corre impreso con sus car- tas, oscureciendo la candidez del papel con los salpi- ques de su sangre mas que con los borrones de su tinta: debo advertirle que en todas partes corren las finas púrpuras sujetas al deslustre de una mancha, las mas perfectas bellezas al descuido de un lunar, y las mas delicadas pieles á la casualidad de alguna pinta, porque como en el rebaño de Laban unas ovejas suelen salir de un mismo pelo y otras con alguna mezcla de P. Y. Ger. de ^^l^''^^' s. jph. Gen. No lic podido CU cstc asunto esquivar la respues- !!nrf^% ^n!í' ta, porque no cabe en la esfera del mas prudente disi- pdjiLj O. cap. 111 •! • ... P 8, p. 219. mulo la tolerancia de semejantes injurias, pues luera JOSÉ M. F. DE ARRATE. 177 incuí-rir por esta necia insensibilidad en la horrible censura que fulmina contra los buenos patricios una erudita pluma carmelitana, graduando por culpable .ingratitud el silencio, cuando heridos en la reputación el Cuerpo ó los miembros de la república, disimulan sus naturales la ofensa, debiendo, armados de la obli- gación y el resi)eto, solicitar el desagravio á cualquiera costa, omisión que seria en mí mas reprensible, dejan- do correr contra el argumento de este capítulo una es- presion tan indecorosa, sin la menor repulsa, pues en tales casos debe dispensársele ala modestia cualquier desahogo, y á la pluma menos ligera algún descompa- sado rasgo, pues el mismo Apóstol San Pablo dio vo- ces para atajar la injuria que se hacia á su nobleza, no queriendo usar del silencio cuando ei'a en contra de su honra el aíTi'avio. Nota A.— Pág. 169. A merced de las franquicias concedidas por el Gobierno al (;omercio en el Reglamento de 12 de Octubre de 1778 y sucesivos acuerdos y Reales órde- nes, basta la final lil)ertad de negociar con todos los paises del globo, la Is- la rápidamente ba llegado ú un grado de opulencia inconcel>ible, como se ve en los artícidos (ifiriridtitrd, (■(niicrrio y hadenda del Cuadro Kstíidístlco que se copian á continuación; los cuales manifiestan (pie circula anualmente en el país la suma de treinta millones de pesos, y los productos (pie saca la Real Hacienda por los derecbos que corresponden á la Corona, ascienden á cerca de nueve millones. — 1\ 1\ de S. AGRICULTURA. Azúcar. — La esportacion año medio que tuvo el [luerto de la Habana Tomo I. 25 178 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. desde 1760 á 1767, fué de 13,000 cajas; y como en esta fecha era el i'inico que espertaba, se puede decir que aquella cosecha era el resultado de dicha siembra. Reconquistada la plaza hubo estímulo por el Gobierno, y mayor seguridad por las medidas que tomó de defensa: se engrosó la población, se introdujeron hasta el año de noventa 24,875 esclavos por las concesiones hechas á la Compañía de tabacos, y contrata con el Marqués de Casa Enri- le, Baker y Dawson, con lo que se fomentaron algunos ingenios, llegando la esportacion por el espi'esado puerto en los años de 1786 á 90 á 68,150 cajas año medio. En Reales órdenes de 28 de Febrero de 1789 y 24 de Noviembre de 1791, se permitió la entrada de buques estrangeros con la condición de introducir únicamente negros, y á principios de este siglo se concedió libertad absolu- ta á los nacionales para ir á África. En la primera fecha se habilitó el puerto de Cuba, y en el Gobierno del Sr. D. Luis de las Casas que se si- guió á esta época, se decretó la libertad de comercio con todos los puertos de España y de naciones neutrales. A estos motivos que dieron impulso á toda la agricultura cubana, y jjrincipalmente protección á este fruto, se agre- gó también el estímulo de la Sociedad Patriótica establecida en la cajiital por Real cédula de 15 de Diciembre de 1792, el del Consulado cuya instaura- ción fué el 6 de Junio de 1795, las emigraciones de la isla de Santo Domin- go provenidas de las desgracias de la Francia, y de aquel territorio en los años de 1791 y subsecuentes, que trajeron colonos esperimentados en este cultivo y aclimatados brazos, y la introducción de la caña de las islas de Otahiti, de más jugo y grandor, cuyas felices circunstancias reunidas para esta Isla, fomentaron esta siembra y mejoraron su beneficio de un modo tan conocido que su esportacion en los años de 1790 á 1800, año común, fué de 110,091 cajas. Siguió bajo los mismos auspicios y estímulo de precio, produciendo la esportacion del año de 1800 á 1810, — 177,998 cajas anuales. De 1810 á 820—207,696. De 1820 á 825—250,384. En 1826 271,013. | En 1827 264,954. ¿ En el dia, la esportacion del puerto de la capital, no es el barómetro (}ue señala la entidad de esta cosecha, y en adelante sucederá que tampoco será el de mas estraccion, en razón á la habilitación de varios otros de la Isla, á la estension que toma la agricultura, principalmente por Matanzas, y á lo que perdeiá con la demolición que sufren los ingenios inmediatos, pa- ra ocu])arlos con otra clase de cultivo propio al abastecimiento de las pobla- ciones comarcanas. Para calcular lo esportado y consumido, se pondrá á continuación el resultado tpie dieron los puertos habilitados el año anos, j)or el Vjuen precio (pie conserva y la opinión del fruto; de modo, (]ue en la actualidad se consideran en principio 200 ingenios en toda la Isla, de los cuales 93 se hallan situados en las inmediaciones de Matanzas, sin contar con los viejos que se reparan. Con esta perspectiva ¿([uién no anunciará })ara el año de 1832 una cosecha de diez millones de arrobas? Este cultivo produce además la miel (pie llaman de purga,"^resultado de la destilación del baiTO, que blanquea el azúcar, y el aguardiente que de aquella se hace llamado de caña. El primer licor tiene su salida esclusiva para los Estados-Unidos de América, y el segundo ha padecido mucho en (1) Estos cálculos y los que se hagan en adelante, no pueden considerarse sino como aproximados, no haciendo relación 1 los depósitos, porque generalmente no se especula en reservar 6 guardar frutos de un año á otro, ni la calidad de eilos lo permitf . (2) Fecha en Araojuez á 22 de abril de 1804.— C. 180 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. su estraccion con los desgi'aciados acontecimientos del continente Americano- Español, (jiiedando casi reducido al consumo, lo (jne lia ocasionado el bajo precio de 20 y 22 pesos pipa <|ue tiene en el dia (1). La esportacion de mieles por el puerto déla Habana en lósanos Gibara 36 Holguin 134 Jagua 376 J jVIanzanil h) 163 Total 22.405 % El dato estadístico presenta de cosecha 63.160, luego el consumo fué de 40.7571 Los que se dedican al cultivo de las colmenas gozan también de otra cosecha ó fruto que ofrecen sus panales, y es la miel de abejas, de bastante estimación. Su producto este mismo año fué de 76.404 arroí)as, y la es- portacion por todos los puertos habilitados de 11.700, resultando de' consu- mo 54.704. Hay muchas abejas silvestres que producen también cera v miel de mas crédito para la Medicina. Algodón. — La cosecha es corta, aunijue es arbusto que crece muy bien en la Isla, particularmente en el terreno pedregoso y estéril de las costas, ofreciendo utilidad su cultivo. A los agricultores y propietarios les llama poco la atención un fruto, que tiene contra sí la variedad de la temperatura •y que para su estraccion presenta un volumen de corto Talor comparado con los demás, bien que el gasto con (pie se obtiene es corto. El estado de i)ro- ducciones marca su cosecha en el año de 1827 de 38.142 arrobas, y la es- traccion que presentan los puertos de la Isla en él mismo, es de 23,414 queda pues un residuo de 14.728, (jue aunque no puede liaber sido beneficia- 184 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. do por carecerse de telares para ello, debe sin embargo haberse empleado en la manufactura de velas y otros usos domésticos. Cacao. — Su cultivo es el mas reciente, y podrá ir en aumento para equilibrar la decadencia del café. .El árbol exige poco cuidado y gasto, pero es tardo en producir. Los establecimientos que existen en* la Isla principalmente en la parte Occidental, mas bien puede titularse semilleros que fincas. La cosecha según el resultado estadístico de 1827 ha sido de 23.806 arrobas; y la esportacion 1.953, bien que para el cálculo de consumo debe tenerse presente que hubo introducción de 15.301^ arrobas, y que el cosechado tuvo mucho destino pai^a semilla. Añil. — El arbusto jiguilete de que se extrae el añil se halla silvestre en los campos de la Isla, principalmente en su parte Oriental. Han sido desgraciadas todas las empresas para su beneficio. La ])rimera añilería se estableció en 1795 protegida por el Real Consulado, que facilitó al empre- sario un adelanto de 3.500 pesos sin interés alguno; mas no tuvo efecto, ni tampoco lo han tenido hasta la fecha otros proyectos de esta clase. En el dia se cultiva y beneficia esta planta; pero con tan poco estímulo, que en el año de 1827 sólo aparecen 56 arrobas de producto. Tkigo. — No se ha cosechado mas que en las jurisdicciones de Villa- Clara, S. Juan de los Remedios y fSanto Espíritu; (1) en tan corta canti- dad que apenas puede llamar la atención, pues en el año de 1827 solóse cosecharon 120 arrobas. Este grano no retribuye al agricultor el precio de sus fatigas como los demás frutos mencionados, y ésta es la razón de su abandono, como también el riesgo que corre con el insecto imperceptible nljorra conducido por los vientos S. y S. E., que envolviendo las espigas antes de su estado de sazón, las seca y destruye. Akroz. — Se coge en abundancia aunque no bastante para el gran con- sumo que de él se hace: una de las principales causas de no ser mayor su cosecha, es la falta de máquinas para descascararlo; teniendo que hacerlo á fuerza de brazos, operación costosa y (pie hace desmerecer el grano por lo que se rompe. La cosecha del año de 1827 fué de 520.897 arrobas y la introducción estrangera 590.820Í, que hacen 1.111,717^, y no siendo la esportacion mas que de 20.000, quedan de consumo 1.091.717^, esto es, mas del doble de lo que produce la Isla. Maíz. — Sirve de alimento y ceba en grano á los animales, y molido á los pobres y esclavitudes. Su cosecha el año de 1827 fué según el resul- tado estadístico de 1.617,806 fanegas, (2) y á pesar de esta considerable producción, se introdujo del estrangero en el mismo, la cantidad de 70.497 aiTobas en grano, y 4952 barriles en harina. Tal es el consumo de este artículo, que fuera de los frutos coloniales, es el de mas consideración de la agricultura cubana y de general cultivo entre los la])radores pobres. Su valor se gradúa cuando menos á 2 pesos fanega. Frijoles. — Se cogen de muy buena calidad, pero no los necesarios al consumo. El año de 1827 produjo su siembra 134.185 arrobas, y hubo de introducción estrangera 58.418J, casi un 50 por 100 del producto.' (1) A lo menos no se tiene noticia que se haya cultivado en otros puntos. (2) Cada fanega son mil mazorcas. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 185 Viandas. — La que se cultiva indígena es la yuca, que se puede dividir en dos especies: la dulce para comer y de gran consumo en el alimento general, y la agria de que se liace el pan llamado casabe, muy estimado en otro tiempo, y en el dia reemplazado generalmente con el de trigo. La batata, monkito, ñame, saajo la pena de otros quinientos pesos, y ofre- ció cumplirlo; pero en el Cabildo del dia 5 del propio mes de Enero se le dio por escusado y no se liizo elección en su lugar. Oficiales de la Real Hacienda Juan de Inestrosa, Juan de Lovera y Antonio de la Torre. Para bienes de difuntos Juan de Inestrosa y Juan Gutiér- rez. 1555. — Regidores nuevos Juan de Roxas y Pedro Velasco: Oficiales de Real Hacienda Juan de Inestrosa, Juan de Lovera, y Antonio de la Torre. 1556. — Regidores Juan de Inestrosa y Juan Gutiérrez: Oficiales de Real Hacienda Pedro Velasco, Juan Gutiérrez y Juan de Inestrosa. 1557. — Regidores Diego de Soto y Diego López Duran: Oficiales de la Real Hacienda Juan tíe Roxas, Antonio de la Ton-ey Diego López Duran. 1558. — Regidores elegidos Diego de Soto y Antonio Recio Castaño, el viejo. Este fundo el primer mayorazgo de la Habana. En Cabildo de 28 de Abril se acordó aumentar un Regidor porque no habia con íjuien hacer Cabildo por las ausencias al campo, y asi se vio quien seguia en votos en la elección de año nuevo á los susodichos, y sien- do Juan Gutiérrez, compareció, aceptó y ejerció, pues debian ser cuatro. 1559.- -Regidores nuevos Juan Gutiérrez, Diego de Soto y Diego López Duran. Para manejar la Real Hacienda, Juan de Roxas, Teniente del Gobernador, Diego López Duran y Juan Gutiérrez. 1560. — Regidores, Alonso Sánchez del Corral, Pedro Velasco y Gerónimo de Avellaneda. Administradores de Real Hacienda, Juan de Roxas, Gerónimo Avellaneda y Alonso Sánchez del Corral. 1561. — Habiendo alcanzado oficio perpetuo Juan de Inestrosa fueron ele- gidos solo dos, Alonso Suarez de Toledo y Diego de Soto. 1562. — Regidores Pedro Velasco y Francisco de Avalos. 1563. — Regidores Diego de Soto y Francisco de Avalos. 1564. — Regidores Alonso de Rojas y Gómez de Rojas. 1565. — Regidores nuevos Diego López Duran y Antón Recio Castaño, el viejo. 1566. — Regidores Bartolomé Cepero, y Francisco de Avalos. 1567. — Regidoi'es elegidos Diego de Soto y Diego López Duran. 1568. — No hubo elección de Regidores. Tenedores de bienes de difuntos Bartolomé Cepero, Juan de Inestrosa y el escribano Francisco Pérez de Borróte. 1569. — Regidores para este año Diego de Soto y Bartolomé Cepero. Para bienes de difuntos Alonso de Rojas, Francisco Avalos y Bartolomé 220 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Cepero. En Cabildo de 11 de Mayo presentó Diego López Duran Real cédula con merced de un oficio perpetuo y fué recibido. 1570. — Regidores elegidos Francisco Avalos y Alonso de Rojas. En Ca- bildo de 20 de Abril presentó el Capitán Baltazar Barreda, título Real de Regidor por su vida en la vacante de Antonio de la Torre; en el mismo también produjo otra gracia Antón Recio en iguales tér- minos por muerte de Juan de Lovera, y en 22 del propio mes exhibió su título Rodrigo Carreño. 1571. — No hubo elección de Regidores por estar completo el númeio con los cuatro agraciados por S. M. Tenedores de bienes de difuntos Alonso Velázquez de Cuellar, Baltazar Barreda y Francisco Pérez Borroto. 1572. — 'No hubo tampoco elección de Regidores. 1573. — No hubo elección de Regidores por innecesaria. Tenedores de bie- nes de difuntos Bartolomé Cepero, Rodrigo Can-eño y Francisco Pé- rez de Borroto. 1574. — Para administrar bienes de difuntos Gerónimo de Rojas Avellane- da, Tesorero Juan Bautista de Rojas y Francisco Pérez de Borroto. 1575. — Para bienes de difuntos Francisco de Avalos, Rodrigo Carreño y Francisco Pérez de Borroto. En Cabildo de 23 de Abril que presi- dió el Gobernador Gal)riel de Montalvo, Caballero de Santiago, se acordó elegir dos Regidores por haber fallecido Baltazar Barreda y Antón Recio que lo eran perpetuos, hasta que S. M. disponga, y fue- ron elegidos. Diego de Soto y Alonso Velázquez de Cuellar. 1576. — Regidores nuevos: Alonso de Rojas, Francisco de Avalos y Geró- nimo de Rojas, y por escusa del último quedó Gerónimo de Vaca Rengifo. 1577. — Regidores Diego de Soto, Juan Gutiérrez, Bartolomé Cepero y Mel- chor Rodríguez. Tenedores de bienes de difuntos; Alonso de Rojas y Bartolomé Cepero. 1678. — Regidores electos: Manuel Diaz y Juan Recio. Para bienes de di- funtos: Gerónimo de Rojas, Juan Recio y el escribano de Cabildo. Ya por este tiempo comenzaban á concurrir á Cabildo con el carácter anexo de Regidores el Contador y Tesorero de Real Hacienda, que S. M. nombraba, de manera que solo en alguna necesidad se acudía al arlñtrio de la elección, interesándose mas bien las personas nobles y de estimación en ir adquiriendo tales oficios por Real nombramien- to; ellos servían de distintivo á la clase alta perpetuándose hasta aho- ra ese concepto, que los ha hecho tan apetecibles y honoríficos sin necesidad de apelar á las preeminencias que las Leyes conceden á los Regidores de ciudad capital; y acabaron de afirmarse sus ventajas con la Real cédula fecha en Lisboa á 13 de Noviembre de 1581 que pennitió las renunciaciones, y que se aumentasen los de Depositario general y Receptor de penas de Cámara, y con la ley de 1620, que es la 7^, tít. 20, lib. 8 de Indias, porque conservados por^este legal arbitrio en las familias, se han ido estas sublimando mas con los ser- vicios que han prestado en tales puestos, según se notará de estas apuntaciones. Sin embargo, los Gobernadores y el Ayuntamiento han usado des- JOSÉ !\I. F. DE AKRATE. 221 de esa época el dereclio de nombrar personas, sin contradicción, que ocupasen dichos oficios y los sirviesen, pues de ambas cosas hay ejem- plares.— En 30 de Diciembre de 1-585, juntos los Regidores dijeron, que siendo próximo el dia de elecciones y no haber número suficiente para hacerlas por hallarse fuera de la Isla Pedro de Arana y Bal- tazar del Castillo, era necesario reponerlos, y elijieron, presente el Gobernador, á Bartolomé Cepero y Melchor Rodríguez. En 1" de Enero de 1586 después de elecciones dijeron, que para que haya el número de los seis Regidores, que S.. M. manda, (en la Ordenanza municipal) y porque no está en la villa D. Jorge Baeza, Regidor, nombraron al Capitán Francisco de Avalos su suegro, que aceptó y continuó. — En 3 de Enero de 1597 el Gobernador D. Juan Maldona- nado Barnuevo, dijo que hallándose ausente en los Reinos de Castilla el Regidor Rodrigo Carroño, habia nombrado á Baltazar de Rojas por convenir al buen Gobierno que esté completo el número, y fué reci- bido.— Lo mismo hizo el propio Gobernador en 26 de Junio eligiendo á Diego Ochoa de la Vega por Contador y Regidor durante la ausen- cia de Pedro de Arana. — En 10 de Setiembre de 1598 el citado Go- bernador nombró á Diego de Cabrera por Tesorero y Regidor en fa- llecimiento de Pedro Alvarez de Ruesga y fué recibido. — En 2 de Junio de 1599 fué admitido y egerció Marcos de Valora Arceo por muerte de Diego de Cabrera. — En 28 de Febrero de 1608 fueron re- cibidos de Regidores el Tesorero' Francisco Ángulo y Contador Diego Xavan-ete por nombramiento del Gobernador D. Pedro Valdés. Con lo que va referido se puede fonnar idea de las prácticas y re- glas que se usaron en los primeros tiempos, y del modo con que se gobernó la villa de la Habana, hasta (jue unifonnado este Cuerpo y determinada la sucesión de los oficios por remates y renuncias, se han fijado ya según se verá á continuación. — Se ponen los de vara, no por la antigüedad de su creación, sino por la preferencia que les corresponde, y los demás bajo aquel orden. I. — Alférez mayor ó Real. Desde 17 de Junio de 1559 se mandó en Cédula de esa fecha se rema- tase el oficio de Alférez mayor, y no consta que se hubiese verificado, agre- gando Arrate en su Historia, que no tuvo postura en los actos ó diligencias que se practicaron al intento, ni hay en los Libros Capitulares otra noticia de esa condecoración hasta el Cabildo de 1? de Diciembre de 1559 en que ha- biendo regresado D. Jorge Baeza Carvajal de otro punto de América en que desempeñaba un Gobierno, asistió ese dia á la sesión, y disputó al Re- gidor Bartolomé Morales su preferencia en el tm-no de diputaciones por ser Alférez nmyor, y así se lo declaró en el momento el Gobernador Juan de Tejeda. — Tampoco lo habia en 1621, pues por acuerdo del Cabildo se eli- gió para jurar al Sr. D. Felipe IV, á Pedro Recio Redondo, poseedor del mayorazgo de Antón Recio, como persona pudiente y notable, no por Regi- dor, porque no lo era, y en efecto alzo el Real Pendón en aquel acto; con todo se coloca á Baeza como tal, pues era reconocido por ese carácter: las fechas en todos los oficios son del Cabildo en que eran recibidos. 30: 222 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1585. — D. Jorge de Baeza Carvajal. 1661. — D. Nicolás Castellón, 16 de Setiembre. D. Miguel Castellón, no se recibió. 1707. — D. Andrés García de la Fuente, 1? de Enero. 1716. — D. Martin Recio de Oquendo, 18 de Diciembre. 1718. — D. José de Bayona, primer Conde de Casa-Bayona, interino por el Gobernador, 22 de Agosto. 1719. — D. 3Iartin Recio de Oquendo, restituido en 10 de Julio. 1732. — D. Gonzalo Recio de Oquendo. primer Marqués de Real Proclama- ción, 7 de Noviembre. 1744. — D. Martin Antonio Recio de Oquendo, teniente, 1° de Enero. 1746. — D. Dionisio de ]íenoa y Balmaseda, teniente, 17 de Junio. 1770. — Dr. D. Manuel Felipe de Arango, teniente, 19 de Enero. 1777. — El mismo como propietario, 3 de Octubre. 1786. — D. Miguel Ciríaco de Arango, 6 de Abril. 1803. — Oidor D. Francisco de Arango y Parrcño, después Consejero de In- dias, honorario de Estado, Gran Cruz de Isabel la Católica y Caba- llero pensionado de Carlos III, 2 de Setiembre. 1808. — D. José Ignacio Ecliegoyen, teniente, 16 de Setiembre. 1810. — Coronel D. Ciríaco de Arango, teniente, 19 de Enero. 1837. — El mismo propietario en 18 de Agosto. 1838. — Capitán I). Félix Ignacio de Arango, Administrador, áO de Di- ciembre. 1839. — El mismo propietario en 14 de Marzo. II. — Alguacil mayor. Este encargo corria separado del Ayuntamiento, eligiéndose persona de la confianza del Consistorio el dia de año nuevo basta la creación. 1611. — Alonso Velázquez de Cuellar, 16 de Diciembre. 1615. — Francisco Ruiz de HeiTcra, teniente, 14 de Febrero. 1621. — Alférez Diego de la Rivera, que babia sido Gobernador interino, teniente, 1? de Enero. 1625. — Ldo. D, Manuel Muñoz Herrera, teniente, 3 de Enero. 1627. — D. Luis Velázquez de Cuellar, teniente, 10 de Diciembre. 1630. — D. Juan Cliirino, teniente, 18 de Enero. 1637. — Capitán Ambrosio de Sevilla Guerrero, teniente, 24 de Julio. 1649. — D. Pedro Recio de Oquendo, 23 de Marzo. 1692. — Teniente D. Teodoro de Oquendo, 25 de Abril. 1705. — D. Nicolás de Gatica Guilisasti, 1? de Enero. 1718. — D. Nicolás Cliacon, interino por el Gobernador, 22 de Agosto. 1719. — D, Nicolás de Gatica Guilisasti, repuesto en 10 de Julio. 1727. —D. Sebastian Calvo de la Puerta, interino por el Gobernador, 21 de Agosto. 1728. — El mismo en propiedad, 13 de Agosto. 1730. — D. Sebastian Penal ver Ángulo, teniente, 1? de Enero. 1735. — D. Miguel Modesto de Arango, teniente, 1" de Enero. 1738. — Dr. D. Sebastian Calvo de la Puerta, Catedrático de Instituta en esta Universidad, teniente, 25 de Abril. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 223 1739. — Dr. D. Pedro José Calvo de la Puerta, teniente, 26 de Junio. 1753. — Coronel D. Laureano Chacón y Torres; interino, 11 de Julio. 1753. — Dr. D. Pedro José Calvo de la Puerta, })rimer Conde de Buena- vista, 20 de Julio. 1755.- -D. 3Iiguel Calvo de la Puerta, teniente, 21 de Noviembre. 1762. — D. Ambrosio Jústiz, teniente, 12 de Febrero. 1773. — D. Miguel Ciríaco de Ai-ango, teniente, 15 de Enero. 1778. — D. Miguel de Peñalver y Calvo, teniente, 16 de Enero. 1781. — Capitán D. Francisco Calvo de la Puerta, teniente, 21 de Julio. 1781. — D. Gabriel Peñalver y Cárdenas, interino 15 de Octubre. 1781. — Capitán D. í^rancisco Calvo de la Puerta, segundo Conde de Bue- na-vista, Caljallero de Santiago y después Mariscal de campo, 9 de Xoviemlire. 17S2. — Capitán .0. Tomás de Sotolongo. teniente, 11 de Enero. 1783. — D. Nicolás Calvo de la Puerta, teniente, 6 de Junio. 1789. — D. 3íigael de Cárdenas y Cliacon, segundo Marqués de Prado-ame- no, teniente, 6 de Febrero. 1789. — D. Nicolás Calvo y 0-Farrill, interino, 20 de Febrero. 1792. — D. Manuel de Zayas Santa Cruz, teniente, 27 de Enero. 1796. — D. La Sra. D" María Francisca Calvo de la Puerta, tercera Con- desa de Buena-vista, y á su nombre el Sr. Coronel D. Pedro Pablo de ()-E,eilly, Conde de 0-Reilly, después Mariscal de Campo, Gran Cruz de Isabel la Católica y San Hennenegildo, su marido, 5 de Agosto. 1797. — I)r. D. Antonio Morejon y Gato, teniente, 3 de Febrero. 1809. — I). Andrés de Jáuregui, teniente, 20 de Enero. 1811. — D. Andrés de Zayas y Jvistiz, teniente, 13 de Diciembre. 1810. — Excmo. Sr. D. Manuel de 0-Reilly y Calvo de la Puerta, después tercer Conde de r)-Eeilly y cuarto de Buena-vista, tercer Marqués Jústiz de Santa Ana, Gran cruz de Isabel la Católica, Caballero de Alcántara, Gentil-liombre de Cámara con ejercicio. Coronel efectivo del líegiraiento de Milicias de Infantería; y durante la menor edad el Excmo. Sr. Conde de ( )-Reilly su padre, 29 de Noviembre. 1817. — D. Andrés de Zayas y Jx'istiz, teniente, 26 de Setiembre. 1823. — El mismo Excmo. Sr. D. Manuel comienza á desempeñar por si el oficio, 10 de Diciembre. 1834. — Oidor D. Francisco de Armas, teniente, 21 de Junio. 1836. — Teniente coronel D. Femando de 0-Reilly, teniente, 18 de Noviem- bre. 1836. --D. José Patricio Sirgado y Zequeira, Alguacil mayor de la Real Audiencia, teniente, 16 de Diciembre. III. — Alcalde mayor provi>;cial. 1658 — Capitán D. José Ruiz Guillen, 20 de Diciembre. 1678. — D. José Ruiz Guillen (hijo) 12 de Enero. 1695. — D. Andrés García de la Fuente, 21 de Octubre. 1701. — Capitán D. Francisco González (Jarvajal, 1" de Junio. 1718. — 1). Melchor de la Tone, interino por el Gobernador, 22 de Agosto. 224 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1719. — Capitau D. Francisco González Carvajal, repuesto en 10 de Julio. 1721. — Capitán D. Antonio Barreto Tavares, 3 de Abril. 1740. — D. Luis de Balmaseda y Sotolongo, teniente, 2 de Diciembre 1741. — D. Jacinto Tomás Barreto, primer Conde de Casa BaiTeto, 19 de Mayo. 1761. — D. José de Peñalver Ángulo, teniente 5 de Enero. 1764- — I). Ambrosio de Zayas Berroa, teniente, 20 de Setiembre. 1768. — D. Martin Antonio de Aramburu, teniente, 15 de Enero. 1770. — D. Agustin Valdes, teniente; 31 de Agosto. 1773. — D. Miguel José Peñalver y Calvo, teniente, 22 de Enero. 1777. — D. Gabriel María de Cárdenas, 2? Marqués de Cárdenas de Monte hermoso, Caballero de Carlos III teniente, 31 de Octubre. 1781. — D. Pedro Julián de Morales, teniente 12 de Enero. 1788. — D. José Cristóbal Peñalver; teniente 4 de Enero. 1789. — D. Manuel de Zayas Santa Cruz, teniente, 31 de Marzu. 1791. — El mismo, interino por muerte del ])ropietario 27 de Junio. 1791. — D. Gabriel María de Cárdenas, 2" Marqués de Cárdenas de monte hernioso, caballero de Carlos III 12 de Agosto. 1793. — D. Manuel de Zayas Santa Cruz, teniente, 11 de Octubre. 1796. — D. Juan de Zequeira y Palma, segundo Conde de Lagunillas, te- niente, 19 de Agosto. 1798. — D. Alonso Benigno Muñoz, teniente, 17 de Agosto. 1800. — D. Adriano de la Cruz, 3 de Octubre. 1808. — D. José María de Escobar, Administrador, 30 de Setiembre. 1815. — D. Agustín Valdés Pedroso, Coronel de Milicias, primer conde de S. Esteban de Cañongo, 9 de Febrero. 1824.— D. Felipe Valdés Pedroso, 30 de Abril. 1828. — Teniente coronel D. Domingo de Herrera y Barreras, quinto conde de Gibacoa, Administrador, 3 Octubre. 1834. — D. Francisco José Valdés y Herrera, S de Agosto. IV. — Fiel ejecutor. Muchos años después de que S. M. hubiese declarado perpetuo los ofi- 'cios de Regidor, se hacia elección anual de Fiel ejecutor, pero habiendo creado este y concedido á Juan García Quintana de Labaneda, este lo cedió á el primero que fué. 1655. — Capitán D. Pedro Valdespino, 14 de Junio. 1672. — D. Tomas de Urabarro 13 de Diciembre. 1697. — D. Tomás Urabarro (hijo) 19 de Mayo. 1699.— Capitán D. Cristóbal Poveda, 1° de Enero. 1703.— D. Vicente José Valdés, 1? de Marzo. 1716.---D. Tiburcio Aguiar Esquivel, 25 de Setiembre. 1718. — D. Agustín de Arrióla, interino j^or el Gobernador, 22 de Agosto. 1719. — D. Tiburcio de Aguiar Esquivel, repuesto en 10 de Julio. 1726. — D. Bernardo Nicolás de Aguiar, administrador, 15 de Febrero. 1730. — D. Luis José de Aguiar, Coronel de Milicias, 1" de Setiembre. 1764. — D. Juan Esteban de Xenes, 9 de Noviembre. 1794. — D. Miguel García Barreras, teniente, 24 de Octubre. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 225 1807. — D. José María de Xenes y Montalvo, 18 de Marzo. 1825. — Luis Ignacio de Xenes y Caballero, teniente, 11 de Noviembre. 1826. — Ldo. D. Anastasio Carrillo de Arango, después Oidor honorario y Auditor propietario de marina, teniente, 24 de Noviembre. 1824. — D. Luis Ignacio de Xenes y Caballero, 13 de Febrero. 1840. — Oidor D. Francisco de Anuas, teniente, 13 de Noviembre. V. — Depositario general. El encargo de Depositario coma desde los principios sin tener anexo ofi- cio de Regidor, y así lo desempeñaba Antón Recio Castaño, conocido por el viejo, pueá de las actas consta que lo era en 156G: con la llegada de la Real cédula de Lisboa, fecha 13 de Noviembre de 1581 mandando crear este ofi- cio y otros (sin regimiento) levantó autos y puso edictos en 17 de Setiembre de 1584 el Alcalde ordinario Hernán Manrique de Roxas para subastarlo y en efecto lo compró Manuel Diaz, junto con el de Receptor de penas de cámara en 550 ducados sin asistencia ni voto en Cabildo, aunc^ue Diaz qui- so adquirirlos con esa calidad. Mientras pasaba esto en la Habana el Rey D. Felipe II hizo merced al Excmo. Sr. D. Francisco Zapata de Cisneros, primer Conde de Barajas y Gobernador del Consejo de Castilla, de este ofi- cio para que lo beneficiara en su provecho, y dicho señor en efecto nombró á Juan Recio, quien por la contradicción que le hizo Diaz fundado en el re- mate á 19 de Junio de 1585, fué obligado á traer sobre carta del Real título dentro de año y medio, aunque bajo tal condición se le recibió en el Cabildo de 16 de Enero de 1587, cuya presentación cumplió en 18 de Marzo de 1588 declarándose por la Real provisión del Consejo, que también produjo, nu- lo el remate de Manuel Diaz y desde entonces sigue la sucesión en los tér- minos que se expresa: 1550. — Juan de hoveni, jMr su vida, 10 de Octubre. 1566. — Antón Recio (el viejo) idem. 1585. — Juan Recio, rennnciable 16 de Enero. 1601. — Antón Recio (el mozo) 17 de Abril. 1609. — D. García Fernandez de Córdoba, 18 de Setiembre. 1641. — Capitán Luis de Sotolongo, 6 de Noviembre. 1651. — Capitán José de Sotolongo, 16 de Diciembre. 1652. — Alférez D. Matías Valcra y Guzman, 19 de Enero. 1661.— D. Sebastian Calvo de la Puerta, 29 de Abril. 1700.— Andrés Rubio de Villareal, 30 de Abril. 1714. — D. José de Rojas y Sotolongo, 15 de Julio. 1717. — Capitán D. Gaspar Mateo Martínez de Acosta, caballero de Santia- go, 8 de Octubre. 1718. — D. Mateo de Cárdenas y Guevara, interino por el Gobernador, 22 de Agosto. 1718. — El mismo propietario, 7 de Diciembre. 1728. — D. Nicolás Duarte, 11 de Setiembre. 1731.— D. Félix de Acosta y Hm-tado, 19 de Enero. 1736. — D. Félix José de Acosta Ríaza, 14 de Setiembre. Tomo I. 31 226 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1777. — Brigadier D. Antonio José de Veitia, Caballero de Santiago, segun- do Marqués de Real Socoito, Coronel de Milicias, 28 de Nodembre. 1787. — D. Manuel de ToiTontegui, teniente, 15 de Marzo. 1790. — J). José de Arraenteros y Guzraan, 29 de Octubre. Habiéndose estinguido el oficio de Depositarío general, se concedieron á este indi- viduo honores de Regidor, recibiéndosele como tal en 1° de Octubre de 1802 V después se le declaró propietario v entró en 17 de Marzo de 1810." 1816. — D. Florentino de Armenteros v Zaldívar, Caballero de la Real orden • de Carlos III, 18 de Octubre. ' 1830. — Teniente Coronel D. Gabriel de Cárdenas y Zayas, teniente, 5 de Noviembre. 1835. — Teniente. D. Rafael de Montalvo, teniente, 14 de Mayo. 1839. — Ldo. D. José Guerrero, teniente, 11 de Enero. VI. 1551. — Antonio de la Torre, j;o/' su vida, 10 de Enero. 1570. — Capitán Baltazar Barreda, ídem, 20 de Abril. 1578. — Bartolomé Morales, reminciable, 2 de Mayo. 1604. — Diego de Sotolongo, 27 de Febrero. 1628. — Alvaro de Lucas y Caamaño, 6 de Abril. 1659. — Diego de Sotolongo, 10 de Abril. 1682.— Alférez D. Cristóbal de Sotolongo, 9 de Octubre. 1701.— D. Baltazar de Sotolongo, 27 de^ Octubre. 1747. — D. Miguel de Sotolongo, 22 de Diciembre. 1782.— D. Baltazar de Sotolongo, 4 de Octubre. 1824. — Ldo. D. José Francisco Rodríguez Cabrera, administrador, 26 de Noviembre. Dejó esta administración en 4 de Noviembre de 1831 y en el mismo Cabildo pasó á servir otro oficio en propiedad. 1832. — D. José María Calvo y 0-Farrill administrador, 7 de Diciembre. 1834. — Subteniente D. Agustín Morales Sotolongo, administrador, 19 de Diciembre. 1838. — Excmo. Sr. D. José María Calvo y 0-Farrill, Gran cruz de la or- den de Isabel la Católica, Caballero de la Legión de honor, Gentil- hombre de Cámara con ejercicio, entró de nuevo como administra- dor, 14 de Diciembre. 1840. — Subteniente D. Agustín Morales Sotolongo, 11 de Setiembre, mas después Marqués de la Real campiña. VIL — Creado por Real cédula de 11 de Noviembre de 1567. 1569. — Diego López Duran, 11 de Mayo. 1612. — Antonio de Guevara, 7 de Diciembre. 1619. — Capitán Francisco López de Piedra, 25 de Octubre. 1620. — Capitán Sebastian Calvo de la Puerta, 18 de Enero. 1642. — Ambrosio de Sotolongo, 22 de Setiembre. 1660 — D. Juan Bautista de Sotolongo, 15 de Noviembre. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 227 1669. — D. Juan Vicente Pedroso, 27 de Setiembre. J685. — D. Luis de Sotolongo, 29 de Diciembre. 1687. — D. Sebastian de Arancivia Isasí, 25 de Abril. 1717. — D. Ambrosio de Zayas Bazan, 11 de Junio. 1730.— D. Blas Pita Figueroa, 22 de Diciembre. 1735. — Capitán D. Agustin de Chavez Carvajal, 28 de Enero. 1740. — Capitán D. José de Arango, 17 de Marzo. 1740. — Coronel D. Laureano Chacón y Toitcs, 29 de Abril. 1779. — Capitán D. José María Chacón, Caballero de Santiago, después Co- ronel de Milicias, Brigadier, Gran cruz de Isabel la Católica y tercer conde de Casa-Bayona, 6 de Agosto. 1782. — D. Nicolás de Cárdenas, primer Marqués de Prado ameno, teniente, '2S de Junio. 1795. — D. Joaquín de Herrera y Herrera, teniente, 17 de Julio. 1814. — Coronel D. Francisco Chacón, teniente, 25 de Noviembre. 1846. — Coronel D. Juan Moníalvo y 0-FaiTÍll, Caballero de Montesa^ Gran cii;z de Isal>el la Católica y después Mariscal de Campo, teniente, 20 de Setiembre. 1825.- -Teniente coronel D. José María Chacón, teniente, 18 de Noviembre. 1838. — El mismo, cuarto Conde de Casa-Bayona, j)>'02;/etar/o, 20 de Diciem- bre. VIH. — Creado en 11 de Dicieíibiíe de 1569. 1570. — Eodriffo Can'eño, 22 de Abril. 1608.— Luis de Céspedes, 1° de Febrero. 1610. — Nicolás CaiTeño, 3 de Setiembre. — Capitán Rodrigo Carreño: no está la fecha. 1654. — Capitán INLartin Calvo de la Puerta, 14 de Octubre. 1661. — Capitán D. Juan de Prado Carvajal, 18 de Noviembre. 1695. — D. Juan de Prado Carvajal, (hijo) 5 de Octubre. 1716. — D. Sebastian Calvo de la Puerta Gatica, 11 de Setiembre. 1718. — D. Francisco Castellón, interino por el Gobernador, fecha 22 de Agosto. 1719. — D. Sebastian Calvo de la Puerta Gatica, repuesto, 10 de Julio. 1728. — D. Nicolás Castellón, 10 de Diciembre. 1740. — D. Pedro de Santa Cruz y Aranda, 16 de Setiembre. 1773. — D. Gabriel de Peñalver y Cárdenas, priiner Conde do Santa María de Loreto, 22 de Enero. 1790. — D. Manuel José de Torrontegui, teniente, 29 de Octubi-e. 1795. — D. Francisco José de Peñalver, teniente, 16 de Enero. 1806. — La Sra. Doña María de la Nati\adad Peñalver y Moutalvo, se- gunda Condesa de Santa María de Loreto y en su nombre con am- bas investiduras D. José Francisco de Peñalver su marido, 5 de Se- tiembre. 1824. — D. Juan Montalvo y Castillo, Caballero de Montesa, Gran cruz de Isabel la Católica, Coronel de caballería y Gentil-hombre de Cámara con ejercicio, 12 de Noviembre, después Mariscal de Campo. 1830. — Oidor D. Diego Tanco, teniente, 23 de Setiembre. 228 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. RECEPTOR DE PENAS DE CÁMARA. IX. — Creado por remate ex 1599. 1599. — Juan Pérez de BoiToto, remmciahk, 13 de Setiembre. 1612. — Juan Sancliez Perera, 26 de Noviembre. 1614. — Capitán Alonso FeíTera, 18 de Abril. 1623. — Capitán Juan de Fuentes, 26 de Mayo. 1626. — El Mayorazgo D. Martin Recio, Salcedo y Oquendo, 6 de Noviem- bre. 1630. — Capitán Hernando Calvo de la Puerta, 25 de Enero. 1650. — D. Diego de Zayas Bazan (el mo/oj, 8 de Julio. 1661.— D. Cristóbal de'Zayaa Bazan, 27 de Octubre. 1685. — D. Mateo de Cárdenas y Guevara, 1° de Diciembre. 1701. — D. Luis de Palma Veloso y Morales, 31 de Octubre. 1716. — D. Juan de Zayas Bazan y Toii'es, 14 de Agosto. 1732. — D. Sebastian de Peñalver Ángulo, interino, 1° de Enero. 1733. — El mismo propietario, 4 de Diciembre. 1736.— D. Cristóbal de Zayas Bazan, 20 de Enero. 1765. — Capitán D. Nicolás de Cárdenas y Guevara, teniente, 24 de Mayo. 1773. — D. José Luis de Herrera, Caballero pensionado de la Real orden de Carlos III, segundo Marqués de Villalta, 25 de Febrero. 1787. — D. Gonzalo de Herrera y Santa Cruz, Caballero de Carlos III, Gen- til-hombre de Cámara, primer Conde de Fernandina, teniente, 29 de Noviembre. 1806. — D. José Miguel de Herrera, tercer Marqués de Villalta, 17 de Enero. 1824. — D. Florentino de Armenteros y Zaldívar, Caballero de Carlos III, interino x^or el Cabildo, 20 de Marzo. 1824. — D. Gonzalo de Herrera y Herrera, 30 de Abril. X. En 19 de Octubre de 1622 presentó á Cabildo el Procurador general una Real cédula, por la cual S. M. disponia se rematasen los oficios, que desempeñaban y servían el Contador y Tesorero de Real Hacienda, como ta- les Regidores, pues tenian voz, voto, asiento, turno de diputaciones y los de- mas encargos y comisiones del Cuerpo, pero conservando el asiento y con- sideraciones en los actos públicos: se procedió á la venta de ellos en 1623, y la sucesión es la siguiente: — Juan López de Tapia, tesorero. 1624. — Pedro del Pozo, por remate, 1° de Enero. 1628. — Ldo. Pedro de Pedresa y Fária, 16 de Junio. 1649. — Alférez D. Blas de Pedroso, 16 de Noviembre. 1669. — D. Jacinto de Pedroso, 10 de Mayo. — Capitán D. Francisco González Carvajal; no consta la fecha de su entrada, solo sí que lo vendió al que sigue y pasó á servir el de Al- calde provincial. 1697. — D. Pedro de Pedroso, 23 de Diciembre. 1704. — D. José de Pedroso, 1" de Enero. JOSÉ :\I. F. DE ARRA.TE. 229 1726. — D. Diego de Pedroso, 13 de Diciembre. 1731. — D. Manuel Molina Machado y Castilla, 5 de Octubre. 1750. — Capitán D. Juan Leandro de Palma, administrador, 18 de Diciem- bre. 1755. — D. Jumi-de Dios Molina, 12 de Diciembre. 1761.---D. Mateo de Pedroso, 25 de Setiembre. 1801. — D. Carlos Pedroso, primer Conde de Casa Pedroso y Garro; fué re- conocido por Eegidor de Madrid en 13 de Marzo de 1794: tiene la condecoración concedida á aquel Ayuntamiento, y sucedió en este ofi- cio tomando posesión 2-4 de Octubre. 1825. — D. Carlos José Pedroso y Pedroso, Caballero de Carlos III Gentil- hombre de Cámara, teniente. 18 de Noviembre. XI. Este oficio es el otro de los dos, que ocupaljau los Ministros de la Real Hacienda. — Marcos de Valera Arceo, Contador. 1624. — Juan Sánchez Perera, por remate, 1" de Enero. 1635.- -Alférez Luis Castellón, 27 de Abril. 1659. — D. Xicolás Castellón, 5 de Setiembre. 1661. — Capitán D. Hilario de Estrada, 16 de Setiembre. 1697. — Alférez Juan Franco, 11 de J'hiero. 1707 — D. Juan Diaz de León, 23 de Diciembre. 1716. — D. Ignacio José de Zayas Bazán, 14 de Agosto. 1721. — D. Gonzalo de Oquendo y Hozes, 21 de Octubre. 1732. — Capitán D. Pedro Blas de Oquendo y Hozes, 28 de Xoviembre. 1735. — D. Sebastian de Peñalver Ángulo, 8 de Julio 1748. — D. José de Peñalver Ángulo, teniente, 20 de Diciembre. 1759. — D. José de Peñalver, teniente, 19 de Enero. 1763. — Gabriel Peñalver y Calvo, teniente, 6 de Setiembre. 1771. — El mismo, primer Marqués de Casa-Peñalver, propietario, 13 de Se- tiembre. 1772. — D. Mignel José de Peñalver, teniente, 7 de Febrero. 1780. — D. Sebastian Peñalver y Barreto, teniente, 14 de Enero. 1783. — Dr. D. Francisco de Arriaga, teniente, 14 de Xoviembre. 1791. — D. Sebastian Peñalver y Ban-eto, teniente, 2 de Setiembre. 1804. — D. Juan Crisóstomo Peñalver, primer Conde de San Fernando de Peñalver, Gran cruz de Isabel la Católica, teniente, 5 de Enero. 1817. — D. Sebastian de Peñalver y Barreto, segundo Marqués de Casa-Pe- ñalver, 19 de Diciembre. 1817. — Dr. D. Rafael González, Auditor honorario de ejército. Asesor del Real Consulado, teniente, 19 de Diciembre. 1830. — Ldo. D. Juan Francisco Cáscales, Comendador de la orden de Isa- bel la Católtca, Gentil-hombre de Cámara, administrador, 10 de se- tiembre. 31: 230 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. XII. Por Real cédula fecha en el Pardo á 14 de Marzo de 1733, concedió S. M. á Doña Juana María Mateo de Acosta la gracia de un oficio de Regi- dor por juro de heredad para que lo diese á uno de sus hijos, y habiéndolo designado, se le despachó título y entró. 1734. — D. José Martin Félix de An-ate, 15 de Octubre. 1766. — Capitán D. Agustín José de Arrate, 19 de Diciembre. 1767. — Dr. D. Domingo de la Barrera y Contreras, 30 de Octubre. 17S1. — La Sra. Doña Leonor Contreras como curadora déla Sra. Doña Ascensión de la Barrera su hija, cuarta Condesa de Gibacoa^ 8 de Marzo. 1781. — D, Luis Ignacio Caballero, teniente, 22 de Marzo. 1785. — Teniente Coronel D. Esteban de la Barrera, teniente, 12 de Agosto. 1786. — La Sra. Doña Inés María de Arrate, y por su nominación D. José Agustín de Peralta, 7 de Diciembre. 1810. — D. José Nicolás Arrate de Peralta, 17 de Agosto. 1831. — D. Francisco Céspedes y Torrontegui, Gentil-hombre de Cámara; teniente, 23 de Diciembre. 1838. — D. Manuel Arrate de Peralta, Coronel de ejército, Comandante de Zapadores, Caballero de S. Hermenegildo, 14 de Diciembre. XIII. Regidor Correo mayor, creado por Real cédula de 6 de Agosto de 1754. 1757. — D José Cipriano de la Luz, 9 de Diciembre. 1757. — D. Juan Manuel de la Luz, teniente, 23 de Diciembre. 1760. — D. Antonio de Acosta, teniente, 4 de Julio. 1771. — Ldo. D. José Ensebio déla Luz, teniente, 24 de Diciembre. 1782. — El mismo propietario, 12 de Abril. 1796. — Teniente Coronel D. Antonio de la Luz, 22 de Abril. 1810. — Ldo. D. Luis Hidalgo Gato, administrador, 8 de Agosto. 1818. — D. Francisco de Paula de la Luz Caballero, 27 de Agosto. 1324. — Dr. D. Sebastian Fernandez de Velasco, administrador, 29 de Oc- tubre. 1839. — Dr. D. Matías de Meza, administrador, durante la menor edad de D. Joaquín Fernandez de Velazco, Caballero de la orden de Carlos III, 23 de Agosto. XIV. 1766. — Por Real cédula de 3 de Mayo de 1765, creó S. M., oficio de Regi- dor, y lo concedió por juro de heredad, con título de Castilla en re- muneración de distinguidos servicios durante la guerra con Inglaterra, á D, Domingo de Lizundia, primer Marqués del Real agrado, 11 de Abril. 1781. — D. Sebastian Peñalver y Barreto, teniente, 6 de Julio. JOSÉ M. F. DE AKRATE. 231 1785. — La Sra. D* Dolores Lizundia y Calvo de la Puerta, segunda Mar- quesa del Real agrado y eu su nombre el Brigadier D. Matias de Ar- mona, Caballero de Carlos III y Coronel del Regimiento de la Haba- na su marido, con las dos investiduras, 17 de Junio. 1796. — D. José ^liguel de Lizundia, tercer Marqués del Real agrado, y en su nombre tomó posesión con poder D. Francisco Loynaz, 20 de Mayo. ISOO. — La Sra. D^ María de la Concepción Lizundia, cuarta Marquesa del Real agrado, y por su nominación D. Francisco de Loynaz (su hijo) 12 de Diciembre. 1816. — Dr. D. José González Ferregut, teniente, 20 de Diciembre. 1824. — Dr. D. Manuel Ramirez Gallo, Comendador de Isabel la Católica y Auditor honorario de Departamento; entró como teniente, en 16 de Enero, y por muerte del Sr. Loynaz siguió de administrador, 20 de Febrero. 1837. — D. Guillermo de Saravia y Loynaz, quinto Marqués del Real agra- do, 6 de Octubre. 1839. — D. Laureano José de Miranda, Caballero de Carlos III, Auditor honorario de ejército y Asesor de la Comisión Militar de esta Isla, te- niente, 18 de Enero. XV. 1785. — Por Real título en San Lorenzo á 12 de Octubre de 1784 tuvo á bien S. M. crear un oficio de Regidor supernumerario, y por premio de servicios de sus abuelos lo concedi(') á D. Luis Ignacio Caballero, 29 de Abril. 1819. — Las Sras. D" Manuela y D" Isabel Caballero, y lo renunciaron á favor de D. Enrique Disdier, 20 de Agosto. 1231. — D. José Francisco Rodríguez Cabrera, Caballero de Carlos III, Gentil-hombre de Cámara y Auditor honorario de Departamento, 4 de Noviembre. XVI. — Padre geísEkal de mexokes. Este oficio fué creado sin calidad de ser Regidor el que lo desempeñase, aunque se le concedió mas adelante. 1747. — D. Juan Miguel Acosta, 27 de Octubre. 1781. — D. Manuel Ponce de León, Regidor honorario, 7 de Diciembre. 1785. — El mismo con voz, y voto de Regidor, 23 de Junio. 1809. — Dr. D. Francisco Ponce de León, prímer Conde de Casa Ponce de León y Maroto, 4 de Agosto. 1833. — D. Antonio Ponce de León, Fiscal del crimen honorario de la Au- diencia de Méjico, Consejero honorario en el Supremo de la guerra, Auditor jubilado de marina, primer Marqués de Aguas-claras y se- gundo Conde de Casa-Ponce de León, 23 de Agosto. 1834. — Dr. D. Francisco del Calvo, Caballero de Carlos III y Auditor honorario de Departamento, administrador, 22 de Agosto. 232 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. XVII. — Tesorero de Cruzada. Así como el Contador y Tesorero de Real Hacienda, tenían oficio de Regidor, se concedió al de Cruzada, con gracia de teniente hasta que luego se supriuiiü, sirviéndose por las personas que siguen. 1619. — Francisco Nuñez Melian, Gobernador de Caracas, 20 de Diciembre. 1626. — D. Agustin de Quirós, teniente, 16 de Octubre. 1630. — Capitán Antonio Armenteros j Guzman, teniente, 25 de Enero. 1631. — Capitán Juan de Fuentes, 2 de Mayo. 1634. — Alférez Juan de Añuez, teniente, 24 de Noviembre. 1653.- -D. Pedro de Prado Carvajal, 24 de Enero. 1659. — Capitán D. Antonio Alarcon, 5 de Setiembre. 1664. — Capitán D. Tomás de Urabarro, interino, 21 de Noviembre. 1695. — D. Gabriel de Alverro, Caballero de Calatrava, 23 de Diciembre. Antes de que S. M. se hubiese dignado conceder á los poseedores de Regimientos que los vendiesen y renunciasen, daba la gracia de usarlos per- sonalmente y por la vida á los individuos que habían prestado algunos ser- vicios, y así es que entre la época de los oficios electivos y la en (jue co- menzaron los remates hubo algunos de aquella clase, que no han tenido sucesores, y se ponen á continuación para que sea completar la noticia de todos los que han servido esos destinos. — Es conveniente advertir también, que muchos de los que ocupan los primeros huecos en la lista de poseedo- res de cada oficio, se encuentra en este caso; pero se han puesto así, por- que en las Cédulas de sucesión ha mencionado S. M. las personas por cu- 3'a muerte ó falta hacia la gracia, no dudándose á quien reemplazaron y constando la identidad de dichos oficios. 1560. — Juan de Inestrosa, por Real título en 8 de Julio. 1567.-^Diego López Duran, entró en 11 de Mayo. 1569. — Antón Recio (el viejo) independiente de la Depositaría general, en 11 de Mayo. 1588. — Baltazar del Castillo Aedo, en 8 de Mayo. 1587. — Capitán Tomás Bernaldo de Quiros, en 16 de Enero. 1604. — Diego Velázquez del Castillo, en 27 de Febrero. PERÍODOS en que HA REGIDO LA CONSTITUCIOX DEL AÑO 1812 Y Regidores electivos, según lo que ella previno. 1812 desde 21 de Agosto. Conde de Zaldívar. Capitán de fragata D. Tello Mantilla, Caballero de Calatrava. Capitán D. Pedro Armenteros y Castellón. Teniente de navio D. Antonio de Bustamante. D. Mateo Gutiérrez. Alférez de navio D. José de Bulnes, D. José Ignacio de Orta. JOSÉ M. F. DE ARRA.TE. 233 D. Francisco Francbi de Alfaro, Maestrante.de Ronda. ,, Juan Puig y Sabat. Ldo. D. José María Pumarejo. D. Agustín de Santa Cruz, Maestrante de Ronda. „ Francisco María de la Cuesta. 1813. — Renovada la mitad, extrarox á ejercer las funciones. D. Isidoro de Arteaga. Ldo. D. Julián Segundo. Ldo. Manuel líenites. , D. Miguel Bonilla. „ José Soler, „ Manuel Loreto Mojnielo. 1814. — Verificada la renovación, resultaron. Teniente coronel D. Rafael Montalvo y Anibulodi. D. Mariano de Mendive. Ldo. D. Pedro de Medina. ■ D. Félix Crucet. ,, Manuel Quintero. ,, León Ruiz de Azua. „ Pedro Venéreo del Castillo. La segunda época de la Constitución comenzó en 17 de Abril de 1820, y verificada elección, fueron instalados en 30 de Junio. D. Nicolás de Cárdenas y Manzano. Teniente coronel D. José Pizarro, Caballero de Carlos III. D. José del Castillo. „ Juan Francisco Laza. Ldo. D. José Ildefonso Suarez. D. Ignacio González Larri naga. „ Pedro José Gordillo. „ Nicolás Ruiz y Palomino. „ Santiago Malagaml)a. „ Tomás de las Fuentes. Dr. D. Esteban Rodríguez. D. Joaquín Gómez, hoy Gran cruz de Isabel la Católica, „ Francisco Marti y Arqué. Capitán D. Miguel de Peñalver y Aguirre. D. José Rubio Campo. „ Antonio Parra. „ Francisco de Layseca. En 1" DE Enero de 1821 entraron á renovar.. íDy. D. Manuel García Fernandez. Tomo I. 32 234 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Dr. D. Gregorio Moran. D. Agustín de Palma. „ Juan Roig y Roig. ,, Gaspar Villate. „ Mateo Gutiérrez. ,j Ramón Martelo y Otero. „ Domingo de Aguirre. 1822. — D. José María de Cárdenas Peñalver. „ Ramón Bustillo. „ José Agustin Duarte. Ldo. D. Mateo Estevez. Subteniente D. Antonio Nuñez. D. Ramón Beltran de Garizurieta. „ Rafael González Barranco. „ José María Quintana Wanies. - Dr. D. Ahraham Elcid. D. Dámaso de la Luz. ,, José Nepomuceno Cervantes. ,, José Vázquez. ,, Domingo Martorell. Ldo. D. Manuel de la Torre Machado. 182.3. — Subteniente D. Miguel Menocal. D. Manuel Antonio de Medina. „ Francisco Garay. „ José de Oliva y Palma. ,, Francisco del Cristo. Subteniente D. Gaspar Mateo de Acosta. D. Manuel Ponce y Puebla. Br. D. Laureano José de Miranda. D. Sebastian Remirez de Estenúz. „ Francisco Pérez de ürria. NOTICIA CURIOSA di' los Alcaldes ordinarios que han sido en esta capital, y Síndicos Procura- dores desde el año de 1550, qtie es la fecha á que alcanzan los Libros de Cahildo, pues los anteriores fueron quemados en el incendio de la villa de la Habana, que hizo el corsario inglés Francisco Drake, pereciendo los archivos, cuya resolución tomó por la heroica resistencia que se le hizo, todo lo cual consta en el Cahildo de 26 de Junio de 1586, y se advierte para que no se echen de menos aquellas actas. Contiene 290 años. — Laureano José de Miranda. 1550. — Juan de Roxas y Pedro Velasco. — Pedro Sánchez, procurador de la villa. 1551. — Pedro Velázquez y Alonso de Aguilar. — Juan Gutienez, procurador. JOSÉ :VI. F. DE ARRA'PK. 235 1552. — Francisco de Yevenes y Diego de Soto. — Alonso de Roxas, procu- rador. 1553. — El Gobernador Dr. Gonzalo Pérez Ángulo mandó que no se hicie- ran elecciones, y los Regidores y el [¡ueblo, que entonces concurrian al acto con su sufragios, acordaron veriñcarlas después de apelar con graves razones, y nombraron á Jtian Giutierrez y Ldo. Leonardo Ar- rnendariz, abogado. — Francisco López, procurador. 1554. — Juan de Inestrosa y Pedro Velasco. — Ambrosio Hernández, procu- rador. 1555. — Juan de Inestrosa y Juan Gutiérrez. — Calixto Calderón, procurador 1556. — Diego de Soto y Pedro Velasco. — Antón Recio, procurador general. Primer mayorazgo (jue hubo en esta ciudad. 1557. — No hubo elección de Alcaldes portjue así lo ordenó en un despacho al Cabildo el Gobernador Diego de Mazariegos, y fué nombrado pro- curador general Ambrosio Hernández. 1558.- -No hubo tampoco elección de Alcaldes. — Diego López Duran, pro- curador general. 1559. — Continúa la prohiVncion de elegir Alcaldes. — Antón Recio, i)rocura- dor general. 1560. — Sigue la prohibicicm de hacer Alcaldes. — Diego López Duran, ))ro- curador general. 1561. — No hubo elección de Alcaldes, suspendida á pretexto de alteracio- nes y disgustos entre el pueblo y Regidores. — Alonso de Roxas, pro- curador general. 156:2. — Tampoco se permiti(> la elección de Alcaldes. — Diego de Soto, pro- curador general. 1563. — No hubo elección. — Alonso de Roxas procurador general. 1564. — No hubo elección. — Francis(;o de Avalos, procurador general. 1565. — Continúa la interdicción. — Alonso de Roxas, ju'ocurador general. 1566. — Aunque ya gobernaba á principios de este año Garcia Osorio, no suspendió la prohibición. — Antón Recio, procurador general. 1567. — No hubo Alcaldes. — Alonso Suare/. de Toledo procurador general. 1568. — No hubo elección á principios de año, pero en Cabildo de 28 de Marzo dio cuenta el citado Gol)ernador Garcia Osorio con una Real provisión, que halña recibido de la Real Audiencia de Santo Domin- go, ordenando se hiciese dicha elección, y acatada, fueron nombrados. —Diego de Soto }' Bartolomé Cepero. — Alonso de Roxas, procurador general. 1569. — Francisco de Avalos y Alonso de Roxas. — Juan Pérez de Arteaga, procurador general. 1570. — En este Cabildo de elecciones quiso enterarse el Gobernador de la costumbre que habia para hacerlas y consta en la acta habérsele in- formado lo siguiente: que hasta la época del Dr. Ángulo y Mazarie- gos (Gobernadores) el pueblo elegía dos candidatos, otros dos el Ca- bildo, y el Gobernador ó su Teniente, si asistía por él, una; que las cinco cédulas se introducían en un cántaro de los cuales un muchacho sacal>a dos y estos eran los Alcaldes. — De aquel tiempo acá se mudó la costumbre, y sucedía que los vecinos elegían los Regidores y estos luego los Alcaldes: el Gobernador, que lo era Pedro Menendez de 236 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Aviles, Caballero del urden de Santiago, aprobó esta tiltinia costinn- bre y resultaron nombrados. — Juan Gutiérrez y Diego de Soto. — Bartolomé Cepero, procurador general. 1571. — Alonso Velázquez de Cuellar y Alonso Suarez de Toledo. — Martin Sabido, procurador general. 1572. — Francisco de Avalos y Juan Gutiérrez Manibardo. — No aparece el procurador general por el mal estado del Libro. 1573. — Bartolomé Cepero y Manuel Diaz. — Francisco de Avalos, procura- dsr general. 1574. — Alonso Velázquez de Cuellar y Gerónimo de Roxas Avellaneda. — — Gerónimo Yaca y Rengilb, procurador general. 1575. — Alonso de Roxas y Francisco de Avalos. — Melchor Rodríguez pro- curador general. 1576. — Diego de Soto y Juan Gutiérrez Manibardo. — procurador general el Tesorero y Regidor Juan Bautista de Roxas. 1577, — Alonso de Roxas y Francisco de Avalos. — Manuel Diaz, procura- dor general. 1578. — Gerónimo de Roxas Avellaneda y Alonso Velázquez de Cuellar. — Hernando de Orellana, procurador general. Estos Alcaldes renun- ciaron hasta segunda vez, y solo aceptaron porque el Gol>ernador Francisco Carreño les mandí'» á la Cárcel y que se les pusieran grillus, en beneficio público. Aquí se interrumpe la serie, porque no existen los Libros de actas de 1579 hasta 1583 inclusive. 1584. — Hernán Manrique de Roxas y Diego de Soto. — Este primero hizo el cauce de la Chorrera á esta ciudad y costó según tasación 371.715 reales. No se descubre quien fué escaño procurador general. 1585. — Alonso de Roxas y Manuel Diaz. — Juan Ramírez, procurador ge- neral. 2586. — Alonso Velázípiez de Cuellar y Melchor de Roxas. — Juan Pérez Borróte, procurador general. ^587. — Capitán Bartolomé Cepero y Melchor Rodríguez — Gaspar Pérez BoiToto, procurador general. 1588. — Capitán Francisco de Avalos y Hernando de Orellana — Francisco de Roxas, procurador general. i[589. — Cristóval de Soto y Manuel Diaz. — Juan Agustín Lozano de Con- treras, procurador general. 1590. — Francisco Roxas y Alonso Velázquez de Cuellar. — Francisco Xi- menez, procurador general. Vuelve á interrumpirse la noticia porque faltan los cinco años si- guientes. 1596. — Francisco Barreda y Juan Pérez de Borroto. — Hernando de Bane- da, procurador general. 1597. — Cristóval de Soto y Manuel Diaz, y por su muerte del segundo en el mes de Abril, se eligió al Capitán Melchor Sardo de Arana. — Pe- dro de Portierra, procurador general y por ausencia á Martin Calvo de la Puerta. 1598. — Juan de Roxas y Antonio de Rivera. — Martin Calvo de la Puerta, procurador general. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 237 1599. — Jorge Manrique y D. Juan Chirino. — Ldo. Bartolomé de Cárdenas, médico, procurador general. 1600. — Juan Bautista Borroto y Gonzalo Mexia. — Diego de Soto, el mozo, procurador general. 1601. — Juan de Sotolongo y Pedro de Áralos. — D. Juan Chirino, procura- rador general. Falta el libro de 1602. 1603. — Hernán Manrique de Roxas y capitán Pedro Melendez Flores. — Licenciado Bartolomé de Cárdenas, procurador general. 1604. — Capitán Justiniani y Sebastian Pacheco. — Francisco López de Piedra, procurador general. 1605. — Lorenzo Gutiérrez Manibardo y Juan Bautista Borroto. — Juan de la ToiTe, procurador general. 1606. Capitán Pedro Juárez de Gamboa y Jorge Manrique. — Antón Recio procurador general. 1607. — D. García Fernandez de Cordova, y Cristóval de Soto. — Juan Ló- pez de Aviles, procurador general. 1608. — Martin Calvo de la Puerta y D. Juan Maldonado. — Pedro de uña- te, procurador general. 1609. — Juan de Roxas Sotolongo y Capitán Antonio Fernandez Farias. — Pedro de Oñate, procurador general. 1610. — Capitán Pedro de Carvajal y Lucas de Roxas. ^Capitán Antonio Fernandez Farias, procurador general. 1611. — Capitán Francisco López de Piedra y Luis de Zéspedes. — Capitán Antonio Fernandez Farias, procurador general reelecto. 1612. — Capitán Pedro Melendez Flores y Pablo de Pedi'oso. — Capitán Antonio Fernandez Farias, procurador general vuelto á elegir. 1613* — Capitán Alonso Fen-era y Pedro Recio Redondo. — Capitán Antonio Fernandez Farias, otra vez procurador general. 1614. — Capitán Antonio Fernandez Farias y Francisco Ruiz de Herrera. — Luis de Zéspedes, procurador general. 1615. — Capitán Jácorae Justiniani y Luis de Zéspedes. — Juan Sánchez Pereira, procurador general. J616. — Lucas de Roxas y Pedro González Cordero. — Alférez Pedro Alva- rez de Oñate, procurador general. 1617. — Gonzalo Mexia y Capitán Hernando Barreda. — Pedro Alvarez de Oñate, procurador general. 1618. — Capitán Antonio Fernandez Farias y Francisco López de Piedra. — Pedro Alvarez de Oñate, procurador general. 1619. — Capitán Bartolomé Justiniani y Pedro Recio Redondo. — Pedro Al- varez de Oñate, procurador general. 1620. — Luis de Zéspedes y Alférez Pedro Alvarez de Oñate. — Pedro del Pozo, procm-ador general. 1621. — Capitán Pablo de Pedroso, y Contador Juan López de Tapia. — Pedro Alvarez de Oñate, procurador general. 1622. — Pedro del Pozo y Pedro de Ulibaní. — Pedro Alvarez de Oñate, procurador general. 1623. — Juan Sánchez Pereira y Capitán Francisco Diaz Pimienta — Alfé- rez Pedro Alvarez de Oñate, procurador general. 32: 238 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1624. — Alférez Pedi'o de Oñate y Ldo. Pedro de Egiiia Ibañez. — Capitán Diego González Borges, procurador general. 1625. — Capitán Juan de Esquivel y Capitán Diego González Borges. — Ldo. Pedro de Eguia Ibañez, procurador general. 1626. — Capitán Jácome Justiniani y Hernán Calvo de la Puerta, — Capitán Sebastian Calvo de la Puerta, procurador general. 1627. — Capitán Sebastian Calvo de la Puerta y D. Bartolomé Avila Man- rique.— Matias Rodriguez de Acosta, procurador general. 1628. — Pedro Recio Redondo y Diego Pérez de Borroto. — D. Bartolomé de Avila Manrique, procurador general. 1629. — D. Juan Cliirino y Martin Calvo de la Puerta. — Ldo. D. Manuel Muñoz Herrera, procurador general; y por su ausencia en 1? de Mar- zo, Julián de Estrada. 1630. — D. Luis Velázquez de Cuellar y Sargento mayor Pedro de Ulibar- rí. — Sebastian Calvo de la Puerta, procurador general: por su entra- da de Regidor se eligió á D. Antonio Correa de Sotomayor y por su muerte á Diego Pérez de Borroto. 1631. — En este año mandó hacer el Gobernador D. Juan Vitrian de Via- monte las hermosas mazas de plata, que hoy existen, de mucha ley, de buenos relieves y de tamaño proporcionado para los actos públicos y de etiqueta del Cabildo. — Cristóval Cervantes y D. Martin de Oquendo. Simón Fernandez de Leyton, Caballero de la orden de Cristo, procurador general. 1632. — Gonzalo Mexia y Marcos de Solis. — Simón Fernandez Leyton, pro- curador general. 1633. — D. Sebastian Navarrete y Alférez Diego González de la Torre. — Simón Fernandez Leyton, procurador general. 1634. — Capitán Melchor Pérez Borroto y Alférez Luis Castellón. — Ldo. Fernando Felipe de Tovar, pracurador general. 1635. — D. Diego de Zayas Bazán y José Diaz Pimienta. — Capitán Juan Camacho procurador general. 1636. — Capitán Pedro Henriquez de Noboa y Alférez D. Francisco de La- ra Bohorques. — Ldo. Tomas de Morales, procurador general. 1637. — Alférez Blas de Pedroso y Capitán D. Fernando Barreda. — Ldo. Tomas de Morales, procurador general. 1638.---Capitan D. Martin de Oquendo y Capitán Julián de Estrada. — Te- sorero Juan López de Tapia, procurador general. 1639. — Alférez Juan de Casas y Gaspar de Roxas Sotolongo. — D. Cristó- val de Valenzuela, procurador general. 1640. — Capitán Juan Camacho y Melchor Pérez Borroto. — Alférez Blas de Pedroso, procurador general. 1641.— Castellano D, M. Barona y Dr. D. P. de la Puente.— Melchor de Roxas Sotolongo, procurador general. 1642. — Capitán Sebastian Calvo de la Puerta y Contador Juan López de Tapia. — Nicolás de Guilisasti, procurador general. 1643. — Capitán L. de Sotolongo y Capitán J. González de la Torre. — D. Luis de Zéspedes, procurador general. 1644. — Capitán Diego Pérez Costilla y Capitán Miguel de Recabarren. — Gaspar de Roxas Sotolongo, procurador general. JOSÉ ¡\1. F. DE ARRATE. 239 1745. — Melchor de Roxas Sotolongo y Ldo. Fernando Felipe de Tovar. — Martin Calvo de la Puerta, procurador general. 1646. — Martin Calvo de la Puerta y D. Cristóval de Valenzuela. — Dr. Pe- dro de Eguia Ibañez, procurador general. 1647. — Nicolás de Guilisasti y Cristóval de Sotolongo. — D. Gregorio Mo- xica, procurador general. 1648. — Nicolás de Guitisasti y Capitán Martin Calvo de la Puerta. — D. Tomás de Arnaenteros y Guznian, procurador general. 1849. — D. Diego de Zayas 'Bazán y D. Gregorio Moxica. — D. Nicolás Vendaval de Aguiar, procurador general. 1550. — Castellano D. Félix Chacón de Narvaez y el Tesorero D. Melchor Arias de la Marcha. -D. Baltazar Velázquez de Cuellar, procura- dor general. 1651. — Capitán Juan de Solarte y D. Agustin Velázquez deCuellar. — Ca- pitán D. Melchor Arias, Martínez de la Marcha, procurador general. 1652. — Capitán D. Pedro Vaídeespin y Cristóval Velázquez del Castillo. — Capitán D. Melchor Arias, Martínez de la Marcha, procurador gene- ral. 1653. — Capitán D. Luis de Zéspedes y D. Nicolás Vendaval de Aguiar.— Capitán D. Melchor Arias, Martínez de la Marcha, procurador gene- ral. 1654. — Diego de Sotolongo y D. Juan Chirino. —Capitán José Diaz Pimien- ta, procurador general. 1655. — Capitán D. José Valero y D. Alonso Chirino, — Alférez D. Pedro de Carvajal, procurador general. 1656. — Alférez D. Pedro de Carvajal y D. Antonio Gatica. — Capitán D. Juan de Prados, procurador general. 1657. — Capitán D. Juan Cordero, y D. Leonel de Cervantes. — Capitán D. Hilario de Estrada, procurador general. 1658. — Capitán D. Hilario de Estrada y D, Baltasar de Armenteros. — Al- férez Jacinto de Cabrera, procurador general. 1659. — Capitán D. Juan de Prados y Capitán D. José de Sotolongo. — D. Francisco Garro, procurador general. 1660. — Al tiempo de procederse á las elecciones notó el Regidor D. Anto- nio Alarcon los inconvenientes que se seguían de hacerse en público la nominación de candidatos, propuso que en lo sucesivo se verificase á puerta cerrada, así se acord(') y lo aprobó el Sr. Gobernador Presi- dente Maestre de Campo D. Juan de Salamanca, quedando hasta ahora vigente la prevención; fueron electos. — Capitán D. Francisco Garro y Diego de Roxas Sotolongo. — Capitán Melchor de Roxas, procurador general. 1661. — Capitán D. Melchor Arias Martínez de la Marcha y Capitán Don Alonso Melendez. — Alférez D. Pedro Carvajal, procurador general. 1662. — Alférez D. Juan Maldonado Barnuevo y Castellano Pedro García Montañés. — Alférez D. Pedro Carvajal, procurador general. 1663.- -Licenciado D. Antonio de Tapia y Capitán D. Juan Manuel de Chaves y Tapia. — Capitán D. Alonso Melendez, procurador general. 1664. — Capitán D. Juan Manuel Chaves y Tapia y Tomás de Urabarro. — D. Cristóval Calderón, procurador general. 240 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1665. — Capitán Gregorio de Vergara y D. Cristúval Calderón. — D. Cristó- val Marrufo, procurador general. 1666. — Capitán D. Nicolás Calvo y Capitán D. Antonio de Oquendo. — Teniente D. Bernardo Tovar, procurador general. 1667. — Capitán D. Nicolás Calvo de Arrieta y Capitán D. Juan Castellón. — D. Luis Justiniani, procurador general. 1668. — D. Diego de Pedroso y Capitán Juan González Carvajal. — Licen- ciado D. Antonio de Heredia, procurador general. 1669. — D. Diego deZayas Bazán y D. Pedro Beltran de Santa Cruz. — D. Tomás Rangel, procurador general. 1670. — Castellano D. Juan de Manuel y Capitán D. José González. — Al- férez D. Cristo val Calderón, procurador general. 1671. — D. Juan Bautista de Soto, y D. José del Castillo. — Alférez Don Crístóval Calderón, procurador general. 1672. — D. Agustín de Valdés y Alférez D. Andrés de Viveros. --Licencia- do D. Gregorio de la Vega, procurador general. 1673. — Capitán Ignacio de Loza y Capitán D. Martin de Sotomayor. — Al- férez D. Cristóval Calderón de la Barca. 1674. — Capitán D. Pedro de Valdespino y D. Juan Bautista Varona. — Don Francisco Justiniani, procurador general. 1675, — Licenciado D. Antonio de Tapia Catategui y Sargento mayor Don Diego de Arias, Martínez Maldonado. — Crist(Sval Nuñez de Cabrera, Escribano público,^ procurador general. 1676. — Capitán D. Cristóval Calderón de la Barca y Capitán D. Manuel Cambel. — Licenciado D. Gregorio Lazo de la Vega, procurador ge- neral. 1677. — Tesorero Agustín de Palma Veloso y D. Ñuño Cliirino de Villa- vicencio. — Capitán D. José Diaz Pimienta, procurador general. 1678. — Capitán D. Antonio de Pedroso y Capitán D. Francisco Caniego. — Capitán D. Manuel Chambel, procarador general. 1679. — Capitán I). Francisco Caniego y D. Tomás Rangel. — Alférez Leo- nardo de Heredia, procurador general. 1680. — Teniente D. Teodoro de Oquendo y D. Juan de Salazar. — Licen- ciado D. Juan Diaz de León, procurador general. 1681. — Capitán D. Pedro Lucas y Capitán D. Francisco de Robles v San- doval. — Licenciado D. Juan Diaz de León, procurador general. 1682. — Capitán D. Francisco Robles y Sandoval y D. Francisco Pérez Costilla. — Capitán D. Francisco Caniego y Valdespina, procurador general. 1683. — Regidor Capitán D. Hilario de Estrada y D. Antonio Bayona Fer- nandez de Córdova. — Capitán D. Francisco Caniego y Valdespina, procurador general. 1684. — Alférez D. Luis de Sotolongo y Capitán D. Gonzalo Chacón. — Ca- pitán, José González, procurador general. 1685. — Se hizo reelección completa de alcaldes y procuradores. 1686. — Capitán D. Jacinto de Pedroso y D. Pedro de Cárdenas. — D. Fran- cisco Guerra de la Vega, procurador general. 1687. — D. Ambrosio de Cárdenas y Ambrosio Alarcon. — Alférez Juan Franco, procurador general. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 2^1 16SS. — Capitán José González y Alférez Juan Franco. — Teniente D. Luis de Sotolongo, procurador general. 1689. — Capitán Domínguez Pérez de Silva y Capitán D. Cristóval Zayas Bazán. — Capitán D. Francisco Caniego Valdespina, procurador ge- neral. 1690. — D. Sebastian Calvo de la Puerta y Sargento mayor, Caballero de Santiago D. Pedro Renier de Legasa. — D. Pedro de Aldana, procu- rador general. ■1691. — Caballero de Calatrava D. Gabriel de Alveiro y D. Pedro de Al- dana. — D. Miguel de GaiTO, procurador general. 1692. — Ldo. D. Juan Diaz de León y D. Estévan de Be: on. — Ldo. D. Nicolás Clii-'no Vandeval, procurador general. 1693. — Caballero de Santiago, Capitán D. Juan de Roxas y Ldo. D. Nico- lás Cliirino Vandeval. — Teniente D. Luis de Balmaseda, procurador general. 1694. — Sargento mayor D. Pedro de ^"anda y tesorero D. Martin de Pal- ma Veloso. — Capitán D. Francisco Caniego, proci"-ador general. 1695. — Capitán D. Juan de Silva y Teniente D. Maitin de Oquendo. — D. Maiin de Viamonte y Navarra, procurador general. 1696. — Capitán D. Mateo de Cárdenas y D. Miguel de Recaba: en. — Ca- pitán D. Francisco Caniego, procurador general. 1697. — D. Pedro de Santa Cruz y Ldo. D. Tiburcio Diaz Pimienta. — Ca- pitán D. Francisco Caniego, procarador general. 1698. — Capitán D. Francisco Gauoy D. Francisco de Contreras. — Tenien- te D. Mai m Recio de Oquendo, procr'ador general. 1699. — D. Juan de Prado Carvajal y D. Isidoro Pita de Figueroa. — D. Francisco González Carvajal, procurador general. 1700. — D. Santiago de Aírate y Capitán D. Ubaldo de Ai.eaga. — Andrés Rubio de Villareal, procvador general. 1701. — D. Fernando de Zayas y Capitán D. Diego de Peñalver Ángulo, — Capitán D. Francisco Caniego, pro(;i -ador general. 1702. — Ldo. D. Juan Diaz de León y D. Miguel González. — Alférez D. Miguel Pérez de las Ala«, procurado* general. 1703. — Ü. Juan de Palma Morales y D. Martin Recio de Oquendo. — Ldo. D. Juan D. de León, procurador general. 1704. — Reelección de los mismos Alcaldes. — D. Li"'s González de Cai/a- jal, procurador general. 1705. — D. Luis González de Carvajal y D. Luis de Palma Morales. — D. Andrés Garcia de la Fuente, procurador g( ueral. 1706. — D. Baltasar de Sotolongo y D. Bartolomé de Balmaseda. — Capitán D. Francisco Caniego, procurador general. 1707. — D. José de Pedroso y Capitán D. Miguel del Puerto. — D. Melchor de la Torre, procurador general. 1708.— D. Maiiin de Oquendo y D. Melchor de la Torre. — Capitán D. Ma- teo de Cárdenas y Guevara, procurador general. 1709. — Reelección completa de Alcaldes y procurador. 1710. — Capitán D. Agustín de Aniola y D. Pedro Benedit Hobruitiner. — D. Martin Recio de Oquendo, procurador general. Tomo I. 33 242 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1711. — Reelección de Alcaldes. — Ldo. D. Miguel de Sotolongo, prociu'ador general. 1.712.— Caballero de Santiago D. Martin de Palma Velóse y Capitán D. Jacinto de Pedroso. — Ldo. D. Miguel de Sotolongo, procm-ador ge- neral. 1713. — D. Juan de Palma Veloso y Morales y I). Martin Recio Oquendo. — D. Francisco de Cárdenas, procurador general. 1714. — D. Gaspar Mateo de Acosta, Caballero de Santiago y D. Francisco de Cárdenas. — Ldo. D. José González de las Alas, procurador gene- ral. 1715. — Capitán D. Mateo de Cárdenas y Guevara y D. Ambrosio Menen- dez. — D. Miguel Diaz de Saa, procurador general. 1716. — Reelección de Alcaldes. — D. Ignacio Can-eño Cabeza de Vaca, pro- ciu'ador general. 1717. — Alférez mayor D. Martin Recio de Oquendo y Capitán D. Nicolás Chacón. — Ldo. D. Pedro Fernandez de Velasco, procurador general. 1718. — D. Francisco González de Carvajal y D. Ambrosio de ZayasBazán. — D. Agustín de Chaves y Carvajal, procurador general. 1719. — Alférez mayor D. José de Bayona y Tesorero I). Gabriel de Alver- ro. — D. Pedro Menendez IVIárquez, procurador general. El primero fué creado poco después Conde de Casa Bayona. 1720. — Capitán D. Juan Manzano y Regidor D. Sebastian Calvo de la Puerta. — Capitán D. Pedro Benedit Hobruitiner, procurador general. 1721. — Capitán D. José de Arango j Regidor D. Ignacio de Zayas Bazán. — D. Jacinto Pita de Figueroa, procurador general. 1722. — J). Francisco Castellón y D. Gabriel de Santa Cruz. — Regidor D Ignacio de Zayas Bazán, procurador general. 1723.— D. Félix Chacón, y Ldo. D. Pedro Nicolás de Morales.— Capitán D. José Francisco de Arango, procurador general. 1724. — Conde de Casa Bayona y Capitán D. Estévan de BeiTO y Gar- ro.— Ldo. D. Miguel de Tapia Catategui, procurador general y por ascenso de este á Teniente Gobernador de Trinidad, D. Blas Miguel Pérez de las Alas. 1725. — Reelección comjDleta. 1726. — Alférez mayor D. Maitin Recio de Oquendo y D. Gabriel de San- ta Cruz. — Capitán D. Gicolás Duarte, procurador general. 1727. — D. Baltasar deMalgarejo y Santaella y D. Diego de Aldana. — D. Pedro de Leyva } Carvajal, procurador general. 1728. — Si. D. Juan Francisco de Zequeyra, Contador mayor del tribunal de cuentas y Capitán D. José González 'Carvajal. — D. Pedro Leyva y Cars^ajal, procurador general. 1729. — Se hizo reelección de Alcaldes. — Capitán D. Francisco Antonio Bassave, procurador general. 1730. — Regidor D. Sebastian Calvo de la Puerta y D. Juan José de Jús- tiz. — Capitán D. Francisco Antonio Bassave, procurador general. 1731. — D. Antonio Barreto Tavares y Capitán D. Francisco Antonio de Bassave. — Capitán D. Alonso Márquez del Toro, procm-ador general. 732. — D. Miguel de Coca y D. Juan Tomás de Zayas Bazán. — Capitán D. Agustín de Castro Palomino, procurador general. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 243 1733. — Alférez mayor D. Gonzalo Recio de Oquendo y Capitán D. Agus- tín de Chavez y Carvajal. — Ldo. D. Bernardo de ürrutia y Matos pro- curador general. 1734. — Alguacil mayor D. Sebastian Calvo de la Puerta y Capitán D. Carlos de Frañquis. — D. Félix Francisco Ruiz, procurador general. 1735. — D. Félix Chacón y D. Antonio Parladorio sacaron seis votos en la elección, y otros seis D. Nicolás Cliacon y D. Pedro Hobruitiner, pero el Excmo. Sr. Conde de Revillagigedo presidente, confirmó á los dos primeros sin nuevos sufragios. — D. Félix Francisco Ruiz, procu- rador general." 173(3. — Regidor I). Baltasar de Sotolongo y Capitán D. José González Carvajal. — D. Antonio de la Luz, procurador general. - 1737. — Reelección completa. 173S. — Regidor D. Sebastian de Peñalver Ángulo y Capitán D. Juan de de Palma. — D. Félix Francisco Ruiz, procurador general. 1539. — Se hizo reelección completa. 1740. — Alférez mayor D. Gonzalo Recio de Oquendo y D. Félix Francisco Ruiz. — D. José de Miranda, procurador general. 1741. — Regidor D. Laureano Chacón y Torres'y Capitán D. Agustín de AiTate. — D. José de ^Miranda, procurador general. 1742. — Regidor D. Pedro Beltran de Santa Cruz'y Dr. D. Juan de Peñal- ver Ángulo. - D. Pedro Miguel Garcia Menocal, procurador general. 1743. — Regirlor D. Baltasar de Sotolongo y Capitán D. Santiago Pita. — D. Pedro Garcia Menocal, procurador general. 1744. — Regidor D. Sebastian de Peñalver Ángulo y Sargento mayor Don Antonio Parladorio y Abaunza. — D. Pedro Garcia Menocal, procu- rador general. 1745. — Alférez mayor D. Gonzalo Recio de Oquendo y Teniente de Regi- miento Alguacil mayor D. Pedro José Calvo de la Puerta. — D. Pe- dro Garcia Menocal, procurador general. 1746. — Dr. D. Gabriel de Santa Cruz y D. Francisco Chacón. — D. Pedro Garcia Menocal, procurador general. 1747. — D. Nicolás Castellón y Teniente de Regidor Alférez mayor D. Dio- nisio de BeiToa. — Licenciado D. Nicolás de Lara, procurador ge- neral. 1748. — D. Manuel de Molina Machado y Castilla y Dr. D. Juan de Pe- ñalver Ángulo. — Sargento mayor D. Antonio Parladorio y Abaunza, procurador general. 1749. — Habiéndose procedido á las elecciones, resultaron con ocho votos D. Gabriel de Zéspede#, con siete D. José de Pedi'oso, con cinco el Capitán D. Juan Leandro de Palma y con otros cinco el Dr. D. Ber- nardo de UiTutia y Matos, y el Sr. Gobernador D. Francisco Anto- nio Cagigal de la Vega confirmó á los dos liltimos aunque con menos sufragios, manifestando que lo hacia por el bien público y por otros motivos que dijo reservaba, dando cuenta á S. M. Acudió el Cabil- do en queja esponiendo sus razones y descendió la Real cédula de 18 de Mayo del propio año de 1749, desaprobando lo hecho por el Go- bernador y confirmando á Zéspedes y Pedroso, que fueron instalados en 22 de Diciembre hasta cuya fecha no lleg() el correo; pero como el 244 LLAVE DEL NUEVO MUNOO. citado Gobernador babia también acudido á S. M., se dirigió c >n fe- clia 1? de Junio del precitado año, trece dias después de la cé-^ula, una Real orden reservada en parte, y es la vijente, por la cual se concede á este Gobierno la aprobación de lo que babia ejecutado el Sr. Cagigal. — Capitán D. Dionisio de Berrea, síndico procurador. Este fué el primero que comenzó á usar del dictado de síndico con- juntamente con el de procurador por nombramiento del Cabildo y así continúa. 1750. — D. Diego de Aldana y D. Antonio Garro. — D. Juan Tomás de Za- yas Bazán, síndico procurador. 1751. — Teniente de Regidor D. José de Penal ver Ángulo, y D. J^mu 0-Farrill. — Capitán D. Diego Antonio Maixcro, síndico procurador. 1752. — Regidor D. José Martin Félix de Arrate y Dr. D. Francisco Ló- pez de Gamarra. — D. Antonio Garro Bolívar, sínd'co procr^-adov. El primer > es el autor de la apreciable Historia de la Habana, im'^reiia por una sección de la Real Sociedad Patriótica; y el segundo reunía el juzgado de bienes de difuntos y la Fiscalía de la Real Hacienda . 1753. — Se bizo reelección absoluta. 1754. — Regidor D. Sebastian de Peñalver Ángulo y Capitán D. Lope Ni- colás de Morales y Soler. — Dr. D. Manuel Felipe de Arango, síndico procurador. 1755. — Regidor Alférez mayor D. Gonzalo Recio de Oquendo y D. Mateo de Pedroso. — Dr. D. Manuel Felipe de Arango, síndico procurador. El primero fué mas adelante creado Marqués de la Real Proclama- ción , 1756. — Capitán D. Dionisio de Berrea y Dr. D. Pedro Calvo de la Puerta, Regidor Alguacil mayor. — D. José de Zayas, síndico procurador. El segundo fué creado mas adelante Conde de Buena-vista. 1757. — El Marqués de Villalta y D. Gerónimo de Contreras y Jústiz. — D. José de Pedroso y Florencia, síndico procurador. 1758. — Sr. D. Manuel Manzano, y Regidor D. Laureano Cbacon y Torres. — D. Domingo de Lizundia, síndico procurador. El primero fué creado mas adelante Marqués Jústiz de Santa Ana y el síndico Mar- qués del Real agrado. 1759. — Regidor D. Sebastian de Peñalver Ángulo y Dr. D. Antonio San- martín.— D. Estévan José Porlier, síndico procurador. 1760. — Se bizo reelección de Alcaldes. — D. Pedro García Menocal, síndico procurador. 1761. — Regidor Alguacil mayor Dr. D. Pedro Calvo de la Puerta y D. Ja- cinto Tomás Barrete Tabaré s.---Dr. D. ifntonio Sanmartín, síndico procurador. El segundo fué creado mas adelante Conde de Ca ;, Ban-eto. 1762.— D. Miguel Calvo de la Puerta y Dr. D. Pedro Beltian de Santa Cruz. — D. Felipe de Zequeira, síndico procurador. El segundo fué creado mas adelante Conde de la ciudad de San Juan de Jaruco. En este año fué la ocupación de la plaza por los ingleses, y en Cabildo estraordinario celebrado en 31 de Agosto fué recibido como Goberna- dor político nombrado por el general Albemarle, el Regidor D. Se- bastian Peñalver Ángulo, protestando en dicbo acto el Alcalde ordi- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 245 navio Dr. Santa Cruz que no parase perjuicio á la juñsdicciou ordina- ria que egercia según artículos de la Capitulación: y en otro Cabildo de 14 de Setiembre eligió dicho G-eneral por su teniente al regidor D. Gonzalo Recio de Oquendo y quedó aceptado. 1763. — Regidor D. Laureano Chacón y Torres y D. José Cipriano de la Luz. — D. Juan de Palma Veloso, síndico procurador. 1764. — Regidor D. Cnstóval de Zayas y D. Domingo de Lizundia. — Don José de la Guardia, síndico procurador. 1765. — D. José Cristóval de Zayas Berroa y Capitán D. Nicolás de Cárde- nas,— D. Pedro García Menocal, síndico procurador. 1766. — Coronel D. Luis Francisco Bassave y Capitán D, Estévan de la Barrera y Contreras. — D. José Vertiz Verea, síndico procurador. 1767. — Dr. D. Gabriel Beltran de Santa Cruz y D. Martin Antonio Aram- bura. — D. José Vertiz Verea, síndico procurador. 1768. — El Conde de Gibacoa y D. Jacinto Tomás Barreto Tabares. — Dr. D. Felipe José de Rivera, síndico procurador. 1769. — D. Gabriel de Peñalver y Cárdenas y D. Agustín José Valdés. — D. Cristóval de Zayas Fromesta, síndico procurador. 1770. — Regidor D. Domingo de la Barrera y Coronel D. Luis Fernandez Pacbeco. — Capitán D. Francisco de Cárdenas, síndico procurador. 1771. — Regidor D. José Cipriano de la Luz y D. Miguel de Peñalver y Calvo. — Teniente coronel D. Francisco de Cárdenas, síndico procu- rador. 1772. — Regidor D. Gabriel de Peñalver y Calvo y D. José de Herrera. — Dr. D. Jacinto Castellanos, síndico procurador. 1773. — Teniente de Regidor D. Nicolás de Cárdenas y D. José Vertiz Ve- rea. — D. Juan Manuel de Aguirre, síndico procurador. 1774. — Teniente coronel D. Francisco de Cárdenas y D. Domingo de Ugar- te. — D. Juan Manuel de Aguirre, síndico procurador. 1775. — Regidor D. Domingo de la Barrera y D. Juan ^lanuel de Aguirre. — D. Lorenzo de Quintana, síndico procurador. 1776. — Conde de Lagunillas y D. Manuel Recio de Morales. — Licenciado D. Guilleniio Veranes, síndico procurador. 1777. — Teniente de Regidor Licenciado D. Eusebio de la Luz y D. Fran- cisco del Valle Clavijo. — D. Juan de Orta Bello, síndico procura- dor. 1778. — Teniente de Regidor D. Miguel Ciríaco de Arango y Capitán Don i'^stévan de la Barrera. — D. Miguel García Menocal, síndico procu- rador. 1779. — D. Miguel Antonio de Herrera y D. Lorenzo de Quintana. — D. Mi- guel García Menocal, síndico procurador. 1780. — D. Gabriel de Peñalver y Calvo y Ldo. D. Pedro Regalado Pedro- so. — D. Mateo Reygadsa, síndico procurador. 1781. — Marqués de Cárdenas de Monte-liennoso y D. Baltazar de Sotólo a go. — Dr. D. Francisco de Amaga, síndico procurador. 1782. — Conde de Buenavista, Regidor, y D. Miguel de Peñalver v Cal- vo.— D. Tomás Mateo Cervantes, síndico procurador. 1783. — Conde de Casa Montalvo y D. José Miguel de Herrera. — D. Tomás Mateo Cervantes, síndico procurador. 33: 246 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 17S4. — Conde de Macuriges y D. Nicolás de Peñalver y Cárdenas. — D. Tomás Mateo Cervantes, síndico procurador. 1785. Teniente de Regidor D. Luis Ignacio Caballero y Teniente coronel D. José Ricardo 0-Farrill. — D. Gabriel Palomino, síndico procura- dor. 17 86. — Coronel D. Vicente Garcini y D. Juan de Zequeira. — D. Antonio Basilio Menocal, síndico procurador. 1787. — Teniente coronel D. Miguel de Cárdenas y D. Juan Nepomuceno Noroña. — D. Juan Bautista Lanz, síndico procurador. 1788. — Capitán D. Pedro Julián de Morales y D. Juan Bautista Lanz. — D. José Manuel López, síndico procurador. 1789. — Conde de Gibacoa y Ldo. D. Juan B. Galaynena. — Ldo. D. Rafael CeperOj síndico procurador. 1790. — D. Juan de Zayas Santa Cruz y D. José Vicente Valdés Pedroso. — D. José Luis de Meireles, síndico procurador. 1791. — D. José María de Peñalver y D. Francisco José Bassave. — D. Ga- briel Raimundo de Azcárate, síndico procurador. 1792. — Teniente coronel D. Rafael Montalvo y Capitán D. José de Zaldí- var, — Ldo. D. Antonio de Flores Quixano, síndico procurador. 1793. — Teniente coronel D. Miguel de Coca y I). Domingo de Cárdenas. — D. Miguel García Barreras, síndico procurador. 1794. — D. Carlos Pedroso y D. Juan Bautista Pacheco. — D. Alonso Benig- no Muñoz, síndico procurador. El primero fué creado en años pos- teriores Conde de Casa Pedroso y Garro. 1795. — D. Manuel José de Torrontegui, y D. Juan Bautista Lanz. — D. Jo- sé de Coca y Aguilar, síndico procurador. 1796. — Regidor!). José Agustín de Peralta y Dr. D. Antonio Morejon y Oato. — D. Manuel José de Torrontegui, síndico procurador. 1797. — Regidor Alférez Real D. Miguel Ciriaco de Arango y Capitán D. Pedro Julián de Morales. — D. Manuel José de Torrontegui, síndico procurador. 1798, — Teniente coronel D. Antonio de la Luz y Ldo. D. Antonio Ponce de León y Maroto. — Dr. D. Ambrosio María de Zuazo, síndico pro- curador. El segundo fué mas adelante Marqués de Aguas Cla- ras. 1799. — D. José María de Escovar y Dr. D. Nicolás Martínez de Campos. — D. Juan de Arango, síndico procurador. El segundo fué mas ade- lante creado Conde de Santovenia. 1800. — D. Sebastian Ignacio de Peñalver y Dr. D. Ambrosio María de Zuazo. — D. José Leandro García, síndico procurador. 1801. — D. Ignacio Pedroso y Barrete y D. Alonso Benigno Muñoz. — Don José Leandro García, síndico procm'ador. 1802. — D. Francisco Xavier Pedroso y D. José Cristóval Peñalver. — Don Andrés de Jáuregui, síndico procurador. 1803. — Conde de 0-Re1lly, Regidor, y D. Joaquín Garro y Zayas. — Don Andrés de Jáuregui, síndico procurador. 1804. — Conde de 0-Reill^, Regidor, y D. Sebastian José Peñalver. — Li- cenciado D. Carlos de Castro Palomino, síndico procurador. 1805. — D. Gonzalo de Herrera y Capitán D. Rafael 0-Farrill. — Licenciado JOSÉ M. F. DE ARRATE. 247 D. Carlos de Castro Palomino, síndico procurador. El primero fué creado mas después Conde de Fernandina. 1806. — D. Juan Crisóstomo Peñalver y D. Miguel de Herrera y Pedroso. — ür. D. José González FeíTegut, síndico procurador. 1807. — D. Melchor Valdés Pedroso y D. Alonso Benigno Muñoz. — Doctor D. José González Ferregut, síndico procurador. 1808. — D. Martin de Echeverría y Peñalver y D. Andrés de Jáuregui. — D. Tomás de la Cruz Muñoz, síndico procurador. JS09. — D. Joaquín de Herrera y Capitán D. Tomás Domingo de Sotolon- go. — D. Tomás de la Cruz Muñoz, síndico procurador. 1810. — D. J. Ignacio de Echegoyen y D. J. María Pedroso. — D. Andrés de Zayas y Jústiz, síndico procurador. 1811. — D. Andrés de Zayas y Jiistiz y Capitán de fragata D. Casimiro de Lamadrid. — D. Juan José de Iguaran, síndico procurador. 1812. — Conde de casa Montalvo y D.^Agustin V. Pedroso. — Dr. D. Sebas- tian Fernandez de Velasco, síndico procurador. El segundo fué mas adelante creado Conde de San Esteban de Cañongo. Publicada en esta capital la Constitución política de la Monarquía fueron elegi- dos y continuaron desde el mes de Agosto como Alcaldes y sín- dicos. 1812. — Teniente retirado D. Simón del Moral y Teniente coronel D. José Remigio Pita. — Licenciado D. Tomás de Palma y D. Raimundo Jo- sé Queralta, síndicos. 1813. — Capitán de navio D. Bruno Palacios y Licenciado D. Manuel Joa- quín Ramírez. — D. José María Duarte, síndico. 1814. — Licenciado D. Carlos de Castro Palomino y D. Ignacio Pedroso y Barreto. — D. Genaro Montoto, síndico. Abolida la Constitución y reinstalado el antiguo Ayuntamiento en 12 de Noviembre del mismo año, siguieron líasta concluir los Alcaldes y síndico de 1812. 1815. — D. Próspero Amador García y Dr. D. José González Ferregut. — Dr. D. Sebastian Fernandez de Velasco, síndico procurador. 1816. — D. Juan Bautista de Jáuregui y D. Francisco Pedroso Barreto. — D. Isidoro de Arteaga, síndico procurador. 1817. — Conde de Santa María de Loreto y Coronel D. José Ricardo 0-Far- rill Arredondo. — D. Isidro de Arteaga, síndico procurador. 1818. — Teniente coronel D. M. de Molina y D. Isidro Arteaga. — Licencia- do D. Francisco Filomeno Ponce de León, síndico procurador. 1819. — Teniente coronel D. Martin Aróztegui y HeiTera y Teniente de fragata D. José de Matienzo. — Licenciado D. Francisco Filomeno Ponce de León, síndico procurador. 1820. — Marqués de Real Proclamación y Capitán de fragata D. Tello Man- tilla.— Dr. D. Sebastian Fernandez de Velasco, síndico procurador. En 17 de Abril de este año se juró de nuevo la Constitución: volvie- ron los Alcaldes que lo habían sido, entrando seguidamente por elec- ción D. Felipe Valdés Pedroso y Capitán D. Antonio Veytia, y de síndico Ldo. D. Mariano Hernández; y mas después Teniente de fra- gata D. Domingo Matienzo y D. José Pizarro Gardin, y como síndi- co D. Manuel García de Lavin. 248 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. J> Alcaldes. Síndicos. y Alcaldes 1821. — Coronel D. Juan Ecliegoyeu. '] Capitán D. Pedro Armenteros y Castellón. Oidor jubilado D. Andrés Alvarez Calderón. D. Bernardo Gallol de Villamil. „ Juan de Dios Hernández Aparicio. Licenciado D. Mariano Hernández. D. Manuel Garcia de Lavin. ,, Vicente Segundo. Licenciado D. Francisco Encinoso de AV)reu. 1822. — D. Florentino de Armenteros. D. Santiago de la Cuesta Manzanal. „ Pedro Menocal. „ José Gaytan. Capitán D. Francisco Romero Nuñez. j Licenciado D. José Agustin Govantes. ^ I ^' rl" Licenciado D. José Guerrero. j El segundo obtuvo mas adelante título de Castilla con la denomina- ción de Conde de la Reunión de Cuba; y el quinto también con la de Conde de Romero. 1823.— Conde de Baynoa. ]' Dr. D. José P. Bohorques. T>. Juan Agustin de Ferrety. > Alcaldes. Br. Agustin Fossati. D. Antonio Pinos. I Ldo. D. Diego Tanco. Dr. D. Francisco Valdés Machado, Auditor de guerra. Síndicos. Abolida de nuevo la Constitución en Diciembre de dicho año se pose- sionaron las autoridades de 1820. 1824. — Auditor honorario D. Francisco Filomeno Ponce de León y Tenien- te coronel D. Vicente María Rodrigo. — Dr. D. Sebastian Fernandez de Velasco, síndico procurador. 1825. — Regidor D. Florentino Armenteros y Coronel D. José Mariano de Cárdenas. — Dr. 0. Ignacio Crespo Ponce de León, síndico procu- rador. 1826. — Excmo. Sr. D. Nicolás Barreto y D. Domingo Garro y Risel. — Dr. D. Ignacio Crespo Ponce de León, síndico procm-ador. 1827. — Auditor honorario D. Francisco Filomeno Ponce de León y Don Francisco del Corral y Alderete. — D. Narciso Garcia de Mora, síndi- co procurador. 1828. — Excmo. Sr. Conde de Santovenia y D. Ignacio Calvo de la Puerta. — D. Narciso Garcia de Mora, síndico procurador. 1829. — Excmo. Sr. Conde de Buenavista, Regidor, y Sr. Oidor D. Juan Ignacio Rendon. — D. José María Calvo y 0-Farrill, síndico procu- rador. 1830. — Marqués de la Cañada Tirry y Coronel D. Rafael de Quesada y Arango. — D. José María Calvo y 0-Farrill, síndico procurador. 1831. — D. José María Calvo y 0-Farrill y Teniente coronel D. José Pizar- ro y Gardin. — Ldo. D. Francisco Xa%áer Bernal, síndico procurador. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 249 1832. — Excmo. Sr. Conde de Fernandina y Dr. D. Ignacio Crespo Ponce de León. — Ldo. D. Francisco Xavier Bernal, síndico prociu-ador. 1833. — Teniente de Regidor D. Carlos José Pedroso y Pedroso y Teniente coronel D. Antonio de Arredondo. — D. Bernardo de Echavanía y 0-Gavan, síndico procurador, este iiltimo obtuvo el título de Marqués de 0-Gavan 1834. — Teniente Regidor D. José María Cliacon y Calvo y Ldo. D. Anas- tasio Carrillo de Arango. — D. Bernardo de Echavarría y 0-Gavan, síndico procurador. 1835. --Subteniente D. Francisco Chacón y Calvo y Dr. D. Sebastian Fer- nandez de Velasco. — Ldo. D. José Guen-ero, síndico procurador. 1836. — Dr. D. Joaquín Pedroso y Ecliavarría y Oidor D. Juan Francisco Cáscales. — Ldo. D. José Guerrero, síndico procurador. 1837. — Regidor D. Luis Ignacio de Xenes y D. Nicolás de Cárdenas y Manzano. — Ldo. D. José Romualdo de Zamora, síndico procurador. 1839. — Excmo. Sr. D. José María Cadaval y Teniente coronel D. Fernan- do 0-Reilly. — Dr. ü. Antonio Pió de Camón, síndico procurador ge- neral. 1840. — Marqués de Cárdenas de Monteliermoso y Comandante de Riuales D. Agustín Ugarte. — Dr. D. Antonio Pió de Carrion, síndico procu- rador. . NOTICIA DE LOS ALCALDES DE LA SAXTA HERMANDAD EX LA HABANA. Hasta el año de 1578 no aimrecen Alcaldes de la Hermandad, y como faltan seis libros de actas en el archivo, se ignora como tuvo principio esta elec- ción, pues solo se advierte que en 1? de Enero de 1585, ya se nombraron sin esplicaciones, lo c¿t(e ¿trucha que era cosa establecida en esos años que faltan, lien por acuerdos del Cabildo ó por alguna Cédula. 1585. — Capitán Bartolomé Cepero y Melchor Rodríguez, no aceptaron, se convocó á campana tañida y se subrogaron Francisco de Rosas y Lo- renzo Gutien-ez Manibardo, y por escusa del segundo quedaron Fran- cisco de Roxas y el Contador Pedro de Arana. 1586. — Hernando de Orellana y Pedro Rubio. 1587 — Capitán Francisco Avalos y Cristóbal de Soto. 1588. — Diego de Cabrera y Juan Pérez Borroto. 1589. — Cristóbal Sánchez y Juan Ramírez. 1590. — Antón Recio y Juan Bautista Borroto. 1597. — Juan Bautista Bon'oto y Sebastian Salgado. 1598. — Pedro de Avalos y Cristóbal Sánchez. 1599. — Hernando Rodríguez Tabares y Juan Sánchez. 1600. — Francisco González Tabares y Gines de Orta Zuste. 1601. — Antón Recio el mozo y Gonzalo Vaca. 1604. — Juan Sánchez Pereira y Luis Rodríguez de Zéspedes. 1605. — Alonso Alvarez de Toledo v Diego Hernández de Luna. Tomo I. ' 34 250 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1606. — Diego de Coloma y Diego Pérez de Borroto. 1607. — Bartolomé de Soto y Gaspar Pérez Borroto el mozo. 1608. — Gerónimo de Acosta y Domingo Viera. 1609. — Jusepe Ximenes y Pedro de Oñate. 1610. — Rodrigo Vanegas y Felipe de Quezada. 1611. — Asencio Pérez y Melchor de Casas. 1612. — Francisco Pérez de BoiToto y Bartolomé Méndez. 1613. — Marcos Solis y Juan Solis. 1614. — Juan del Soto y Juan del Poyo Valenzuela. 1615. — Alonso de Noriega y Fabián de los Reyes. 1616. — Bartolomé Méndez y Francisco de Soto. ■!('-,({ i Estos tres años están muy maltratados y no se perciben los nombres i/?in' V con seofuridad. 1619. ) * 1620. — Regidor D. Garcia Fernandez de Córdoba y Capitán Jácome Jus- tiniani. 1621. — Capitán y Regidor Alonso Perrera y Pedro del Pozo. 1622. — Regidor Francisco López de Piedra y Francisco Pérez de Borroto. 1623. — El Tesorero y Regidor Francisco Nuñez Mellan y Francisco Pérez de Bon'oto. 1624. — Francisco Pérez de Borroto y Hernando Calvo de la Puerta. 1625. — Diego González de Villacoba y Juan de Lemos. 1626. — Cristóbal Velázquez del Castillo y Martin Calvo de la Puerta. 1627. — Luis de Soto y Gonzalo de Acevedo. 1628. — D. Francisco de Lara y Juan de la Torre. 1629. — Melchor Pérez Borroto y Francisco Pelaez. 1630. — Dionisio de Cárdenas y Diego Pérez Costilla. 1631. — Melchor de la Gama y Melchor Peiez Borroto. 1632. — Melchor Pérez Bori'oto y Cristóbal de Soto. 1633. — Melchor Pérez Borroto y D. Alonso Chirinos. 1734. — Gaspar de Rojas Sotolongo y Gaspar Pérez Borroto. 1735. — Regidor D. Rodrigo Carreño y Sebastian Fernandez Fárias. 1536. — Luis Pérez Borroto y D. Cristóbal de Valenzuela. 1637. — Juan Méndez del Castillo y Jusepe Osorio de Pedrosa. 1638. — Agustín de Soto y Bernabé Sánchez. 1639. — No se percibe quienes fueron. 1640. — Melchor de Rojas Sotolongo y D. Juan de Orbea. 1641. — Rafael Ochoa de Arin y Baltasar del Castillo. 1642. — Blas de Sotolongo y Juan Borroto. 1643. — Regidor Ambrosio de Sotolongo y D. Fernando Guerra. 1644. — D. Cristóbal Chirinos y D. Francisco Barrera. 1645. — Diego de Rojas y D. Diego Chirinos. 1646. — Capitán Juan Pérez Bon-oto y Gaspar Pérez Costilla. 1647. — D. Luis Cordero y Sebastian Fernandez Fárias. 1648. — D. Cristóbal Chirinos y Alférez Esteban Barreto. 1649. — Alférez Jusepe de Sotolongo y D. Rodrigo de Prado y Carvajal. 1650. — Alférez Juan González Rivadeneira y Capitán D. Juan de Prado Carvajal, 1651. — D. Tomás Rangel y Julián de Sotolongo. JOSÉ !\I. F. DE ARRATE. 251 1652. — Capitán D. Francisco de Cárdenas y D. José Annenteros. 1653. — D. Bartolomé Justiniani y Baltasar del Castillo. 1654. — Cristóbal Xuñez de Cabrera, y no se percibe el otro. 1655. — Juan Pérez Borróte y Antón Recio. 1656. — Alférez Juan de Palma y Alférez Gregorio de Vergara. 1657. — Alférez D. Diego de Pedroso y Nicolás de Escalante. 1658. — D. Juan de la Torre y Alférez D. Cristóbal de Zayas. 1659. — D. Francisco Costilla y D. Diego Almansa. 1660. — Alférez Gregorio de Vergara y Juan de Ferrera. 1661. — D. Lorenzo de la Torre y D. Pedro de Cárdenas. 1662. — „ Pedro Enriquez y D. Cristóbal Calderón. 1663. — „ Juan de Casas y D. Bernabé de Sotolongo. 1664. — „ Feliciano de Orbea y D. übaldo de Arteaga. 1665. — Nicolás Cardoso y D. Antonio Menendez. 1666. — Francisco de Silva y D. Cristóbal de Olivares. 1667. — Teniente Sebastian Salcedo y D. José Muñoz. 1668. — D. José Pedroso y D. Jacinto Pedroso. 1669. — „ Luis deAyala y Juan González (el mozo.) 1670. — ,, Bartolomé Pedroso y D. Antonio Pedroso. 1671. — Alférez Diego de Rojas Sotolongo y Capitán Gregorio de Vergara. 1672. — D. Andrés de Baeua y Miguel González. 1673.— ,, Luis de Balmaseda y D. Pedro Enegorita. 1674. — Manuel Duarte y D. Vicente de Avila. 1675. — D. Francisco de Agama y D. Mateo Valero. 1676. — Juan de Soto v Salvador Baeza. 1677.— Alférez Cristóbal Poveda y D. Matías del Castillo. 1678. — Alférez Cristóbal Poveda y D. Vicente Dávila. 1679. — D. Martin de Viamonte y Nicolás Cardoso. 1680. — Juan Riso y Blas Herrera. 1681. — Alférez Luis de Zéspedes y D. Fernando de León. 1682. — D. Silvestre Annenteros y Alférez Alonso López. 1683. — Alférez Alonso López y D. Fernando de Tovar. 1684.— D. José Rangel y D. Juan Tovar. 1685. — „ Marcos Balmaseda y Antonio Buron. 1686. — „ Francisco de Cárdenas Enderica y D. Ambrosio de Sotolongo. 1687. — „ Juan Manuel y Antonio Beltran. 1688. — ,, Antonio Beltran y D. José de Soto. 1689. — Miguel de Monzón y D. Esteban de Soto. 1690. — Regidor Capitán D. Jacinto Pedroso y Capitán D. Esteban de Ben'oa. 1691.— D. Blas Calvo y D. Sebastian de Rojas. 1692. — „ Ambrosio de Cárdenas y D. Melchor Armenteros. 1693. — ,, Ambrosio de Cárdenas y D. Melchor Armenteros. 1694. — Teniente D. Luis Balmaseda y D. Bernabé de Orta. 1695. — No consta quienes fueron por la polilla. 1696. — Capitán D. Miguel del Puerto y D. Luis González Carvajal. 1697. — Capitán D. Miguel del Puerto y D. Luis González Carvajal. 1698. — D. Bartolomé Justiniani y D. Bartolomé Balmaseda. 1699. — „ Luis de Palma v D. Antonio Beltran. 252 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1700. — Capitán D. Francisco González Carvajal y D.Manuel Baneto. 1701. — D. José de Soto y D. Ignacio de Balmaseda. 1702. — „ Francisco Duarte y D. Antonio de la Torre. 1703. — „ Toribio Vergara y D. José Pedroso. 1704. — ,, Ignacio Cabeza cíe Vaca y D. Antonio de Soto. 1705. — „ José de la Torre y D. Juan Cordero. 1706. — „ Pablo Franco y I). José Costilla. 1707. — ,, Nicolás de Viamonte y D. Gregorio de Sotolongo. 1708. — „ Francisco de Soto y D. José Oquendo. 1709. — „ Pablo de Pedroso y D. Antonio Barreto. 1710. — „ Juan de Soto y D. Luis Quijano. 1711. — „ Gabriel Pedroso y D. José Duarte. 1712. — „ Tomás del Puerto y D. Luis Pimienta. 1713. — Los mismos reeligidos. 1714- — D. José González y D. Pedro Contreras. 1715. — ,, Miguel Clianibel y D. Ignacio Cabeza de Vaca. 1716. — „ Diego de Rojas y D. Alberto Becquer. 1717. — ^^ Antonio de Águila Rojas y D. Juan de la Vega. 1718. — „ Nicolás Poveda v D. Nicolás Caraveo. 1719.— ,, José de la Tone^v D. José Pita. 1720. — Nicolás Hernández Ugalde y D. Juan de Soto Benites. 1721, — D. Ignacio Carreño Cabeza de Vaca y 1). Miguel de Armenteros. 1722.— „ José de Salazar y D. Pedro de Leyva. 1723. — „ José Barreto y D. José Cepero. 1724. — „ Cristóbal de Soto y D. Diego Mendalde. 1725. — Reelección. 1726. — D. Marcos del Puerto y D. Isidoro Pita de Figueroa. 1727. — „ Miguel del Puerto y D. Pablo Velez. 1728. — „ Baltasar Pita y I). Manuel Carrillo Rizo. 1729. — „ Pedro de Sotolongo 3' D. Sebastian Velázquez. 1730. — „ Jacinto de Pedroso y D. Mateo Balmaseda. 1731. — „ Marcos del Puerto y D. Francisco Xavier Noroña. 1732. — „ Marcos del Puerto y D. Antonio Tamayo. 1733. — „ Francisco de Velasco y D. José Rangel. 1734. — „ Francisco Carreño Cabeza de Vaca y D. Luis Balmaseda Soto- longo. 1735. — D. Antonio Bui'on y D. Juan de Villarte. 1736. — „ D. Félix de Acosta Hurtado (el joven) y D. Antonio Buron. 1737. — ,, Diego Rivera y Cepero y D. Pedro de Annenteros. 1738. — „ Miguel de Soto y D. Francisco Morejon. 1739. — „ Andrés de Pedroso y D. Francisco Murguia. 1740. — „ José Gómez Algarin y D. Melchor de Armenteros. 1741. — ,, José Rangel y D. José Fernandez de Sotolongo. 1742. — „ Marcos del Puerto y D. Francisco Morejon. 1743. — „ Marcos del Puerto y D. Gabriel de AlverrO: 1744. — „ Baltasar Pita y D. Antonio Buron. 1745. — „ Antonio Buron y D. José Rangel. 1746. — „ José Gómez Algarin y D. Manuel Sánchez. 1747. — „ Jacinto de Fuentes y D. Enrique de Arango. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 253 1748. — D. José de Quijano } Capitán D. Juan de Medina. 1749. — Teniente D. Felipe de Sotolongo y D. Francisco Xavier Arteaga. 1750. — Reelección. 1751.— D. Félix de la Torre y D. José Maroto. 1752. — „ Gabriel de AlveiTo y D. Miguel Fernandez. 1753. — „ José Gómez Algarín y D. Fernando Pita Porras. 1754. — Teniente D. Felipe de Sotolongo y Capitán D. Juan de Medina. 1755. — D. Alejandro Trevejos y D. José Maroto. 1756. — „ Juan Pita PoiTas y D. José Duarte. 1757. — „ Francisco Arteaga y D. José Maroto. 1758.--,, Felipe Sotolongo y D. Juan José Armenteros. 1759. — „ Juan de Medina y D. Miguel del Junco. 1760. — „ Felipe Duarte y D. Jacinto de Fuentes. 1761. — ,, Enrique Arango y D. José Sotolongo. 1762. — ,, José Carrillo y D. Andrés Quiñones. 1763. — ,, José Pedrosoy D. Antonio Matamoros'. 1764. — ,, Francisco Armenteros y D. Gaspar Pren. 1765. — ,, José de Prados Morejon y D. Juan de Miranda. 1766. — „ Pedi-o Nuñez Villavicencio y D. Antonio Duarte. 1767. — „ JoséPerdomo y D. José de Flores Quijano. 1768. — „ Francisco González del Álamo y D. Ignacio José Duarte. 1769. — „ Gaspar Insunza y D. Bartolomé Gavilán. 1770. — „ Carlos Barreiro y Capitán D. Antonio Duarte. 1771. — ,, Rafael de Acosta y D. Adrián de Armas. 1772. — „ Manuel Ladrón de Guevara y D. Francisco Unzueta. 1773. — „ Pedro Villate y D. Agustin de Urrutia. 1774. — „ Antonio Duarte y D. Antonio Flores. 1775. — „ Diego Sobrado y D. Nicolás Villavicencio. 1776. — „ Domingo de la Barrera y D. Juan Manuel de Aguirre. J 777. — „ Antonio Duarte y D. Luis Caballero. 1778. — „ Joaquín Arrióla y D. José Gelavert. 1779. — „ José del Rey y D. Gabriel Palomino. 1780. — „ Francisco José de Aguiar y D. Pedro del Junco. 1781. — „ Melchor Salazar y Buron y D. Manuel Zaldivar. 1782. — „ Miguel Garcia y D. Pablo Armenteros. 1783. — „ Santiago de Castro y D. Atanasio Hernández. 1784. — „ Teniente D. Pedro de Ayala y D. Diego Alvarez Orbea. 1785. — ,, Agustin Pita y D. Juan Menendez. 1786. — „ Ignacio Morejon y D. Francisco de Paula Marin. 1787. — Coronel D. Vicente Garcini y D. Juan de Zequeira. 1788. — Teniente Coronel D. Miguel de Cárdenas y D. Juan de Noroña. 1789. — D, Agustin de Porras Pita y D. José Diaz Pimienta. 1790. — „ Juan de Arango y D. Juan Camargo. 1791. — „ Blas de Meza y D. Manuel Montero. 1792. — Capitán D. Nicolás Viamonte y D. José Mariano de Castro. 1793. — D. Antonio de Prados y D. Ciríaco Morejon. 1794. — „ Pablo Interian y D. Juan Manuel Chicano. 1795. — „ Agustin de Porras Pita y D. Felipe José Tagle. 1796. — „ José Camargo v D. Agustin de Sotolongo. Tomo I. ' 35 ^54 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1797. — D. Juan Manuel BaiTeiro y D. Diego Alvarez. 1798. — „ Nicolás Viamonte y D. José Diaz Pérez. 1799. — „ Agustin de Sotolongo y D. Antonio Calderón. 1800. — „ José Antonio Bínelo y D. Juan Cortés. 1801. — ,, Francisco Ramos y D. José de Jesús Armenteros, 1802. — j, Juan Manuel Chicano y D. Agustin de Sotolongo. 1803. — „ Juan de Castilla y D. Joaquin Morejon. 1804. — ,, José Ignacio Ecliegoyen y Capitán D. José Remigio Pita. 1805. — „ Ignacio Pedroso y Barrete y D. Esteban de Zayas. 1806. — „ Gonzalo de Herrera y Santa Cruz y D. Francisco de Penal ver }' Cárdenas. 1807. — Regidor D. Francisco Loynaz y D. Miguel de Herrera. 1808. — D. Alonso Benigno Muñoz y Teniente D. José Manuel Carrillo. 1809. — „ Mai'tin de Echeverría y D. Sebastian Ignacio de Peñalver. 1810. — ,, Andrés Antonio Porras Pita y D. Juan de Sotolongo. 1811. — „ José Ignacio Ecliegoyen y D. José María Pedroso. 1812. — Subteniente D. Miguel Pita y D. José Nicolás Duarte. Publicada por primera vez la Constitución é instalado en el mes de Agosto el nuevo Ayuntamiento electivo, cesaron los Alcaldes de la Santa Hermandad hasta el 12 de Noviembre de 1814 en que fueron restituidos y concluyeron los de 1812. 1815. — D. Juan de Xenes y Subteniente D. Francisco Ganuza. 1816. — Teniente Coronel D. Manuel de Molina y D. José Ricardo Nuñez. 1817. — Subteniente D. Domingo Armona y D. José Ricardo Nuñez. 1818. — D. José Rafael de Zayas y Jústiz y D. Rafael Armenteros Poma- res. 1819. — Capitán D. Francisco Menocal y D. Tomás José Cervantes. 1820. — D. Andrés Visiedo y D. José Ricardo Nuñez. Publicada segunda vez la Constitución, cesaron los Alcaldes hasta 10 de Diciembre de 1823 que se instaló el Ayuntamiento perpetuo. 1824. — D. José Ricardo Nuñez y Subteniente D. Aniceto Armenteros. 1825. — „ José Rafael de Zayas y Jústiz y Capitán D. Agustin Molina y Morales. 1826. — Capitán D. Agustin Molina y Morales y Alférez D. Francisco Ra- mos. 1827. — Conde de Macuriges y Capitán D. Juan de la Cruz Sotolongo. 1828. — Capitán D. Antonio Armona y D.Juan Bautista Zunzunegui. (1) Desde esta fecha elegían para Alcaldes de la Santa Hermandad, los que habían sido ordinarios el año anterior. (1) Véase nuestro Tomo III. JOSÉ M. F. DE ARRA.TE. 255 CAPITULO XXIV. Mercedes y honores con que nuestros reyes han favorecido a esta ciudad, y distintivos conce- didos a este cabildo por su representación. Los honores y gracias que dispensa la generosidad de los Príncipes á sus vasallos las debe perpetuar la gratitud de éstos en los padrones mas públicos ó in- delebles, tanto porque permanezca la memoria de la be- neficencia de quien las hizo, cuanto porque se acredite el mérito que se supone en quien las recibió, y así fuera culpable en mí pasar en silencio las que la dig- nación de nuestros Monarcas quiso desde los princi- pios de su fundación ir concediendo y comunicando á la Habana para autorizarla y ennoblecerla, y mas quiero pasar la censura de molesto en esta materia, que incurrir en el crimen y nota de poco reconocido á tan soberanos favores. Numerando mi atención en- tre los primeros haberse servido Sus Magestades (co- mo lo testifican muchas Reales Cédulas recibidas des- de el año de 1533 en adelante) aun siendo pequeña villa, ó moderna población, darle noticia de sus coro- naciones y desposorios y de otros felices sucesos de la Monarquía, demostración solamente debida y prac- ticada con ciudades muy principales y que en dicta- men de algunos políticos hace equiparable la repre- Bobadiiia r..- sentacion de un Cabildo con la dignidad de un grande üt- lib. 3, ca}). de Castilla. '' p^^- '"' A este particular estimable distintivo añadió el de 266 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. conferirle el honorífico título de ciudad, á los setenta y odio años de su fundación, con los especiales moti- vos y decorosas circunstancias que reconocerán del que transcribo á la letra. Título de ciu- «í^- Felipe por la gracia de Dios, Rey de Castilla, dad lib. 1 de &c. Por cuanto teniendo consideración á lo (|ue los Reaiescéduias veciuos y moradorcs de la villa de San Cristóbal déla titulo 31 del TT 1 I • J ^ n ... archivo dego- Habana, me han servido en su delensa y resistencia biemo, coutra los eneiiiigos, y á que la dicha villa es de las principales de la Isla, y donde residen mi Gobernador y Oficiales de mi Real Hacienda, deseo que se enno- blezca y aumente. Por la presente quiero y es mi voluntad, que ahora y de aquí adelante para siempre jamas la dicha villa sea y se intitule la ciudad de San Cristóbal de la Habana de la dicha Isla de Cuba, y asimismo quiero que sus vecinos gocen de todos los privilegios, franquezas y gracias de que gozan los otros vecinos de semejantes ciudades y que ésta pue- da poner el dicho título, y lo ponga en todas las escri- turas, autos y lugares públicos, y así se lo llamen los Reyes que después de mí vinieren, á los cuales encar- go, que amparen y favorezcan á esta nueva ciudad y le guarden y hagan guardar las dichas gracias y pri- vilegios; y mando á todos mis subditos y naturales de mis Reinos y de las dichas Indias, así eclesiásticos y seglares, de cualquiera dignidad, preeminencia 6 cali- dad que sean, le llamen é intitulen á la dicha villa, la ciudad de S. Cristóbal de la Habana, y que ninguno va- ya, ni pase, contra este mi privilegio, el que hagan guar- dar todas y cualesquiera Justicias de estos dichos mis Reinos, y de los de nuestras Indias, como si en parti- cular fuera dirigido á cualquiera de ellos, á quien hie- re mostrado y pedido su cumplimiento, délo cual man- dé dar la presente firmada de mi mano, y sellada con el sello. En Eras á 20 de Diciembre de 1592. — Yo el JOSÉ M. F. DE A.RRATE. Í57 Rey. — Yo Juan Vazciuez, Secretario, la hice escribir por su mandado.)) No es i)renda menos estimable de la Real libera- lidad antes sí muy particularmente digna de una sin- gular gratitud y aprecio, el privilegio concedido á este Ayuntamiento para que jnieda conocei' en segunda instancia por via de apelación en causas de menor cuantía, en mayor cantidad ó suma que las demás ciu- dades de Indias, como consta de la Ley recopilada, sin que pueda ati'ibuirse esta gracia á la mayor distancia que hay de ésta al superior Tribunal de la Real Audien- cia, pues hay otras igualmente remotas y aun mas apartadas. Estuvo mucho tiempo en posesión de otro lleal privilegio que le ampliaba el conocimiento hasta quinientos ducados, según se evidencia de despacho espedido en Buen Retiro á 2 de Marzo de 1656, el cual se suspendió el año de 1719 por no tener cláu- sula derogatoria de la Ley. Persuádome á (pie por el tiempo en que fué cons- tituida ciudad, s(} le debió también de liacer el honor de |)oder usar escudo de ai'mas, i)or encontrarse en los Libros Capitulares algunas noticiasde que lo tenia y numdaba poner para distintivo en sus bancas y ha- llarse cincelado en las mazas de plata que se labraron en tiem[)o de D. Juan Bitrian de Viamonte, como des- pués diré; pero [)or algún accidente se debió de perder el título de este íavoi', porque no es presumible lo usase sin Real facultad a vista, ciencia y paciencia de tantos Gobernadores prudentes y reflexivos; mas ad- vertido este disimulable defecto ó indispensable requi- sito, se ocurrió á S. M. y se dignó la de la Sra. Reina Gobernadora, confiriéndole el honorífico timbre de ellas despachando la cédula que se sigue: MerceddeEs- «La Reina Gobernadora: (1) por cuanto la ciudad cudo. (1) D^ Mariana de Austria, viuda de Felipe IV. 258 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. de San Cristóbal de la Habana en carta de 22 de Mayo de este año ha representado que con el transcurso del tiempo no se había podido hallar, aunque se había buscado, el origen de la merced que le está hecha de tener por armas tres castillos y una llave en campo azul, señal de su fortaleza y del valor con que sus na- turales y vecinos la defendieron en las ocasiones que se ofrecieron; y para honor y lustre de la dicha ciudad en los siglos venideros suplicaba que en premio de su lealtad se le confirmase la dicha merced, pues el des- cuido que habia habido en guardar los papeles de su origen, no habia de defraudarla de este honor, que ha- bia merecido, Y habiéndose visto por los del Consejo de las Indias, teniendo consideración á los servicios de la ciudad de la Habana y á la fuerza con que los ha continuado, he tenido por bien hacerle merced, como por la presente se la hago, de que de aquí ade- lante use y pueda usar de las mismas armas que cons- tare haber usado hasta aquí, en la ndsma forma que va referido, que yo lo tengo así por bien; y mando que ninguna persona le ponga impedimento á ello, que así procede de mi voluntad. Fecha en Madrid á 30 de Noviembre de 1665. — Yo la Keina. Por mandado de S. M.^D. Pedro de Medran o.» Compónese dicho escudo de tres castillos de plata sobre campo azul, alusivos á las tres fortalezas que guardan la boca del puerto, y una llave de oro que manifiesta serlo de las Indias, como estaba declarado por SS. MM. Tiene por remate una corona, y por orla el collar del Toisón, blasón tan estimable como bien merecido del amor y fineza de esta ciudad, como lo espresó así en su Cabildo la discreta circunspección de su Gobernador D. Francisco Dávila Orejón, de quien L.4deR.0éd ^^ otras partes tengo hecha memoria. de este Gob. Poco tiempo dcspues de haberle confirmado el re- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 259 ferido blasón, se le hizo merced á esta ciudad de or- denar el Rey que el Ayuntamiento de ella, yendo en forma, se le tomasen las armas siempre que pasase por cuerpo de guardia, como se verifica de dos Reales cédulas de 17 de Setiembre de 1688 y de 10 de No- viembre de 1699. No juzgo menos digno de la estimación de esta ciudad y del argumento de este capítulo, el honor que á representación de este Cabildo poj- medio del Regi- dor D. Sebastian Arancivia, su Procurador general en la Corte, hizo S. M. a los principales vecinos de ella, dispensando la prohibición general de la Ley para que ^ 1*1 j i- 1 1111 Ley 10 lib. 3, los naturales no puedan tener plaza de souiados en ^¿^ ^^ ^i^ i¿ sus patrias, permitiendo gozasen de ella hasta 40 pai- Recopile in- sanos hiios de las personas de calidad, como se eviden- ¿^^ ^^^\^ ^^} T 1 T-. 1 i-1' 1 1 •, -Buen Ketn-oa Cía de la Real Cédula que cito, y en que se espresa por 25 de Junio causal para esta gracia, el celo y amor con que los na- ^le i690. turales y vecinos de la Habana se han empleado en el Real servicio en todas ocasiones y contribuido á su t. , ,;r p "^ , . 1 echa en Ma- resguardo y detensa de este puerto, con donativos y arid á 23 de asistencias considerables, lo que estimularía su Real Agosto de ánimo para confirmar la hermandad de la Maestranza que a ejemplar de la de Sevilla, formaron el año de 1709. Cuyo distinguido privilegio y noble ejercicio, aunque no se conserva en uso porque desmayó con la falta de protección que tuvo en sus principios y no logró continuada en sus progresos, no he querido pa- sar en silencio, porque no se me culpe este olvido, co- mo se censura justamente la omisión de no mantener en práctica una ocupación tan honrosa y un favor tan distinguido. Reconócese también la atención de este Cabildo por una especial merced de la Regia benignidad haber concedido á sus Regidores la facultad de poder elegir y nombrar sin impedimento para los empleos de Al- 260 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. caldes ordinarios á los individuos, que componen el Cuerpo Capitular en quien no concurriere circunstan- cia incompatible para ejercerlos, como se hace cons- tante de una Real Cédula fecha en la Isla de León á 29 de Febrero de 1729, cuyo particular privilegio go- za hasta ahora sin novedad. Con atención á ser una ciudad tan populosa y condecorada, se tuvo por correspondiente el que su Ayuntamiento como de ciudad principal ó cabeza de provincia, usase en las funciones graves y públicas, de mazas de plata (1) las cuales se labraron el año de 1633, siendo su Gobernador D. Juan de Bitrian, y asi- mismo el distintivo de cubrir en las iglesias sus esca- ños y asientos, mereciendo también el que los prime- ros Ministros del Rey le hayan dado y den el trata- miento de Señoría en todas las cartas, que así de oficio como de urbanidad han dirigido á este Cabildo, hablándole y tratándole algunos otros de sus Consejos y personas de categoría con el título honorífico de Muy Ilustre Señor, que todo manifiesta el predicamen- to en que ha estado y le es tan debido por la calidad y carácter de sus antiguos y modernos capitulares, y vecinos de distinción. (1) De este privilegio goza tam])iei] la Real Universidad por conce- sión hecha á la Real v Pontificia. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 261 CAPITULO XXV. De los servicios que esta ciudad y sus vecinos han hecho a sus magestades y espresiones de sus FINEZAS. Aunque los obsequios y servicios que el amor y reconocimiento de los vasallos tributa á la soberanía de sus Keyes, nacen de una obligación tan debida como natural, no les quita ni disminuye en su Real aprecio el mérito para estimarlos como voluntarios, ni aun en el mismo concepto de debérselos como de justicia; ra- zón porque no será repreensible sino loable, esponer, si nó todos, algunos de los que ha ejecutado desde sus principios esta ciudad para prueba de su fineza y reco- nocimiento, pues cede en mucha gloria suya el que se entienda ha sabido cumplir con aquello á que está tan obligada. Consta de monumentos anténticos muy antiguos que aun siendo esta población de corto vecindario y reducida toda su confianza á una pequeña fortaleza no bien guarnecida de gente y artillería, se atendió siempre por la vigilancia de su Cabildo ala seguridad y conservación de este importantísimo puerto, toman- do aquellas providencias convenientes para resguar- darlo de los enemigos, que frecuentaban estas costas é insultaban repetidamente las poblaciones de la Is- la, á cuyo fin establecieron vigías en los parages que hoy están los castillos del Morro y de la Punta, acu- diendo de noche los vecinos á hacer guardias en ellos, Tomo I. 36 262 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. y rondar á caballo aquellos contornos; estendicndose taml)ien á formar en uno íi otro sitio trincheras y plantar algunos tiros con que defender la enti-ada, to- do á costa de sus caudales. Hallándose amenazada la villa de la escuadra de Drake, cuya fuerza era superior á la que entonces te- nia el puerto, vinieron socorros de gente así de la Nueva-España como de los lugares de la tierra aden- tro; corriendo su alojamiento y manutención á cargo de la renta de Propios y espensas de los vecinos, los cuales concurrieron también con considerable número de peones á la fábrica del castillo de los Tres Reyes como parece del Cabildo de 17 de Octubre de 1590 en que espresó el Gobernador de esta plaza la necesidad que tenia de esta ayuda. Tengo ya dicho en algunos pasages de esta obra, que la construcción de las torres ó fortines de Cqjimar y laCliorrera, fué á solicitud y espensas de esta ciu- dad y que para la fábrica de su muralla no sólo con- . tribuyo con peones y arbitre) para su gasto la sisa dd vino que produjo gruesas cantidades, sino que aten- diendo esmeradamente á cuanto ha comprendido ser del Real agrado, no ha perdido ocasión ninguna de in- teresarse en su servicio, cooperando á la seguridad y defensa de esta plaza en cuanto ha sido posible, y conforme á las fuerzas de su vecindad. Real céd. de Yá íenccido cl muro ó recinto de la parte de tier- 9 de Ao-osto ^• - -i- i • i * de 1690. í'^ aplico uucvo auxilio de operarios para los terra- plenes de sus baluartes, y ayudó con mil pesos para la fábrica de la cadena que se labró para cerrarla bo- ca del puerto por el año de mil seiscientos ochenta y siete; y después para poner por obra el Almacén de la p(51vora que se hizo cerca de la Puerta de tierra, íu..„ 1. I 1 conti'ibuvéron efectivamente 800 jornales, y mas de y nía de 4 ile ^ " " . Feí). de \ms. 4.0OO reales pai-a aliviar el Real erario de este gasto, JOSÉ M. F. DE AKRATE. 263 el cual hacia preciso el poner semejante material en parte menos peligrosa y espuesta á mayor estrago. Con la sola noticia insinuada [)or el Gobernador de esta plaza de que S. M. deseaba se construyese en ella uíi bergantín, que sirviese de guarda-costas á las de este puerto y que se ari)itrase algún medio conii^etente para su fábrica y subsistencia, se pusieron en ejecución ambas cosas, dando desde luego los veci- nos 4.000 pesos para su hechura y habilitación, é im- poniendo el Cabildo sobre el ganado mayor y menor el derecho que se llamó de piragua^ con que tuvo cumpli- do efecto la Real voluntad, como se manifiesta de ui] J)es|)acho de 25 de Setiembre de 1690 en (|ue encarga S. M. al Gobernador practique por su [)arte la provi- sión de gente de guerray municiones ofrecidas, supues- to que los vecinos desempeñaban por la suya la obli- gación en que se constituyeron y que hasta hoy conti- núan sus sucesores sin embargo de que parece ha cesado la necesidad, pues no subsiste la providencia. El año de 1657 deseoso el Cabildo de esta ciudad de que sus Milicias no dejasen de concurrir por falta de armas á la recomendada defensa y seguridad de esta plaza, mandó traer y condujo á su costa de los Reinos de Castilla mil arcabuces,con sus frascos, los cuales puso y colocó en la Sala de armas (jue enton- ces ocupaba una pieza baja de las Casas Capitulares, y habiendo resuelto S. M. se aplicase á favor de los Propios y Rentas el importe de dos plazas de soldados anualmente por via ó paga de alquileres de la enun- ciada sala, como consta de una Real cédula fecha en Madrid á 21 de Octubre de 1688, (pie se halla testi- moniada en el Cabildo de 2 de Noviembre del año siguiente, hizo el Ayuntamiento dimisión ó renun- cia de ellas, por servir á S. M. y aliviar de este gasto su Real Hacienda, de cuya generosidad dio las gracias 264 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. en nombre del Rey el Gobernador D. Severino Man- zaneda, y le informó de este servicio á que principal- mente se atendió, no obstante el corto fondo de ren- tas con que entonces se hallaba, y erogaciones preci- sas que lo consumían. Con el mismo afectuoso motivo se hizo cargo este Cabildo de costear de sus Propios, como lo ejecuta f7^deNovieií- l^^^ta ahora, la fiesta del Patrocinio de Nuestra Se- bredei655. ñora quc dcsdc el año de 1655 mandó la religiosa piedad del Sr. D. Felipe IV se celebrase anualmente los Domingos segundos del mes de Noviembre, sien- do así que en otras partes de estos dominios, en que tiene menos ingreso su Real Patrimonio corre do cuenta de su Hacienda este gasto, de que ha querido relevarla, haciendo este obsequio á la Virgen Santísi- ma y á S. M. este servicio. También es muy propio de este intento haber se- ñalado al Sargento mayor de esta plaza para casa de aposento cien ducados anuales, que sirviesen de gra- tificación para que atendiese con singular desvelo á la mejor disciplina de sus Milicias, para que siendo mas espertos en el manejo de las armas y movimientos precisos, fuesen mas provechosas en el servicio, dis- posición que aprobó S. M. con Real despacho y que ha subsistido sin alteración, aun cuando las estreche- ces de su peculio la han puesto en los mas crecidos empeños. Los servicios que ha ejecutado en tiempo de guer- ra han sido repetidos y considerables, ayudando con largos, pero iguales repartimientos entre sus vecinos á todas las obras y fortificaciones de la plaza, demos- trando su celosa aplicación en la actividad y fineza con que los ha promovido siempre que S. M. ha nece- sitado de tales auxilios, y ha dispuesto cooperar con ellos para poner en la mayor defensa esta ciudad: JOSÉ M. F. DE ARRATE. 265 siendo lo mas ponderable el que aun no mediando ni interviniendo recomendaeion tan soberana, haya bas- tado cualquiera leve insinuación de los que han man- dado para que así el Cabildo como los vecinos con- curriesen á cuanto se ha propuesto y conocido conve- niente al Real servicio. Para confirmación de lo espresado, no omitiré traer á consecuencia un ejemplar del año 1683 á que pudiera añadir otros de iguales circunstancias, pero lo escuso por no hacer fastidiosa la relación, ni mas prolijo el discurso. Gobernando esta plaza é Isla D. José Fernandez de Cdrdova, consideró importante insultar y destruir la población de la isla del Ziguatey, poseída de los franceses, y ponjue ó no tuviese órdenes de la Corte para esta operación, ó [)orqiie se le previniese en ellas intentarla sin coste de la Real Hacienda, se interesó con el Capitán Tomás de Urabarro y Castellano Gas- par de Acosta, vecinos de esta ciudad, [)ara que á es- pénsas propias formasen un arnuimento competente al logro de la em[)resa, cuya proposición fué tan im- pulsiva que sin atender á que no podria ser la utili- dad correspondiente al gasto y riesgo del princi})al, hicieron el desembolso de mas de seis mil pesos para guarnecer de gente y proveer de víveres y municiones la galeota guarda-costas de este puerto nombrada Nuestra Señora del Rosario y San José, la cual hizo la campaña y facilitó felizmente la idea, dejando á los armadores en un corto despojo, nniy poca conve- niencia, aunque sí con el honor y mérito de haber hecho este servicio y caliücado con tan airosa y pron- ta condescendencia lo [)ropenso que son todos los natu- rales vecinos y moradores de la Habana al amor y obediencia de los Reyes sus Señores y á observar y cum- plir cuanto por sus Ministros les es encargado, como 266 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. lo confesó con satisfacción y ciencia esperi mental, el Escei. del Ar- yá citado Orejon, guien hubiera tenido mayor asunto te^ militar aip. p^^^.^ esci'lbir } para ponderar la fineza de esta ciudad ' ' " " ' en caso de haber sobrevivido hasta este siglo y prin- cipios déla última guerra terminada el año de 1748, por los notorios y señalados esfuerzos con que acaloro y adelantó este vecindario las fortificaciones esterioi-es de la plaza así el año de 1727 con motivo de haberse presentado sobre este puerto el Almirante Hossier, co- mo en el del740i)orlas sospechas de que los mismos ingleses pretendían invadirlo, contribuyendo en esta ocasión mas de 12,000 peones é igual numero de ba- gajes para los terraplenes y faginas que se necesita- ron y acordó ser importantes D. Juan Francisco de Güemes que entonces gobernaba esta plaza. No dificulto que esta ciega obediencia y rendi- miento de los naturales y vecinos de ella, sea carácter muy propio y casi universal de todos los de este Nue- vo-Mundo, pues sé que hablando de esta subordina- ción y respeto con que miran y veneran en Indias á los que representan en sombras á SS. MM., dijo Don Antonio de Mendoza con la singular elegancia y alma, que se ai)laude y admira en sus coplas, las siguientes: Quejóse de mí al Virey, Que en las Indias tanto puede, Que aun las imaginaciones Se adoran y se obedecen. Grandeza del Rey de España, Que en otro mundo respeten, Tantas tierras, tantos mares Una sombra de los Reyes. Pero sin reducir á disputa esta respetuosa sumisión que exagera como tan general en estas partes, creo que en ninguna sobresale tanto como en esta ciudad y en sus habitadores, a quiénes franquea la frecuencia JOSÉ M. F. DE ARRATE. 267 de los motivos, mas repelidos actos en que acreditar su rendimiento. Y no debe dudarse que si fuera mas pingüe el fondo de los Propios de esta ciudad, y mas ventajosos los caudales de sus vecinos, hubieran esplicado mas su voluntad con oportunos auxilios en las urgencias públicas de la Corona, bien que por lo que toca a los últimos fueron notorios y cuantiosos los suplementos, que por los años de 1741 y 42 hicieron para pagar la tropa y para otros gastos precisos, Ínterin venian los caudales de la Nueva-España; pero por lo que mira á los Propios no ha permitido la cortedad de su renta otras demostraciones que las referidas, siéndole for- zoso ocurrir con ellas á costear las ñestas de Comuni- dad, salarios de Ministros y otras erogaciones "ordina- rias, que suelen ofrecerse y piden si no una ostentosa profusión, una regular decencia y pompa. Sé muy bien que la escasez de sus Propios se califica por in- consideración de los antiguos Capitulares, y aunque no me toca de este cargo nada, venero mucho la con- ducta de los pasados, y he observado con bastante reflexión la de aquellos primitivos Regidores, y no puedo desentenderme de la satisfacción que creo los indenmiza en mucha parte por el honor que se debe a su memoria y atención á lajusticia. Los principales cargos que les hacen son: que en las mercedes de tantas tierras como concedieron á los vecinos y tanta agua como les dispensaron para sus casas y posesiones, no dejaron impuestos censos suficientes para sus Propios; pero tanto el primero como el segundo tienen una solución genuina y con- vinceíite, pues la misma franqueza con que se hicie- ron, facilitó el logro y multiplicidad de las poblacio- nes, lo que siendo quizá al contrario, no hubiera sur- tido tan favorable efecto, como el que hoy se toca en 268 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. el grande aumento que ha conseguido en ellas y en su vecindad, pues no pudiendo atraer con encomiendas, porque se hablan estinguido yá los naturales, los es- timuló con este beneficio que era el único incentivo de utilidad, de que podia valerse para el fin de fo- mentar su población; })ues nada le aprovecharía la estension de tierras baldías, sino las hacía fructífe- ras la copia de labradores, como se vé con lástima en otras partes del continente de este Nuevo-Mundo, en donde están tan desiertas las ciudades como yermos los campos, lo que no sucede en la Hal)ana ni en los términos de su jurisdicción. A esto no será superfino añadir otra razón evi- dente que los exhonera de los referidos cargos. Es constante que muy desde los principios de la funda- ción de esta ciudad, se empezaron á pensionar los l)roductos de las Haciendas de uno y otro ganado, que entonces tenian poco valor, con el derecho de sisa para la conducción del agua de la Chorrera, y con el de piragua para mantener el guarda-costas, asignando sobre cada cabeza la pensión de pagar y contribuir tres reales el vacuno y dos el de cerdos. En cuyo supuesto no tuvieron por congruente (ni juzgo serlo) pensionarlos con dos gravámenes, el uno sobre la Ha- cienda y el otro sobre sus esquilmos, como ni tampo- co venderles el agua que á su costa se habia traido, y con su propio caudal se está manteniendo el preciso gasto de la limpieza de sus conductos y nuevas fábri- cas de fuentes para comunicarla con mas abundancia, pureza y aseo, motivos que discurro hicieron i'azona- ble la liberalidad que se supone inconsiderada. Para el espediente de los negocios que ocurren á los espresados Tribunales, habia en esta ciudad hasta el año próximo i)asado de 1752, seis Escribanos nu- merarios, que gozaban de protocolos públicos: pero yá JOSÉ M. F. DE ARRATE. 269 hoy se han aumentado tres oficios mas, el uno conce- dido al Escribano de Cabildo, que no habia usado de esta facultad liasta el presente, y los otros dos que mandó crear y beneficiar S. M. para que se aplicase su valor á la fábrica de la hospitalidad de San Láza- ro, y llegó cada uno a ocho mil pesos, por donde se puede inferir el precio de los demás. Hay dos Con- tadores de particiones, un Anotador de Hipotecas y diez Procuradores de causas, que todos son oficios vendibles. Como complemento del último párrafo insertamos las ESCRIBANÍAS PUBLICAS DE LA HABANA. DESDE SU FTINDACIOX HASTA EL AÑO DE 1863. Publicadas por el Br. D. Ambrosio González del Valle en 1864. escribanía de gobierno. Con Real gracia para nombrar teniente. El protocolo más antiguo que con- serva es el del año de 1752. — Situada en la plaza de la Catedral, bajos de la casa del Chorro. — Personas que la han servido. D. Miguel de Avala y Escovar. „ Miguel de Avala y Bucareli. „ Ignacio de Ayala y Cepero. ,, Lorenzo de Cabrera, teniente. ,, Miguel Serapio de Ayala y Ayala. „ Miguel Méndez, teniente. „ Manuel de Ayala y Quesada. „ Ignacio Peñalver, administrador. „ Andrés Pimentel, ^ „ José Elias Entralgo, > administrailores temporales. ,, Fernando Calves, ) Tomo I. 37 270 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Ldo. D. Marcelino de Alio, administrador, n. Francisco de Castro y Puebla. ESCRIBANÍA DE GUERRA. Creada en 1779 — Situada en la plaza de la Catedral, Colegio de escribanos. La han servido. D. José Fernandez del Campo. José Miguel Izquierdo, interino. José Antonio Bosques, id. Miguel de Ayala, id. Mauricio de Porras Pita, propietario. José Noy, interino. Miguel Méndez, id. Vicente de la Huerta, id. Manuel de la Torre, propietario. Antonio M^ Muñoz, interino. Lorenzo de Larrazabal, propietario. Manuel Alvarez, interino. Antonio M'' Muñoz. escribanía de real hacienda. El protocolo más antiguo es de lili. — Situada en los bajos de la antigua Intendencia (plaza de Antuis). — La han servido. D. Pedro Diaz Florencia. ,, José Julio Alvarez. ,, José M" Rodriguez, interino. ,, Agustin Alvai'ez. ,, Francisco José Cower, interino 2 veces. ,, José Noy, interino. „ José Mayoli. Ldo. D. Marcelino de Alio. D. Vicente R. Pérez, interino 2 veces. ,, Rufino Pacheco, id. ,, Manuel del Portillo, |)ropietario. ,, Cristóbal de Tagle, id. Ldo. I). Marcelino de Alio. ARCHIVO DE DIEZMOS. En la misma de Hacienda. Su protocolo más antiguo es de 1789. — La sirvieron. í). Dionisio Arango. ,, Nicolás Ramonet. „ Alejandro de Portí». JOSÉ M. F. DE ARRATE. 271 D. José Antonio Zelaya. ,, Manuel Dueñas. „ José María Rodriguez. „ Juan de Dios Corona. LA DE factoría BE TABACOS. Archivada en la de Hacienda. FjI protocolo más aiitifiao es del ((ño de 1794. La, sirvió. 0. Juan Francisco Garcia. escribanía mayor del apostadero. Creada en 17 id.-— Situada en los bajos, de la Comandancia general de Mari- na, calle de Riela. — La lian servido. D. Sebastian Fernandez de Velazco. ,, Gaspar Fernandez de Velazco. ,, Antonio Ponce de León y Ortiz. ,, Manuel Ponce de León y Maroto. ,, José Miguel Izquierdo, interino. „ Francisco Sierra, por dos veces. „ Felipe Alvarez, administrador. „ José Miguel Izquierdo, propietario. ,, Plácido BoiTCgo. ,, Ursulo Do val, auxiliar „ Plácido Manuel Borrego. „ Carlos Acosta y Valderas. ESCRIBANÍA DEL JUZGADO DE LA COMANDANCIA DE MATRÍCULAS. Creada en 1860 — La sirve. D. Carlos Acosta y Valderas. notaría de HIPOTECAS. Creada en 1598. — Aprobada en 1650. — Situada en los bajos del l*((/(((io del Gobierno, calle de Mercaderes. — La han servido. D. Francisco Hidalgo, empezó en 5 de Julio de 1638. „ Agustín de Palma, id. en 17 de Mayo de 1641. „ Ignacio Nuñez de Cabrera, id. en 1" de Noviembre de 1664. ,, Juan Uiñbe y Uzetta, id. en 4 de Diciembre de 1684. „ Nicolás de la Calzada, id. en 16 de Octubre de 1713. „ Juan de Miguel de Florencia, id. en 27 de Febrero de 1736. „ Manuel de Aguilar, id. en 16 de Julio de 1743. 272 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. D. Pablo Collazo de Abren, id. en 11 de Noviembre de 1760. „ José Collazo de Abren, id. en 17 de Octubre de 1778. „ Francisco Barranco, id. en 23 de Febrero de 1804. „ Francisco Guitart, id. en 17 de Marzo de 1808. „ El actual D. José Laureano Guitart, ernpez(S en 17 de Junio de 1S41. EEGUEIEA. Su protocolo más antiguo es del año 1567 . — Situada en el edificio del Cole- gio, plaza de la Catedral. — La han servido. D. Martin Calvo de la Puerta, fundador. „ Francisco Hidalgo, propietario. „ Francisco Santaella. „ Francisco Santa María. „ Nicolás Guilizasti, propietario. „ Pedro Antonio Hidalgo, id. „ Juan Bta. Guilizasti, id. „ Juan Pérez Barrote, id. „ Antonio Fernandez de Velazco, administrador. „ Antonio Ponce de León y Ortiz, propietario. „ Manuel Ponce de León y Maroto, id. ,, Felipe Alvarez 1?, id. „ Felipe Alvarez 2'.', id. ,, Manuel Ayala, administrador. ,, Miguel Alayeto, administrador. ,, Félix Lancis, id. ,, Antonio Regueira, propietario. „ Juan Regueira, propietario. VILLATE. El protocolo más antiguo es el de 1G41, — Situada en el edificio del Colrgio, plaza de la Catedral. — La han servido. D. Marcos de la Cruz Borróte, fundó por 161G. „ Domingo Fernandez Calzada. „ Juan de Fuentes. ,, José Diaz Garondo. „ Leonardo Heredia. „ Juan de Argote. „ Bartolomé Nuñez. „ José Antonio Bosques. „ Francisco Javier Rodríguez. „ Jorge Diaz Velázquez. ,, Ramón Alvarez. ,, Jorge Diaz Rodríguez. „ Rufino Pacheco. „ Carlos Colon. JOSÉ M. F, DE ARRATE. 273 D. Jorge Díaz García. Br. D. Gaspar de Villate. PONTÓN. Con Rl. gracia para nombrar teniente. Se sabe que su protocolo más anti- f/itofuéde 1624, solo se conserva desde 1659. — La han servido. D. Francisco Sánchez, fundó en 1620. „ Alonso de Heredia. „ Pedro Fernandez. „ Luis Pérez Costilla. „ Bartolomé Pérez Barroto. ,, Francisco Garcia. ,, Miguel de Quiñones. „ Miguel Méndez, teniente. ,, Antonio Sánchez. ,, Alonso Fernandez. „ Gaspar Fuertes. ,, Francisco Garcia Brito. ,, Manuel Medrano. ,, Felipe Antonio Amado. „ Manuel Tomás García. „ Cayetano Pontón. „ Cristóbal de Tagle, como teniente. ,, Eugenio Pontón. ,, Mateo González Alvarez. ,, Bartolomé Marrero, interino. „ Juan Francisco Rodriguez, interino. Br. 1). Andrés Mazon, interino. FORNARI. Con Beal gracia para nombrar fcnirnfe. Su protocolo más antiguo es del año de 1638. — Situada en el edificio del Colegio, plaza de la Catedral. — La han servido. D. Francisco Hidalgo. „ Agustin de Palma. „ Cristóbal Nuñez de Cabrera. „ Ignacio Nuñez. „ Juan de Uribe y Uzetta. „ Manuel de Redin. „ Cristóbal Leal. „ José Antonio Bosques. „ José Leal. „ José Manuel Leal. „ Manuel Fornari. ,, Rufino Pacheco. Br. D. Felipe B. Fornari. 274 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. JUNCO. Con Beal (imcia para nombrar teniente. Su protocolo más antiguo es de 1640. Situada en el edifieio del Colegio, plaza de la Catedral. — La han servido. D. Cristóbal Nuñez de Cabrera. „ Francisco Ramírez Lescano. „ Diego Diaz Dávila, „ Luis Pérez Manso. „ Francisco Guerra. ,, Dionisio de Soto. ,, Miguel Hernández Arturo. „ Tomás Nuñez. ,, Cristóbal Vianés. „ Ignacio Rodríguez. Br. D. Juan Francisco Rodríguez. D. Félix Lancis. „ Vicente Rodríguez Pérez. „ Marcelino de Alio. Br. D. Bernardo del Junco. SALINAS. Con Beal gracia para nombrar teniente. Su ptrotocolo más antiguo es de 1746. — En el edificio del Colegio, plazct de la Catedral. — La han servido. D. Fernando Pérez Borroto. ,, José de Ojeda. ,, Cristóbal Valero. „ Francisco de Flores Rubio. j, Francisco de Silva. j, Nicolás de Prados. ,, Dionisio Pancorbo. ,j Juan de Salinas. „ Nicolás de Trías. „ José Ignacio de Salinas. Ldo. D. Marcelino Alio. D. Femando de Castro. „ Lorenzo de Alio. „ Gabriel de Salinas. „ Luis Rodríguez. „ Agustin Valerio. „ Félix Lancis. „ Manuel Fomari. „ Felipe M^ Soya. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 275 RAMÍREZ. Con Real graciapara nombrar teniente. Su protocolo más antiguo es de 1753. En el edificio del Colegio, plaza de la Catedral — La han servido. D. Manuel Ramírez. ,, Rafael Ramirez, „ Gabriel Ramirez. „ Miguel Garcia Alayeto, administrador. „ Gabriel Ramii^ez Serrano, propietario. „ José de Gassie, administrador. „ Melchor Pina, id. „ Eugenio Pontón, id. „ José M^ Gamboa, id. ,, Gabríel Ramirez Obrien, propietario. VIDAL rodríguez. Su protocolo más antiguo es de 1753. — Llamada de L)^ Candelaria Pimentel. Situada en el edificio del Colegio, plaza de la Catedral. — La han servido. D. Marcos Ramirez, propietario. José M^ Rodríguez, id. José Tomás Gómez. Pedro Vidal Rodríguez, administrador. Rufino Pacheco, id. Ursulo Doval, id. Juan de Dios Pastoriza, id. Francisco Pimentel, propietario. Juan Francisco de los Reyes, administrador. Bartolomé MaiTero, id. Juan Francisco Rodríguez, id. José Nicolás Ortega, id. José Joaquin Leal, administrador. Miguel Ñuño, id. Dionisio Calcagno, id. Agust i n Valerio, ) ^ , Teodoro Sánchez, } «^P^^^tes momentáneos. Femando Calves, administrador. Manuel Pimentel. ENTRALGO. Creada el año de 1S23. — Situada en el edificio del Colegio, plaza de la Ca- tedral.— La han servido. D. Juan de Entralgo. „ José Elias de Entralgo. „ Carlos Colon. 276 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. D José María de Entralgo. „ Felipe Foniari. „ Eugenio Pontón. „ Francisco Pimentel. „ José Ñuño de Cueto. ., Gabriel de Salinas. „ Luis Rodríguez Boyer, en el dia. VALERIO. Creada el año de 1830. — Situada en el edificio del Colegio, plaza de la Ca- tedral.— La Invn servido. D. Francisco Valerio. „ Gabriel Ramírez Obrien, interino. „ Agustin Valerio, en el dia. TRUJILLO. Creada en él año de 1822. — Situada, extramuros, calle déla Amistad, esqui- na á la de la Heina. — La Jian servido. D. Pedro Pérez Farias. ' Dr. D. Mateo Quintero. D. José María Casal. „ Joaquin Trujillo. „ Francisco Pimentel. „ Bernardo del Junco. „ Francisco de Aj^ala. PIMENTEL. Creada en el año de 1834. — Situada, extramuros, calle de San Bafael núm 1, accesoria E. — La han servido. D. Santiago Saúl y Rolero, propietario, „ Andrés Pimentel, idem. „ Justo de Paz y Soto, administrador. ,, Elias Entralgo, id. „ Pedro Pérez Farias, id. „ José Francisco Rodríguez, id. „ Francisco Pimentel, propietario. „ Juan Francisco Reyes, administrador. „ José de Salas, id. „ Fernando Calves, id. „ Teodoro Sancliez, id. „ José Joaquin Leal, propietario. JOSÉ M. F. UE ARRATE. 277 ESOOVEDO O rodríguez PÉREZ. Creada el año de 1^35. —Y délas Reules Casas de Beneficencia y Mater nidad, extramuros, calle de San Rafael ném 18. — La han servido. i). Francisco Felipe de Escovedo. „ Vicente Rodrignez Pérez, administrador. „ Bernardo del Junco. ,, Mateo González Alvarez. „ Manuel Padilla y Aguiar. Creada el año de 1842. — En el edificio del Colegio, plaza de la Catedral. La lian servido. D. Miguel Ñuño, propietario fundador. Juan Alraansa, administrador. Jo.sé Elias Entralgo, id. José Eduardo Bulté, id. Rufino Paclieco, id. Juan de Dios Pastoriza, id. Francisco Piníentel, id. Miguel Wenceslao Nnño, pro})ietari(). Ursulo Doval, administrador. Luis Rodríguez, id. José María Blanco, id. José de Salas, id. Gaspar Villate, id. Fernando Calves, id. Dionisio Calcagno, id. Teodoro Sancliez, administrador. TRIBUNAL DE COMERCIO. (la del antiguo consulado.) Creada en el año de J795. — Situada en la casa calle de Cuba núm. 37. LjU han servido. D, Francisco Betancourt. „ Blas Ignacio de Zarate. „ Francisco de la Rosa. „ Santiago J. de Zubieta, interino. ,, Fernando de Castro. ,, José Elias Entralgo. Tomo I. 38 278 LLAVE Í)EL NUEVO MUNDO. JUZGADO REAL DE INGENIEROS. Separado del de Cruerra. — Sifuada, calle de Tacón, dependencia de la Iiahifa- cion del Jefe de Ingenieros. — Tm han servido. D. Manuel Reinoso. „ Manuel de la Torre. „ Lorenzo de fundarse, porque en aquella época sedo ha- bía dos Ministros, sin declaratoria de los que debían suplir por Oidores en los casos que son llamados á despachar en este Tribunal, en cuyo supuesto el de la indicada igualdad y el de la erección de nuevos Ministros en el todo de su ejercicio, es visto de que está hoy en la plenitud de su autoridad. Creáronse pues, por Real decreto de 10 de Enero de 1798 cuatro Con- tadores de Resultas y tres Ordenadores con otros Oficiales subalternos, es- presados en una nómina que acompañó, y por iiltímo teniéndose presente de que el Tribunal no está en el territorio donde reside la Audiencia, man- dó S. M. en Real Cédula de J3 Noviembre de 1800, que supliesen por Oidores los Auditores de Ejército y de Marina y el Teniente de Goberna- dor, por ser los que debían asistir en sus casos al Tribunal. Este Tribu- nal perfeccionado con los Ministros en el lleno de los que son llamados por las leyes, es el único que de los nueve efectivos en ambas Américas, no está en las mismas Casas Reales como los demás con la Audiencia. La autoridad y decencia que les compete se declaran en las leyes 3", 53 y 59, título 1", libro 8?, considerándose á sus Contadores unos 3Iinístros de capa y espada, en cuya virtud manda la 58, título 15, libro 3" y la 72, título 1?, libro 8" que los Vireyes y Presidentes les den el propio tratamiento que á los Oidores. De su conocimiento y jurisdicción se inhive á las Audiencias, Vireyes, Presidentes, Jueces, Ministros &c., según las leyes 87 y 89 del título 1", (1) Adviértase que este documento es del año de 1810. 288 LLA.VE DEL NUEVO MUNDO. libro 8?, con lo demás á que se refiere en este pnnto la l'^ del propio título y libro. Despachan por proviciones selladas con el Real Sello de estilo de Chancillería, refrendata y registro conforme á la 34 ibí. Tienen libro de acuerdos y archivo secreto, ley 38 ibí, y para que los Contadores sean recu- sados se ha de guardar el orden que para con los Oidores como \o previene la 6'', título libro 5° Son Ministros de capa y espada en razón de que siéndolo- de Audiencia solo entienden en materias de hecho, y por eso cuando dudan de derecho no -lo pueden por sí resolver, según la ley 33, título 1", libro 8?. Para en este caso y para cuando las partes apelan de sus sentencias con otros que espresan los 36, 36, 63, 84, 88 y 93 ibí, disponen estas que tres Oidores pasen á la sala del Tribunal de Cuentas con el fin de acordar lo que fuese de proveer en justicia. Tienen las partes suplicación ante los propios jue- ces, y también en grado de segunda para ante la Real Persona, y ordena la 92 ibí, que si en lo que se tratare por los Contadores de Cuentas hubiese discordia ó igualdad de votos, faltando Contadores para formar sentencia, se remita el asunto á que lo vea el Oidor mas antiguo de la Audiencia, este lo determina y todos firman. Queda probado que la voz común de Tribunal de Cuentas es la Conta- duría de ellas, y ésta la Real Audiencia en una de sus tres salas originarias, compuesta de Ministros Contadores, auxiliados de Oidores en toda estension, como lo esplica Escalona en el referido Gozofilacio Real Peruano folio 57, capítulo 1", párrafo 11. Desmembróse al fin de la Real Audiencia esta parte que miraba á las cuentas, y como porción mística de Cuerpo Real lle- vó consigo la autoridad nativa, colocóse en Sala á parte nuevamente acre- centada; desgranóse la espiga, y en cuanto al ser de Audiencia Real no resultó nueva especie, mas de la de haberse estendida la misma que se disi- mulaba debajo del velo de una jurisdicción universal. Piezas ó salas de estos tribunales, su adorno y servicio. Tres fueron los tribunales que al principio hubo según la ley 1*? título 1", libro 8" dictada en 24 de Agosto de 1605, uno en el Perú, otro en San- ta Fé y el restante en Méjico. La tercera ibí, manda que deben estar en las Casas Reales y el Presidente señalar el sitio que han de ocupar. En la 59 ibí, designa un aposento ó sala para las Audiencias de la Contaduría con dosel de terciopelo carmesí cubriendo una silla de tela, para el Presi- dente: una mesa larga con sobremesa de terciopelo ó damasco sobre tarima de un escalón con alfombra y tres sillas de cuero á los lados, para los Con- tadores por el orden y respecto que están las de los Oidores. Otro aposento diferente con bufete y sobremesa de seda sin dosel, ni otro ningún adorno, con sillas y bancos rasos en donde dice la ley 60 ibí, que los Contadores de Cuentas con los de Resultas y Ordenadores vean ó tomen razón de algunos papeles y cuentas, sentándose los Contadores en las sillas y los Ordenadores en los bancos. Y en la 61 ibí, dictada en 1609. Otro aposento con mesa y sobremesa de paño y banco razo, donde los Ordenadores usen de su oficio, cuya puerta esté por delante del tribunal. Esta sala está suprimida, pues los que eran oficiales Ordenadores para sólo ordenar las cuentas ya son Contadores, y las toman por sí con autoridad Real. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 289 Presidente sus ausencias, y enfermedades. Es el primer Ministro de alta dignidad, esta presidencia como ya se ha espresado, está cometida al Intendente de la Isla que fuere, según el artí- culo 25 de la Real Cédula é instrucción de 31 de Octubre de 1764 en cuyo tiempo ha sido creada dicha Intendencia. Las ausencias y enfermedades las suple el Contador principal de Ejército y Real Hacienda, pero por un principio oscuro y complicado, está pues cometida las de la Intendencia, y como en ella recayó la presidencia del Tribunal, se ha estimado por concep- tos que así mismo debe hacerlo en esta diversa autoridad. Lo cierto es que la ley 16, título 16, libro 2", dispone que faltando el Presidente de la Au- diencia presida el Oidor mas antiguo de ella, en este supuesto, y el de ser Audiencia la Contaduría de Cuentas, debiera presidir el Contador decano de la propia Contaduría, y también lo es (pie cuando estuvo agregada á la citada Intendencia la Superintendencia del ramo de Tabacos se dud(') funda- damente si el Contador del Tribunal de Cuentas que por Real (U'den de 4 de Setieml)re de 1786 despachaba entonces dichas ausencias, habia de com- prenderse igualmente del ramo referido, hubo declaratoria de conformidad al pedimento que para ella hizo la indicada Intendencia, y mientras no des- cendió otra de 23 de Abril de 1787, hi jurisdicción no fué ejercida. Tene- mos tamliien el caso en la Junta de Diezmos: la preside el Intendente, y cuando este falta, no le sucede el Contador de Ejército, en vista de preve- nir la Real Céduha de 20 de Febrero de 1792 referente á la de 19 de Abril de 1770, ocupe su lugar el Contador de Cuentas que á ella asiste, y esto sucede igualmente en los cortes de Caja, pues aunque el citado Contador de Ejército despache la Intendencia, con todo, los preside el de Cuentas, en ob- servancia de la Real orden de 23 de Marzo de 1796. Las funciones que son privativas á la presidencia del Tribunal, se espli- can en las leyes de los títulos 15 y 16, libro 2°, \P y 2", libro 8°, con otras de la Recopilación de Indias. Ministros Contadores que lioy forman una misma Comunidad. Creáronse con diversas dignidades y representaciones según la ley 1^, tit. 1.°, lib. 8.<^, ratificada en la 6", tít. 2.° del mismo libro. Para cada uno de los tres primeros Tribunales se designaron. Tres Contadores de Cuentas. Dos Contadores de Resultas y dos Oficiales Ordenadores con títulos Reales para ordenar las cuentas, con un portero que habia de usar vara de justicia. Contadores mayores. Tuvieron origen en la Habana como ya se ha espresado el año de 1638, por un solo Contador. Aumentóse otro en 1663, y sobrellamáronse mayo- res, á pesar de que no habiendo de Resultas y Ordenadores, faltaba el su- puesto de aquel título, y de que la ley 93, título 15, libro 3° les prohibió espresamente que se llamasen Mayores, pues solo debían titularse Contado- res de Cuentas. Descansó esta declaratoria, dictada en 24 de agosto de 290 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1605, desde cuya fecha se han erigido los tres Tribunales de la primera crea- ción en Indias, y á aquellos no mas, se les cometió la jurisdicción de tomar y fenecer las cuentas de Real Hacienda, como se acredita de las leyes 1" 5"*, 12 y otras del título 1?, libro 8", las cuales tienen sus adicciones, por lo que se esplicarán con respecto á los Contadores de Ecsulfas. Estos fueron creados al mismo tiempo que los Contadores de Cuentas, según la ley 1", título 1.*^, libro SP, pero sus funciones no se elevaron al grado de superioridad que exige de tomar y fenecer las Cuentas del Real Erario, lo astante no se probaren y la recusación sea al Presidente su pena 120.000 maravedises, si á Oidor 60.000, y si á Alcalde del crímen 30.000 aplicándose conforme á las leyes de Castilla, con tal que no se dupliquen ni se acrecienten. La 2'^ ibí, previene que las peticiones de recusación han de estar firmadas de Abogados obligados con graves penas. La 3** ibí, que el Ministro recusado no se escuse á responder una v mas veces cuantas Tomo I. ' 41 302 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. fuese preguntado, en el caso de que no sean criminosas, como lo manda la 7% título 10, libro 2" de las de Castilla. La 5^ de las de aquella ibí, dis- pone que de la declaratoria en causa de Ministro recusado no haya suplica- ción, pero que si se declara no haber lugar, la puede haber. Las Ordenan- zas de Madrid á que se contrae la ley 1*^ ya citada, están reformadas por la 19, título 10, libro 2? de Castilla. En esta se manda que las recusacio- nes han de ser dentro de los treinta dias primeros del conocimiento de la causa, y no mas, escepto si hubo nuevos motivos después de dichos treinta dias, ó que aunque anteriores vinieron de nuevo al conocimiento de la parte, probándose, y no de otro modo, por la confesión del recusado. Que mientras no se decida la recusación siga el Ministro á quien se pretende recusar, Que no se admitan por causas, generalidades de paren- tezco, amistad ó enemistad, sin que se especifiquen y prueben. Por último, que si el que recusó se aparta de ella antes del definitivo, quede condenado por el hecho, en la mitad de lo que por casos queda ya esplicado. Propues- tas las causas, dicen las leyes 3**, G'* y 9% título 10, libro 2° de Castilla, que los que queden recusados examinen la petición y vean si dichas causas son justas y probables, y que si no lo fueren condenen á la parte, y el escrito no se ponga en el proceso: que solo se admitan seis testigos para la prueba, cuyas peticiones no se lean en la Sala, sino que se presenten en el Acuei'- do. Antes y primero que se admita la recusación, se ha de depositar la pe- na en persona que nombren los que quedan para detenninarla. Se ha de estar atento á la cualidad del que recusa por si bastare que dé fianza; y si fuese pobre que se obligue para cuando tenga bienes. La pena se distribu- ye mitad para la Cámara y la otra para el Ministro recusado, como se ordena en la ley 4", título 10, libro 2° de Castilla. Últimamente la 15, título 2°, libro 8? de Indias previene; que si todos los Contadores de cuentas fueren recusados, conozca de la causa la Junta de Hacienda, y distingue que en el caso de que la recusación sea á Contador de Resultas por culpa de ellos, no quedando número de Contadores que prosigaii las cuentas, paguen de su salario la persona que la citada Junta nombrare para tomarlas, no siendo de parentesco ú otra pei'sonal de este modo. Fuero. Fuero es, el lugar del juicio en donde se trata del derecho y justicia de las partes que litigan. Los Contadores de cuentas son Ministros de Audien- cia, y en atención á que la Real cédula de 17 de Abril de 1770 declaró á los de la Habana igualdad en todo á los de Méjico, Lima y Santa-Fé, es visto de que el fuero, respecto al conocimiento de sus causas civiles, comu- nes y criminales está sujeto á sólo el Presidente. Decide esta cuestión la ley 44 título 16, libro 2? Ella ordena que de oficio ó á pedimento de parte «•onozca y resuelva el mismo Presidente, pero sin privarlos ni suspenderlos de sus plazas, aunque sí del ejerció, pues para ello ha de preceder consulta y determinación del Consejo, no gozando de este privilegio los Relatores, Escribanos, Abogados, Procuradores &c., dependientes de la referida Au- diencia, según la 7", título 30, del citado libro, y aun para ser reprendidos se ha de verificar en secreto por dicho Presidente con asistencia del Decano, conforme lo espresa la 5] título 16 del propio libro. En tanto gi-ado espri- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 303 vativo al conocimiento del Presidente, cuanto que de otro modo serian de imposible observancia las leyes 6^* y 7" título 14 libro 3" Dispone pues, que infomie al Rey de la vida y costumbre, negociaciones &c. de estos Mi- nistros, y si ellos por encubrir sus fragilidades se someten voluntarios á la jurisdicción Real ordinaria, es un fraude á repararse en cualquiera estado por su legítima autoridad. Las parcialidades en peijuicio y agravio de sus otícios, toca su cono- cimiento al Presidente como lo mándala ley 87 título 16 libro 2" Para declarar ante la jurisdicción Real ordinaria, lia de preceder auxilio del indi- (;ado Presidente, y la declaración (5 atestado deV>e ser en la casa del Minis- tro de quien se solicite, así está prevenido en Real orden de 30 Octubre de 1770, mencionada en el artículo 89 de las Ordenanzas de Intendentes de Nueva-España, la cual trae su origen de la ley 47 del referido título y libro. Uniformes. Tuvo principio por Real orden de 12 de Julio de 1789. Esta se rettere á otras ([ue hablando con Ministros de Real Hacienda de Indias, espresa ({ue siempre tropezaron con la clase de Comisario de guerra, v que no sien- do la de aquellos inferiores á la de éstos, concedía por distintivo al carácter de sus empleos un uniforme propio y privativo de ellos. Lo fué casaca y calzón encarnado, chupa y vuelta azul con alamares de plata en la forma manifestada en un diseño que se acompañó. Dividióse en tres clases de di- versas gerarquias con distinción entre sí de esta manera. Primera clase, los Contadores Mayores de Cuentas con diez alamares corridos hasta la car- tera, doce mas en las carteras y contracarteras, seis en los encuentros y tres en cada vuelta, corridos en la chupa y colocando una estrella en el centro del todo de dichos alamares. Xo fueron comprendidos los de Resultas y Ordenadores, pei'o advertida esta falta, se mandó en Real orden de 19 de Julio de 1790 que los de los cuatro Vi-reinatos de América lo usasen tam- bién con la misma distinción de la estrella, pero en lugar de los diez ala- mares corridos á lo largo de la casaca fuesen solo seis, que eran los señala- dos á Oficiales Reales escepto la estrella. Esta orden á tiempo de la crea- ción de los de la Habana, les fué transcrita en la de 10 de Febrero de 1798 incorporándolos con los de los cuatro Vi-reinatos espresados, como á (piienes les está declarado igualdad en todos sus casos. La segunda clase de Ministros para subdistinguirse los uniformes, fué la de Superintendentes de las casas de Moneda, y Directores generales de Rentas y de Tabacos, siendo la última Oficiales Reales, Contadores y Te- soreros de dichas casas de Monedas, Contadores, Tesoreros y Administra- dores generales de Rentas y de Tabacos, con las circunstancias de que ha- blan de tener títulos del Rey y de servir con Real aprobación. Las distin- ciones entre sí de mas á menos no son en este lugar para nuestro caso, basta con que los Contadores de cuentas en sus tres clases fuesen particular dis- tinción como de primera gerarquia. ' Dietas en Comisión. A los Oficiales Reales en Comisión les concedió la ley 44 título 4** libro- 304 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 8" doscientos mil maravedises sobre sus sueldos, pero en Real orden de 8 de Mayo de 1797 que la deroga, se manda abonar nueve pesos diarios des- de el en que salgan á la comisión hasta el en que fuesen restituidos, y si por mar diez y ocho pesos cada dia. Esta declaratoria no comprendió á los Ministros de los Tribunales de Cuentas, porque se dice están en el caso de la ley 40 título 16 libro 2", añadiendo que como Ministros de Audiencia esta es la que les es privativa, por tanto D. Nicolás Sancliez Sirgado Decano del de la Habana, en la que obtuvo por Real orden de 2 de Julio de 1797 para contra los de las Cajas de Puerto-Rico, gozó la dieta de doce pesos diarios por tierra, y diez y ocho ducados todo el tiempo que estuvo embarcado, y es la misma que se ordena en la referida ley 40. Casamientos. Se les prohibió absolutamente con hijas y parientas de Oficiales Reales de su distrito; y á las de éstos con las de aquellas ú otro alguno que ante si tuvieren que dar cuentas, siendo vivos los padres, según la ley 8^, título 8", y que en los que les eran permitidos la licencia fuese del Re}- . Estendióse á mas la prohibición, respecto á que en Real cédula de 9 de Agosto de 1779, se les ha negado con muger que existiese ó hubiese nacido en el pue- blo ó distrito de la jurisdicción, }■ ordena que para los nó en este caso, han de obtener precisamente el Real permiso, previa la justificación de la cali- dad y circunstancias de la contraj^ente. Hubo en el todo sus modificacio- nes, pues en Real orden de 8 de Diciembre de 1793 se manda, que los Vi- reyes pueden conceder las licencias á las de su distrito, cuando las contra- yentes no fuesen de las prohibidas por las le3^es 8'^, título 2P y 62 título iP, libro 8°., dando cuenta á S. M., y con tal que sean de la calidad, costum- bres y circunstancias correspondientes. Amplió también aquella absoluta negativa, pues ha permitido que para los que lo pretendiesen se presentasen á los Vi-reyes ó Presidentes, esponiendo causas, y que éstos suspendiendo la licencia informasen al Rey, si podria ó no traer inconveniente, esperando las resultas Importa instruir que la hija de un Ministro de los de la Au- diencia de Santo Domingo contrajo esponsales con un Oficial de la Real Armada. Que el Comandante general del Departamento á que correspon- dia el Oficial rehusó dar curso á la instancia en que se pretendía la li- cencia para el matrimonio, exigiendo constancia de nobleza, no obstante que fuese hija de un Ministro, y S. M. en Real Cédula de 20 de Abril de 1790, se sirvió esceptuar en esta parte á las hijas de los Ministros de Audiencia, con las de los Oficiales de los Reales ejércitos. Comisarios Ordenadores y de Guerra. Concurrencias públicas. Antes de esplicar los casos de las leyes que tratan sobre este punto im- porta advertir, estar prevenido por S. M. en Real cédula de 17 de Abril de 1770, que al Tribunal de la Habana y á sus Ministros se les guardasen los honores y prerogativas que en las leyes estaban designados, respecto á los de Méjico, Lima y Santa-Fé, por haber sido los primeros que se erigie- ron en las Américas. La misma Cédula ordena, que pues sus Contadores se JOSÉ M. F. DE ARRATE. 305 (luejaron de que habiendo pasado á la isla de Santo Domingo á la toma de cuentas de aquellos IMinistros, y pretendido incorporarse en los actos y asis- tencias públicas con la Real Audiencia, después del Fiscal, ésta por auto que pronunció les negó dicho honor y prerogativa, dando motivo á que por tal decisión el Dean de la Catedral les negase también el asiento que igual- mente pretendieron ocupar en el coro. S. M. desaprobando la conducta de la Audiencia y la del Dean, ordenó que los citados Contadores deban gozar dentro y fuera de su Tribunal todos los honores y prerogativas que por las leyes estaban posesionados los de los tres Tribunales espresados. Que en otra de 3 de Diciembre de 1778 se mandó á estos indicados Conta- dores que su asistencia con el Cabildo secular lo fuese tomando lugar y asien- to después que los Alcaldes ordinarios y antes que Oficiales Reales y Al- caldes de la Heniiandad, la cual vino á ser una aclaración á ley 94, título 15, libro 3P. Y por otra Real cédula de l'^ de Febrero de 1784 se mandó ([ue los Regidores en cuei'po de Ayuntamiento asistan á los entierros de Contadores de cuentas, con apercibimiento en el caso de contravenir al precepto. Esto supuesto, se pasa á detallar lo que las \exes dispone en el asunto. Como ]Ministros de la Real Audiencia, deben acompañar al Presi- dente á la misa de los primeros dias de las tres Pascuas, y los de Corpus- Cristi, Asunción de Nuestra Señora, y advocación de la Iglesia mayor, é igualmente á las demás ocasiones de fiestas de tabla y que fueren convoca- dos para otro cualquiera acompañamiento según la ley 6*, título 15, libro 3?. Con la Audiencia se les da vela el dia de la Purificación de N. S., Ceniza, Bula, Ramos, y adoran la Santa Cruz, conforme á la ley 15 ibí. Por la 16 ibí, se corrigió á los Vi-reyes el intento de que en estos actos prefiriesen rá los Contadores de cuentas el Capitán de su guardia, que le colocaban después de los Ministros togados, espresando que el dicho Capitán debia es- tar en el lugar de sus criados. Asistiendo con la Audiencia se les da la paz, según la le\^ 18 ibí. Por la 22 ibí se dudó si á los Contadores de cuentas en fiestas no de tabla en concurrencias con las Audiencias no se les habia de dar la paz, y resolvió la ley se abstuviese la Audiencia de tales concurrencias, y que en dar la paz á los referidos Contadores, se guarde la costumbre. Concurriendo con la Audiencia se sientan en silla con alfom- bra, prohibido á otra alguna persona, como lo previenen las leyes 25, 26, 27 y 30 ibí. Como Ministros que concurren con la Audiencia, se les da á sus mugeres lugar preferente en la Iglesia mayor ó Catedral, inmediato al pre- bisterio de la parte de afuera, con tal que no las acompañen indias, negras, ni mulatas, sino sus familias <) mugeres principales, conforme á la lev 33 ibí. En las concurrencias con el Vi-rey, Presidente, Audiencia, Cabildo ecle- siástico y secular, dispone la ley 37 ibí, vaya el Cabildo delante inmediato á la Real Audiencia, interponiéndose sólo el Tribunal de Cuentas, y en las Procesiones donde concurre el Cabildo eclesiástico, prefiera este al secular, aclarándose por la 70 ibí, que los Contadores de cuentas han de preferir al de Sello y Registro, de forma que los liltimos de la Audiencia sean el Fis- cal y el Alguacil mayor, y después dichos Contadores. Trata de lo mismo la ley 70, título 1", libro 8?, previniendo que cuando el Fiscal asista al Tri- bunal de cuentas, prefiere el Contador mas antiguo, y lo propio respecto al Alguacil mayor. 306 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. La ley 75, título 15, libro SP, dispone que los Ministros de Audieuciaj inclusos los Contadores de cuentas, aun cuando estén jubilados, asistan no obstante y ocupen el mismo lugar que dejaron cuando fueron retirados, pues que se les conserva su propia antigüedad. En concurso con el Contador de Cruzada precede el de cuentas según la ley 91 ibí, pero esto ,se entiende nó cuando fuesen en Cuerpo de dicho Tribunal de Cruzada, porque entonces siendo Contador perpetuo, prefiere este, y aun á los Fiscales de la Audiencia, como la distingue la^lOOjbí. Y asisten con la Audiencia en los actos de la Fé ocupando el lugar determi- nado para en los demás casos conforme á la ley 1 1, título 2.^^, libro 8P. Prohibiciones de cosas vedadas . No pueden ser proveidos en corregimientos, oficios de justicia, comisio- nes, negocios particulares, encomiendas ó repartimientos, pensiones, situa- ciones, ellos, sus liijos, hermanos, cuñados ó parientes dentro del 4.^ grado, como tampoco sus criados ni allegados, según la ley 27, título 2.°, libro 3" y la 174, título 15, libro 2.°, haciéndose aclaración en las que siguen á la 27 del título 2", libro 3.°, ésto es, por la 28, 29 y 30, cuales personas se entienden por criados y allegados, y que la prohibición lo es también res- pecto á los de sus mugeres; pero tienen sus escepciones esplicadas en la 31 ibí, y en la 11, título 16, libro 2", concluyendo la prohibitoria de ser ocu- pados en otro empleo, por la 108, título 1°, libro 8". Están prohibidos de asistir á las Iglesias, fiestas, honras ó entierros, en Cuerpo ni como particu- lares, sino sólo con la Audiencia á las de tabla, ni tampoco á desposorios y casamientos, conforme á las leyes 49 y 50, título 16, libro 2° v la 12, título 2°, libro 8° No pueden tener gi'angerías de ganados mayores y menores, estancias, labranzas, mercaderías, negociaciones, labores, directa ni indirectamente, pena de mil ducados y del precio de la cosa, y otros tantos la persona si en confianza hubiese estado. Tampoco pueden sembrar trigo, ni maíz, aun para sus casas, dar dinero á censo ó tomarlo prestado, con lo demás á que se refieren las leyes llamadas por la 64, título 16, libro 2°, y esto se en- tiende también respecto á sus mugeres é hijos, con tal que no sean ca- sados viviendo aparte, según la 76 ibí, y la 54 título 1", libro 8" Ellos, ni sus mugeres, no pueden agenciar, pretender, escribir cartas de ruegos y de intercesiones en virtud de la ley 77, título 16, libro 2°. No deben recibir dádivas, ni aun cosas de comer de las personas que ten- gan que dar cuentas ó negocios ante ellos, ó que con verosimilitud lo pue- dan tener antes ni después, como está prevenido en la ley 55, título \P, li- bro 8.° No pueden hacer Audiencia ni Juntas fuera del Tribunal; en vir- tud de la ley 62, título 1", libro 8.° Se les prohibe divertirse y ocuparse en la ostentación y gravedad de sus personas, como también de aplicarse preeminencias escusadas para no dar ocasión de ser notados, confonne á la ley 14, título 2.°, libro 8° Tampoco pueden ser padrinos de matrimonios ó bautismos de vecinos, ni éstos de los suyos, pero si los unos con los otros, lo previene la ley 48: título 16, libro 2" Por varias leyes está prohibido que padre, hijo ó yerno, tios y sobrinos, ó hermanos, cuñados, ni parientes JOSÉ M. F. DE ARRATE. 307 dentro del cuarto grado de consanguinidad, (5 segundo de afinidad, sirvan á un tiempo en un propio Ministerio, cuya prohibición fué nuevamente man- dada observar en Real cédula de 20 de Enero de 1775. Entierros de estos Ministros Contadores. Ya se ha espresado en el 2P párrafo de concurrencias públicas, que en Real cédula de 12 de Febrero de 1784 se mandó al Cabildo de la Habana asistiese en cuerpo de Ayuntamiento á los entierros de Contadores de cuen- tas, en que son también inclusos los Ministros de Real Hacienda, cuyo pre- cepto recayó á consecuencia de queja que los primeros elevaron al Rey, por- que se faltó á los de D. Juan Eligió, Contador de cuentas, y D. José Fajar- do y Covarrubias, Contador principal de Ejército, y habiendo apercibido al Cabildo, ha tenido cumplimiento en los que ocurrieron del Marqués de Jús- tiz de Santa Ana y D. Alfonso María de Cárdenas, Contadores de cuentas, y D. José Antonio Vidaondo, que fué de igual clase á Covurrubias. CAPITULO xxvn. De la Real y Pontificia Universidad de San Geró- nimo, FUNDADA en ESTA CIUDAD. La insigne Universidad del Máximo Doctor y Car- denal de Belén, erigida en el ConA'ento de Predicado- res de esta ciudad, nuevo Liceo americano con que la esclarecida religión Dominica ha añadido al imperio de las ciencias esta nueva colonia literaria y al anti- guo crédito de sus escuelas un reciente, no menos que admirable esplendor, costó en algunos años de preten- sión largos siglos de deseos á esta sacratísima familia, como á esta novilísima ciudad, pues desde el año de 1670 que el Maestro Fray Diego Romero, Provincial de la provincia de Santa Cruz, hallándose en la Haba- na promovió esta lustrosa y útil idea, empeñando á 308 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. SU Ilustre Ayuntamiento para que pidiese alRey, que á imitación de la fundada en la Isla Española se esta- bleciese otra en esta ciudad; no tuvo efecto ésta has- ta después de muchos años. Habia esperimentado el Cabildo las costosas y dilatadas peregrinaciones á que se veian obligados los floridos ingenios de este país para conseguir en las célebres academias de Salaman- ca, Alcalá y Méjico, las ínfulas y grados correspon- dientes á su habilidad y aplicación, y deseoso de que sin mudar de región tuviesen una esfera en que lograr el lauro de sus desvelos y lucir el aprovechamiento de sus estudios, cooperó gustoso con sus informes el año de 1688, coadyuvando con los oficios délos Religiosos a cuyo infatigable tesón se debió el que la Santidad de Inocencio XIII por su bula espedida en 12 de Se- tiembre de 1721 (1) les confiriese autoridad de erigir Universidad en su Convento y dar grados en todas las Facultades, que en él se leian y enseñaban confor- me á los privilegios de la que goza la misma orden en la isla y ciudad de Santo-Domingo, lo que se pu- so en práctica mediante el pase del Real Supremo Consejo de Indias en 5 de Enero de 1728 con univer- sal aplauso y gusto de todo este vecindario. En 3 de Setiembre del referido año de 1728 se sir- vió S. M. aprobarla y mandar se encomendase la re- gencia de sus cátedras, á maestros consumadamente doctos y que se arreglasen sus derechos á los esta- blecidos en la de la Española, por cuyos estatutos se debia gobernar uniformemente; pero no habiéndose hallado ejemplar de ellos, ordenó S. M. por cédula de 14 de Marzo de 1732 se formasen por los Doctores y Maestros de su Claustro los que fuesen convenientes para su mejor régimen; lo cual se ejecutó con apraba- (1) Véase al final de este capítulo, la nota A. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 309 cion del Gobernador y Capitán General de esta ciu- dad en 22 de Diciembre del citado año. Remitidos puntualmente al Consejo, fueron confir- mados por Real despacho de 27 de Junio de 1734, en el que se le concedieron las mismas prerogativas y g;racias que á la de Alcalá y demás de los Reinos de Castilla, merced que se solemnizó con festivo aparato y pomposas demostraciones de júbilo y reconocimiento, de que se formó un curioso y erudito libro por el Dr. D. José Manuel Mayorga, cuyo título es: la Habana exaltada^ y la Sabiduría aplaudida, obra que sólo ha tenido la falta de Mecenas, y por eso la desgracia de no haber salido á luz para crédito de su autor y lus- tre de la patria. Dignóse también S. M. de señalarle blasón de ar- mas para que lo usase en sus sellos é insignias, y pu- siese en los demás lugares que se acostumbra. Com- pónese de un escudo ovalado, partido en tres cuarte- les: en los dos superiores: el de la derecha tiene en campo rojo la figura del Agnus Dei, puesta sobre un libro, alusiva á la iglesia de San Juan de Letran, que es el título de la de Predicadores de esta ciudad: en el de la izquierda en campo azul está la figura de un can 6 mastín con una haclia encendida en la boca, y en la llama un mundo y sobre éste una estrellado oro, que simboliza al Convento Dominicano en que está erigida; en el último é inferior, entre lejos de nubes y peñas está una imagen penitente de su sagrado patro- no con el león á los pies: sobre el escudo tiene corona Real, y por orla esta letra Jlcad. S. Hier. Conv. S. Joan Later. Ord. Predio. Havana. El Rector, Vice-Rector, Conciliarios y Secretario, son por Estatuto anexos siempre y electivos en Reli- giosos del mismo orden, graduados en la Universidad todos, á escepcion del último que lo puede ser cual- ToMo I. 42 310 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. qaier Presbítero. El oficio de Rector se elige anual- mente por pluralidad de votos el dia 7 de Setiembre y el 9 del mismo mes los de Vice-Rector, Conciliarios, Tesorero, Comisarios, Fiscal, Maestro de Ceremonias y Secretario, siendo los cinco antepeniíltimos del co- mún de los Doctores. El número de las Cátedras que al presente se leen en esta Universidad, son, una de Filosofía, y tres de Teología que regentean Religiosos de la Orden: la del Testo de Aristóteles, la del Maestro de las Sentencias: tres de Leyes, de Prima. Vísperas é Instituta: dos de Cánones, de Prima y Vísperas: cuatro de Medicina, Prima, Vísperas, Anatomía y la del Método medendi, y dos de Matemáticas. Aunque no tienen hasta aho- ra dotación, ni congrua ninguna, se leen y asisten con esmero y aplicación, siendo muy frecuentes las confe- rencias, actos y quodlibetos en que inanifiestan los Catedráticos su literatura, y los discíi)ulos su aprove- chamiento, admirándose en los tempranos despuntes de unos y de otros aquellas sublimes y anticipadas lu- ces de entendimiento que celebró la elegancia del Poera.deiavi- Conde dc la Granja en los ingenios peruanos y deque í (le Sta M*'* gozan los de este país, adelantándose en ellos la razón Cant. 1° octa á la edad, pues aun en lo mas florido de los años son va 31 y 32. ,Q^y provcctos en las Ciencias: ejemplo que bastaría, cuando faltasen otros en las Indias, para desmentir el concepto, ó desvanecer el error del Dean de Alican- te que dormitando como Homero, estampó en una de sus epístolas latinas. Pues no sólo nos hizo el poco favor de persuadirse, que en estas partes no había Maestros para enseñar, pero añadió la injuria de decir que no habia tampoco quien desease saber: hipérbole con quiso encantarnos con los brutos, y degenerarnos de hombres cuando según axioma filosófico: Otnnis konio naturaliter scire appettit. Lastimosa ceguedad JOSÉ M. F. DE ARRATE. 311 (le un varón tan autorizado, como instruido el no ha- ber encontrado en tantos escritos como corren, noti- cias de las muchas escuelas que hay en estas regiones, y sugetos insignes con que han ilustrado la república de las letras, para no haber ofendido la verdad, agra- viando su estimación y el crédito de los Indianos. Pero por mas que se pretenda deslucir la habili- Baidecebro: dad de éstos ó hacer creer la n¡n2:una aplicación á (^" «^ üb. ora- ,,, , , i. ? ^ ^ 1-^ dor Cat° citíui. las leti-as que hay en estas partes, bastan a acieditar enias memori. lo contrario, las famosas Universidades, insignes co- eindita« cap. legios y célebres ingenios, que gozan estas regiones, é '^' ^'^•^' ^^' ilustran estos países, sobrándonos los testimonios que l)odiamos alegar cuando sólo en el nuestro, que es de los mas ceñidos, hay personas que enseñen, é indivi- rj^atr. cnt¡.. dúos que aprendan como se verifica en la copia de ""i versal tom. oventes v multitud de cursantes que ocurren de toda "^'^ <^iscui>;o i;, la Isla a las aulas de esta Universidad, sm otro obje- to que el de saber, por solo saber. No es tan único en este sentir el citado Marti, que le falten aun muchos secuaces y partidarios, y aunque pudiera servirle de consuelo á los ingenios de estas provincias el que padezcan no muy desigual concep- to los españoles en la aprensión de otras naciones eu- ropeas que decantan su poco^, adelantamiento en las artes y ciencias, atribuyéndose cada una á sí la entera posesión de las bellas letras y las conocidas ventajas en la cultura de todas sus facultades, no son ni los juzgo tan vulgares ó tan necios que les temple el do- lor de su propia injuria el ver lo que esperimentan sin justicia aquellos que se la motivan, y mas tocán- doles tan de lleno la común ofensa de la nación cas- tellana de quien no le distingue otra cosa que el cli- ma, y siendo el nuestro tan benigno y admirable pjua la producción de titiles y nobles ingenios, capaces de aplicarse á los estudios y de cultivar las Ciencias, co- 312 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. mo lo celebró muy delicadamente un poeta italiano que, observando en el oro y plata de sus minerales, la abundante riqueza de sus montes, grabo en elogio de sus naturales este agudísimo epígrafe: Si lioc in montibus? Quid in mentibus? Tanto debemos á este estrangero! Tanto á algunos de nuestros españoles! Sin embargo de esto y de bailarse en las primei'as fajas ó arruyos de su reciente cuna, se ve condecorada con la gloria y honor que le han merecido los dignos ascensos de algunos de sus alumnos, los que teniendo tanto lugar en sus Anales, y ocupándolo yá copiados en su Sala, no puedo omitir darles el que merecen en esta obra, colocándoles por su antigüedad y no por la preeminencia ó categoría de sus dignidades. Dr. D. José Manuel Sotilloverde, Teniente de Go- bernador y Auditor de guerra de esta plaza, Oidor de la Real Audiencia de Santo Domingo. Dr. D. Sebastian Calvo de la Puerta, natural de esta ciudad, Catedrático propietario de Instituía en esta Universidad, Oidor de la Audiencia de Guadala- jara, Alcalde del crimen actual en la de Méjico. Dr. D. Pedro Ponce Carrasco, Cura beneficiado de las parroquiales de esta ciudad. Provisor y Vicario general en ella, Obispo titular de Adramite y auxiliar de el de Cuba: Murió Obispo de Quito á donde fué promovido. Dr. D. José Nicolás de Fleytas, Catedrático de Teología moral en la Parroquial mayor de esta ciudad. Canónigo magistral de la Santa Iglesia de Cuba, y Co- misario subdelegado de la Santa Cruzada en ella, y asimismo su Provisor y Vicario general. Dr. D. Bernardo de Urrutia y Matos, natural de JOSÉ M. F. DE ARRATE. 313 esta ciudad, Catedrático de Prima de leyes en esta Universidad, Oidor honorario y después electo con ejercicio y del número de la Real Audiencia de Santo Domingo, Juez, de bienes de difuntos en esta ciudad. lllmo. Sr. Dr. J). Pedro Agustin Morell de Santa- Cruz, dignísimo Obispo de esta Isla, del Consejo de S. M. recibid en esta Universidad el grado de Doctor en virtud de la Real Cédula en que S. M. le aprobó esta determinación, para que sirviese su ejemplo de estímulo á otros. Después de escrito esto hay otros muchos Doctores promovidos á dignidades eclesiásti- cas y seculares. Formase hoy el Claustro de esta Universidad de mas de 60 DD. y MM. en todas las Facultades, sin otros que de su Cuerpo están repartidos y ocupados en la Isla en varios. ejercicios eclesiásticos y políticos. Los grados se conñeren con grande ostentación y pompa, por lo general usando el Claustro en las fun- ciones públicas de mazas de plata y de bancos cubier- tos, su Rector usa de silla y sitial con ahnohada en los actos de escuela, y se le da el tratamiento de Se- ñoría Reverendísima por escrito y de palabra; de suerte que en la seriedad y aparato no tiene que emu- lar á ninguna de las mas autorizadas y antiguas de estos Reinos, aun siendo la mas pobre por la falta de dotaciones de que carece hasta el presente; pero la liberalidad de sus Doctores con la cesión voluntaria de propinas, ocurre muchas veces á los gastos ordina- rios y estraoi'dinarios de su precisa decencia, y para la estension y manutención de sus privilegios, entre los cuales goza algunos particulares que le ha dispen- sado la Real benignidad. 314 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Relación de los Tribunales académicos y deíaas oficios (\ne lia tenido la Real y Pontificia Universidad desde sn fundación hasta su reforma, \)0v el Doctor D. Rafael A. Cowley. El 7 de Setiembre de cada año se reunía el Claustro general de Docto- res y Maestros para elegir el Reverendísimo Señor Rector Cancelario, que como sabemos, liabia de ser un Religioso de la Orden, y del Convento de San Juan de Letran de esta ciudad. El dia 10 del mismo mes volvía á reunirse el Claustro general i)ara la elección de los Oficios, y ])or boletas se liacian los del Vice-Rector y Conciliarios, que también habían de recaer en Religiosos de la Orden y Convento, borlados en cualesquiera facultad, nom- brados estos, también por boletas se procedía I" al de Fiscal, que tenia que ser Doctor en Leyes ó en Sagradas Cánones, y después á las del Tesorero, Maestro de Ceremonias, Comisarios y Secretario, este i'dtimo hasta el año de 1761 que fué declarado perpetuo. Por una disposición del Real Acuerdo (1832) se nombraron desde ese año tres Sinodales de latín. El ceremonial que se observaba para la elección de Rector, era el sí- guíente. Reunido el Claustro general citado por cédula, anfc cliem se leía el infonne de los Sres. Doctores glosadores de las cuentas, que de antemano se habían nombrado, y en vista de dicho informe se procedía á su aproba- ción ó censura: concluido este particular, el R.*P. Secretario contaba el nxi- mero de votantes, y dos Doctores, por lo regular los más antiguos, en unión del Rmo. Sr. Rector y P. Secretario servían de escrutiñadores. Invocada la gracia del Espíritu Santo, depositaban cada uno de los Doctores y Maes- tro su cédula en una urna preparada al efecto. — Terminado el escrutinio se proclamaba al nuevo Rector, prestaba juramento si estaba presente y sí nó lo iban á buscar á su celda los Comisarios de año precedidos de las mazas para que lo prestase; en seguida tomaba posesien del sillón rectoral y daba las gracias. Al concluir su discurso el P. Secretario preguntaba tres veces si le prometían obediencia y el Claustro coT\testaha, ¿prometemos. En posesión el nuevo Rector se echaban al vuelo las campanas de la Iglesia de Santo Domingo, é incorporado al Claustro, la Comunidad y Escue- la de novicios, con el Regente de Estudios y Prior Conventual y Provincial á su cabeza, salían procesíonalmente hasta la Iglesia, entonando un solemne Te Deum, esperándolos en la puerta de dicha iglesia el P. Sacristán con hi- sopo y agua bendita, y acompañando el órgano el resto del Te Deum. 1728. — Eector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. teólogo Fr. Tomás Linares. En 1706 fué Maestro de Estudiantes siendo Prior Conventual, 1705 ganó por oposición la Cátedra de Vísperas de Teología, 1715 Cate- drático de Prima de Teología, que dejó vacante por haberse ausentado. 1726 Prior Conventual, 1728 Regente primario de Estudios: fundándose la Universidad en este año, lo nombró el Rey Rector de ella, cuyo cargo desempeñó hasta 1733 en que se ausentó á Capitulo Provincial. En 1736 y 1742 es nombrado Rector. En 1742 volvió á hacerse cargo de la Re- gencia de Estudios Conventuales, con motivo de que el M. R. P. M. y Doc- tor Fr. Francisco Fleytas, Regente actual, tuvo que marchar al Vicariato de Bayamo, renunciándolo en 1743. Se le incorporaron sus gradps de Doc- JOSÉ M. F. 1)E ARRATE. 315 tor en Filosofía y Teología que los había recibido en la Imperial y Pontifi- cia de Santo Tomás de Aquino de la Isla Española el 6 de Enero de 1 728. Falleció siendo Decano de Teología el año de 1754. ConciUarios.—MM. RR. PP. MM. y DD. Fr. Juan Salcedo, Fr. Fran- cisco Sotolongo, Fr. Melchor Sotolongo y Fr. Martin Oquendo. 1733. — Bedor Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Melchor de So- tolongo, Regente de Estudios en 18 de Setiembre de 1714 hasta 1721. Reelecto en 1730 hasta 1734, Prior Conventual y Provincial, Licenciado en Teología de 6 de Enero de 1728 y Doctor de 5 de Enero de 1729. 1735. — Principió á funcionar la Real y Pontificia Universidad. Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. teólogo Fr. Juan B. del Rosa- rio Sotolongo. En 1705 Lector de Artes, 1706 Catedrático de Prima de Teología que ocupó hasta 1717 en que obtuvo la de Sagrada Escritura, 1718 Lector de Vísperas de Teología hasta 1722 en que por segunda vez regentó la de Prima, 1724 Regente de Estudios, que desempeñó hasta 1726, reeligiéndosele en 1733 y 1742 por renuncia de Fr. Tomás Linares. Rector por segunda ve/, en 1748, Doctor en Teología de 26 de Mayo de 1729. Vice-Eector.—M. R. P. M. y Dr. Fr. Diego de Escobar. (V. 1737.) Conciliarios. — RR. PP. MM. y DD. Fr. Tomás Linares, Fr. José Po- veda, Fr. Martin Oquendo y Fr. Francisco Martínez. Tesorero. — D. Lorenzo Tinoco, Doctor en Cánones de 21 de Agosto de 1735, Catedrático de Vísperas de Derecho, Canónico de 26 de Setiembre de 1732, permutando el 21 de Julio de 1734 por la de Prima de Leyes va- cante por ausencia de su propietai'io D. Antonio Palacian y Gatica, Auditor de gueiTa de la Capitanía General. Tinoco hizo sus estudios en la Univer- sidad de Méjico. Maestro de Ceremonias. — Pbro. D. José M. Mayoiga, Maestro en Filo- sofía de 7 de Marzo de 1731 y Dr. en Teología de 22 de Julio de 1756. La borla en Teología fué un obsequio hecho por la Universidad con motivo de la obra que escribió narrando la erección de ella. Comisarios de año. — D. Luis Fontayne Dr. en Medicina de la Univer- sidad de Montpellier, incorporado el 6 de Setieml)re de 1728, Catedrático de Anatomía; falleció en 1737. D. José Araugo y Barrios Doctor en Medicina de 3 de Enero de 1731, Maestro en Filosofía de 28 de Octubre de 1755, Catedrático de Patología, Protomédico y Decano; falleció en 1775. 1736. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Tomás Linares, elec- to por segunda vez. (V. 1728), Vice Rector. — R. P. M. y Dr. Fr. José Lucas Arancibia. (V. 1745). Conciliarios. — RR. PP."^ MM. y DD. Fr. Juan del Rosario, Fr. Fran- cisco Fleytas, Fr. Cipriano Alverro y Fr. Melchor Sotolongo. Tesorero. — D. Felipe Acosta Dr. en Medicina de 3 de Noviembre de 1735. Cirujano de Milicicias; falleció en 1768. Maestro de Ceremonias. — R. P. Fr. José González Alfonseca. (V. 1747.) 1737.— Rector Cancelario. — Rmo P. M. y Dr. Fr. Diego de Escobar, Lector de Artes de 18 de Setiembre de 1714, Maestro de Estudiantes en 1715. En 1720 volvió á hacer oposición á la Cátedra de Artes de la que 316 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. tomó posesión el 21 de Agosto. En 1722 Lector de Vísperas de Teología. En 1724 Catedrático de Prima de la misma facultad, la que desempefró hasta 1726. Dr. en Teología de 19 de Mayo de 1729; falleció en 1739. Vice Rector.— M. R. P. M. y Dr. Fr. Martin Oquendo. (V. 1739). Conciliarios.— UR. PP. MM. y DD. Fr. Tomás Linares, Fr. José Po- veda, Fr. Bernabé Borges, Catedrático de Teología y Dr. en esa facultad de 30 de Agosto de 1736 y Fr. José González Alfonseca. Maestro ele Ceremonias. — R. P. M. y Dr. Fr. Nicolás Sotolongo. (V. 1757). Tesorero. — D. Justo José Alvarez Franco, Dr. en Medicina de 17 de Noviembre de 1735, Maestro en Filosofía de 23 de Octubre de 1755, y á quien le liace honor el haber solicitado en 1735 explicar Botánica; falleció en 1768. 1738. — Eector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. José Ignacio Poveda, Catedrático de Vísperas de Teología en 1715 hasta 1717, de Prima de 1 de Abril de 1718 hasta 1722, 2" Regente de Estudios en 1722 y Catedrá- tico de Sagrada Escritura. Primer Regente en 1724, Prior en 1728, Doc- tor en Teología de 9 de Mayo de 1728, Decano de la Facultad de Teolo- gía á la muerte de Fr. Tomás Linares; falleció en 1761. Vice Rector. — M. R. P. M. y Dr. Fr. Francisco Fleytas, Lector de Artes en 1730. Maestro de Estudiantes, Regente de Prima en 1731. — Regente de Estudios en 1741, Maestro en Artes de 6 de Setiembre de 1731, falle- ció el 3 de Abril de 1756. Conciliarios.— nU. PP. MM. y DD. Fr. Tadeo Linares, Fr. Martin Oquendo, Fr. Melchor Sotolongo y Fr. Diego Escobar. Tesorero. — D. Cristóbal Sotolongo, Maestro en Artes de 4 de Setiem- bre de 1735. Maestro de Ceremonias. — R. P. M. y Dr. Fr. José González Alfonse- ca. (V. 1744.) 1739. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Martin de Oquendo, Lector de Artes por oposición de 12 de Agosto de 1726, Catedrático de Vísperas de Teología en 1730 hasta 1735, Catedrático de Prima de Teolo- gía en 1736 y de Sagrada Escritura en 1737, Regente secundario de Estu- dios en 1739," Regente primario en 1740, Doctor en Teología de 29 de Julio de 1729, Maestro en Artes de 6 de Enero de 1728, primer Decano de la Facultad de Filosofía, falleció en 1761. Vice-Rector.—M R. P. M. y Dr. JuanB. del Rosario Sotolongo. (V. 1735.) Conciliarios.— RR. PP. MM. y DD. Fr. Tomás Linares, Fr. José Po- veda. Fr. Bernabé de Borges y Fr. Francisco Fleytas. Tesorero. — D. Gabriel de Santa Cruz, Maestro en Artes de 23 de Abril de 1738, Doctor en Derecho Civil de 16 de Noviembre de 1741, Catedráti- co de Digesto, Conde de San Juan de Jaruco; falleció en Octubre de 1772. Maestro de Ceremonias. — R. P. M. y Dr. Fr. José Velasco. (V. 1755.) 1740. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Melchor de Soto- longo, electo por segunda vez. (V. 1733.) Vice-Rector.—M. R. P. M. y Dr. Fr. José G. Alfonseca. (V. 1744.) Conciliarios. — RR. PP. MM. y DD. Fr. Juan B. del Rosario Sotolon- go, Fr. Beniabé de Borges, Fr. Martin Oquendo y Fr. Nicolás Sotolongo JOSÉ M. F. DE A.RRATE. 317 Tesorero. — Dr. D. Gabriel Santa Cruz, Conde de Jaruco. (V. 1739.) Maestro de Ceremonias. — Pbro. Dr. y Maestro D. José Mayorga. (V: 1735.) En este año se acordó en Claustro de 9 de ]Mayo que anualmente se nombrase un Fiscal, que entendiese en todos los expedientes Universitarios, con motivo de haberse opuesto los Doctores médicos á que se borlase en esa Facultad un Bacliiller que no era liijo legítimo, recayendo diclic nombra- miento en D. Juan Peñalver y Ángulo, Dr. en Derecho Civil de 15 de Agosto de 1737 y Catedrático de Vísperas de Derecho Keal, el que falleció el 20 de Marzo de 1760. Por la renuncia de Peñalver fué nombrado el Dr. D. Lorenzo Tinoco. (V. 1735.) 1741. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Francisco Martínez, Lector en Artes en 1717, Maestro de Estudiantes en 1718, Catedrático de Vísperas en 1724, de Prima en 1727, Maestro de Estudiantes en 1730 á 1734, Prior, varón instruido y de alta reputación científica. Doctor en Teo- logía de 14 de Junio de 1729. En los Libros Fniversiiarios no hay asiento de los demás oficos de este año. 1742. — Eector Cancelario. — Rmo. P. M. v Dr. Frav Tomás Linares, por tercera vez. [V. 1728.] Vice Bector.~U. P. M. y Dr. Fr. José González Allbuseca. [V, 1744.] Conciliarios.— RR. PP. MM. y DD. Fr. Melchor de Sotolongo, Fr. Bernabé Borges, Prior, Fr. Tadeo Linares y Fr. Juan Chacón. Fiscal. — D. Bernardo Urrutia y Matos^ Dr. en Cánones de 1735, Ca- tedrático de Vísperas de Cánones de J 8 de Noviembre de 1 735 y por su renuncia fué elegido D. Manuel Martínez Oropesa, Dr. en Cánones de 5 de Setiembre de 1737, Catedrático de Vísperas; murió siendo Decano de la Facultad. Tesorero. — D. Pedro José Calvo, Catedrático de Derecho Real, Doctor en Leyes de 16 de Noviembre de 1741, Conde de Buenavista, Maestro de Ceremonias. — Pbro. D. José Sotolongo Esquivel, Doctor en Teología de 25 de Junio de 1741, Decano á la muerte de Fr. Tomás de Linares; falleció el 3 de Febrero de 1779. 1743. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Melchor de Soto- longo, electo por segunda vez. [V. 1740.] Vice Rector. — R. P. M. v Dr. Prior y Compañero actual Fr. Tadeo Li- nares. [V. 1758.] Conciliarios. — RR. PP. MM. y DD. Fr. Tomás Linares, Fr. José Po- veda, Lector de Prima, Fr. José González Alfongeca y Fr. José Velasco, Fisccü. — D. Francisco Gamarra, Catedrático del Código, Doctor en De- recho Civil de 29 de Junio de 1739. Tesorero. — Dr. D. Pedro Calvo, Conde de Buenavista. [V. 1742.] Maestro de Ceremonias. — Pbro. Maestro y Dr. O. José M. Mavorara. fv. 1735.] y ^ 1744. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. José Gpnzalez Al- fonseca. El subdiácono González Alfonseca obtuvo por oposición la Cáte- ToMO I. 43 318 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. (Ira (le Artes en 16 de Setiembre de 1735, Maestro de Estudiantes en 1737, Lector de Vísperas de Teología en 1738, Catedrático de Prima en 1740 hasta 1745, Lector de Sagrada Escritura en 1746 con la segunda Regencia de Estudios, primer Regente en 1747 hasta 1752, Doctor en Filosofía de 20 de Agosto de 1731 y en Teología de 24 de Enero de 1739, Prior en va- rias ocasiones; falleció el 14 de Junio de 1764. Vice Redar. — M. R. P. M. y Dr. Lector de Vísperas Fr. Juan F. Cha- cón. [V. 1750.] Conciliarios.— MM. RR. PP. MM, y DD. Fr. Melchor de Sotolongo, Fr. Bernabé de Borges, Lector Fr. Tadeo Linares y Fr. ^liguel de Cárde- nas. Tesorero. — Dr. D. Pedro Calvo, Conde de Buenavista (V. 1742j. Fiscal— Dr. D. Lorenzo Tinoco (V. 1735). Maestro ele Ceremonias. — D. Francisco J. Ñapóles, Catedrático de Lis- tituta, Dr. en Leyes de 21 de Abril de 1743. Comisarios. — Dr. D. Juan de Peiíalver (V. 1740) v D. Francisco Ga- marra. (V. 1743). 1745. — liecfor Cancelario. — Rmo. P. M. Regente y Dr. Fr. José Lucas Arancibia, Lector de Artes en 1724, Lector de Vísperas de Teología en en 1726, Lector de Prima de Teología en 1730, Regente de Estudios en 1737 hasta 1746. Se le nombró Rector estando ausente en la Isla Espa- ñola y protesto de nulidad la elección el Dr. D. Pedro Morales y Soler: Dr. en Teología de 6 de Setiembre de 1731. Vice Rector. — M. R. P. Lector M. v Dr. Fr. José González Alfonseca. [V. 1744]. Conciliarios. — RR. PP. MjM. y DD. Fr. Juan B. del Rosario, Fr. José Velazco, Fr. Miguel de Cárdenas y Fr. Juan F. Chacón. Tesorero. — Dr. D. Pedro Calvo, Conde de Buenavista [V. 1742. Fiscal. — Dr. D. Gabriel de Santa Cruz, Conde de Jaruco. [V. 1739. Maestro de Ceremonias. — D. Agustín Sanabria, Catedrático de Anato- mía, Doctor en Medicina de 28 de Octubre de 1743, Maestro en Filosofía de 28 de Agosto de 1746; falleció el 8 de Diciembre de 1793. Comisarios. — Pbro. Dr. y Maestro D. José Manuel May orga. [V. 1735] y Dr. D. Cristóbal Sotolongo. [V. 1738]. 1746 — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Prior actual Fr. José Poveda electo por segunda vez. [V. 1738.] Vice Rector.— R. P. Vicario de Provincia M. v Dr. Fr. Nicolás de So- tolongo. [V. 1757.] Conciliarios. — RR. PP. MM. y DD. Fr. Juan de Chacón. Fr. Juan B. del Rosario Sotolongo, Fr. Bernabé de Borges y Fr. José Velasco. Tesorero. — Dr. D. Pedro Calvo, Conde de Buenavista. [V. 1742 ] liscal. — D. Manuel Felipe Arango, Dr. en Cánones de 21 de Noviem- bre de 1745; falleció el 6 de Marzo de 1760. Maestro de Ceremonias. — D. Joaquín de Zayas Bazán, Maestro en Fi- losofía de 15 de Agosto de 1745. Comisarios. — Dr. D. Pedro Calvo, Conde de Buenavista, fV. 1742] y el Dr. Fiscal D. Manuel Felipe Arango. OSJÉ M. F. DE ARRATE. 319 1747. — Rector Cancelario. — Riiio. P. M. v Dr. Fr. José González Al- íonseca. [V. 1744.J Xo constan los nombramientos de los otros Oficios. 1748. — Héctor Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Juan B. Sotolongo, electo por segunda vez. fV. 173Ó.J Vice Héctor. — M. R. P. M. y Dr. Decano de Filosofía Fr. Martin de Oquendo. Conciliarios. — RE. PP. MM. y DD. Fr. Francisco Martínez, Fr. José Poveda, Fr. Nicolás Sotolongo y Fr. Juan Chacón. Tesorero. — D. Julián Recio r. D. Manuel G. Coronado. (V. 1801.) Tesorero. — Dr. D, Juan José Hernández. (V. 1799.) Maestro de Ceremonias — R. P. M. y Dr. Fr. Agustin Rové. ( V. 1808.) Comisarios. — Dr. y Maestro D. Tomás Romay, (V. 1785) D. José de Jesús Méndez, Doctor en Medicina de 12 de Setiembre de 1781, Catedráti-. co de Patología, Decano de Medicina desde 30 de Agosto de 1818 hasta su muerte el 2 de Octubre de 1819. 1803. — Rector Cancelar io. --^mo. P. Ai. y Dr. Fr. Manuel Casaverde, Lector de Artes en 1795, Maestro de Estudiantes en 1796, Lector de Pri- ma en 25 de Agosto de 1797, Maestro en Artes de 14 de Agosto de 1797, Doctor en Teología de 20 de Junio de 1798. Vice Rector.— R. P. M. Fr. Agustin Rové. [V. 1808.] Conciliarios.— MU. RR. PP. MM. y DD. Fr. Juan González, Fr. To- más Pascual. Fr, Ambrosio Pérez, y Fr. Nicolás de la Parra. Fisccd. — Dr. D. José Mariano Fernandez de Velazco. [V. 1792.] Tesorero. — Dr. D. Manuel García Coronado. (V. 1801.) JOSÉ iAI. F. DE ARRATE. 337 Maestro de Ceremonias. — M. R. M. v Dr. Fr. Antonio Andren. (V. 1811.) Comisarios. — D. José Mariano Fernandez, de Velazco, (V. 1792) v Dr. D. José G. Ferregut. (V. 1790.) • 1804. — Bedor Cancelario. — Emo. P. M. Prior Provincial y Dr. Fr. Bernardo Hidalgo Gato. (V. 1770.) Vice Redor.— M. II. P. v Dr. Fr. Juan Govin. (V. 1805.) ConcHiarios.—},ni. RR.'PP. MM. y DD. Fr. Tomás Pascual, Fr. Am- l)rosio Pérez, Fr. Manuel Casaverde y Fr. Agustin Royé. Fiscal. — Dr. D. José Mariano F. de Velasco. (F. 1792.) Tesorero. — Dr. D. Manuel García Coronado, v Y. 1801.) Maestro de Ceremonias. — M. R. P. M. v Dr. Fr. Antonio Andreu. (Y. 1811.) Comisarios. — Pbro. Dr. D. Antonio José Cardoso, (Y. 1792) y Pbro. Dr. y Maestro D. José Rafael de los Santos. (T^. 1800.) 180-5. — Héctor Cancelario. — Rmo. P. Lector M. y Dr. Fr. Juan Bautista Govin, Lector de Artes en 1798, Lector en Sagrada Escritura en ISOl, Regente de Estudios en 1830, Maestro en Artes de -31 de Agosto de 1798, Doctor en Teología de 9 de Mayo de 1801. Vice Hedor.— ^l. R. P. Lector y Dr. Fr. Agustin Royé. (V. 1808.) Conciliarios.— M^í. RR. PP. MM. y Dü. Fr. Tomás Pascual, Fr. Am- brosio Pérez, Fr. JVIanuel Casaverde y Fr. Agustin Royé Fisccd. — Dr. D. José González Ferregut. (V. 1790.) Tesorero. — Dr. D. Manuel G. Coronado. ( F. 1801.) Maestro de Ceremonias. — D. Manuel Rodríguez Cabrera, Maestro en Artes de 5 de Setiembre de 1803, Regidor del Ayuntamiento de esta ciu- dad; falleció en 1846. Comisarios. — Dr. y ]\Laestro D. Tomás Romav, (Y. 1785) v Dr. Don José de Jesús Méndez. (Y. 1802.) 1806. — Redor Cancelario. — Rmo. P. M. Ex-Lector y Dr. Fr. Manuel Caballero, Caliíicador del Santo Oficio, Lector de Prima en 1791, Doctor en Sagrada Teología de 27 de Agosto de 1791. Vice Redor.— SI. R. P. M. y Dr. Fr. Agustin Royé. (Y. 1807.) Conciliarios.— 'Sm. RR. PP. MM. y DD. Fr. Tomás Pascual, Fr. Bernardo H. Gato, Fr. Manuel Casaverde y Fr. Agustin Royé. Fiscal. — D. José Abraban Elcid, Doctor en Derecho Civil de 8 de Abril de 1806, Catedrático de Leyes. Tesorero.— Dr. D. Manuel G.'Coronodo. (Y. 1801.) Maestro de Ceremonias — R. P. M. y Dr. Fr. Dámaso Inestrosa, Lector fie Prima de Teología, Doctor en Sagrada Escritura de 31 de Octubre de 1810, Maestro en Artes del año de 1806, Catedrático de Moral. Comisarios. — Pbro. Dr. en aml)os Derechos, Filosofía y Teología Don José Rafael de los Santos, (F. 1800) y D. Francisco Beiívenuto Guitart, Doctor en Sagradas Cánones de 29 de Marzo de 1806, Rector en la época de la Constitución (1823,) Síndico del Convento de San Francisco O. de Penitencia, Anotador de Hipotecas; falleció el año de 1840. Tomo i. 46 338 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1807. — Bedor Cancehrio. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Nicolás de la Parra, Lector de Artes en 1798, Lector de Teología en 1801, Prior Provincial, Maestro en Artes de 19 de Octubre de 1798, Doctor en Sagrada Teología de 14 de Noviembre de 1801; falleció siendo Rector en 11 de Noviembre de este año. Tice Iiectm\ — M. R. P. M. y Dr. Fr. Antonio Andreu, Prior y Compa- ñero. iV. 1811.) Conciliarios.— m,l. RR. PP. MM. y DD. Fr. Bernardo H. Gato, Fr. Miguel del Rosario Rodriguez, Fr. Manuel Caballero y Fr. Ambrosio Pérez. Fiscal. — I). Luis Oyarvide, Doctor en Derecho Civil de 19 de r)ctubre de 1806. Tesorero. — Dr. D. Manuel García Coronado. (Y. 1801.) Maestro de Ceremonias. — Pbro. D. Antonio Fonte y Quintero Maestro en Artes de 31 de Agosto de 1806. Comisarios. — D. Marcos Sancliez Rul)io Dr. en Medicina de 7 de Abril de 1807, Catedrático de Método; falleció en 1836 y D. Fernando Seydel Maestro en Artes de 16 de Agosto de 1807, Catedrático del Texto Aristo- télico. 1808. — Héctor Cancelario — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Agustín Royé, Lec- tor de Artes en 1800, Lector de Sagrada Escritura en 1803 jVIaestro en Artes de 26 de Noviembre de 1800 y Doctor en Teología de 22 de Agosto de 1803. Prior varias veces. Vke líector.—M. R. P. L. M. v Dr. Fr. José Mana Espinosa. (V. 1815.) Conciliarios.— MM. RR. PP. MM. y DD. Fr. Manuel Caballero, Fr. Ambrosio Pérez, Fr. Manuel Quesada v Fr. Manuel Casaverde. Fiscal— By. D. Francisco B. Guitart. [V. 1806.] Tesorero. — Pbro D. Damián Ramírez Dr. en Sagrada Teología de 27 de Octubre de 1801. Maestro de Ceremonias.- -MíH'Btvo ü. Fernando Seydel- (V. 1806.) 1809. — Héctor Cancelario.— B.\no. P. M. v Dr. Fr. Miguel del Rosario Rodriguez. (V. 1795.) Vice Héctor. — M, R. P. M. v Dr. Fr. José María Espinosa. (V. 1815.) Conciliarios.— MM. RR. PP. MM. y DD. Fr. Manuel Caballero, Fr. Ambrosio Pérez, Fr. Manuel Quesada v Fr. Agustín Rové. Fiscal— Tíy. D. Francisco B. Guitart. (V.^1806.) Maestro de Ceremonias. — Maestro D. Manuel Rodriguez Cabrera. (V. 1805.) Tesorero. — Pbro. Dr. D. Damián Ramírez. (Y. 1808.) Comisarios. — Conde de Casa Ponce de León v Maroto. (V. 1786) v Pr. D. José G. Ferregnt. (V. 1790.) 1810. — Héctor Cancelario. — Rmo. P. P. M. y Dr. Fr. Aml)rosio Pérez, electo por segunda vez. {V. 1798) v por unanimidad. Vicr Héctor.— M. R. P. M. Ex-Lector v Dr. Fr. Manuel Quesada. [V. 1801.1 JOSÉ M. F. DE ARRATE. 339 Co)iCÍliarios.—:sní. RR. PP. MM. y DD. Fr Miguel delR. Rodríguez, Fr. Manuel Casaverde, Fr. Agustín Royé y Fr. José María Espinosa. Fiscal. — D, Juan de Dios Zaldívar, Doctor en Cánones de 8 de Marzo de 1807. resorero— Maestro D. Fernando Seydel. [V. 1867.] Maestro de Ceremonias. — M. R P. M. v Dr. Fr. Mateo Andrea. [V. 1818.] Comisarios. — I). Juan B. de Bobadilla Doctor en Medicina de 1790 y R. P. M. de la Real r)rden de la Merced, Fr. Lucas Villoría, Doctor en Teología de 2 de Julio de 179-3. 1811. — Héctor Cancelario. — Rmo. P. P. L M. y Dr. Fr. Antonio An- dreu Lector de Artes en 1802. Lector de Prima en 1805, Lector de Sagra- da Fscritura en 1816, Maestro en Artes de 26 de Octubre de 1802, Doctor en Sao-rada Teología de 22 de Febrero de 180G; falleció en 1842. rice Héctor.— M. R. P. P. Ex-L. y Dr. Fr. Miguel del Rosarío Rodrí- guez, Regente de Estudios, Fr. Manuel Quesada, Ex-Lector Fr. José Ma- ría Espinosa. Fiscal. — D. Manuel García Fernandez, Doctor en Derecho Civil de 21 de Octubre de 1810, Catedrático de Vísperas; falleció el 18 de Julio de 1857. Tesorero. — Maestro D. Fernando Seydel [V. 1807.] Maestro de Ceremonias. — M. R P. Lector M. v I)r. Fr. Rcnii<>io de Cernadas é Hita. [V. 1819.] Comisarios. — Dr. D. Francisco Benvenuto Guitart. [V. 1808,] y Don Francisco Ignacio de Soria, Doctor en Medicina de 27 de Julio de 1806, Catedrático de Fisiología v Protoniédico lionorarío: falleció el 4 de Setiem- bre de 1815. 1812. — Héctor Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. 3Iiguel del Rosarío Rodríguez, elector por tercera vez. [V. 1796.] Vice Héctor. — ^l. R. P. Lector de Prima v Dr. Fr. Dámaso Inestrosa. [V. 1906.] Conciliarios.— :sni. RR. PP. MM. y DD. Fr. Manuel Casaverde, Fr. Agustín Royé, Fr. Manuel Quesada y Fr. Antonio Andreu. Fisccd. — Dr. D. Juan José Hernández. [V. 1799.] Maestro de Ceremonias. — M. R. P. M. v Dr. Fr. Remigio Cernadas. (F. 1819.) Tesorero. — D, Pedro Andreu, Dr. en Medicina de 14 de Abril de 1810, Catedrático de Anatomía de 2 de FeVuero de 1810; falleció el 10 de Diciem- bre de 1859. Comisarios — Pbro. D. José Eduardo Fernandez, Doctoren Teología de 30 de Octubre de 1810 v Pbro. Doctor en ambos Derechos, Teología v Artes D. José Rafael Santos. (V. 1800.) 1813. — Héctor Cancelario. — Rmo. P. Presentado M. y Dr. Fr. Manuel Quesada, electo por segunda vez con 12 votos, el Pbro. D José María Reina Dignidad de Maestre de escuela de la Catedral, ol)tuvo 8 y Fr. Ambrosio I'erez imo. En este Claustro protestaron los Religiosos por los votos dados 340 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. al Dr. Canónigo Reina y á su vez varios Doctores protestaron de nulidad la votación por carecer los Religiosos de derechos de ciudadanos. Vice Rector. — M. R. P. M. y Dr. Fr. Antonio Andreu. Co)2cniarios.—},m. RR. PP. MM. y DD. Fr. Miguel del Rosario Ro- dríguez, Fr. Ambrosio Pérez, Fr. Mateo Andreu y Lector Fr. Remigio Cernadas. Fiscal— Dr. D. José Abraliam Elcid. [V. 1806.] Tesorero. — D. Aiitonio José Viera, Doctor en Medicina de 30 de Agos- to de 1812, Catedrático vitalicio de Fisiología, Rector Cancelario el año de 1822, Doctor en Derecho Civil de 10 de Julio de 182.5; fallecié el 29 de Noviembre de 1834. Maestro de Ceremon'uts. — R. P. Lector Fr. Antonio Guzman. [V. 1820.J Comisarios. — Pbro. Dr. D. José Eduardo Fernandez, y Pbro. D. Anto- nio Pérez, Doctor en Teología de 11 de Febrero de 1810; falleció de Cura párroco del Artemisa. 1814 — Bector Cancela rio. --Ohtuvieven 11 votos el M. R. P. M. y Dr. Fr. Antonio Andreu y once el M. R. P. ex-Provincial y Maestro D. Tomás Pascual, y previsto este caso, decidió por su voto doble el Rmo. Sr. Rector, en Fr. Tomás Pascual, que resultó electo por tercera vez. [V. 1790.J Vice Rector.— M. R. P. M. v Or. Fr. Mateo Andreu. [V. 1818. Conciliarios.— MM. RR. PP. :\[M. DD. Fr. Miguel del Rosario Rodrí- guez, Fr. Ambrosio Pérez, Fr. Manuel Quesada v Fr. Antonio Andreu. Fiscal— Dí: D. José Abraham Elcid. [V. 1806.] Tesorero. — Dr. D. José Antonio Viera. [V, 1813.] Maestro de Ceremonias. — R. P. Lector v Dr. Fr. Remigio Cernadas. (V. 1819.) Comisarios. — Pbro. L)r. D. José Eduardo Fernandez, Capellán de las Catalinas, y Pbro Dr. I). Antonio Pérez, (V. 1813.) 1815. — Bector Cancelario. — Rmo. P. M. ex-Lector y í>r. Fr. José Ma- ría Espinosa, Lector de Artes en 1803, Lector de Sagrada Escritura en 1807, Maestro en Artes de 20 de Octubre de 1804, Doctor en Sagrada Teología de 17 de Noviembre de 1807. Vice Bector.— M. R. P. Lector y Dr. Fr. Mateo Andreu. (V. 1818.) Conciliarios.— MM. RR. PP. MM. y DD. Fr. Tomás Pascual, Fr. Mi- guel del R. Rodríguez, Fr. Ambrosio Pérez v Fr. Manuel Quesada. Íiscal.-Dr. I). José Abraham Elcid. (V. 1806.) Tesorero.— Dr. D. José Antonio Viera. (V. 1813.) Maestro de Ceremonias. — M. R. P. M. Lector y Dr. Fr. Ángel Reyes, Maestro en Artes de 28 de Agosto de 181-5, Catedrático de Priina de Teolo- gía V Doctor en Sagrada Teología de 30 de Noviembre de 1818; fallecii'» el 1> de Agosto de" 1836. Comisarios de año. — M. R. P. M, y Dr. Fr Lúeas Villoría de la Real y Militar orden de Niiestra Sra. de la Merced, (V. 1810) Pbro. D. Domingo Fernandez de Velazco, Doctor en Teología de 11 de Mayo de 1704, Cura más tarde de Manao'ua. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 341 1S16. — JRector Cancelario. — Rmo. P. M. Lector y Dr. Fr. Antonio An- drea, electo por segunda vez. (V. 1811.) Vice Rector. — M. R. P. Lector y Dr. Fr. Miguel del Rosario Rodríguez. [V. 1794.] Conciliarios.— ^IM. RR PP. MM. y DD. Fr. Ambrosio Pérez por 44 votos, Fr. Manuel Quesadapor 34, Fr. José María Espinosa por 27 y Fr. Mateo Andreu por 20. Fiscal — D. Francisco Suarez, Doctor en Jurisprudencia de 25 de Mar- zo de 1816. Tesorero.— Dx. D. José Antonio Viera. [V. 1813.J Maestro de Ceremonias. — M. R. P. M. v Dr. Fr. Ans^el Revés. [V. 1815.] Comisarios. — D. Francisco de Calvo, Doctor en Jui'isprudencia de 24 de Marzo de 1816, Regidor del Excmo. Ayuntamiento, &c; falleci(5 en 1840 y D. Antonio Machado, Doctor en Medicina de 19 de Mayo de 1816, Cate- drático de Anatomía de 27 de Febrero de 1816; falleció en 1844. 1817. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. José Félix Ravelo, Lector de Artes, Catedrático de Teología en 1812, Prior en 1818, Doctor €n Sagrada Teología de 17 de Junio de 1813; falleció en 1842. Vice Rector. — M. R. P. Lector M= v Dr. Fr. Remigio Cernadas. [V. 1819.] Conciliarios— ^rSL RR. PP. MM. y DD. Fr. Manuel Quesada por 28 votos, Fr. José María Espinosa por 26, Fr. INIateo Andreu por 21, y Fr. Antonio P. Guzman por ¿Q. Fiscal. — Dr. D. Francisco Suarez. (V. 1816.) Tesorero — Dr. D. José Antonio Viera. (V. 1813.) Maestro de Ceremonias. — M. R. P. ;M. v Dr. Fr. José de los Santos Sar- miento. (V. 1827.1 Comisarios. — D. Matias ]\Ieza, Doctor en Sagradas Cánones de 1° de Diciembre de 1816, Catediático de Vísperas de Cánones; falleció el 11 de Diciembre de 1844 y D. Dionisio Matamoros, Doctor en Leyes de 21 de Diciembre de 1816 Oidor honorario; falleció el 11 de Mayo de 1859. 1818. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Mateo Andreu, Lec- tor de Artes en 1807, Lector de Prima en 1817, Maestro en Artes de 19 de Diciembre de 1807, Doctor en Teología de 1815, Prior en 1825 y 1830, reputado como uno do nuestros mas profundos teólogos. Nació el 21 de Setiembre de 1780 y falleció el 1° de Marzo de 1865. Vice Rector.— Iñ.. R. P. M. v Dr. Fr. Remigio Cernadas. [7. 1819.] Conciliarios.— ^im. RR. PP. MM. y DD. Fr. Tomás Pascual, Fr. Mi- guel Rodríguez, Fr. Antonio Andreu y Fr. José María Espinosa. Fiscal. — Dr. D. Francisco Suarez.* fV. 1816.] Tesorero. — Dr. D. José Antonio Viera. [V. 1813.] Maestro de Ceremonias. — R. P. M. Fr. José Sarmiento. (V. 1827.) Comisarios.— Vhvo. Dr. D. Antonio Pérez, (V. 1813) y Pbro. D. Do- mingo Pluma, Dr. en Sagrada Teología de 30 de Agosto de 1818, Cate- drático del Maestro de las Sentencias, Cura párroco de Regla y de Santo Cristo del Buen Viaje; falleció el 6 de Noviembre de 1867. Tomo I. 47 342 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1S19. — Redor Cancelario. — Rmo. P. Presentado, Lector de Prima, Maestro y Dr. Fr. Remigio Cernadas, Lector de Artes en 1810, Maestro en Artes de 13 de Enero de 1811, Catedrático del Ilustre Melchor Cano, Doctor en Sagrada Teología de 1? de Noviembre de 1816, Prior Provincial y Conventual en varias ocasiones. Nació el 1° de Octubre de 1780 y fa- llecié el 15 de Octubre de 1859. Vice Rector.— M.. K. P. M. v Dr. Fr. Antonio P. Guzman. [V- 1820.] Conciliarios.— MM. ER. PP. MM. y DD. Fr. Antonio Andreu, Pr. Jo- sé María Espinosa, Fr. Mateo Andreu y Fr. Ángel Reyes. Fiscal. — D. Joaquin Pedroso y Eclievarria, Doctor en Derecho Civil de 8 de Diciembre de 1816, Catedrático de Vísperas de Derecho Real de 19 de Octubre de este mismo año, gran cruz de Isabel la Católica, &c., es el Doctor más antiguo de los que viven hoy. Tesorero. — Dr. D. José Antonio Viera. [V. 1813.] Maestro (le Ceremonias. — M. R. P. Lector v Dr. Fr. José Sarmentó [V. 1827.] Comisarios. — D. Francisco de Valdés Machado, Doctor en Derecho Ci- vil de 25 de Abril de 1819, Auditor honorario de guerra; falleció el 5 de Febrero de 1857, y D. Manuel Ramirez Gallo. Doctoren Derecho Civil de 22 de Junio de 1819, Auditor honorario de Marina v Regidor; falleció en 1843. 1820. — Rector Cancelario. — Rmo. P. Presentado M. Lector y Dr. Fr. Antonio Pérez Guzman, Lector de Artes en 1812, Lector de Prima en 1817, Maestro en Artes de 11 de Diciembre de 1812, Doctor en Sagrada Teología de 2 de Febrero de 1817; falleció de Cura Párroco del Bejucal. Los sucesos políticos impidieron hacer las otras elecciones. 1821. — Rector Cancelario. — Pbro. Dr. D. José María Reina, Dignidad de Maestre de Escuela de la Catedral de la Habana, Dr. en Teología de 10 Junio de 1790por 27 votos. El ilustrado Jurisconsulto Dr. y M. D. Rafael González obtuvo 2') y el sabio Pbro. D. Agustín (Caballero uno. Vice Rector. — D. José Pérez Bohorquez, Dr. en Medicina de 6 de Di- ciembre de 1792, Catedrático de Método en el sexenio de 1792 á 98. Médico del Hospital de Belén &., &., v de gran reputación; falleció en 1839. Conciliarios — D. Rafael Rodríguez Dr. en Leyes de 19 de Julio de 1806, Asesor y Teniente Gobernador de la Capitanía General por 41 votos, Dr. D. Manuel G. Fernandez, (V. 1811), Pbro. Dr. D. Agustín Caballero Catedrático y Director del Colegio Seminario, Dr. en Teología de, 12 de Abril de 1788 y Decano de esa Facultad; falleció en 1835, y el Dr. Don José Abraham Elcid. (7. 1805). Fiscal.— Dx. D. Manuel R. Gallo. (V. 1818). Tesorero.— Dr. D. Pedro Andreu. (V. 1812). Maestro de Ceremonias. — Pbro, D. José Rafael de Hita Catedrático de Cánones y Dr. en esa Facultad de 30 de Agosto de 1820. Comisarios. — D. Martin Pedroso y Echevama Dr. en S. Cánones de 30 de Agosto de 1821 y Dr. D. Gregorio Moran, Dr. en Sagrados Cáno- nes de 7 de Noviembre de 1819; falleció el 29 de Julio de 1857. JOSÉ [\l. F. DE arrate. 343 Asistieron á este Claustro, que fué borrascoso. 53 individuos entre Doc- tores y Maestros; apoyados los Religiosos en los derechos que les otorga- ban los Estatutos protestaron de nulidad el ac-to, pero el Dr. D. Prudencio Echavarria hombre de ideas avanzadas y de fantástica imaginación, sostuvo con tanta fuerza la incapacidad de los Frailes para desempeñar destinos pú- blicos, que consultada la Excma. Junta Provincial acordó que debian res- petarse las deliberaciones del Claustro por ser de lugar y de dereclw. 1822. — Rector Cnncelario. — Sr. Dr. D. José Antonio Viera por 31 vo- tos (V. 1813.) El Dr. D. Francisco Calvo obtuvo 26 (V. 1816) y el Dr. D. Pedro Antonio de Avala 11. Vice Rector. — Pbro. D. José Esteban de Elosua. Conciliarios. — Dr. L), Francisco Benvennto Guitart, (V. 1808) Pbro. D. Miguel Moya, Capellán de las Monjas Ursulinas, Doctor en Teología de 17 de Noviembre de 1801, D. Francisco Pascual, ^V. 1787) y D. Domingo Fernandez Velazco (V. 1815.) Fiscal. — Pbro. — D. Luis Pórtela, Catedrático de Prima de S. Cánones y Doctor en esa Facultad de 20 de Mavo de 1821. Tesorero.— Br. D Pedro Andreu. *(V. 1812.) Maestro de Ceremonias. — D. Domingo Rosain y Castillo, Doctor en Medicina de 21 de Julio de 1822; falleció el 25 de Noviembre de 1853. 1S23.— Rector Caneelario.—JJr. D. Francisco B. Guitart. (V. 1806.) Vice Rector. — D. Sebastian Fernandez de Velazco. (V. 1810.) Conciliarios. — Dr. ex-Rector D. José Antonio Viera. 'V. 1813.) Doctor Protomédico D. Lorenzo Hernández, Catedrático de Fisiología desde 1783 hasta 1801, Doctor en Medicina de 19 de Agosto de 1788; falleció en 1832, Pbro. D. Domingo Fernandez de Velazco y Pbro. D. José Eduardo Fer- nandez. Fiscal. — D. José Antonio Valdés, Catedrático de Vísperas de Cánones, DoQtor en esa Facultad de 2 de Febrero de 1823. Doctor en Derecho Civil de 15 de Marzo de 1840; falleció el 8 de Octubre de 1856. Tesorero.— Br. D. Pedro Andreu. (V. 1812.) Maestro de Ceremonias. — D. José María Gallegos, Doctor en Leyes de 2 de Febrero de 1823; falleció en 1833. Comisarios. — D. Pedro Gordillo, Arcediano de esta Santa Iglesia Cate- dral, Doctor en Cánones de 24 de Agosto de 1823 y D. Ignacio Crespo Ponce de León, Teniente de Gobernador, gran cruz de Isabel la Católica, Doctor un Leyes de 10 de Agosro de 1822; falleció en New-York el 20 de Junio de 1857, 1824. — Volvieron los Religiosos Dominicos del Convento de San Juan de Letran de la Habana á gozar el privilegio de ser ellos los que única- mente podían ser electos Rectores. Rector Cancelario. — Rmo. P. M. Lector y Dr. Fr. Manuel Casaverde, electo por segunda vez, (el creador de la Cátedra de Cirujía.) [V. 1803.] Vice Rector.— ^l. R. P. M. v Dr. Fr. ^klateo Andreu. [V. ] Conciliarios.— '^m. RR. PP. MM. y DD. Fr. Tomás Pascual, Priores- te año, Fr. Miguel del R. Rodríguez, Fr. José María Espinosa y Fr. Re- migio Cernadas. 344 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Fiscal. — Dr. D. Ignacio Crespo Ponce de León. [V. 1823.J Tesorero. — Dr. D. José Antonio Viera. [V. 1813.] Maestro de Ceremonias. — D. Bernardo del Riesgo. Doctor en Medicina de 21 de Enero de 1821, Catedrático de Anatomía de 11 de Mayo de 1820; falleció el 9 de Diciembre de 1839. 1825. — Los resentimientos que se habían despertados y creados entre los Religiosos, y el Claustro con motivo de la independencia de este último, durante la época de la Constitución, buscaban ocasiones de mostrarse, y en este año creyó la Comunidad encontrar oportunidad de represalia en ra- zón de la elección de Fr. Juan Govin. Como antes hemos dicho, cuando se hacia la elección del Rmo. Rector Cancelario, después que este juraba &c. salia el Claustro procesioualmente á la Iglesia entonándose el Te Deum laiidanms por la Comunidad y la es- cuela de novicios. Se le avisó hecha la elección del R. P. M. Fr. Juan Go- vin, al M. R. P. Prior Conventual que lo era Fr. Mateo Andreu para que dis- pusiese el Te-Denm, á lo que contestó que la elección era nula porque el Religioso nombrado á pesar de ser de la Orden no pertenecía en la actua- lidad á este Convento, indignado el Claustro nombró Comisiones que vie- sen al M. R. P. Provincial Fr. José María Espinosa, al Illmo. Sr. Obispo Diocesano y al Excmo. Sr. Capitán General, estas llenaron sus cometidos y entre oficios, traslados y demás formas burocráticas se pasó el dia, acor- dando el Claustro mantenerse en sesión permanente y reunirse á las diez de la mañana del subsecuente; reunidos yá, á las once se presentó un Ayu- dante de Campo del Excmo. Sr. Capitán General, al que se le dio asiento en Claustro, portador de un pliego de la Superior Autoridad en el que or- denaba que se verificase todo el Ceremonial de costumbre en virtud de que declaraba válida la elección del Ilustre Claustro. El interés que despertó en el Claustro la oposición de la Comunidad hizo que se reuniesen en un número extraordinario, lo que contribuyó á su mayor triunfo pues pocas veces se cantó el Te-Deum con mayor y más es- cogida concurrencia. Deseoso el Ilustre Claustro de que sus derechos no se creyesen hijos de animosidad, hizo constar en el acta que no era esta la primera vez que se nombraban Religiosos que no eran de este Convento y como prueba citó la de Fr. Lucas Arancibia y la de Fr. Félix Ravelo. Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr, Fr. Juan Govin. [V. 1805.] Vice Rector.— hL R. P. M. y Dr. Fr. Manuel Casaverde. [V. 1803.] Conciliarios. — MM. RR. PP. MM, y DD. Fr. Mateo Andreu, Fr. Tomás Pascual, Fr. José María Espinosa y Fr. Liberato García. Tesorero. — IDr. D. José Antonio Viera. (V. 1813.) Fiscal. — Empatada entre el Dr. Catedrático de Leyes D. Joaquín Mu- ñoz Izaguirre, Doctor en Derecho Civil de 30 de Noviembre de 1822 que falleció en 29 de Mayo de 1859, y D. Santiago de la Huerta, Doctor en Derecho Civil de 28 de Agosto de 1822 que falleció en Matanzas; el Rmo. Rector decidió á favor de este último. Maestro de Ceremonias. — D. Gaspar Zeferino de los Reyes, Doctor en Medicina de 1? de Agosto de 1824; falleció el 21 de Diciembre de 1857. Comisarios. — Pbro. Dr. D. Luis Pórtela, {Y. 1822,) y D. Ramón Fran- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 345 cisco Valdés, Doctor en Leyes de 30 de Agosto de 1825, Catedrático de Leyes, Maestro en Artes de IP de Mayo de 1829; falleció el 15 de Enero de;i866. 1826. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. Lector y Dr. Fr. Remigio Cer- nadas, electo por segunda vez con 37 votos, (V. 1819,) Fr. Tomás Pascual obtuvo 30. Vice Héctor. — M. R. P. Lector M. y Dr. Fr. Juan Govin por 42 votos, (F. 1805) y F"r. José Santos Sarmiento, obtuvo 38. Conciliarios.— MU. RR. PP. MM. y DD. Fr. José María Espinosa, Prior Provincial, Fr. Mateo Andreu, Prior Conventual, Fr. Tomás Pascual y Fr. Lector Liberato García. Maestro de Ceremonias. — Fr, Luis del Castillo de la Orden hospitalaria de San Juan de Dios, Doctor en Medicina de 28 de Enero de 1827, Maestro en Artes de 17 de Octubre de 1824 por 30 votos, el Dr. D. Ángel José CoAvlev obtuvo 23, (V. 1838,) v el Dr, D. Gaspar Z. de los Revés, 22. (V. 1825.)' Comisarios. — Dr. D. José María Gallegos, (V, 1823) y D. Gabriel Pe- laez. Doctor en ]\[edicina de 13 de Agosto de 1826; falleció en 6 de Febre- ro de 1864. 1827. — Héctor Cancelario. — Rmo, P. Lector M. y Dr. Fr. José de los Santos Sarmiento, Lector en Artes de 1817, Catedrático del Testo del Fi- 1()S0 en 1821 la que renunció en el mismo año. Lector de Vísperas de Sagra- da Teología en 1836, Maestro en Artes de 10 de Agosto de 1817, Doctor en Teología de 1820. Vice Héctor.— M. R. P. Isl. y Dr. Fr. Juan Govin. (F, 1805.) Conciliarios. — MM. RR. PÍ*. MM. y DD. Fr. José María Espinosa, Fr. Remigio Cernadas, Prior Piovincial, Fr. Mateo Andreu, Prior Compañero, y Fr. Tomás Pascual. Fiscal. — Dr y Maestro D. Ramón Francisco Valdés, (V. 1826) (argüyó de nula esta elección el Dr. D. Diego J. de la Torre.) Tesorero. — Dr. D. José Antonio Viera. (F, 1813.) Maestro de Ceremonias. — D. Antonio Abad Arteclie, Maestro en Artes de 21 de Enero de 1827; falleció en 1854. Comisarios. — D, Juan Francisco Cliaple, Doctor en Leyes de 27 de Agosto de 1820 y D. Manuel Puig y Amigo, Doctor en Leyes de 5 de Agosto de 1827, (ambos viven.) 1828, — Rector Cancelario. — Rmo, P, M. y Dr. Fr. Juan Govin, electo por tercera vez. [V. 1805] por 90 votos, Vice Rector.— M. R. P, M, Prior y Compañero, Dr, Fr. Mateo Andreu. Conciliarios.— MM. RR. PP. MM, y DD, Fr, José María Espinosa, Fr. Remigio Cernadas, Fr. Tomás Pascual y Fr. José Santos Sarmiento, Fiscal. — D. Francisco E, Hevia, Dr. en Leyes de 5 de Agosto de 1827, Auditor honorario de Marina; falleció en New- York el 28 de Agosto de 1858. Tesorero.— Br. D. José Antonio Viera. [V. 1813.] Maestro de Ceremonias. — R. P. M. v Dr. Fr. Pedro Infante. [ F. 18.37.] Tomo í. 48 346 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Comisarios. — Dr. D. Juan Francisco Cbaple, (F, 1827,) y D. Manuel Rodríguez Brito, Doctor en Leyes de 20 de Julio de 1S28; falleció. 1829. — Héctor Cancelario. — Rmo. P. M. P. Prior Provincial y Dr. Fr. Mateo Andreu, electo por segunda vez. {V. 1818.) Vice Héctor. — M. R. P. Regente de Estudios M. v Dr. Fr. Juan Govin. (V. 1805.) Conciliarios.— MM. RR. PP. MM. y DD. Fr. Liberato García, Fr. José María Espinosa, Fr. Remigio Cernadas y Fr. José de los Santos Sar- miento. Fiscal. — D. Gregorio Moran por 75 votos, (V. 1821,) D. Juan Hurtado ds Mendoza, Doctor en Leyes de 17 de Febrero de 1828 obtuvo 38; falleció en 1844. Tesorero. — Dr. D. Pedro Andreu, por 58 votos, (V. 1812,) el Dr. Don Justo de Latorre, obtuvo 29, v el Dr. D. José Antonio Viera 17. (V. 1813.) Comisarios. — D. Isidro Cordovés, Doctor en Medicina de 11 de Mayo de 1827 y D. Manuel Blanco Solano, Doctor en Medicina de 8 de Diciem- bre de 1829. 1830. — Hedor Cancelario. — Rmo. P. M. Lector y Dr. Fr. Remigio Cernadas, electo por tercera vez. (V. 1819.) Vice Héctor.— M. R. P. M. y Dr. Fr. Vicente Buy trago. [V. 1832.] Conciliarios.— M.M. RR PP. MM. y DD. Fr. Mateo Andreu, Fr- Juan Govin, Fr. José María Espinosa, y Fr. José de los Santos Sarmiento. Fiscal— D. José Antonio Viera. (V. 1813.) Tesorero.— Bv. D. Pedro Andreu. (V. 1812.) Maestro de Ceremonias. — Dr. D. Gabriel Pelaez. (V- 1829.) Comisarios. — Dr. D. Juan Francisco Chaple, (V. 1827,) y D. Juan B- ValdeiTamas, Doctor en Leyes de 5 de Abril de 1829. 1831. — Héctor Cancelario. — Rmo. P. P. ex-Prior Lector M. y Dr. Fr. José Liberato García, Lector de Artes en 1790, Lector de Prima en 1797, Maestro en Artes de 6 de Diciembre de 1792, Doctor en Teología de ]" de Julio de 1797, Decano de la Facultad de Sagrada Teología; falleció en 1841. Vice Héctor.— 1\. R. P. M. y Dr. Fr. Juan Govin. [V. 1805.] Conciliarios.— Mil. RR. PP. MM. y DD. Fr. Mateo Andreu, Fr. José María Espinosa, Fr. Vicente Buytrago, y Fr. José de los Santos Sar- miento. Fiscal— Dv. D. Francisco E. Hevia. ^V. 1828.) Tesorero.— 'Dy. D. Pedro Andreu. (V. 1812.) Maestro de Ceremonias. — D. Manuel C. Casado, Maestro en Artes de 18 de Octubre de 1828. Comisarios. — D. Ensebio Puig, Doctor en Leyes de 22 de Agosto de 1830; falleció, y Dr. y Maestro Fr. Luis del Castillo. (V. 1826.) 1832. — Héctor Cancelario. — R. P. Lector M. y Dr. Fr. Vicente Buy- trago, Lector de Artes, Lector de Prima en 18-26, Doctor en Sagrada Teo- loo'ía de 14 de Enero de 1827. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 347 Vice Héctor. — M. E. P. 31. Lector v Dr. Fr. Remigio Cernadas. Conciliarios.— }^m. RE. PP. MM.*y DD. Fr. Mateo Andreu, Fr. Juan Govin, Fr. José María Espinosa y Fr. José Liberato García. Fiscal. — D. Diego J. de la Torre, Doctor en Derecho Civil de 29 de Junio de 1825, Licenciado en Cánones de 17 de Octubre de 1825, Catedrá- tico de Vísperas de Derecho Civil de 1824, Decano de la Facultad de Le- yes, desde la refonna de L842 hasta su muerte el 3 de Marzo de 1870. Tesorero. — Dr. D. José Antonio Viera. (V. 1813.) 3Iaestro de Ceremonias — D. Pedro Hobruitiner, Doctor en Medicina de 4 de Setiembre de 1831; falleció el 8 de Diciembre de 1857. Comisarios. — Dr. D. José María Gallegos, (V. 1823,) v D. Manuel C. Casado. (V. 1831.) Sinodales de Lafin. — Dr. y Maestro D. Manuel González del Valle, Maestro en Artes de 24 de Junio de 1824, Doctor en Derecho Civil de 26 de Setiembre de 1824, Decano de la Facultad de la Filosofía (Reforma de 1842) V Consejero de Administración. R. M. M. Fr. Pedro Infante (V. 1837) y Dr. í). Juan Francisco Chaple. (V. 3 827.) 1833. — Bector Cancelario. — Rmo. V. V. M. y Dr. Fr. Remigio Cema- das, electo por cuarta vez. (V. 1819.) Vice Héctor.— M. R. P. M. v Dr. Fr. Vicente Buvtrago. (V. 1832.) Conciliarios.— M^l. RR. PP. M.AL y DD. Prior " Pro\^incial Fr. Juan Govin, Prior Conventual Fr. Mateo Andreu, ox-Provincial Fr. José María Espinosa y es-Prior Fr. J. Liberato García. Fiscal. — Dr. D. Juan Francisco Chaple por 49 votos. (V. 1827) obtu- vo 21 votos el Doctor en Leyes D. Agustín Fernandez que fallecié) el 28 de Mayo de 1866, y 16 el Dr. D. Die^go J. de la Torre. Tesorero.— tDy. D. Pedro Andreu por 54 votos. (V. 1812) y obtuvo 12 el Dr. D. Lucas Hurtado de Mendoza. Maestro de Ceremonias. — D. Vicente Pérez Infante, Dr. en Medicina de 18 de Febrero de 1827; falleció en 1837. Comisarios.— D. ^lanuel Bustillos, Dr. en Medicina' de 13 de Mavo de 1827. Sinodales de Latin.—U. R. P. M. y Dr. Fr. Pedro Infante. (V. 1837,) Dr. D. Pedro Hobruitiner. (V. 1832) v D. Juan José de Hevia Maestro en Artes de 29 de Mayo de 1831. 1834. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. ex-Provincial y Dr. Fr. José María Espinosa, electo por segunda vez. (V. 1815.) Vice Rector. — M. R. P. M. L. y Dr. Fr. Remigio Cernadas, por 44 vo- tos, obtuvieron 30 Fr. Pedro Infante, uno Fr. Vicente Buitrago y uno Fr. Juan Govin. Conciliarios— WhL RR. PP. MM. y DD. Fr. Juan Govin, Fr. Mateo Andreu, Fr. Vicente Buitrago, y Fr. Pedro Infante, Fisccd. — D. Juan José Aparicio, Doctor en Leyes de 10 de Noviembre de 1833, Oidor honorario V Capitán retirado; falleció el 28 de Agosto de 1860. Tesorero. — Dr. D. José Antonio Viera. (V. 1813;) falleció este año el 24 de Setiembre. 348 LLAVE DEL NUEVO 1\IUND0. Maestro de Ceremonias.— Dv. D. Manuel Bustillos. (V. 1833.) Comisarios. — D. José Antonio Aragón, Doctor en Leyes de 16 de No- viembre de 1832; falleció en la Habana en 1864 y D. Manuel de Je- sús Herrera, Catedrático de Matemáticas, Maestro en Artes de 26 de Enero de 1834. Sinodales de Latín. — D. Gabriel Morales, Doctor en Medicina de 24 de Agosto de 1830, Dr. D. Vicente Pérez, (V. 1833) y Pbro. D. Rafael de Hita. (V. 1823.) 1835. — JRcctor Cancelario. — Rmo. P. IM. y Dr. Fr. Vicente Buitrago, electo por segunda vez, (V, 1832.) Vice Héctor. — M. R. P. Prior y Compañero M. y Dr. Fr. Pedro Infante. (V. 1837.) Conciliarios.— MU. RR. PP. MM. y DD. ex-Prior Fr. Juan Govin, ex-Provincial Fr. José María Espinosa, ex-Provincial Prior actual Fr. Ma- teo Andreu y Fr. Remigio Cernadas. Fiscal. — Dr. D. José Antonio Aragón. (V. 1834.) Tesorero.— Bv. D. Diego J. déla torre. (V. 1832.) Maestro de Ceremonias. — R. P. ]M. y Dr. Fr. José María Miranda. (V. 1838.) Comisarios. — Dr. y M. Fr. Luis del Castillo y Oduardo. {V. 1826) y D. Pablo José Humanes, Maestro en Artes de 1" de Diciembre de 1833 y Dr. en Medicina de 22 de Setiembre de 1837; falleció el 19 de Marzo de 1 853. Sinodales de Latín.— Bi: y M. D. Manuel G. del Valle. [V. 1832.] R. P. M. y Dr. Fr. Juan Marino. [V. 1836] y D. Antonio Pió Carrion, Doc- tor en Leyes de 5 de Julio de 1835. 1836.— Eector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Remigio Cernadas, electo por quinta vez y por 40 votos [V. 1818] Fr. Pedro Infante obtuvo 32 y uno Fr. Liberato García. Vice Eector. — ]\I. R. P. M. y Dr. Fr. Juan Marino, Lector en Artes y Dr. en Teología de 25 de Enero de 1829, Lector de Vísperas de Teolo- gía. Conciliarios.— MU. RR. PP. MM. y DD. Fr. Juan Govin, Prior Pro- vincial, Fr. Mateo Andreu, ex-Prior Provincial, Fr. José María Espinosa, ex-Príor Provincial y Lector Fr. Vicente Biutrago. Fiscal.— Dr. D. Antonio Pió Carrion. (V. 1835.) Tesorero. — D. Femando González del Valle, Doctor en Medicina de^22 de Agosto de 1824, Decano de la Facultad en 1859 á la muerte del Señor Dr. D. Ángel J. Cowley. Maestro de Ceremonias. — Mtro. D. Antonio Abad Arteche. (V. 1827.) Comisarios.— Uixo. D. Manuel J. Herrera, (V. 1834,) y D. Antonio Gassie, Doctor en Leyes de 6 de Marzo de 1836. Sinodales de Latín.— M. R. P. M. y Dr. Fr. José Miranda, (V. 1838,) Dr. D. Juan Francisco Chaple, (V, 1833,) y Mtro. D. Manuel J. Herrera. 1837. — Héctor Cancelario.— Rmo. P. M. y Dr. Lector de Prima, Prior y Compañero Fr. Pedro Infante, Lector de Artes en 1823, de Filosofía en JOSÉ M. F. DE ARRATE. 349 1828, Maestro eu Artes de 10 de Agosto de 1823, Lector de Vísperas en en 1834, Lector de Prima en 1836, Doctor en Teolog-ía de 20 de Julio de 1834, por 70 votos; falleció en 1864. Vice Rector — ]\I. R. P. M. v D. Fr. Juan Govin, por 62 votos. Concmarios.—^m. RR. PP. MM. y DD. Fr. José Liberato García, Fr. Jf'sé M. Espinosa, Fr. Mateo Andreu y Fr. Vicente Buytrago. Fiscal. — D. Leandro Brito, Dr. en Leyes de 22 de Octubre de 1826: fa- lleció en Cárdenas el dia 2 de Abril de 1860. Tesorero. — Dr. D. Fernando González del Valle. [V. 1836] Maestro de Ceremonias. — D. Vicente A. de Castro, Doctor en Medicina de 5 de Marzo de 1837, Catedrático de Anatomía hasta 1842 y de Clínica médica y Patología interna hasta 1856; falleció el 12 de Mayo de 1869. Comisarios — Dr. D. José Antonio Aragón, ( F. 1835} v Dr. D. Pablo Humanes. [V. 1835.j Sinodales de Latin. — Dr. D. Diego J. de la Torre 'V. 1832,^ Dr. y Maestro D. Manuel González del Valle, (V. 1832) y Dr. D. Juan Fran- cisco Chaple. [V. 1827.] ISSS.—Eector Cancelario. — Rmo. P. M. Lector y Dr. Fr. José María Miranda, Lector de Artes en 1834, Lector de Prima en 1838, Prior en 1840, Maestro en Artes de 13 de Julio de 1834, Doctor en Sagrada Teología de 11 de ]\[arzo de 1838, por 62 votos; falleció en 29 de Mavo de 1865. Vice Rector— ^l. R. P. Lector :\L v Dr. Fr. Pedro Infante. [V. 1837.] Conciliarios— ^\^. RR. PP. MM. y DD. Fr. Liberato García, Fr. Jo- sé María Espinosa, Prior actual Fr. Mateo Andreu y Fr. Juan Govin. Fiscal. — Dr. D. José Antonio Valdés. [V. 1823.] Tesorero. — Dr. D. Fernando González del Valle. [V. 1836.] Maestro de Ceremonias. — Dr. D. Pedro Hobruitiner. (V. 1832.) Comisarios.— Dr. D. Gabriel Pelaez. {V. 1826) v Dr. D. Manuel R. Blanco. (V. 1829.) Sinodales de Latin. — D. Ángel José Cowley, Licenciado eu Filosofía de 14 de Julio de 1824, Doctor en Medicina de 31 de Julio de 1825, Cate- drático de Terapéutica, desde Julio de 1825 hasta su muerte. Decano de la Facultad de Ciencias médicas desde 1855, Vice Rector de la Real Univer- sidad literaria hasta su fallecimiento ocurrido el 5 de Octubre de 1859. Dr. D. Pedro Hobruitiner. (V. 1832) y D. Francisco X. Urrutia, Maes- tro en Artes de 21 de Febrero de 1836 v Dr. eu Leves de 2() de Agosto de 1838. 1839. — Rector Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Mateo Andreu, elec- to por tercera vez. (V. 1818.) Vice Rector. — M. R. P. L. M. y Dr. Fr. José Man'a Miranda. Fisccd. — D. Ramón de Anuas, Doctor en Leyes de 7 de Abril de 1839 Tesorero. — Dr. D. Fernando González del Valle. (V. 1836.) Maestro de Ceremonias — D. Esteban González del Valle, Doctor en Medicina de 11 de Marzo de 1838. Comisarios. — D. Miguel Céspedes, Dr. en Leyes de 10 de Marzo de 1839 y D. José Francisco de Cárdenas, Maestro en Artes de 5 de Agosto de 1838, el último (pie se gradu(') de Maestro en la Real v Pontificia. Tomo L ^ 49 350 LLAVE DEL NUEVO IMUNDO. Sinodales de Lafin. — Dr. D. Manuel González del Valle (V. 1832) Dr. D. Dionisio 3Iatamoros. (V. 1817) v D. Vicente Antonio de Castro. (F. 1837.) 1840. — Héctor Cancelario. — Rmo. P. M. y Dr. Fr. Renngio Cernadas, electo por sexta vez. (V. 1819.) Vice Bector. — R. P. Prior Fr. José María Miranda, (T^. 1838.) Se anu- ló por falta de intersticios y resultó electo el i\[. R. P. M. y Dr. Fr. Vicen- te Buytrago por 4p votos, contra 34 que obtuvo Fr. Mateo Andrea y 5 Fr. Pedro Infante. Fiscal. — D. Manuel López Hidalgo, Dr. en Leves de 21 de Octubre de 1838; falleció en 1857. Tesorero. — Dr. D. Fernando González del Valle. (V. 1838.) Maestro de Ceremonias. — Dr. D. Isidro Cordoves. (F 1829.) Comisarios. — D. Juan B. Valden-ama, Auditor honorario, Doctor en Leyes de 5 de Abril de 1829. D. José Francisco Ramos Alrneyda, Dr. en Leyes de 14 de Junio de 1840, el iiltimo que se graduó en la Pontificia. Sinodales de Latín — Dr. D. Ángel José Cowley por 52 votos. (V. 1838,) Dr. D. Vicente Antonio de Castro por 50. (7. 1837) y Pbro. Don Francisco Jorge Llopiz, Doctor en Leyes de 16 de Noviembre 'lS38, por 50,- falleció el 9 de Diciembre de 1860. 1841. — Este año fué el último de la Real Pontificia. Bector Cancelario. — M. R. P. L. Prior y Compañero M. y Doctor Fr. José María Miranda, electo por segunda vez. (V. 1838) Vice Bector. — M. R. P. ]\[. y D. Fr. Remigio Cernadas por 79 votos. (V. 1819.) Fiscal. — D. José Navarro Dr. en Leyes de Noviembre de 1838. Tesorero. — Dr. D. Fernando González del Valle. (V. 1836.) Maestro de Ceremonias. — D. Carlos L. Bernal, Doctor en Medicina de 1838. Sinodales de Latin. — Dr. D. Esteban González del Valle. (V. 1839), Dr. D. Misruel Céspedes, (D. 1839) v Dr. D. Vicente A. de Castro. (V. 1837.) RECTOKES DE LA REAL T LITERARIA. Sr. Oidor de la Real Audiencia D. José María Sierra, de Noviembre de 1842 á Junio de 1844. Sr. Canónigo Dr. D. Domino-o L. Somoza, de Junio de 1844 á Abril de 1848. Sr. Canónigo Obispo, electo de Puerto-Rico Dr. D. Manuel Gómez Marañen, de Abril de 1848 á Febrero de 1852, durante su ausencia eii 1849, lo desempeñó el Canónigo Dr. D.Bonifacio Q. de Villaescusa. Sr. Provisor Dr. D. Francisco Hereter, de Febrero de 1852 á Enero de 1856. Sr. Licenciado D. Antonio Zambrana, Catedrático de Procedimientos, ilustrado Jurisconsulto, natural de esta ciudad, desde Enero de 1856 hasta Diciembre de 1861 en que fué elegido Consejero de Administración. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 351 Sr. Licenciado D. José Váleles Fauli, de Diciembre de 1861 hasta Julio de 1864. Sr. Dr. Oidor D. Francisco Duran y Cuervo, desde Julio de 1864 has- ta 1866. Sr. Oidor D. José Pelligero y Lama, de 4 de Julio de 1866 <á 18 de Octubre de 1866, sólo la desempeñó un mes 13 dias. Sr. Oidor D. Francisco Lope de López, de 18 de Octubre de 1866 á 28 de Enero de 1867. Illmo. Sr. D. Juan B. Uztariz. de 28 de Enero de 1867 hasta 20 de Julio de 1868. Excmo. Sr. Oidor D. Martin Alvarez Ortiz de Zarate, desde 30 de Julio de 1868 hasta 13 de Junio de 1871. Excmo. Sr. Dr. D. José Montero de los Rios, desde 22 de Abnl de 1873 hasta 1827. Illmo. Sr. D. Juan B. L'ztariz, que lo es actualmente TICE RECTORES. Sr. Dr. J>. Ángel José Cowley, desde la creación de la plaza en 1856 hasta su muerte en 1859. Excmo. Sr. Dr. D. Francisco Campos, desde 1859, en cuyo destino con- tinúa. DECAXOS DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA. 1728. R. P. M. y Dr. Fr. Martin de Oquendo, falleció en 1751. 1751. Don Micolás A, Manzano, falleció en 1783. 1783. M. V Dr. Fr. Juan Francisco Chacón, falleció en 1789. 1789. M. b. Juan Morell y Tellez, falleció en 1793. 1793. „ ,, José Felipe Bcrreta. M. y Dr. D. José V. Arango y Barrios, falleció en 1812. 1812. M. b. Luis Hidalgo Gato, falleció en 1833. 1833. M. y Dr. D. Tomás Romay hasta 1842. REAL Y LITERARIA. 1842. l>r. Ü. Manuel González del Valle. 1857. Licenciado D. Antonio Bachiller y Morales, hasta 1863. REFORMA DE 1871. 1871. Dr. D. Antonio Blanco, hasta 1875. 1875. Licenciado D. Felipe Poey y Aloy. DECANOS DE LA FACULTAD DE MEDICINA. 1872. Dr. D. Luis Fontayne. 1737, ,, ,, Ambrosio Medrano. 1751. ., „ José Arango Barrios. 352 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 1775. 1784. 1794. 1797. 1809. 1818. 1819. 1821. 1832. Dr. D. José Melquíades Aparicio. ,, Julián Recio de Oquendo, ,, Matías Cantos. „ Blas Machado. ,, Julián Ayala. ,, José Jesús Méndez. „ Nicolás del Valle. „ Lorenzo Hernández. „ Tomás Romav. REAL Y LITERARIA. 1842. Dr. D. José Lletor Castro- Verde. 1855. „ „ Ángel José Cowley. 1859. ,, „ Fernando González del Valle, que lo es actualmente. DECANOS DE LA FACULTAD DE DERECHO CIVIL. 1728. Dr. 1781. 1801. 1803. 1830. D. Juan B. Zayas Bazán. „ Pedro Calvo, Conde de Buena vista, hasta 1781. „ Ignacio Zenea, hasta 1801. ,, Gaspar Fernandez de Velasco, hasta 1803. ,, Jacinto Castellanos. „ Pedro Antonio Avala, hasta 1830. „ Francisco Pascual, hasta 1842. LITERARIA. 1842. Dr. D. Diego J. de la Torre, hasta 1870. 1870. Excmo. é Ilhno. Sr. D. Francisco Campos y López. DECANOS DE LA FACULTAD DE CÁNONES. 1728, D. Juan de Ayalde Chirino. ,, Lorenzo Tinoco, hasta 1757. 1757. „ Pedro Morales. ,, Manuel Martinez Oropesa. Pbro. D. Antonio Claudio de la Luz hasta 1800. 1801. Camjnigo Dr. D. Teodoro Enriquez, hasta 1801. Pbro. Dr. D. Carlos Sánchez, Provisor del Obispado. Conde de Santovenia, Dr. D. Nicolás Campos. Conde de Casa Ponce de León, Dr. D. Francisco Ponce de León. Dr. D. Manuel G. Coronado, hasta 1 842. DECANOS DE LA FACULTAD DE TEOLOGÍA. 1728. R. P. M. y Dr. Fr. Tomás Linares. 1756. R P. M. y Dr. Fr. José Poveda Pbro. Dr. I'. José Soto Esquivel. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 353 1779. R. P. M. y Dr. Fr. Juan B. Chacón. 1789. R. P. Fr. Blas Almeida, de la orden de la Meced. 1802. Pbro. D. José Sollozo. 1804. Pbro. Dr. D. José V. Arango Barrios, Cura de Guanabacoa. 1812. Pbro. D. José Agustín Caballero, el P. A(justín, virtuoso Sa- cerdote á quien tanto le debe la ilustración del país. 1835. Pbro. Canónigo D. José María Reina. 1837. R. P; M. y Dr. Fr. José Liberato García, hasta 1842. Nota A.— Pág. 308. BULA DE CONCESIÓN. D. Francisco Amatrian, Secretario de S. M., Oficial mayor de la Secre- taría del Consejo, Cámara y Junta de Guerra de Indias de la negociación de las Provincias de Nueva-España: Certifico, en virtud del acuerdo de los Sres. del referido Consejo del 27 del presente mes, proveído y en vista de un memorial de Fr. Juan de Sotolongo y Arechaga, de la orden de Predi- cadores, se dio paso á un breve de Su Santidad, y el tenor de su traducción original, que queda en esta Secretaría, es como sigue: Inocencio XIII, Papa ad futurum rei meraoriam; habiendo sido exalta- do, aunque sin méritos por la disposición de la Divina Sabiduría al régimen de la Iglesia Católica, extendida por todo el ámbito de la tierra, de muy buena gana poneuios toda especial solicitud de nuestro Oficio Pastoral en favorecer (cuando se nos pide, y según después de haber considerado ma- duramente todas las cosas, hallamos convenir saludablemente en el Señor) á los loables estudios, que conducen á la institución y erudición en Santa Doctrina de los fieles de Cristo y particularmente aquellos que viven en partes muy distantes de esta Santa Sede; y siendo asi que poco ha nos hi- cieron hacer relación los amados hijos, los Religiosos de la Provincia de Santa Cruz de la (Jrden de Predicadores, en las Indias Occidentales, que por cuanto en su Convento de San Juan llamado de Letran, del lugar lla- mado la ciudad de la Habana, de la diócesis de Cuba en dichas Indias, se hallan de muchos años á esta parte instituidos estudios con muchos aplau- sos y notable progreso de diferentes ciencias, á saber: de Gramática, Filoso- fía y Sagrada Teología, de los cuales por el gran cuidado, aplicación y des- velo de los dichos Religiosos se han sacado muy colmados frutos según consta jior la experiencia; y aunque se pudiera esj)erar en lo venidero seme- jante copiosa mies, los dichos exponentes se ven (con su dolor) frustrados Tomo I. 50 354 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. (le conseguir el premio en dicha Ciudad ])or defecto de Academia y Univer- sidad de estudio general, pues la Mejicana, que es la más cercana, dista trescientas leguas de dicho lugar de la Habana, y que no se puede llegar á la otra que es la Isla Española, donde la tiene y goza el Convento de San- to Domingo de dicha urden, sino con muchísimo peligro de la vida por la larga y penosa navegación: desean sumamente los dichos, para que dichos estudios se mantengan en el antiguo fervor y se restituya la juventud á su primitiva aplicación, se conceda por NOS la facultad á los Religiosos de di- cho Convento de San Juan de Letran de conferir los dichos grados con los mismos privilegios, honores y gracias de que goza el dicho Convento de la Isla Es))ariola, por lo cual nos han hecho humildemente súplicas que por la Benignidad Apostólica nos dignásemos de proveer convenientemente acerca de lo de arriba referido: NOS, pues, queriendo hacer especiales favores y gracias á los dichos exponentes y por tenor de las presentes absolviendo y dando por absueltos á las singulares ])ersonas de los Religiosos del primer dicho Convento de cualquier excomunión Superior y entredicho de otros cualesquiera eclesiásticas sentencias, censuras y penas impuestas in re vel ad hominem, por cualquier ocasión ó causa si en algunos y en cualquier manera han incurrido para conseguir solamente el efecto de las presentes, — inclinados á dichas súplicas con acuerdo de nuestros Venerables Herma- nos los Cardenales de la Santa Romana Iglesia, Diputados para los nego- cios y consulta de los Obispos y Regulares, los cuales honran las relaciones del Venerable hermano el Obispo de Cuba y del Procurador general, enton- ces existente de la dicha orden, hechos sobre estos á dichos Cardenales, — por la Autoridad apost<')lica y tenor de las presentes, concedemos para siempre á h)s modernos religiosos y por tiempo existente del dicho Convento de San Juan de Letran, la facultad de conferir los grados de aquellas ciencias y ' facultades que en dicho Convento enseñen y leen según y de la misma ma- nera que los confiere la Academia y Universidad de el susodicho Convento de Santo Domingo de la Isla Española de dicha orden y con los mismos privilegios, honores y gracias de que el dicho Convento de Santo Domingo también ahora goza y usa, salva empero siempre en lo susodicho la Autori- dad de la Congregación de los dichos Cardenales; — mandando que estas presentes letras sean y hayan de obtener sus plenarios y enteros efectos y (pie cuando y por todo sufraguen plenamente á los que toca y por tiempo tocase, y (pie así y no de otra manera se haya de juzgar y definir lo arriba referido por cualesquiera jueces Ordinarios, y Delegados, también Audito- res de las causas del Palacio Apostí'dico, dando por nulo y de ningún valor todo lo (jue sobre esto aconteciere, ser atentado por cualquiera de cuah|vúera autoridad (pie sea, sabiéndolo 6 ignorámlolo: no obstante las Constituciones y Ordenaciones Apostcilicas en cuanto fuere necesario los Estatutos y cos- tumbres de dicha (írden, auuíj^ue se hayan arrogado con Juramento ó Con- firmación Apostólica ú otra cuahpúera firmeza, y sin embargo así mismo de los privilegios, indultos, y letras Apostólicas, que en cualquiera manera se hayan concedido, confirmado, ignorando contra lo arriba referido: á todas las cuales cosas y á cada una de ellas, uniendo sus tenores por plena y su- ficientemente expresados y de verbo ad verbum inserto en las presentes, ([iiedando para los demás en su fuerza y vigor por esta vez solamente: y para conseguir el efecto de las presentes, especial y expresamente la dero- JOSÉ M. F. DE ARRA TE. :j55 gamos y todo lo demás en conti-ario. Queremos empero ([iic ¡i los trasun- tos de estas presentes letra¿¡, tam]»ien impresas, firmadas de manos de alyun Notario público y selladas con el sello de persona constituida en l)ii;iiidad Eclesiástica, se les aprecie y fuera d(' la misma le y crédito (pie sc^ diesen á las dichas presentes, si fueren exihibidas ó mostradas. Dado en Roma en Santa María de debajo d(d Anillo del Pescador el dia doce del mes de Dicieml>re de mil setecientos veinte y uno, de nuestro Pontificado año primero. — Fray ('ardenal ( )liveri. LiKiar (Irl Anuló del Pcscd'lorA^ Traducido del latin por ini D. Francisco Gracian, re de 1700. bia ser empeño mas propio de los eclesiásticos. Desde el año de 1656 se trató y ocurrió por el Resfimiento de esta ciudad al Rev Nuestro Señor á impetrar la facultad necesaria para que se fundase en ella Colegio, cuya súplica se denegó por S. M., y el año siguiente de 1658 habiendo venido de la Nueva- España el P. Andrés de Rada, a promover y practicar nuevas diligencias al propio deseado ftn, se volvió á insistir en la pretensión, ofreciendo los vecinos 14.000 pesos, fuera de algunos materiales para la fábrica, y territorio para corral de ganado ó ingenio de azúcar. Escribióse sobre el asunto á S. M. y al Rmo. P. Pre- pósito general de la Compañía; pero no tuvo efecto por entonces, ni se logro tampoco después en el año de 1682, que con nuevo informe y mas cuantioso ofre- cimiento se volvió á reiterar la súplica á que dio ma- yor vigor después la celosa cuanto eficaz actividad del Sr. Evelino, quien á mas de haber comprado sitio en que labró ermita de San Ignacio, destinándola pa- el Colegio, se obligó á dar 10.000 pesos, sin que has- 428 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. tase esto á facilitarla, sirviendo cada negativa de un nuevo estímulo para la pretensión. El año de 1704 los PP. Francisco Diaz Pimienta y Andrés Reciño, naturales de esta ciudad; y el de 1713 los PP. José de Aijo y Fernando Reinoso agenciaron vivamente el negocio; pero ni los unos ni los otros consiguieron ver vencidas las dificultades que lo im- pedían, hasta que D. Gregorio Uiaz, Presbítero natu- ral de esta ciudad, estipuló darles 40.000 pesos en unas pingües haciendas que tenia por bienes suyos, con cuya donación se allanaron los antiguos embara- zos y el Rey espidió en Lerma a los 19 de Diciembre de 1721 la licencia precisa para la fundación, á tiem- po que estaban yá en esta ciudad los PP. José de Castro Cid y Gerónimo de Varaona, personas de vir- tud y letras. No se efectuó desde luego la plantificación del Co- legio, porque hasta el de 1724 hubo sobre la elección del sitio alguna perplejidad en los pareceres, resol- viéndose al fin por mas conveniente tomar el que les habia preparado tantos años antes el Illmo. Evelino, en el parage y ermita enunciada de San Ignacio, que está en la plazuela de la Ciénaga y casi fronteriza por las espaldas a la boca del puerto. Fabricóse una Iglesia con las puertas al Sur para que sirviese interi- namente á sus funciones, hasta que con mas fondos se pudiese emprender otra mas grande, y se fuesen haciendo de mas terreno por ^no tener el suficiente para la fábrica y precisa estension de un buen Cole- gio el que yá está muy adelantado en sus vivien- das y en la construcción de la Iglesia, obra que fe- necida, sin embargo de la irregularidad del territo- rio, quedará muy sólida, hermosa y bien proporcio- nada. Tiene ahora nueve ó diez Padres Presbíteros y JOSÉ M. F. DE ARRATE. 429 tres Coadjutores. Es patrón del Colegio el eastísimo Patriarca S. José, y está fundada en su Iglesia la Con- gregación de la buena muerte, con cuyos ejercicios y otros de grande utilidad corresponden los Padres Je- suítas con crecidas ventajas á este vecindario, lo mu- cho que desearon y pretendieron su fundación, ense- ñando no solamente en sns clases, Latinidad, Artes y Teología con el conato que se esperimenta en todos sus Colegios, pero dando también á pequeños y gran- des las mejores instrucciones para la salud de sus al- mas como el, mas proi)io y principal empleo de su instituto. El Colegio titulado del Señor San Ambrosio lo eligió el Illmo. Evelino el año de 1689 ó el antece- dente, para la educación ó enseñan/a de doce niños, que sirviendo en el altar y coro de la Parroquial ma- yor se impusiesen desde su tierna edad en los ritos y ceremonias de los Divinos oñcios, y tomando el es- tado clerical fuesen nías aptos é idóneos para los mi- nisterios de la Iglesia, á cuyo ñn los preveyd de un Preceptor de Gramática y un Maestro de canto, dán- doles también Rector que los dirigiese y disciplinase en todo lo demás que es concerniente á la honestidad de las costumbres y corrección de los deslices pueri- les; obra muy importante y de que tuvo Real aproba- ción como consta de una cédula espedida en 9 de Ju- nio de 1692. El hábito que visten y usan los Colegiales, es so- tana parda de lana, con beca colorada de lo mismo, y traen bonete. Para la subsistencia de ellos y salarios del Rector y Maestros, fundó el caudal que juzgo pre- ciso, situando la Casa en las cercanías de la Parro- quial y tan contigua á la episcopal, que no la dividía mas que una pared para influir mas inmediatamente en su buena crianza, á cuyo fin hizo abrir puerta inte- 430 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. rioi* por donde podia mas fácilmente celar sus ocupa- ciones; digno y admirable cuidado de aquel Pastor que entre tantos como tenia, diese lugar al de la ins- trucción y disciplina de estos infantes. Por los años de 1605 y siguientes tuvo establecido en esta ciudad el Maestro D. Fr. Juan de las Cabezas en virtud de lo dispuesto por el Santo Concilio de Trento, un Colegio como el antedicho, á que sufragó con los auxilios que pudo arbitrar el Ayuntamiento y vecindario; pero no subsistid su erección después que fué promovido de este Obispado porque parece no pudo dotarlo de alguna renta capaz de mantenerse en lo sucesivo una obra tan útil como recomendada. El Colegio de las niñas, dedicado al Apóstol de Chablais San Francisco de Sales, (1) está al lado del (1) El ¡¡rimero se conoce bajo la advocación de San Francisco de Sales con el destino de (^ne Arrate hace referencia en este capítulo y párrafo, dotado entonces proporcionalmente. Y sin embargo de que algunos hacen remon- tar su origen más allá de los años de 1690 pretendiendo fué el de 1638, no deja de justificarse la época que señala el autor, si atendemos al dato de que habiendo sido el institutor el Illmo. Sr. D. Diego Evelino de Compos- tela, y su llegada á la Habana el año de 1685, hay dicultad para asentir á que el Colegio de San Francisco, se hubiera establecido cincuenta años an- tes. Este instituto cuenta siempre con la protección de los Prelados dioce- sanos, cuyo celo le proporciona socorros al)undantes, para sostenerlo con el lustre que se observa. El Colegio de San Carlos es una verdadera traslación del de San Am- brosio á los claustros de los Jesuitas. Esta se debe al influjo del Illmo. Sr. Dr. D. Santiago Echavarría, (j^uien para honrar la memoria del Sr. Rey D. Carlos III, añadió por igual titular del establecimiento el Santo de su nombre, llamándose por lo mismo Colegio de S. Carlos y S. Ambrosio. En tiempo del Sr. Evelino que lo erigió el año de 1685 de sia llegada para los fines que indica Arrate, sólo contaba con doce becas; y hoy refundido desde 4 de Abril de 1774 con sujeción absoluta á la planta que previene el Con- cilio de Trento, cuenta 26 plazas de dotación con las doce originarias; pues posteriormente se fundaron seis por el Padre Antonio Mariano Poveda, dos las casas de Jiistiz y Jibacoa, y seis más hasta el completo de los Semi- naristas numerarios. Los que componen lardase de los supernumera- rios es indefinida pagando anualmente la pensión de doscientos cincuenta pesos. Las rentas de este Colegio se aumentaron con los capitales que se mandaron incorporar de los pertenecientes á determinadas temporalidades de la estinguida Compañía. En el dia está también muy socorrido este Co- JOSÉ M. F. DE A.RRATE. 431 Palacio 6 casa episcopal: fundólo el mismo venerable Prelado, con poca diferencia de tiempo al en que hizo la erección del antecedente, según se percibe del Real despacho citado arriba y de otro de 5 de Junio de 1690 á tín de que en él se criasen y mantuviesen al- gunas doncellas huérfanas y pobres, que por falta de sus padres y de caudal para sustentarse, vivian mas espnestas á los peligros del mundo, y fragilidades de la naturaleza y sexo, dejando perpetuado este honro- so asilo á las que deseasen vivir honestamente reco- gidas, y no píiblicamente infamadas 6 distraídas. Tienen su Maestra ó Madre que cuida y cela las ocu- paciones de las Colegialas y se maneja por torno y rejas como cualquiera Monasterio muy regular, en- trando sólo á decirles misa en su Capilla interior un Sacerdote que está asignado para esto y para otros fines de su consuelo y dirección espiritual. CAPITULO XL. Del Hospital de San Juan de Dios y del de muge- res DE qUE ES TITULAR SaN FRANCISCO DE PaULA. De los cuatro hospitales establecidos en esta ciu- dad para la curación y alivio de los dolientes es el principal en f5rden y antigüedad el del caritativo P. S. Juan de Dios, conocido por el Hospital Real de S. legio cou hi protección que tan pvofusíimente le dis})eusa el actual dígnisi- mo Obispo, el Excmo. Sr. Di\ D. Juan José Diaz de Espada v Landa.— ./. J. iV.— 1830. 432 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Felipe y Santiago, en cuyo dia se hizo la dedicación de su iglesia, como refieren algunos Cronistas. Vinie- ron á esta ciudad de la de Cádiz el año de 1603 tres Hermanos hospitalarios, de quien era superior el P. Fr. Diego de Fuentes, á los cuales en cumplimiento de la orden de S. M. se les entregó la hospitalidad que antes habia en ella, y que según entiendo estuvo situada en distinto parage, cercano al mar, conforme á lo que se percibe de algunos Cabildos de aquellos tiempos y de otros monumentos, que por la letra y estilo están difíciles de entenderse, el cual sitio por menos cómodo creo abandonarían los fundadores, to- mando muy desde luego a su cargo lo que era tan le- gítimo empleo de su profesión y tan debido á la con- fianza del Soberano que los destinó para él, esperi- mentando en la beneficencia del Kmo. Obispo D. Fr. Juan de las Cabezas, atenciones y oficios muy pater- nales. (1) (1) El Hospital Real de S. Felipe y Santiago era el xinico que Labia en la Habana para la tropa de la guarnición y pobres de solemnidad, bajo la protección del Real Patronato, gol)ernado por un Administrador con sus coiTespondientes empleados. Mas por Real cédula en Valladolid á 1" de Agosto de 1602 dispuso el Rey que el Hermano juanino Fr. Cristóbal de Soto pasase á América con diez y seis Hermanos profesos de la Congrega- ción de S. Juan de Dios: cuatro para Méjico, cuatro para la Hal)ana, cua- tro para Cartagena y cuatro para Puerto- Velo á fin que sirviesen los Hospi- tales de estas Provincias. En su virtud fué presentada esa cédula al Cal)ildo y Regimiento; y en 14 de Octubre de 1603, siendo Alcalde ordinario D. Pe- dro Meléndez Flores, se dio posesión de la Casa y huerta al Hermano ma- yor Diego de la Fuente y á sus compañeros Fr. Andrés de Alcaraz, Fr. Gonzalo González y Fr. Andrés de la Paz, cuya entrega liizo el Adminis- trador Rodrigo Narvaez por ante el escribano Luis Pérez Costilla. Aun- que dichos Religiosos se encargaron de la asistencia del Hospital, siempre (juedó bajo el Real Patronato por ser general de la Diócesis, con el goce del noveno y medio de la renta decimal de las Parroquias que no lo tienen, y la décima de las que lo tienen. Por Reales cédulas de 24 de Febrero de 1789 en Madrid, y de 21 de Marzo de 1793 en Aranjuez, suprimió S. M. el noviciado, redujo el niimero de Religiosos á 20 venidos de Méjico, y es- tableció un Síndico administrador secular, y un Mayordomo idem para el gobierno de las rentas así del Hospital como de la Iglesia, con intervención JOSÉ M. F. DE ARRATE. 433 Por el año de 1617 se mandó aplicar por el Rey para el socorro de las necesidades de este Hospital, la mitad del ingreso de Penas de cámara por cédula de 22 de Enero de 1634 que se le acudiese con un real ^^m. de ind. de cada plaza de soldado de los que servían en este ^^' ^"^ ' Presidio; pero no pareciendo suficiente el producto del primer ramo destinado, se le asignó de los Reales novenos que pertenecen á S. M. de la renta decimal, cantidad considerable que se le contribuye y percibe efectivamente cada año, disfrutando á mas de ésta, otras muchas que le han situado los vecinos para manutención de los enfermos y Religiosos, y crecidos gastos de su curación y subsistencia. En el siglo pasado según la Cronología de su Or- den, tenia esta Casa cien camas y parece se computa- Cronoi. t. 2, ba curarla al año ochocientos enfermos; pero con el au- P^^' ^^^" mentó, multiplicación del vecindario y mayor frecuen- cia en el comercio yá no se reputan ni cuentan por cientos los dolientes que cura, sino por millares, para lo que ha sido forzoso crezca también la Comunidad que pasa el día de hoy de treinta Religiosos. El sitio de la Iglesia y Hospital está hacia el Nor- te y tiene su fachada al Leste. El cuerpo de aquella es mediano, j)ero adornado de varios altares. En el principal que es de muy buena talla, está colocada la prodigiosa imagen de Ntra. Sra. del Monte, de quien se calificaron en la antigüedad muchos milagros. Ce- lébrase en la festividad de la Presentación de la San- del Prelado local. El nombramiento de Síndico administrador se veritica con aiTeglo á las leyes del Real Patronato. El primero que sii'vió este em- pleo fué D. Tomás Mateo Cervantes, quien con piadoso celo y laudable constancia amplió la Iglesia, construyendo su hermoso presbiterio, el altar inayoi", la actual sacristía, el gran claustro segundo con todas las celdas eneficiado de la Habana: dejó sus bienes para esta fundación por su testamento otorgado en 1665, previniendo la erección de cuatro camas para mugeres, &c. 436 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Crón. gen. de Fuiídósc CoíVadía del Santo titulai-, cuya devoción San Francisco me pcrsuado tuvo orígcn en esta ciudad de la ospe- ^^cap^sl fS ^i^l merced, que con tantas señales de milagrosa es- 78. ' perimentáron sus moradores el año de 1602 en la gra- vísima epidemia que padecieron, pues habiendo ocur- rido á su patrocinio en aquella general calamidad y hecho voto de celebrarlo, lograron por su ruego é in- tercesión se aplacase la ira divina, cesando inmedia- P Qomez de tamcutc cl contagio, como se relaciona en la crónica iaCruzvid.de del Santo, quc ha favorecido con otros beneficios pro- p fTib%*^^ digiosos á esta ciudad en distintas ocasiones y conflic- 19, pág. 409. tos en que ha solicitado su amparo, de que se refieren algunos en sus historias. El año de 1730 padeció ruina con un i-ecio tempo- ral de viento y agua el antiguo Templo, y se comenzó á labrar otro nuevo, formándose de bóveda la Capilla mayor y las colaterales, con su cúpula y linternas, en cuyo estado con especial recomendación de S. M. to- mó á su cargo la obra el lUmo. Lazo, dando breve y ^ cabal complemento á la renovación de la enfermería y conclusión á la iglesia el año de 1745, con igual es- mero al que se reconoce en todas las demás que em- prendió este magnánimo Prelado. A mas de las salas y cuartos precisos de la hospitalidad, le fabricó capa- ces viviendas para el Mayordomo y Capellán, conti- nuó el Templo de bóveda y lo adornó con un buen re- tablo, ilustrando la portada con algunas imágenes de piedra. Está situada esta Casa á la parte del Sur en un ángulo de la población, por donde empieza á cor- rer hacia el Occidente. Hay en ella Hermandad del Rosario, de que es patrona Ntra. Sra. de las Nieves que se venera en esta Iglesia. Su actual Mayordomo D. Pedro Alonso Lodares, Comisario de la Santa Cruzada, ha dotado una cama mas sobre las cuatro que tenia, y ha representado á JOSÉ M. F. DE ARRATE. 437 S. M.: se halla en ánimo de completar hasta el núme- ro de doce y levantar las viviendas de la hospitalidad para que se curen las mugeres de calidad con separa- ción de las otras de distinta clase, que será obra im- portante y muy propia de su piadoso corazón, que en tantos años de manejo ha esperimentado la necesidad ({ue hay de ampliar esta Casa para el alivio de tantas pobres infelices como ocurren á buscar en ella la sa- lud, que por otros medios no pueden conseguir. (1) CAPITULO XLI. Convalecencia ue Nuestra Señora ue Belén, y Hospital ue San Lázaro ue esta ciüdau. La hospitalidad de convalecencia de que es titular S. Diego de Alcalá y que está á cargo de los Religio- sos belemitas, es debida al piadoso corazón y benig- nas entrañas del Sr. Evelino, á quien he nombrado tantas veces en el contesto de esta obra, pues aun- que no le dio á la de que tratamos el cabal comple- mento de que ahora goza, fué quien tormo la idea y dejó asentados los principios que han contribuido tan- to a su posterior aumento y casi última perfección. Lastimábase este compasivo Prelado y vigilantísi- (1) Puede consultarse con l'ruto unos interesantes "Apuntes para la Historia de la Habana; sobre la fundación y progresos del Hospital de San Francisco de Paula de esta ciudad hechos en el año de 1798 por el Dr. D. Tomás Romay" v publicados en sus Obras Tomo 2?, fpág. 115 edición de 1860. 438 LLAVE DEL NUEVO MUNDO, mo Pastor de los fatales y repetidos sucesos que se esperimentaban en esta ciudad, así entre la gente pre- sidiaria como en la forastera, que saliendo del Hospi- tal no bien restablecida la salud, por el desorden del apetito se desarreglaban en comer frutas y otros sus- tentos 6 golosinas provocativas al gusto, pero daño- sas á su viciada complecsion; y deseando poner reme- dio á éste, muchas veces mortal estrago, le sugirió su caritativo desvelo la favorable especie de fundar una convalecencia de donde saliendo los enfermos entera- mente reparados de sus dolencias, hicieran menos factibles las desgracias de sus recaídas y reinciden- cias. (1) (1) En 30 de Junio de 1704 el Illuio. Sr. D. Diego Evelino de Composte- la, Obispo de Cuba, en consorcio de las Comunidades religiosas, del Ilustre Ayuntamiento y Oficiales reales, ocurrió á la piedad del Sr. D. Felipe V, de gloriosa memoria, impetrando la gracia de fundar un hospital de conva- lecencia para los enfermos que salian del de S. Juan de Dios, de los (pie perecían muclios por falta de ese auxilio, que al pasar por esta ciudad con destino al Vireinato de Nueva-España elExcmo. Sr. Duque de Alburquerque habia suplicado á S. E. escitase y moviese la piedad de los religiosos Be- lemitas establecidos en aquellos dominios, para que pasasen á esta y se en- cargasen del establecimiento, dirección y régimen del hospital, para cuya fábrica tenia destinado el terreno que ocupaba la capilla de San Diego y unas casas con huerta y jardin, que la dotación seria de seis camas, con el principal de 2000 pesos cada una á rédito de un 5 por 100, que de sus ren- tas dotarla dos camas, dos con los bienes que para obras-pias habia dejado el Capitán Manuel Raposo, á cuyo objeto los aplicaba: que exhortarla á su clero á que dotase la quinta, y que personalmente colectaría limosnas para la sexta, y colmaría los ardientes deseos do su caritativo corazón , pues asi la marinería de los buques transeúntes, como las tropas de la guarnición exigían de justicia ese alivio, careciendo de albergue donde ser asistidos. Que S. E. animado de los mismos sentimientos logró la remisión de tres Re- ligiosos que salieron de Méjico, que solo llegaron dos por haber fallecido uno, y sin demora tomaron posesión del establecimiento para su dirección y gobierno. El Rey en consecuencia, mandó espedir la Real cédula fecha en Buen- Retiro á 3 de Mayo de 1705, conformándose en todo con la súplica del Pre- lado diocesano en la dotación de las seis camas y principal de 12,000 ps. Este pequeño principio tuvo la actual convalecencia. Los Religiosos recibie- ron una fábrica provisional que subsistió hasta el año de 1712 en que D. Juan Francisco Carballo natin-al de Sevilla y vecino de esta, emprendió á JOSÉ M. F. DE ARRATE. 439 Con este designio pulsando sus fuerzas para tama- ña empresa, halló que los fondos de su congrua (mu- chísimo menos pingüe entonces) gastados en el so- corro de los pobres y consumidos ó empeñados en tantas obras-pías como había ejecutado, eran muy in- feriores para este proyecto. Desatendiendo lo que dictaba la cortedad de la prudencia humana, fijó su corazón en lo que debia esperai' de la Providencia y Misericordia divina. Inspirábale eficazmente (como lo espuso á S. M. en carta de 6 de Mayo de 1704 cu- ya copia guardo) el admirable ejemplo que algunos años antes se habia tocado visiblemente en esta ciu- dad con el devoto Hermano Sebastian de la Cruz, ter- cero del hábito esterior de S. Francisco, que sin mas rentas que las limosnas que demandaba diligente y el pueblo le contribuía compasivo, dispuso en una casa su costa la S(51ida construcción de la iglesia, convento y enfermería, obras que no pudo concluir por haber sido asesinado atrozmente, más sus bienes adjudicados por la justicia al Convento, fueron aplicados á ese benéfico obje- to y al aumento de algunas otras camas. S. M. instruido de todo, se dignó mandar espedir otra Real cédula en Aranjuez á 30 de Mayo de 1721, en que faculta á los religiosos Belemitas para adquirir, administrar y gobernar toda clase de bienes, libres de todas las concordias celebradas con la corona, y eximiéndolos de toda cuenta á las justicias Reales y eclesiásticas, á quienes prohibe toda intervención, derogan- do las leyes y disposiciones contrarias en todas y cada una de sus partes. Entonces, esta libertad debida á la Real munificencia ¡produjo todos los bie- nes que eran de esperarse sin perjudicar al Real Erario, y ya no hubo limi- tación en camas. El Convento tuvo con que atender profusamente á todas sus atenciones, y sin descuidarse de la enseñanza pública que es de su ins- tituto, ostentó suntuosidad en el culto divino. Los particularísimos y señalados servicios que hizo este Convento cuando el año de 1762 fué invadida esta Plaza por los ingleses, fueron tantos v de tal naturaleza, que elevados al entender de S. M. por el Excmo. Sr. Conde de Riela y otros gefes superiores, se dignó mandar espedir Real cédula con fecha 17 de Junio de 1763 dirigida al Prelado de la Casa, dando las gracias á la Comunidad y manifestando la confianza que le merecía por el buen uso y empleo de sus caudales en servicio de S. M. y del público. Posterionnente, en todas ocasiones los Belemitas de la Habana han sido los primeros y más liberales con sus donativos para atender á las urgencias del Estado, para ornatos públicos y para cuantas ocurrencias se han presentado.-M. de la S. P. 440 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. particular una acomodada aunque pequeña enferme- ría donde llevaba, asistía y curaba con la mayor cari- dad y regalo, á cuantos forasteros y desvalidos por el sobre escrito de sus semblantes reconocía estar enfer- mos, solicitando á costa del propio afán el alivio age- no, si es que puede llamarse así el del prójimo, con quien la caridad nos debe hacer unos mismos, no fal- tándole nunca para este piadoso destino lo necesario: cosa que alentó mucho el ánimo y confianza de aquel buen Prelado, y que á mí me estimula á escribir el estraordinario modo con que se introdujo en esta ciu- dad el referido Hermano, para que se vea cuan flaco y despreciable fué el instrumento, que eligid Dios pa- ra facilitar en ella obra tan grande como la fundación de esta insigne hospitalidad. Aparecióse este advenedizo en la Habana por los años de 1677 6 1678 con señales de loco, desnudo de la cintura arriba, descalzo de pié y pierna, con una banderola- en la mano, hecha de andrajos; figura con que provocaba la risa de la plebe y el mal tratamien- to de los muchachos, con quienes se mostraba tan afable y comedido después que descargaban en él su furia, que los regalaba, así con los mendrugos de pan, como con otras cosas que recogía de limosna. Fuese notando en él á mas de esto un perpetuo silencio y una inalterable paz en cualquiera molestia 6 injuria que recibía, y que á veces recostándose en los abrojos, se recreaba entre sus puntas como un catre de plumas ó lecho de flores, sacando el cuerpo taladrado de las espinas y teñido de sangre, donde solamente los in- sensatos que estimaban por locura lo que en la reali- dad era mortificación y penitencia, no inferían se em- bozaban entre aquellos escesos algunas máximas ce- lestiales. Verificóse así porque dentro de pocos dias salió á representar en distinta escena con el hábito JOSÉ M. F. DE ARRATE. 441 ceniciento de penitencia, el honesto y agradable papel de la misericordia, el que ejercitó hasta su muerte, edi- ficando con su compostura á los mismos que tal vez habria descompuesto con su aparente y ridicula fa- tuidad. Este fué uno, si no el principal, de los motivos que concurrieron para promover la erección de esta convalecencia, siendo muy semejante el origen que tuvo la Compañía bélemítica de Nueva-España, al de su establecimiento en esta ciudad, pues allá la empe- zó á fundar el venerable P. Bethencourt, tercero del or- den Seráfico, y en la Habana otro Hermano del mis- mo instituto planto el primer diseño que dio tanto calor á los principios de esta fundación. A instancias del espresado Rdo. Obispo, y repre- sentaciones de la Escma. Sra. Duquesa de Alburquer- que, Vireina de Méjico, á quien intereso su Illma. en este negocio, y que con su presencia y autoridad les dal)a tanta eficacia, que obraban las insinuaciones co- mo preceptos, se nombraron á los PP. Fr. Pedro de la Sma. Trinidad, Prefecto del Convento y Hospital de dicha Corte, á Fr. Francisco del Rosario y á Fr. Julián de S. Bartolomé, para que de la Convalecencia de allí viniesen á instituir y plantificar la que se pro- yectaba en esta ciudad, á donde solamente llegaron dos Religiosos el año de 1704. Púsolos el citado Sr. Obispo en la huerta de San Diego, que servia de recreación y retiro á su persona en determinados tiempos, dejándoles en ella un espa- cioso y ameno sitio, una pequeña ermita dedicada á su titular el año de 1695 y algunas habitaciones bajas para vivienda de los Religiosos y curación de los en- fermos, que todo le tuvo de costo 30.000 pesos, y ocurriendo inmediatamente á S. M. con informe de es- te Cabildo y de los Prelados regulares, obtuvo de la Tomo 1. 61 442 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Real piedad la licencia deseada, condescendiendo con las ansias de este Pastor y las proposiciones que hizo de facilitar la dotación de seis camas y de contribuir has- ta 10.000 pesos para concluir las fábricas que faltaban; y no permitiéndole su aniquilada renta y poco tiem- po que vivió después, se pudiese estender á mas, se verificó acabados sus dias, lo que antevio años antes y dejó escrito en una de las dos tablas que colocó en el antiguo Hospicio y hasta hoy permanecen en la sa- cristía del nuevo Templo, cuyo tenor trasladaré aquí: Hiúc BasUicm adfunctuDí est Hospitium pií/m, Ut pauperes valetudinaiñi é nosocomio dimissi, In eoposs'mt convaleceré et reparari. Censuní non reliquit fundator quia non hahuit. Domimis provideat virum piíini et misericordem, Et in hunc (mimnuí indncat. Jimen. Proveyó pues el Señor un varón piadoso y rico que perfeccionase con su caudal la espresada obra to- mándola á su cargo el Alférez, Juan Francisco Carva- llo, mercader vecino de esta ciudad, quien habiendo en su vida finalizado el primer claustro y casi dado el último complemento á la Iglesia, murió el año de 1718, y con el remanente de sus cuantiosos bienes se adelantaron las enfermerías, que hoy están conclui- das enteramente, y son de tan buen ()rden de arqui- tectura en lo material como en lo sustancial de la asistencia de los convalecientes. Goza el mejor y mas exacto régimen, tocándose muy uniforme en sus salas la distribución de los lechos, la limpieza de la ropa, la l)uena calidad de los alimentos, y mejor que todo, el gobierno y perfecta dieta de los dolientes; de modo que aunque aborresco encarecimientos y resis- to comparaciones porque son odiosas, me es preciso decir, estando á las noticias de personas veraces é in- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 443 diferentes, ser este Hospital uno de los mejores que tiene la Congregación belemítica en todas las Indias. La hermosura, claridad y estension del primer claustro, el primor y ornato de su sala de recibo y hospedería, la capacidad y distribución de sus inte- riores oficinas, y lo deleitable de su huerta, tiene mu- cha correspondencia y ajustada simetría con todo lo demás magnífico y lustroso de esta peregrina Casa. Su templo es un crucero de bóveda bien pro[)orcio- nado en sus tamaños, cuya puerta principal y esten- dido atrio cae al Oriente. Está adornada aquella de estatuas de piedra y efigies de Santos: el interior ornato de sus altares, de su coro y sacristía es de mucha es- timación, valor y lucimiento. Tiene esta hospitalidad veinte y dos Religiosos el uno Presbítero, y aunque pocos en número, obran como muchos en el servicio y consuelo de sus enfer- mos, y en otros empleos de devoción conforme á su regla, que observan en su primitivo vigor, esmerán- dose bastante en la escuela (1) que tienen para los niños, á quienes instruyen en los rudimentos de la fe y enseñan á leer, escribir y contar con el mas exacto cuidado y sin interés alguno, ni distinguir para la so- licitud de su aprovechamiento los ricos de los pobres ni los nobles de los plebeyos, porque es para todos igual su desvelo y atención. El hospital de S. Lázaro está estramuros de esta ciudad distante de ella como un cuarto de legua, cer- ca del mar en la costa del Norte y banda del Ponien- te. Parece que señaló este sitio con prudente refle- (1) La escuela ordinariamente mantiene (|iiinientori iimcliachos, tres- cientos de escribir y doscientos de leer, los más son pobrecitos á í^uienes proveen de papel, plumas y catecismos graciosamente: les enseñan á leer, escribir y contar con toda perfección y salen excelentes plumarios. Para comprender bien esto y lo demás que aquí se expresa, es necesario verlo porque escede á toda ponderación. 444 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. xión porque siendo la brisa el viento general que rei- na aquí, corrieran los hálitos ó efluvios para el mar y no hacia la población. El año de 1681 hizo Pedro Alegre, vecino de esta ciudad, donación de una estancia y de algunas alha- jas y ornamentos para ayuda de fabricar hospital á los lazarinos y para el servicio de la Iglesia ó Capilla que se construyese á los contagiados de tal achaque; y desde entonces se empezó á promover esta impor- tantísima obra. Se dilató la licencia del Rey liasta el año de 1714, que por Real despacho fecha en el Par- do á 9 de Junio se digno aprobar la fundación y se le fueron aplicando algunos arbitrios con que se pudie- sen mantener y vivir separados los infectos de este mal, cediendo á su beneficio el Ayuntamiento de esta ciudad, propenso siempre al establecimiento y alivios de este Hospital, el producto del arrendamiento de los corrales de recojer ganado vacuno, que tenia en el pueblo de Guanabacoa, que hasta ahora disfruta y después le donó la propiedad del terreno de una huer- ta que en precario habia concedido al Dr. Teneza. Gobernando esta plaza el Marqués de Casa-Torres acaloró la edificación del Templo y de algunos cuar- tos para vivienda, y después se le han aumentado al- gunas fábricas y rentas, siendo la más gruesa la de 18,000 pesos de principal, que de sus bienes mandó imponer á censo el Escmo. Sr. D. Dionisio Marti nez de la Vega, Gobernador que fué de esta plaza, deján- dole este perpetuo monumento de su piadosa inclina- ción; pero aun no tiene el régimen y perfección que se desea y necesita para que esté con la debida como- didad y separación que es justo tenga; pues aunque el año de 1753 se aprobaron por el Rey Nuestro Se- ñor los arbitrios propuestos para su fábrica por el Gobernador y el ofrecimiento que hizo el Ilustre Ca- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 445 bildo, y en consecuencia de su Real voluntad mani- fiestamente inclinada á fomentar y favorecer este la- zareto, habiendo tenido efecto aquellos, se tomó la providencia de principiar la fábrica del nuevo Hospi- tal algo apartado del antiguo y a mayor distancia de esta ciudad, no ha tenido la obra el adelantamiento que se creia y esperaba. Habiéndose consumido el caudal que produjeron las dos escribanías beneficia- das y las limosnas y otras contribuciones del vecinda- rio, quedando solo subsistente a su favor la renta que de los cuatros mil i)esos de sus Propios se obligó á imponer el Ayuntamiento, que ya tiene casi satisfe- cha, en cuyo estado parece indispensable se a])liquen otros medios para que tenga el deseado fin una obra de la mayoi" recomendación. La Iglesia que tienen es pro[)()i"cionada para que oigan misa, confiesen y comulguen los dolientes, y |)ara que se sepulten en ella los que mueren en el Hospital. (1) Su Capellán |)eri)etüO es clérigo secu- lar, corriendo todo lo demás de su gobierno temporal á cargo de un Mayordomo ó mampostor que nom- bran los Gobernadores de esta Plaza como vice-pa- tronos. (1) En estos últimos años y siendo Administrador el Sr. D. Antonio Diaz Albertini, se construyó y terminó la actual. 446 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. CAPITULO XLII. Del oratorio de San Felipe Neri, hospicio de San Isidro, ermita de Monserrate y Casa de niños espósitos, No ilustra menos que ejempliñca á esta ciudad el Oratorio y Congregación de S. Felipe Neri, que ha- biéndose establecido primeramente el año de 1666 en la Parroquial de la Iglesia mayor, por nuestro 111 mo. Obispo Santo Matías, que la fundo bajo las reglas y constituciones de la de S. Pedro de Méjico; después se traslado a la del Santo Cristo del Buen-Viage, que aun no era auxiliar por los años de 1672 ó mas ade- lante, en virtud de la merced que el Gobernador y Cabildo de esta ciudad hicieron á dicha Congregación del espresado templo, cuya gracia 6 donación confir- mó por Real cédula la Serenísima Sra. Reina Gober- nadora, de que solamente permanece la noticia en un libro antiguo del mencionado Oratorio, en donde se tomó la razón y han perecido los títulos originales de esta donación. En 13 de Noviembre de 1693 pasó dicha Congre- gación al nuevo templo y oratorio que le fabricó el Li- cenciado D. Francisco de Sotolongo, Cura beneficiado de las Parroquiales de esta ciudad, en casas que fue- ron de sus padres y quiso consagrar á Dios, para lo que' obtuvo licencia de D. Severino de Manzaneda, Gobernador de esta Plaza que se dignó aprobar la JOSÉ M. F. ÜE ARRATE. 447 Católica Magestad de nuestro monarca D. Carlos II, es- pendiendo el referido D. Francisco en esta obra, amas de las limosnas de los congregantes así eclesiásticos como seglares, parte considerable de su caudal y ren- ta, formalizando con su fervorosa aplicación y autori- zado ejemplo en cuanto fué posible y adaptable, la observancia de los citados estatutos y otros ejercicios de conocida edificación y utilidad, los cuales no obstan- te su muerte se fueron continuando sin interrupción ni decaeci miento hasta nuestra edad. Contribuyó mucho la asistencia que siempre tuvieron en dicho Oratorio algunos ancianos y ejemplares sacerdotes es- pecialmente el P. D. Francisco de Rivera, varón ve- nerable, devoto y místico, y dotado de un gran espíritu para dirigir almas á la mayor perfección, cuyos bue- nos deseos quiso el Señor mortificar, no permitiendo tuviese el logro que el año de 1751 consiguió el P. D. Manuel Rincón, su Prepósito actual, recibiéndolas constituciones que practica la Congregación del ora- torio de Santa María de Vallicela, de la Santa ciudad de Roma, erigiendo su beatitud la de esta ciudad por Congregación del gran Patriarca S. Felipe, cesando en virtud de esta concesión el uso de las reglas y consti- tuciones primitivas. Fuera de este formal y apreciable requisito, ha debido este Oratorio al enunciado P. Primiserio el au- mento material de su fábrica, añadiendo mucha obra á continuación de la antigua, para lo que habia com- petente territorio, y haberse últimamente retirado á vivir en comunidad y poner en práctica los estatutos, referidos. Está situado este Oratorio casi en el medio de es- ta ciudad: sus viviendas altas y bajas forman -un claustro cuadrado con el pasadizo ó ambulatorio cor- respondiente: son capaces para la habitación de ma- 448 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. yor número de comunidad que la que ahora tiene; y á mas de éstas goza otras piezas cómodas en el se- gundo patio, para el recreo y entretenimiento no solo permitido pero muy necesario y conforme á la virtud de la eutropelia en las casas mas austeras y recoletas. El Templo es un crucero mediano que en los ador- nos y alhajas esquisitas y preciosas tiene cuanto pue- de servir á la ostentación de los mayores y mas opu- lentos de este país, con una capilla y oratorio priva- do contiguo á la sacristía. Está instituida en la Iglesia principal la devota Congregación de la escuela de Cristo, que florece con buenos ejemplos de humil- dad y obediencia. La iglesia y hospicio de San Isidro labrador, que en los tiempos pasados fué huerta y casa de diversión, 6 mas propiamente hablando el honesto retiro del Señor D. Diego Evelino y que después la habitó mu- chos años su inmediato sucesor el Rmo. Mtro. Don Fr. Gerónimo de Valdes, quien hizo solemne dona- ción de las fabricas y sitio anexo á los Religiosos de Nuestro P. San Francisco, que ahora lo poseen, ha- biendo acrecentado las viviendas y demolido la ermi- ta antigua, que estaba casi en el centro del citado parage, construyó una Iglesia mediana, destinándolo todo primeramente para casa de recolección de esta Provincia de Frailes menores; aunque muy desde lue- go separándose de este dictamen, la aplicó para Co- legio del orden de Predicadores, que con efecto plan- tó estudios en dicha Casa y admitió colegiales que estudiaron en ella; pero no subsistió mucho tiempo esta disposición, porque desazonado con no sé que motivos (en que creo no influyó alguno grave) obligó á que la dejase la Religión, pasando á vivir á ella las niñas del Colegio de San Francisco de Sales, que la habitaron hasta su muerte, después de la cual deduje- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 449 ron en juicio su derecho los PP. de la Observancia, y no obstante el representado por el referido Colegio de niñas, que pretendían su posesión y propiedad, se declaró aquella á favor de los Religiosos en el Real y Supremo Consejo de las Indias el año de 1730 d 3Í, ocupándolo desde entonces Frailes de la Orden, que llegarán hoy al número de 12. los cuales ejercitan en él los ministerios de predicar y confesar con utilidad y consuelo de los pobres moradores de aquella parte, que es la mas retirada y donde termina hacia el Sur la población intramuros. .El sitio es muy estendido, goza de alegre vista y muy buenos aires, y su huerta con el riego y benefi- cio del agua que coge por la cercanía de la zanja ó conducto que va al Matadero y derrama al mar, pro- duce todas las hortalizas y frutos regionales. Las vi- viendas forman un claustro alto y bajo, (1) cuyos modelos son muy conformes á los que tienen y usan las mas casas de i'ecoleccion, para lo que fué desti- nada como yá dije y se solicita establecer j)or la Re- ligión como tan necesaria á la formalidad de esta Provincia. La Iglesia no difiere en sus tamaños y ])roporciones de lo que pide y es regular para seme- jante fin: su i)uerta principal cae al Norte, y la que mira al Oeste tiene plazuela. (2) La casa de niños espósitos, llamada vulgarmente la Cuna, es dedicada al glorioso San José. Estuvo en la antigüedad fundada en el sitio que hoy tiene el Monasterio de Carmelitas, como yá apunté en otro lugar. Habiendo cesado por algunos años el benefi- cio que resultaba del establecimiento de tan impor- tante obra, digna por cierto de preferirse en cualquie- (1) Ho}' sirven de Escuela ])r;i('tiea ó De[)aitiiiiieut(> anatúiiiien de la Faeultad de Medicina. (á) Véase al final de este capítulo, la nota A. Tomo I. 62 450 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. ra república, no solo cristiana sino política, entre las mas recomendables y caritativas para abrigo de la inocencia abandonada de la impiedad de los padres, que faltando no sólo á las leyes de la natural^a y amor debido al fruto de sus entrañas, desatienden también los latidos de sus conciencias, esponiendo á tantos riesgos las vidas y almas de sus hijos párvulos, incapaces de hacer por sí lo que los demás necesita- dos pueden ejecutar por sí ó por otros, gozando el perfecto uso de la razón que para todo abre camino; pues los infantes teniendo manos no pueden comer, teniendo boca no pueden pedir y teniendo pies no sa- ben andar, impedimentos que en la mayor edad los suple la industria y habilidad del mudo, manco y tu- Ihdo. Estas consideraciones debió tener muy presen- tes el gran Cardenal de España, para haber entre Zaiazar de otras iüsigncs obras-pías fundado en Toledo con par- Mendoza. Vi- |^¡cular ateucion casa para recoger y criar á los desva- Caid iibro2, lidos huérfauos, y que sin duda me persuado inclina- cap. 52, folio rían la Real clemencia para haber encargado al Reve- ^^^' rendo Obispo de esta Diócesis y al Cabildo de esta ciudad coniíi'iesen los medios mas oportunos para que se restableciese en ella una obra tan importante. Ejecutóse así el año de 1711 habiendo comprado el Illmo. Yaldes unas casas en que fabricó Capilla y viviendas correspondientes para habitación del Cape- llán y de las amas que habian de criar á los espdsi- tos, que todo le tuvo de costo 16.000 pesos, según el informe que hizo á S. M. de quien consiguió se libra- sen por una vez sobre el ramo de las vacantes de los Obispados de Í^ueva-España la cantidad de 12.000 pesos destinados al fomento y subsistencia de esta Casa, cuyas constituciones dispuso el Rey se formasen por el nominado Obispo, Gobernador y Cabildo de esta ciudad, á quien por cédula de 16 dé Abril de JOSÉ M. F. DE ARRATE. 451 1713, se ordenó concurriese cun el primero á"arbitrav de qué medios se podría valer para la conservación de obra tan j)ia, y con efecto se aprobó por S. M. la proposición de asignarle 1.000 pesos todos los años •del producto del derecho de sisa como se preceptuó por un despacho de 7 de Junio de 1721, sirviendo^es- ta renta y la de 12.000 pesos de principal, con que la dotó su Illmo. fundador para la manutención del Ca- pellán, crianderas y niños, á que se agregó el estipen- dio de algunas accesorias alquilables que tiene la ca- sa. Pero no sufragando todo esto para sus precisos y crecidos gastos, se le han mandado aplicar anualmen- te otros 1.000 pesos del mismo ramo y aun se esperan de la Real piedad otras providencias muy favoi'ables para el mayor beneficio de estos niños en su crianza y educación. El sitio en que está construida es cerca de la Ma- rina y algo inmediato al Convento de San Francisco: su Capilla es muy reducida, pero igualmente aseada: en el altar está pintado el Patriarca San José dormi- do y despertándole un ángel con las palabras del Evangelio accipe puerum: el Capellán es del nombra- miento del Rey. (1) Hay otra ermita 6 capilla dentro de los muros y muy contigua al recinto, que guarnece esta ciudad por la parte de tierra y rumbo Occidental, consagrada á Nuestra Señora del Monserrate, á quien la dedicó el año de 1675 la devoción de Gaspar de Arteaga y Doña Magdalena de Corvera vecinos de ella, la cual sirvió algún tiempo de ayuda de parroquia como se entiende de una Real cédula del año de 1692; pero hoy no está colocado en ella el Santísimo Sacramen- to y solamente subsiste el culto de la Sagrada (1) El asilo de espósitos está hoy en la Real casa de Beneficencia. 452 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. imagen á quien celebra el Patrón de la ermita y otros moradores en el dia y octava de la Natividad, con solemnes ñestas. Tiene la antedicha delante de su puerta una plazuela que cae al Oriente en que se sUr pie con la invención de una ramada la falta de sitio para la concurrencia á los divinos Oticios en el i)re- venido tiempo. Nota A.— Pág. 449. TERRENOS QUE HOY OCUPA EL SrPRIMIDO HOSPICIO DE SAX ISIDRO. Adquisición j)riniifiva. — Venta délas monjas Carmelitas. — Donación del Obispo I). Gerónimo Valdés. — Beclamaeinncs ,?/ litigios sahseciientes. El Hospicio de >S. Isidro debe ser un cuadro de cien varas de frente y otras ciento de fondo, el cual se fonnó con nueve solares, una cuarta parte de otro, y diez varas mas que el Dr. D. Francisco Moreno de Alba, com- pró á D. Luis y D* Lucía de Sotolongo en 7 de Octubre de 1696 por es- critura en el oficio que hoy sirve D. José Leal. En este teiTeno se estableció el monasterio de Carmelitas descalzas con Real aprol)acion, según lo acredita la cédula que á este fin se espidió en 14 de Marzo de 1700. Dicho Monasterio tuvo posesión de este suelo hasta el año de 1708 que ü. Luis Espinosa, su Síndico, lo vendió al Illmo. 8r. Mtro. D. Fr. Geró- nimo Valdés, Obispo entonces de esta Diócesis, en cantidad de 500 pesos <[ue quedaron impuestos á censo redimible sobre el mismo terreno á favor del monasterio de Carmelitas. El Illmo. Sr. Valdés, en 20 de Enero de 1720 hizo donación de una iglesia, casa, sitio y huerta (de que ya se componía este fundo) al Convento de Sto. Domingo para la erección de un Colegio de estudios mayores, y caso de no tener efecto (como no lo tuvo) lo donaba en los mismos térmi- nos á la Religión de S. Francisco para una casa de recolección. En 11 de Octubre de 1722 aceptó dicha Religión de S. Francisco la JOSÉ M. F. DE ARRATE. 453 referida donación para formar su casa de recolección en el evento que no surtiera efecto el Colegio de estudios por los PP. de Sto. Domingo. En 26 de Diciembre de 1727 hizo renuncia la Religión de Sto. Domin- go del derecho que podia tener á diclia donación, y aun que la Religión de 8. Francisco debió entíhices substituirla, no pudo, (por que) dicho Sr. Illnio. habia donado ya ])osteriormente el nominado fundo á favor de la casa Cuna de niños espósitos, con Real cédula de aprobación mandada des- ])acliar por decreto de la Sala de Gobierno, á 19 de Agosto de 1728. Con esta novedad y la de liaber muerto el Illmo. 8r. Yaldés, se pi'esen- t('» el Procurador general de la Religión de 8. Francisco, ante D. Dionisio Martinez de la Vega, (.rol>ernador y Ca])itan General entonces de esta ciu- dad «' Isla, pidiendo cumplimiento de la escritura de donación hecha á su Religión, en virtud del desistimiento de la de Santo Domingo, á quien ]iri- mero se liabia donado diclio fundo, y sin que obstara la que posteriormen- te hizo el nominado Sr. Illmo. á favor de la casa Cuna de los niños espó- sitos. La causa se sustauci<) con los oficiales Reales de esta ciudad, y con el defensor de la Catedral, y seguidos todos sus trámites, se proveyó un auto por dicho Gobernador en 17 de Agosto de 1729 reservando al Supremo Consejo de las Indias, la determinación sobre la nulidad' ó validación de la donación hecha á la Religión de San Francisco, y mandando que provisio- nalmente y en Ínterin se entregase dicha iglesia, casa, huerta y sitio á los Religiosos del mismo orden, para que cuidasen de su aseo y existencia, para (|ue diesen el ))asto espiritual, <|ue hacia falta á aipiellos pobres vecinos has- ta (}ue otra cosa dispusiese S. M., á ([uien se di<> cuenta con los autos. En 26 de Octubre de 17-30 se conñrmó este auto del Gobernador en to- do y i>or todo, y [)or lo demás ([ue contenia se mandaron retener los autos y se libró provisión de emplazamiento para que así los interesados que liti- gaban en primera instancia con dicha Religión de S. Francisco, como todos los demás (pie se estimasen partes, y la casa Cuna de niños espósitos, á quien posteriormente habia donado diclia iglesia y sitio el Obispo de Cuba, pareciesen en el Consejo dentro del término de la ley á deducir y alegar lo que les conviniese. En 9 y 12 de Julio de 1734 se notificó esta provisión á las partes (^ue lo fueron los Oficiales Reales de esta ciudad, el defensor de la Catedral, los albaceas de dicho Sr. Illmo. y el Administrador de la casa de niños espó- sitos, y conclusos los autos en su rebeldía se pronunció en el Consejo sen- tencia definitiva en 1" de Febrero de 1745, declarando haber llegado el caso de la substitución hecha i)or el Obispo, de la es]iresada escritura de donación del año de 1720, á favor de la Religión de S. Francisco, y á su consecuencia por válida, firme y subsistente dicha donación de la iglesia, casa, sitio y huerta con todo lo demás anexo, y perteneciente á ella, sin em- bargo de la que posteriorinente se habia hecho á los niños de la Cuna, y de la Cédula de su aprobación, fecha á 10 de Octubre de 1728 que todo se tuvo presente y se mandó á los Religiosos solicitaran las licencias necesa- rias para acabar de perfeccionar su recolección de modo que se verificase la voluntad del donante. En 30 de Abril de 1745 se declaró la sentencia anterior por consentida y pasada en autoridad de cosa ya juzgada. 454 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. En 24 de Jnnio dt'l mismo año se libró la ejecutoria, y en 23 de Marzo de 1747 el teniente de Alo'uacil mayor de esta ciudad D. Pedro Calvo de la Puerta, dio posesión de la iglesia, casa, huerta y demás terreno á la Reli- gión de S. Francisco en la ])ersona de su Procurador general Fr. Juan la Via. Desde este año de 1747 lian estado los religiosos de 8. Francisco en po- sesión del fundo, sin que conste que en este tiempo liayan Qiunplido con las condiciones de la escritura de donación, hayan llenado la voluntad del do- nante, ni que hayan solicitado las licencias necesarias para fundar, y per- feccionar su recolección como se les previno en la sentencia definitiva que á su favor se pronunció en el Consejo á 1? de Febrero de 1745. El año de 1763 á instancia del Conde de Riela, concedieron los Religio- sos parte del terreno del Hospicio para el Hospital en que se alojaron los enfermos de la trojta <{ue condujo á esta ciudad, cuyo Hospital ha perma- necido hasta este tiempo, y á instancia del mismo Conde de Riela en Fe- Vtrcro de 1765, cedieron también la parte de la huerta que se necesitó para construir las viviendas para los negros esclavos del Rey, y formar el Palen- que que aun subsiste, sin otro interés que el servicio de S. M., pues consta por certificación de la Contaduría, que nada se les ha contribuido por via de limosnas, gratificación, ni renta. En el mismo año de 1765 por el mes de Diciembre se tasó y midió el terreno á instancia de los Padres, y consta que se componía de ciento diez A'aras y media de frente, y ciento diez de fondo, y por el costado de la igle- sia se midieron también trece varas mas de frente con veinte y ocho y tres cuartas de fondo sin que se haya podido descubrir un documento que acre- dite como se aumentó este suelo, que en el año de ] 696 se compuso de cien varas de frente y cien de fondo, las mismas que compró el Illmo. Sr. Obis- po Valdés en el año de 1708 al monasterio de Carmelitas para hacer su do- nación. En el informe que la Contaduría hizo en 7 de Octubre de 1797 pidió el Contador se hiciese nuevas medidas del (terreno) sin perder de vista que la Real Hacienda compró unas casas á ciertos particulares, las que se agre- garon á los edificios del Rey, cuya noticia dijo tenia por un escrito que ha- bia visto del Padre Procurador de S. Francisco. El actual Padre Provincial en su oficio de 24 de Abril de 1802 también dice, que el aumento de algunas varas que sirven de plazuela al costado de la iglesia, son agenciadas por el Hospicio. Haciendo combinaciones de estas noticias, se deduce que el terreno se compone hoy de cien varas de frente y cien de fondo que donó el Ilustrísi- ino Sr. Valdés, de trece mas de frente y veinte y ocho y tres cuartas de fondo al costado de la iglesia, agenciadas por el Hospicio, según dice el Padre Provincial, y de diez varas y media mas de frente con diez de fondo, compradas por Real Hacienda á particulares, como dice el Contador, y este es el estado verdadero y actual del Hospital de San Isidro. Para concluir este infomre con la instrucción debida, es necesario adver- tir que el Illmo. Sr. D. Gerónimo Valdés en el año de 1708 compró el ter- reno en 500 pesos á censo como está dicho, y en el de 1728 trató de redi- mirlos con sus réditos, y las Religiosas entraron en admitir dicha redención; pero otorgaron en 23 de Enero de 1728 en el oficio de D. Dionisio Pancor- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 455 Tio, una reclamación secreta para conservar siempre el dominio que tenían en diclio suelo, fundándose en que su Síndico fué coacto por el Obispo para una venta que no tuvo autoridad de hacer, y para la que no precedieron las ritualidades del derecho. Inmediatamente que minió dicho Sr. Obispo, se presentaron las Keligio- sas con este documento en el Tri})unal eclesiástico demandando á la Cate- dral de Cuba como su heredera para que les restituyese el terreno, y cuan- do no se pudiese por el destino lítil y piadoso que el Sr. Valdés le liabia dado, se le aumentase el precio. El Tribunal eclesiástico se declaró incompetente para semejante deman- da por lo (pac ocurrieron ante el Gobernador, donde habiendo seguido la causa sus trámites, en 21 de Enero de 1767 se })ronunció sentencia definiti- va á favor del Monasterio, declarando nula la venta y redención, y man- dando que respecto al destino que tenia dicho suelo se pagase su valor de los bienes ó espolies del Illmo. Sr. Valdés. La Catedral de Cuba como su heredera apeló de esta sentencia, y trató de nulidad; }>ero habiendo aban- donado el primer recurso, se declaró desierto y sin lugar el segundo. VjH este estado aspiraron las religiosas Carmelitas, á que se declarase también nula é insubsistente la donación, y los Religiosos pidieron amparo en la posesión de su terreno, cuya incidencia aun no se ha sentenciado, á pesar de que por Real cédula de 20 de Octubre de 1776 previno S. M, al Marqués de la Torre, que con Audiencia del Cabildo de la Catedral de Cu- ba, del Fiscal de Real Hacienda y del monasterio de Carmelitas, se resol- viese la instancia; y aunque desde el año de 1792 se mandó librar despa- cho al venerable Cabildo de la Catedral de Cuba, ni éste ha ocurrido á representar su derecho, ni los Religiosos han vuelto á instar sobre el particu- lar, ni el monasterio de Carmelitas ha recordado este negocio, y asi perma- nece en silencio hasta la fecha. De todos estos hechos constantes, resulta <{ue la donación que el Illmo. Sr. Valdés hizo en el año de 1720 á favor de la Religión de S. Francisco, es finne y subsistente decidida, en el Supremo Consejo por sentencia dada á 1" de Febrero de 1745, consentida (y no cometida) y pasada en autoridad de cosa juzgada: también resulta, que el terreno compuesto de cien varas de frente y cien de fondo, que el Dr. D. Francisco Moreno de All>a compró el año de 1696 para el establecimiento del monasterio de Cannelitas, y que su Síndico vendió en el año de 1708 al Illmo. Sr. Valdés, es hoy de los re- ligiosos de S. Francisco sin que las religiosas Carmelitas puedan aspirar á otra cosa que á recibir su valor de los bienes ó espolios del Obispo difunto, cuyo derecho tienen á salvo contra la Catedral de Cuba que fué su herede- ra, pues asi se determinó en la sentencia definitiva pronunciada en 21 de Noviembre de 1767 por el Gobernador y Capitán General de esta ciudad é Isla, con la ([ue se conformaron, y en esta virtud los religiosos de S. Fran- cisco con nadie tienen que ver hoy sobre este asunto, porque asi la firmeza de la donación que les hizo el Illmo. Sr. Valdés, como la propiedad del ter- reno que les donó, uno y otro está ejecutoriado á su favor por dos senten- cias, una dada en el Supremo Consejo á 1" de Febrero de 1745, y otra en esta Capitanía General á 21 de Noviembre de 1767 y es cuanto hay que de- cir sobre la materia, Habana 1? de Agosto de 1804. — Memorias de la Socie- dad Patriótica, tomo 13, pág. 350. — Ario de 1841 456 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. CAPITULO XLIII. De la erección y numero de los curatos del monte Y santuarios estramuros. Habiendo concluido la serie y relación de todos los templos, que comprende esta ciudad dentro de sus murallas, parece que corresponde individuar los que tiene en sus cercanías, sin estenderme á los mas re- motos que numera en los Partidos ó curatos de la ju- risdicción, que son muchos y algunos por sus parti- culares circunstancias dieran bastante asunto para estenderme mas; pero omitiendo la proligidad que piden las noticias de cada uno, daré solo la que con- duce á que no se ignore el origen de todos. El Sr. D. Diego Evelino, vigilantísimo Pastor de este rel)año, alcanzando no solo con su consideración prudentísima, sino tocando con práctica esperiencia el desami)aro en que vivia y moria sin los auxilios ecle- siásticos tanta porción de gente como habia en los campos de este distrito, ocupados en el manejo de ha- ciendas propias y agenas, careciendo muchos años del beneficio de la misa y uso de los sacramentos aun en el peligro y trance de la muerte, que cogiendo á muchos en tales desiertos, era preciso, darles sepul- tura en las montañas, y que para que tuviesen des- pués la eclesiástica se conducian anualmente los hue- sos al Cementerio de la Parroquial mayor de esta ciudad, la Dominica in passione, propuso á S. M. la JOSÉ M. F. DE ARRATE. 457 necesidad y Gonveniencia de crear diez y seis curatos en algunos parages distantes de esta población, para que ordenados á título de ellos sugetos idóneos con proporcionada renta, residiese cada uno en su partido para ocurrir al remedio de las urgencias espirituales de sus feligreses; consulta á que manifestó el Rey su Real agrado concediendo el permiso. En su virtud el año de 1688 dio el citado Sr. Obispo principio á la erección de dichos beneficios con universal aplauso y satisfacción de esta república, como tan interesada en esta piadosísima obra y santísima providencia, la que se consumó y aun amplii) algo en el Pontificado de su inmediato sucesor, porque /«d/é? est inventüs addere. Nominaré los espresados curatos con dis- tinción de los que están á la parte de barlovento y los que se componen en los de sotavento y costa del Sur, señalando las distancias que hay de esta ciudad á cada uno de ellos por satisfacer el deseo de algunos curiosos. LOS DE BARLOVENTO. Leguas. S. Miguel del Padrón. (1) 2 (1) En la historia de (luanabacoa escrita por D. Cayetano Nnñez, }' ]tnl»]ica(la en el Tomo 19 pág. 399 de las Memorias de la Real Sociedad J*atriütica, al referirse á 8. Miguel, consigna (pie esta parroquial ''es mas an- tigua que otras correspondientes á esa jurisdicción, que j'a figuraba como auxiliar en 1691, fijándose su erección en el año 1668 por el lUmo. Sr. Obis- po D. Diego Evelino como uno de los 18 beneficios que infoniió á S. M. eran necesarios para el mayor servicio y auxilios espirituales de sus feligre- ses. Fué en su principio oratorio del ingenio 8. Miguel, de donde le viene el nombre, ayuda de nuestra })arro(piial desde aquella fecha, desempeñando el beneficio el Br. D. José Diaz de Villavicencio, D. Francisco del Castillo Montes de Oca; D. Pedro Manuel, y 1). Baltasar González. No se encuen- tra en su archivo el auto de erección ni los libros mas antiguos por donde podrían sacarse datos de los primeros asientos parroquiales; pero por docu- mentos auténticos consta que en 1709 desenq)enaba el ministerio D. Mel- chor de Casas y Sotoloiigo, (piien como tal despos(') y veló en -I de Noviem- ToMO I. 63 458 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Leguas. S. Matías de Rio Blanco. (1) 10 S. Cipriano de Guamacaro. (2) 28 Sta. Catalina de Gonzalo ó Macuriges. (3) 36 bve del mismo á D. Francisco Lazo de la Vega con D'í Bárbara del Águila cuya partida corresponde al libro 2°, folio 1°; persuadiendo este anteceden- te, que hubo otro anterior que arrancaba de fecha más atrasada y acaso otros Tenientes de cura, en el tiempo que transcurrió desde el año de 1700 en que servia el beneficio de Padre D. Pedro Manuel, hasta que recayó en el enun- ciado Pbro. Casas y Sotolongo, y continuó hasta 1716 en que entró D. Jo- sé Suares. En 1745 en circunstancias de estarse practicando el apeo del territorio de la Villa por los agrimensores que nombró el superior Gobierno en obe- decimiento de la Real cédula de 31 de Diciembre de 1744 que lo previno y he citado en otra parte, hubo de cercenarse la porción de la feligresía de 8. Miguel por acabarse de erigir en Curato independiente de nuestra parro- arael intento lo espresado arriba, con- tinuaré el propósito de relacionar las Iglesias ó san- tuarios circunvecinos á esta ciudad, que dejé pendien- te; dando el primero lugar al Templo de Ntra. Señora de Guadalupe antes constituido auxiliar, y yá hoy parroquial, á que se ha destinado el mas modeino de los tres Curas que habla en las de esta ciudad. Dista esta Iglesia poco mas de quinientos pasos castellanos de la puerta de Tieii-a hacia el Poniente. Fué en sus princi[)ios ermita de paja, dedicada por Francisco Cañe- te á la misma Santísima imagen, creo que })orlos años (1) Véase al ñnal du este capítulo, la nota A. (2) Véase la nota 13 al final de este capítulo. (.jj Güines, Tenencia de (Tol»ierno, Comandancia militar y distrito ju- dicial, surte de forraje verde á la Capital y en el dia se cultiva con esmero y abundancia la papa, sus terrenos de regadío, merced á las diversas san- grías liechas en el rio ^layabcíjue (pie atraviesa su comarca, los hacen férti- les y cultivables aun en la época de prolongada seca, Población 33.227 blancos, 4.138 lii>res de color y 25.091 esclavos, comprende los partidos de Guara, Melena, S. Nicolás, Xueva Paz, Alacranes, Madruga, con baños sulfurosos y la Catalina. (4) Batabanó, Capitanía de partido en el distrito de Btyucal. — Véase Bejucal. Población 572 blancos, 211 libres y 94 esclavos, comprende el poblado y Surgidero de su nombre. De este Surgidero parten los vapores costeros que van á Galafre, Punta de Cartas, Bailen, Coloma, Colon y Da- yaniguas en la Vuelta de abajo y á Cienfuegos, Trinidad, Tunas, Santa Cruz, Manzanillo y Cuba. También hay desde allí una línea de vapores hasta los embarcaderos de Xueva Gerona y Santa-Fé en la Isla de Pinos. Su mayor industria es la pesca, facilitando el envió de pescados, la línea férrea (pie entroncando en S. Felipe, la pone en comunicación con esta ciudad. 462 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. (le 1716, la cual el de 1718 se pretendió fabricar de cantería y teja, á lo que se opuso el Ingeniero de esta plaza por la inmediación que tenia á la muralla, re- presentando los inconvenientes que se ofrecían en el permiso ó disimulo de semejante obra, objeción que motivó se hiciese formal reconocimiento del para- ge, nombrando el Gobernador y Cabildo por Comisa- rios al Alguacil mayor 1). Nicolás Gatica y Deposita- rio general Don Gaspar Mateo de Acosta, del or- den de Santiago, para que con asistencia del pre- venido Ingeniero se midiese la distancia y espusiesen las razones adversas y favorables, que resultaran de la inspección ó vista de ojos, jjara no dar ó conceder la licencia. Aunque practicado el examen persistió el enunciado ingeniero en su dificultad, vigorizándola el parecer del prevenido Alguacil mayor, superaron las razones espuestas por el compañero, dándoles la devoción el mayor peso y eficacia. Quizá tuvo pre- sente el Gobernador y Cabildo aquella religiosísima máxima ó católica confianza del Emperador Rodul- fo I, cuando instándole otro Profesor de la matemáti- ca mandase demoler un templo de la Santísima Vir- gen, que estaba pegado á los muros de cierta plaza importante, respondió con cristiano denuedo: ea de- jad, que no podemos tener mejor antemural que una Iglesia consagrada á Nuestra Señora, haciendo eco á Grao. ait. de csto uiismo lo que el Rey D. Fernando de Ñapóles inge? clise. 24 fjjJQ .¿^\ g^ij,. ^^ dicha ciudad estrechado de las armas 1)199 Saim. 127, v. dc Cárlos Ylll: nisí Domimis custodierit civitate?í¿, 1- frustra vigilat qui custodit eam. Labróse la ermita y puesta en ejecución poco tiem- po después la obra de la calzada, que hizo tan fácil y cómodo el tránsito de esta ciudad hasta aquel sitio, se fueron llenando de habitadores aquellas cercanías de suerte que se formo en breve tiempo un barrio nu- JOSÉ M. F. DE A.RRA.TE. 463 meroso, para el cual se considero yá preciso mayor templo y proveerlo de ministros, que á mas del sa- crificio de la misa, administrasen los Sacramentos al cuerpo de vecindario tan crecido. Proposición á que accedió gustoso el Sr. D. Fr. Juan Lazo de la Yega aprontando gruesas espénsas para esta obra, que salió con la perfección y ventajas que hoy se admiran, dan- do á este arrabal un templo tan lucido y suntuoso que puede ilustrar otra población mas distinguida. Dedicólo é hizo su consagración el año de 1742. dia de San Francisco Javier especial protector de este lllmo. Obispo y nombrado con la Santísima Virgen de Guadalupe patrono de él. La forma de esta Iglesia es un canon principal dilatado y anchuroso con dos órdenes de caj^illas á los lados de buen alto y capacidad, su techo es de ar- tesón primorosamente labrado. La Capilla mayor está adornada de un altar ó retablo dorado magnífico, y en las demás tiene repartidos otros muy aseados. Su frontispicio, que cae al Norte, tiene tres puertas correspondientes á la nave principal, y dos menores con sus columnas y cornisas airosas y bien cortadas sobre las cuales vuela un balcón al piso del coro alto. La sacristía y vivienda del Teniente de cura y mozo de iglesia son muy conformes en los tamaños y cu- riosidad á la grandeza del edificio y ministerios de cada uno. Están constituidas en este Templo una Cofradía y dos hermandades: aquella del Santísimo Sacramento, y estas del Santo Cristo de Burgos y Nuestra Señora de la bendición de Dios. Esta última saca todas las noches el rosario públicamente por aquellos contornos con mucha devoción y decencia, á imitación do lo que se practica en esta ciudad tan loable ejercicio, pues apenas hay alguna de las del año que no se encuentren en sus plazas y calles va- 464 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. rias Congregaciones y hermandades de la Señora, cantando con acompañamiento de instrumentos mú- sicos la salutación angélica, desterrando con las luces la oscuridad, y deleitando con las voces los corazones de los fieles, obsequioso culto con que corresponde esta ciudad los grandes beneficios que esperimenta de su protección v amparo, que no paga pero recono- ce. (1) Algo apartado del Templo antedicho hacia el No- rueste está situado el Santuario del Santísimo Cristo de la Salud, cuya venerable imagen se coloco á pri- mero de Mayo de 1742 á desvelos y solicitudes de un devoto pardo nombrado Miguel de Rodas, quien reco- giendo algunas limosnas para la fábrica de esta pe- queña Iglesia, la edifico y adorno con el posible es- mero, creciendo tanto la devoción y dádivas para su culto, que hizo principio á labrar mayor templo, y se- gún su planta y medidas será muy semejante al de Guadalupe. Tuvo sagrario y Capellán que administraba los Sacramentos de la Eucaristía y Estrema-uncion á aquel vecindario; pero se ha suspendido esta disposi- ción por la del actual Ilustrísimo Prelado y solamen- te permanece la del sacrificio de la misa y la de esci- tar con resos y novenarios á todos los comarcanos á la frecuencia del Templo y oración, y especialmente á concurrir al rosario que sale de noche por todo aquel parage. (2) (1) Este templo no existe: fué demolido en el año de 1762 á causa de la invasión británica. Estaba situado cerca del pmito denominado la Cei- l)a en la calzada qne va al campo y que todavía conserva el nombre de Guadalupe. (2) El actual templo de Guadalupe, que es una de las parroquias, ocupa no sólo el terreno del antiguo santuario del Señor de la Salud, sino mayor estension; siendo un edificio grandioso y de bella estructura, en el que todavía se está trabajando por faltarle el pórtico y las torres. — Se con cluverou las i'dtimas el año de 1872. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 466 El año de 1751 se erigió nó muy lejos del prece- dente santuario, una ermita dedicada a San Luis Gon- zaga, cuya colocación se hizo con plausil)le y religio- sa pompa, llevando el sagrado Inulto desde la Iglesia de Guadalupe en una lucida y numerosa procesión, y en el año siguiente de 1753 se ha construido y abierto la de Jesús María y José inmediata al Arsenal á soli- citud del Padre D. Manuel Rincón, Prepósito del Ora- torio de esta ciudad, á quien esta anexa y depen- diente. Nota A. — Pág. 461. PINAR DEL RIO. Cabeza del distriti) de la Nueva-Filipina donde reside el Teniente Gobernador y demás autoridades. Dista de la Habana 45 leguas. Es pueblo que tendrá M)bre 500 liabitantes inclusa la guarnición: está fundado en un terreno qiielirado, arenoso y seco, su temperamento es sabidable y su planta irregular. Toda aquella comarca la ocupan haciendas de crianza y plantíos de tabaco, cuya hoja es de gran nombradía y fama en el comer- cio (j^ue' sal')e distinguirlo por su color, sal)or, rendimiento, finura v ])uen arder. El mal estado cu (pie se encuentra el primer libro de esta ¡jarroquia, descuadernado, estraviadas las primeras hojas; ilegibles unas y quebradas otras, no nos permitirá encontrar en esta única fuente la época de su crea- ción; y aunque hayamos ocuiTÍdo á buscar en la tradición datos relativos al noble é importante objeto que nos ocupa, nada ha podido conseguirse. Los pueblos de Cuba nunca se acordaron que vendría un dia en que fueran ne- cesarios estos antecedentes para coordinar su historia particular, y aquellas noticias quedaron perdidas para siempre, no obstante hay en la sacristía tle la Iglesia existente una targeta que dice: "Este Templo que es de mani- postería y teja consta de 30 varas de largo y 8 de ancho, lo mandi) cons- truir de su peculio el Presbítero D. Tomás de la Luz el año de 1 764." En la absoluta carencia de otros pormenores relativos á Pinar del Rio, Tomo 1. 64 466 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. (le ese pueblo que tal vez mañana por sus circunstancias particulares ocu- pará un lugar distinguido entre los primeros de la Isla, copiaremos á la le- tra los diversos autos espedidos en las Santas visitas. En la Iglesia parroquial de San Rosendo del partido de Pinar del Rio en J3 de Marzo de 1773 años, el Sr. Dr. D. Rafael del Castillo, Presbítero Consultor teólogo de Cámara de S. S. I. el Obispo mi Señor, su Capellán y Convisitador general, con vista de estos libros parroquiales en que se asien- tan las partidas de bautismos, matrimonios y entierros de españoles, indios, pardos, y morenos: dijo, que recogidos en el archivo los presentes por no estar arreglados á la Constitución sinodal 4* del libro I, título VII, sin pérdida de tiempo se pongan en su lugar á costa de la fábrica los (^ue son necesarios según la enunciada Constitución, para registrar las partidas, no sólo con distinción de las personas, sino también de las administraciones, todo en la forma y bajo las penas que allí se contienen, en cuyos términos hubo su merced por visitados los dichos libros, como mas en derecho haya lugar, y por este que su merced proveyó asi lo mandó y firmó de que doy fé. — Dr. Rafael del Castillo. — Ante mi. — Dr. Pedro de Echevarría, Notario de visitas. En el partido de Pinar del Rio á 4 de Abril de 1794 años, el Ilustrísi- mo Sr, D. Fray Cirilo de Barcelona, del Consejo de S. M., Visitador gene- ral de los cuatro lugares de esta Diócesis y curatos rurales por S. S. I. el Obispo Diocesano mi señor; estando en la visita de la Iglesia parroquial de San Rosendo de este dicho Partido, y habiendo visto los seis libros en que se contienen separadamente las partidas de bautismo, matrimonios y entier- ros de blancos, pardos y morenos presentados por D. Domingo Méndez, Cura coadjutor de dicha parroquial, dijo S. S. I. que, con respeto á no ha- berse encontrado en ellos defecto alguno que notar, los habia y hubo por visitados, y á nombre del Prelado Diocesano dio las gracias al referido Cu- ra coadjutor por el celo y cuidado que manifiesta en este encargo; previ- niéndole con arreglo á las instrucciones del Illmo. Sr. Diocesano, que en lo sucesivo observe puntualmente lo siguiente: á saber, que en las partidas de bautismos, no sólo esprese los nombres de los padres de los bautizados, sino también los de sus abuelos paternos y maternos: que en las de los ne- gros esclavos nomine también sus padres, si los tuvieren conocidos, y de no, la razón de no tenerlo para evitar de este modo que se casen hermanos con hermanas, y que no proceda á bautizarlos sin recibir antes papeleta de sus amos fimiada: que antes de comenzar á seirtar las partidas en los libros, estén todos estos foliados desde la primera hasta la última página, y que en sentarlas guarde el método de no dejar blancos en los libros, sino que la terminación de la última partida sea el principio de la otra; y para que conste haberse así prevenido, se saque testimonio de este auto y se coloque en el cuaderno de visita, que por este que S. S. I. proveyó, así lo mandó y firmó de que doy fé. — El Obispo de Tricalv. — Ante mi. — Juan Fernandez de Morejon, Secretario de visita" En el partido de San Rosendo de Pinar del Rio á 10 de Enero de 1805, estando en santa visita general el Illmo. Sr. D. Juan José Diaz de Espada y Landa Obispo de esta Diócesis, del Consejo de S. M. &c. visto en ella este libro tercero de bautismos de blancos de esta Iglesia parroquial desde fojas 42 donde el auto de la última visita del año de 1794, dijo S. S. I. que JOSÉ M. F. DE ARRATE. 467 ha notado no ponerse en varios asientos los abuelos de los bautizados como está mandado, que por el actual Cura páiToco D. Juan Bautista Mesase han dejado en blanco los padrinos en la partida 2^, del folio 52 vuelta, y el nom])re del bautizado en la 1" del 63 también vuelta, y aun sin él en la 2^ re y por po- derse atribuir á otras personas; que fiíme las dos referidas y las otras que hubiere sentado otro ministro bautizante con su licencia, pues siempre cor- responde ejecutarse así: que también lo haga en la partida I" de folio 46 vuelta que dejó sin finnar D. Domingo Méndez, Cura coadjutor que fué de esta Iglesia, diciendo hacerlo en cumplimiento de este auto, (piien ademas efpiivocó la fecha de la partida 1" después de la citada visita, que esprese en todos los asientos los abuelos de los bautizados siendo conocidos, y si no esa misma espresion: que se continúe como hasta aquí refiriendo la naturali- dad de los padres de los bautizados, sin abreviaturas para espresar la filia- ción, como igualmente su vecindario, en el concepto de que no se ha de ad- ministrar el bantisnio así como los demás sacramentos parroquiales sino en su propia Iglesia, y á las personas de su feligresía, pues corresponde con- forme á derecho ([ue cada PáiToco se limite á los téiTninos y personas de su jurisdicción, fuera de los casos en que por alguna grave necesidad tenga dispuesto espresamente otra cosa: que se firme todo asiento de bautismo, matrimonio ó entierro en seguida á su última palabra, salvándose antes la que por alguna casual equivocación se hubiese enmendado, testado ó puesto entre renglones, diciéndose la que fuere: que se folie todo este libro inme- diatamente, pues no solo corresponde hacerse siempre así desde su primer asiento, sino que está mandado desde la anterior visita que no se adminis- ti'e solamente el bautismo en casas particulares, pues en caso de necesidad solo corresponde echar el agua y prevenir se lleve oportunamente el bauti- zado á la iglesia para las solemnidades del rito, y por ser confonue á dere- cho la Constitución V? del libro 3? título X de las sinodales que gobiernan en este Obispado, mandó S. S. I. se observase, y que en su consecuencia ningún Cura ni otro sacerdote celebre en altares portátiles ó levantados al efecto, sin la espresa licencia del Ordinario, aunque sea para dar la comu- nión á los fieles en el tiempo pascual, como en otras circunstancias disponía la Constitución 4^ del título y libro 4", pues que ya las parrocpúas están á tal distancia que puede y se debe pasar á ellas al cumplimiento pascual de la penitencia y eucaristía, y sacarse igualmente de ellas cuando es por me- dio de viático, con la decencia y recato que permitan las circunstancias se- gún disten las haciendas; siendo así menos embarazoso (pie llevar los para- mentos correspondientes para celebrar, y se evitarán muchos inconvenien- tes; y de que todo así lo mandó S. S. I. como que se dejase testimonio de este y d¿nias autos de visita en el espediente, de cuanto doy fé. — El Obis- po.— Ante mí. — Francisco María de Castañeda, notario de visita. — Es co- pia.— José María de Orta. — Memorias déla Sociedad Patriótica, tomo 12, pág. 225.— Año 1841. Tenencia de gobierno, Comandancia militar y distrito judicial c(m 468 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. 43.522 blancos, 10.408 libres de color y 25.404 esclavos, coin])reiKle los partidos de Punta de Palmas, Consolación del Xorte y del 8nd, 8an Juan y Martínez, Mantua, Guane y Baja y el embarcadero de la Coloma. — Al- manaque Mercantil. — 1870. Nota B.— Pag. 461 GUANE. Aseguran los ancianos de este j)arti el capricho de algunos vecinos pudientes ó de influjo entre ellos, á <|ue ciegamente se han adherido los demás. 8i Guane se hubiera situado en la estensa, llana y alta sabana por donde entra el camino real que va á la Catalina, seria sin duda hoy una |)oTdacion de ]trimer (h'den, reuniendo todas las utilidades y ventajas de un local ameno y de fácil comunicación. Estaría libre de las horrorosas amenazas del Cuyaguateje, disfrutaría las conveniencias que ofre- i-e el puerto de Guadiana, distante solo cuatro leguas ])or un camino her- moso, y j)or último, no tendría que lucliar con el rio Bagazal, con las lomas de los Viejos, y con todos los canalizos y barrancos que ha formado el tiem- ])í) para desaguar los terrenos en el citado Cuyaguateje, y por donde no |>uede transitar ni una sola carreta, pues apenas lo hacen las caballerías, casi siempre con el riesgo de una mala pisada. — De esto se; infiere que el pueblo de Guane donde está situado hoy, es y será siempre insignifican- te (2) porque el terreno y el rio no permiten su estension. Agregúese tam- bién los tres enemigos (j^ue infestan acpiella comarca, á saber, las hormigas, las pulgas y los ratones, (|ue cuando crece el rio se refugian en la pobla- ción haciéndose insufribles. La población de Guane debe tener hoy mas de 600 almas en los cinco barrios de su demarcación, y se conocen por el Pueblo, en Cuyaguateje, las Vegas de arriba, Paso Real, el Paralejar y las innumerables vegas de la (Jatalina. — Sus terrenos son feracísimos y {)roducen con asombrosa lozanía cnanto siembran en ellos, pero sus moradores se han dedicado esclusivamen- tc al cultivo del tabaco que han mirado siempre con idolatría, una punta de ])látanos y otra de malangas, sin . 4. ' j días, tomo 2, nuestra gasta tanta cera en un mes como otras cuida- ' 5 ¿ ' des en un año, y que en los demás adornos que hacen 173. tan sobresaliente la pompa de estas religiosas solem- nidades, puede competir y aun esceder á muchas de las mas famosas. CAPITULO XLVI. Del estimable honor que resulta a esta ciudad DEL mérito y circunstancias DE LOS INSIGNES HI- JOS QUE HA TENIDO. Así como la virtud y escelencias de los hijos hace gloriosos á sus padres, así colma de gloria y fa- ma á la patria la bondad y mérito de sus naturales. ¡Qué honor no dieron á Esparta los Epaniinóndas, á Roma los Carnüos, á Jlténas los Arístides y á Cartago los Jlníbales! Los triunfos y proezas de estos héroes las coronaron de laureles, y sus victorias las enrique- 492 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. ciei'ori de [)alinas: niiigiina alabanza sublima ni ilus- tra tanto á una ciudad, ni ennoblece mas á una po- blación, que el buen nombre de sus patricios y la honrada calidad de sus originarios. En la sabia Gre- cia compitieron siete ciudades la gloria de ser cuna de Homero, no queriendo ni aun á costa de una dis- puta, perder el honor de un blasón tan apreciable. Por esta razón discurrí y determiné, como lo pre- vine en otro lugar, poner por remate ó final de esta obra un curioso compendio 6 abreviado resumen de algunos famosos hijos que con su virtud, letras y es- fuerzo le han dado á nuestra patria tanto crédito y nombre; y digo solamente de algunos, porque no he podido investigar con certeza los actos, ocupaciones y méritos de muchos, especialmente de aquellos que flo- recieron en el primer siglo de su fundación, porque estinguidas algunas familias de las antiguas, han pe- recido con ellas las memorias y monumentos de los que concibo fundadamente produciría no menos fe- cunda aquella edad. Ademas que para descubrir los de la siguiente, ha costado bastante diñcultad y des- velo adquirir las noticias que comprende el epítome, y eso muy diminutas, de cuyo requisito he querido adornar esta obra, por haber visto autorizada esta práctica de algunos escritores, los cuales en otras de igual asunto la han constituido ya como precisa, sien- do uno de los que mas modernamente lo han ejecuta- do el Dr. D. Pedro de Peralta en su Lima ilustrada, á quien no pudiendo imitar en la elegancia, me conten- taré con seguir en esto; obligándome también el deseo y obligación de manifestar que no son estos climas tan estériles de hombres buenos 6 varones virtuosos, como se dice, ni que la prole de los castellanos bas- tardea en ellos como la buena semilla en ruin tierra. No ignoro que en este punto escribió el Dr. D. Juan JOSÉ M, F. DE ARRATE. 493 de Solorzano favoreciendo en justicia á los indianos, y que el Emo. Salinas y otros autores regionales han formado y difundido copiosos catálogos y honrosos índices de los varones escelentes, que han producido nuestras Indias en todas clases, cuyos testimonios ir- refragables bastarían á convencer el error, si no estu- viese tan obstinada la ceguedad; pero no me creo por esto escusado de la obligación particular de hacer no- torio por mi parte y por mi patria, lo que ellos pre- tendieron ejecutoriar en común por todas las pro- vincias del Nuevo Mundo, y así tocaré en abreviatura lo que ellos hicieron tan ampliamente. En consecuencia de lo propuesto, dividiré en los tres capítulos siguientes el prevenido resumen, colo- cando en el primero á los que han ascendido por la línea eclesiástica, á varias dignidades canonicales y prelacias, asi en las Catedrales como en las Religio- nes. En el segundo á los que han subido por su litera- tura, grados y méritos á las Reales Chancillerías, Tri- bunales de justicia y Universidades famosas de estas y de otras partes. En el tercero á los que en el servicio de nuestros Soberanos han militado en sus ejércitos y armadas mandando en escuadras, plazas y fortalezas, fiadas á su valor, conducta y esperiencia. Hágome cargo de que la severidad de la crítica moderna no me dispensará la censura á vista de colo- car y referí 1- en el e[)ílogo algunas personas de nues- tro país que no han llegado por la categoría de los empleos á aquel ápice de grandeza y dignidad que pueda ennoblecer é ilustrar la patria, cuando escasa- mente bastará á condecorar el sujeto, ó cuando mas á distinguir ó ameritarla familia, pero aunque conoz- co la gran diferencia y notable distancia que hay en- 494 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. tre los ejercicios de una mediana clase á los de supe- rior gerarquía que no sólo se juzgan aptos y capaces de honrar una ciudad, sino hasta de engrandecer una nación como lo dio á entender el Papa Calixto III, en la feliz coyuntura de (ascender) á un mismo tiempo de la aragonesa un Pontífice Romano, un Rey de las Dos Sicilias, un Cardenal Vice-Cancelario, un Capitán General de las armas de la Iglesia, un Ministro gene- ral de la religión Seráfica: no obstante me persuado á que en los mismos términos sobre que puede fundaí-- se la objeción ó crisis, resalta siempre en mucho ho- nor de esta ciudad en que la noble inclinación de sus naturales por las sendas ordinarias del merecimiento, haya solicitado aunque no conseguido una honrosa elevación porque esto habrá sido adversidad de su fortuna y desdoro de sus ánimos. El P. Fr. Gerónimo de la Concepción en su Em- porio del Mundo, numerando todas las ciudades, villas y lugares del territorio y obispado de Cádiz, dio una breve noticia de los hijos ilustres que habian produci- do algunas de ellas, célebres en armas, letras y virtu- des, no escluye de aquel lugar y memoria á los que no llegaron á ocupaciones muy sublimes; y sí de unas poblaciones tan antiguas como las que componen lo mas principal de Andalucía baja, reputó por mucha gloria y crédito haber logrado tales hijos, con cuanta mayor razón y fundamento deberé estimar yo por muy honorífico á nuestra patria (tan desigual en la antigüedad y colocación á aquellas ciudades) el haber producido varones insignes en nada inferiores á los que el níimero impone en todas las categorías, consi- derando (como lo hacia el citado autor) que no está á veces la escelencia de los hombres en las elevacio- nes que facilita la suerte, sino en el mérito que les adquiere su virtud y aplicación. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 495 Hallan comunmente los indianos según lo con- venpen las esperiencias y acreditan las noticias, muy difíciles en España los ascensos, se lo embaraza unas veces el mérito y otras la recomendación de los natu- rales de aquellos Reinos en donde siendo tantos y tan dignos los puestos, es regular sean preferidos en las ocupaciones y que dejen pocos lugares vacíos en que puedan dedicarse los criollos siempre, siempre 6 las mas veces destituidos de paisanos que los prote- jan y favorezcan, así por mas que sus servicios y su- ficiencias los haga muy decentes y proporcionados para subir á ellos, prevalece en las pretensiones el favor y patrocinio de los rivales. De Anteon fabularon ó discurrieron los antiguos, como escriben los mitológicos, que el calor y abrigo de su madre la Tierra le daba aliento é infundió espí- ritus para lidiar con Hércules, cobrando esfuerzos pa- ra la lucha cada vez que rendido daba en el suelo y que separado de este auxilio perdió el triunfo y la vi- da. Ficción fué esta sin duda de los poetas por muy propia inventiva para persuadir cuanto contribuye el favor materno ó suelo patrio para esforzar el ánimo á sublimes empresas y facilitar el logro de grandes cosas. No ignoran los políticos y cortesanos cuánto obra regularmente hablando para adquirir los ascensos el respeto de las casas, la inmediata recomendación de las parentelas, y lo que es mas, la mano y favor de los compatriotas autorizados y poderosos, siendo ejem- plar de esto último la privanza de Mardoqueo y de Daniel tan propicia y benéfica para exaltación y co- modidad de sus paisanos; y como las necesidades en esas partes por las distancias de sus familias sirven y trabajan sin estos auxilios, hallan dificilmente el ca- mino para las elevaciones, y faltándoles el patrocinio, 496 LLA.VE DEL NUEVO MUNDO. pocas veces pueden llegar á la costumbre de la estima- ción y felicidad, porque el mérito sin las alas del. fa- vor, vuela tan preciosamente, que nunca arriba á mu- cha altura. No produzco estas espresiones como querella del poco premio que han tenido los servicios y escritos de los paisanos, sino cumo satisfacción y respuesta al re- paro de no haberse exaltado á mayores puestos los que han trabajado y servido tan honrosamente como espondré, porque solamente atribuyo á la falta de producción y de buena suerte no haberse adelantado alguno de tantos como han pretendido por diversas líneas sus aumentos á los que considero muy dignos de mi memoria y de que se glorie la Habana de ha- berlos producido; por cuya razón no escusaré nomi- narlos en los siguientes capítulos, á escepcion de aque- llos de quienes he dado noticia en otros de esta obra por no hacerla fastidiosa con la repetición, aunque no debo ni me parece omitir el notoriar un blasón con que ilustró á esta ciudad el mérito de sus hijos, rara vez conseguido por otras, haciéndolo mas estimable para la nuestra atendidas las circunstancias que con- currían en aquel tiempo para que fuese mas honroso. Habiendo fallecido á ñnes del año de 1702, el Maestro de Campo D. Pedro Benitez de Lugo, Gober- nador y Capitán General de esta ciudad é Isla, y el de 1704 el Hlmo. Sr. D. Diego Evelino, Obispo de esta Diócesis, sucedió al primero en el gobierno político el Licenciado D. Nicolás Chirino y en el militar el Castellano D. Luis Chacón y al segundo en el Eclesiás- tico de esta ciudad y su jurisdicción, el Beneficiado D. Dionisio Kecinó su Provisor y Vicario general que continuó nombrado por el Dean y Cabildo en la Sede vacante, los cuales empleos ejercieron hasta el ano de 1706 que arribaron á este jíuerto los Sres. Obispo JOSÉ M. F. DE ARRATE. 497 y Gobernador, y siendo todos tres naturales de la Ha- bana quedó enteramente refundido el gobierno de ellas en sus propios bijos y lo eran también los que por muerte de los antedicbos podían y debían subro- gar en sus ocupaciones. La buena conducta y acertada dirección con que las manejaron mereció repetidas aprobaciones de la Corte, y lo que es mas apreciable una segura confian- za de nuestro Rey en ocasión que sobrando la fideli- dad en otros dominios de la Corona se veia imper- turbable la de esta ciudad é Isla mandada por tres naturales de esta ciudad, supongo como tan cierto que no manifestó á las Indias el pestilente contagio del fanatismo, sin embargo de que la Gran-Bretaña intento introducirlo por las tentativas de su Almiran- te Bembor, a que conspiraron otros que ocultamente vinieron á ellos, pensando que secreto el mal acudie- se mas bien, pero siempre juzgó muy decoroso que en aquella constitución tan lamentable se mantuviese en en la fina lealtad de tres habaneros indemne la de to- da la Isla, siendo este triunvirato mas glorioso y fe- liz para ella que lo fué para la República Eomana el Octaviano, Marco, Antonio y Lepido, pues la conser- varon en quietud, obediencia y prosperidad sin que nos pueda deslucir este honor ni malquistar esta es- celencia el ruidoso empeño con que pretendió el Sar- gento mayor D. Loren/o de Prados contrarrestar el fundado derecho á D. Luis Chacón, pues deben ad- vertir los noticiosos de lo pasado que no llegó esta controversia á los términos en que parece estuvo la suscitada por muerte de D. Francisco Gelder, en cuyo tiempo no eran criollos los competidores. Baste esta prevención para atajar 6 desvanecer cualquiera mal intencionado reparo. Tomo I. 68 498 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. CAPITULO XLVII. Dignidades, Canónigos y Prebendados de diversas Iglesias, Prelados y süoetos insignes de algu- nas Religiones, naturales de esta ciudad. Lelo. D. Francisco de Paula y Morales, murió elec- to Obispo de la provincia de Santa Marta, en la ciu- dad de Sevilla. Dr. D. Fraucisco de Soto, graduado en Teología en la Universidad de Salamanca, dignidad de Maestre de escuela de la Santa iglesia Catedral de Placencia. Dr. D. Juan Ferro Machado, graduado en la de Sevilla, Consultor del Santo Oficio y Comisario sub- delegado de la Santa Cruzada en esta ciudad, Visita- dor general de la provincia de la Florida, Predicador y Capellán de honor de S. M., Teólogo y Examinador de la Nunciatura de España, Teniente de Vicario ge- neral de los Reales ejércitos y dignidad de Tesorero de la Santa iglesia de Valladolid, provincia de Me- dí o acan. Ldo. D. Fiancisco de Zayas Bazan, electo primero Racionero de la Santa iglesia de Cuba, después Pre- bendado, Canónigo y dignidad de Tesorero de la Pue- bla de los Angeles. Dr. D. Antonio de Escalante y Borroto, graduado en las Universidades de Méjico y Santo Domingo, Consultor del Santo Oficio, Prebendado, Canónigo Mercenario y dignidad de Chantre de la Catedral de JOSÉ M. F. DE ARRATE. 499 Cuba, Provisoí* y Vicario general en ella, renunció la dignidad de Tesorero de la Santa iglesia de Caracas á que fué presentado y promovido: contribuyó este ecle- siástico con algunas espénsas para una plataforma que labró en el castillo del Morro de la ciudad de Reíac. de las Cuba ciei'to vecino de ella, como lo refiere el Ilustrí- tentativas de simo Morell en la obra y lugar que cito al margen. Arfér^f.^.^" Dr. ü. Luis ümpierres, gi-aduado en Teología en la Universidad de Alcalá, Prebendado y Canónigo de la Santa iglesia metropolitana de Méjico y Juez de rentas de aquel Arzol)ispado. Escril)ió y estampó un papel en Derecho sobre el capítulo 1°, lil)ro 4 de los estatutos de dicha Santa iglesia contra los fundamen- tos del Sr. Maestre de escuela el año de 172o; fué va- i'on de mucha entereza, literatura y recogimiento. Ldo. D. Juan de Almeyda, Canónigo de la Santa iiimo. Moreii. iglesia de Cuba. ' Historia de la " isla y catedral Ldo. D. José Cordero Esquivez graduado en Cá- de Cnha n. 7 nones en la ciudad de Méjico, fué presentado y pro- "J^i i^ontifi. de • 1 /-« -• T»r -iin i -i"-! ^on Grreffono movido Canónigo Mercenario de la Santa iglesia de deAiarcon. esta Isla el año de 1702 de que no tomó posesión por su anticipada muerte. Dr. D. Gaspar de los Reyes, graduado en Méjico, Canónigo doctoral de la iglesia Catedral de Oajaca en la Nueva-España Dr. D. Antonio de Pimentel y Calvo, graduado en Teología en la misma Universidad, Catedrático propietario del Maestro de las Sentenciív^ en ella, Ca- liticador del Santo Oficio, Cura beneficiado del Valle de San Francisco, Canónigo lectoral de la Santa iglesia de Yalladolid y Visitador del Obispado de Mechoacan, de cuya literatura y doctas obras hace Dr. Eguiara, honorífica memoria la biblioteca Mejicana. ^^^- ^,v-^g^^^^ T^T^x-T-.. . T» 1-111-- 260 V sií?uieu- Dr. D. José Duarte y Buron, colegial del insigne te. ^ de San Ramón, graduado en ambos Derechos en la 500 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Universidad de Méjico, Catedrático propietario de Instituta en ella y ad tenipus de la de Vísperas de Leyes. Examinador sinodal de su Arzobispado, Abogado de presos del Santo Oficio de la Nueva-Es- paña, Conciliario de dicha Universidad y Canónigo doctoral de la Santa iglesia de la Puebla. Los actos literario!^ y méritos con que se halla condecorado este eclesiástico, son muy relevantes, ha impreso un pa- pel en Derecho sobre el diezmo que deben pagar las haciendas que siembran y cogen el maguey de que se hace la bebida del pulque en el Reino de Nueva-Es- paña, obra muy especial y digna de sus acreditados estudios. Dr. D. Pedro de Recabarren, graduado en Cáno- nes y Leyes en la Universidad de Méjico, Catedrático Id: n. 35. ju^opietario en ella de la de Clementinas, Sagrados Cá- nones y decreto: su Cancelario y Rector, Prebendado de la Santa iglesia metropolitana de dicha corte. Ldo. 1). Simcm de Matos, Canónigo de la Santa iglesia de Ciudad Real, Obispado de Chiapa. Provisor y Vicario general en él. iiimo. Morei. Br. 1). Lorcuzo dc Solís, graduado en Teología en Uy'cateM 1^ ciudad de Méjico, Canónigo de la Catedral de esta núm. 35 de la Isla, Provisor y VicaHo general en Sede vacante de la yac. del Sr. ciudad de Cuba. D. Francisco Molina, Teniente de Cura de la par- roquial mayor de esta ciudad, murió yá presentado á una canongíít de la iglesia de Santo Domingo en la Isla Española. R. P. Fr. José Suarez, Calificador de la Suprema, Maestro del número de su Provincia de Sta. Clara de Montefalco de las Canarias, del Orden de S. Agustín y meritísimo Provincial de ella, varón muy religioso y docto. Reverendo y venerable P. Fr. Manuel de S. Juan Santo Matía. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 501 Bautista, del Orden de Ntra. Sra. del Carmen de la Provincia de Nueva-España, Lector de Vísperas de Teología y de Sagrada Escritura, Prior del Convento de Valladolid, dos veces del de Méjico, Rector del Co- legio de Santa Ana en dicha corte, Deñnidor y Provin- cial de la espresada Provincia en donde murió con grande crédito de virtuoso y ejemplar, según una re- lación firmada de Fr. Miguel de S. José del mismo instituto. R. P. Fr. Pablo de Jesús María, del mismo Orden, Catedrático de Moral en el Colegio de Santo Ángel en la ciudad de Méjico, su Rector y Prior del Conven- to de ella y últimamente Provincial de su Provincia de Nueva-España. El Padre Francisco Rodríguez de Vera, de la Com- pañía de Jesús, Rector del máximo Colegio de S. Pe- dro y S. Pablo de la enunciada corte, en donde leyó con grande crédito todas sus Cátedras y escribió algu- nas obras de Teología moral, aunque no se han im- preso y cuya noticia debo á la ingenuidad del P. Fran- cisco Javier de Melgar, Catedrático de Filosofía y de Vísperas de Teología en el citado Colegio y Rector del de S. Ignacio de la Puebla, nuestro benemérito com- patriota. El R. P. F. José Rodríguez de Sanabria, del Orden de S. Juan de Dios, Prior de su Convento y Hospital de Cartagena de Indias y Comisario general de todos los del nuevo Reino de Granada. Otras muchas personas de letras y virtud que han dado al venerable clero y sagradas religiones esta ciudad, se pudieran añadir; pero se omiten por no ha- cer mas dilatada esta obra. 502 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. CAPITULO XLVIII. De los Ministros togados y otras personas de le- tras, EMPLEADAS EN OFICIOS POLÍTICOS DE HONRA Y CONFIANZA. Dr. D. Juan de Aréchaga y Casas, graduado en Derecho civil en Salamanca, Catedrático de Instituta en ella, Oidor decano y Presidente de Sala de la Real Audiencia de Méjico, Consultor del Santo Oñcio, Con- juez del Tribunal de la Santa Cruzada en dicha Corte, Gobernador del estado de la Nueva-España, Gober- nador y Capitán General de la provincia de Yucatán y Juez de residencia del Escmo. Sr. Vi rey Conde de Paredes. Escribió y dio á la estampa un tratado con el título de Jlréchaga, comentaria juvis civilis: habien- do merecido por esta obra y otros lucidos actos, que tuvo en aquella famosa escuela, el aplauso y estima- ción de muchos de sus principales alumnos, particu- Card.Aguirre lamiente del Eminentísimo Cardenal Sauz Aguirre, in suis lubib. como sc vcrá en el lua:ar que cito. De su integridad v 4. núní loV *^^t)les prendas habla honoríficamente el doctísimo Casf? bedic. Padre Castillo, escritor insigne, al cual remito al Debb''' Zael" ^^^tor. El Ldo. D. Tomás Reciño, estudió y fué graduado en ambos Derechos en la referida Universidad de Sa- lamanca por los años de 1663 y 68: substituyó en ella varias Cátedras, y leyó once veces de oposición á la de Prima, Vísperas, Digesto viejo volumen y Código- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 50á Escribió un tratado Jl qiiibus adqiári, et constituí pos- sunt servitutes: esplicaiido todos los testos concernien- tes á la materia. Fué Alcalde mayor de la villa de Ugijar y Teniente de Corregidor en la ciudad de Gra- nada, Abogado de su Chancillería y de los Reales Con- sejos, Juez de millones en la ciudad de Sevilla, y electo Oidor de la Real Audiencia de Manila. Ldo. D. Martin de Recabarren, colegial del mayor de Sta. María de Todos-Santos en Méjico, Catedrático sustituto de Primado leyes en su Universidad, Oidor de las Reales Audiencias de Panamá y Chile, Corre- gidor y Auditor de guerra y Superintendente del puer- to de la Concepción en el Reino de Chile. Hizc^ cua- tro oposiciones á las primeras Cátedras de dicha Uni- versidad que le eligió su Conciliario. Ldo. ü. Ambrosio de Santaella y Melgarejo, cole- gial Presidente del de los Comendadores de S. Ramón de Méjico, Oidor de la Real Audiencia de Guatemala y Juez de bienes de difuntos en ella: Fiscal del crimen y de lo civil en la de Méjico, últimamente Oidor de Méx. Regocij. ésta. Fué protector del Colegio mayor de Santos en p%- ^32. la Universidad de dicha ciudad y en ella hizo varias oposiciones á las Cátedras de ambos Derechos: escri- bió y dio á la prensa en la de la viuda de Miguel de Rivera una docta alegación sobre cierta causa de in- munidad que cita la biblioteca Mejicana. Ldo. D. Francisco de Castilla Borroto, colegial Eguiara. Bi- Presidente del Colegio de S. Ramón, Rector tres ve- Wio, p. isi y ees del mayor de Todos-Santos, Abogado físcal y M?x.Xgocij. Oidor de la de Manila, sugeto muy acreditado por su pág. 526. literatura é integridad, y celebrado dignamente en la obra que cito. Ldo. D. Francisco Gómez de Algarin, colegial del insigne de S. Ramón, Oidor de la Real Audiencia de Guadal ajara. 504 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. Ldo. D. Juan Apaiicio del Manzano, graduado en • Méjico y Fiscal del Rey en la antedicha. Ldo. D. Gregorio Lazo de la Vega, Teniente de Gobernador y Auditor de guerra de la ciudad y pro- vincia de Cartagena de Indias, Consultor del Santo Oficio que reside en ella, electo Oidor de Quito á don- de no pasó por su muerte. D. Antonio de Alarcon y Ocaña, Corregidor y Jus- ticia mayor y Capitán á guerra de la ciudad de Jaén y después de la de Granada y Superintendente de ella: celebróse su discreción y conducta en un poema impreso en Jaén con motivo de las demostraciones Rimas 26, 29, plausiblcs que ejecuto dicha ciudad en la coronación 36,40. de nifestro católico Rey D. Luis L Ldo. D. Francisco Ramírez de Lescano. graduado en la Universidad de Salamanca, Teniente de Gober- nador y Auditor de guerra de la ciudad de Cartage- na, Consultor del Sto. Oficio, Alcalde mayor de la de Gibraltar y de la villa de Cáceres en los Reinos de España, en donde fué ocupado en varias comisiones por el Supremo Consejo de Castilla, el de Hacienda y Guerra, desempeñándolas todas con gran aprobación, de que se le dieron las gracias. Ldo. D. Dionisio de Quiñones, Abogado de los Reales Consejos, Auditor general de la gente de guer- ra de las armadas de galeones, últimamente de los del cargo de D. Diego de Ibarra. D. Francisco de Mella y Frias, Corregidor de la provincia de Huegotenango y Totonicapa, del Reino de Guatemala. D. Sebastian de Medrano, Corregidor y Capitán á guerra de la ciudad de Tunja en el nuevo Reino de Granada. D. José de Zepeda y Aguilar, Corregidor y Justicia mayor déla provincia de Guarachirí en el del Perú. JOSÉ M. F. DE ARRATE. 505 D. Marcos López de Noroña, Corregidor y Tenien- te de Capitán geneial de la ciudad de Antequera y Valle de Oajaca. D. Antonio López Matozo, Regidor y Contador de menores de la ciudad de la Veracruz, Gobernador y Capitán á guerra de la ciudad y provincia de Tlasca- la que por tiempo de ocho años le ha concedido S. M. D. Juan Valentín de Moya, Tesorero de la Casa de la Contratación de Cádiz, en cuyo empleo acreditó su desinterés y grande aplicación al Real servicio has- ta su muerte. D. José Antonio de Ambulodi y Arrióla, Tesorero de marina del departamento de Alicante. D. Felipe Fernandez Pacheco, Oficial de la Real Hacienda de la ciudad y minas de Pachuga por S. M. é interino de las Reales cajas de Méjico por nombra- miento del Escmo Virey de la Nueva-España. D. Francisco de Ciscara, Caballero de la orden de Santiago, Ministro de la Real Hacienda del puerto de la Veracruz. Dr. D. Juan Vázquez de Hinestrosa, graduado en Medicina en la Universidad de Méjico y Catedrático propietario de la de Vísperas en ella. Dr. D. José Escol)ar y Morales, Catedrático pro- pietario de la de Matemáticas en la misma Universi- dad. Fué graduado de Doctoren Leyes y Medicina y de Bachiller en las demás facultades, porque á su gran talento ninguna fué estraña. Murió año de 1737 y en la Gaceta de dicho año impresa en la oficina de D-' María de Rivera, se le dan los debidos elogios de su acreditada literatura y aciertos. Ldo. 1). Manuel Rodríguez Calvo, colegial del de S. Ramón de la Corte de Méjico y Abogado de su Real Audiencia, hal)iéndose opuesto el año de 1735 á la Canongía doctoral de la Catedral de Manila y sido pre- ToMO 1. 69 506 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. ferido á los demás opositores y propuéstolo á S. M. el Sr. Arzobispo Yiiey en primer lugar, la renunció, que- dándose sólo con este mérito y el honor de su esperi- mentada y relevante suficiencia para otras mayores ocupaciones. Escuso por lo espuesto en el capítulo antecedente añadir en esta clase otros muchos sugetos, que así en el reino de la Nueva-España como en distintas par- tes de este Nuevo Mundo, han ejercido con aproba- ción varios empleos de confianza así de Justicia como de Real Hacienda. CAPITULO XLIX. De los QUE SE HAN OCUPADO EN EL ReAE SERVICIO, EN EJÉRCITOS, ARMADAS Y PLAZAS CON EMPLEOS HONO- RÍFICOS. El Escmo. Sr. D. Francisco Diaz Pimienta, Caba- llero del orden de Santiago, del Consejo de guerra. Señor de Villa-real, Gobernador y Capitán General de la isla de Menorca, Almirante general de la Real Ar- mada, Gobernador general de ella con honores de Ca- pitán general, últimamente Virey de Sicilia, fué hijo Maiiif.infonn. ^'® ^^^^ ciudad couio lo cspuso al Rey Nuestro Señor ymemor.pMit. cl Rüio. R Fi". Bucuaventuta de Salinas, Comisario ]nT^'' ^h ^' general de las provincias de la Nueva-España del lU/, n. lo4. A 1 T o "T' • X orden de &. i^rancisco, que como autor coetáneo y tan grave debe ser atendido mas que alguno que hoy po- JOSÉ M. F. DE ARRA.TE. 507 ne en duda la certidumbre de su naturaleza: las ac- ciones memorables y empresas heroicas de este Gene- ral acreditaron en el orbe su 2;ran conducta, esperien- ., ., ,,, cia, valor y fortuna, las que elogia y ensalza con su pág. 243 coi. delicada agudeza el ingeniosísimo Loi'enzo Gracian. i"" D. Gonzalo Chacón, del urden de Alcántara, Mar- qués de la Peñnola, sirvió en la armada Real y fué Capitán General diversas veces de las flotas y galeo- nes, de cuyos méritos, que supongo muy relevantes, no he podido adquirir individual noticia y sólo tengo la de haber sido natural de esta ciudad, por la aser- ción de los muchos parientes que tiene en ella y otras personas de no menor crédito. El Almirante- D. Luis de Esquivel y Carrillo sir- vi(5 á S. M. en la Real armada cuarenta y ocho años de Alférez, Capitán de infantería, de mar y guerra: de Teniente General de la artillería, y Gohernador de la almiranta de Guipúzcoa: se hallo en los sitios de Lé- rida y Orbitelo, en la recuperación de Barcelona, via- ges á la costa de Portugal y de Cataluña, islas de Ma- llorca, Menorca é Ibiza, en la restauración de la isla de Santa Catalina, en la batalla que nuestra armada y galeras tuvo con la de Francia, en (jue se atribuyó á su valor 3^ disposición no liubiese echado el enemi- go á pique la galera Patrona, en el co-mbate que el dia 22 de Abril del año de 1676 tuvo dicha Real ar- mada en el golfo de Catanea, y el mismo año en el puerto de Palermo y en otras muchas ocasiones con crédito y fama de buen Oficial. D. Diego de Alarcon y Ocaña, Capitán de navio de la Real armada, sirvió á S. M. cuarenta y dos años en ella en el Presidio de Veracruz y ejército de Andalucía con plaza de soldado, Capitán de infante- ría del tercio de la armada de Barlovento y de la di- cha Plaza, Capitán de mar y guerra y Almirante de la 508 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. antedicha, y se halló cu dicho tiempo en hi facción que se intento contra los escoceses en el Darien, en el combate que tuvo la almirante de Barlovento del car- go de D. Guillermo Murj)hy, y de que era Capitán di- cho D. Diego, con dos navios de guerra tranceses, en cuya ocasión cumplid con las obligaciones de su san- gre y euqileo, y lo mismo en la entrada y devoracion del Guarico y toma de Puerto Pe asistiendo á las ba- terías que se le pusieron. En el año de 1701 hallán- dose en España se agregó de Voluntario á una manga que fué á reforzar é incorporarse en el ejército de Andalucía al campo de Buenavista, y el dia 23 de Se- tiembre de dicho año pasó en él á buscar los ingleses y holandeses bajo de sus fuegos, eml)arazándole la aguada de los Cañudos hasta que se logro desalojar- los de Rota y su Castillo; lo que certifico con honrosas espresiones el Marqués de Villadaríasy otros Cabos á cuya vista y bajo de cuyas órdenes sirvió en esta campaña. Coronel de infantería D. Manuel José de Jústiz, sirvió de Cai)itan en la Plaza de Fuenterabia, de Sar- íiento mavor y Castellano del Morro en ésta v de Go- bernador y Capitán General de las provincias de la Florida en virtud de Real cédula fecha en Aranjuez cfi 13 de Abril de 1736. D. José Franco, Capitán de infantería del Regi- miento de Portugal y Coronel del Regimiento de Mi- licias del de Ecija, sirvió muchos años con gran cré- dito en los Reales ejércitos, portándose en todas las funciones con el mayor valor y honra. Coronel de infantería D. Pedro de Zacarías y Vi- lla-Real, Gobernador y Castellano del Presidio de Zamboagan en las islas Filipinas, se ocupo en el Real servicio de las Armadas de aquellos mares de Asia de Capitán de mar y guerra y de Almirante con tal eré- JOSÉ M. F. DE ARRATE. 509 dito de las armas españolas y tenor de las moriscas que hizo su nombre respetado y temido en aquel ar- ehipiélado y costas, como podrá ver el curioso en PTomibia distintos lugares de la ol)ra que cito, y en que se ha- ?;^o]ít ^ p^ sí v cen honrosas memorias de sus empresas. siguiente. Maestre de Campo D. Gaspar de Hinestrosa, Cas- tellano del castillo de León en la provincia de Nica- ragua, lo defendió valerosamente el año de 1694 es- tando sitiado por los franceses. Coronel D. Juan de Dios Valdés. Comandante y Gobernador de la Trinidad de la Guayana, en cuya provincia lia servido á S. M. con mucho honor. Teniente Coronel de infantería D. Luis Chacón, de cuyas ocupaciones he dado noticia en esta obra, pero no de sus servicios, y reservé para este kigar: consta que militó 28 años en la Ai'mada del Océano, Presidio de Cádi/ y ejército de Cataluña con los empleos de Alférez y Capitán de infantería en los tercios del Duque de Monte León y Marqués de Le- ganés, y después con el Capitán de caballos, corazas de la guardia del Capitán General de dicho ejército habiéndose hallado en la entrada que el Duque de. Palma hizo en Rosellon donde le tocó desalojar al enemigo de unos fortines en el reencuentro de Espo- lia, en que quedo herido de un mosquetazo. En el sitio que el francés puso á Puigcerdá, siendo uno de los que valerosamente defendieron la brecha. En el reencuentro de Pon mayor de Gerona y sitio de esta Plaza. En la recuperación de Camj)redon, sitio de Barcelona y en otras muchas funciones en que se desempeñó como animoso, noble y esperimentado Oficial. D. Fernando Chacón. Capitán de fragata de la Real armada, sirvió en ella con el honor que es tan público y se hallo en el combate que con la escuadra 510 LLAVE DEL NUEVO MUNDO. inglesa tuvo la nuestra sobre las costas de Sicilia el año ele 1719. Teniente Coronel de infantería Marqués de San Felipe y Santiago sirvió en esta plaza de Capitán de Milicias, gobernó en Ínterin la Provinciade Cumaná y últimamente en la espedicion destinada á destruir las plantaciones de la Nueva Georgia, se le encargó el comando de las tropas milicianas de esta Plaza, cum- pliendo en esta campaña con sus obligaciones. D. Tibui'cio Diaz Pimienta, Capitán de infantería y Sargento mayor del tercio de la Real arinada, Go- bernador del fuerte de San Antonio de la ciudad de Ebora en Portugal y Corregidor de la de Tunja en el nuevo Reino de Granada: sirvi(5 en la Armada del Océano y ejército de Estremadura, y se halló en el si- tio y toma de Olivenza y Morón en el avance de los fortines, en el sitio de Yelves y toma de Arancliez y Jurameña. Estnvo sitiado en Badajoz y en Ebora mandando dicha fortaleza, y en la batalla que se dio al rebelde sobre Villaviciosa, portándose en todas es- tas ocasiones con la honi'a y valor correspondiente á sus circunstancias. D. Luis de Morales, Capitán de infantería y Sar- gento mayor del Presidio de Manila, Gobernador y Castellano de la fortaleza y puerto de Cabite. D. Lorenzo de Prado y Carbajal, Capitán de infan- tería del tercio viejo de la armada Real y Sargento mayor de esta Plaza, sirvió en Estremadura, Catalu- ña, Gibraltar, Ceuta y Melilla, y se halló en la bata- lla y recuperación de Campredon, y en los avances que se dieron á los moros y socorros que se intenta- ron introducir en los fuertes de la Albarrada y la Can- tera, mostrándose en las referidas funciones con gran espíritu y bizarría, como lo certifican sus Generales. D. Luis de Aguilar y Rojas, Caballero del orden JOSÉ M. F. DE ARRA.TE. 511 de Santiago, habiendo servido en Compañía de Don Juan su hermano, de quien dejo hecha memoria entre los Alcaides de la Fuerza vieja, murió, siendo Capitán de infantería, de un balazo en la batalla de Campre- don con que consumo su mérito. D. Juan Menéndez Márquez, Caballero del mismo Orden, Capitán de infantería y Sargento mayor de es- ta Plaza. D. Félix Chacón se ocupó en el Real servicio ca- torce años y siete meses en el ejército de Cataluña de soldado y de Capitán de infantería en los tercios del Duque de Monte León, de D. Francisco Yicentelo y del Duque de San Pedro, habiéndose hallado sitiado en Puigcerdá y en otras varias funciones. Pasó al Piamonte en donde perdió la vida en la batalla de Ei^tafarda, última prueba de su honor y fineza. D. Juan de Siseara, Ingeniero militar del Reino de Nueva-España é islas Filipinas, Capitán de infantería y Sargento mayor del Presidio de Manila, Teniente del Capitán General en las provincias de Otón y Pa- nal, por sus acreditados servicios y famosas obras de arquitectura militar y civil, le premio S. M. con mer- ced de hábito de una de las órdenes militares, mere- ciendo la insigne fábrica de la capilla de Nuestra Se- Co^-d» DeTcHp ñora del Rosario, que delineo en dicha ciudad de as, exenciones, preeminen- cias, libertades y jurisdicción, (pie por primer funda- dor y mas principal poblador me fueren concedidas por derecho, ley, privilegio ó costumbre. 2o. — Que los treinta pobladores, sus hijos y des- cendientes legítimos sean hijos-dalgos, de solai" cono- cido y personas nobles, así en dicha ciudad como en cualquiera parte de estas Indias y gocen como princi- ])ales pobladores y fundadores, todas las honras y preeminencias que deben haber y gozar tocios los hi- jos-dalgosy Caballeros de Castilla en sus Reinos, según fueros y costumbres de España. 26. — Que me obligo á dar fianzas bastantes dentro de tercero dia de la aprobación de estos capítulos que cumpliré dentro de tres años, con la i)oblacioñ de di- cha ciudad. 27.- Que me obligo á traer couñi'macion de nues- tro Católico [ley y Señor, de la población de dicha ciudad de San Felipe y Santiago, dentro de cinco años, que se han de contar desde el dia que se aprobaren estos pactos, para lo que me pi'esentaré con los autos que se formaren en el Real y Sujjremo Consejo de las Indias. 28. — Que se añade á las dichas condiciones que los dichos treinta solares, en que han de fabricar sus 534 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. casas los dichos treinta poI)ladoi'es, no han de poder ser gravados con censo ni otra pensión por los mismos pobladores, ni por sus herederos, ni sucesores, sino que se han de conservar sin gravamen alguno, así para menoría de sus familias, como para que se conozca ser las treinta casas solariegas de la fundación de esta ciudad de San Felipe y Santiago. 29. — Y se añade para mayor claridad y distinción del capítulo veinte y cuatro de estos pactos, en loque toca á la jurisdicción y potestad que S. M. se sirve con- cederme por sus Reales leyes de Indias, como á primer fundador y mas principal poblador de dicha ciudad de San Felipe y Santiago, y que he de tener la juris- dicción civil y criminal en primera instancia, por los dias de mi vida y de un hijo 6 heredero mió, y asi- mismo he de poder poner Alcaldes ordinarios, Regi- doi'cs y otros Oficiales de Consejo de dicha ciudad, según y conforme se espresa en la ley 11, título V, hbro IV, de dichas leyes de Indias, con lo demás que en ella se contiene. Todas las cuales condiciones y pactos que se con- tienen en estos 29 capítulos, me obligo yo el Capitán D. Juan Nuñez de Castilla, con todos los vínculos y firmezas que son necesarias á cumplir y guardar se- gún su tenor, luego que se me conceda la licencia por el Sr. Gobernador y Capitán General de esta ciudad é Real aproba- Isla i)ara la dicha fundación y población. «He tenido por bien aprobar y confirmar (como por la presente apruebo y confirmo) la referida fun- dación de la nueva ciudad de San Felipe y Santiago, con las calidades y condiciones que van espresadas, escepto la 19 y 25 que trata de la calidad de hijos- dalgos que han de gozar los treinta pobladores y sus descendientes en todos mis dominios, según fueros de estos Reinos; y que se hayan de poder fundar en la Clon. MANUEL MARIANO AGOSTA. 535 referida nueva ciudad tres Conventos de Religiosos y Religiosas, las cuales no se comprenden en esta apro- bación, sino antes bien queden y han de quedar es- cluidas de ellas, por oponerse la primera ala Pragmá- tica establecida en las poblaciones de Indias, donde no hay distintivo de nobleza; y ser la segunda contra lo que tengo mandado sobre que no se admitan nue- vas fundaciones de Conventos; por lo que con ellas descaece el estado temporal, de que pende la manu- tención de las Comunidades eclesiásticas; y asimismo he venido en conceder al referido D. Juan Nuñez de Castilla, dos años mas de término sobre los tres que le están concedidos para (][ue ])ueda concluii" perfec- tamente la -espresada población: por tanto, á mi Go- bernador y Capitán General de la Isla de Cuba y ciu- dad de San Cristóbal de la Habana, al Consejo, Justi- cia y Regimiento de ella, y á otros cualesquiera Jueces y Justicias y demás personas de cualquier es- tado, cahdad y condición que sean, á quienes perte- nezca ó pertenecer pueda el cumplimiento de lo con- tenido en este despaclio, mando lo guarden, cunqDlan y ejecuten, y hagan guardar, cumplir y ejecutar en la forma que va espresada, sin poner ni permitir se pon- ga embarazo, ni impedimento alguno, por ser así mi voluntad. Fecha en Madrir á veinte y nueve de Abril de mil setecientos y trece. — Yo el Rey. — Por mandado del Rey Nuestro Señor. — I). Bernardo Ti- naxero de la Escalera. — Y al pié de dicho Real des- pacho están cinco señales de rubricas. — Corregido con su original que volví á la parte á que me remito, * en el dia de dicho Cabildo. — Miguel Pérez de Velazco, Escribano mayor de Cabildo. Gobei-nantes, •^ los Marqueses, Los gefes que han gobernado principalmente esta sus Tenientes ciudad en lo político, han sido los cuatro Marqueses *^^¿g^^icaídes primeros como Justicias mayores, y agregando los ordinarios. 536 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. tres últimos á esa magistratura las altas preeminen- cias anexas á los títulos y judicaturas de Adelantados y Señores de vasallos a perpetuidad, que les concedió nuestra Corte y que poseyeron y usaron hasta la es- tincion de los indicados Señoríos. Sin embargo de tantas prerogativas, fuei'os y dig- nidades, limitaban voluntariamente sus actos en im- perio á confirmar cada año las elecciones concejiles, mediante las honoríficas delegaciones de potestad que las leyes y el Soberano les hablan transmitido, y á mantener constantemente la paz y el orden de su distrito. No deja con todo de parecer injusto y peli- groso tanto engrandecimiento; pero es cierto por otra parte que la política de nuestro Gabinete se veia en el caso de recompensar con pomposos dictados los es- ftierzos de los particulares, para que coadyuvasen á aumentar la población nacional con grandes auxilios pecuniarios, y que la sabiduría de nuestras leyes coar- to á la primera instancia en los juicios los derechos jurisdiccionales de los fundadores de pueblos, pero es cierto igualmente que lejos de abusar de su mando, fueron los Marqueses de San Felipe y Santiago mas bien padres que señores de sus vasallos. Sus Tenientes de justicia mayor, que tenían el go- bierno en sus ausencias y enfermedades, observaron el mismo espíritu de moderación y bondad, y por úl- timo gobernái'on también en sus respectivos años los Alcaldes ordinarios cuya nomina cronológica se pon- drá en su debido lugar. Y como nuestra gratitud debe manifestarse en obsequio de los beneméritos fundadores de este Mu- nicipio, que aunque en un pequeño teatro han desem- peñado pública y decorosamente el primer papel, daremos sobre cada uñólas cortas noticias que hemos podido adquirir de su carácter ypíiblicas operaciones, MANUEL MARIANO AGOSTA. 537 pues aunque no se hayan hecho memorables por ha- her destruido Reinos y Provincias, son dignos de elo- gio en la historia de este pueblo y tendrán siempi'e á los ojos del pensador filantrópico el mérito sin tacha de haber sido creadores benévolos v no verduo^os de sus semejantes. El Capitán D. Juan Nuñez de Castilla, rico hacen- ,t / . ' Marques pn- dado de la Habana y dueño del territorio del Bejucal mero. plantifico á instancias del lllmo. Sr. Obispo 1). Fray Gerónimo Valdés la ciudad sufragánea de San Felipe y Santiago en el año de 1711 y siguientes, y por el mismo hecho la gobernó en calidad de Justicia ma- yor, mediante los privilegios concedidos por nuestras leyes y gobierno, al primero y mas principal funda- dor de alguna ciudad ó villa. Le hizo el Sr. D. Feli- pe V la gracia de Gentil-hombre de la Real cámara, y le confirió posteriormente la dignidad de Marqués con el título de S. Felipe y Santiago en 1713. Este caballero, fundador de una ciudad y tronco de su respetal)le familia, que ilustró, reunia las cuali- dades sobresalientes, que distinguen en el público á un ciudadano digno de aprecio. Su laboriosidad y sensata honradez fué el cimiento de su fortuna y pio- gresos; y es una prueba de esto que dando cuenta de su visita al Sr. 1). Felipe V el ilustre Prelado que se cita arriba, y que promovió esta población, le dice á S. M. «que la habia ejecutado con gran celo el sobre- ' «dicho Capitán.» En este grave y benemérito individuo hasta la belleza personal, era una recomendación, de que no carecía aunque en las actas Capitulares quedan vesti- gios de haberle hecho errar el celo mismo de la paz pública. Fué casado con la Sra. D^ Rosa Pérez de los Reyes, natural de Islas Canarias y hermana del pri- mer Cura de esta ciudad á quien nombró para este Tojio I. 73 538 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. Beneficio el dicho Marqués. Murió éste el año de 1725 dejando un solo hijo. Marqués se- En el mismo año de 1725 tomó posesión del Mar- gundo. quesado y de los empleos de Adelantado justicia ma- yor el Sr. D. Juan José Nuñez de Castilla del Casti- llo, Teniente Coronel de infantería, Gentil-hombre de la Real cámara; y en Real cédula de 19 de Mayo de 1730 le fué concedido á perpetuidad el Señorío de vasallos. Hizo este personage en su época una figura muy brillante, y prescindiendo de los leves defectos que como hombre tenia, es preciso convenir en que era discreto, honrado y afable en su trato. Poseyó cuan- tiosas riquezas que aumentó con juicio, y de que usa- ba noblemente. Hizo importantes servicios pecunia- rios al Estado: formó la primer calzada que hubo en la ciénaga de Batabanó. Tuvo y conservó siempre una música completa de esclavos suyos: fabricó el grande y hermoso palacio señorial de esta ciudad, y su estremo y benéfico agasajo atrajo, fijó y aumentó los pobladores de esta jurisdicción y de esta ciudad, cuyos pobres le lloraron como aun padre lleno de me- recimientos cuando partió á España, donde murió en 1758. Fué casado con la Sra. D^ Antonia Sucre, de cuyo matrimonio quedo una larga prole. Marqués ter- En 1759 touió poscsiou de las investiduras y del ^^^'^- mayorazgo de su casa el Sr. D. Juan Francisco Nu- ñez Castilla del Castillo y Sucre, Capitán de infantería. Habíase casado con la Sra. D^ Juana de Molina, que le sobrevivió, y su gobierno duró solo hasta el subse- cuente año en que falleció dejando niño á su hijo y sucesor del Marquesado. Marqués cuar- Eu 1779 sc instaló CU el estado y prerogativas de *^- su difunto padre, el Escmo. Sr. D. Juan Clemente Nuñez Castilla del Castillo y Molina, Gentil-hombre MANUEL MARIANO AGOSTA. 539 de cámara con entrada, y en 1806 fué creado Grande de España con el título de Conde del Castillo, por merced que le hizo nuestro augusto monarca el Sr. D. Carlos IV en atención á los i-elevantes méritos y servicios suyos y de sus mayores, á la Corona. Este personaje no desmintió en su carácter per- sonal la heredada dignidad y nobleza de sus antepasa- dos hacia este pueblo: sino que estaba unida en él al talento, á la instrucción y á un vasto y profundo co- nocimiento del mundo. Poseia esa elocuencia fácil que proviene de discernir con rapidez y claridad las ideas, y que se perfecciona en el trato de las gentes, en la lectura de obras clásicas y en los viages entre naciones sabias. Hablaba con la última perfección nuestro idioma, el francés y el inglés, y no le era es- trangero el latino. Hizo dos dilatados viages á Eu- ropa; y Madrid, París y Londres fueron sus delicias porque eran su natural elemento. Llego á un grado muy alto de opulencia y de tim- bres, y pocas veces se habrá visto un hombre tan igual en sus diferentes situaciones, ni cuyo comercio lleno de atractivos y de dulzura, presentase al mismo tiempo la mas selecta y considerable insti'uccion, mezclada de un candor é ingenuidad inconcebibles. Fué de un natural tan benigno, que sus deudores po- bres le pagaban si querían; y en los dos horribles fue- gos que redujeron á cenizas la mitad de este pueblo el año de 1802, fran(|ueó su bolsa, su palacio y las maderas de sus montes á todo el mundo: y regaló seis mil pesos en tejas para que los pobres reedifica- ran con ellas sus techos y en esta pública calamidad, él, su esposa y sus hijos fueron el amparo y el refugio del triste y desolado vecindario. Fué su consorte la Escma. Sra. D^ María Ignacia de Contreras y Jústiz, de cuyo matrimonio existen 540 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL- tres hijos. Durante la virla de dicho señor se estiii- giiiéron eii los dominios españoles los Señoríos de va- sallos en 1811, y como estaha S. E. en Europa desde 1804, gobernó desde esta fecha en calidad de Tenien- te suyo, su hijo el quinto Marqués. Quinto Mar- El Escclentísimo 8r. D. Juan Fi'ancisco Nuñez qués actual. Castilla del Castillo y Contreras, Marqués de San Felipe y Santiago, Conde del Castillo, Brigadier de los Reales ejércitos, Coronel del Regimiento infan- tería de Cuba &c., gobernó, según se ha dicho, co- mo Teniente de su padre esta ciudad y su jurisdic- ción desde el año de 1804, en que fué á Europa su antecesor, hasta el de 1811 en que se abolieron los Señoríos. Noticia de los jy^^^^ g| ,^-^^ ^^^ j^jg ^^^^^.^ ^^^ ^^ ^gu g,j q^^^ ^^ Tenientes de - ^ i r^ t ^^ i i • i i • • t • justicia mayor, comunico al Cabildo la separación de la jurisdicción mayor y presidencia, por la resolución del Congreso nacional el antepuesto año, ha hal)ido en esta ciudad trece Tenientes de justicia inayoi- puestos poi' los se- ñores Marqueses de este título. Alcaldes ordi- ^^ celebro el primer Cabildo en 9 de Mavo de 1714, y en él se hicieron las primeras elecciones de Alcaldes ordinarios, de la Santa Hermandad, Síndico procurador del Común y demás Oíiciales subalternos; estando de antemano nombrados los seis Regidores por el Sr. Marqués, como fundador y mas principal [)oblador, conforme á la ley. Desde aquel año hasta el de 1718, se celebraron todos los años nuevas elec- ciones. En 1719, fueron electos, pero no confirma- dos, Domingo Ramos y Carlos Méndez: hablan pre- cedido inquietudes y disturbios por las muchas Auto- ridades y el genio discolo de una de ellas; y para evitar estos inconvenientes nombro el Sr. Marqués el primer Teniente de justicia mayor, suprimiendo las demás Justicias: estubo el Cabildo sin elegir Alcaldes nanos. MANUEL MARIANO AGOSTA. 541 los años de 1719 y 20; y en 1721 en Agosto, se eligió únicamente á Domingo Rodrigue/. Desde 1722 liasta 1746, continuai'on sin interrup- ción las elecciones todos los años. Hecha y confir- mada la elección en 1.° de Enero de 1746, aparece en el acuerdo que se sigue, que es el de las elecciones de 1747. el Regidor Depositario general 1). Francisco Rodríguez, titulándole el acta Alcalde ordinario sin constar por que motivo dejó de serlo D. Lúeas Pérez. En este Cabildo, tomo I*?, fólio 88, se hace men- ción del poco respeto y reparo que tuvo al Ayunta- miento Ü. Bernabé Diaz y demás parientes y deudos suyos, menospreciando empleos subalternos que les dio; pero ni está un acuerdo antecedente á que se contrae, ni estas noticias se hallan sino dispersas en otras sesiones. Desde 1747 hasta 1830, han continuando sin in- teiru[)CÍon las elecciones en cada año. Nota. — Que antes del año de 1722 el territorio Curas vicarios del Bejucal estaba comprendido en la área asignada JJ¡¿^^i^ g^^e- al Beneficio cui'ado de Santiago, cuyo ministro ecle- lipe y Santia- siástico en 1719 era D. Antonio Veloso: era entonces ^^ % ^" ^*^^^" también Cura de Batabano D. Ignacio de Fuentes, y se dice en el Cabildo nl)ierto celebrado en 15 de Mayo del antedicho año, que era Cai)eHan de esta Santa Iglesia el citado Presbítero Fuentes, que concurrid al referido Ayuntamiento con el Cura Veloso, llamados pai'a consultarles sobre la absoluta sus[)ension de Al- caldías. Véase tomo 1*^ de actas Capitulares, páginas 16 vuelta y siguientes. Hubo aquí una ermita 6 Capilla mientras se- fabricaban la iglesia y el pueblo, y poi' una tradi- ción oral se sabe que ya el Cura de Santiago y ya el de Batabano celebraban en ella la misa al ve- cindario de la nueva ciudad y á los vegueros del con- 542 ftl.EMORlA SOBRE EL BEJUCAL. torno, inclusos los inmediatos de Santiago que eran confeligreses. Colocación Concluída aquí la iglesia se coloco en ella el San- (lel Santísimo ^^gjj^^^j Sacramento el año de 1722 y erigido entonces año de 1722. Canónicamente el Benencio curado, nombro el Mar- qués primero Párroco á su hermano político por el privilegio que la ley dispensa á los fundadores de pue- blos. Así pues, en lo Eclesiástico han tenido la di- rección y el gobierno, según consta de los archivos, los beneméritos Curas Vicarios siguientes: Cnras Vicarios. ^1 Presbítero D. Francisco Pérez de los Reyes, desde la fundación de este Beneticio hasta el año de 1745 en (pie falleció, y obtuvo este ministerio. El Cura Vicario Juez Eclesiástico Dr. D. Dionisio Manrique, desde el año de 1746 hasta el de su muerte sucedida en 1784. Este íntegro y literato ministi'o en el largo intervalo de 44 años, que como Coadjutor y como propietario fué Cura de esta parroquia, hizo el culto con celo y esplendor, y dejó en el anti- guo Hospital, y en los impuestos con que lo dotó, apreciables recuerdos de su eficaz y generosa cari- dad. Fué un hombre generalmente querido y respe- tado. Sucedióle en el Curato y Vicaría, el Presbítero D. Andrés Travieso, natural de esta ciudad, sugeto estimable por lo bondoso de su carácter. Sirvió el Beneficio desde el año de 1784 hasta el de 1806, en que falleció. Ocupó su lugar en seguidas el Licenciado D. An- drés Cáscales; y por renuncia de éste en 1812, entró á ejercer los mismos ministerios el Presbítero D. Ra- fael Campos, hasta su fallecimiento en 1822. Y desde entonces hasta el presente es Cura Vica- rio y Juez Eclesiástico el Dr. D. Antonio Pérez de Guzman, que secularizó, siendo antes Religioso domí- Manuel Mariano agosta. 543 nico, donde habia sido Catedrático de Filosofía y Teo- logía. Es natural de esta ciudad. El año de 1754 se erigid la Sacristía mayor de es- Sacristanes ta parroquia; y obtuvo este Beneficio el Presbítero ^^y^^'^^- D. Marcos Diaz de Aguiar, hasta el año de 1779 en que murió. Sirviólo después en 1780 el Presbítero Bachiller D. Juan de la Cruz del Castillo hasta el año de 1805 en que falleció. Fué después Sacristán mayor el Licenciado Uon Andrés Cáscales, con Cura de almas, quien en la va- cante del Curato, por tnuerte del Beneficiado D. An- drés Travieso, ganó por oposición el mismo Beneficio en 1807, y pasó á administrarlo. Y desde el citado año de 1807 hasta el presente es Sacristán mayor con Cura de almas el Pbro. D. Pedro Ignacio de Acosta, y este ííltimo y el primero que sirvió la Sacristía mayor, son ambos pilongos de es- ta parroquia. Desde 1769 hasta el presente ha habido en esta Administra- ciudad siete Administradores de Real Hacienda, cuyos clon de Real nombres no se incluyen lo mismo que lo de los Al- ^''^^^®^^^^''^- caldes por evitar proligidad. Hay un oficio público de Cabildo y Guerra creado Escribanía. el año de 1803 y que sirve actualmente en calidad de Escribano, el Dr. I). José de la Luz Pórtela. La estafeta de Correos se estableció el año de 1814 Estafeta, y fué su primer Administradoi- el de Real Hacienda D. Francisco José García. Posteriormente en 1818 lo fué ü. José Antonio Cabrera; y desde 18241o es D. Isidro González. Hay una Compañía de caballería de Voluntarios Voluntarios Realistas de Fernando YH con una fuerza efectiva de ^^^''^^istas. 72 plazas, cuyo Capitán es el Regidor Alcalde provin- cial D. Andrés Pérez de Abreu, y existe un número 544 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. muy sobrante de jóvenes para poderse formar otra de infantería que guarneciera el pueblo cuando saliese la de caballería. Sobre estable- Yué edificada la iglesia parroquial de San Felipe ÍXas°— liíe^ y Santiago á espénsas del primer Mai'qués de este tí- sia. "^ tulo, y consecuente á la espresa oferta en su compro- miso con nuestro Soberano que lo acepto, remunerán- dole con con honras y dignidades. Son actualmente ministros de esta parroquia' un Cura Vicario y un Sacristán mayor, con los acólitos y dependientes necesarios. El edificio es bastante capaz, y se compone de una nave principal, dos medias ó capillas, con su ba- tisterio, sacristía, diez altares y una torre de muy re- gular arquitectura: está situada medio á medio del fondo al E., de un cuadrado 6 manzana que solo tiene esta fábrica, y lo demás es una plaza, cuya exacta cua- dratura laforma un ancho cimiento de cantería labrada á escuadra, tirado á cordel y encajonado en el terre- no, cuyo fuerte y bien marcado cordón está una cuar- ta mas alto que las calles contiguas; y habiendo sobre éste en las esquinas y en los puntos que forman los huecos de las tres entradas, que van á las tres puer- tas de la iglesia, primorosas pilastras labradas con delicado gusto por las hábiles y desinteresadas manos del caballero Síndico D. Félix del Rey y Urrutia. La plaza está terraplenada y con grama de la Bermuda en todo su interior, y la circunstancia oportuna de que haga frente á la fachada del templo el grande y antiguo palacio de los Marqueses que ocupa con su jardin la inmediata manzana al O.: da á este punto de la ciudad un aire magestuoso tan agradable, como serio. Es reciente este simétrico adorno, y así por su solidez y belleza es digno de celebrarse; pero aun lo es mas por la inalterable constancia y la patriótica Manuel Mariano agosta. 545 actividad con que lo ha realizado casi de su sólo pe- culio, el modesto y benéfico Alcalde D. Rafael Gonza^ lez Godines. ¡Sea, pues, permitido elogiar aun du- rante su vida á los hombres que se emplean con ardor y noble generosidad en obsequio de la Madre patria! Debe añadirse aun que el culto divino se hace en esta parroquia con notable religiosidad y decencia y que su piadoso vecindario ha instituido frecuentes y magníficas fiestas, para cuyas ocasiones la ha jjresen- tado ricas alhajas y costosos adornos. Al fin del ejido al O. hay un Cementerio, cerrado Cementerio, con paredes de manipostería y portón con llave: obra titil y bien calculada, dispuesta por nuestro Ilustrísi- mo 13iocesano el Sr. Espada en la primera visita de su Obispado. Hízolo construir el Cura Vicario Don Andrés Travieso. Existe una Aichicofradía del Santísimo Sacramen- Cofradía del to instituida el año de 1726 y cuyo número de her- ^^"^'^í"^^^- manos de ambos sexos asciende á 204. En 1776 mandó edificar el primero que hubo el Hospital. íllmo. Sr. Morell de Santa Cruz, dignísimo Obispo en aquella época, y se hizo la fábrica de niucha capaci- dad con todos los compartimientos necesarios, y sin faltarle requisito a el ajuar y servidumbre interna. La ardiente y i)iadosa caridad del Cura Manrique, no limitó á esto sólo su beneficencia, organizándolo sino que por su fallecimiento le dejo parte de los impues- tos que tiene; i)ero este grande hospital de manipos- tería era de paja su techo y estaba en medio de la población. Estos inconvenientes movieron á el actual Escmo. Hospital nu^- Sr. Obispo l)r. D. Juan José Diazde Espada y Lauda, ^^" á mandarlo edificar de teja á Sotavento de ¡a pobla- ción, donde sirve para el amparo de los enfermos po- ToMo 1. 74 546 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. bres de ella. Se hizo la fábrica por un diseño artístico de un ingeniero, y es obra considerable por su tama- ño, solida construcción y arreglado servicio interior; operaciones que desempeño y desempeña su actual Mayordomo que lo es el Cura Vicario Dr. D. Antonio Pérez de Guzman. Tiene este Hospital 6.650 pesos de capitales impuestos á censo á favor suyo, de los cuales la mayor parte le lego la benemérita Señora Doña Dolores Nuñez del Castillo y Molina, y asciende por lo regular su renta á 753 pesos anuales. Casa de Ca- La casa de Cabildo y Cárcel es un mismo edificio cei/ ' ^' ^"^ ^" ^1 pi^^ ^Ito tiene la sala de Ayuntamiento con su dosel y el retrato de nuestro augusto monarca Don Fernando VII con los demás adherentes en buen es- tado para las sesiones concejiles, cuya guarda y aseo está cometida al mismo portero de Cabildo. Y en el piso bajo se hallan á un lado las estancias de los presos y la Capilla, y al otro la sala de visitas con su bufete, sillas &c. y la habitación del Alcaide, todo esto con mucha propiedad y hay establecidas en ¡)ráctica escelentes medidas reglamentarias para el sustento, limpieza, orden y seguridad de los encar- celados. El fondo de Propios, algunos otros arbitrios y los Capitulares en diputaciones por turno, sos- tienen estos establecimientos municipales. Este edi- ficio es fuerte y tiene su fachada al E., y en frente de la Plaza de Armas, cuya localidad le proporciona la útil ventaja de que lo l)añen las brisas reinantes en las estaciones calorosas, cosa de la primera impor- tancia para la salud de los presos. Se hizo esta fábrica en dos épocas diferentes, sien- do la Cárcel obra dispuesta por el Cabildo, y que diri- gió el Regidor fiel Ejecutor D. Andrés de Acosta y el Licenciado D. Lorenzo González; y que se concluyó MANUEL MARIANO AGOSTA. 547 el año de 1794 segiin una inserí |jcion que existe so- bre su puerta principal. Hay además al costado de esta misma Cárcel y en Fábrica her- contacto con ella, otra á la cual solo le falta el techo, "í^'?^ ^^" ^^.'^" 1 . . . ^ 1 i' r 1 1 . , ' ^'"11' propia la que se prmcqjio cuando lue cabeza de partido esta para cuartel. ciudad, y la triplicada concurrencia de los presos de unajurisdiccion nueva, hacía necesario el aumento del local entonces. Faltó ya este motivo y estos fuertes y hermosos muros de cantería, que no solo forman el cajón de la casa, sino que se estienden á cerrar un patio muy considerable, pudieran con poco costo ser- vir para cuartel de los Sargentos y Cabos veteranos, que enseñan el ejercicio á tres Compañías de caba- llería de Fernando Vil, de ésta y de las inmediatas jurisdicciones, y asimismo para los Dragones estacio- narios que se relevan en los partes de Batabanó, lo que sería un grande alivio para los escasos Propios de este Municipio, y una especie de casa fuerte para cualquier evento desgraciado. Débese tanto la fábrica alta donde se celebran los Ayuntamientos actuales, cuanto este abandonado edi- ficio, al celo, á la eficacia y á las felices combinacio- nes del difunto Br. D. Rafael Antonio de la Maza. Este hábil Médico y Jurisconsulto, sin gravar al pú- blico, creó medios los mas plausibles para subvenir á unas empresas que no estaban en propoi'cion con su poder, y que le darán un lugar distinguido en los fastos de nuestro pueblo, donde han hecho igual falta sus talentos y su patriotismo. Hay una escuela de primeras letras en esta ciudad Escuela de que tiene de renta fija en diversos impuestos 438 pe- [jf^^^^"^^^^ sos, de los capitales legados para este objeto por la digna y benéfica Señora Doña Juana Nuñez del Cas- tillo y Molina, en la cláusula 18 de su testamento, y este establecimiento posee ademas una cómoda casa le- 548 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. de mampüsteria y teja, con las habitaciones interiores precisas, pozo fértil, muros &c. estando bien ventila- da, y en el centro de la población. Compróla el Ca- bildo para este destino y está bajo su protección inmediata. A los señores Marqueses de este título dejó la Señora fundadora la elección del Maesti'O, y este lo es con el cargo de enseñar gratis los niños po- bres que se le presenten con papeleta del Alcalde presidente, en que conste la insolvencia del alumno, conforme al acuerdo tenido sobre esta materia. Se enseñan actualmente en ella cincuenta niños, cuya instrucción en los rudimentos religiosos y civiles son muy satisfactorios. Es el actual preceptor el Pbro. ü. Fi-ancisco Echezábal, cuyo carácter, sobresaliente aptitud y adecuados métodos de enseñanza nada dejan que apetecer. Junta de va- gg instaló y subsistc uua Junta de vacuna que en cuna. ^.^1^ ^^1 g^.^ Maza llegó á desterrar y aun olvidarse la viruela natural y sus estragos. Acueducto. Couio los dcsmoutes sucesivos fueron privando de su primera humedad á los tei'renos, resultó que á los 50 6 60 años de establecida la población, se empez(5 á hacer sensible en ella la falta de agua en los fines de las secas. El rio que corre por la garganta y pié de su sierra, y que tiene pequeños sumideros en su cause, no lejos del pueblo, se fué sucesivamente este- rilizando en la débil corriente que conservaba parte de la seca; y el vasto receptáculo de sus aguas en el parage titulado el Charcon, desmejoraba mucho la calidad de ellas, cuando el dicho rio cesaba de correr. Para remediar tan alarmante carencia proyectaron los Sres. Marqueses el acueducto que existe en la loma mas inmediata á la ciudad, y mediante la gran escavacion y demás trabajos hidráulicos, que dirigió D. N. Padilla, corre un hilo de buena agua á un de- MANUEL MARIANO AGOSTA. 549 pósito que se denomina el Pocito, donde el público la estrae para su surtimiento. Mas no siendo l)astante para todo el abasto de la V^':^^ /J°^°^ ciudad, y siendo escelente la del inmediato pozo de ^H^ ^'^^' "^"' D. Lázaro de la Paz, comenzó el público en las esca- ceses á proveerse de ella; y este honrado vecino tuvo la generosidad de ceder gratuitamente su memorado pozo, que es por su abundancia, por estar en las gote- ras del pueblo y por su salubridad y delicadeza un bien de inestimable precio. Hay á un cuarto de legua, al Oeste del pié de la sierra, otro ojo de agua ó fuente perenne, que titulan Cacaluial, cuyas calidades son como las del anteceden- te: otro manantial en el ingenio demolido Sta. Rosa, que provee á aquellas inmediaciones, y por último tanto en el pueblo como en toda la jurisdicción se han abierto tantos pozos y construidos tantos aljibes, que nada hay tan de sobra en el dia como el agua. Tiene esta población una cantera de piedra para Cantera. fabricar, que reúne cuantas conveniencias son apete- cibles: se halla en la loma mas cercana á ella, es decir, que distará cinco ó seis cuadras de sus primeras casas. La piedra en su banco es de tal blandura que se asier- ra fácilmente: es blanca de color, y aplomada en la intemperie donde se endurece de modo, que de ella se ha hecho la iglesia, el palacio, la casa de Cabildo, el hospital, los recientes adoi'nos de la plaza parro- quial y todas las casas principales del pueblo. Como admite el pulimento que se le quiere dar, ha servido igualmente para formar estatuas y grandes canoas para tanques de agua. Nada es inútil en esta opor- tuna cantera, pues hasta su polvo y pequeño ripio es escelente para echar los mas bellos y duros suelos Laííicilidad con que se estrae la piedra, hizo pen- Homo para sar al Cabildo en hacer allí un horno para quemarla ^^ ' 550 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. y que quedara á beneficio del público; y el que existe con este objeto, está trabajando con la última peifec- cion y solidez, teniendo las mayores dimensiones de que es susceptible esa obra. Sóbrelas ocn- Ksie puel)lo fué agricuItoT desde su estal)lecimien- dustriSes.— to. Eli lo autiguo las siembras de tabaco foi'maban Agricultores, el principal i'amo de su industria, sin desatender en los predios rurales el hacei* conjuntamente el cultivo del maíz, arroz, las yucas de que usaban como vianda, y como pan en tortas de casabe, plátanos, boniatos, ñames y demás frutos fai'ináceos ó de olla vulgar, é impropiamente llamados viandas, y (pie con las car- nes y lacticinios constituian la suma casi única de los alimentos en aquella era. La pobreza y la ardiente influencia del clima, biciéron frugales y sobrios á nues- tros antepasados, y que no olvidaran el plantío de árboles fructíferos, con particularidad los refrigeran- tes; y la misma necesidad y conveniencia el que se dedicaran con esmero á la cria de reses vacunas, bes- tias caballares y aves domésticas. Estos útiles ele- mentos de la casa rústica que se entreayudan, tuvie- ron desde el principio la constante atención que se merecen, por los provechos que de ellos redundan; mas es de apuntarse el empeño con que generalmen- Grande afición te se dedicaron á criar y mantener hermosos caballos en ntros. cam- j ^ ^ o *. • i • t. pos áios ca- "^ paso, boii uucstros campcsinos buenos ginetes baiios. por naturaleza: aman la equitación por gusto y por necesidad, y es el primer objeto de su lujo un caballo airoso, grueso, de mucho brio y muy veloz en su mar- cha. Así es que se han refinado y hecho comunes las buenas razas; con todo, merecen también bastan- te estimación los caballos ordinarios que corren con gran ligereza, porque ayudan mucho en el manejo de las reses vacunas, y porque en las carreras públicas de los patos, por San Juan, suelen conseguir á sus gi- MANUEL MARIANO ACOSTA. 551 netes lisonjeros aplausos de la inuchedumbre y afec- tuosas preferencias de nuestras jóvenes labradoras. Mas la principal ocupación de nuestro antiguo ve- Tabaco. cindario era, como se ha dicho, la siembra y el cultivo del tabaco, en vegas. Cuando se habían completado en él todas las maniobras que necesita, era llevado por los cosecheros á la Real Factoría donde por calidades y peso se compraba por cuenta del Rey; habiendo precios establecidos con tal equidad, que era recípro- camente el contrato, como lo ha hecho ver después la esperiencia. No ha sido posible hallar datos de las sumas efectivas, que esta jurisdicción recibia cada año de su precioso fruto; pero su prosperidad progresiva y el rápido aumento de la población de su vecinda- rio, son garantes seguros de que la utilidad era sufi- ciente y muy general. Este feliz cultivo pone en útil y lucroso movimiento hasta las débiles manos de los niños; basta para hacerlo un corto terreno: no necesi- ta costosas anticipaciones de ninguna clase: estaba asegurada con fijeza y utilidad su venta, y apenas puede encontrarse un taller mas propio para formar hombres fuertes y dilatadas familias. Un medio siglo continuó sin alteración esta ruti- na en nuestros campos, y en este período se vieron poblados de robustos, sencillos y honrados labradores, casi todos de origen europeo. La paz en su sociedad, el candor en las costumbres y la laboriosidad en sus faenas eran el distintivo de aquella época, en que una pobreza cómoda y activa no habia dejado lugar á las irrefigiosas doctrinas de la licencia, para que desme- jorasen las respetables y antiguas costumbres. No han podido encontrarse padrones de aquellos tiempos; pero el vecindario era ya numeroso en 173G, puesto que en ese año y en el de 1737 fueron Alcal- des los Capitanes D. Miguel Rodríguez y D. Juan 552 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. Francisco Etor que lo eran de dos Compañías de 50 hombres cada una, es decir, á los 22 años de princi- piada la población; y pocos antes del de 1762 ha- l)ia tres Compañías de milicias de infantería, siendo Capitán de la última D. Manuel Jiménez de Yaldes- pino, las cuales quedaron disueltas cuando se puso en planta el reglamento, que estableció el Sr. Conde de 0-Reilly. Cambio de j],^ ggj^g iutérvalo mismo de tiempo concurrieron nuestra indus- .i,^ . f •• i tria. Simultáneamente diversas variaciones poderosas, que cambiaron el aspecto de la industria y agricultura de este distrito. Después de la invasión inglesa del año de 1762 tomó un vuelo rápido el comercio y la pobla- cio de esta Isla, y su tabaco que empezaba á cultivar- se al O. de ella, en las márgenes de sus numerosos rios, adquirió tal celebridad en la Península, y acre- ditado por la moda y por su aroma en las naciones estrangeras, que su gran espendio en la Europa pobló repentinamente todas las famosas vegas de la Vuelta- Abajo; y como su superioridades demasiado palpable, la desventaja en la venta desalentó á los cosecheros de los partidos cercanos, que con mucho mas trabajo, en tierras semilladas de yerba, recogian menores co- sechas é inferior fruto. Los desmontes por otra parte privando de su abo- no y humedad á los terrenos, les cercenaron mucho de su vigor primitivo, y en su degradación nacieron los arbustos y plantas gramíneas que cubren hoy nues- tras dehesas ó potreros, y que nutren con sus jugos á nuestros ganados. Estas ocurrencias y el haberse en- tonces introducido en las mesas el lujo general de las carnes cebadas, hicieron cambiar el plan agrícola de los primeros pol)ladores. El maíz, arroz, viandas, animales, aves caseras y otros pequeños ingresos no dejaban y no dejan en el ¡MANUEL MARIANO AGOSTA. 553 dia de formar en el consumo interior y de la capital un ramo muy fuerte de comercio ventajoso para este distrito, aunque difícil de calcularse; pero habiendo cesado el producto del tabaco, hallándose abatido los montes, empastadas las tierras, y siendo por otra par- te inmenso el consumo de carnes frescas cebadas en la populosa Habana y en su concurrido puerto, ocur- rió desde luego aquí á los propietarios cercar y divi- dir con fuertes paredes de piedra seca 6 de piñones casi todos sus fundos, con la idea de engordar reses vacunas, pues tenian la certeza de ganar diez duros en cada una de ellas, en 6 íi 8 meses, y establecer al propio tiempo hermosas crias de cochinos de Otayti (conocidos en razón de su figura por gallegos) y tam- bién algunos terneros y potros finos. De esta suerte, mezclando la ganadería á la la- branza, se han multiplicado los beneficios en el tama- ño, que el bienestar y aun el lujo se encuentran en donde quiera, y hasta las familias mas infelices tienen bueyes, vacas, cal)allos, yeguas, cerdos, aves de todas especies, útiles de labranza, y es muy raro el sitio donde no haya negra esclava por lo menos, y algunos negritos. Ayuda por donde quiera la fertilidad de la tierra, se vive en ellas sin miseria, y los labradores son tanto mas ricos, cuanto mas hijos varones tienen. Los jóvenes blancos agricultores entienden perfecta- Aptitud de ios mente las labores campesinas en todas sus ramifica- j^^^p"es cam- ciones. Con igual inteligencia hacen las cosechas, P®^'"'''^- que una cobija, y que domar, y enseñar sus bueyes y caballos; lo mismo manejan el arado, la azada y el cortante calabozo, que cargan y conducen una carre- ta y una arria. En general son vivos, fuertes, ani- mosos y bien dispuestos: hechos desde la niñez á una vida dura y laboriosa, miran con igual indiferencia los estreñios de las estaciones conti-arias. Los neo;ros ^^'^'^^'^^V '^*-' Tomo I. los lie OTOS. 554 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. son muy fuertes en los trabajos rústicos, singular- mente en los grandes calores; pero jamas igualan á cualquier mozo blanco en la aptitud, maestría y uni- versalidad de operaciones, que éstos ejecutan con há- bil desembarazo y prontitud. Tratan con imperioso desden á dichos negros, y tienen casi todos un mache- te con cabo de plata y espuelas del mismo metal, y como prenda indefectible un hermoso caballo que montan con aire y orgullo el Domingo para irá misa, y á ver á sus pretendidas, aunque tal vez el resto de la semana le sirvan ellos como á un amo. Mas volviendo al anterior asunto, debe decirse que el método adoptado actualmente es sin duda en el que rinden estas pequeñas fincas el lucro mas alto y mas seguro: es admirable ver el tino, y la inteligen- cia con que el mas rústico de los colonos adecúa á su terreno, situación, fuerzas y circunstancias el plan de sus operaciones. Es incuestionable que este corto territorio ha uni- do á sus ventajas naturales la de la inmediación á la Habana, cuyo inmenso comercio ha dado un valor adicional, grande y permanente, no sólo á los sobran- tes de nuestros granos, ganados &c., sino hasta á los limones y guayabas silvestres: así es que se sostienen las familias de gi-an número de carreteros, arrieros y tragineros con las ganancias que tienen seguras en aquel mercado. Por otra parte la opulencia de los ricos é indus- triosos vecinos de la capital, multiplica en todos los parages á propósito los ingenios y los cafetales, y siendo necesarios hombres blancos, que elaboren el azúcar y mayorales que dirijan y gobiernen esas gran- des haciendas, los jóvenes de esta población que no son propietarios de sitios, se colocan regularmente en esos destinos, que desempeñan con tanto mas acierto, MANUEL MARIANO AGOSTA. 555 cuanto que se familiarizan desde la niñez con todo género de operaciones agrícolas, y es un hecho el con- cepto y fama que justamente han adquirido los Maes- tros de azúcar del Bejucal. Estos últimos ganan de oOO á 1000 pesos anuales cada uno, é invierten este sueldo en sostenerse ellos y sus familias todo el año, es decir, introducen en la circulación metálica de esta ciudad esas mismas sumas que pueden subir á cin- cuenta mil pesos d poco menos, pues pasan con mu- cho de ochenta estos asalariados. Llega pues el caso difícil de que se forme el Pre- supuesto general de nuestras riquezas industriales, y desconfiando el que reúne estas noticias, tanto de la exactitud de muchas de ellas, como de su capacidad en una materia que le es estraña, sólo se^.^aventura á presentarlos resultados, couio una prueba de quede- sea llenar el objeto de la Sociedad Patriótica, y para que sirva tan solo como un cálculo aproximado que es indispensable dar en el conjunto de lo que se pide. Sin embargo del mayor empeño y de reiteradas persuasiones ha sido muy trabajoso obtener en el pue- blo los datos que se solicitaban, dejándose entrever cierta desconfianza y temor de parte de los que tie- nen tiendas, almacenes y ventas de todas clases, quie- nes no cesaban de quejarse de la falta de giro, con la escasez del numerario, disminuyendo entre tanto con visible esceso sus actuales utilidades. En estas circunstancias y no estando de acuerdo sus relatos con otras noticias que se tienen, y siendo no olistante muy cierto el entorpecimiento actual del comercio, se ha tomado el partido de hacer un cálculo del beneficio personal que deben tener los in- dividuos empleados en negociar 6 en cualquier géne- ro de trabajo, asignando un corto interés á los capi- tales de los que tienen algún giro, y sobre este pié, 556 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. tomadas las noticias mas exactas que han podido te- nerse, damos los resultados siguientes: Presupuesto De las 2.132 personas blaneas de esta ju- vaioies^lnua^ risdiccion la mitad son mugeres que son les. 1.056: poniendo 456 niñas y 200 viejas, délas 400 restantes, á lo menos 300 se sostienen te- Sombreros de jiendo sombreros de yarey, y con la costura: ras!^ ^ ^^^ " hacen las i)rimeras esquisitos sombreros, que valen hasta media onza; pero uno de dos pe- sos, es trabajo de una semana; y pudiendo también computarse por dos pesos semanales lo que ganan las costureras, resulta que las 300 manufactureras por 104 pesos al año, dan un producto de ti'einta y un mil doscientos pesos 31.200 Tabaqueros. — vSehan contado en esta ciudad 40 tabaqueros, que gana cada uno de 10 á 12 reales diarios; pero computándolos á peso unos con otros, suben sus jornales al año á 14.600 Tabaquerías. — Hay 12 tabaquerías: cada torcedor deja un peso diario de utilidad, y (uniéndolas á 3 mesas cada una de las dichas tabaquerías, lucran las 12 anualmente 13.140 Panaderías. — Las 3 panaderías con 12 peo- nes, y computándole á cada una de beneficio diario 3 pesos que con los 12 de los jornales son 21 diarios por 365 dias, suman 7.665 Carnicería. — Las seis casillas de espendio de carnes, con 10 asentistas y mozos, a i)eso cada uno, y 12 diarios de utilidad, sul)en á 22 pesos que al año suman 8.030 Boticas. — Dos boticas con 4 elaboradores, y 6 pesos de beneficio, hacen al dia 10 pesos por todo y al año 3.650 Tiendas de mercader. — Hay 4 tiendas de MANUEL MARIANO AGOSTA. 557 ropa con 8 individuos entre amos y depen- dientes: computándoles á un peso diario á cada uno, y á los 4 mil de venta mensual que entre las 4 venden, el 10 por 100 líquido de beneticio son 7-720 Fonda y posadas. — En las dos posadas con caballerizas, fonda y l)üdegon con 7 sirvien- tes á i)eso estos, y computando el lucro diario de las 2 en 6 pesos son al año 4.745 Almacenes de víveres y tabernas. — En los 6 almacenes de víveres y 11 tabernas, se cuen- tan 40 individuos entre amos, mozos y sir- vientes: á peso diario cada uno, montan al año á 14600 pesos y á cada tienda de estas, com])Utánd()les 3 pesos diarios de ganancia, y á 5 á cada uno de los 6 almacenes, suma todo. 45.625 Velerías. — En 4 velerías con 8 pers(mas á peso y 2 pesos diarios [)ür la utilidad de cada una ^ , 5.840 Dulcejnas. — En 2 dulcerías con 4 dulceras á 12 rs. cada una. son 6 dui'os diarios, v al año \.... 2.190 Chocolaterías. — En 2 chocolaterías 2 peo- nes, cada uno á peso y 2 de utilidad, suman anualmente 1.460 Cigarrería. — Una cigarrería con 2 torce- dores y un peso de beneficio, suman al año... 1.095 Platerías. — Dos platerías con 2 maestros y un oficial, computando á 12 rs. los maestros, y un peso el oficial 1.460 Herrerías. — Dos herrerías, 2 maestros, 4 oficiales y 2 aprendices: 2 pesos diai'ios cada una de beneficio, y 6 de Jornales son 10 por 365 dias 3.650 Carpinterías. — Contados en tres carpinte- 558 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. rías, maestros v oficiales 16, á 16 pesos diarios líquidos \ 5.840 Volantería. — Una carpintería de volantes, con un maestro y un oficial, á 3 pesos diarios jornal y beneficio 1 .095 Talabartería. — Una talabartería, con un maestro y 4 oficiales, á peso cada uno, y 2 diarios de lucro... 2.555 Zapaterías. — Seis zapaterías con 20 maes- tros y oficiales á peso diario, y un peso mas á cada una de las 6 9.490 Sastrerías. — Dos sastrerías con 6 indivi- duos maestros y oficiales á peso, y 2 de bene- ficio diario, son anuahuente 2.920 Barberías. — Dos barberías con 3 maes- tros á 2 pesos cada uno, y 2 de utilidad, su- man al año a 8 pesos 2.920 Albamles. — En 3 ó 4 fábricas trabajan 14 albafiiles, que unos con otros ganan diariamen- te un duro 5.110 iWz/szco.s.— Ganarán los 4 músicos al año en fiestas de iglesia, bailes y diversiones pú- blicas 1.000 Coimes ij galleros. — Dos coimes de dos bi- llares, y 3 galleros á peso diario 1.825 Carreteros y arrieros. — Hay 20 individuos carreteros, arrieros y tragineros, que ganan al año '. 6.000 Jlgaa dores. — Negros aguadores y jornale- ros 30, que á peso unos con otros al dia, su- man al año diez mil ochocientos pesos 10.800 Lava?ideras. — Hay lavanderas públicas 12, que á 4 rs. diarios ganan al año 2.190 Maestros de azúcar y mayorales — Y con- tando el diminuto presupuesto de lo que ga- Manuel Mariano acosia. 559 naii los 80 maestros de azúcar y mayorales, que son 50.000 Resulta de producto industrial, ,urbano y de comercio 253.815 Iñgejiios. — Elaboran los 5 ingenios sobre Productos de cuarenta mil panes de azúcar, que á 2 pesos nuestra agri- nn r\r\r\ cultura y ga- SUman 80.000 nadería. Mieles y demás efectos de ellos. — Las mie- les, granos, crias de cochinos, de bestias, reses de todas clases y aves, en cinco mil ps. los 5. 5.000 Café. — En los 3 cafetales, y en la siembra de estos árboles que tiene cada ñuca de las 199 de la jurisdicción, no bajará de seis mil quintales, que á 6 ps. precio ínfimo son 48.000 Potreros o dehesas. — Las 80 caballerías de los 15 potreros grandes, suponiendo que ceba cada una 20 novillos, y ci'ian 5 cerdos, 2 ter- neros y un potro fino, pueden computarse es- tas utilidades en 270 ps. asilas 80 rendirán... 21.600 Vaquerías. — Seis vaquerías con un lucro diario de 3 pesos son al afio 6.570 Sitios de labranza y crias con cercas. — Las caballerías de los 176 sitios de labor y crian- za que casi todas están cercadas y subdividi- das, son las mas productivas, porque todo se aprovecha, pagan de arrendamiento á razón de 250 pesos, y puesto que vive el colono y su familia, lo menos que rinden son 500 pesos y así las 209 caballerías de que se componen los dichos 176 sitios, producen 104.500 Gallineros. — Se cuentan 150 grandes galli- neros que pueden computarse á un peso dia- rio y rinden 54.750 560 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. Colmenares. — Hay 4 grandes, y en rara fínca dejan de verse cajas de colmenas: el pro- ducto de ellas reunido acaso subirá á 3000 ps. 3.000 Tejares. — Se cuentan 4, se les calculan 20 pesos diarios á todos juntos de utilidad líqui- da, y así dan anualmente 7.300 Jllambiqne. — Uno de aguardiente de caña, se le supone de rendimiento diario limpio 5 ps. 1.825 Huertas. — Hay 4 huertas, que unos tiem- pos con otros, dará cada una 3 pesos diarios de beneñcio que hacen 4.380 Y uniendo el producto industrial v de co- mercio * 253.815 Es la totalidad de nuestros ingresos de 590.740 Esta suma se invierte en primer lugar en el nece- sario físico, después en el lujo, una parte muy consi- derable en compras de tabaco en rama, de ganado va- cuno, de vívei-es en la Habana, caldos, ropa, ferrería, buhonería y demás renglones necesarios para el abas- tecimiento y consumo de este distrito, y como son los catalanes quienes hacen en el pueblo todo el comer- cio, del residuo líquido va una gran parte á Cataluña. Este es el cuadro de nuestra antigua y actual in- dustria, indicando en él los motivos de haber variado su sistema agrónomo, poniendo de manifiesto el co- mercio que hacemos, sus entradas y salidas, los re- cursos con que contamos, los vehículos que forman nuestra subsistencia, y por último dando una idea de las ocupaciones campestres y urbanas de este vecin- dario: resta, pues, hacer un resumen de su topografía rural y civil para llenar el objeto que la Sección de Historiase propone en el párrafo á que se contesta. Según se ha dicho antes, tiene el círculo de esta MANUEL MARIANO AGOSTA. 961 jurisdicción cuatro leguas, que incluyen 420 caballe- rías de tierra de 324 cordeles planos cada una, y se sabe que cada cordel son 24 varas castellanas, en ca- da frente de un cuadro (|ue se forme con esta me- dida. Cahallerias de tierra. Hay en nuestro distrito o ingenios de azúcar, con . . . 153 3 cafetales (fuera de las cor- tas siembras de cada predio 12 15 dehesas ó potreros gran- des con 6 vaquerías con 80 176 sitios de labor y crianza que coutienen 209 División tlel terreno en ha- ciendas de campo. Total 199 Tiene la ciudad y su ejidos 5 Resultan tierra. en el vecindario, caballerías de 4o9 Esta ciudad esta plantada en un llano y tiene de Topografía de N. á S. ocho calles, cuya anchura es de diez varas ^ ^^"*^^.^^ *^*: castellanas, y su largo de 910; son tiradas á coixlel y Santiago.^^ ^ pasan por terrenos rojos, pardos y negros: las atrav( e- (1) Esta noticia es copiada de la lista (pie existe en el archivo del Cnra, y (pie sirve de gobierno á los dieznieros, á (jiiienes se les frantpiea. Nota ignalinente (lue en los tiempos primitivos los colonos de la jurisdicción do Santiago, ([ue jiiidi(''i-on adcpn'i'ir en nuestra área alguna corta porción de tierra contigua á las suyas, íabricúron sus sitios en la nuestra, por no andar dos leguas mas, ])rincipalmente en las aguas en ([ue crece el rio, v se veian ol>ligados en las enfermedades graves á la administración de Sacramentos sin existir entcnices los Curatos (jue hay ahora: esto y el haber hecho su Ilnstrí- sima un cambio de tincas entre el (le Santiago, y este en que ha ganado el de acá, es el motivo de aparecer 39 caballerías mas de tieiTa de las que debieran ser. Tomo I. TG 562 MEMORIA. SOBRE EL BEJUCAL. sadas son 9 y se cuentan 59 manzanas ó islas de ca- sas, fabricadas casi todas de manipostería y teja, sin advertirse mezquindad, ni en el tamaño, ni en sus como- didades, habiéndose debido este beneficio á los horro- incendios del rosos fuegos del año de 1802, en que por acuerdo anodeiso2. unánime dcl Ayuntamiento se prohibió techar con paja las nuevas fábricas, sino las de los muy pobres, que se construyeran á las orillas del O. En aquella calamidad no desmayó el patriotismo del Cabildo, hi- zo saber su desastre á las Autoridades de la capital, recogió mediante una contribución voluntaria en los campos, y una suscripción de las personas pudientes del pueblo 2.500 pesos y con otros 500 que dio el Escmo. é Tilmo. Sr. Espada, doce forzados para peo- nes que envió el Sr. Intendente y 6.000 pesos en te- jas, fuera de las maderas que dio para los pobres el Escmo. Sr. Marqués de este título, todo esto mane- jado con economía, inteligencia y pureza, y unido al esfuerzo de los vecinos, ha centiplicado los capitales que importan su actual y hermoso caserío. — Quedan pocas fábricas de guano. Número de El númcro de casas de familia habitadas es de casas. 295 incluyendo el palacio, las 30 de los treinta primi- tivos pobladores, y las 264 de inquilinos que pagan actualmente por sus solares al fondo de Propios. Hay tres plazas: la de la Iglesia, la de Armas y á la orilla del O., fuera del pueblo, la de la Horca. Tiendas pú- Existcu CU la poblacioii, trd's panaderías, seis ca- cforM/^álÜ- ^''^'^^ ^^ espendio de carnes frescas, dos posadas con COS. caballerizas, teniendo una de ellas una fonda y la otra un bodegón: cuatro tiendas de mercaderes de ropa, dos boticas, seis almacenes de víveres, once tabernas, dos chocolaterías, dos dulcerías, doce tabaquerías, una cigarrería, cuatro velerías, dos platerías, dos her- rerías, tres carpinterías, otra idem de volantes, seis MANUEL MARIANO AGOSTA. 563 zapaterías, una talabartería, dos barberías, dos sas- trerías, tres maestranzas de albañiles, una regular música para iglesia y para bailes, una gran casa ador- nada para ese destino, dos billares, una famosa valla de gallos y con estos últimos establecimientos, no faltan jugadores de profesión y holgazanes. Una ]:)oblacion meditei'ránea y de tan poco bulto Se contesta como la de San Felipe y Santiago, pobre, sedentaria y ^Sicolf agricultora, no era atacable ni podía fácilmente pro- ducir hechos históricos, que presuponen grandes inte- reses, situaciones violentas ó peligros inmediatos. Es cierto que de nuesti'as tres Compañías de la antigua milicia de este distrito, fué una á la Habana el año de 1762 cuando el asedio de los ingleses, á cargo del Ca- pitán 1). Juan Francisco Martínez: otra mandada por el Teniente D. José Rodríguez del Rey fué igualmente al surgidero de Batabanó, que bloqueaba un bergatin de guerra y una goleta inglesa, quedando la última de reten y disponible para convoyar los víveres á la capital; mas esto está muy lejos de merecer la pena de citarse. Hay sin embargo un hecho de armas, que es nuestro y nos honra mucho, aunque en sí mismo pueda parecer de poca importancia. FiSte es el caso: Como por el año de 1795 tuvieron la mala fé los Hecho lustó- negros libres del Palenque situado en las montañas "^^ memora- mas próximas á Montego-Bay en la Jamaica, de reci- bir y defender á los esclavos prófugos ó que hablan cometido cualquier delito en los pueblos y [)lantacio- nes inglesas de la isla: esta conducta infame no pudo ocultarse largo tiempo, y como estaba en su fuerza el tratado que el Gobierno británico hizo con ellos, con- cediéndoles la paz, la libertad de vender lo que tuvie- sen en los mercados ingleses, comprando lo que hu- bieran menester y señalándoles varios territorios en las cimas de diferentes montañas, donde les permitió 564 JMEaiORIA SOBRE EL BIÍJÜCaL. que hiciesen sus siembras ó conucos y formasen sus i-ancherías con títulos de villas, con tal que no tras- pasaran los límites convenidos, que se abstuvieran fie sus asaltos y robos; y entregaran todos los esclavos cimarrones que estal)an en su poder 6 que fueran á solicitar su amparo en los tieuq)os posteriores; es visto que mediando estos antecedentes, era imposible disimular una infracción tan principal del convenio, y de tan peligrosa trascendencia, y el (Tobernador gene- ral de la referida plaza hizo inmediatamente enérgicos reclamos: poco después amenazas coléricas y por úl- timo desastrosas hostilidades. Sábese la porfiada y desolante guerra que los ne- gros españoles hicieron en aquella isla cuando los in- gleses se apoderaron de ella y quisieron subyugarlos, no con muy buen derecho, y que después de las mas sangrientas escaramuzas, cansados de vencerlos sin conseguir su esterminio ni su escarmiento, se avinieron á estipular el antedicho tratado que se observó religio- samente hasta entonces por áml)as partes. Cuenta el abate Raynal que aquellos negros aun cuando en diez acciones eran destrozados, si obtenían en la undé- cima la menor ventaja, quedaban tan orgullosos y triunfantes como podían estarlo en Canas los Cartagi- neses y Anníbal, celebrando con la estrepitosa algaza- ra de sus tambores y cantos la victoria, hasta que nuevas derrotas les obligaban al silencio y á la fuga. Era esta tanto mas fácil, cuanto que estaban acostum- brados á vivii' con frutas silvestres y la caza de hu- tías; tolerando en las ocasiones precisas el hambre, la desnudez y las demás inclemencias hasta un estremo verdaderamente increíble. Su seguridad consistía en la aspereza y enorme altura y tamaño de las célebres montañas azules de aquella isla, cuyas cumbres se esconden entre las nubes, estendiéndose sus ramales MANUEL MARIANO AGOSTA. 566 en cordilleras menos altas en todo el elevado centro de ella que ocupan, sin quedar otras tierras llanas qíie una estrecha cinta al rededor de sus costas. Es preciso convenir en que una montana continua- da de cincuenta leguas de largo y de diez á quince de ancho, cubierta toda de precipicios y de espesos y ca- si inq)enetrahles bosques, con innumerables frutas sil- vestres, frecuentes arroyos y rios, y multitud de caza tanto de puercos cimarrones y las antedichas hutías, como de aves, era el campo de batalla mas feliz y ade- cuado que pudieía imaginarse para (]ue aquellos sal- vages se burlai'aii de los bravos ingleses. Desde antes de esta lucha seml)raban los negros en las pequeñas llanuras de tierra laborable que suelen tener las lomas, sus plátanos, ñames, maíz y maníes, en sus cercados 6 conucos, y cazando algunas veces pasal)an el resto del tiempo en su apetecida indolencia; mas en aque- llos disturbios sacaron gran partido de sus escondidas sementeras. La guei'ra se hacía con furor por entráud)os par- tidos, y en esta calamitosa contienda ei'a lomas temi- ble para los subditos británicos la irregularidad y dis- tancia de los repetidos asaltos contrarios; y lo mas di- fícil el podci' alcanzar a(juellos invisibles y rabiosos enemigos. Tal fué en aquella época esta memorable disen- sión, que volvió á repetirse con las mismas escenas en los llanos inmediatos á las montañas de Montego-Bay. Las tropas de línea inglesas, vestidas con sus calien- tes uniformes, cargadas de su armamento, mochilas y á veces hasta de sus víveres y agua, en agi'ios y pe- dregosos terrenos, sin camino y por entre boscajes, espinas y l)ejucos, treparon con inmensa fatiga mas de una vez con el objeto de castigar la osadía del Palen- que y de obligarle á cumplir sus compromisos; mas 566 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. fué tan inútil como peligroso este trabajo, pues los ágiles y mañosos rebeldes mudaron á mas lejanas é inaccesibles guaridas su gente menuda, y entre tanto sus piquetes desparramados ya asesinaban á los sol- dados, que el cansancio hacia retroceder solos ó con débil escolta, ya sorpi'cndian á los infelices caminan- tes y ya de noche destriiian distantes ingenios y plan- taciones, cometiendo bárbaros y horribles destrozos. En tan tristes y apuradas circunstancias tuvieron aquellos ingleses la buena dicha de que llegara á su ]3uerto D. Manuel Caminero natural de Cuba, persona de muy buen trato y grande amigo de los principales comerciantes: éste, al dia siguiente de su arribo, en un convite donde estuvo y en que se hallaba el Gober- nador, hablándose del conflicto en que estaban puestos los ricos y poblados campos de aquella comarca y del melancólico semblante que presentaban las turbulen- cias, el citado Caminero, que habia visto y sabia como y por quienes debian hacerse y dirigirse esas espedid cienes y el plan de campaña, les propuso: que se man- dara á la Habana por rancheadores y perros. Con- vencióles con razones naturales de la ineptitud de las tropas que no fuesen estremamente ligeras, y sus pormenores y noticias hicieron tanta fuerza, que se adoptó en el acto el proyecto; y á pocos dias vino á Batabanó un buque bastante capaz, con un comisio- nado que consiguió el beneplácito de nuestro Gobier- no y trató con los denodados y fuertes hombres, que tomaron á su cargo esta empresa, el modo, las condi- ciones y el estipendio con que habían de verificarla. Fué el principal caudillo de ella D. Francisco Jai- me, nuestro fcompatricio, y un tal Cabrera, de Gua- nabacoa: cada uno de estos llevaba consigo treinta y dos compañeros, y fueron naturales del Bejucal todos los mas que acompañaron al citado Jaime; por cuya MANUEL MARIANO AGOSTA. 567 razón parece justo que el lauro de estos valientes se consigne y tenga lugar en la pequeña y modesta his- toria de nuestra ciudad. Iban igualmente como auxi- liares de las dos partidas ochenta perros lebreles, que suelen llamar de busca ó rastreadores, y entre ellos muchos mastines feroces. Apenas llegaron á Jamaica se alistó una espedi- cion conforme al convenio celebrado; y en virtud de este, marchaban 48 españoles en la avanguardia, 6 más de los mismos que iban algún trecho delante y que eran batidores ó rastreadores y 60 pasos detras del citado grueso de avanguardia marchaban los in- gleses, que formaron de soldados ligeros y escogidos un Cuerpo que se consideró bastante para sostener en todo caso á los rastreadores y á los 58 antecitados es- pañoles. Las armas de nuestros campeones y sus equipos no se hicieron estimar hasta después del éxi- to: consistian en un machete de cinta y un cuchillo de punta, ambos bien añlados, un fuerte garrote de á vara y algunos buenos cazadoi'es tomaron allá cara- binas. Sus uniformes eran un pañuelo atado á la cabeza en lugar de sombrero, camisa y calzón anclio de rusia, otro pañuelo en la cintui-a y zapatos de ve- nado; y en las faldriqueras una vejiga con trastos de candela y tabaco torcido. En sus maletas llevaban una hamaca, un capote burdo, otra unida de ropa, otro par de zapatos y una corta provisión de ta{)a- cos; siendo de advertir que estas mochilas quedan es- condidas, á cargo de los menos ligeros, si el Cuartel está muy distante, siempre que entran en acción. Hallábase yá la tropa espedicionaria acuertelada en una linca al pié de la montaña, y en el momento mismo de su marcha se apareció un parlamentario del Palenque con una bandera blanca, solicitando hablar con el Comandante inglés: era éste un joven Coronel 568 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. de estraordinario valor y siifiimiento en las fatigas, y de tan bella presencia como discreto y festivo en su trato. Se suspendió la marcha, é introducido á pre- sencia del Gefe y Oficiales, dijo á nombre de sus co- mitentes con gentil desembarazo: «Que estaban llanos ))á entregar los delincuentes y prófugos, que se recla- ))maban; pero que todos no estaban con ellos, y que á «la distancia en que se hallaban acampados entonces, «necesitaban tres dias para traerlos: que se obligaban ))á esto por vivir en paz, y no porque temiesen de «ningún modo á los españoles y á sus perros.» Contesto el Comandante: aQue preliminarmente «entregaran los reos y prófugos, y que hecho eso, se «tendria consideraciones con ellos en los demás artí- »culos y que suspendía entre tanto la mai'cha, por los ))tres dias que habían pedido de término para verifi- »car la entrega.» Con la llegada de este negociador y haber pasado por en medio de los rastreadores y avanguardia de los españoles, que yá marchaba y que retrocedió entonces percibieron los perros el olor del negro montañés, y empezaron á alborotarse todos, gruñendo á un tiem- [)o con amenazante ferocidad. El parlamentario testigo de ella y de que se infor- mo con inquietud de todas sus circunstancias, se le observo un poco azorado y se puso algo cenizo. Sin embargo se marcho afectando cierto aire de arrogan- cia desmentido por la turbación anterior, aunque con- siguió astutamente el intervalo de quietud necesaria para alejar los suyos á una distancia tal, que contem- plaron imposible que nadie los siguiese é inquietara. Pensó Jaime y los españoles, que aquel mensaje era un ardid y que los negros levantados tenían inteli- gencias con los esclavos; pero hubieron de confor- marse á un convenio solemne. MANUEL MARIANO AGOSTA. 569 Pasados los tres dias y conocida la burla, siguióla espedicion en seguimiento de los rebeldes, bramando de impaciencia españoles e ingleses: hiciéronse las mas sensibles y ])rodigiosas marchas, y contra la especta- tiva de los negros, alcanzaron los rastreadores á un vijia, mas adelante mataron de un carabinazo á uno que estaba de atalaya en un altísimo pico sobresalien- te de una loma: y un lejano y formidable estrépito les anunció el inesperado alcance que parecia imposible, siendo tal el sobresalto de la ranchería enemiga, que enviaron luego un número considerable de los negros huidos, y unos pocos de los criminales, escusándose de hal)er faltado á llevarlos en el término de los tres dias, por el temor de no haberlos prendido á todos: pidieron un corto término para completar la entre- ga, y entretanto se emboscaba de nuevo el Palenque. Fué aquí de absoluta necesidad hacer un alto, no sólo para remitir los entregados y con la misma es- colta á la mayor parte de los ingleses, que estaban in- capaces de seguir camino, sino para dar á todos un par de dias de descanso. La rudeza y escabrosidad ¡labia sido tan insoportable, que estaban estraña- mente estropeados los endurecidos españoles, y fuera de combate el mayor número de los ingleses, de los cuales se habian vuelto cojos y desfallecidos al cuartel como una tercia parte, desde el tercer dia del víage á las nubes y el cielo (espresion del Coronel.) Este Gefe les mandó decir: «que esperaba allí dos dias el resto ))de los reos que faltaban, que debían ser los entrega- ))dos 135, y faltaban 11 de los mas culpables; y íilti- » mámente que no hal)ria ])az sin ese preliminar.» A esto añadió el esforzado Jaime: «que aun(|ue se fueran »á las nubes ó á los infiernos los irian á vei- los espa- » ñoles.» Quedaban estos casi solos; pero íirmemente resiiel- TüMo I. 77 570 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. tos como el Comandante inglés y su piquete á con- tiiuiar á todo trance la prisión 6 esterminio de los ne- gros; mas ellos se aprovechaban de este intervalo para dar la última escapada, que hicieron detras de la mas alta de las lomas, la que en efecto solia su cumbre so- brepujar á las nubes, y acampándose en una altura grimosa é intolerable, cuando empezaba la brisa en un espacioso estrecho, pedregoso y pendiente entre ásperos y pequeños árboles, se procuraron sin embar- go el único manantial de agua que existia en aquellos contornos. .Era tan fuerte y tan lejana su posición y tan insuperables los obstáculos para arribar á ella, que les pareció imposible ser atacados donde apenas en su vuelo podian subir las aves. Entre tanto, transcurridos los dos dias, llegaron los nuestros al campamento abandonado de los con- trarios, y aquí se ofreció una diñcultad rara que con- sistía en la multitud de recursos hechos por los fugi- tivos en todas direcciones, con motivode sus cazas y de recoger víveres silvestres: estuvieron un dia entero los rastreadores y todos en pequeñas partidas esplo- rando y siguiendo huellas, hallando las frutas y raices cogidas por todas partes, sin ser posible atinar con el rastro de su fuga. Los mejores perros andaban dando continuas vueltas como locos, y cayó en la gente gran confusión con desmayada tristeza, pareciendo perdi- dos los anteriores trabajos porque quedaba en pié el origen de la guerra. En estas circunstancias el sagaz é imperturbable Jaime se subió en una altura domi- nante sobre un árbol muy crecido, y registrando des- de allí los horizontes por todas partes, divisó al fin detras de una loma cuyos picos se ocultaban en las imbes, una pequeña columna de humo, que la calma de la mañana permitía subir verticalmente. La dis- tancia le pareció de seis á siete leguas, y haciéndola MANUEL MARIANO AGOSTA. 571 ver á sus compañeros, marcó el rumbo y siguieron con alborozados transportes de alegría el viage, que ciertamente era muy entretenido. Se hablan esperimentado basta allí, fatigas y can- sancios intolerables, hambres rabiosas y á veces estre- ma sed, no obstante las medidas que se tomái'on |)ai'a evitar estos inconvenientes; mas ¡a indomable forta- leza del Gefe inglés y de los españoles alentaba con el ejemplo y la larga csperiencia é inmortal actividad de los últimos, proporcionaron muchas veces oportu- nos socorros, yá cazando puercos cimarrones, liutías y aves, ya buscando frutas silvestres, y ya llevando en las angustias de la sed á refrigerar á los aliados con el agua de la parra cimarrona, de las raices del jobo y de la del cáliz de los curujeyes. Pero todo esto ])are- ció una nada en comparación de las estremidades y horrendas situaciones á que se vieron reducidos des- pués. Habian hecho una mezquina provisión de víveres agrestes, y llevaban algunas güiras con agua. Para evitar la inmensa dificultad de las subidas agrias y empinadas, dieron tantos rodeos por cimas y caballe- tes de montañas bordadas de tan horribles abismos y precipicios con tantas piedlas, malezas, vientos impe- tuosos y parages de peligro, que se triplicóla distancia y el tiempo; y acabándose totalmente el agua, creye- ron morirse de sed al cuarto dia, estando en la alter- nativa de perecer si volvían atrás, y de perecer igual- mente si en la resistencia del Palenque les impedían la provisión de agua. Marcharon con todo resueltos ala victoria ó á la muerte: y aquella tarde hallaron señales evidentes de estar cercanos, redoblaron sus esfuei'zos y dentro de una hora fueron sentidos de los negros; porque los perros al olfato reciente de sus huellas y al seguir de lejos un centinela que huyo, ha- 572 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. cian un alboroto de ladridos que retumbaba en las cuevas y montañas como el grito horroroso de una sedición, y los rastreadores oyeron })0C0 antes de es- to tres vocinas 6 caracoles, que en distantes puestos pasaron el aviso de la llegada de los nuestros: y á poco rato vino un parlamentario montañés acompa- ñado de otros dos á decir: «que se entregaban si les «concedían la vida. Y que suplicaban no fuesen allá »los españoles con sus perros porque habia eml)araza- ))das muchas mugeres, que morirían de susto. Que si «lo tenian á bien, fuese allá el Comandante inglés pa- » i*a arreglar la entrega y hacerle sus súplicas.» Los ingleses se opusieron altamente á esto íiltimo: l)ero el impávido Gefe quiso ir, y Jaime con tres espa- ñoles aconq)añarle, llevando todas las güiras para traer agua inmediatamente. Detuvieron al parlamentario y á otro de los de su séquito como rehenes, y en el Palenque se convino en salir la mañana siguiente dan- do mas rehenes y los guias para regresar á Montego- Bay por sendas incomparablemente mas provistas, cercanas y mejores. Se entregaron 240 personas que se desterraron para siempre de la Isla. Y se debió este triunfo á la invencible constancia de aquellos cur- tidos, esperimentados é intrépidos españoles, y a sus diestros é infatigables perros. Este hecho, cuya autenticidad es notoria, y cuyos pormenores oyó mas de una vez el que tiene el honor de copilar estos apuntes, al mismo Jaime su amigo y vecino y a Diaz su socio, merece que se hagan sobre él algunas reflexiones que vienen al caso; pero antes es preciso decir que el carácter de veracidad, honra- dez y juicio en ambos individuos y singularmente en el estimable Jaime, era tan genial como asombroso su valor y pronta ejecución en los conflictos. Este hombre áspero, taciturno, formal, enemigo acérrimo ¡MANUEL MARIANO ACOS!A. 573 de toda jactancia, y muy parecido en la voz y en la austeridad al lauíoso Mario de los romanos, inspiraba una confianza absoluta en las pocas cosas que conta- ba; y estas noticias dichas por él en tono sencillo y sin presunción, (5 contadas en su presencia por el arris- cado Diaz, eran las mismas que circularon entonces á la vuelta de todos los de la espedicion. Ocuire pues, que si estos sesenta y cuati'o labrado- Reflexiones. res tostados del sol, hechos á la inclemencia, ejercita- das cada dia sus robustas fuerzas y acostumbrados desde su infancia á frugales alimentos, hicieron en tres meses y en ageno país una hazaña tan memorable, nos podemos prometer sin ligereza, que en circuns- tancias análooas en el suvo harian cuando menos otro tanto los muchos miles de la misma clase que pue- i)lan nuestros campos. Algunas veces hemos oido con tácito desprecio las ridiculas y pueriles aprensio- nes de ciertos ciudadanos de la capital sobre esta ma- teria, porque equiparan sin i'eflexion las vecinas colo- nias á la nuestra, sin hacer alto en la enorme diferen- cia física y moral, que se versa entre esta Isla y las de Santo Domingo y Jamaica; mediante la cual es inqjosible (pie se identifiquen jamas. Bien pueden acontecer aquí algunas mínimas y parciales desgracias, como en Peñas-altas. Matanzas y el Cusco; pero la misma prontitud y energía, con que se terminaron con lauro nuestro estas tres tentativas, son un indican- te,del éxito que tendrán todas las que puedan sobre- venir en un país abíeilo y tan poblado de blancos como el nuestro. Nuestros jóvenes campesinos poseen en el grado mas eminente cuanto se necesita para esa lucha; y aunque parezca prolijo, debo recordar que la concien- cia de su superioridad, la ventaja de sus armas, su ágil fortaleza personal, el brio innato que los caracte- 574 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. riza, su predominio sobre los negros y en fin el auxilio victorioso de sus luces, son un conjunto de cosas cier- tas con que cuentan y que les asegurarán para siempre la preponderancia mas decisiva. Los ricos afeminados y voluptuosos franceses de Santo Donnngo en ninguna parte hicieron firme, y es cierto que multiplica sus desgracias el que huye en es- tos lances, así como las disminuye el que capitula con las armas en la mano; y se hace temible el que ataca con fortaleza y arrojo, siendo una pi'ueba de esto la hazaña que con tanto placer se ha escrito. Parece pues, vistos los antecedentes espuestos, y que se indican de un modo sucinto, que no degeneran mucho nuestros paisanos de aquella inmortal y anti- gua gloria, adquirida por nuestros ilustres progenito- res al conquistar estas Américas; y parece igualmente que cuando nuestro vigilante gobierno ha organizado el servicio de Voluntarios Realistas y de las tropas de línea diseminadas en los pueblos interiores de esta Is- la; su seguridad (puede decirse sin hipérbole) se afian- za sobre indestructibles cimientos. Sobre las vi- De rcsultas de la que hizo el Illmo. Sr. D. Fr. Ge- l^reVobisifot rónimo Valdes en 1710 á este territorio y de sus in- sinuaciones al Sr. Capitán D. Juan Nuñez de Castilla, y al Sr. D. Felipe Y, se realizó esta ciudad según se ha visto en la contestación del párrafo primero. En la del Illmo. Sr. Morell de Santa Cruz, verifica- da en 1776, mando edificar el hospital antiguo de es- ta población, conforme se dijo en su lugar. En la primera visita del Escmo. é Illmo. Sr. Dr. D. Juan José Diaz de Espada y Landa, realizada en 1804, dispuso la fábrica del Cementerio, distante y al O. de la ciudad: y en la segunda que hizo mandó cons- truir el nuevo hospital en lugar mas conveniente y con la solidez y primor de que antes carecía. Manuel Mariano agosta. 575 Los demás Sres. Obispos diocesanos han limitado sus visitas al celo de la disciplina eclesiástica, al exa- men de las cosas relativas al culto y á confirmar la feligresia. Poco hay que decir en este particular, pues á es- Sobre visitas cepcion de la que con motivo de su convalecencia^hi- ¿^oberaídOTes^ zo á esta ciudad el Escmo. Sr. D. Luis de las Casas el año de 1793, de ninguna otra hay memoria. En el tomo primero de actas Capitulares al folio Sobre compe- 32 se halla una Keal cédula fecha en Aranjuez á 21 |'°atdmf ■^"' de Mayo de 1723 en que con motivo de haberse opues- to D. Antonio Barrero Tabares, Alcalde mayor pro- vincial de la Santa Hermandad de la Habana, al nom- bramiento que hizo de ese mismo oficio el primer Marqués de esta ciudad en Pedro del Águila, preten- diendo ejercer su jurisdicción en este Municipio el ci- tado Barrero, como Alcalde mayor provincial, decla- ró S. M. : «Que el nombramiento hecho por el Mar- ))qués en Pedro del Águila, lo tenia por bien y lo ))aprobal)a; pues era uno de los oficios concejiles que »se le concedió nombrar.» Y mandó al Capitán Gene- ral que en virtud de esta declaratoria cumpla y haga cumplir y ejecutar lo contenido en ella. Esta es la única cosa de este orden que se encuen- tra en nuestros libros de acuerdos. Nada puede haber en este pueblo y pequeño ter- Sobre reaien- ritorio sobre realengos, estando reconocida solemne y »°^' legalmente la propiedad del primer fundador. La entrada de Propios de esta ciudad proviene en sobre imposi- primer lugar de la mitad de lo que reditúan los 100 ciones de Pro- pesos que cada solai* de ella reconoce impuestos al 5 ^"^''" por 100, en que sin alteración se han negociado desde el principio de este pueblo. Rinde cada uno cinco pesos al año de rédito, y conforme ala capitulación 11 la mitad de ese rédito lo cedió el Sr. fundador pa- 576 MEAIORIA SOBRE EL BEJUCAL. ra Propios, de suerte que de cada cinco pesos que paga cada solar, sou 20 rs. para los dichos fondos de Propios y otros 20 se i'esei'vó para sí y sus descendien- tes el citado fundador como propietario del terreno. La caballería y media de egidos se hizo un sitio de labor en ella, segregándole un pedazo dividido por el camino del O. que desde antiguos tiempos se ar- rienda con anuencia de jos Sres. Marqueses, porque jamás el fondo de Pi'opios ha bastado para sus gas- tos. La tal posesión tiene sus fábricas, platanal, &c. y se llama generalmente el sitio de la ciudad, su renta íntegra es de sus Propios. De esa caballería y media solo una y poco mas es la del señalamiento del sitio, pues la que está al S. del camino que va al O. y pasa entre el Cementerio y la Horca, que será algo menos de un tercio de caba- llería, se arrienda con independencia de la del sitio de la ciudad, y su renta entera está también consig- nada á los Propios así como otra tira de tierra* que está al S. E. de la población. También se ha destinado á este objeto la caballe- ría de tierra de la falda de la loma, de que se habla en la capitulación 7. Estas disposiciones han sido tomadas en antiguos acuerdos, con consentimiento de los Sres. Marqueses y sin repugnarlo el vecindario. Otro de sus arbitrios son las seis casillas del es- pendio de carnes que cada una paga al mes dos pesos. Y por ultimo la parte de carcelages, multas y en- tradas eventuales. Las cargas que gravitan sobre el fondo de Propios son las siguientes: la ñesta de los Santos Patronos, la paga del escribano, la del portero de Cabildo, los por- tes de oficio y gastos de escritorio, la del alquiler de la casa donde se acuartelan el Sargento y Cabos de en- MANUEL MARIANO AGOSTA. 577 señaliza y los Di*agones del piíjiiete, la manutención de los presos insolventes, y en fin los aniversarios, fiestas Reales de nuestros Soberanos y algunos otros gastos estraordinarios, como son ejecuciones de justi- cia, reparos ó composturas de la Casa Capitular &c. en cuya inteligencia este es el resumen de Propios. Ps. Hs. De la mitad de los solares, pagan anual- Entrada de mente los 264 inquilinos 571 5 i^^^F^^- Del arrendamiento del Sitio de la ciudad. 200 Del pedazo de tierra contiguo á la Horca. 20 La pedregosa caballería de la cuesta de la loma 60 Las seis casillas de carnes á 2 ps. al mes montan 144 La pulpería de ordenanza '^5 Pueden dar los carcelages, multas y en- tradas eventuales 100 Importan las entradas 1.130 5 Debiendo advertirse que el cobro de los solares es tan trabajoso, que rara vez se verifica en su totalidad, y asimismo que el Mayordomo toma su tanto i)or cien- to en la sunuí íntegra de lo que cobra. Pesos. La fiesta de iglesia anual de los Santos r> i i 1 X • (iastosdelfon l'atronos, que cuesta regularmente con misa, do de Propios, sermón y música 51 La paga del Secretario que estiende los acuerdos á onza mensual 204 El portero de Cabildo por su mesada de 12 pesos son al año 144 Tomo I. . 78 578 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. Para portes de oficios y gastos de escrito- rio sobre 16 Por el alquiler de la casa que sirve de Cuartel á los veteranos 12 pesos al mes que son al año 144 Para mantener los presos insolventes es el gasto muy variable; pero puede suputarse de 15 pesos al mes que son al año 180 En gastos estraordinarios de fiestas Rea- les, aniversarios, ejecuciones de justicia, com- postura de Casa de Cabildo &c. sobre 150 El 3 por ciento del Mayordomo de Pro- pios de 2o á 30 Suman los gastos -.... 919 Y siendo las entradas mil ciento treinta pesos cinco reales resultan un sobrante de doscientos once pesos cinco reales. ** Mas se repite que rara vez se puede cobrar á to- dos los inquilinos, siendo costumbre inveterada de es- te Ayuntamiento pagar de su peculio á prorata los gastos indispensables cuando hay falta de fondos. Quedan manifiestos así el origen de nuestros Pro- pios, como sus entradas y salidas, advirtiendo que por una orden circular de la Real Audiencia del dis- trito, está prevenido se remitan anualmente las cuen- tas que rinde el Mayordomo, y la Capitanía General tiene pedida la misma noticia. Merced de so- La mcrced dc solares es una facultad del Cabildo. lares, su ór- £| q^g pjjg ^^q \q yei'ifica por uicdio dc un memorial que le presenta, donde designa el lugar, la calle, los vecinos con quienes linda, y suplica se le mercede. El Consistorio hace referencia en la acta de esta so- licitud, y en el decreto que le recae, se le concede y MANUEL MARIANO AGOSTA. 579 se comisiona al Alguacil mayor para que con el Alari- fe demarque arreglado al plan topográüco de la ciu- dad, el solar pedido, de que le ád posesión aquel Ca- pitular á nombre del Cabildo, y pasa en seguida el memorial (donde el Escribano ha certificado la mer- ced) al Mayordomo de Propios, que lo asienta en el libro maestro, y se lo devuelve al interesado para que le sirva de título de dominio. En el tomo primero de acuerdo á fojas 126 y si- guientes se halla ajustada una cuenta de Propios con exactitud é inteligencia, y resulta de ella: que El año de 1757 solo tenia de entrada de Propios esta ciudad 212 pesos incluso el sitio, pedazos de tier- ra y solares, y entonces con el palacio, la casa del Cura y las de los treinta [)obladores habia 18 casas mas habitadas de familias, siendo por todas 50, de suerte que en el reconocimiento que de orden del Rey mandó hacer la Capitanía General, solo habia ha- bitadas: El año de 1726, 13 casas. Véase el libro 2°, pá- gina 9 vuelta. El de 1757 habia 50 casas. Véase el libro 1.° de actas, pág. 126. Y este año de 1830, 295 incluyendo en este níime- mero el palacio, las 30 de los treinta pobladores y las 264 de los actuales inquiliuos. Del año de 1726 al de 1830 ha habido de aumen- ^•^"^ent'. de 1 1 '11 ^r^^ 1 /■ «T casas de lami- to en las casas de esta ciudad 282 de la muí as. i¡a en el pue- En 1757 solo ascendía á 212 pesos el fondo de Pro- ^^o. pios, y en 1830 subieron sus entradas á 1 130 pesos 5 pJopbí'^ ^^ reales, es decir, aumentaron en 73 años 918 pesos 5 reales. Para dar alguna noticia sobre esto se dirá, que á ^^^^^ censos, i-i 1, -ji !• -1 4 • capellanías, media legua de esta ciudad en el ingenio de Aguiar, j^^jg^s &c. hay un oratorio con Capellán pagado de la fundación 580 MEMORIA SOBRE EL 15EJUCAL. del vínculo, que ei'igiérou el llegidoi- D. Luis Caballe- ro y su consorte. Que hay á una legua otro oratorio en el ingenio de Santa Btirbara, con Ca[)ellan establecido por sus pri- meros dueños los Sres. Marqueses de Cárdenas de Monte-hermoso, y otro idem en el ingenio de Jesús María, propio de los dichos Señores también á una legua. Caráctergene- Parccc que la facilidad con (pie nuestras pingües íribitanter~ tí^rras y productivas ocupaciones porporcionan todo Genio,costum- lo ncccsario y aun lo superfino á sus habitadores blan- bres y esudís- qq^^ \q^ insi)ira el dcsdcu orgulloso, con que miran los tica de este ,» • ^ • i • • i i ^ ♦• T?^ vecindario, oücios mccanicos y el sei'vicio ])ersonal domestico. M ver |)or debajo de ellos otras clases inferiores en la sociedad y la esclavitud, contribuye también á entre- tenerlos maquinalmente en la idea de su superioridad, que sólo se doblega al servicio, cuando este presupo- ne inteligencia, valor, crecido interés y una especie de mando, sin subordinación inmediata, siendo raro que sufran ningún ultrage personal, sin que en el acto se venguen ó cuando menos abandonen la mas útil co- locación si es un poderoso quien trata de ajarlos. Pue- de decirse que en general son altivos, valerosos y so- brios nuestros compatricios: naturalmente ágiles y despiertos, y su mismo bienestar y los negocios en que se ocupan, unido al frecuente trato de la gente rica de la capital, les han dado un grado de civilización des- conocido en otros paises y naciones en individuos de su clase. Pero al mismo tiempo que es bastante gene- ral la probidad y las prácticas y máximas religiosas, se observa con dolor que las inocentes costumbres antiguas se van relajando de dia en dia, y teniendo cada vez mas sectarios el juego, la haraganería y la corrupción. Yá se ha dicho que en los campos no dejan de ha- MANUEL MARIANO AGOSTA. 581 l)er cundido algo estos desórdenes, aunque no tanto ni con mucho, como en el pueblo, y singulai'mente vi- ven con gran regularidad las familias de los labrado- res mas pobres. En cuanto al bello sexo que habita la ciudad, debe índole de , . , • 1 1 • X- • 1 nuestras mu decirse en obsequio de la justicia, que su moral es es- g^^gg célente. La conducta de las madres de familia en lo interior de sus casas, es llena de bondad, de inteligen- cia y de activo celo en el gobierno económico de ellas. Las jóvenes están adornadas de la modestia y de la dulzura con que en todas partes cautivan el corazón del hombre. La masa de sus costumbi'es es pura, co- mo el aire que respiran, y la belleza de nuestras mu- geres (antigua prerogativa de este suelo) aun hermo- sea los frecuentes bailes á que son muy afectas, así co- mo nuestros jóvenes, y en que lucen igualmente sus airosos cuerpos, su destreza en la danza y el elegante primor con que se visten. Gustan mucho de [)asear á pié en cuadrillas por las calles. Entienden muy bien la costura, tejen muchas esquisitos sombreros de paja de la penca del yarey, y cuando se casan son fieles, activas y virtuosas com])añeras, y perfectas madres de familia. Su finura en el trato es mucho mas sobresa- liente de lo que debia esperarse; pero las familias pu- dientes envían |)or lo regular sus hijos á educarse y á estudiai- á la Hal)aiia, y tanto esto como las repeti- das diversiones de ferias en que se rozan con la no- bleza de aquella capital, unido todo esto á la delica- deza femenil, ha contril)u¡do á darlas cierto barniz de cultura y url)anidad, que en menor tamaño se advier- te del mismo modo en los jóvenes. En el campo nuestras labradoras casadas se en- tretienen en el cuidado de sus hijos y familia, y en criar gran número de aves; y las solteras en coser, te- jer y ayudar á sus madres. 582 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. Los pardos y negros libres y los esclavos de am- bas clases, que viven de asiento en la i)oblacion, se ejercitan los primeros en calidad de menestrales, en los diversos oficios mecánicos que íian aprendido; y los segundos en la servidumbre doméstica 6 en ga- nar jornales en las faenas de peones de albañil, forra- jeros, aguadores ú ocupados por cualquiera que les paga. Los pardos y morenos libres viven con quie- tud en sus talleres; pero los esclavos propenden á la embriaguez y al libertinage. Las mulatas y negras libres se ocupan en sus ha- ciendas caseras, y trabajan todo un año para gastar en un convite y un baile todos sus ahorros, con el objeto de superar ese dia el lujo y brillo de las blancas; mas sin embara;o. hav muchas que son muo^eres estimables. Estadística. ^| ocupamos de la Estadística es indispensable ad- vertir aunque sea de paso, que este vecindario después de haber puesto en cultivo toda su jurisdicción terri- torial (cosa que estuvo concluida en corto número de años) continuó poblando en gran parte al Sud y al Sud-Oeste las feraces tierras de Buenaventura, el Cris- to de la Salud, Quivican, Gabriel, la Güira de Melena, Mayaguanó, Batabanó y aun la isla de Pinos, y puede asegurarse sin exagerar que esta diseminada emigra- ción es acaso igual y quizá superior á la mitad del actual empadronamiento del área de San Felipe y Santiago. Por este motivo debe dispensársenos que miremos en cierto modo esos antiguos corrales demo- lidos, y en que grandes porciones están puestas en un floreciente cultivo por nuestros anteriores ciudadanos, como de dependencias de este Municipio á cuya ju- risdicción debieran pertenecer por su cercanía y su voluntad (si se consultase), desde que esta ciudad de- jó de ser Señorial. La de Santiago tiene demasiados territorios en su MANUEL MARIANO AGOSTA. 583 distrito, aun cuando se le cercene el girón indicado en que para ejercer su jurisdicción pasa sobre la nuestra, sin que haya en el dia un motivo de justicia ni de con- veniencia pública que apoye tan irregular privilegio, el cual obliga á luiestro vecindario del S. y S. O. en todos tiempos á andar dos leguas mas para ocurrir al despacho de sus asuntos civiles y criminales, y que en el de aguas se ve á menudo atajado por un rio que crece y suele no dar paso en uno y en dos dias. Y volviendo á nuestra Estadística es preciso hacer presente que solo el antiguo caos es comparable á la confusión y desorden de nuestros archivos, aun en tiempos bien inmediatos. La falta de Secretario en el Cabildo hasta el año de 1803 hacia que la obligación de coordinar los papeles y asuntos, no recayese sobre nadie, y los documentos que existen no estando arre- glados á ningún método, cansan la paciencia mas in- fatigable. Sin embargo, para decir algo sobre nues- tra antigua Estadística, recordaremos que: En 1762 ya teníamos en esta ciudad tres Compa- ñías de las antiguas Milicias, y se sabe que la fuerza de cada una, fuera de los Oñciales, constaba de cin- cuenta plazas: se ha dicho que en el asedio de aquel año marchó con la suya á la Hal)ana el Capitán D. Juan Francisco Martínez Etor: con la segunda fué á defender el puerto y ancladero del Batabanó el Te- niente 1). José Kodriguez del Rey, y la tercera man- dada por el Regidor D. Manuel Jiménez de Valdes- pino, su Capitán, quedó aquí de reserva. Este hecho arguye ciertamente aunque de una manera vaga, una población considerable con respecto al corto tiempo del establecimiento y á la pequenez de su ostensión ter- ritorial. Consta en el tomo primero de actas Cai)itulares, á i^J/f encí fojas 126 que el año de 1757 habia con el palacio, ca- dos época Difefeiicia de ion en épocas. 584 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. sa del Cura y las treinta de los pobladores, diez y ocho casas mas, habitadas de familias, que eran por todas cincuenta, y á cinco individuos por vecino serian doscientas y cincuenta personas de todos co- lores. Mil setecientas se inscribieron en el exacto Padrón formado el año de 1823 de las cuales 981 eran blan- cas. Eesulta pues que en 66 años hubo un aumento en la población urbana de 1450 individuos. De los cinco ingenios de esta jurisdicción se está demoliendo Aguas Santas, y dentro de pocos años les sucederá lo mismo á los otros cuatro, y entonces las 153 caballerías de tierra que ocupan, divididas en cortas heredades, recibirá la población blanca que es la importante, un tercio de aumento en razón de que esas grandes y débiles fincas le ocupan un tercio de su territorio, y hasta ese tiempo no llegará el vecin- dario del Bejucal al máximum de los individuos que puede tener establecidos su área. Pero entre tanto daremos los resultados del Padrón general. Padrón gene- Hubo en el pucblo 1700 habitantes, de los cuales ral que se iii- 98l.|)lancos y 719 de color, á saber: 7.0 el año de 1823. Personas blancas, novecientas ochenta y una 981 Pardos libres, ciento sesenta y siete 167 Morenos libres, ciento sesenta y uno 161 Esclavos, trescientos noventa y uno 391 En la ciudad. Viviau entonccs mil setecientos indivi- duos 1.700 Total de blancos en todo el distrito dos mil ciento treinta y dos 2.132 MANUEL MARIANO AGOSTA. 585 Pardos libres en id. 191. — Pardos escla- vos 16. — Negros libres 243. — ídem esclavos 1703. — Suma la gente de color 2.153 Y súmala población total cuatro mil dos- cientas ochenta y cinco almas 4.285 Nota. — Siendo el que suscribe Teniente del oficio de Eegidor de su padre, el año de 1826, le tocó por turno examinar las cuentas del Mayordomo de Pro- pios ese mismo año y tuvo la curiosidad de hacer una lista de los inquilinos, sacada del libro donde están asentados y ascendian á 243, y como este presente año hay 21 solares más repartidos á cinco personas por casa, resulta que en cada año de los 4 ha habido 26 personas de aumento y suman los 7 años desde el tiltimo padrón 182 individuos de mas; por tanto pue- acalmar de decirse que en esta fecha tiene el pueblo 1.882 habitantes. Desea haber llenado las miras de nuestra Socie- dad Patriótica y su disrno Presidente. — M. M. de Jl. Níim.<^ actual Publicadas en las Memorias de la Real Sociedad Patriótica algunas no- ticias sobre los pueblos de Batahanó y Quivican: las reproducimos como complemento de la Historia de San Felipe y Santiago de Bejucal, á cuya jurisdicción pertenecen. QUIVICAN. Capitanía de partido en el distrito de Bejucal con im bonito apeadero en el ferro-carril de la Habana, comprende los caseríos de San Felipe, punto de partida del ramal á Batabauó, y ¡i Buenaventura. — En 1870 contaba cou una población de 3.435 blancos, 420 libres de color y 1.633 esclavos. Los primeros libros de esta iglesia principian eu 1712 en que ya era Tomo I. 79 586 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. parroquia que comprendia la Gruirá de Melena, Rancho Alquízar, Bataba- nó, Guara, San Antonio de las Vegas y la isla de Pinos. En 1806 se erigieron las dos primeras en parroquias independientes, y Guara, Bata- l)anó, y San Antonio de las Vegas en beneficios perpetuos y auxiliares de esta. Mas adelante, en 1810, se estableció la auxiliar de isla de Pinos, y es de advertirse, que antes de esa época San Antonio de las Vegas no fué mas que una ermita, y aunque consideradas como tales auxiliares Batabanó y Guara, eran temporales y mercenarias, y no beneficios perpetuos pro- veibles á concurso. Esto es mu}»^ admirable cuando el Batabanó se consi- dera como una de las poblaciones mas antiguas; pero desgraciadamente no habiendo en los pueblos archivos, el historiador en sus investigaciones tiene que ocurrir solo á lo que ha visto la generación contemporánea. Desde el referido año de 1712 ya estaba fundada esta población, y aunque nada se sepa de la raza indígena, diremos, porque así consta en el libro de bautis- mos, que en los años de 1724 y 1725 se confirió este Sacramento á dos in- dios del distrito, el uno párvulo y el otro adulto. Están comprendidas en la feligresía de Quivican dos pequeñas poblaciones que distan ambas una legua de él, y i;na y otra se denominan el Güiro, con solo la diferencia de llamarse la una Güiro de Marrero y la otra Güiro de Moñigal. — En esta última hay una ermita que se estal^leció en 1825, para tener misa los dias de precepto. Hay en este pueblo un hospital de caridad para hombres pobres de la parroquia y sus auxiliares, con la asignación del noveno y medio de las rentas decimales, el cual mandó fundar el Escmo. é Illmo. Sr. Obispo Don Juan José Diaz de Espada en 6 de Abril de 1818. — Las visitas que han hecho á esta iglesia los Illmos. Sres. Obispos desde su fundación son como sigue. — ;En 16 de Diciembre de 1731 por el Ldo. D. José Sánchez Pereira Cura Párroco de Consolación, visitador en Sede vacante de los curatos de la parte de Sotavento por el muy venerable Sr. Dean y Cabildo de la Santa iglesia Catedral. — En 16 de Enero de 1735 por el Illmo. y Rmo. Sr. D. Fr. Juan Lazo de la Vega. — En 29 de Enero de 1740 por el referido Sr. Obis- po.— En 18 de Enero de 1742 por el propio Prelado. — En 25 de Marzo de 1748 por el Illmo. Sr. Dr. D. Pedro Ponce y Carrasco, Obispo de Adramite y auxiliar de Cuba. — En 5 de Agosto de 1754 por el Illmo. Sr. D. Pedro Agustín de Morell. En 6 de Mayo de 1762 por el mismo Sr. Illmo. — En 12 de Enero de 1764 por el Dr. D. Antonio Claudio de la Luz, Visitador por el mencionado Illmo Sr. Morell. — En 14 de Junio de 1766 por el Doc- tor D. Pedro José de Cárdenas, Visitador general por el Illmo. Sr. Obispo diocesano. En 7 de Abril de 1773 por el Dr. D. Rafael del Castillo y Sucre, en comisión de S. S. I. — En 17 de Marzo de 1794 por el Illmo. Sr. D. Fray Cirilo de Barcelona, Obispo de Tricaly, Visitador general de los cuatro lugares por el Illmo. Sr. Obispo diocesano. — En 11 de Diciembre de 1804 por el Escmo. é Illmo. Sr. D. Juan José Díaz de Espada y Landa. En 28 de Marzo de 1816 por el mismo Escmo. Sr. Espada. — Tiene impues- tos á su favor esta iglesia, una memoria de 540 pesos para los cultos de la virgen de la Merced, que mandó fundar Doña María Dolores Peñalver, y los réditos de 4 solares que leg(') á favor de la ermita del Güiro el Capitán D. Salvador González de Urra. MEMORIAS DE LA SOCIEDAD PATRIÓTICA. 587 BATABANO. Su origen es iiinieuiorial, pues cuando la conquista ya era ijoblacion de nidios que la conocían con el nombre de Matamanó. En 1515 se pobló por los castellanos en el sitio actual ó sus inmediaciones, y aunque en 1519 se trasladó al Puerto de Carenas (hoy la Haliana) por su mejor posición geo- gráfica, siempre quedó aquí vecindario y parece (pie progresaba, i)or(pie en Real orden de 1688 se mandó crear un Curato en Batabanc), y otro en los Grüines. No obstante, Quivícan fué la parroc^uia matriz hasta el año de 1800 que se erigió esta auxiliar. La importancia de su puerto no fué desconocida á nuestros antepasados. En 1730 se construyó una calzada sobre la ciénaga á costa del Marqués de San Felipe y Santiago D. Juan José Nuñez de Castilla y Castillo, y al mismo tiempo dispuso el Gobierno defenderlo con algunas piezas de artille- ría. Cuando la toma de la Habana en 1762 mandaron los ingleses dos buques que lo asaltaran, pero nada consiguieron, sus valientes habitantes con machete en mano unidos á un trozo de milicianos del Bejucal capitanea- dos por el Teniente D. José Rodríguez Rey, defendieron el ¡niesto con ejem- plar bizarría. — La calzada se mejoró por el año de 1790 y también la for- taleza, haciéndose respetar de los piratas y enemigos, protejiendo el comer- cio del cabotaje de a(|uella costa. El Batabanó se halla en los 22° 43' 55" latitud y 75° 59' 36" longi- tud á 13 leguas de la Habana, y está situado sobre un lecho de piedra de que es el piso de sus calles principales al N. y N. E. con intennisiones de tierra roja, cuya capa se engruesa en las del Mediodía hasta dos varas. Su elevación sobre el nivel del mar será de 7 á 8 varas, distando 4200 de la playa y puerto de su nombre con buenas entradas y fondeadero. Sii tem- peratura debe considerarse sana pues no hay esceso de enfermedades con respecto á los demás pueblos, según se advierte y obsei-va en las tablas ne- crológicas. Sus aguas aunque de pozos, son algunas de escelente calidad. A distancia de 220 varas del pueblo al N. E. hay 3 orificios (') fuentes in- sondables en dirección N. E. ¿ N. que marcan un raudal subterráneo en que muchos vecinos se han proveído por su bondad y que limpios podrían abastecer el pueblo, pues no disminuyen en las mayores secas, rebosando en las lluvias (con infinidad de peces) en tanto esceso, (jue aumenta pródi- gamente una gran laguna inmediata hacía el E. y es de creerse que se for- ma de dicho rio subterráneo, pues todo el año mantiene al)undancia de agua. Su población actual consta de 650 personas blancas y 400 de color libres y esclavos. En su jurisdicción que hay doce ingenios"^ de fabricar azúcar, 26 cafetales, 20 potreros y 80 estancias ó sitios de labor viven sobre 800 per- sonas blancas y 4000 de color. — Sus producciones agrícolas son grandes. En este distrito ademas del azúcar y café se cosecha mucho arroz, maíz, le- gumbres y frutas, hay carnes y aves de todas clases, pues sólo en el pue- blo se sostienen cuatro matazones. El pescado de su playa que es bueno y abundante, abastece no sólo la población, sino una gran parte de sus cer- canías. En 1494 fué reconocido su puerto por el Almirante Colon.— En 1804 arribó á su playa una escuadra francesa y desembarcó el General La valle- te con la división de tropas capituladas en la isla de Santo Domingo, é in- 588 MEMORIA SOBRE EL BEJUCAL. mediatamente, se retiró porque así lo dispuso este Gobierno indignado de tan impolítica visita. — En 1806 se desembarcaron los ingleses apoderán- dose de la batería que por su coua guarnición no pudo hacer mejor defensa ni resistir á los enemigos, clavaron la artilleiía y se retiraron. — En 1822 sufrió el Batabanó un horroroso incendio que destruyó mas de 80 casas, de las cuales hay algunas aun por reed'ñcar. — En 1827 y en 1839 se repitie- ron estas calamidades, de cuyas resultas emigraron muchas familias al Be- jucal y los campos. En 1817 se proyectó fabricar una iglesia á costa del vecindario que proporción ó 5000 pesos la cual se concluyó en 1822, pero ha- biéndose desplomado el mismo año, qued(> reducido el templo á la sacristía de aquella, hasta que en J 837 D.José Quintana Warnes generosamente cedió una casa de su propiedad })ara que sirviese de iglesia, y es la que eyis- te en la actualidad. — 31. de li S. P., tomo 12. — Añj de 1841. LA JURISDICCIÓN DEL BEJUCAL COMPRENDE LOS PUEBLOS SIGUIENTES: Pueblos. Bejucal (cabecera) San Antonio de las Vegas . . Batabanó, pueblo y surgidero La Salud Quivican Güiro Boninges San Felipe Buenaventura Totales Población. Blancos. Libres. Esclavos 2.572 498 425 505 160 47 2.423 406 1.897 2.782 189 1.954 3.435 420 1.633 189 36 906 325 30 37 136 24 12 12.367 1.763 6.911 3.495 712 4.726 4.925 5.488 1.131 392 172 21.041 Estos datos se han tomado del Almanaque Mercantil de 1870. — R. C. GÜANABACOA. WnCIAS HISTÓRICAS DE LA VILLA DE LA ASUNCIÓN DE GUANABACOA. ESCRITA A PETICIÓN POR D. CAYETANO NUÑEZ DE VILLAVICENCIO. Ahogado de los Tribunales de 1^ Nación: Individuo de número de la Real Sociedad Económica de Amigos del país, y Secretario en la Diputación patriótica de dicha Villa. PUBLICADAS EN LOS TOMOS 15 Y 19 DE LAS MEMORIAS. AfíOS DE 1842 Y 44. GUANABACOA. Este nombre \ erdatleramente indio, que significa lugar abundante de aguas, tenia este pueblo indí'gena tintes del descubrimiento de ]a Isla, según antigua tiadicion: se lo eonser\ aron taml)ien los conquistado- i*es, y es el nnsmo que ha llevado hasta nuestros dias con la aprobación del Superior Gobierno y la confir- mación espresa de 8. M. Los indios (|uc le habitaban y escedian de 300 in- clusos ancianos y niños, fueron encomendados á, Ma- nuel de Rojas. Teniente Gobernador que fué de la Is- la, y uno de los repartidores, según consta en varios documentos fe-hacientes que existen en los Reales ar- chivos de la Península. Después que la Corte, con- sultando el mayor bien de estos naturales, orden(5 poi" diversas pi'ovisiones (jue estos viviesen en libertad y policía, el Ayuntamiento de la Hai)ana, en acta de 12 de Junio de 1554 designo este propio lugar para la reufíion de los (jue vagaban por diferentes puntos, les señaló tierras y campos bastantes para sus casas, es- tancias y demás usos de la vida humana: les nombró Pi'otectoi' y una comisión de su seno que entendiese en la práctica de tan útiles operaciones: y es ciei'to v constante que se ejecuto tan benéfico acuerdo, porque Tomo J. 80 594 HISTORIA DE GUANABACOA. con motivo del incendio y destrucción de la capital por los franceses en el año siguiente de 1555, se tras- ladó á este pueblo el Grobierno y demás vecinos de ella, apareciendo como un convencimiento irrecusable, que aquella Corporación municipal celebró sesiones en el pueblo de indios de Guanabacoa á los 12 de Diciembre del mismo, bajo la presidencia del Gober- nador Gonzalo Pérez Ángulo, á la que concurrieron Juan Inestrosa, Alcalde ordinario, Regidores, Antonio de la Torre, Juan de Rojas y Pedro Blasco, asistidos del Escribano Diego Pérez de Borroto. Ademas de estos datos incontestables que acredi- tan la antigüedad de este pueblo, obran otros podero- sos, dignos de toda atención, y son los siguientes: — 1*? que en las Ordenanzas municipales de la Isla for- madas en 15 de Enero de 1574 se habla espresamen- te en los artículos 17 y 46 de esta población de indios, prohibiéndose por el primero el que los Alguaciles pudieran traer vara en ella, á menos que no vinieran á negocios particulares con especial comisión: 2° que por otra acta Capitular celebrada en 7 de Abril de 1574 siendo Gobernador Sancho Pardo Osorio, apa- rece que el Protector Hernán Manrique pidió las ha- ciendas de Rio Bayamo ó Cañas, Yagüaramas y Co- gimar para sus representados, concediéndosele las dos primeras; y por lo que toca á la ultimase reservó decretar: S'^ que en otia que tuvo efecto en 24 de Enero de 1576 se les destinó un Religioso francisco para que les doctrinase, cuyo nombramiento se con- sideró como el establecimiento de la Cura de- almas, porque los Regulares la obtenían en aquellos tiempos según las Reales órdenes de 1° de Febrero de 1753 y 23 de Junio de 1757: 4", que habiendo pedido Pedro Vinares el sitio Bayamo en Cabildo de 25 de Agosto de 1568, se le negó por ser en perjuicio de los indios CAYETANO NUíSEZ DE VILLAVICENCIO. 595 de Guanabacoa: 5", porque habiendo solicitado Ko- drigo de Velázquez gracia de la hacienda la Sabanilla de Guanabayanó, se le concedió en 30 de Diciembre del mismo año, con tal que i^n vivienda y casa fuese en esta población de donde era vecino: y en fin, por- que á Diego Hernández indio del propio domicilio se le oyó á cerca de la merced que pidió del sitio Pueblo- Viejo en 26 de Febrero de 1569. Por consiguiente erigida ya la población con arre- glo á las leyes de Indias y asistida de su Protector ge- neral se fué adelantando tanto, que en 7 de Marzo de 1630 solicitó éste que lo era entonces Matías Rodrí- guez de Acosta, los terrenos sobrantes entre las ha- ciendas colindantes de Rio-Bayamo, y ademas loscua- vales y egidos que se encontraban al rededor del Pue- blo, cuyas mercedes fueron confirmadas por la Real cé- dula de 27 de Enero de 1632 dirigida al Sr. Goberna- dor D. Juan Vitrian Viamonte, la que ordenaba tam- bién, que refrenando la tiranía que se egercía con es- tos naturales, fuesen restituidos en las tierras que les pertenecían, pronta, precisa y rigorosamente, sin em- bargo de cjue aquella que pudieran corresponderles, hubieran sido vendidas ó agraciadas por el Ayunta- miento de la Habana. Es de creerse que á conformidad de la legislación de estos dominios, este pueblo tuviera, como en efec- to lo tuvo desde aquella época, sus Capitulares anua- les que desempeñasen las funciones que aquellas les concedian, y procurasen su niayor adelanto y fomento; justificándolo así varios solemnes documentos que existen en el archivo Capitular, y de los cuales se evi- dencia, que desde 1640 sustentaba la villa pleito sobre la hacienda Yagüaramas: que en el de 1668 á instancia del Procurador general se comprobó la cédula antedi- cha, por el Escribano público y Cabildo D. Luis Pérez 596 HISTORIA DE GUANABaCOA Costilla: que iMjiiel sii^iidolo I). Luis Lope/- del Rio, pidió al Sr. Gobernador D. Fraiiciseu Rodrigue/, de Ledesuia el cumplimiento del espuesto Real resciipto. que se le decretó eii 30 de Julio de 1678: (\nc su su- cesor Diego de la Fuente instó ante el Sr. Teniente Auditoi" general D. Francisco Manuel de la Roa se llevase á puro efecto lo mandado anteriormente, al- canzando providencia de conformidad en 5 de Di- ciembre de 1691: que el año de 1686 fue re[)resenta- do por el Cabildo, Justicia y Regimiento por su Pro- cu radoi- general, en el pleito que les movió en el Juz- gado de Gobierno 1). Juan González de la Torre Re- matador del derecho de sisa, para que le abonasen, los ganados que aquí se consumian, en cuyo debate obtuvo la Villa declarándose libre de dicha contribu- ción en ambas instancias, conforme lo acredita la Real provisión despachada en Santo Domingo á 2 de Mar- zo de 1734; y en ñn, que en la Sínodo del Obispado fecha en el año de 1684 en su Constitución l'^ título 7", se señala á la villa á la par de la capital sus lími- tes pai'roquialcs que hasta entonces no los teniai] nin- guna de las dos, lijándose 4 leguas en contorno [kji- ía banda de Barlovento, y j)or los costados y parte que mira hacia aquella, todo lo que tiene de contoino hasta la bahía, que lo divide, el embarcadero de Jí/m/i de la Cruz que está en lo que se llama Guasabacua, todo el camino Real que sale de dicho embarcadero y va al Corral Jiaraco, de est;e circulando al de la Sa- banilla, de ésta al de Guanabo de Francisco de Loza, y de éste al de Guajurayabo y costa del Norte á bus- car el estero de Cojímar. Este territorio estuvo constantemente avecindado no sólo de indios originarios de que quedaban algunas reliquias en la parte Occidental de la Lsla, y otras traidas de la Florida, Santo Domingo y México, sino CAYETANO NUÑEZ DE VILLA VICENCI*. 597 — t , -^ — — — también de iylefios canarios y españoles oriundos de distintas provincias de la Península, que (ijaron su residencia aquí en el punto mas central, atraídos sin duda por la elevación del tcireno. salubridad, inme- diación del mar V de los montes, abundancia de aguas potables y benigiiidad del temperamento. Así lo per-» suaden el libro de Conñi'maciones (jue contirieron á estos feligreses los lllmos. Sres. Obispos 1). Fr. Juan de las Cabezas en 7 de Enero de iHOo y D. Fr. Alon- so Fniiquez de Almendariz en Aíar/.o de 1H18 y 2o de Junio de 1623: el de Bautisnu>s queinici(5 el Beneti- eiado I). Pedio Gómez de la Sota en IHOT; y el resul- tado de las diligencias que |)ractic() en 16/8 el Escri- bano D. Francisco Gurréaen el embarcadero'de la Villa, que lo era Mari melena, y en las puerias de la Parro^ quial mayor á la presencia del Cura I). Baltasar Gon- zález, Ü. Miguel Recabarren y 1). Sebastian del Cid. para intimar á los vecinos, y que fuese notorio a to- dos, los autos de cumplimiento espedidos |)or la Su- ))erioridad á consecuencia de la Keal cédula de 1632 que estuvo oculta basta aquella é[)oca con grave da- no de algunos naturales y vecinos. En su oportuni- dad haré se|)aradamente una relación nominal de es- tos con la debida especilicacion y lauíbicn de las lin- eas fundadas en el disti'ito referido y sus poseedores, para convencimiento de l(js que fueron sus [)rimeros pobladores y pro})ietarios. Aumentado consideral)lemente el puel)lo. acordó el Cabildo á moción de su Alcalde i)residente el Alfé- rez I). Domingo de Horta en sesión de 7 de Enero de 1696 ocurrir al Superior Gobierno solicitando la de- claratoria de Jui'isdiecion ordinaria, en los mismos términos que la que gozal)a en lo eclesiástico el Be- neficiado D. Maiuiel Marroquin y Loza; y después de un pleito diUtadísimo por las contradicciones de la 598 HISTORIA DE GUANABACOA. capital, lograron al fin que el Sr. U. Felipe V de gra- ta memoria, lo mandase exliimir, deslindar y separar del tenitorio de aquella, concediéndole y ratificando el título de YiUa de la Asunción de Guanabacoa, escu- do de armas la jui'isdiccion de goteras y el privilegio •de una feria desde V de Febrero basta el 10 inclusi- ve del mismo, para que mas se fomentase, en remune- i'acion de los mucbos distinguidos servicios de sus naturales; cuyo Soberano rescripto fué despacbado en 14 de Agosto de 1743, confiriéndosele la posesión en 9 de Febrero de 1744 con todas las formalidades le- gales por el Escmo. Sr. D. J. Francisco Güemes de Ilorcasitas, Gobernado)' y Capitán General, que paso á darla personalmente asociado de las primeras Auto- ridades de la capital, (1) y como no por eso se termi- naron las tropelías que éstas ejercían con los vecinos, sacándolos de su territorio contra lo prevenido por las leyes y municipales de la Isla, se volvió á suplicar á S. M. se dignase estender aquella á la demarcación eclesiástica, en cuya virtud descendió la cédula de 31 de Diciembre de 1774 por la cual ordenó S. M. al Su- perior Gobierno, hiciese formar un mapa muy puntual y distinto de esta población, y territorio, y del conti- guo de la Habana con sus demarcaciones, caminos y haciendas, descripción de la costa marítima incluyen- do las fortalezas de Cogimar y Bacuranao, y la escala correspondiente para que en su vista con mas pleno y cabal conocimiento, se pudiese tomar la determina- ción conveniente. Se cumplimentaron dichas Reales letras con la ci- tación del Cabildo de la Habana, que lo represento D. Pedro Miguel Menocal su Síndico Procurador ge- (1) Documentos publicados en el tomo 13 de las Memoria» páa^. 208 ala 225. CAYETANO NUÑEZ DE VILLAVICENCIO. 599 neral; y aprobado el plano y diligencias que formó el Sr. D. Bernardo de Urrutia y Matos por comisión del Escmo. Sr. Gobernador, con los Agrimensores D, Bar- tolomé Loi-enzo de Flores, y Di*. D. José Fernandez de Sotolongo, y elevado todo á S. M., tuvo á bien acce- der á la solicitud por otra Cédula de 5 de Diciembre de 1750 cpie conñrmó igualmente la de 28 de Junio de 1763. Comprobada la antigüedad de este pueblo, su aumento, progresos y territorio que les fué concedi- do, diré que se halla situado á una legua poco mas de la capital por la via del mar, desde donde se descubren sus elevadas torres y muchos edificios sol)resalientes; y á dos leguas y cuarto por el camino de tierra; en una elevación considerable que se estiende de Oeste al Este: que su caserío que está dentro de un bosque frondosísimo de ái'boles frutales y multitud de flores y yerbas medicinales y aromáticas, y sobre varias co- linas de piedra cuavalosa (1) serpenteada de mansos (1) Toda la parte Occidental de la isla de Cuba, desde el meridiano de Trinidad, consiste en capas secundarias, de piedra de cal, yeso, y dos fonnaciones de arenisca, de las cuales la una es caliza blanca y la otra pie- dra de cantería, roja y arcillosa. En medio de estas capas llenas de cuerpos organizados jietrificados, se levanta luia cadena de cerritos entre Regla y Guanabacoa que llegan á 40 toesas de altura sobre el nivel del mar, y cuya formación es anterior á la existencia de los animales ó primitiva. La mayor parte de estas colinas primitivas consiste de serpentina, cuyas capas irregularmente inclinadas al Norte y Nordeste, descansan cerca de Marimelena sobre una roca bastante rasa, que los Mineralogistas modernos llaman syenita por hallarse cerca de Sycne en el Alto Egipto. La serpentina es una })iedra tal (;osa que se tra- baja en Italia y Sajonia, para urnas, vasos y tinteros. La de Guanabacoa tomaria un pulido muy bello á la vista; es muy escasa en el nuevo conti- nente, y apenas se conoce en otra parte que en las inmediaciones de Taru- ma, en la provincia de Quito y cerca de San Juan, y la villa de Coro, en los llanos de Caracas. Aunque la serpentina i)eca generalmente de blanda, como toda piedra que se halla deljajo de tierra magnesial, no dudo que pro- fundizándose el terreno se hallarian piedras á propósito para el empedrado que tanto se desea de la capital. Los cerritos de Guanabacoa han tenido 600 HISTORIA DE GUANABACOA. aiTO vuelos, se compone de 302 casas de tablas y te- jas: 448 de inampostería y tejas, azoteas y altos, y 661 de paja, que forman dos calles espaciosas de Nor- te á Sur. y 19 de Este a Oeste, y comprende 6,684 habitantes. 3,572 blancos y 3,062 de color, según los últimos Padrones formados por la Comisión de esta- dística nombrada ])or el Superior Gobierno. Su be- néfico y agradable temperamento, especialmente des- de las cinco de la tarde hasta las once de la mañana siguiente, en la estación mas rígida del calor, las co- modidades que encuentran los concurrentes, la virtud medicinal de sus aguas, (1) y en fín hi seguridad perso- nal y provisiones de todo género que en él se propor- cionan los que ocurren á visitarle ó á buscar un ali- fama de contener metales; fundándose t^nizá esta opinión soltre la observa- ción de ser su material diferente del que constitii^-e los terrenos al rededoi. Los únicos metales (¡ue en otras partes del mundo suele contener la serpen- tina son cobre y pyriia de hierro; el col)re algunas veces con ley de oro, pe- ro mnv baja. En las lomas al Suestes de los baños de Barreto, cerca de GÍianabacoa be observado astillas de cuarzo con pyrita cobriza. Pero no me lia parecido dignas de mayoies investigaciones en un jjaís, cuya verdadera ricpieza consiste en la agricultura, donde por consiguiente el trabajo de las minas solo convidaría ¡i la holgazanería en menoscabo de aquella. Las aguas de Guanabacoa contienen óxido de fierro, y nn poco de hidr()geno sulfurado, (pie indica la descomposición de pyritas. Si la Ha- bana fuese un país mas visitado por naturalistas, el cerrito de Guanabacoa tendría mas fama en el mundo. Alguna he procurado darle en una memo- ría mia impresa en Madríd en 1802 en los Anules del Abate CavamUes. También he enviado aglunos fósiles de Guanabacoa al gabinete del Rey en Madríd y al Museo de París. La Calcedonia que se halla al Elste de los baños de Barreto cerca del Palmar, es superior á la célebre calcedonia del Hecla; pero los derrumbes causados por los aguaceros, han tapado parte de la veta que encontré hace tres años. La serpentina de Regla contiene además un fósil poco conocido en Europa y que hasta ahora no se había descnl)ierto, sino en un sólo para- ge de Alemania, el espato de Latav, cuyo brillo metálico puede haber con- tribuido algo á la fama de ])lata y oro que tienen aquellos cerritos. Dispense V. fS. la prolijidad de la noticia y el fastidio que le causará mi mal castellano &c. &c. Habana 7 de Abril de 1804. — (Noticia mine- ralógica del cerro de Guanabacoa, comunicada al Sr. Marqués de Somerue- los, por el Barón de Humboldt el año ^ años de edad; era hijo le- gítimo de D. Jácome, y no pudieron adquirirse noticias del verdadero nombre de su madre. Fué comercian- te, según se pudo deducir de algunas conversaciones particulares, sufrió reveses; y con lo que le quedó se retiró á esta villa á vivir y morir tranquilamente, co- mo lo logró, muy apreciado y respetado de cuantos le conocían y trataban. Tapaste, hoy parroquial comprendida en nuestro territorio, su población perteneció cuando su fundación en 1766 al curato de Rio-blanco. Siguió bajo el mis- mo orden hasta el de 1788 que se erigió en auxiliar del mismo por el lilmo. Sr. D. Santiago José de Echavarría, construyéndose entonces una iglesia provisional de paja sobre horcones. En 1803 el Es- celentísimo é -Illmo. Sr. Espada la declaró parroquia con agregación de la sacristía mayor y anexa Cura de almas, y en el de 16 para el de 17 se construyo desde el cimiento,"Ja que existe de mampostería y teja, de mucha capacidad, solidez y hermosura, con sus ha- bitaciones altas sobre la sacristía para el Beneficio. CAYETANO NUÑEZ DE VILL AVICENCIO. 623 Esta nueva obra se costeó con un legado que le aplicó la Sra. D'^ Luisa Herrera de 0-FarriIl y los donativos con que contribuyó el vecindario. Es su patrona María Santísima de la Concepción, a quien se le hace su fiesta anual. Cuenta por su primer Bdo. al Pbro. D. Francisco Pérez Peraza en calidad de teniente; quien bautizó el 20 de Mayo de 1788 á D. Juan José Delgado, hijo de Don Antonio y de Doña María Hernández, siendo padrino D. Pedro Sardina; y en el dia desempeña interinamente la Cura de almas el Sa- cristán mayor D. José Sánchez. (1) Muestra Señora de Guadalupe^ auxiliar de nues- tra parroquia en el partido de San Gerónimo de Pe- nal ver: fué erigida bajo esa advocación en 1783. De- be su origen á la donación que hizo el Sr. D. Nicolás de Peñalver y Cárdenas por escritura ante D. Nicolás de Frias en 9 de Julio del mismo, de una ermita de tablas y tejas situada en las inmediaciones de Eio de Piedra, con su mesa, altar, tarima, sagrario, crucifijo, atril, misal, campanilla, cáliz y vinageras de plata, or- namentos y el cuadro de la Santísima Patrona; en cu- ya virtud el tilmo. Sr. Echavarría con beneplácito del Sr. Vice-Real Patrono D. Luis de Unzaga proveyó auto, declarándola por tal auxiliar en 24 de Octubre del repetido año, y mandando que por el Cura Párro- co se eligiese Sacerdote á su satisñiccion que se encar- gase de ella, como en efecto se lo hizo al Presbítero D. José de Villalobos por formal inventario que paso ante el Notario público D. Andrés Gómez, en calidad de teniente, y como tal bautizó en 15 de Noviembre de 1783 á María Andrea de la Luz hija legítima de Don Andrés González natural de la Gran Canaria (1) Hoy pertenece á Jaruco, con 3.740 blancos, 545 libres y 1.312 esclavos. — ít. C. 624 HISTORIA DE GUANABACOA. - y de Doña Estefanía Martel, siendo su madrina Doña Bárbara del mismo apellido. En 27 de Agosto de 1786, en virtud de otro auto que profirió el propio Illmo. Sr. Echavarria, se trasladó la iglesia por la comodidad de los vecinos y mas pronta administra- ción de los Sacramentos al punto y templo que hoy se conserva, el cual construyó el Si-. Tesorero D. Ig- nacio de Peñaher con auxilio de los feligreses y del Padre Villalobos que promovió la obra con el mas distinguido celo. Hoy desempeña la Cura de almas el Presbítero D. Manuel Antonio Padrón, y la Capita- nía pedánea D. Francisco Acosta. (1) (1) San Gerónimo de Peñalver. — Cuenta mas de 55 años de fundación ' este pueblo. Su primer vecino fué un D. Juan Martinez, natural de Pana- má, casado con D" Teresa Hernández, que puso aquí una taberna. En el dia tiene sobre 30 casal?. El primer Capitán juez pedáneo D. José Antonio Garrido después de algún tiempo de estar ejerciendo sus funciones, lo en- contraron muerto en el camino real. En los años de 1813 y 1820 á virtud de la ley constitucional se estableció aquí Ayuntamiento con un Alcalde, cuatro Regidores, un Síndico y un Secretario, cuyos libros y documentos á la cesación de aquel sistema en 1824 se pasaron á la escribanía de D. An- tonio Marin en la villa de Guanabacoa, á cuya jurisdicción corresponde el territorio. Esta iglesia se erigió en 15 de Noviembre de 1788 en un oratorio que donó el Sr. D. Nicolás de Peñalver y Cárdenas, situado en el potrero Ntra. Sra. de Guadalupe en el rio de Piedras de la pertenencia de D. José Pe- ñalver su tio, de quien lo heredó, y de allí se trasladó al lugar en cpie está lioy el 27 de Agosto de 1786, siendo Obispo de esta Isla el Illmo. Sr. Dr. D. Santiago José de Echavarría. El mismo Sr. Peñalver y Cárdenas rega- ló los ornamentos y vasos sagrados del espresado oratorio. Fué su primer Teniente de Cura el Presbítero D. José de Villalobos. En un punto de es- ta jurisdicción que llaman Cruz de piedra, se hizo irn Cuartel por el año de 1770 destinado para la 7^^ compañía del 2" batallón de Milicias de infante- ría, del cual no hay ya mas que una remota memoria de su existencia y del lugar en que fué construido. Griianabo. — La iglesia parro(|uial de este partido está situada una legua de la costa del N. de la Isla y mas de cuatro de la villa de Guanabacoa. Fué creada en 1803 por el Escmo. é Illmo. Sr. Obispo D. Juan José Diaz de Espada y Lauda, segregando el territorio de su demarcación del que correspondía á la parroquial de Rio-Blanco á la cual se le asignaron dos Ministros, Cura y Teniente de Cura, con cargo de Sacristán mayor, y una auxiliar qiae por la misma época se estableció en el Corral de Jiquiabo con un Teniente de Cura. El año de 1813 se separó de la Administración (en CAYETANO NUÑEZ DE VILLA VICENCIO. 625 Bacuranao es otro de los partidos de la jurisdic- ción y se fundó un auxiliar dependiente de la parro- quial de Guanabo, en 1813 siendo su primer Bdo. Don José María Rosain, quien en 7 de Enero del siguiente año de 1814 confirió con ese carácter el bautismo á María del Carmen, hija de D. Xicolás Diaz y de Doña Liboria López, siendo padrinos D. Vicente Rodríguez y ü'^ Francisca Diaz. La auxiliar se estableció en su principio en el oratorio del ingenio de Barrera que te- lo espiritual) de la villa de Guanaltacoa el partido de Bacuranao fundán- dose allí una iglesia auxiliar tpie se agregó á esta y pasó á sei-virla su Sa- cristán mayor Teniente de Cura. — Construida la iglesia parroquial en un hermoso llano y á la orilla de un camino muy transitado, llamó pobladores fpie fabricando casas y abriendo establecimientos de tráfico, dieron valor é importancia al lugar. Este partido deberá ocupar una página muy señalada en la historia de la Isla por la fatal ocurrencia de Peñas-altas, sucedida dentro de su temtorio la memorable noche del 15 de Mar/o de 1812, así como por la bizarría y denuedo con que sus valientes moradores arriesgando vidas é intereses, castigaron la inaudita insolencia de acpiellos malvados que después espiaron en la horca tan atroz delito. — En la precisión de re- cordar este hon'oroso atentado que quisiéramos alejar de nuestra memoria, permítasenos citar aquí para que no quede sepultado en el olvido el nombre del valiente mayoral D. Antonio Orihuela, á cuyo tino y presencia de áni- mo debimos la fortuna de ahogar en su principio el fuego de la insun-ec- ciou. Orihuela enteramente resuelto viendo tan próximo el peligro, reunió la gente y operarios del ingenio que gobernaba, les hizo una arenga ade- cuada á ellos y terminó diciéndoles: — ¿Qué será mejor muchachos, unirse á esos desenfrenados ó derramar la sangre por Dios y por el amo?. — Por Dios y por el amo, respondieron á una todos, enternecidos y preparados. — Pues á ellos hijosj que ya vienen, gritó Orihuela poniéndose á su cabeza. Tan oportunamente atacó á los levantados que logró detenerlos en su marcha, herirlos y destrozai"los, dando tiempo al Gobierno á que tomase las medidas ([lie terminaron la escena. Este hecho (pie por su naturaleza no debe si- lenciarse, lo hemos leido en la Gaceta Diaria de la Habana que se publica- ba en aquel tiemjx), donde con mas estension se refiere, haciendo un justo elogio á nuestros iutrc'-pidos (juajiros (campestres) por la destreza con que saben manejar el macJiefe, tan célebre entre nosotros, como son en España las espadas de Toledo. No hay duda pues, que el machete de Orihuela hi- zo en el campo de Guanabo tanto como la tizona y la colada del Cid cam- peador en las vegas de Castilla. Este hecho dio origen á la creación de los escuadrones rurales de Fernando VII, siendo la de Guanabo la })rimera Compañía que se organizó, mucho antes de obtener la Soberana aproltacion que tienen. — El vecindario del pueblo de Guanabo en el dia no baja de 340 almas. — Memorias de la Sociedad Pafriófic((, tomo 11. — Año de 1840. Tomo I. 84 626 HISTORIA DE GUANABACOA. nía por patrono á S. Hipólito, y allí permaneció hasta el de 1822 que se levantó en el pueblo de aquel nom- bre la iglesia que existe, de regular tamaño y de mani- postería y tejas, formándole su torre el año de 1837, todo costeado por los vecinos, eligiéndose por patro- na a D^ María Santísima de los Dolores. Es su actual Bdo. D. José de la Peña. Desempeñando la Capita- nía de dicho partido D. Antonio Fernandez en 1801, representó este en unión de otros vecinos al Obispado, solicitando se habilitase el Pbro. Capellán de la ermita pública titulada S. Nicolás que lo era D. Basilio Siia- rez para que les franquease los socorros espirituales, esceptuando solo la Comunión pascual, por la distan- cia que habia á esta villa y á la auxiliar de S. Geró- nimo; y habiéndose pedido informe al Cura Vicario D. José Vicente de Barrios en 26 de Agosto del refe- rido año, con lo que este ministro espuso en 31 del mismo, se denegó la solicitud y vino á resolverse en el año de 1813. El Ayuntamiento de esta villa en virtud de haberse erigido a Bacuranao en auxiliar de Guanabo que es un partido dependiente de la capital, representó lo conducente al Escmo. é Illmo. Sr. Obis- po, y aunque ha instado por la declaratoria de que se entienda como una de las auxiliares de nuestra par- roquial mayor, hasta la fecha no se ha pronunciado resolución alguna sobre el particulai*. Casa de Cadenas. — Con motivo de la fuerte tor- menta de viento y agua que se esperimentó en esta villa en Julio de 1724, sufrió tanto la iglesia parro- quial, que se destecharon los cruceros y se anegó to- talmente junto con muchas casas, cuya ocurrencia dio motivo á que se sacase el Santísimo Sacramento de su sagrario para depositarlo en lugar decente y segu- ro, con las imágenes, alhajas y ornamentos que se pudieron reservar, llevándolo con toda la decencia y CAYETANO NUÑEZ DE VILLAVICENCIO. 627 seguridad posible en aquellos momentos de angustia á la casa del vecino D. Esteban Pérez de Rivero, don- de se mantuvo por espacio de 13 dias. hasta que se trasladó su Divina Magestad á la iglesia de Candela- ria. El interesado lo representó al Soberano y pidió se le concediese el privilegio de poner una cadena á la puerta de la referida casa en dos columnas, y lo demás que por idénticos antecedentes se otorgaron á D. Diego de Barrios, vecino de Cádiz; y habiéndose visto la solicitud en el Consejo Supremo de estos do- minios, se accedió á ella como consta de la Real cé- dula despachada en Sevilla á 14 de Julio de 172.9. Conventos: existen en la villa dos de regulares; el uno del orden de Predicadores; y el otro del Seráfico; y para estenderme en noticias respecto de cada uno, hablaré de ellos con la debida separación. El primero lleva el título de Nuestra Señora de Candelaria: se fundo en el mismo punto en que esta- ba la ermita que así se denominaba después que se trasladó del lugar que antes ocupaba, que es el en que se construyó la nueva fábrica de nuestra parroquial. No hay antecedentes que nos brinden un convenci- miento positivo de su prin:era erección; pero sí puede asegurarse ciertamente que estaba constituida y con gran predicamento en 1655, y tanto que el Tilmo. Se- ñor D. Nicolás déla Torre, dignísimo Obispo de esta Isla, ordenó que se le sepultase en ella; lo que prue- ba incontestablemente que la ermita era desde en- tonces un buen edificio y que estaba bien dirigido y gobernado; pues sin esas garantías, un Prelado de tan elevado carácter no hubiera dispuesto en ella el depósito de sus respetables cenizas })ara ser luego profanadas. — Trasladada al nuevo bai'rio de Santo Domingo, los isleños de Canarias que fueron induda- blemente sus primeros fundadores y desempeñaron 628 HISTORIA DE GUANABACOA. la Mtiyordoniía de la Santísima Virgen, la levantaron nuevamente con el poderoso auxilio del Illmo. Sr. Don Gerónimo Valdés, y en ella se erigió el Convento de Dominicos, que es uno de los templos más hermosos de la Isla. Debe su fundación á las solicitudes que hizo el Procurador general de esta villa Lucas Farel, siendo Alcaldes ordinarios Juan de Cabrera y Luis de Aguilar que adoptó el Cabildo en sesión ordinaria de 21 de Enero de 1717, previa la venia que debia im- petrarse del propio Illmo. 8r. Valdes y del Sr. Vice- Real Patrono D. Vicente de Koja, y señalando á la vez el terreno necesario para el Convento del cual se diese posesión al M. R. P. Fr. Melchor de Sotolongo que re- sidía en esta villa, y aunque se practicaron las diligen- cias conducentes para llevar á efecto el referido acuer- do, no pudo conseguirse hasta el mes de Abril de 1755, en que el Illmo. Sr. D. Agustín Morell de Santa Cruz despachó auto para que los Religiosos del Ordcíi de Predicadores se hiciesen cargo de la enunciada iglesia. Ya por este tiempo estaba construida la que existe, porque deteriorada la que era ermita de Candelaria, se reediñcó y bendijo bajo la misma vocación y del glorioso S. Francisco Javier, por el Illmo. Sr. D. Fr. Juan Lazo de la Vega, habiendo sido Mayordomo de la fábrica D. Esteban Pérez Rivero, y maestro de la obra D. Lorenzo Camacho, la cual se concluyó el dia 7 de Noviembre de 1748, según se evidencia de las lá- pidas que se hallan colocadas al lado derecho é iz- quierdo de la puerta mayor del Convento. — Vino pues á él con título de Vicario el Rdo. Padre Predicador general Fr. Bernardo Rivero con el Rdo. Padre Pre- sentado Fr. Tadeo de Cárdenas y el hermano conver- so Fr. Miguel de Santa Rosa, quienes desde el citado año de 1755 en adelante se mantuvieron á espensas del Convento de la Habana, el cual les asignó 306 CAYETANO NUÑEZ DE VÍLLAVICENCIO. 629 pesos anuales, y con los réditos que producían 20 [ca- ballerías de tierra, ubicadas en la hacienda la Canoa, perteneciente á estos naturales, que le mercedó el Ca- bildo á instancia del Síndico Procurador general en acuerdo de 1" de Junio de 1742, justipreciando cada una en 400 pesos, como aparece del informe que hizo á S. M. suplicando la aprobación de dicba fundación. — Descendió esta en 1758 como lo convence la Real cédula fecha en Buen Retiro á 14 de Marzo del mis- mo, conñriéndole posesión solemne á la orden de Pre- dicadores en 24 de Agosto, y llevándose el Santísimo Sacramento desde la parroquial, por el Sr. Cura Pár- roco y Vicario eclesiástico D. Manuel de la Vega, has- ta la puerta mayor del Convento donde se hallaba erigido un suntuoso altar, en que fué colocado; y des- pués lo tomo el M. R. P. Provincial Fr. José Gonzá- lez x\lfonseca para conducirlo al tabernáculo, conclu- yendo el acto con la oración análoga que .pronunció el enunciado Prelado. — En ese propio año se traslado al nuevo Convento, la Archicofradía del Santísimo Ro- sario, y en el siguiente de 1759 consagró dicha iglesia, bajo el patrocinio de Ntra. Sra. de Candelaria y del Señor San José, el Illmo. y Rmo. Sr. Dr. D. Fr. San- tiago Hernández, del Orden de Predicadores, Obispo de Heyezcsai'ia y Vicario apostólico de Tunkin. — Cuando los ingleses invadieron esta Isla en 1762, y desembarcaron porCojimar se apoderaron déla villa, la saquearon, y despojaron h)s templos de todas sus alhajas, sufriendo mucho mas el citado Convento, por haberse visto los Religiosos en la necesidad de fugar. Los invasores lo tomaron por habitación y lo |)rofana- ron en tales términos que echaron las Santas imáge- nes por el suelo, el cuadro milagroso de Jesús Naza- reno; y la de María Santísima del Rosario la colocaron en el ptílpito en ademan de predicar. — Uno de esos 630 HISTORIA DE GUANABACOA. incrédulos que advii-tíó un anillo en el dedo del glo- rioso S. Francisco Javier que estaba en un nicho del altar mayor, y le puso el Illmo. Sr. Lazo cuando la bendición del Convento, intento echarlo abajo con una cuerda, para despojarlo de la ])renda que consideraba de gran valor por su brillo, y tiró tanto de ella que por fin lo desclavó, y en la caida le dejó muerto en el acto, pagando de ese modo los insultos que infirió al Santo. Al descender del punto que ocupaba, como tropezó en la cornisa del altar dejó allí el sagrado anillo que el inglés codiciara: se creyó perdido por mu- cho tiempo, hasta que en el año de 1817, á los 55 del acontecimiento, siendo Prelado el Rdo. P. Fr. Antonio Prudencio Pérez; con motivo de estarse limpiando el altar y colocando los adornos del monumento para la Semana Santa, al poner un cuadro para asegurar una de sus piezas, se encontró el referido anillo por D. Gil de Castañeda, estando también presente D. Fran- cisco Salerno, D. Manuel Olivera, el muñidor Antonio Abad Martinez y otros vecinos que se ocupaban en adornar el templo, y se entregó al referido Prelado, quien por su ancianidad, los conocimientos que tenia, y las apuntaciones que existían en el Convento, lo re- conoció como perteneciente al Santo, y que se consi- deraba había sido saqueado con las otras alhajas de la Casa en la época relacionada. — Han gobernado el Convento en calidad de Vicarios y Priores, varios Ke- lígiosos de mucho mérito, ciencia y virtudes, y actual- mente está encargado de la prelacia con el título de Presidente el M. R. P. Maestro y Presentado Dr. Fr. Ambrosio Herrera, Secretario perpetuo por S. M. de la Kégia y Pontificia Universidad de la Habana. — Los capitales con qne cuenta el relacionado Convento pa- ra el sostenimiento de sus Religiosos son 31.250$ go- zando ademas 11.081$ en Capellanías tanto propias CAYETANO NUÑEZ DE VILLAVICENCIO. 631 como interinas, reconocidas en terrenos y casas de esta ú otras jurisdicciones. El Convento se impuso la obligación de cantar una misa por la salud del Tilmo. Sr. Obispo D. Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, natural de la ciudad de Santiago de los Caballeros en la isla de Santo-Domin- go, en gratitud de baberles dado esta iglesia; la que se aplicaba el dia 28 de Agosto de cada año, que fué el mismo que eligió S. Sría. Illma. cuando se le mani- festaron los deseos de la Comunidad por conducto del R. P. Provincial Fr. Juan Antonio de Palma y Agua- do; y se trasladó en calidad de aniversario á los dias 31 de Diciembre en que aconteció su fallecimiento, por acuerdo del R. P. Provincial Fr. Tadeo Linares y el venerable Definitorio. Hay en dicho Convento dos Cofradías que son la del Santísimo Rosario y de Ntra. Sra. del Carmen. — Trataré de una y otra particularmente, sin embargo de haber indicado algo sobre la primera en otro lu- gar. Reclamada pues por los Padres Predicadores desde 1758 se declaró á su favor, y en consecuencia el dia 27 de Mayo de 1760, después de haberse can- tado solemnemente la misa de Espíritu Santo en la citada iglesia, concurriendo y estando presente el M. R. P. Presentado Prior Provincial Fr. José González Alfonseca, la Comunidad y lo principal del vecindario se leyeron las Constituciones, y quedó establecida, to- mando posesión las personas que hablan sido electas para el desempeño de sus respectivos oficios, y fueron para Mayordomo tesorero D. Juan Diaz Maceda, y su segundo D. Andrés Hernández Pulgaron: y para Di- putados, D. Rafael Estévez. D. Juan Vigot, D. Miguel Hernández Pulgaron; Regidores, D. Miguel Nuñez de Villavicencio; D. Agustín Hernández Pulgaron, D. Jo- sé Ruiz y D. Ignacio Nuñez de Villavicencio, Tenien- 632 HISTORIA DE GUANABaCOA. te D. Felipe Amador; Alguacil mayor de la Santa Inquisición D. Juan Carrasco, D. Antonio Montiel, D. Juan Salgado, D. Manuel Guzman, y D. Gaspar de Laguardia. Actualmente desempeña la Mayordomía el Sr. Alcalde 2- D. Nicolás Hernández Pulgaron. — Cuenta esta Archicofradía con 1,350 pesos, impues- tos á su favor. A la Santísima Virgen le lego Doña Teodora Gon- zález Machado, consorte legítima del Regidor Algua- cil mayor D. José Solis un terno de diamantes, por su testamento fecho en 6 de Agosto de 1748, cuyos preciosos adornos perecieron también en la invasión anglicana. La Cofradía de Nuestra Señora del Ccármense eri- gió á solicitud de los Prelados Fr. Nicolás de Sotolon- go y Fr. Mateo de Prados con la licencia del General de la Orden Fr. Pablo de la Concepción, despachada en Madrid á 11 de Diciembre de 1760 y aprobada por Real orden fecha en San Lorenzo á 19 de Julio de 1766 que se presentó al lllmo. Sr. Obispo D. Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, y cumplimento por su auto proferido en 24 de Enero del propio año, nom- brando para Preboste al Pbro. D. Sebastian Alfonso; para Capellán al R. P. Presentado" Fr. Nicolás de So- tolongo, y para Camarera á Doña Paula González, con facultades de admitir los cofrades que quisieran asentarse; en cuya virtud lo fueron primeramente Don Alejandro Alvarez, Benito Camejo, Clara Camejo, el Cura rector D. Esteban Conde y otros en 16 de Julio de 1775, y hasta hoy se cuentan inscriptas en dicha Cofradía 1358 personas de ambos sexos. Tiene la Virgen Santísima para su ñesta anual que se celebra en la Dominica infraoctava, veinte y cmco pesos, rédito de quinientos de principal que re- conoce D^ Loreto del Hoyo en una casa de su propie- CAYETANO NÜÑEZ DE VILLA VICENCIO. 633 ciad, situada en esta villa, calle de Cadenas y esquina de las Damas, y con las limosnas que gustosamente contribuyen los vecinos. Kuestro Padre Jesús Nazareno que se venera en dicho Convento, tiene también 3.400 pesos de impo- siciones, y los réditos se aplican á las fiestas anuales y sostenimiento de su culto. Otras imágenes del referido Convento cuentan también con impuestos para costear proporcionaK mente las festividades que se les hacen. La Virgen Santísima de Candelaria y la de Dolores, y San Vi- cente Ferrer tienen: — la primera. $2,100, la segunda, $800 y el tercero $100. Con estos cortos réditos y los auxilios de los Pre- lados se hace la función anual de María Santísima en su dia; teniendo concedido por Bula de Nti'o. Beatísi- mo Padre Pió VI, un jubileo desde la víspera, cuya gracia alcanzó de Su Santidad D. José de Castro, vecino y natural que fué de esta villa. Los demás altares del Convento cuentan con el impuesto de 400 pesos que cargan los terrenos de Ari- guanabo que fundó D^ Bárbara López Sarco en su testaínento. El Convento de Sají Francisco con la denomina- ción de San Antonio, re erigió en Csta villa consecuen- te á acuerdo Capitular de 25 de Octubre de 1719, á instancia del Procurador general D. Juan González, para la ayuda del pasto espiritual y la educación de la juventud. En dicha acta se designó el punto en que había de edificarse el templo, paralo cual se con- cedió el terreno necesario que es el que ocupa, en nú- mero de 200 varas cuadradas en el barrio de la Con- cepción, y del que se le dio posesión solemne al Sín- dico de la Orden D. Tomás Calderón por el Alguacil mayor D. Miguel de Solís en 14 de Enero de 1720. Tomo I. 85 634 HISTORIA DE GUANAliACÜA. También se nombró, para la práctica de las diligen- cias concernientes é impetrar la Real licencia, en ca- lidad xle Comisarios á los Regidores Capitán D. Do- mingo de Orta y D. Andrés González, quienes ocnr- rieron al lUmo. Sr. D. Gerónimo Valdés y al Señor Gobernador I). Gregorio Guazo para la aprobación del acuerdo y envió de los Religiosos sin perjuicio del Real permiso; y habiendo manifestado su conformidad el R. P. Lector jubilado Fi*. Antonio de Arizon, se ac- cedió á la solicitud; y en otro Cabildo de la misma fecha de 14 de Enero de 1720, se leyó un oficio del Sr. Gobernador, recomendando al M. R. P. Examina- dor provincial Fr. Alonso de Sanjuijo, parala funda- ción del Convento; y habiendo manifestado todos los Capitulares sus buenas disposiciones á contribuir con su auxilio para tan santa obra, se dio principio á ella en el referido año; y en otra acta que tuvo efecto en 31 de Mayo de 1722 presentó el R. P. Fr. Juan To- más la Real cédula de aprobación, despachada en Lerma á 31 de Diciembre de 1721 que habia acatado yá el Sr. Gobernador en auto proferido en 22 del mis- mo mes de Mayo, y se acord(5 su cumplimiento y toma dé razón. — Fué pues el primer fabricador del relacio- nado Convento el R. P. Sanjurjo, contando con los esfuerzos del vecindario y de los Capitulares que ofre- cieron toda su cooperación y auxilios en el acuerdo antecitado; y su pi'imer Pi'elado fué Fr. Juan Tomás; como también su primer Síndico D. Bernardo del Águila y Estrada, quien presento en Cabildo de 9 de Febrero de 1720, que presidió como Alcalde ordina- rio, la Real cédula dada en Madrid á 7 de Agosto de 1679, espresiva de los privilegios y exenciones conce- didas al destino que desempeñaba, acordándose su observancia, que se tomase razón de ella, y devolviese al Sr. interesado. — Era en sus principios un templo de Cayetano isuñez de villavicencio. 635 i'egular tamaño y de mucha solidez, compuesto de una sola nave, con su sacristía, presbiterio, coro, campana- i'io frontei'o al Oriente, refectorio, cocina y habitacio- nes para los Keligiosos que lo servían, y piezas para dar las clases, de que se aprovechaba nuestra juven- tud, habiéndosele considerado siempre como el depó- sito de la sabiduría y de todas las virtudes. — El año de 1747, siendo Guardian el E. P. Fr. Antonio de Torres se comenzaron los claustros altos y bajos, con los materiales de albañilería y carpintería que franquearon los vecinos, recibiendo mayor inq)ul- so la obra con la limosna de 1.000 pesos que con- signaron Don Pedro Ramón San alaria y Doña Teresa Muñoz, y mandaron entregar á dicho Prelado en el testamento mancomunado que otorgaron en 7 de Febrero del mencionado año de 1747, y es- cribanía de la Madrid. Esta costosa ol)ra se conclu- yó en 1743; siendo Prelado Fr. Francisco González; y en el año de 1788 se dio principio á la torre, se sa- co la nueva pared del templo que mira al Este de la línea con la délos claustros, ensanchóse la nave prin- cipal todo el espacio que tiene el coro, se le hizo una reparación general á todo el edificio interior y este- riormente, habiendo ejecutado todas estas ol)ras el Ar- quitecto D. José Perera. — Fué por este tiempo tam- bién que la Tercera Orden obligada como era á for- mar su capilla en el terreno que medía desde la esquina de San Antonio hasta la sacristía, intentó po- nerla en ejecución; pero reconociendo los inconve- nientes que ofrecía la conclusión de una fábrica tan costosa, varió de intenciones y se' determinó á princi- piar la nave colateral para iguales fines, quedando por algún tiempo en paralización, hasta que en el año de 1796 se volvió á continuar con los auxihos del vecin- dario.— Trabajándose en la fábrica y faltando sólo los 636 HISTORIA DE GUANABACOA repellos, techos y puertas, llegaron á la villa los Pa- dres misioneros de España con el 11. P. Provincial Fr. Juan de Ulagar, posesionándose del Convento en 1.° de Junio de 1797, donde se cpiedaron doce de los que coniponian la misión, adoptando la recolección mas estrecha, y los demás se distribuyeron por la Pro- vincia. Hubo cuestión acerca del Piovincialato entre el padre Ulagar y el R. P. Fr. Juan de Dios Kencurrel, y vino á terminar con la declaratoria de nulidad, y el nombramiento del venerable Fr. Miguel Lull. Seme- jantes ocurrencias, y especialmente el interés que to- maron los Religiosos de intervenir esclusivamente en la continuación de la obra, dieron motivo á su parali- zación y á que se sucitase un artículo entre aquellos y los hermanos Terceros que sostenían competirles di- chas facultades, y para terminarlo se sometió el fallo á jueces arbitros, cuya elección recayó en los Pbros. Dr. D. José Antonio de Rivero y Ldo. D. Matías Ma- luiel de Gallardo; y en vista de las justificaciones que se evacuaron y promovieron las pai-tes, pronunciaron que á los primeros tocaba y correspondía la direc- ción de la obra é inversión del fondo y especies colec- tadas y prometidas, y á los segundos la propiedad del altar del Sto. Patriarca que habia de colocarse en la nueva nave. — Allanados por consiguiente los estorbos relacionados volvió á seguirse la obra, siendo direc- tor de ella el R. P. Fr. Tomás Beltranilla, Provincial el referido Padre Lull, y Guardian Fr. Juan Francisco Víctores, y duró hasta el 15 de Setiembre de 1806. — Fueron tantos los esfuerzos del Padre fabricador Bel- tranilla, y tantas la^ limosnas que facilitaron los veci- nos y Hermanos de la venerable Orden Tercera, y los auxilios de la Escma. Sra. Condesa de Buenavista, que fué madrina de la obra, que no sólo logró concluir la nave referida, sino ampliar el templo convirtiendo en CAYETANO NUÑEZ DE VILLAVICENCIO. 637 lili bello presbiterio lo que antes era sacristía; cons- truyó esta con posesiones altas para sala de Ca[)ítulo: una pieza bastante capaz que sirve de comunicación al templo; anqilio el refectorio, toda la servidumbre interior y el coro, colocando el buen órgano y demás adornos (jue se conservan: construyó el altar mayor del mas bello gusto, donde se celebró solemnemente el Santo Sacrificio de la misa el 20 de Agosto de 1809, siendo Prelado Fr. Francisco Urbina; en la cual pre- dicó el R. P. Fr. Lucas de Yilloria; hizo una espacio- sa cisterna de que se surten los vecinos mientras conserva depósito de agua; reparó todo el edificio; y en fin, levantó las tapias á todo el terreno que corres- pondia al Convento. fijando en la esquina délas calles de la Concepción y San Antonio la imagen de este Santo á quien se le enciende luz todas las noches del año. — Desde que se radicaron en el Convento los Pa- dres recoletos, se terminaron las clases que antes se daban con mucho provecho y utilidad de este pú- blico; y en 1819, en virtud de Real orden, se abrid una escuela de primeías letras que dirigió el R. P. Fr. Fernando Martínez, y duró hasta que se les supri- mió en virtud del sistema de gobierno que se planteó en esta Isla el año siguiente de 1820, (lesempeñando la Prelacia el R. P. Fr. José García que secularizo con los pocos Religiosos que quedaban, entre ellos dos de- mentes Fr. Cosme Damián de Béa y Fr. Alejo Barco. — Para el mejor servicio de la villa se le creó enton- ces ayuda de nuestra parroquial, pasando allí el Sa- cristán mayor con Cura de almas D. Andrés Francis- co Pei'ez Jácome y confií'iendo el primer bautismo en la pila que se colocó en la que antes era portería del Convento y capilla de María Santísima del Rosario, á un párvulo esclavo de Doña Rosalía Nuñez, llamado José Francisco Severin'o, en 23 de Enero de 1824; el 638 HISTORIA DE GUANABACOA. l)rimer iiiatrinionio, en 22 del mismo mes y año, sien- do los contrayentes Manuel María, carabalí, esclavo de Miguel Montesino y María del Rosario de Meza, morena libre. Así continuó hasta que volvieron los Religiosos á hacerse cargo de él en el citado año de 1824, por haberse derrocado el sistema Consti- tucional en fuerza de los Reales decretos que se co- municaron al Su])erior Gol)ierno, cantándose un solem- ne Te-Deum en acción de gracias, y una fiesta costosa á que asistieron todas las Autoridades y el pueblo, lle- nos del mayor entusiasmo, en la que hizo una oración analogía el Sr. Pbro. Dr. D. José Teodoro Martinez, la cual se imprimió á espensas de los Capitulares. — An- siaba el pueblo la restauración; y al ver y tocar la miseria á que quedó leducido el Convento y sus Reli- giosos, se obligaron las primeras familias á costear lo necesario, volver á poner en el brillante estado que se encontraba cuando la supresión, y á sOvStener la Comunidad todo el tiempo que ella misma lo estima- se indispensable, durando ])or tanto la contribución poco mas de un año, en que los mismos Religiosos suplicaron se suspendiese. El vecindario los ha mi- rado siempre con la mayor veneración y gratitud; pues son tan puntuales á prestar los auxilios que se les piden, que jamas se han escusado á ello y de lle- nar con gusto todo lo concerniente á su sagrado insti- tuto.— En el año 1834, siendo Prelado el R. P. Fr. Andrés Mendigutía, se levanto desde el cimiento toda la pared de la nave lateral que amenazaba rui- na. D^ Rita Andrea de Vilardebó facilitó para la obra un mil pesos, y lo demás de su importancia lo sufra- garon los vecinos escitados por dicho Prelado y el buen vecino D. José Colominas.— Últimamente se re- tiró al citado Convento, la Comunidad de esta orden que residía en el de la capital con su Prelado y Vica- CAYETANO NUÑEZ DE VILLAVICENCIO. 639 rio Provincial Fr. José Albore, en virtud de hal3erse suprimido aquel. Llegaron aquí los Religiosos el dia 28 de Diciembre de 1841, recibiéndolos el pueblo con el mayor respeto y entusiasmo, que se aumentaba mas al contemplar que á esa santa Casa que constru- yeron sus mayores á costa de muchos sacrificios, se venian á alambicar los restos de una Religión por la cual habla manifestado constantemente una decisión marcada, consagrándole servicios personales y pecu- niarios de toda consideración; y tan luego que se po- sesionaron en él, fijaron sus miras en trasladar, como lo practicaron en 9 de Enero de 1842, las respetables cenizas del Illmo. Sr. Obispo I). Fr. Juan Lazo de la Vega, haciéndoles unas exequias suntuosas á las que concurrió con estremado gusto el vecindario; conser- vándose aquellos restos venerables en una caja de lata de tres cuartas de largo y media de alto, depositada en un arinario de madera, hasta que se construya otra adecuada, para colocarlas en una bóveda así como lo estaban en aquel otro santo templo. Desempeña actualmente la Prelacia el R. P. í^r. Diego Miguel de Bríngas, y la Sindicatura el Sr. D. Francisco Romero y Nuñez, Conde de Romero, Gentil-hombre de la Real Cámara de S. M., Caballero del orden Militar de Al- cántara. Cuenta sólo dicho Convento para sostener el culto con algunas obras-pías que producen f 708-GI rs. La mayor parte de estos réditos se invierten en misas con la aplicación ordenada por los fundadores; y la Comunidad se sostiene hoy con las asignaciones que le están hechas á cada Religioso y que le contri- buye puntualmente la Real Hacienda. Hospitales. — También hay en la villa dos hospita- les de uno y otro sexo: el de hond^res con el título del Tránsito del Señor S. José, que se estableció conse- 640 HISTORIA. DE GUANABACOA. cuente á la Eeal cédula espedida en S. Lorenzo á 12 de Noviembre de 1757, concediéndosele el noveno y medio del diezmo del distrito, la cual cumplimentó el lllmo. Sr. Obispo D. Pedro Agiistin Morell de San- ta Cruz en auto de 1° de Marzo de 1758 en el que mando que el Juez de Rentas decimales solo despa- chase las libranzas de aquella parte á favor del rela- cionado establecimiento; y por otro de 6 del propio mes y año dispuso se instalara aquel en la estancia titulada del Sapote que era de su propiedad, que cedió en forma de derecho para tan laudable ñu; y allí per- maneció hasta el año de 1763 en que se trasladó al mismo local en que existe en el dia por haberse com- prado en 4100 pesos á los herederos del Sargento mayor Don Miguel de Cárdenas, como consta de escritura, hecha en el oficio de D. Francisco Javier Kodriguez en la capital á 2 de Diciembre del referido año de 1763. — El primer enfermo que entro á curarse lo fué D. Nicolás Pérez de Medina, á quien se le dio papeleta de baja en 15 de Marzo de 1758. Fué su primer Mayordomo el referido Sargento mayor Cár- denas que desempeñó el destino hasta el año de 1762, sucediéndole D. Rafael Rivero hasta el de 1803; á és- te, el Ldo. D. Francisco Aragón hasta el de 1810; á éste, D. Francisco Maristani hasta 21 de Noviembre de 1828; á éste, el Caballero Regidor D. Felipe de Lima y Rodríguez hasta el de 1832; á éste, D. Fran- cisco Burgos hasta el de 1842; á éste, el Ldo. D. Án- gel del Pilar Manzano hasta el de 1843; y á éste Don Claudio Imán que actualmente lo desempeña. Cuenta el establecimiento con la cantidad de 1548 pesos, producto de la parte de renta decimal é impo- siciones á su favor. Sus gastos anuales ascienden á 1.097 pesos. (1) (1) El actual Hospital es un edificio ad A oc terminado el año de 1855. CAYETANO NÜÑEZ DE VILLAVICENCIO. 641 Los cuatrocientos treinta pesos dos y cinco octa- vos rs. que sobran después de deducidas las salidas fijas, se destinan para el sostenimiento de seis enfer- mos, compra y reparación de algunos utensilios, y para pagar al Mayordomo su tanto por ciento de adminis- tración; por manera que aun aplicándose la totalidad al esclusivo objeto de sostener las seis camas, que siempre están ocupadas, á razón de dos reales fuertes diarios cada una, tendremos que no es bastante para cubrir tan privilegiadas atenciones; porque necesitán- dose 547 pesos 4 reales, se reduce el déficit que resul- ta de la comparación, ascendente á 117 pesos 1 y f reales. Sin embargo, los enfermos están perfectamente asistidos, nada les falta, y su actual Mayordomo aca- ba de hacer una reparación completa al establecimien- to, dejándolo casi nuevo, como lo han visto las Auto- ridades y todo el vecindario con motivo de la solemne fiesta que se liizo el dia 3 de Noviembre para la ben- dición y colocación de un hermoso cuadro del Trán- sito del Señor San José que pintó al oleo y regalo, llevado de su conocida filantropía, el joven aficionado D. Manuel Quintero, y está valorizado por inteligen- tes, en cuatrocientos ocho pesos. El Hospital de mugeres lleva el nombre de Nues- tra Santísima Patrona. Se instaló con la mayor so- lemnidad el 24 de Agosto de 1828, hai)iéndose ben- decido el 22 del nnsmo, en virtud de auto que proveyó el Escmo. é Illmo. Sr. D. Juan José Diaz de Espada y Landa á 10 de Mayo del mencionado año, refren- dado por su Secretario D. Gabriel de la Fuente y Vargas, previa la anuencia del Escmo. Sr. Vice-Real Patrono Gobernador y Capitán General D. Francisco Dionisio Vives. Esta santa obra la promovió con in- fatigable celo nuestro Cura Vicario el Pbro. Br. Don Tomo I. 86 642 HISTORIA ÜE GUANABACOA. Manuel del Hoyo, de grata memoria, y á él le debe el sexo doliente y necesitado ese benéfico albergue en sus padecimientos. Desde el año de 1822 trabajó constantemente por su erección, y tuvo el indecible placer de verlo concluido á su fallecimiento, con fon- dos bastantes para sostener las cargas mas precisas. Fué su Administrador y protector, y puede asegurar- se como cierto que si la muerte no lo hubiera arreba- do súbitamente con un sentimieuto profundo de toda la feligresía; le habría aplicado muy gustoso, después de los días de su buena hermana Doña María del Lo- reto, que también favoreció el establecimiento, un legado de consideración. Es reparable que su retrato no se halle colocado, como debiera estarlo por pura gratitud, en esa Casa de piedad, con la inscripción correspondiente; pero es de esperarse que con el tiempo se promueva por los que fueron fieles testigos de sus virtudes y beneficeu- cia, llenando ese vacío, para que la posteridad en- cuentre religiosamente cumplida una deuda de justi- cia, y á la que es incontestablemente responsable todo el vecindario. La casa en que se erigió dicho Hospital la consig- no para este recomendable fin el Pl)ro. D. Rafael de los Santos Alvarez por su testamento otorgado en esta villa ante D. Juan Orduña en 25 de Abril de 1805, bajo el cual falleció. Sustenta seis enfermas, y sus entradas son 1272$ y sus gastos 1416-61 reales. Hay otros ingresos también sujetos á alteración; y son las limosnas de 5 pesos por cada persona que se entierra en alguna de las seis bóvedas que hizo construir en el Cementerio general, con tan recomen- dable fin, la piadosa Sra. D^ Catafina Estrada de Man- tilla; pero puede computarse en cincuenta pesos anua- les.— ítem: las limosnas que se recojen en la visita CAYETANO NUÑEZ DE VILLA VICENCIO. 643 que hace al establecimiento la Santísima Patrona, el Domingo infra-octavo de su festividad, que puede gra- duarse en cincuenta pesos. ítem: las dietas que abo- nan los dueños de las esclavas que se mandan curar al citado hospital, á razón de seis reales diarios por cada una; y cuya entrada puede aproximadamente llegar á sesenta pesos anuales. La Comisaría de la Santa Cruzada corrió siempre á cargo de los Sres. Curas Vicarios por delegación de la principal, hasta el año de 1758 en que aparece nombramiento particular á favor del Pbro. D. Patri- cio Hernández, domiciliario de esta villa. — Después i'ecayó en los vecinos D. Miguel Nuñez de Villavicen- cio y D. Pedro Nolasco Buitrago, según consta de los títulos presentados en el Cabildo; y últimamente vol- vió á continuar hasta el dia en los referidos Sres. Pár- rocos, haciéndose en cada bienio la correspondiente publicación y paseo con todo el brillo necesario. Tiene asimismo la villa una Administración de Reales Rentas: otra de Correos; y Colecturía del ramo de Lotería. La primera consta instalada desde el año de 1760, desempeñando el destino D. José Nieto Mon- roy. Cuenta con casa propia en la calle de Ntra. Sra. de Candelaria, y está dotada con 95 pesos 4 rs. men- suales. Anteriormente se nombraba por la Intenden- cia un Colector de los intereses del Fisco, y se pasa- ban periódicamente á la Administración general. Hoy está al frente de dicha oficina el Sr. D. Pedro de Peralta, Administrador cesante, que disfruta el mis- mo sueldo que antes de 111 pesos cada mes. con un Oficial interventor que lo es D. Ignacio José López y se le abona anualmente el de 500. La citada Admi- nistración produce cada año, tomando por fundamen- to el último quinquenio, 10,000 pesos, sin contar el producto del ramo de consumo de ganado, que se da 644 HISTORIA DE GUANABACOÁ. en arriendo por bienios, y en el último aseendió á 35,000 pesos. La segunda se estableció en 1789, poniéndose á cargo de D. Antonio Diaz que la obtuvo hasta 1*^ de Enero de 1797 en que la entreg(5 por formal inventa- rio á su sucesor D. Rafael Martínez Arriaga. Actual- mente está á cargo de D. Félix Ignacio González Elias con el 10 p.g de los ingresos de la Renta, y la gratificación mensual de 14 i)esos para el alquiler de la casa y gastos de escritorio. Usa de uniforme por Real orden de 26 de Agosto de 1795 que amplió la gracia de 16 de Noviembre de 1794 á dichos subal- ternos en las Américas é Indias. — Las ordenanzas del ramo se aprobaron por S. M. en 2'S de Julio de 1762, imprimiéndose en Madrid el de 1788, y se comunica- ron á esta Administración al tiempo de su creación en el año siguiente; la cual ha producido en el ante- rior la suma de 700 pesos. — Antiguamente el Ayun- tamiento nombraba un vecino de conocida responsa- bilidad á cuyo cargo corria la circulación de la cor- respondencia que era muy lirnitida, y proveia de cabalgaduras y demás que podria necesitar el ramo, constando de actas Capitulares que lo obtuvo por mu- cho tiempo D. José Benito Alfonso. La tercera se creó en 28 de Enero de 1831, nom- brándose por el Sr. Juez Conservador y Director principal á D. Ignacio José López, quien tiene opción al sueldo de 600 pesos cuando la venta de billetes esceda al niimero de 441 que hacen la suma de 1764 pesos, y cuando no el dos por ciento de comisión. El Cuerpo Capitular de que antes he hablado, cuando se crearon los oficios perpetuos, se componía de seis Regidores inclusa la vara de Alguacil mayor. Antes del año de 1695 eran electivos; pero á pedi- mento del Síndico procurador general dejaron de CAYETANO NÜÑEZ DE VILLAVICENCIO. 645 serlo, y se le despacharon sus títulos por el Superior Gobierno á noinl^re de 8. M., y obtuvieron la Real conñrmacion, renniéndoseen ese concepto en 1.° de Enero de 1696 para celel)rar Cabildo de elecciones los Alcaldes del año anterior con los Regidores Alguacil niayoj' Alférez D. Miguel de Solís, Alférez D. Antonio Diaz, Alférez D. Domingo de Horta, Alférez D. Juan de las Nieves, T). Blas Pérez y D. Francisco Rodríguez de Sevilla, con la asistencia del Escribano D. Manuel de Linares, cuyos títulos de Regidores perpetuos se se crearon con arreglo a la Real cédula de 13 de Ene- ro de 1562 que así lo ordenaba y existe en el archivo del Escmo. Ayuntamiento de la ca|)ital. La villa cuenta igualn-ente con un batallón de Mi- licias, y una Compañía del escuadrón de caballería, dando cuarteles para áml)os cuei'pos. El de infantería anexo á la Cárcel pública situada en la Plaza mayor, lo compró a los herederos del Capitán D. Juan Her- nández por escritura á 15 de Diciembre de 1766 en el oñcio de D. Francisco de la Madrid; y el de caba- llería lo costeó elAy untamiento con el torreón de Bacu- ranao, cumpliendo con la obligación que se impuso cuando impetró la gracia de confirmación del título de villa, de la cual lie hecho referencia en otros lugares, le- vantándolo desde el cimiento en terreno y casa que compró á D. Manuel de los Santos Rodriguez en 27 de Setiembre de 1773 en la misma escribanía de la Ma- drid, nbicado en la calle de la Concepción, haciendo esquina á la de los Corrales. Los milicianos volun- tarios de ambos Cuerpos se componen de vecinos y honrados labradores que se esfuerzan en el cumpli- miento de sus deberes, prestando todos los servicios que se les preceptúan por la Superioridad. Han he- cho diferentes guarniciones así en esta villa como en la capital y sus fortalezas, en Panzacola y la Florida, 646 HISTORIA DE GUANABACOA. y últimamente compusieron parte de la columna pa- cificadora de la provincia Oriental, conduciéndose con el buen celo que siempre lian acreditado; y la mis- ma disciplina que las tropas veteranas, en términos de haber merecido el aplauso de los Sres. Gefes, de lo cual hay muchas y auténticas constancias en el archi- vo Capitular. Mandan hoy los relacionados Regimien- tos los Escmos. Sres. Conde de 0-Reilly y Marqués de Esteva de las Delicias, quienes los tienen en el mas brillante pié. Estas Milicias son tan antiguas en la villa, que es notable el acuerdo de este Iltre. Ayuntamiento de 2 de Enero de 1703 que se copia íntegro para que pue- da formarse un verdadero juicio, tanto sobre este par- ticular, como del valor y acreditado entusiasmo que desde entonces les distinguia, y es como sigue: «En la villa de Guanabacoa en 3 de Enero de 1073 años se juntaron Alférez Manuel de los Re- yes, Alcalde ordinario; y los Regidores, Alféreces Mi- guel de Solís Alguacil mayor, Juan de Nieves, Blas Pérez y Francisco Rodríguez de Sevilla, y con asis- tencia de Marcelo Gómez Procurador general, se acordó lo siguiente: En este Cabildo dichos Sres. di- jeron: Que por .cuanto el Sr. Capitán de caballos co- razas D. Luis Chacón, Gobernador de las armas, Maestre de Campo D. Pedro Nicolás Benitez de Lugo Gobernador y Capitán General que fué de dicha ciu- dad, ha creado dos Compañías con sus Oficiales en esta villa, asignándoles su cuartel á cada uno, por ha- ber suficiente número de vecinos en ella y su juris- dicción, por lo conveniente que es al servicio de S. M. y haber cuatro puertos que cubrir en la costa, en don- de justamente se puede recelar en caso de que inten- te el enemigo invadir esta villa y dicha ciudad de la Habana echara su gente, y no habiendo mas que; CAYETANO NUÑEZ DE VlLLAVICENClO. 647 dos Compañías como habia, se quedaban dos puertos sin guarnición, donde con facilidad, mayormente cuan- do dos Capitanes mas antiguos tienen su vecindad en dicha ciudad y haciendas de la parte de Sotavento en donde suelen asistir, y por esta razón aunque haya rebato se hallaban dichas Compañías con los Alfére- ces solos que las gobernasen, sirviéndoles á estos mo- radores de gravísimo desconsuelo, mediante lo cual habiendo dicho Sr. Gobernador y Capitán General, nombrado i)or Capitán á D. Miguel González de Car- vajal, por dejación que hizo D. Bernardo Lorenzo, conmovidos los naturales y vecinos del celo y deseo de tener á su vista al Capitán que los gobernase por ser el referido D. Miguel González, vecino de dicha ciudad, paso número dé ellos para pedir á dicho Se- ñor Gobernador y Capitán General les nombrase Ca- pitanes que fuesen naturales ó vecinos de esta villa; por cuyo defecto quedaron con sumo desconsuelo hasta que dicho Sr. Capitán de caballos corazas creó dichas Compañías nombrando por sus Capitanes á D. Domingo de Orta, vecino y D. Antonio Diaz Cua- resma, natural de esta villa, que con demostraciones han manifestado el gusto que les asiste, porque ade- mas de ser el uno natural y el otro vecino actualmen- te, son ambos Regidores por S. M., y han servido las plazas de Alféreces con tal actividad, que por ausen- cia de sus Capitanes en las ocasiones de rebato han ido á las playas gobernando las gentes de sus Compa- ñías y manteniéndolas á costa de sus propios cauda- les, llevados soFamente de servicios como celosos y leales vasallos de S. M., y especialmente cuando es- tuvo sobre la costa el año pasado de 1696, la escuadra francesa del cargo de Mr. ílenaul, que entonces ade- mas de lo referido mostraron el valor que les asis- te entrándose en una nao de Islas que varó en uno 648 HISTORIA DE GUANABACOA. de dichos cuatro puertos nombrado Sibarimar, hu- yendo de dicha escuadra que venia á subpresar dicha nao, librándola por medio de esta resolu- ción del enemigo; por ambos motivos acordaron dichos Señores Regidores suplicar, como suplican á S. M. y Señores de su Real y Supremo Consejo, confirme y apruebe los nombramientos hechos de Capitanes por el Sr. Capitán de caballos corazas á los dichos D. Domingo de Orta y D. Antonio Diaz Cua- resma, y de dar su Real orden para que los Capitanes que en adelante fueren nombrados para las Compa- nías de esta villa sean naturales 6 vecinos de ella: y que el presente Escribano para ocurrir á S. M. y los Sres. de su Real y Supremo Consejo saque testimonio, autorizado en manera que haga fe, y lo firmaron: — Manuel de los Reyes Crespo. — Miguel de Solís. — Francisco Rodríguez. — Juan de Nieves. — Blas Pérez. — Manuel Gómez. — Ante mí — Manuel de Linares. — Di testimonio de este Cabildo. — Una rúbrica.» Basta pues esta solemne acta que se elevó al co- nocimiento de S. M. y Supremos Consejos; la lectura de la Real cédula fecha en el Pardo á 6 de Enero de 1740, dirigida al Concejo, Justicia y Regimiento de esta villa, que se leyó en Cabildo de 4 de Julio del mismo; la otra que la exalto al rango de tal y de la que se ha hecho mención diferentes ocasiones; del in- lorme documentado que se dirigió también al trono participándole todo lo ocurrido en la invasión angli- cana y consta del otro acuerdo celebrado en 25 de Agosto de 1762, y recordar los grandes esfuerzos que ha hecho en todos los casos de guerra y en que ha podido correr riesgo la quietud piiblica, para decidir incontestablemente el distinguido mérito de nuestras Milicias y los buenos servicios que han prestado en to- dos tiempos á sus Soberanos, á la Religión y al Estado. CAYETANO NUÑEZ DE VILLAVICENCIO. 649 Las fiestas principales de la villa han quedado reducidas á la de la Tutelar María Santísima de la Asunción desde la víspera, 14 de Agosto hasta el oc- tavo.— La costea el Iltre. Ayuntamiento y se le hacen dos procesiones, la una el dia 15 en la cual se saca el Real Pendón con arreglo á las leyes de estos dominios y auto referente del Superior Gobierno espedido en 21 del propio mes y año de 1737; y la otra el dia oc- tavo ó Domingo inmediato en que la Santísima Vir- gen hace su pública visita al Hospital de mugeres de quien también es Patrona. En estas funciones des- plega el Cabildo la mayor ostentación, gastando los Capitulares de su propio peculio lo que se necesita, en razón de no alcanzar los 400 pesos que anualmen- te están asignados para tan interesantes y sagrados objetos, cooperando todo el vecindario al mayor luci- miento, pues todos se presentan vestidos con el ma- yor aseo y decencia, adornan sus casas y las esquinas de la carrera con flores, arbolado y arcos triunfales, y en fin, se presentan á franquear con religioso entu- siasmo cuanto está y puede depender de sus faculta- des. Hácese un convite general, y como entonces es- tá en su mayor fuerza la temporada de baños y hay mucha concurrencia de la capital y otros puntos de la provincia, que se aumenta escesivamente en estos (lias de público i'egocijo, resulta pues que se hacen unas fiestas tan lucidas que tienen nombre en toda la Isla. Hasta el año de 1832 fué muy concurrida la feria de Candelaria que daba principio, con arreglo á la gracia Soberana, el dia 1" de Febrero hasta el 10 in- clusive, prolongándose siempie en todas clases de di- versiones lícitas hasta el último dia del Carnaval. Queriendo la Real clemencia conceder algunas venta- jas para el fomento de esta villa, y remunerar sus mé- ritos y servicios, y á fin de que fuese mayor el con- ToMO I. 87 650 HISTORIA DE GÜANABACOA. curso se dignó concederle el enunciado privilegio, el cual aunque leemos que es remuneratorio y que se contrae á que se hagan compras y ventas de todo lo que hay en ella y le entre de fuera, encargando que le dejasen el libre uso de la repetida merced, ha veni- do á ser insignificante. El Cuerpo Capitular en cum- plimiento de sus deberes, ha hecho desde el año de 1836 varios recursos al Escmo. Sr. Intendente de ejér- cito para que S. E. se sirviese declarar con presencia de la Real cédula del asunto, los derechos de que es- taba eximida la villa en fuerza de la gracia recomen^ dada, y también para transferirla á los dias de Nues- tra Divina Patrona, toda la vez que hablan variado las circunstancias y las épocas, y sin embargo que S. E. resolvió no ofrecérsele reparo sobre lo segundo, pero como sobre lo primero y principal se necesitaban al- gunas aclaraciones, se hizo nueva solicitud, la cual está aun pendiente. Otras fiestas se hacían algunos años y eran las de los^patriarcas Santo Domingo y San Francisco que duraban nueve dias, siendo tan estraordinaria la con- currencia y tantas las diversiones, que ellas propor- cionaban á la villa entradas de mucha importancia, con las que se remediaban los vecinos necesitados y se aumentaba la posibilidad de los acomodados. Cuenta la villa con dos Escribanías públicas, á una de las cuales corre anexa la de Cabildo y á la otra la de Real Hacienda. La i)rimeraes propiedad de D. Luis Justo Marin y la administra el Br. D. Ramón Ortega, y la segunda de D. Francisco de la Madrid que la desempeña. Aquella se creó en Octubre de 1750, entrándola á ser- vir D. Pedro Guerrero; y ésta en Noviembre de 1710 á cargo de D. Jácome Roso de Acevedo, promovidas ambas en fuerza de la necesidad, por el Iltre. Ayun- CAYETANO NUÑEZ DE VILLAVICENCIO. 651 taniiento, existiendo sólo en el archivo Capitular an- tecedentes relativos á esta última y constan con Jas instancias que hizo el Síndico procurador general D. Luis Aguiar en el Cabildo celebrado á 24 de Setiem- bre del citado ano de 1710, y nada relativo á la otra por haberse estraviado en la época de la invasión an- glicana. La primer escritura que se otorgo en la es- cribanía de Marin fué de venta de un negro nombra- do Diego, de nación mina, de 35 años de edad, que hizo D. Alejandro Rodriguez á D^ Micaela Arencibia; y el primer testamento, el de D. Domingo Hernández del Castillo, hecho en 24 de Enero de 1751. — En la de la Madrid la primera escritura es también de venta del negro Luis, de nación arará, y de 80 años, hecha por Melchor Pérez á Bartolomé Suarez Montano, en 10 de Noviembre de 1710: y el primer testamento el de D. Francisco Pedro, natural de Venecia, en 10 de Enero de 1711. La citada escribanía de Cabildo se separó de la de la Madrid en vii'tud de haberse declarado caduca y rematádola en Junta de almonedas celebrada en 26 de Agosto de 1831 D. Antonio Marin, despachándose el correspondiente título por el Superior Gobierno, que se digno confirmar S. M. por otro espedido á 10 de Diciembre del citado año, y se presentó en Cabildo de 24 de Febrero de 1822 con la calidad de que este oficio habia de ir adherido al público que también ob- tenía el rematador. Aparece fiíncionando como pri- mer Escribano de Cabildo desde l.°de Enero de 1696 D. Manuel de Linares, auxiliándole D. Pedro Antonio Hidalgo, D. Salvador de Molina, D. Bernardo de Oje- da y D. Antonio Fernandez de Velasco hasta el 7 de Noviembre del referido año de 1710, (¡ue [)rodujo Roso de Acevedo el título de Escribano público y de Cabildo que le despachó el Gobierno. 652 HISTORIA DE GUANABACOA. También hay una Notaría eclesiástica, Contaduría judicial, y cuatro Procuradurías públicas. La primera se desempeñaba en la antigüedad por uno de los Te- nientes de Curas; hasta que en el año de 1700 fué nombrado el Alguacil mayor de este Ayuntamiento D. Miguel de Solís, ante quien se otorgaban algunas memorias testamentarias. Desde el año de 1710 á la fecha se ha servido alternativamente dicho destino por eclesiásticos y seculares, estando hoy á cargo de D. José Liborio Gómez. Este mismo sugeto es pro- pietario del oficio de Contador judicial de nueva crea- ción, cuyo título presento en Cabildo de 6 de Diciem- bre de Í839, y en este propio año se crearon los de Pi-ocuradores que sirven D. Francisco Angueira, Don José María Blanco y D. José Benito Carranza, y pen- de el despacho del competente título a D. José de Torres Yillafranca, como aspirante a la única que queda vacante. El oñcio de Tasador de costas se proveía por el Iltre. Ayuntamiento hasta el año de 1836 en que se promovió espediente en la Intendencia general y es subastado como vendible y renunciable por D. José María Cisneros que lo desempeña actualmente. Las Subdelegacioncs de Medicina y Cirujía, de Farmacia y de Marina, se crearon: la primera en 17 de Enero de 1834; la segunda en 18 de Marzo de 1837; y la tercera en 3 de Febrero de 1838, y las desempeñan el Dr. D. José Carbonell, D. Nicolás Hernández Pnlgaron y D. Cecilio Pérez Jácome. No se ha creado aun la oficina de Hipotecas, sin embargo de ser muy útil y necesaria en la villa, estar en el caso que previenen las Reales disposiciones cir- culadas á este Cabildo por la Real Audiencia de Puer- to-Príncipe, y haberse celebrado acuerdos sobre el particular; ni tampoco la erección de una Subdelega- CAYETANO NÜÑEZ DE VILLAVICENCIO. 653 cion de bienes de difuntos, consecuente á otras actas Capitulares de 30 de Junio de 1837 y 5 de Abril de 1839. Sobre lo primero hay espediente en la Intenden- cia general, y respecto a la segunda, se remitieron los antecedentes desde el citado año de 1837 al Sr. Magistrado, Juez general, y aunque se oyó al Sr. De- fensor general, no descendió resolución alguna. LA JÜRISDICCIOX DE GUAXABACOA COMPRENDE LOS PUEBLOS SIGUIENTES: Pueblos. Guanabacoa, (calvecerá) San Miguel * . . . . Pepe Antonio Bacuranao Cogimar Totales . Población. Blancos. Libres. Esclavos Total 8.817 2.278 1.685 1.734 241 14.755 3.593 106 163 127 15 4.004 3.992 806 1.092 432 17 6.339 16.402 3.190 2.940 2.293 273 25.098 Estos datos se han. tomado del Almanaque Mercantil de 1870, — R. C. ANÁLISIS químico de algunas de las aguas minero-medicinales de Guanabacoa. BAÑOS: SANTA RITA. Temperatura 26° 00 Carbonato de magnesia 03328 Clorm-o de sodio 030720 gram. Silicato de hierro con vestigios de manganeso O 050800 gram. Sílice O 058100 654 HISTORIA DE GUANABACOA. grana. Sulfato de magnesia O 083300 Cloruro de id O 040000 gram. Azoato de magnesia O 320200 Materia orgánica O 200900 Iodo O 000003 (Casaseca.) BAÑOS: CASANOVA. Temperatura 19° 40 iit. Acido carbónico O 04150 Carb. de cal 00865 Carb. de hien-o 00346 Cloruro de sodio 008075 Sulf. de cal 007500 Sulf. de magnesia 01000 Materia orgánica vestigios. (Caro.) BAÑOS: CORONEL. Temperatura 17° 80 lit. Acido carbónico O 04725 Carb. magnesia 00767 Carb. cal 02955 Carb. de hierro 00875 Clor. sodio 01000 Sulf. cal 00135 Sílice 00088 (Caro.) BAÑOS: BARRETO. Temperatura 17° 50 Acido carbónico 005425 Carb. magnesia 01287 Carb. cal 00750 Carb. hierro. 00018 Cloruro de sodio 00262 Sílice 00016 Clor. magnesia 00132 (Caro.) MEMORIAS DE LA SOCIEDAD PA'IRIÓTICA. 655 SUCmO. (Agua POTABLE.) Temperatura 21° 40 Acido carbónico 003450 Cavb. liieiTO....^ 00675 Clor. de sodio 01150 Silicato hierro 00125 Clor. calcio 00237 Materia orgánica 00400 (Caro. ILUSTRACIÓN A LA PAGINA 54. El Sr. D. Tranquilino Sandalio de Noda, cuyos trabajos, laboriosidad é instrucción lo hicieron y lo liarán acreedor á nuestro reconocimiento y per- petuo recuerdo, publicó en el tomo 7 de las Memorias de la Real Sociedad Patriótica, pág. 283, un brillante y razonado artículo en que con caudal de citas y reflexiones, demuestra que el fallecimiento del Adelantado Veláz- quez ocumó en 1524: pero existiendo la lápida que temos reproducido, oigamos como se dá cuenta de la para él aparente discordancia de ese mo- numento cinérico: "Hé aquí un lieclio interesante de nuestra historia, que parece envuelto entre las nieblas de la confusa cronología de los primeros tiempos. Consa- gro estas pocas líneas á fijar de algún modo la época cierta de este acaeci- miento con tanto mas placer, cuanto que los materiales que ha reunido la Sección de Historia de la Real Sociedad, publicados en 1830 en el tomo primero de sus Memorias, han hecho en cierto modo problemática la dicha época. Creo que Velazquez murió á fines del año de mil quinientos veinte y cuatro, esto es, dos años posterior á la época que ha deducido el Sr. Sirgado en la nota novena á la Llave del Nuevo Mundo. La Sección pone al folio 453 del tomo 1? de sus Memorias, la imagen de una losa sepulcral, cuya inscripción indica haber muerto Velazquez en 1522. En ella á pesar de su deterioración se lee claramente en su parte media: HIC JACET. . .: DI- DACVS VELASQVEZ; no así al fin, donde entre los fragmentos laborio- samente reunidos apenas pueden leerse estas medias palabras IVIT IN ANNO O M. DXXII que terminan en una orilla destrozada según el dibujo. No estrañaría que el artífice escribiese IIII (1) y que los dos lilti- (1) El sepulcro del cardenal Ximenez del mismo año de la muerte de Velazquez, está escrito en dicha forma, Dice: P. FR. XIMENEZ CAR. TOL ARCH. HISP. GUB. AFFR. DEBELL. HANC SS. CORPORIS XPTI CUSTODIAM FIERI JÜSSIT, & SEDE lAM VACANTE PERFECTA EST. OPERARIO DIDACO LÓPEZ AIALA. ANNO DÑO. MDXXIIIL 656 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD PATRIÓTICA. mos caracteres perecieran en el destrozo de la piedra: también pudo haberse escrito IV y perdídose luego en la ruina el palo menor de la V; aunque lo primero es mas posible según el dibujo. También este puede estar no muy exacto con perdón de su autor, salvo el craso error ó desorden de la ins- cripción. En efecto la Sección lee (y debe leer) DEI OMNI POTENTIS AC SUÍ REGÍS: MIGRAVIT IN ANNO A DOMINO MD. &c. ¿Mas cómo llenar con solo una A el espacio que ocupa la fractura después de Ommj)oféntis, capaz de cuatro letras? ¿Como dejar en blanco tanta losa después del Begis, y creer cinco y media letras del migravit en el espacio de la rotura, que según el dibujo no es capaz de dos? ¿Cómo leer las siete de á Dómino en las dos roturas inferiores capaces á lo sumo de tres letras, y que aunque se abrevie como se quiera, algo alcanzaría el pedazo liso que divide á ambas por encima del vértice del escudo? Y sin embargo, la Sección no ha inventado nada; ba leido lo que necesariamente hacen leer las medias palabras que se han conservado: así, atribuyo al dibujo estas di- ficultades, notando de paso que recien hallada esta lápida, la copió Valdés en su Historia, y este lugar lo lee, si mal no me acuerdo: Dei omnipotent'is (aquí está quebrada la losa) Cui Begis (aquí también) ivif Anno bomi M. B. XXII (1) El IVIT es parte de la palabra MIGRAVIT. Según el diseño, parece injuriada la orilla de la losa hasta la misma fecha; y no seria raro que parte de esta pereciera. Esta inquisición pareciera innecesaria ó impertinente, si no fuera dirigida á investigar la verdad cuando un monumento curioso parece contradecir el testimonio de la historia. Poco nos importa que el infeliz Conrpiistador de la isla de los nueve reinos haya muerto en éste ó en aquel tiempo: pero nos importa que al es- cribir nuestra historia vea el mundo que buscamos la verdad sin respeto á autoridades que mañana podrán resultar ficticias. Yo preguntaria al que huyendo del criterio sólo me contestara con la dicha inscripción: ¿dónde consta que se escril)iera ella en tal año? No pudo hacerse mucho después? Aquí no se trata de pasiones, sino de saber lo cierto. Yo creo que la losa es ciei-ta, que fué hecha para Velazquez; pero hecha IN ANNO A DOMINO MDXXIIII, y si otra cosa se lee, merced al tiempo y á la incuria de los que debieron cuidar el monumento. De este modo marchan unánimes la historia y los monumentos, sin necesidad de inventar nuevos impostores de de Alcazabas, ni de calumniar á los Cronistas. He dicho creo, por la fé que inspira un hecho que no se contradice; mas si llevara la duda hasta el es- tremo, no habría concluido con las dificultades que puede haber. ¿Pudo la (1) La copia de Valdés dice; Etiam sumptivus, hanc Insulam debellavit, ac pacificavit Ilic jacet nobilíssimus, ac magnificentissimug Dominus Didacus Velazquez, insularum Jucatani prajses Qui eas summo opere debellabit in honorem Dei Omnipotentis ac... (aqui está quebrada la losa) Cui Regis D.... (aquí también) ivit in Anno Domi. MDXXII. MEMORIAS DE LA SOCIEDAD PATRIÓTICA. 657 losa cuestionada no haberse puesto nunca sobre las cenizas del Adelantado? ¿Pudo haberse grabado mucho después de su muerte, para exornar su sepul- cro! ¿Pudo ser dictada la inscripción por un d(>mine ignorante, sin los su- ficientes conocimientos? Esto es lo que se ha de probar que no pudo ser, para presentar este dato como incontestable. La historia y la crítica han hecho dudar de los epitafios de Ataúlfo y de Pipino; y no fuera novedad que en el primero de nuestros caudillos se renovara lo' sucedido al primero de los Godos y al primero de los Carlovingios. Mas, yo tengo motivos para creer en dicha lápida de Cuba: su contesto incorrecto y rudo para nosotros, cuadra tan bien con las ideas de aquellos tiempos, que lleva el sello de la autenticidad: si la fecha ha hecho titubear, es por las razones indicadas; y yo hubiera sido también fascinado sin las otras luces sobre la materia. No se crea pues, que una ciega y servil admiración por todo lo de Cortés, me haga hacinar cual Solís, todos los subterfugios y sofismas en gloria de este héroe. Yo admiro al Conquistador de Tlascala y de Ciilua; pero veo en el émulo de César acciones, que si la necesidad las pudo exigir, el corazón se resiste á aprobarlas, sin que me impongan ni la parcial crónica de Gomara, ni la artificiosa laudatoria de Solís. Pues no es el respeto que me mfun-' den sus inauditas hazañas, sino la fuerza de su testimonio como hombre co- rno testigo ocular que escribe á la vista de sus enemigos, conteste "con' los historiadores de entonces, lo que me hace asentir á esta opinión, y al mismo tiempo la falta de pruebas en contra: pues la única que se produce lasti- mosamente no tiene toda la fuerza que se quisiera. Sé que cuando se' quiere criticar, nada hay invulnerable; pero ya que el Sr. Sirgado en la precitada nota presumía lo que yo creo, no dudo decir á la Sección de Historia, que se puede asegurar con imparcialidad que el adelantado Diego Velazquez es- taba vivo el año de mil quinientos veinte y cuatro. PIN DEL TOMO PRIMERO. Tomo I. 88 ESTADO que manifiesta á 1820 próxim' Ramo de menores Jesús del Monte., Quemado..., Calvario , Santiago Bejucal Quivican Güira Alquizar , Cano Guanajay Santa Cruz de los Pin Guanacage Ciego 6 Palacios Cacaragicaras . . . Pinar del Rio.... Consolación Guánes... , Baja.. Mantua San Miguel Guanabacoa Santa María del Ros: Güines ESTADO que manifiesta el valor de los diezmos de estancias, haciendas é ingenios del Obispado de la Habana, en el decenio de 1811 á 1820 próximo pasado. Ramo lie uienores.. Jesús del Monte... Quemado Calvario Bejucal.... Quivicaii . Alquizav Cano Guanajay Santa Cruz de los Pinos Guanacage Ciego ó Palacios Cacavagicaras Pinar del Kio Consolación Guáncs Baja Mantua San Miguel (juauabacoa Santa María del Rosarle Güines Managua Rio-Illanco Jaruco Guainacaro Macuríges Guamútas Hanábana Alvarez San Antonio Trinidad San Juan de los Remedios. Haciendas de villa Clara... Estancias de villa Clara.... Santo Espíritu Barajagua Palniarejo Palma Cupey Bienio de ISll Á 1812. 50 17.2.50 7.080 9.130 20.565 10.253 2 34.773 1^ 10.594 3 6.536 2 16.103 5i 92.522 4i 12.303 4 7.050 5.197 4 14.085 11.060 20.228 2 7.275 5.664 .51 4.215 2.825 29.173 4| 5.000 39.988 2| 34.391 3 95.014 7 6.055 4 39.535 6-1 3.250 25.000 14.250 19.500 6.700 11.088 G.352 4 16.280 6.000 3,500 13.050 9.314 3.500 11.300 7.440 4 Diezmos de las Diezmos de las pan'oquias. segundas casas. 720.446 5f 400 807 41 2.750 71 557 4 70 2.275 3.388 5 1.225 900 885 1.157 4 525 865 765 350 512 4 30 2..'388 .51 100 ' 2.000 2.018 41 7.774 7' 610 2 660 1.507 4 800 425 726 4 100 262 4 600 200 612 4 280 400 613 6 275 CüATKEJflO DE 1813 Á 1816. 762.318 5 Diezmos de las Diezmos de las parroquias. segundas casas. 34.550 14.210 18.400 42.537 4 14.000 78.094 4 22.081 4 11.596 11 34.694 6} 229.310 1 24.800 15.900 12.346 71 24.000 22.500 38.630 14.6.50 10.000 7.130 6.160 31 58.861 61 13.980 76.415 2 57.746 31 195.351 2j 14.322 81.684 2a 6.680 45.030 28.800 36.000 13.500 18.130 9.100 24.000 12.100 10.395 23.340 16.000 9.000 18.590 15.550 1.460.168 n 8.042 1.313 1^ 6.368 2| 1.500 180 2.800 8.277 11 2.850 2.000 1.800 2.400 1.100 1.300 1.580 725 1.050 86 41 5 589 5i 200 4.000 4.287 51 27.503 6' 1.220 3.300 3.789 1-1 3.030 1.810 900 1,553 226 525 800 ..450 600 300 400 950 200 CUATKENIO DE 1817 Á 1820. Diezmos do las Diezmos do las parroquias. segundas casas. 97.872 6J 1.558.040 7-1- 29.000 15.000 12.600 39.666 21.030 79.419 61 23.530 4 17.325 37.020 1 187.122 2| 29.000 20.030 44:352 32.550 29.000 44.030 14.700 15.708 10.720 4 8.062 4 .38.173 2 9.080 60.255 4| 43.891 51 165.973 ij 18.375 47.752 3-J 13.650 77.931 33.495 41.811 21.394 22.743 18.110 3 24.500 13.240 4 20.370 26.575 4 25.515 10.300 4 30.100 17.650 4 1.490.754 2-J 388 61 2.018 4f 2.780 6| 2.078 3 433 1 2.803 6 6.184 7 2.550 2.060 3.700 3.330 800 1.787 4 1.580 1.155 1.600 137 4 1.793 6 200 3.570 5i 4,005 7-1 18.647 31 2.850 4.372 ^ 415 7.223 6 1.000 1.400 1.703 240 750 800 ,.700 750 400 550 1.771 7 300 88.941 6 1.579.696 I NOTAS. — 1'; Que á las parroquias del Quivican, Cano, Guanajay, Gnaualiacoa, Güines, Managua, Rio-blanco y Matanzas, y á quince de las segundas casas escusadas, se les aplicó el tercio de la renta decimal del ramo de azúcares del año próximo pasado, quo estuvo en administra- ción, y deben consignárseles las dos partos restantes de la renta del presente año; pero les van abonadas en este estado para su completo, con ar- reglo al producto del indicado tercio. 2" La renta del mismo año de 1820 do las i;,'Iisi,is ili' .Fcsiis .lil .M,.iitc, (¿uenuido y Siiiili.ip. (I:iiiil.ic.-íi un administración) va graduada por la de los tres anteriores; y á mas do los valores ([.miiriii. liólos .n csl.- ishnlu por el ramo "de iizn.,ir.s d.- .li.-ljas iglesiasy segundas casas en el de- cenio quedan pendientes los rezagos de sus adiiiiLiisIraciniii-s, ni ciiyii i-"lM,iii/.a está entendiemlu il rrü.iinal del ramo. — Habana IC de Febrero de 1821, — Sfjttftsfinn de Ayaht. TABLA DE LOS capítulos QUE CONTIENE ESTE TOMO. PÁG. Introducción I Dedicatoria 3 Jll que leyere 5 Capitulo I. — Del descubriíniento de la isla de Cuba y de su situación y escelentes calidades... 9 Cap. ÍI. — Prosigue la materia antecedente y se da noticia de otras particulaiHdades 30 Cap. III. — Del apresto de Diego Velazquez para pasar á Cuba, su arribo á ella, principios de su población y de la villa de la Habana 36 Cap. IV. — Eii que se proponen otras razones que persuaden haber sido poblada en la costa del Sur la villa de la Habana, y que fueron sus primeros vecinos los que se espresan 42 Cap. V. — En que se da razón del tiempo en que parece se trasladó esta villa al puerto de Ca- renas, motivos con que se injiere lo ejecutó el el Adelantado Velazquez, y carácter de éste. 49 Cap. VI.— Se rejieren las causas que parece con- currieron para la aniquilación de los natura- les de la Isla, medios que se tomaron para ata- jarla y suplir su falta 61 Cap. VII. — De las circimstancias del puerto de la Habana conocido antes por el de Carenas y favorables resultas de su población 73 PÁG. Cap. VIII. — Continúase ¡a materia antecedente exornada de noticias y razones conducentes ci etta 77 Cap. IX. — Tie los principios de la fortificación de este puerto, y relación de las que se han ido alimentando 81 Cap. X. — Refiérese la situación y grandeza del castillo del Morro, los Alcaides que ha tenido y noticia del de la Punta 87 Cap. XI. — De los aumentos que fué teniendo la fortificación de esta plaza 99 Cap. XII. — Be la tropa que antiguamente presi- dio esta plaza, su aumento y nuevas disposi- ciones 105 Cap. XIII. — De las singulares recomendaciones que califican la importancia de esta plaza 116 Cap. XIV. — Del número, circunstancias y servi- cios de las Milicias de blancos, pardos y mo- renos de esta ciudad 120 Cap. XV. — Del sitio á que fué trasladada la vi- lla de la Habana, grados en que está y otras noticias de ella 125 Cap. XVI. — Del rio de la Chorrera y abundan- cia de agua que comunica á esta ciudad y otros abastos públicos 141 Cap. XVII. — De la bondad y escelencia de los campos de esta ciudad y salidas de que goza para la diversión y paseo 153 Cap. XVIII. — Del origen que tuvo en este puerto la fábrica de navios, noticias de la situación del Arsenal y de los bajeles que se han cons- truido para el Bey 161 Cap. XIX. — Del aseo de los vecinos, buena dis- posición y habilidad de los naturales del país y nobleza propagada en él y en la Isla 167 Cap. XX. — Del Gobierno y Capitanía general PÁG. de esta ciudad e Isla y noticia de su jurisdic- cion^pre eminencias if facultades 188 Cap. XXr. — Contimía la serie de los Gobernado- res hasta el tiempo preseiite 198 Cap. XXII. — Del Tribunal de los Tenientes de Gobernador, Jluditores de guerra y serie de los que ha habido en esta ciudad 204 Cap. XXI II. — Del Tribunal de los Jllcaldes ordi- narios^ número de Regidores y Oficiales de que se compone el Ayuntamiento de esta ciu- dad y otras noticias de él 210 Cap. XXIV. — Mercedes y honores con que nues- tros Reyes han favorecido á esta ciudad y distiíitivos concedidos á este Cabildo por su representación 255 Cap. XXV. — De los servicios que esta ciudad y • sus vecinos han hecho á SS. MM. y espresio- nes de su fineza 261 Cap. XXVI. — Del Tribunal de Cue?itas y Real Hacienda^ su antigüedad y preeminencias^ Ministros y Oficiales que los componen 278 Cap. XXVII. — De la Real y Pontificia Univer- sidad de S. Gerónimo fundada en esta ciu- dad 307 Cap. XXVIII.— Z)^/ Real tribunal del Protome- dicato, su antigüedad^ jurisdicción y go- bierno 355 Cap. XXIX. — Del origen y establecimiento de la Real Compañía de esta ciudad é Isla y desús obligaciones y privilegios 360 Cap. XXX. — Del tribunal de los señores Obispos y de su Vicario general^ y noticias de la erec- ción de la iglesia Catedral en Baracoa y Cuba. 366 Cap. XXXI. — Serie de los lllmos. Obispos de es- ta Isla, noticias de las promociones de algunos y otras correspondientes 371 PÁCx. Cap. XXXI i. — Prosigíic la serie de los Señores Obispos y se dá noticia de los auxiliares que ha tenido hasta ahora 377 Cap. XXXIII. — De las dos Parroquiales de esta ciudad Cofradías fundadas en ellas y otras noticias particulares 386 Cap. XXXIV. — Be las dos iglesias auxiliares del Santo Cristo del Buen-Viage y Jlngel Custo- dio 393 Cap. XXXY.—De los Conventos de Ntro. P. Sto. Domingo y S. Francisco^ ajitigüedad y circunstancias 396 Cap. XXXVI. — De la capilla de la Santa Ve- racruz y Cojiventos de San Jlgustin y Ktra. Sra. de la Merced \ 406 Cap. XXXVII. — Del Monasterio de Religiosas de Sta. Clara, fundado en esta ciudad 41 7 Cap. XXXVIII. — De los Conventos de Sta. Ca- talina de Sena y Sta. Teresa de Jesús 422 Cap. XXXIX. — Del Colegio de la Compañía de Jesús y los de S. Jlmbrosio y S. Francisco de Sales] .' 426 Cap. XL. — Del Hospital de S. Juan de Dios y del de mugeres de que es titular S. Francisco de Paula 431 Cap. XLI. — Convalecencia de Ntra. Sra. de Be- lén y hospital de S. Lázaro de esta ciudad... 437 Cap. XLIl. — Del Oratorio de S. Felipe Neri, hospital de S. Isidro, erniita del Monserrate y casa de niños espósitos 446 Cap. XLIII. — De la erección de los Curatos del monte y Santuarios estr amuras 456 Cap. XLIV. — Del Santuario de Ntra. Sra. de Regla e iglesias del Santísimo Cristo del Po- tosí y Jesús del Monte 471 Cap. XLV. — E?i que se dá noticia y compendian PÁG. las fiestas que aimahnente se celebran en las iglesias de esta ciudad 477 Cap. XLVI. — Del estimable honor que resulta (i esta ciudad del mérito y circunstancias de los insignes hijos que ha tenido 491 Cap. XLYII. — Dignidades^ Canónigos y Preben- dados de diversas iglesias^ Prelados y suge- tos insignes de algniias Religiones, íiaturales de esta ciudad 498 Cap. XLVIII. — De los Ministros togados y otras personas de letras empleadas en oficios polí- . ticos, de honra y confianza : 502 Cap. XLIX. — De los que se han ocupado en el Real servicio^ en ejércitos, armadas y plazas, con empleos Jionoríficos 506 Historia del Bejucal 517 )) de Guanabacoa 588 Ilustración á la página 54 654 I ^